Capítulo 22: Dame la
oportunidad de conocerte…
Notas del capítulo: Hay muchos casos en donde las
personas salen de una mala relación, ya sea de algún noviazgo o estando casados
con su pareja, y en más de una ocasión las malas relaciones terminan en
tragedias, y se da lo que es el maltrato tanto psicológico, como físico. Las
personas afectadas que pasan por una situación así, sufren de traumas que les
impide a salir adelante.
Las malas
experiencias pueden tardar incluso años en sanar, y muchas veces se deja de
creer en las demás personas, pero sobre todo, cuesta mucho trabajo volver a
comenzar una nueva relación... ¿Qué se podría hacer ante una situación así?
¿Volverían a enamorarse de nuevo? ¿O seguirían con sus vidas como si nada
hubiese pasado?
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
Al día
siguiente…
Una nueva semana estaba por comenzar, para algunos con mucho
trabajo, en cambio para otros, con preocupación y decepciones.
Buenos días, ¿puedo
pasar?
Adelante, pasa por
favor.
Gracias.
¿En qué puedo
ayudarte?
Vine a agradecerle
personalmente por haberme dado el sábado libre… Yo…
No hay nada que
agradecer Ryou.
Pero es que…
Ryou, ya no te
preocupes, mejor cuéntame cómo siguió Joey.
Ya está un poco más
tranquilo.
Me alegra saberlo.
Disculpe Bakura, hay
algo que me gustaría preguntarle.
Pues hazlo,
pregúntame sin miedo.
Yo…
No pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido por el sonido
del teléfono de la oficina.
¡Aló! Si, dígame. –
Manifestaba el albino mayor. – Espere un segundo por favor. – Volteó a ver a la
otra persona. – Discúlpame Ryou, debo atender esta llamada.
Claro, no se
preocupe, yo ya me iba.
Está bien.
Y gracias nuevamente.
– Estaba por salir hasta que una voz lo detuvo.
Ryou.
Si, dígame.
¿Te gustaría
almorzar conmigo?
¿Es una cita? –
Preguntó sin pensarlo, y al darse cuenta sus mejillas se ruborizaron.
Eso depende.
¿Depende de qué?
De cómo tú lo veas.
– Ahora era el quien estaba ruborizado.
Bueno yo… Pues… Si,
si acepto su invitación.
Perfecto, nos vemos
a la hora de la comida.
De acuerdo. – Medio
sonrió, posteriormente salió del lugar.
******************************
Hola amor.
Hola.
¿Por qué estás tan
desganado?
Discúlpame, es sólo
que…
¿Qué es lo que te
preocupa?
No quería decírtelo
pero…
Noah, ¿qué sucede?
Quedamos en que nos íbamos a contar todo.
Lo se amor, pero…
Anda, dímelo ya sin
rodeos.
De acuerdo. – Dio un
fuerte suspiro. – Tú le prometiste a Joey que le ibas a comprar la cuna para su
hijo.
Sí, es verdad.
Desde que le dijiste
eso me quedé pensando toda la noche con qué dinero piensas comprárselo, porque
que yo recuerde usaste todos tus ahorros para ayudarme a pagar mis deudas.
Amor, no te
preocupes por eso, pienso utilizar la tarjeta de crédito que me dio mi hermano.
¿Qué? Si haces eso,
él se dará cuenta de que compraste una cuna. ¿Qué explicación le vas a dar
cuando te lo pregunte?
Tranquilo Noah, mi
hermano no se dará cuenta, sé que por el momento no tengo dinero, pero en
cuanto me paguen de mi trabajo depositaré el dinero a la tarjeta, y quedará
como si nada.
Siento que te estas
arriesgando demasiado, porque no mejor pido un adelanto de mi salario.
Hay Noah, te lo
agradezco, pero aunque pidas un adelanto el dinero no será suficiente para
comprarla.
Discúlpame por no
ayudarte, a veces me siento un inútil por no ganar lo suficiente. – Bajó la
cabeza.
Amor, no digas eso,
tú no eres ningún inútil. – Lo agarró del mentón para levantarle la cara y
mirarlo a los ojos. – Y te agradezco mucho que quieras ayudarme, tienes un
corazón de oro mi amor. – Le da un beso en los labios. – Te amo.
Y yo a ti.
******************************
Horas más tarde…
Joey, la cuna esta
preciosa.
¿De verdad lo crees?
Claro que sí, tienes
muy buen gusto.
Muchas gracias
Mokuba, y la verdad es que no sé cómo agradecerte esto que paces por mí, y por
mi hijo.
Descuida, no me
agradezca nada, te recuerdo que ese niño es mi sobrino.
Lo sé, es sólo que…
No me digas nada, y
no quiero verte triste.
De acuerdo. – Medio
sonrió.
Al poco rato llegó el hombre de la tienda.
Baia, ya era hora de
que le viniera a abonar a la cuna, si se sigue retrasando en los pagos se la
tendré que vender a otro cliente que si tienen dinero para pagarla al contado.
– Le hablaba despectivamente al rubio.
Yo…
Óigame, ¿cómo se
atreve hablarle de esa manera? – Intervino el pelinegro.
A personas como él,
puedo hablarles cómo se me da la gana. – Le respondió de igual manera.
Usted sí que es un
estúpido, es que acaso no sabe quién es él.
Mokuba, por favor no
digas nada.
Pero Joey, él tiene
que saber que tú eres…
Déjalo así, por
favor.
De acuerdo, no más
porque tú me lo pides.
¿Le van a abonar o
no a la cuna? Díganme de una vez para que no me hagan perder mi tiempo.
No le vamos a abonar
nada, hemos venido a comprarla.
Si como no, ¿y con
qué dinero? – Manifestó burlonamente.
Tome. – Le entregó
una tarjeta de crédito. – Y de una vez le digo que le tiene que descontar todo
lo que mi amigo le ha pagado.
¡Ja! Gran cosa le
voy a descontar. – Le agarró la tarjeta de mala gana, pero al ver el nombre y
apellido se quedó boquiabierto. – Esto es una broma, no me diga que usted es…
Así es, soy Mokuba
Kaiba, hermano menor de Seto Kaiba.
Oh, mil disculpas
señor por haberlo tratado tan mal, no tenía idea de quien era usted. – Comenzó
a tratarlo diferente. – ¿Está usted seguro que quiere comprarle la cuna a su
amigo? Mire que si lo hace perderá su…
No se meta en lo que
no le importa, y mejor dedíquese hacer su trabajo. – Lo interrumpió de golpe.
Sí señor, como usted
diga. – Se retiró para ir hacer la factura.
¿Seguro de lo que
estás haciendo?
¿Por qué me lo
preguntas Joey?
No me gustaría que
tu hermano se dé cuenta de…
Tranquilo, te
prometo que Seto nunca sabrá que usé la tarjeta de crédito.
Muchas gracias
Mokuba, y gracias por defenderme de ese hombre.
Ni lo menciones
Joey, aquí entre nos, ese sujeto me cayó mal. – Bromeaba un poco para animar a
su cuñado.
******************************
Mansión de la
familia Ishtar…
Hola amor, me
sorprende que hayas venido a almorzar.
Hola mi vida. – Le
da un beso en los labios. – Aproveché la ocasión, acuérdate que Mokuba estará
con Joey toda la tarde.
Es verdad, se me
había olvidado.
Lo supuse, por eso
es que decidí venir a almorzar con ustedes.
Hiciste bien, así no
corres peligro de que Mokuba te vea vigilando a Joey.
Que como es que
adivinas amor. – Se burlaba de su esposo.
Que gracioso eres.
Ya que estoy aquí,
quiero aprovechar la ocasión para que me cuentes todo lo que pasó ayer.
Vamos a la sala para
poder platicar más tranquilo.
Está bien, vamos.
Una vez que llegaron…
Joey, renunciará hoy
a su trabajo.
¿Qué? Ahora lo
entiendo. – Musitó entre dientes.
Entender qué amor.
El por qué salió tan
rápido esta mañana de su trabajo.
Ya veo.
Pudiste averiguar lo
que le pasó.
Lo único que sé es
que sus compañeros de trabajo le hicieron una broma de mal gusto, y todo porque
estaban enojados con Joey.
¿Sabes por qué
estaban enojados con él?
Al parecer había un
grupito que apreciaban al hombre ese que acosaba a Joey.
¿Y luego qué pasó?
Resulta que ese
grupito fue el que le hicieron la broma a Joey, ha de haber sido algo terrible
para que tomara la decisión de renunciar.
Y tienes alguna idea
que clase de broma le hicieron.
No, al momento que
nos estaba contando se puso a llorar, y Mokuba intervino para que se
tranquilizara.
Es una lástima que
no terminara de contarles.
Si.
Y pudiste averiguar
sobre el otro asunto.
¿Qué otro asunto
amor?
Del por qué Joey no
quiere que su esposo sepa de que esta embarazado.
Ah, eso, estaba a
punto de decirme pero nuevamente hubo otra interrupción.
Que mal.
No te preocupes, te
prometo que buscaré la manera para preguntárselo de nuevo.
Muchas gracias
Malik.
Justo en ese momento estaba llegando un pequeño a la sala.
Papi.
Mi niño hermoso,
¿cómo estás?
Muy bien papi, ¿te
quedarás a almorzar?
Claro que si amor, y
de una vez aprovecharé para que me cuentes cómo te va en la escuela.
En la escuela me va
bien.
¿Seguro?
Si.
¿Y te dejaron
tareas?
Mucha.
¿Quieres que te
ayude?
Sí, sí, sí, sí, sí,
sí.
Esta decidido,
después de almorzar te ayudaré con tus tareas.
Gracias papi.
******************************
Le agradezco que me
haya invitado a comer.
No tienes nada que
agradecer, sino todo lo contrario.
¿Qué quiere decir?
Soy yo quien está
agradecido por haber aceptado mi invitación. – La otra persona se sonrojó ante
el comentario. – Por cierto Ryou, cuando llegaste a mi oficina estabas por
preguntarme algo, y me gustaría saber que era lo que ibas a decirme.
Bueno, yo… Este…
Pues…
No estés nervioso,
si no quieres decírmelo está bien.
Aun así quiero
decírselo.
En ese caso, lo
escucho.
Bakura, deseo
disculparme con usted por la manera en cómo me comporté el día que lo vi
abrazando a Joey.
No es necesario que
se disculpe, entiendo que haya actuado de esa manera.
¿Ah sí?
Claro, tú quieres
mucho a tu amigo y solamente lo estabas protegiendo.
Por una parte sí,
pero por otra… – Bajó un poco la mirada.
¿Puedo saber cuál es
la otra parte?
La verdad es que
sentí celos al verlos juntos.
El albino mayor se sorprendió ante tal confesión, nunca se imaginó
oír algo así.
¿De verdad sentiste
celos?
Perdóneme por favor,
sé que no tengo derecho de celarlo… Yo… “Que estúpido soy, no entiendo por qué
le dije algo así”. – Esto último lo pensó para sí mismo. – Creo que lo mejor es
que me vaya. – En cuanto se levantó de la mesa, la otra persona logró
sostenerlo del brazo.
Por favor no se
vaya, quédese por favor.
Pero es que… Usted
no lo entiende. – No se atrevía a verlo a los ojos.
Ryou, le agradezco
que haya sido sincero conmigo, y me alegró saber que usted sintiera celos.
El joven estaba desconcertado por lo que le decía su acompañante.
Eso quiere decir…
¿No esta enojado?
Por supuesto que no.
– Le levantó la cara poco a poco. – Me siento afortunado al escuchar que usted
sintiera celos por mí. – medio le sonrió.
¿Afortunado?
Si.
¿Por qué?
Significa que me
quiere.
Yo…
Shhh… No digas nada,
únicamente contésteme una pregunta. – El joven asintió con la cabeza. – ¿Me
quieres?
Yo… No lo sé, la
verdad es que estoy algo confundido.
Tal vez tú lo
estarás, pero yo no.
¿Qué quiere decir?
Lo que quiero
expresar es que tú me gustas, me gustas mucho.
La otra persona se quedó estupefacto por lo que acababa de oír, y
por alguna extraña razón, sentía como su corazón latía a mil por hora.
Vamos no ponga esa
cara, lo único que le pido es que me dé la oportunidad de conocerlo.
Continuará…
N/A: ¿Sabrá el neko sobre la compra de la cuna? ¿Por qué el cachorro
no quiere que Seto se entere de su embarazo? ¿Ryou aceptará los sentimientos de
su jefe Bakura? ¿Volverá aparecer la mujer misteriosa? ¿Qué habrá pasado con
aquellos hombres misteriosos? Todo esto y más se descubrirán en los próximos
capítulos, no deben perdérselos. Muchas gracias por leer esta historia, no
olviden dejar sus comentarios, que yo con mucho gusto les responderé. Toda
crítica y sugerencia me ayuda a ir mejorando poco a poco.
Ahora sí, me despido cordialmente de ustedes, cuídense mucho y les
mando un fuerte abrazo y muchos besos virtuales. Nos leeremos mañana.
Atte.:
KAT.
P.D.: Quiero dedicarle este capítulo a Paris, y a la vez agradecerle por todos sus comentarios que me ha dejado. ^_^
No hay comentarios:
Publicar un comentario