lunes, 26 de diciembre de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…



Capítulo 63: ¿Qué decisión debo tomar?... II parte.

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

******************************

 

Al día siguiente…

 

         Hola, ¿puedo pasar?

 

         Si, pase por favor.

 

         Vine a ver si ya habías despertado, con eso de que no bajaste a desayunar…

 

         Lo siento mucho, me quedé dormido.

 

         Eso ya lo sé. En fin, cuéntame cómo les fue ayer. ¿Te divertiste?

 

         Me divertí mucho, Mokuba y Noah me llevaron a muchos lugares bonitos, comí toda clase de comida y bebí toda clase de bebidas. – Explicaba contento como si fuera un niño pequeño. – Pero hay algo que no me gustaba. – De pronto su voz sonó triste.

 

         ¿Qué es lo que no te gustaba?

 

         Me sentía incómodo cuando las personas se me quedaban viendo, y algunas cuchicheaban cosas bien feas, y otras se atrevieron a preguntarle a Noah y a Mokuba que si padecía de alguna enfermedad contagiosa.

 

         ¿Por qué preguntaron eso?

 

         Quizás por mi color de piel. – Se miraba sus manos con suma tristeza.

 

         Hey, no les hagas caso, las personas siempre se andan metiendo en lo que no les importa. – Le levantaba la cara suavemente.

 

         ¿Por qué?


         Porque no tienen nada mejor que hacer.

 

         Pero…

 

         Mejor cuéntame, ¿qué respuesta les daba Mokuba?

 

         Él les decía que yo no estaba enfermo y que tampoco padecía de ninguna enfermedad contagiosa. Aun así no dejaban de mirarme todo el tiempo. Noah se limitaba a decirme que los ignorara y que nos siguiéramos divirtiendo.

 

         ¿Y lograste pasar un buen rato?

 

         Si. – Le sonrió con cariño. – Quiero darle las gracias por dejarme salir.

 

         No tienes nada que agradecer.

 

         ¿Podría salir de nuevo el próximo fin de semana?

 

         Eso depende.

 

         ¿Depende de qué?

 

         De que tú quieras salir de nuevo.

 

         La verdad es que si me gustaría, quiero seguir conociendo más lugares y explorar muchas cosas.

 

         Ya veo… – Se quedó pensativo.

 

         ¿Qué ocurre? ¿Dije algo malo?

 

         No, es sólo que…

 

         Señor Kaiba…

 

         No me digas señor, puedes llamarme por mi nombre.

 

         ¿De verdad?

 

         Claro que sí, cachorro.

 

         ¿Cachorro? – Lo miraba algo molesto.

 

         Creo que ese sobrenombre va bien contigo.

 

         ¿Por qué?

 

         ¿Y todavía lo preguntas? Aun sueles comportarte como si fueras un niño y con eso que te conviertes en un animal, pues… Pareces un cachorro indefenso.

 

         Entiendo, ¿algo así como un Dragoniño?

 

         ¿Dragoniño? ¿De dónde sacaste esa estupidez?

 

         Es el seudónimo que me puso Mokuba cuando nos conocimos la primera vez. – De pronto se escuchó una gran carcajada… – ¿Por qué se ríe?

 

         Por la ocurrencia de mi hermano.

 

         ¿Y eso está mal?

 

         Claro que no.

 

         Le puedo hacer una pregunta.

 

         Por supuesto.

 

         ¿Por qué lo hacen?

 

         ¿Hacer qué?

 

         ¿Poner seudónimos a las personas?

 

         A veces, las personas lo hacen para ofender a otros, pero en ocasiones lo hacen como una muestra de cariño.

 

         Ya veo… – Desvió un poco la mirada. – Entonces… ¿Usted ha empezado a quererme un poquito?

 

Al escuchar la pregunta, el hombre se había sonrojado.

 

         Perro tonto, desde el momento en que ayudaste a mi hermano, fue ahí que ya comencé a tratarte diferente.

 

         Lo sé, y estoy muy agradecido por haber aceptado en que me quedara aquí.

 

         No tienes nada que agradecerme. Y cambiando de tema, necesito hablar contigo.

 

         ¿Sobre qué?

 

******************************

 

         Hola primo.

 

         Baia, hasta que por fin te levantaste.

 

         Lo siento, me quedé dormido.

 

         Eso te pasa por venir tan noche.

 

         Es que con tantas cosas que hicimos que no sentimos el tiempo.

 

         Mira que tuviste suerte de que tu hermano no te regañara.

 

         La verdad es que se me hizo raro de que no lo hiciera.

 

         Quizás es porque anduviste con Joey.

 

         No me digas que ya lo sabes.

 

         Así es, tu hermano me lo contó todo ayer.

 

         ¿Y tú qué opinas?

 

         ¿Opinar qué?

 

         Sobre que Joey saliera con nosotros.

 

         Al principio no me agradó la idea, luego pensé en que ya era tiempo de que él comenzara a salir poco a poco.

 

         Sabía que tú también estarías de acuerdo con la idea. Espera que se lo cuente a Joey.

 

         ¿A dónde vas?

 

         Voy a su habitación a decírselo.

 

         No puedes ir.

 

         ¿Por qué no?

 

         Tu hermano está hablando con él en este momento.

 

         ¿Qué dijiste? ¡Ay no! De seguro lo está regañando porque llegamos bien tarde anoche.

 

         Tranquilízate Mokuba, te aseguro que no es nada de eso que estás pensando.

 

         ¿Estás seguro?

 

         Claro que sí.

 

         De todas maneras iré.

 

         Espera, no vayas.

 

         ¿Por qué?

 

         Déjalos que hablen.

 

         Pero…

 

         No te preocupes, te prometo que todo va estar bien.

 

         ¿Cómo puedes estar tan seguro?

 

         Será mejor que te lo diga.

 

         ¿Decirme qué?

 

******************************

 

         Yami me ha dicho, que hay unas personas que quieren verte.

 

         ¿Verme a mí?

 

         Si.

 

         ¿Para qué?

 

         Escucha, Yami tiene un amigo que le contó de tu existencia, y esta persona se lo contó a su amigo y luego se lo contó a su nieto.

 

         No entiendo nada, estoy confundido.

 

         Trataré de explicártelo de otra manera para que puedas entenderme.

 

         Está bien.

 

         El punto es, hay un joven que desea conocerte, tal parece que es a ti a quien anda buscando. No sabemos con exactitud del por qué te anda buscando, o qué es lo que quiere contigo.

 

         Ya veo… – Bajó la mirada. – Ya sabía que tarde o temprano esto iba a pasar. – Musitó para sí mismo sin tomar en cuenta que el castaño lo había escuchado.

 

         ¿Qué acabas de decir?

 

         Nada, no dije nada.

 

         No me digas que nada si claramente te escuché.

 

         Yo…

 

         ¿Ya sabias que te andaban buscando?

 

         No.

 

         ¿Entonces?

 

         Por favor, no me pregunte.

 

         ¿Cómo quieres que no te pregunte? Necesito saber si realmente esas personas saben de tu existencia.

 

         Ellos no me conocen y yo no los conozco tampoco.

 

         ¿Por qué te buscan?

 

         Lo lamento, no puedo decirle nada.

 

         Mira perro, no estoy para juegos estúpidos. – Hacia lo posible por no enfadarse.

 

         Yo no estoy jugando a nada. Lo único es que no puedo decirle nada.

 

         Pues tendrás que darme una respuesta, porque Yami no deja de insistirme en que les permita a esas personas que vengan a conocerte.


         Yo… No sé si estoy listo para recibirlos. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaban a humedecerse.

 

         Está bien, tranquilo, no llores. – Lo abrazó sobreprotectoramente. – Discúlpame por haberme exaltado un poco.

 

         Disculpa aceptada. – Se atrevió a mirarlo a los ojos.

 

         Escucha, te daré algo de tiempo para que decidas si recibes o no a esas personas. Y depende de tu decisión, te prometo que la respetaré.

 

         Muchas gracias.

 

******************************

 

En algún lugar de Japón...

 

         Hola, buenas tardes.

 

         Mahādo, sabía que ibas a venir tarde o temprano.

 

         ¿Puedo pasar?

 

         Adelante, pasa.

 

         Gracias.

 

         Y dime, ¿cómo está tu esposo?

 

         Él está bien, les manda muchos saludos.

 

         Muchas gracias, ven, vamos a la sala.

 

         Si.

 

Una vez que llegaron…

 

         Has llegado rápido, acaso el concejo de magos te autorizó para…

 

         La verdad es que… Ellos no saben que vine.

 

         ¡Que! ¡Pero Mahādo! Si ellos se dan cuenta que has venido sin su autorización, recibirás un castigo.


         Lo sé y estoy dispuesto en asumirlo.

 

         Para que estés aquí, significa…

 

         Tuve una visión hace poco, y antes de cumplirla decidí venir a verte primero.

 

         Entonces dime, ¿cuál fue tu visión?

 

Antes de responder, llegaba uno de los empleados…

 

         Disculpe que los interrumpa, solamente vine a saber si desean algo de tomar.

 

         ¿Quieres algo de tomar Mahādo? – Le preguntó la dueña del lugar.

 

         Un té verde por favor.

 

         A mi tráigame lo mismo por favor.

 

         En seguida, con su permiso.

 

         ¿En qué estábamos Mahādo?

 

         Me estabas preguntando sobre la visión que tuve.

 

         Ah sí, es verdad. – Carraspeó un poco su garganta. – Y sobre qué es tu visión esta vez.

 

         Creo que ha llegado el momento de aclarar algunas cosas y de decirles la verdad a…

 

         Tú no puedes hacer eso. – Lo interrumpió de golpe.

 

         ¿Por qué no?

 

         Porque ninguno de ellos está preparado todavía.

 

         Por lo mismo tanto, si hablamos con ellos, tal vez…

 

         Créeme lo que te estoy diciendo, aunque les digas la verdad no te van a creer.

 

         Pero Mai, tengo que advertirles sobre el nuevo peligro que se avecina.

 

         Ya lo sé, no tienes que decírmelo.

 

         También hay algo más.


         ¿Que?

 

         Tú nos acompañarás en este viaje.

 

         Mi querido amigo, ¿no crees que ya estoy vieja para una nueva aventura?

 

         Eso no es verdad y lo sabes. No importa los años que pasen, tu siempre te verás muy joven.

 

         Te agradezco por el cumplido. – Le sonrió con cariño. – Pero considero que en esta ocasión no seré yo la que te acompañe.

 

         ¿Qué, por qué?

 

         Pienso que es mi hijo quien los debe de acompañar en esta nueva aventura.

 

         ¿Tu hijo? Dime que no estás hablando en serio.

 

         Estoy hablando muy en serio.

 

         Ya no recuerdas lo que pasó la última vez.

 

         Como olvidarlo, fue una noche muy trágica y espantosa.

 

         Si no lo has olvidado, no entiendo por qué quieres que vaya tu hijo.

 

         Porque considero que es la única manera de que el saque todo ese odio y resentimiento que ha guardado toda su vida.

 

El hombre se quedó atónito ante las palabras de su amiga…

 

 


Continuará…




N/A: ¿A qué se refería Joey cuando dijo que tarde o temprano eso iba a pasar? ¿Qué habrá ocurrido en esa noche trágica y espantosa? ¿Por qué el hijo de Mai guarda tanto odio y resentimiento? ¿Qué le pasará a Mahādo? ¿Quién será el hijo de Mai? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Los invito para que no se pierdan la continuación la próxima semana. Muchas gracias por todo su apoyo y por tenerme paciencia en esperar a que actualice nuevos capítulos.

 

Me voy despidiendo de cada uno de ustedes, no sin antes desearles que pasen un Feliz Año Nuevo, les deseo muchos éxitos en sus vidas y que puedan alcanzar todos sus sueños y metas que se han propuestos. Son los sinceros deseos de su fiel escritora…

 

Atte.:

 

                 KAT.




P.D.: Este viernes no podré actualizar porque es el día de mi cumpleaños, y mi padre me lo va celebrar todo el día. Así que mis queridos amis, y lectores, nos leeremos hasta el otro año. Es decir, el viernes 6 de Enero día de los Reyes.

 

Que pasen un Feliz Año Nuevo al lado de su familia, seres queridos y amigos.

 

 

 

 


sábado, 24 de diciembre de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…



Capítulo 62: ¿Qué decisión debo tomar?...

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

******************************

 

Horas más tarde…

 

         Llegas tarde.

 

         Lo lamento, tuve un pequeño retraso.

 

         Más vale que sea importante lo que vienes a decirme. – Su voz se escuchaba a que estaba molesto.

 

         Creo que si es importante. – Volteó a ver a su alrededor. – Por cierto… ¿Dónde está Mokuba? Me gustaría saludarlo.

 

         Salió con Noah y con Joey.

 

         ¡ESTÁS LOCO! ¿QUÉ HICISTE QUÉ? – Gritó molesto. – Dime que eso no es cierto.

 

         ¿Cálmate, quieres?

 

         ¿Cómo me pides que me calme? ¿Acaso ya se te olvidó todo lo que te conté?

 

         Claro que no.

 

         Entonces… ¿Por qué lo dejaste salir?

 

         Escucha Yami, no creo que esos hombres estén buscando a Joey.

 

         ¿Tú, cómo lo sabes?

 

         Porque si lo estuvieran buscando, te habrían preguntado en dónde lo tienes. Y según lo que me contaste, esos hombres por alguna extraña razón te querían a ti.


         ¿Qué te hace suponer eso?

 

         Por un demonio Yami, siempre que haces nuevos descubrimientos te metes en problemas.

 

         Eso no es cierto. – Se cruzó de brazos bastante molesto.

 

         ¿Estás seguro?

 

         ¿A dónde quieres llegar?

 

         ¿Ya olvidaste cuando viajaste a China y descubriste una civilización antigua?

 

         ¿Qué con eso?

 

         Unos hombres extraños te advertían que detuvieras la excavación y al no escuchar sus advertencias empezaron a seguirte a todas partes.

 

La otra persona se había quedado muy pensativo al escuchar esas palabras.

 

         Supongo que tienes razón, Seto.

 

         Por supuesto que la tengo. Y cambiando de tema, ¿me dirás a qué has venido?

 

         He venido a hablar de algo sumamente importante.

 

         En ese caso podemos ir a mi despacho.

 

         Está bien, vamos.

 

******************************

 

El algún lugar de Japón...

 

Un joven caminaba hacia el lugar donde había quedado de verse con su amiga, en el trayecto iba refunfuñando y a la vez trataba de calmar su coraje…

 

         ¿Qué se ha creído? ¿Quién es para hablarme de esa manera?... Grrr… Como lo detesto. – Fruncía el ceño cada vez que musitaba para sí mismo, sin importarle que las otras personas lo vieran de mal humor. – Esto no se va quedar así, un día me las va pagar y le haré tragar sus palabras. No esperaba que me lo encontrara tan pronto, al menos tuve la oportunidad de decirle todo lo que pienso de él. – Su mente le hacía recordar el mal rato que pasó.

 

FLASH BACK


         Finalmente te encuentro, maldito estúpido.

 

         Baia, baia, pero si eres el renacuajo de la vez anterior.

 

         YO NO SOY NINGÚN RENACUAJO. – Gritó más que molesto.

 

         No deberías de enfadarte tan rápido mi querido renacuajo. – Manifestaba burlonamente.

 

         Escúchame bien lo que te voy a decir maldito idiota, ni soy un renacuajo y no soy tu querido.

 

         En una cosa si estoy de acuerdo contigo, tú no eres, y jamás serás mi querido. Además, ¿quién se fijaría en un renacuajo como tú?

 

         Suficiente, ya me tienes arto. No permitiré que me sigas insultando.

 

         ¿Qué harás al respecto?

 

         Esto… – Le dio una gran patada en la entrepierna.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH…. Maldito enano, ahora sí que me las vas a pagar. – Expresaba entre dientes para contener el dolor que sentía.

 

         Te lo tienes bien merecido viejo estúpido, así aprenderás a respetarme.

 

         Por favor, no me hagas reír, jamás respetaré a un enano como tú.

 

         ¿Qué dijiste?

 

         Ya me oíste. – Lo miraba seriamente a los ojos.

 

         ¿Ah sí? Pues déjame decirte que yo podré ser un enano y todo, pero al menos no tengo la cabeza hueca como tú.

 

         ¿Qué has dicho?

 

         Lo que oíste, eres antipático, creído, altanero, odioso, molesto y para colmo eres un abusador.

 

         ¡Oye! No te permito que me hables así.

 

         Te hablo como se me dé la puta gana, y otra cosa, ya que tuve la desfachatez de encontrarme contigo más vale que me entregues el libro que me arrebataste.

 

         Yo no te he arrebatado nada. – Medio sonrió de lado antes de hablar. – A parte de enano, eres un insolente por decirme que te arrebaté algo que no te pertenece.

 

         Eres un idiota, porque ese libro tampoco te pertenece.

 

         Pues cuanto lo siento. – Manifestaba sarcásticamente. – Yo lo vi primero y fui yo quien lo agarró primero.

 

         ¡MENTIROSO! TÚ ME LO QUITASTE DE MIS MANOS.

 

         No es mi culpa de que seas un maldito enano, y que pretendas saber el contenido de ese libro.

 

         Al menos yo no soy un fanfarrón y no soy un cobarde que se mete con los más débiles. Debería darte vergüenza por no meterte con uno de tu tamaño.

 

         Mira chiquitín, si estas ardido por no tener el libro, ese es tu bendito problema, no me culpes por ser tan enano y que no pudieras alcanzar el estante de arriba.

 

         Maldito majadero, haré que me devuelvas ese libro de una forma u otra.

 

         Mira como tiemblo… Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Se reía a carcajadas. La otra persona aprovechó para darle otro golpe en la entrepierna. – Ahora si ya verás, espera que te ponga las manos encima.

 

         Un viejo como tú, jamás me alcanzará.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

         Grrr… Como odio a ese imbécil, me gustaría poderle dar su merecido. Aunque pensándolo bien…  – Se llevó una mano a su mentón. – ¿Quién es ese hombre? ¿Para qué querrá ese libro? ¿Qué estará buscando? Supuestamente, soy el único que puede leer ese libro y el único que sabe lo que estoy buscando. No entiendo por qué ese estúpido tuvo que aparecer en mi vida, nada le hubiera costado en entregarme ese libro. Pero Noooo… Tuvo que llevárselo a la fuerza. – Nuevamente gruñía del coraje que sentía, hasta que una voz conocida por él había llegado al lugar.

 

         Yūgi…

 

         Hola, Rebecca…

 

******************************

 

         ¿Te acuerdas de mi amigo y colega del que te hablé hace algunos meses atrás?


         Aja… ¿Qué con eso?

 

         Pues resulta que me ha pedido hasta el cansancio que le presente a Joey.

 

         Y puedo preguntar… ¿Para qué quiere ver a Joey?

 

         Bueno… La verdad es que… Es que… – Buscaba la manera de decirle la verdad.

 

         ¿Y bien? Sigo esperando tu respuesta.

 

         No te vayas a enfadar por lo que voy a decirte.

 

         Mi paciencia se agota, Yami.

 

         Tu tenías razón cuando me dijiste que cabía la posibilidad de que mi amigo se lo contara a su amigo y luego a su familia…

 

         ¿Y ahora resulta que todas esas personas quieren ver a Joey?

 

         Así es. – Contestó con la mirada en el suelo.

 

         ¿Y para qué quieren verlo? – Volvió a hacer la misma pregunta.

 

         No estoy del todo seguro por qué quieren verlo. Lo único que sé es que el nieto del amigo de mi amigo tuvo un sueño en donde le pedían hablar con esa criatura.

 

         ¿Y tú piensas que pondré en riesgo su vida por una tontería?

 

         No creo que quieran lastimarlo.

 

         Escúchame Yami, dile a tu amigo que no verá a Joey y que se olvide por completo del asunto.

 

         No puedes estar hablando en serio.

 

         Por supuesto que estoy hablando muy en serio.

 

         Seto, permite que lo conozcan.

 

         ¿Para qué? ¿Con qué objetivo y propósito?

 

         Si esa persona está buscando algo, es muy probable que Joey lo sepa.

 

         ¿Y si no es así?

 

         ¿A qué te refieres?

 

         ¿Y si Joey no sabe nada?

 

         Nunca lo sabremos si no dejas que lo vean.

 

         No lo sé Yami, hay algo que no me agrada de todo esto.

 

         Pero…

 

         Mira, supongamos que el supiera algo…

 

         Aja… Te escucho.

 

         Y supongamos que le permito hablar con Joey…

 

         Continua, no te quedes callado.

 

         El punto es, que si esa persona no está satisfecho con la respuesta es muy probable que se moleste y quiera lastimar a Joey.

 

         Eso no pasará.

 

         ¿Cómo lo sabes?

 

         Porque estaremos ahí por si algo llegara a suceder.

 

         No lo sé, no estoy muy convencido que digamos.

 

         Oh vamos Seto, ¿qué es lo que te preocupa?

 

         ¿Es que acaso no te das cuenta?

 

         ¿De qué? – Lo miraba algo confundido.

 

         Sí que eres idiota.

 

         Ya deja de insultarme y termina de hablar de una vez. – Manifestó molesto.

 

         Joey, no está acostumbrado a relacionarse con personas extrañas, se asusta con facilidad y se le hace bien difícil estar con alguien que no conoce.


         ¿Cuál es tu punto?

 

         Esa criatura lleva viviendo aquí casi un año, y únicamente nos conoce a nosotros, y si le presentamos a más personas no sabemos cómo vaya a reaccionar.

 

         Tienes razón. – Se quedó pensando por un momento. – ¡Tengo una idea! – Exclamó emocionado.

 

         ¿Qué?

 

         Preguntémoselo.

 

         ¿Qué dijiste?

 

         Hablemos con Joey y digámosle que unas personas lo quieren conocer.

 

         ¡TE HAS VUELTO LOCO! – Gritó enfadado.

 

         No veo cuál es el problema.

 

         El problema es que no lo quiero poner en peligro, y no quiero que nadie sepa de su existencia.

 

         ¿No crees que lo estas sobreprotegiendo?

 

         Claro que no.

 

         Entonces deja que él decida.

 

         Bien, si eso es lo que quieres…

 

         Sí, eso es lo que quiero.

 

         De acuerdo, no más déjame advertirte una cosa.

 

         ¿Qué?

 

         Si esas personas llegan a lastimarlo…

 

         Si llegara a suceder, te prometo que yo personalmente los sacaré de la mansión y les prohibiré que lo vean de nuevo.

 

         Más te vale que estés preparado para lo peor. – Amenazó de manera intimidante, haciendo que la otra persona tragara saliva en seco.

 

******************************

 

En alguna parte del mundo…

 

         Amor, ¿en qué piensas?

 

         ¿Eh? Perdón, qué me decías.

 

         ¿Qué pasa contigo? Últimamente te he notado muy distraído.

 

         No pasa nada. – Desvió su mirada.

 

         En ese caso te dejaré solo. – Comenzaba a caminar.

 

         Por favor, no te vayas. – Logró sujetarlo del brazo.

 

         Pero…

 

         Quédate a mi lado.

 

         Está bien. – Acarició suavemente su rostro. – Sabes que no me gusta verte así.

 

         Lo sé... Es sólo que…

 

         Déjame adivinar… – Dio un fuerte suspiro. – No me digas que tuviste otra visión.

 

         ¿Cómo lo supiste?

 

         Mahādo, eres mi esposo y te conozco muy bien.

 

         Shada, yo…

 

         Hey, puedes contarme sin problemas.

 

         Lo sé, es sólo que… Necesito hacer un viaje muy largo.

 

         ¿Un viaje?

 

         Si.

 

         ¿Y ese viaje tiene que ver con tu visión?

 

         Si. – Bajó un poco la mirada.

 

         ¿Sobre qué es tu viaje?

 

         Necesito ir a visitar a alguien, avisarle sobre la visión que tuve.

 

         No veo cuál es el problema.

 

         El problema es que antes de viajar, debo pedir permiso al concejo de magos y eso me tomará mucho tiempo.

 

         ¿Y la visión que tuviste es de suma importancia?

 

         Si. – Lo miró directamente a los ojos. – Dime, ¿qué decisión debo tomar?

 

         Si crees que es de suma importancia que viajes enseguida, lo único que puedo decirte es que lo hagas.

 

         Pero…

 

         No te preocupes por el concejo de magos, yo siempre te apoyaré en tus decisiones.

 

         Muchas gracias por tus palabras mi amor, eso era lo único que deseaba escuchar.

 

         Tú sabes muy bien que te amo y estaré contigo en las buenas y en las malas.

 

         Lo sé, te amo tanto.

 

         Y yo a ti. – Le sonrió con cariño. – ¿Cuándo piensas viajar?

 

         Mañana a primera hora.

 

         ¡Tan pronto!

 

         Si.

 

         De acuerdo, iré hacerte tu maleta en este mismo instante.

 

         Muchas gracias, mi amor.

 

 


Continuará…

 

 


N/A: ¿Creen que el gato pulgoso estará sobreprotegiendo a su lindo cachorro? ¿Qué decisión tomará Joey? ¿Cuál será la nueva visión de Mahādo? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, los invito para que el próximo viernes no se pierdan de la continuación de esta gran aventura.

 

Cambiando un poco de tema, me disculpo con todos y cada uno de ustedes por no poder actualizar el viernes de la semana pasada, el motivo es que decidí prepararles una pequeña sorpresa a todos mis amis y lectores. Y aprovechar esta ocasión para desearles una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.

 

La pequeña sorpresa consiste en que les subiré un nuevo capítulo el día de mañana, así podrán disfrutar de un buen fin de semana. Muchísimas gracias por su paciencia y por apoyarme al leer mis historias. Les deseo que estas fiestas la puedan pasar en familia, con sus seres queridos y amigos. Me guardan una porción de cena navideña… XD.

 

Los quiero mucho… Felices fiestas les desea su fiel escritora…

 

Atte.:

 

                      KAT.