Capítulo 40: Aclarando
ciertas dudas… X parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Dentro de una oficina se encontraban dos hombres discutiendo,
llevaban un buen rato haciéndolo y en vez de mejorar tal pareciera que las
cosas se ponían cada vez más candentes.
REPÍTEME LO QUE
ACABAS DE DECIR.
COMO DETESTO REPETIR
LAS COSAS DOS VECES, TE DIJE CLARAMENTE QUE AYER POR LA MAÑANA LE ENVIÉ UNA
DEMANDA DE DIVORCIO.
¿CÓMO PUDISTE
HACERLE ESO A JOEY? ÉL TE AMA.
JA, NO ME HAGAS
REÍR, ESE PERRO MISERABLE SOLAMENTE JUGÓ CONMIGO Y CON MIS SENTIMIENTOS.
ESO NO ES VERDAD.
¿QUÉ TE PASA? ¿POR
QUÉ DE PRONTO LO DEFIENDES TANTO? SI ANTES ERAS TÚ QUIEN ME ACONSEJABA QUE NO
DEBÍA DE CONFIAR EN ÉL, Y TAL PARECE QUE NO TE EQUIVOCASTE AL DECÍRMELO.
ESO ERA ANTES, PERO
AHORA QUE LO HE ESTADO VIGILANDO TODOS LOS DÍAS PUEDO ASEGURARTE QUE JOEY NO
TIENE NINGÚN AMANTE.
ESO ES MENTIRAS.
SETO, TRANQUILÍZATE
POR FAVOR, NO TIENES IDEA DEL GRAN DAÑO QUE LE HAS HECHO, EL EN ESTOS MOMENTOS
ESTÁ SUFRIENDO MUCHO.
PUES ME ALEGRA
SABERLO, LO TIENE BIEN MERECIDO POR SER UN CUALQUIERA.
CÁLLATE, NO SABES LO
QUE ESTÁS DICIENDO.
POR SUPUESTO QUE LO
SÉ, Y ESTO ES SÓLO EL COMIENZO, HARÉ QUE ESE MALDITO PERRO SUFRA, QUE LLORE
SANGRE Y SE VENGA ARRASTRANDO A MIS PIES PARA QUE LO PERDONE.
CÁLLATE, CÁLLATE, YA
NO SIGAS DICIENDO SEMEJANTE ESTUPIDECES, SI LE HACES DAÑO TEN POR SEGURO QUE LO
LAMENTARÁS TODA TU VIDA.
ESO JAMÁS SUCEDERÁ,
NUNCA ME HE ARREPENTIDO DE LAS DECISIONES QUE HE TOMADO EN LA VIDA, Y ESA
MALDITA MUJERZUELA NO SERÁ LA EXCEPCIÓN.
ME DOY CUENTA QUE TU
ESTÚPIDO ORGULLO Y ENOJO TE ESTÁN CEGANDO, DESCONOZCO AL SETO DE ANTES. –
Buscaba la manera de hacerlo recapacitar. – TIENES QUE TRANQUILIZARTE PARA QUE
PIENSES BIEN LAS COSAS, TÚ NO ERAS ASÍ, SÓLO MÍRATE EN LO QUE TE ESTAS CONVIRTIENDO.
Y SEGÚN TÚ EN QUÉ ME
ESTOY CONVIRTIENDO.
EN UN SER
DESPRECIABLE Y AMARGADO.
El castaño estaba por decir algo pero justo en ese momento otra
persona entraba a la oficina…
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Después de haberse bañado y terminado de cambiar decidió quedarse
en su habitación un buen rato, todavía pensaba en lo sucedido.
Soy un completo
idiota, no debí de tratarlo tan mal, en todo caso él no tiene la culpa de nada.
– Se decía así mismo mientras seguía viéndose en el espejo. – Lo más seguro es
que me odia y no lo culpo si lo hace. – Se sentó en la orilla de la cama. – No
sé qué debo hacer, como me gustaría que Joey estuviera conmigo en estos
momentos. – Se abrazaba así mismo. – Quizás deba decirle la verdad, pero dudo
mucho que quiera escucharme, hoy sí que metiste las cuatro Ryou, mandaste a
volar al único hombre que realmente se ha preocupado por mí. Será mejor irlo a
buscar a su negocio para tratar de hablar con él, lo menos que puedo hacer es
ofrecerle una disculpa.
Se levantó de la cama y empezó a caminar en dirección hacia la
puerta para poder salir de su recámara, a no más salió se dirigió a la sala,
estaba por agarrar sus llaves hasta que escuchó un ruido que provenía de la
cocina. Se asustó un poco pensando que alguien se había metido a robar, así que
decidió asomarse lentamente sin hacer ruido, en cuanto llegó se llevó una gran
sorpresa.
¿Bakura? – Susurró
bajito, pero el aludido volteó a ver inmediatamente.
Me alegra que por
fin te hayas animado en salir de tu habitación. – Le sonrió con mucho cariño.
No lo entiendo, creí
que te habías ido.
Es verdad que me
echaste de tu apartamento, pero yo te dije que te iba a dejar solo para que
pudieras tranquilizarte. Pero si mi presencia te inco… – No terminó de hablar
ya que el joven se le había tirado a sus brazos.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Bakura, lo siento tanto, perdóname por favor.
Amor, no tengo nada
que perdonarte. – Le acariciaba suavemente la espalda. – Perdóname tú a mí por
haberte desvestido sin tu consentimiento.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Yo no tengo nada que perdonarte, sé que lo hiciste por mi bien.
Así es, no quería que durmieras con la
misma ropa que anduviste todo el día, por favor deja de llorar. – Se separó un
poco de el para acariciarle suavemente su rostro.
A veces creo que no te merezco.
No, no, no digas eso por favor.
Pero es así como me siento, ¿por qué
eres tan bueno conmigo?
Porque te amo mi pequeño, y lo único
que quiero es hacerte feliz.
¿De verdad? ¿Estás hablando en serio?
Por supuesto que estoy hablando muy en
serio.
Gracias. – Volvió a recostarse en su
pecho.
Bueno ya, de seguro has de tener
hambre, porque no te sientas en la mesa en lo que yo te sirvo la comida.
No me digas que te quedaste conmigo
toda la noche.
Si, aunque te tuve que dejar un rato
solo porque fui a mi casa a traer algo de ropa limpia.
¿Dormiste aquí?
Si, espero que no te moleste que me
haya quedado en la habitación de Joey.
El
albino todavía estaba estupefacto por lo que le decía su pareja.
¿Por qué haces todo esto? No lo
entiendo.
Acabo de decírtelo, porque te amo y no
quería dejarte solo en un momento como este.
Te agradezco que te hayas quedado.
No hay nada que agradecer.
Bakura. – Sus mejillas se sonrojaron al
decir su nombre.
Si dime.
¿De verdad no pasó nada entre nosotros?
Te doy mi palabra Ryou, no pasó
absolutamente nada. Además como crees que me iba aprovechar de ti, hubiera sido
poco hombre si me atrevo a tocarte sin tu consentimiento.
Gracias. – Volvía a bajar la cabeza. –
Eres la primera persona que me trata como un ser humano, y no como un objeto
sexual.
El
hombre abrió los ojos como platos al escuchar esas palabras, y a la vez sentía
un gran coraje por dentro al pensar quien se había atrevido hacerle tanto daño
a una persona gentil y noble como Ryou.
No llores amor, no me gusta verte
triste, anda levanta tu carita y regálame una sonrisa.
El
joven hacia caso a lo que su pareja le estaba diciendo, lo miró a los ojos para
sonreírle.
Así está mejor, ahora a comer.
Si.
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¿SETO KAIBA, CÓMO
PUDISTE MANDARLE UNA DEMANDA DE DIVORCIO A JOEY? – Gritaba el recién llegado.
ESTO ERA LO ÚNICO
QUE ME FALTABA, QUE TAMBIÉN VINIERA MI HERMANO, TAL PARECE QUE HOY ES EL DÍA DE
DEFENDER A ESE PERRO ESTÚPIDO, Y TODOS SE HAN PUESTO DE ACUERDO PARA VENIR A
RECLAMARME.
NO TRATES DE EVADIR
MI PREGUNTA.
ESCÚCHENME BIEN LO
QUE LES VOY A DECIR, NINGUNO DE USTEDES TIENE EL DERECHO DE VENIRME A RECLAMAR
NADA, EN TODO CASO EL ÚNICO QUE TAL VEZ LO TENGA ES ESE MALDITO PERRO, ¿POR QUÉ
NO VIENE PERSONALMENTE EL A RECLAMARME? ES TAN COBARDE QUE PREFIRIÓ MANDARLOS A
USTEDES.
A MÍ NADIE ME HA
MANDADO Y SI ESTOY AQUÍ ES POR MI PROPIA CUENTA. – En eso se percató de la otra
persona que estaba ahí. – ¿Marik, tú también?
Así es Mokuba, estoy
aquí para abogar por Joey.
SABEN QUÉ, YA HE
ESCUCHADO BASTANTES TONTERÍAS POR ESTE DÍA, ASÍ QUE LES VOY A PEDIR QUE SE
LARGUEN.
DE NINGUNA MANERA
PIENSO IRME DE AQUÍ SIN ANTES DECIRTE TODO LO QUE PIENSO AL RESPECTO.
HAS VENIDO A PERDER
TU TIEMPO, DIGAS LO QUE DIGAS MI DECISIÓN YA ESTÁ TOMADA.
DEMONIOS SETO, DÉJATE
DE TANTOS PREJUICIOS Y HAS LAS PACES CON JOEY.
ESO NUNCA LO HARÉ,
ESE PERRO HA CRUZADO LA LÍNEA DE FUEGO.
ESE PERRO COMO TÚ LO
LLAMAS, ESTA…
MOKUBA. – Lo
interrumpió de golpe la otra persona.
Pero Marik, él tiene
que saberlo.
¿Saber qué? – Los
miraba seriamente.
Lo que tu hermano te
iba a decir tú ya lo sabes.
¿Qué? – Exclamó el
pelinegro sin entender. – ¿Cómo que Seto ya lo sabe?
Ya sabe de la
existencia de la mujer, los acaba de ver juntos.
¿Vistes a Joey? ¿Y
aun así te atreviste a mandarle esa estúpida notificación? ¿Por qué?
PORQUE ES UN PUTO
BARATO, POR ESO.
JOEY NO ES NINGÚN…
BUENO YA, ME TIENE
SIN CUIDADO LO QUE USTEDES PIENSEN, Y NO LES PERMITIRÉ QUE SE METAN EN MI VIDA.
AH, PERO BIEN QUE TE
ENCANTA METERTE EN LA MÍA, PUES TE GUSTE O NO YO SI PIENSO METERME, NO DEJARÉ
QUE TE DIVORCIES DE JOEY. ESO JAMÁS LO VOY A PERMITIR.
¿POR QUÉ NO MEJOR TE
VAS A GRITARLE AL FRACASADO QUE TIENES DE NOVIO?
NO METAS A NOAH EN
ESTO.
VOY A METERLO
CUANTAS VECES ME DÉ LA GANA DE HACERLO. O HASTA QUE DECIDAS DEJARLO.
NO HE VENIDO AQUÍ
PARA HABLAR DE ÉL, ESTOY AQUÍ PARA DECIRTE QUE ESTAS COMETIENDO UN GRAN ERROR.
EL ÚNICO ERROR QUE
HE COMETIDO ES EL DE HABERME CASADO CON OTRO PERRO FRACASADO.
YA DÉJALO DE TRATAR
ASÍ… GRRR… A VECES ME PREGUNTO CÓMO PUDO SOPORTAR TU MAL GENIO.
Cálmate Mokuba,
podrías decir algo que después lamentes. – Intervenía la otra persona.
Déjame Marik, quizás
sea la única manera de que mi hermano entienda lo que está haciendo.
LO ÚNICO QUE YO
ESTOY HACIENDO ES PONERLE PUNTO FINAL A ESTA SITUACIÓN, Y DÍGANLE DE UNA VEZ A
ESE PERRO QUE MÁS VALE QUE SE CONSIGA UN BUEN ABOGADO, ESO SÍ TIENE DINERO PARA
CONTRATAR A UNO. – Eso último lo había dicho con sarcasmo.
TE ADVIERTO HERMANO
QUE JOEY NO ESTARÁ SOLO, Y SI HE DE PELEAR CONTRA TI PUES ESTOY DISPUESTO
HACERLO, PERO NO PERMITIRÉ QUE TE DIVORCIES DE ÉL.
NO HAY NADA QUE
PUEDAS HACER QUERIDO HERMANITO, VOY A DIVORCIARME LE DUELA A QUIEN LE DUELA. Y
UNA VEZ CONSIGA MI OBJETIVO, ESTOY DISPUESTO HACERLE LA VIDA IMPOSIBLE A ESE
PERRO MISERABLE, Y ESA MALDITA MUJER VA A DESEAR NO HABERSE METIDO CON LO QUE
ES MÍO.
ERES UN IDIOTA, POR
SI NO LO SABIAS ESA MUJER ES…
BASTA MOKUBA, NO
TIENE CASO DECIRLE NADA, SETO NO ENTIENDE DE RAZONES.
Al menos aquí hay
alguien que sabe usar la cabeza. – Comentó con sarcasmo.
El pelinegro dio un fuerte suspiro para tranquilizarse, cerró
levemente sus ojos para luego decir…
Déjame decirte una
última cosa hermano, si llegas a lastimar a Joey, ten por seguro que tu saldrás
perjudicado, y serás tú quien llore sangre porque vas a perder algo de mucho
más valor. Algo que no podrás reemplazar ni con toda la fortuna que tengas, y
si se llega ese día, yo no estaré para consolarte, estarás solo afrontando tus
propios errores, y no habrá nadie que te pueda ayudar para resolverlos. Es
triste y lamentable que no hayas valorado a Joey, que no le hayas dado la
oportunidad de poderte aclarar todo este mal entendido, y yo espero que Joey
pueda rehacer su vida, que pueda encontrar a alguien que confíe ciegamente en
él y que no le rompa promesas, porque tú, ya se las has roto todas, no te
mereces a Joey, no mereces nada de él. – Hacia lo posible por no llorar. – El
único error que él ha cometido es de haberse entregado a ti en cuerpo y alma. Y
antes de irme te dejaré algunas inquietudes para que reflexiones… ¿Por qué lo
sacaste de la oscuridad en la que estaba? ¿Por qué le hiciste muchas promesas
si a la larga no supiste cumplírselas? ¿Por qué le dijiste que lo amabas si sabías
que tarde o temprano no ibas a confiar en él? ¿Por qué no lo dejaste ir cuando
él te lo pidió? ¿Qué ganabas reteniéndolo a tu lado? ¿Dónde quedaron aquellas
promesas cuando le decías que nunca lo ibas a lastimar? ¿Dónde quedó el Seto de
quién él se enamoró? ¿Dónde quedaron tus planes de hacerlo feliz toda la vida?
¿Dónde quedaron aquellas palabras que siempre solías decirle que nunca lo ibas
a dejar solo? Si yo fuera Joey, estaría muy decepcionado de ti, y sabes lo que
es peor, es que él todavía se preocupa por ti, todavía me pregunta cómo estás,
si comes bien, si duermes a tus horas, si no estás enfermo, etc. Porque todavía
albergaba esperanzas en su corazón de que tú lo ibas a buscar. Y con esto que
acabas de hacer, terminaste por matarlo, acabaste con sus últimas esperanzas de
volver a estar contigo, acabas de darle el tiro de gracia. Ahora puedes estar
satisfecho que lograste tu objetivo de lastimarlo y saber que está sufriendo
mucho, te felicito hermano por arruinarle su vida.
El pelinegro decidió irse sin decir nada más, una de las personas
que se quedaron estaba estupefacto por todas las cosas que había escuchado, en
cambio el CEO, sentía un gran nudo en su garganta, y por alguna razón podía
sentir una terrible angustia en su corazón.
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Una vez que terminaron de desayunar, se había formado un silencio
sepulcral, ninguno decía nada y solamente estaban sentados en la mesa. Después
de un rato uno de ellos decidió romper con aquel incómodo mutismo.
Cof, cof, cof… – Carraspeó
un poco su garganta antes de hablar. – Sabes cuándo van a traer la cuna.
Eh…
¿Qué día traerán la
cuna?
¡Hay no, se me había
olvidado por completo! – Exclamó preocupado.
Tranquilízate Ryou,
y dime cuándo la piensan traer.
Mañana por la tarde.
¿Y ya sabes dónde la
vas a poner?
La última vez que
hablé con Joey le dije que le iba a dar mi cuarto porque es un poco más grande.
¿Qué fue lo que te
dijo?
Se sintió mal por
sacarme de mi habitación.
Era de esperarse, y
al final en qué quedaron.
En nada, ya no
pudimos discutir el asunto.
¿Y a ti qué te
gustaría?
Que Joey se pase a
mi recámara.
Si quieres te ayudo
a arreglar un poco la habitación.
Gracias, pero
nosotros dos solos no terminaremos a tiempo.
Tienes razón, vamos
a necesitar más ayuda.
Mmmm… Al no ser…
¿Tienes alguna idea
Ryou?
Estaba pensando en
llamarles a mis amigos, tal vez quieran venir a ayudarnos.
Me parece una
excelente idea.
Pero…
Pero qué.
¿Y si no pueden
venir?
No te preocupes por
eso, yo podría contratar algunas personas para que nos ayuden a mover los
muebles.
Gracias Bakura,
aunque la verdad me da mucha pena.
Que no te dé pena,
lo haría con gusto.
Pero…
Nada de peros, mejor
ve a llamarle a tus amigos para que vengan y comenzar de una vez por todas.
Está bien, voy a
llamarlos en seguida. – Se levantó de la silla para irse, en eso se le acercó a
su pareja para darle un pequeño beso en los labios. – Gracias por apoyarme. –
Expresó después de besarlo y luego se fue.
No tienes nada que
agradecer mi amor. – Susurró bajito.
Continuará…
N/A: ¿Habrá sido muy duro Mokuba con su hermano? ¿Comenzará Ryou a confiar en su actual pareja? ¿Recapacitará el neko a tiempo? ¿Logrará cumplir
con todas sus amenazas? ¿Habrá divorcio? ¿Cómo piensa Mokuba ayudar a Joey?
Todas estas interrogantes las iremos descubriendo en los siguientes capítulos,
los invito a que no se pierdan de esta interesante historia, no olviden dejar
sus comentarios que yo con mucho les responderé.
Buenos mis amores, hasta aquí los dejo no sin antes agradecerles
por leer esta historia y por el apoyo que me dan de seguirme, les mando muchos
besos virtuales y un fuerte abrazo virtual.
Atte.:
KAT.
