Capítulo 26: Remordimientos… II Parte.
Declaimer:
Los
personajes de YU – GI – OH!, “No son míos”… Snif, shif, snif, son propiedad de su respectivo autor,
solamente la historia es escrita por mí, me gusta escribir y que ustedes se
diviertan de mis locuras…
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Las
clases finalmente habían terminado, todos los alumnos se dirigían a sus casas,
unos salían alegres, otros tristes y algunos preocupados… Un joven sonrió en
cuanto miró quien lo estaba esperando en la entrada principal de la escuela.
Hermano.
– Manifestó un poco alegre.
Vamos
a casa Ryou.
En
el camino, ninguno de los dos decía nada, cada uno estaba metido en sus propios
pensamientos… El mayor decidió romper con el silencio.
Ryou,
recuerdas lo que te dije esta mañana.
Te
refieres lo que pasó anoche cuando llegó mi novio a verme.
Sí,
casi no pude hablar contigo y únicamente te dije que se trataba de tu amigo
Joey.
Marik…
– Se quedó callado por un segundo, no sabía si era correcto decirle a su
hermano lo que sucedió en la mañana muy temprano en la escuela.
¿Qué
sucede? No quiero que estés nervioso, es más, le prometí al joven Pegasus que
él estaría presente cuando tú y yo habláramos.
No
es eso… Es que…
En
lo que hacía un alto, aprovechó el momento para voltear a ver a su hermanito.
Ryou,
sabes que puedes confiar en mí, anda, dime ¿Qué es lo que te preocupa?
¿Tú
sabes si Yūgi, también tiene que ver en esto?
El
hombre se sorprendió mucho por lo que le habían preguntado…
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Casa
de la Familia Wheeler…
Le agradezco mucho toda la paciencia
que ha tenido con mi hijo y por hacer que comiera.
No tiene nada que agradecer,
solamente cumplo con mi trabajo.
Admito que antes tenía mis dudas de
que usted pudiera sacarlo adelante. Pero me estoy dando cuenta que me
equivoqué.
Señor Wheeler… – La mujer buscaba la
manera de como podérselo decir sin que se enfadara.
¿Qué es lo que sucede?
Pues verá… Yo… Le hice una promesa a
su hijo.
¿Una promesa?... ¿Qué clase de
promesa? – Preguntó algo inquieto.
Le prometí que iba a traerle un
joven a cambio de que él, comiera todos los días.
Puedo preguntar… ¿Quién es ese
joven?
La mujer cerró sus ojos y respondió.
Su nombre es… Yami Atemu Valentine.
De ninguna manera dejaré que ese
estúpido venga a mi casa. – Expresó muy enojado.
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No
voy a mentirte Ryou… También tu amigo tiene que ver en esto.
¿Hicimos
algo malo? ¿Estamos metidos en problemas? – Comenzó a llorar, ya que se sentía
muy nervioso.
El
hombre no tuvo otra opción más que hacerse a un lado de la calle y detener el
carro, se soltó el cinturón y abrazó a su hermano.
No
llores Ryou… Mírame por favor mi niño. – El joven comenzaba a levantar su
cabecita para verlo a los ojos. – Ustedes no han hecho nada malo y no están
metidos en problemas. Tú una vez me dijiste que querías mucho a tu amigo
¿verdad? – El otro asintió con la cabeza. – ¿No te gustaría ayudarlo?
¿Cómo?
Pues
de eso se trata, ustedes pueden ayudar a ese joven.
¿De
verdad? ¿Hablas en serio? ¿No me estás mintiendo?
Por
supuesto que hablo muy enserio y sabes muy bien que soy incapaz de mentirte.
El
menor se limpiaba sus lágrimas con una mano, medio sonrió para luego decir…
Sé
que tú nunca me mentirías hermano, y si es para ayudar a Joey, entonces cuenta
conmigo.
Esa
es la actitud que yo quería escuchar. – Le dio un beso en su frente y puso el
auto en marcha.
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En algún lugar de Ciudad Domino…
Una
joven de cabellos castaños y ojos azules, se había encerrado en su habitación
desde que llegó a casa…
“No
he dejado de pensar en lo que Yūgi nos dijo la última vez que estuve en su
casa”. – Pensaba para sí misma. – “Simplemente no lo entiendo. ¿Por qué se
preocuparía por ese perdedor?”… “Definitivamente debe de haber un error. Sí,
eso es, alguien como él no se fijaría en un don nadie como Joey. Debo buscar la forma de averiguarlo, pero…
¿Cómo? Maldición, lo único que se me ocurre es tratar de hablar con él. Ese
hombre es tan codiciado por todas las chicas de la escuela, todas se mueren por
salir con él. Si pudiera tener al menos una cita, sería la más popular de la
escuela y todos los alumnos de la escuela me envidiarían al tener a un galanazo
como Kaiba. Él debe ser para mí, soy muy bonita, atractiva, y puedo tener a
todos los hombres que yo quiera, y el no será la excepción. Ya que sé cuál es
su punto débil”.
Todo
eso lo pensaba para sí misma, mientras que tramaba un plan…
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Cierto
joven estaba llegando a su mansión, todos los sirvientes salían para recibirle.
Buenas
tardes joven.
Buenas
tardes. – Respondió amablemente.
Su
hermano lo está esperando en la Biblioteca.
¿Qué?
– Se sorprendió por lo que le habían dicho.
Así
es joven.
En
ese caso, iré inmediatamente. Por favor, lleven mi mochila a mi habitación.
Claro
que si joven.
Gracias.
Al
decir esto último se dirigió a la Biblioteca.
Buenas
tardes, hermano.
Buenas
tardes Mokuba, por favor siéntate.
El
menor obedeció, aunque estaba un poco sorprendido de ver a su hermano muy
tranquilo.
Seto…
¿Sucede algo?
Mokuba,
respecto a lo que pasó anoche…
No
tienes que decirme nada hermano... Anoche…
No
pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido.
Anoche
me demostraste que no estoy solo Mokuba, que tengo personas en quien confiar.
Todo este tiempo he estado cegado por mis ambiciones de alcanzar mis metas, mis
objetivos, de llegar tan lejos como me sea posible. Y no me daba cuenta lo que
realmente es importante. Por eso…
Se…
Seto, nunca te había oído hablar de esa manera, no me asustes por favor.
El
castaño medio sonrió, se acercó a su pequeño hermano para sentarse a su lado,
lo abrazó y le dio un beso en la frente.
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¿Por
qué no? Que yo sepa su hijo le tiene mucho aprecio.
Pues
no vendrá y punto…
Antes
que nada, cálmese, recuerde que nuestra prioridad es ayudar a su hijo.
Y
ese idiota… ¿Cómo le puede ayudar? No es más que un…
Señor
Wheeler. – Le reprendió la mujer.
¡Sigh!
¡Ains!... Está
bien, tráigalo… Pero hay de usted si mi hijo vuelve a caer en depresión.
Le
aseguro que ha tomado una buena decisión.
Y…
¿Para cuándo piensa traerlo?
Si
logro hablar con él, lo más seguro que lo traiga este fin de semana.
De
acuerdo, confiaré en usted… Todo sea por el bienestar de mi hijo.
Bueno,
en ese caso me voy.
Adiós,
señorita Aime.
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Mokuba,
hay cosas que nunca van a cambiar… Y también, quiero decirte, que estoy
enamorado.
El
menor abrió los ojos a más no poder, nunca se imaginó que su hermano le diría
algo como eso…
¿Enamorado?...
Y… Puedo preguntar… ¿De quién? – Temió en hacer la pregunta, no quería ni
pensar en que había aceptado a esa chica.
Me
enamoré de… Joseph Wheeler.
¿Te
refieres a Joey? ¿Aquel joven que una vez estuvo aquí?
Sí,
a ese mismo me estoy refiriendo… Quería que fueras el primero en saberlo pero…
– El castaño no terminó de hablar ya que su hermano se le tiró encima para
abrazarlo.
Me
acabas de dar una gran noticia hermano.
De
verdad… ¿No te importa?
En
lo absoluto, lo único que quiero es que tú seas feliz.
Gracias
Mokuba… Bien, eso era todo lo que tenía que decirte, será mejor que vayamos a
almorzar.
Claro,
vamos.
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En algún lugar de Ciudad Domino…
¿Dónde
demonios te habías metido?
Perdón,
fui a arreglar un asunto que tenía pendiente.
Espero
que no hayas ido a enfrentar a tu jefe.
Pues,
precisamente a eso fui.
¡¡¡Estás
loco!!! ¿Te atreviste a desafiarlo?
Sí…
También le exigí que me diera el Diario de Joey.
El
albino se quedó estupefacto a todo lo que escuchaba.
Y…
¿Pudiste lograrlo?
No…
Pero… Te vas a llevar una gran sorpresa cuando te cuente todo lo que pasó.
En
ese caso, vamos a platicar a la cafetería. Yo también debo decirte algo.
Si,
vamos.
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Casa
de la familia Mutō…
Un
joven de estatura media estaba llegando a su casa, traía una cara de tristeza,
en todo el día no se había podido concentrar en sus clases y ahora tenía que
darle la noticia a su querido abuelo.
Abuelito,
¿estás en casa?
Yūgi,
me alegro que por fin hayas venido, te he preparado tu comida favorita.
Abuelito…
No te hubieras molestado, además… No creo merecerlo. – Estaba cabizbajo, no se
atrevía a verle a los ojos.
Yūgi…
¿Qué es lo que te pasa? Porque traes esa carita.
Abuelito…
– Comenzó a llorar, el anciano se le acercó a él para abrazarlo.
¿Te
sucedió algo en la escuela? Sabes que puedes decirme lo que sea.
En
eso, el menor sacaba de su mochila una hoja de papel doblada por la mitad.
Esta
mañana, me mandó a llamar el Director de la escuela y me dijo que te entregara
esta nota. Quiere que vayas el lunes a primera hora y que te presentes conmigo
en su oficina.
El
hombre quedó atónito por lo que le decía su nieto, ya que él nunca había tenido
ningún problema en la escuela, no se metía con nadie y era muy aplicado en sus
materias, en otras palabras era un estudiante ejemplar.
Me
sorprende que el señor Pegasus me mande a llamar, ya que tú nunca me has dado
ningún problema. Pero no te preocupes, yo iré contigo el lunes y sea lo que sea
yo te defenderé.
Muchas
gracias abuelito, discúlpame por hacerte pasar esta vergüenza.
Yūgi,
no te sientas mal por eso y tú no me estás haciendo pasar ninguna vergüenza… Ya
quita esa cara y vamos a almorzar juntos.
Está
bien y gracias. – Lo abrazó y luego le dio un beso en su mejilla.
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No
puedo creer todo lo que me has contado… Es que todavía no proceso toda la
información que me has dado.
Imagínate
cómo estás tú… Ahora, ya te supondrás cómo estoy yo.
Sí,
creo que tienes razón, tú crees que esté diciendo la verdad.
Únicamente
puedo asegurarte que él es una persona que toma las cosas muy en serio. Por esa
razón es que le creo… Cambiando de tema, déjame ver esas páginas que tienes.
Claro,
le pedí de favor a mi padre que me las prestara para que yo también pudiera
tener una copia y así podértelas enseñar.
El
joven leía el documento que su amigo le había entregado.
No
me cabe la menor duda, esta letra es de Joey. – Se detuvo en una parte que le
llamó su atención. – ¿No me digas que, Yūgi y Ryou pueden saber quién violó a
Joey?
Mi
padre y Kaiba piensan que ellos dos deben saber algo.
No,
imposible.
¿Por
qué lo dices?
De
ser así, Yūgi me habría contado que Joey estaba teniendo problemas con algún
docente. Y nunca me dijo nada al respecto.
Mmm…
Tiene algo de lógica lo que me estás diciendo, lo que no entiendo es por qué
ninguno de los dos nunca dijeron nada.
No
lo sé Bakura, esto no me gusta para nada. ¿Por qué tanto misterio?
Eso,
es lo que mi padre quiere averiguar… Y no descansará hasta no haber encontrado
al culpable.
Tu
padre no ha de ser el único que piense de esa manera.
El
albino medio sonrió dándole la razón a su amigo.
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Horas más tarde…
Te
agradezco mucho que hayas aceptado en recibirme.
Lo
que tengas que decirme, que sea rápido. Soy un hombre muy ocupado. –
Manifestaba arrogantemente.
Kaiba,
he venido a disculparme contigo.
Bien,
ya lo hiciste, ahora te puedes largar.
Discúlpame
por favor, no debí de decirte todas esas cosas ayer. Fui un tonto en no pensar
muy bien las cosas.
Es
verdad, no tenías que decirme nada, no tenías por qué meterte en mis asuntos.
Kaiba,
debes entender que ese muchacho ha sufrido mucho en la vida, casi no lo he
tratado y lo poco que sé, es gracias a todo lo que Ryou me contaba.
¿En
serio? ¿Por casualidad no te habrá dicho que Joey era acosado en la escuela? –
Preguntó irónicamente.
El
hombre se quedó estupefacto a lo que acaba de escuchar.
¿Cómo
lo sabes? ¿Quién te lo dijo?
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Gracias
por haber venido.
No
me lo agradezcas… Además... – Sus mejillas se sonrojaron.
¿Además?
– Preguntó un poco confundido.
Tenía
muchas ganas de verte. – Estaba cabizbajo.
¡Aaaawwww!
Noah, yo también quería verte. – Le levantó la cabeza y le dio un beso en los
labios, haciendo que el otro se sonrojara más. – Ven, vamos a mi habitación
para que hablemos.
Si,
está bien.
Una
vez dentro…
Hoy
me llevé una sorpresa con mi hermano.
¿En
serio? ¿Y eso por qué?
Me
acaba de decir que está enamorado.
¿Qué?
¿No me digas qué aceptó a esa chica?
No,
como crees, eso mismo pensé cuando me lo estaba contando.
Entonces…
¿De quién?
Finalmente
se dio cuenta que ama a Joey.
Wow…
– Se había quedado con la boca abierta. – No puedo creerlo.
Al
principio creí que se trataba de una broma, pero conociendo bien a mi hermano,
sé que él no bromearía con algo así.
¿Y
tú qué fue lo que le dijiste?
Que
estaba feliz por la decisión que había tomado.
De
seguro no ha de ser nada fácil para tu hermano sentir todas esas emociones.
Seto,
ha sufrido mucho en la vida, por eso es que estoy dispuesto a apoyarlo en todo…
Lo que me preocupa ahora es Joey.
¿Qué
es lo que te preocupa?
******************************
Hay
muchas cosas que tu ignoras Marik, y por esa razón es que tú no debes de meter
tus narices en donde no te llaman.
Si
me involucro, es porque también mi hermanito está en esto y él le tiene un gran
aprecio a Joey.
Entiendo…
Una vez que tu hermanito esté fuera tú ya no tendrás que meterte en nada… Por
eso... – El CEO no terminó de hablar ya que fue interrumpido.
En
eso te equivocas… Ahora que ya se todo lo que ese muchacho ha sufrido y por
todas tus humillaciones que él ha tenido que soportar, te aseguro que ni tú ni
nadie me van a hacer a un lado. – Lo miraba desafiante a los ojos.
¿Y
tú crees qué te tengo miedo? Acéptalo, no deberías de involucrarte o saldrás
perdiendo.
Esa
decisión solamente me concierne… Así que ni creas que podrás librarte tan
fácilmente de mí.
¿Por
qué haces esto? Tú mismo me acabas de decir que lo has tratado muy poco… ¿Qué
derecho tienes a meterte en su vida?
Lo
hago por una sencilla razón… Es el mejor amigo de mi hermano y cuando tuve la
oportunidad de conocerlo, supe de inmediato que ese muchacho era alguien muy
especial… ¿Qué si tengo derecho a meterme? Claro que los tengo, y es el mismo
derecho que me da de protegerlo de personas como tú. Y… No descansaré hasta
encontrar ese malnacido que le hizo tal arbitrariedad, me aseguraré que le
caiga encima todo el peso de la ley. – Su mirada era intimidante, daba a
entender que todo lo que decía era muy en serio.
Pues
no deberías de preocuparte por protegerlo de mí… Porque seré yo quien lo
cuidará de ahora en adelante.
¿Tú?
Por favor no me hagas reír. – Expresó sarcásticamente.
¿Por
qué no?
Eres
la persona menos indicada para hacerlo… No después de todo el daño que le has
ocasionado y aun así piensas que podrás ayudarlo.
Como
dije antes, tú no sabes nada.
¡Ja!...
¿Por qué este repentino interés en él?
Porque
lo amo. – Respondió sin rodeos, dejando a la otra persona estupefacta.
¿Qué
fue lo que dijiste?
Ya
me escuchaste bien, amo a Joey.
No
te creo. – Contestó un poco molesto.
Es
tu problema si me crees o no… Pero una cosa puedes estar seguro, y es que
comparto tu opinión de que ese maldito tendrá que pagar por lo que hizo… Y
llegado el momento, espero que tú cumplas con lo que acabas de decirme.
Entonces…
¿Realmente lo amas? ¿Estás dispuesto a ayudarlo? ¿Ya no te burlarás más de él?
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Después
de lo que le pasó, no sé si dejará que mi hermano se le acerque.
¿Por
qué dices eso?
Según
los rumores que he oído en la escuela, él ya no es el mismo de antes… Dicen que
está muerto en vida. No deja que nadie se le aproxime ni siquiera su padre.
Yo
he escuchado que está en tratamiento con una psicóloga, tal vez esa persona lo
pueda ayudar a que salga adelante.
Sí,
pero aun así…
Aun
así, estoy segurísimo que tu hermano no se dará por vencido, ya verás que
buscará la manera de conquistar a Joey.
Por
eso me gustas Noah, tú siempre tratas de ver positivo las cosas.
Creo
que es una de las ventajas de tener hermanos mayores. – Medio sonrió.
Buen
punto, concuerdo contigo.
No
te preocupes Mokuba, si ellos dos se aman y están hecho el uno para el otro,
puedo asegurar que Joey perdonará a tu hermano.
Espero
y tengas razón Noah, ambos merecen ser felices.
Al
igual que tú y yo. – Se sonrojó por lo último que acababa de decir.
Te
amo Noah y te agradezco que siempre estés dispuesto a escucharme.
Yo
también te amo Mokuba, recuerda que tu felicidad es mi felicidad.
Los
dos jóvenes se sonrojaron, el pelinegro besó a su novio en la boca, acto que se
intensificó hasta convertirse en un beso apasionado, el peliturquesa colocó sus
manos alrededor del cuello de su pareja para seguir el ritmo del beso.
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Así
es Marik, lo amo, sé que le hice mucho daño y estoy dispuesto a todo con tal de
conseguir su perdón, solamente espero que no sea demasiado tarde para remediar
todo el sufrimiento que le ocasioné.
Si
es verdad lo que me dices, entonces no me opondré… Y quiero que sepas que si
hay algo en que pueda ayudarte no dudes en pedírmelo.
Te
lo agradezco, sé muy bien que puedo confiar en ti.
Me
alegra haber aclarado este mal entendido… Discúlpame por juzgarte tan
severamente.
Disculpa
aceptada. – Medio sonrió.
Kaiba,
antes de que se me olvide, hay algo que debes saber.
¿Qué
es?
No
sé si estarás enterado pero… El señor Wheeler está sin trabajo.
¿Queeeé?
– Preguntó un tanto exaltado.
Aime,
la psicóloga me pidió el favor de conseguirle un trabajo, y pues… Ahora que se
toda la verdad, tal vez tú puedas ayudarlo.
El
castaño estaba tan pensativo que no prestaba atención a lo que el otro le
decía.
“Ahora
entiendo porque la casa no tiene muchos muebles… “De seguro los ha estado
vendiendo poco a poco para salir adelante”.
Seto
¿me estás escuchando?
Al
oír su voz, salió de sus pensamientos.
Tú
no te preocupes, hablaré con él para ver si acepta mi ayuda.
Gracias…
Buena suerte con eso. – Trató de bromear un poco… La otra persona medio sonrió.
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La
noche finalmente había llegado, para muchas personas había sido un día largo y
cansado, para otras un día normal como cualquier otro. Una mujer, estaba
llegando a su destino…
Buenas
noches, el joven Valentine me está esperando.
Pase
usted señorita. – Respondió el mayordomo quien había abierto la puerta.
Muchas
gracias. – Al decir esto, entró a la mansión.
Buenas
noches señorita Navarrete.
Le
agradezco mucho que me haya recibido a esta hora.
Al
contrario, gracias a usted por venir… Si gusta, vamos al jardín para poder
conversar.
Claro.
En
cuanto llegaron al lugar…
Joven
Valentine, el motivo de mi visita es para pedirle un favor.
Dígame
de que se trata.
Quiero
que vaya a visitar a Joey.
No
tiene que pedírmelo, buscaba el momento oportuno para ir a visitarlo. El único
inconveniente que tenía era su padre.
Le
diré que usted ya no tiene que preocuparse por él… Aunque no me lo crea está
haciendo un gran esfuerzo por cambiar, es más, él mismo me pidió que viniera a
hablar con usted.
¡Increíble!…
Eso sí que es algo difícil de creer.
Por
favor joven Valentine, le ruego que tome las cosas muy en serio.
Discúlpeme,
esa no era mi intención… Mejor dígame… ¿Cómo está Joey?
No
voy a mentirle, es mejor que usted esté al tanto de todo… Ese joven se reúsa
hablar sobre lo ocurrido, para él nada de esto pasó.
No
puedo ni imaginarme por todo el sufrimiento que Joey está pasando.
Joven
Valentine, quiero que me acompañe este fin de semana a verlo, pero antes,
déjeme aconsejarle que bajo ninguna circunstancia mencione que fue víctima de
una violación.
¿Cuáles
serían las consecuencias?
Debe
saber que estos casos son muy delicados, y que cada individuo reacciona de
distintas maneras, si alguien se atreviera a decirle de golpe que él fue
violado sexualmente podría perder la razón o en el peor de los casos, buscaría
el suicidio.
El
faraón se quedó helado por todo lo que escuchaba, sintió una enorme tristeza
por lo que estaba pasando su amigo.
Que
más debo saber de él.
La
mujer bajó un poco la mirada, suspiró para luego decir…
Aquel
muchacho alegre, simpático y tan lleno de vida que era, créame que ya no queda
nada de esa persona… No permite que nadie se le acerque, no come, no sale de su
habitación, no habla, le teme a muchas cosas, sufre de depresión y de delirios,
busca la manera de lastimarse, casi no duerme, en otras palabras… Está muerto
en vida… Para decirle que rechazó al señor Kaiba.
¿Qué?
¿Qué fue lo que dijo? – Preguntó exaltado.
Así
como lo oye, el señor Kaiba lo visitó hace poco y Joey sufrió una crisis
nerviosa.
No
puedo creer que se atreviera a visitarlo… Pero… ¿En qué demonios estaba
pensando? ¿Es que acaso no pensó en las consecuencias?
Por
favor, le pido que se calme, fue el padre del muchacho que le pidió al señor
Kaiba que lo llegara a ver.
El
faraón se estaba dando cuenta que se había perdido de muchas cosas.
¿Es
verdad todo lo que me está diciendo?
Por
eso estoy aquí, para explicarle bien como está la situación de mi paciente. Y
si usted me acompaña a verlo, debe de estar preparado para lo que verá.
Entiendo,
no sabe cómo le agradezco el que me haya puesto al tanto de todo.
No
hay nada que agradecer… Para mí ha sido un placer, ya que mi deber es ayudar a
ese joven.
Muchas
gracias señorita Aime.
Se
quedaron platicando un buen rato, después de eso, la mujer se despidió para
irse a su casa.
Continuará…
Me
despido de ustedes muy cariñosamente, les mando muchos besos y abrazos.
Atte.:
KAT.