Capítulo 34: Aclarando
ciertas dudas… IV parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
Horas más tarde…
Buenas tardes señor,
vine por el anuncio del periódico.
El hombre se le quedó viendo a la otra persona de pies a cabeza,
lo miró de manera despectiva para luego decirle:
¿Crees que puedas
con el trabajo muchacho?
Claro que sí, yo…
¿No me digas que
eres uno de esos hombres que ahora se creen mujer solamente porque pueden traer
un hijo al mundo?
Discúlpeme pero
únicamente he venido por el trabajo que dice aquí en el periódico.
No eres más que un
estúpido, jamás le daría trabajo a alguien como tú, sólo esto me faltaba, y después
querrás que mantenga ese bastardo, o peor aún, que tenga consideraciones
contigo en el trabajo.
De ninguna manera,
yo…
Mejor lárgate, te
vez ridículo con esa panza, eres una vergüenza hacia nuestro género, porque no
te haces un favor y se lo haces al mundo también en botar ese maldito engendro,
personas como ustedes son despreciables, es humillante que existan los de tu
clase. Apuesto que tu hombre se avergonzó de ti y por eso te echó a la calle,
bien por el que logró abrir los ojos a tiempo.
El joven apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, le dolían
todas las cosas que ese hombre le decía, y armándose de valor le respondió…
El único que debería
de estar avergonzado es usted por discriminar a las personas, no le da ningún
derecho de tratarme tan mal, y no le permitiré que insulte a mi hijo.
Puedo tratarte como
se me da la gana, y si no te vas en este mismo instante, yo mismo te echaré de
aquí a patadas. Ahora lárgate maldito imbécil, no me hagas perder mi tiempo.
La otra persona no tuvo otra opción que irse.
******************************
En algún lugar de ciudad
Domino…
Cierto joven se encontraba trabajando en su oficina, pero al
parecer se distraía bastante en el trabajo que estaba haciendo, todavía le
preocupaba la pequeña discusión que tuvo con su amigo.
FLASH BACK
¿Joey, puedo pasar?
Pasa Ryou.
Vine avisarte que el desayuno está
listo.
Muchas gracias.
¿Piensas salir?
Si.
Y puedo preguntar, ¿a dónde?
Saldré a buscar trabajo Ryou.
¿No crees que estas abusando? Recuerda
las indicaciones que te dijo el médico.
No tienes que recordármelo, pero
entiéndeme por favor, me siento mal que tú tengas que
lidiar conmigo, y no se me hace justo tener que dejarte toda la carga a ti.
No deberías de
preocuparte por eso, lo que deberías de hacer es quedarte aquí descansando.
Ryou, te agradezco
que te preocupes por mí, pero… Me gustaría ayudarte en algo.
La única ayuda que
me puedes dar es quedándote en el departamento, ¿por qué no lo entiendes?
Te entiendo, créeme
que te entiendo perfectamente, pero tú deberías de entenderme a mí, por favor…
Por favor nada, me
doy cuenta que todo lo que hago por ti no te importa en lo absoluto, eres tan
cabeza dura por no entender que lo hago por tu bien.
Sé que lo haces por
mi bien, pero sigo pensando que tal vez debería de buscar aunque sea un trabajo
para ayudarle un poco con los gastos.
Sabes que, mejor
olvídalo, haz lo que quieras, ojalá y no te arrepientas de las locuras que
haces.
Ryou, espera por
favor.
El albino salió de la habitación dejando a su amigo un poco
preocupado.
FIN DEL FLASHBACK
Creo que fui muy duro con él, como me
gustaría llegar temprano a mi departamento. – Se decía así mismo, en eso una
voz lo sacó de sus pensamientos.
¿Para qué quieres llegar temprano a tu
departamento?
******************************
¿Tú, buscando un
trabajo? por favor, no me hagas reír. – Manifestaba burlonamente. – Hey
muchachos, vengan a ver a este idiota, dice que está buscando trabajo.
¿Qué sucede jefe? –
Llegaron unos hombres al lugar.
Este bueno para nada
anda buscando un trabajo.
Ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se reían todos a
carcajadas.
¿Y cómo cuantos
meses tienes?
Yo…
Mira inútil, en esas
condiciones no nos sirves, y si te contrato tendría que pagarte el posparto.
Jefe, y no olvide
que después querrá tener preferencias, dejará de trabajar como es debido.
Y ni que decir
cuando ese mocoso nazca, de seguro será una carga para este idiota y para
nosotros cada vez que lo quiera llevar al trabajo. – Decían los demás hombres.
En eso tienen razón
muchachos, vez como si eres un inútil, un bueno para nada, en tus condiciones
no durarías en este trabajo, y más si estamos en temporada alta, lo mejor que
debes hacer es largarte de aquí, dile al estúpido que te preñó que te mantenga.
Ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
¿Cómo pueden ser tan
crueles? – Hacia lo posible por no llorar. – Se burlan como si les estuviera
mendingando, o como si les hubiera pedido que me regalaran algo. Yo lo único
que quiero es conseguir un trabajo decente.
Mira estúpido,
lárgate por donde viniste y no me hagas perder mi tiempo. – Se dio la media
vuelta para irse, al igual que algunos hombres, solamente se quedó uno.
Yo podría darte algo
de dinero a cambio de una cosa. – Lo miraba lascivamente.
¿Qué cosa? – Se
atrevió a preguntar y a la vez dio unos cuantos pasos hacia atrás.
Si me acompañas a la
puerta de atrás tú y yo la podemos pasar muy bien. – Se le acercó para
abrazarlo.
No me toque, quíteme
sus asquerosas manos de encima. – Lo empujó con todas sus fuerzas, haciendo que
el hombre cayera al suelo.
Maldito infeliz,
ahora veras. – Estaba a punto de golpearlo pero el dueño del lugar lo detuvo.
¿Qué crees que haces
idiota?
Pero jefe,
únicamente trataba de ayudarlo.
Regresa a tus
quehaceres. – Lo fulminó con la mirada.
Si jefe. – Respondió
a regañadientes.
¿Estás bien?
Si. – Hacia lo
posible para que su cuerpo no temblara.
Será mejor que te
vayas, aquí no hay trabajo para ti. – Al decir esto último, se fue.
Quizás Ryou tenía razón,
debí de haberme quedado en el departamento descansando. – Se decía así mismo
con lágrimas en sus ojos.
******************************
En algún lugar de la ciudad…
“No sé si habré sido
muy duro con Mokuba, se me partió el alma verlo tan triste. Demonios, no sé qué
hacer, aún sigo sin entender, ¿por qué no me dijo la verdad desde el principio?
¿Por qué no me contó sobre ese tal Mako? ¿De verdad habrá sido un amor de
adolescente?” – Gruñó así mismo mientras se revolvía sus cabellos. – “Todavía
sigo pensando en todas las cosas que me dijo, aunque debo admitir que tuvo
agallas para enfrentar a su hermano, él me ha demostrado que me ama, creo que
debí de haberlo escuchado”. – Suspiró melancólico. – “No sabes cuánto te amo
Mokuba, pero en estos momentos estoy confundido, no logro entender el por qué
no me hablaste de ese tal Mako, qué significó realmente en tu vida, ¿estaré
exagerando ante esta situación?” – Todo esto lo pensaba mientras se iba a su casa.
******************************
Horas más tarde…
La noche finalmente había llegado a la ciudad, todas las personas
que laboraban llegaban a sus casas a descansar.
Gracias por haber
venido.
No hay nada que
agradecer, mejor dígame por qué me llamó con tanta urgencia.
Por favor pase.
Gracias.
Una vez dentro…
La razón por la que
la llamé fue para ver si usted puede hablar con Joey.
¿Le pasó algo?
Desde que vine en la
tarde lo encontré bastante deprimido, y aunque le pregunte únicamente me dice
que no es nada.
Entiendo.
Mi novio Bakura me
dio la idea de que la llamara a usted, tal vez logre animarlo un poco.
De acuerdo, dígame
dónde se encuentra.
En su cuarto.
En ese caso iré
enseguida.
Muchas gracias
Shizuka.
******************************
No muy lejos del lugar…
“Pobre Joey, en
ningún lugar le quisieron dar un trabajo, hoy sí que lo vi bastante desanimado,
y eso es raro en él, ya que no suele deprimirse tan fácilmente. ¿Estará así por
la visita que le hizo Mokuba ayer? ¿De qué habrán hablado?” – Tan metido estaba
en sus pensamientos que el sonido de su celular lo sacó de ellos, y decidió
contestarlo de inmediato. – Aló…
Marik, Shādī tiene
mucha fiebre, necesito que vengas por favor.
¿Qué fue lo que
dijiste?
Nuestro hijo tiene
mucha fiebre, ¿puedes venir?
Si, voy para allá,
déjame avisarle a Seto.
De acuerdo amor,
gracias.
En cuanto colgó el teléfono, rápidamente estaba marcando otro
número.
Seto…
¿Qué sucede Marik?
Acaba de llamarme
Malik, mi hijo está enfermo y debo ir a la mansión cuanto antes.
¿Tu hijo? – Preguntó
preocupado.
Así es.
Claro ve, no te
preocupes.
Gracias Seto. –
Estaba por colgar, en eso logró escuchar lo que su jefe le preguntó.
¿Sabes en dónde está
Joey?
Él está en el
departamento de Ryou.
¿Estás seguro?
Por supuesto, yo
estoy afuera casi enfrente del departamento.
Bien, eso era todo
lo que quería saber.
Está bien, en ese
caso me iré.
De acuerdo, y
llámame para saber cómo sigue tu hijo.
Si, gracias. – En
cuanto colgó el celular, se le hizo extraño que su jefe le preguntara donde
estaba su esposo, por lo general nunca hacia eso, dejó eso a un lado y decidió
encender su auto para ir rápidamente a su mansión.
******************************
Hola Joey.
Shizuka, ¿qué haces
aquí?
Ryou me llamó para
que viniera a verte, está muy preocupado por ti.
Ya veo.
¿Qué te pasa
hermano?
Nada.
No te creo, tú no te
deprimes por nada.
Lo siento mucho
Shizuka.
Oh vamos, anímate,
¿por qué no salimos un rato?
No tengo ganas de
salir.
No digas eso,
podemos ir a uno de tus lugares favoritos.
Se lo que tratas de
hacer y te lo agradezco.
Oye, no me gusta
verte así, dime a dónde te gustaría ir.
Si no te importa
prefiero quedarme aquí.
De ninguna manera,
¿cómo crees que te voy a dejar aquí solo? Anda Joey, sal conmigo hermano, mira
que se lo prometí a Ryou.
¿A Ryou?
Si, como te dije
antes él está muy angustiado por ti, y fue por eso que me llamó.
Está bien, salgamos.
Gracias por
complacerme hermano, ¿a dónde te gustaría ir?
Hay una pastelería
que me encanta, ahí hacen deliciosos postres.
Me doy cuenta que te
gusta mucho los postres.
Últimamente estoy
teniendo muchos antojos.
No se diga más,
vamos a ese lugar, no hagamos esperar a mi sobrino que de seguro se muere de
hambre.
El rubio medio sonrió ante las palabras de su hermana.
Gracias por estar
aquí Shizuka.
No tienes nada que
agradecer.
******************************
“Estaba llegando a
la mansión cuando recibí la llamada de Marik, a última hora había decidido en
no ir a buscarlo, pero esa llamada me pareció oportuna para retomar mis planes.
Si todo sale bien, esta noche podremos dormir juntos cachorro. Pasaré comprando
un bello ramos de rosas del color que a ti te gustan, luego me dirigiré a
comprar tu postre favorito en esa pastelería que tanto te encanta, por último,
iré al departamento de tu amigo y aunque no quieras tendrás que recibirme”. –
Todo esto pensaba un hombre de cabellos castaños y ojos azules en lo que
conducía su auto. – “No sé por qué me siento tan nervioso, parezco una estúpida
colegiala queriendo ver a su amor, puedo sentir como mi corazón late a mil por
hora, mis manos me sudan, y a la vez siento un gran escalofrío recorrer todo mi
cuerpo, por fin podré verte después de varios meses, me pregunto, ¿qué cara vas
a poner a no más que me veas? ¿Te pondrás feliz de que llegue a buscarte?
Cachorro, muero por estrecharte entre mis brazos, muero por besarte,
acariciarte, por sentir tu calor junto al mío. Estoy a pocas horas de estar
contigo nuevamente, estoy seguro de que tenemos muchas cosas de qué hablar.
Solamente espero que esté haciendo lo correcto.
******************************
Tuviste buena idea
en decirme que le llamara a Shizuka.
Me alegra de que
ella haya podido venir.
Tienes razón, y de
que lo convenciera de salir juntos.
Eso le ayudara a
distraerse un poco.
Es verdad. – Bajó un
poco la mirada.
¿Qué sucede? ¿Por
qué de pronto te pusiste triste?
No dejo de pensar
que él está así por mi culpa.
¿Por qué dices eso?
Lo decía por la
discusión que tuvimos en la mañana.
Ryou. – Se levantó
del sillón donde estaba sentado para acercarse a su pareja, una vez que llegó le
levantó su carita para verlo a los ojos. – Tú no tienes la culpa de nada.
¿De veras crees eso?
Claro que sí.
Pero…
Acuérdate que tú me
dijiste que lo hacías por su bien, y Joey lo sabe perfectamente.
Supongo que tienes
razón.
También te recuerdo
que él nos contó que en todo el día le fue mal tratando de conseguir un
trabajo.
Es verdad, pero
siento que hay algo más.
¿A qué te refieres?
Anoche que llegué de
trabajar, lo noté muy raro, casi no tocó su comida y se fue a dormir temprano.
¿Le habrá pasado
algo ayer?
No lo sé, y eso me
ha tenido muy preocupado.
No te angusties
amor, deja que se calme un poco, luego podrás conversar con Joey.
Creo que tienes
razón, muchas gracias Bakura, y te agradezco por haberme acompañado esta tarde.
No tienes nada que
agradecer amor.
No sé qué haría sin
ti en estos momentos.
¿Eso significa que
me amas? – Lo miraba directamente a los ojos.
Yo… – Sus mejillas
se tiñeron de rojo. – Yo…
No es necesario que
me contestes ahora, sabré esperar a que tú me lo digas.
Pero…
Tranquilo amor, no
quiero que estés obligado a decirme algo que no sientas.
Gracias por
comprenderme.
No hay nada que
agradecerme pequeño. – Lo abrazaba con mucho cariño.
Continuará…
N/A: En este capítulo quise reflejar un poquito sobre las
discriminaciones que suelen pasar algunas mujeres embarazadas cuando tratan de
conseguir un trabajo. Hay veces que el empleador se aprovecha de la situación y
las hacen trabajar más de la cuenta o no le pagan el salario acordado.
Pasando otro punto, ¿estará exagerando Noah por lo que pasó en la
mansión de su novio? ¿Ryou se estará enamorando de Bakura? ¿El neko se
reconciliará con su cachorro? ¿Qué creen que va a pasar? Quien lo adivine,
mencionaré su nombre en el siguiente capítulo. Muchísimas gracias por tomarse
su tiempo en leer esta historia, los invito a que no deben perderse la
continuación.
Me despido de todos ustedes muy cariñosamente, les mando muchos
besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual, cuídense mucho, pórtense
bien y no hagan travesuras.
Atte.:
KAT.