sábado, 18 de abril de 2020

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 12: Búsqueda intensiva…


Aclaración: Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


******************************

Al día siguiente…

         Buenos días. – No tuvo respuesta a su saludo. – Si ya estás listo para irte a la escuela, nos vamos.

         Quiero que me lleve Roland a la escuela. – Exigió molesto.

         Ya te dije que seré yo quien te vaya a dejar y seré yo quien vaya por ti. No me hagas repetirte las cosas.

         Si no me lleva Roland, entonces no iré. – Se cruzaba de brazos y miraba a su hermano muy molesto.

         Mokuba Kaiba, vas a hacer lo que yo te diga y fin de la discusión. Así que apresúrate o llegarás tarde.

         No me importa, prefiero quedarme en mi celda.

         Ya basta Mokuba, deja de comportarte como un niño rebelde. – Lo agarró del brazo con fuerza.

         Suéltame Seto, me estas lastimando, ya te dije que no iré a la escuela. – Se logró soltar del agarre.

         Suficiente, ya me cansaron tus berrinches, no quería hacer esto pero tú me obligaste. – Se quitó el cincho que tenía en su pantalón, estaba por golpearlo hasta que…

         ¿Qué crees que haces?

         No te metas en esto.

         No puedes pegarle a tu hermano.

         Él no quiere ir a la escuela.

         MENTIRAS. – Gritó molesto.

         TÚ CÁLLATE. – Replicó el mayor.

         Mokuba, qué sucede, ¿por qué no quieres ir a la escuela?

         Si quiero, lo que no quiero es que mi hermano me vaya a dejar. Quiero que Roland me lleve.

         Aceptarías que yo te fuera a dejar.

         Está bien.

         Espérame afuera, no tardo.

         Si.

El joven se fue del lugar, dejando a los dos hombres ahí.

         ¿Qué pasa contigo Seto? Nunca antes le habías pegado a tu hermano, pero ahora…

         Tu siempre asolapándolo, él tiene que hacer lo que yo le diga.

         Que equivocado estas, tú no puedes obligar a tu hermano a hacer lo que tú quieras que haga, él no es un soldado que está obligado a recibir tus órdenes, es tu hermano.

         Quiero que esta sea la última vez que intervienes en la educación de Mokuba.

         Discúlpame pero si lo sigues tratando así, intervendré las veces que sean necesarias.

         Si mi hermano se vuelve en contra mía te haré responsable y pobre de ti si algo malo le llega a pasar.

         Te equivocas Seto, yo no seré el responsable de nada, son tus acciones las que están haciendo que tu hermano se revele en contra tuya. Y más vale que empieces a cambiar antes de que sea demasiado tarde.

         ¿Qué quieres decir con eso?

         Por lo visto no te estás dando cuenta, Mokuba ya no es un niño, ya es un adolescente que dentro de algunos años cumplirá los dieciocho, se convertirá en un adulto y te dejará solo. Y tú ya no podrás retenerlo a tu lado.

         Tonterías, esas son puras tonterías.

         Mejor piensa en todo lo que te he dicho. Me voy a dejar a tu hermano a la escuela.

En cuanto la otra persona se fue, el castaño se quedó muy pensativo por todo lo que su primo le había dicho.

******************************

         Buenos días Rebecca.

         Buenos días Yūgi, listo para el examen de este día.

         ¡Rayos! Lo olvidé por completo.

         Yūgi, cómo pudiste olvidarlo.

         Es broma, es broma, lo dije para ver que caras ponías. – Se burlaba de su amiga y lo que consiguió fue un golpe fuerte en la cabeza. – ¡Auch! ¿Por qué me golpeas?

         Para ver si así se te quita lo tonto.

         Ya te dije que fue una broma, no entiendo por qué vienes enojada.

         Discúlpame, es que esta mañana discutí con mi padre.

         ¿Qué pasó?

         Mi padre acaba de llegar de un viaje de negocios y ahora resulta que se irá de nuevo. ¿Puedes creerlo? No puede pasar ni un solo día conmigo.

         Lo siento mucho Rebecca.

         Está bien, no es tu culpa.

         Oye, no te gustaría quedarte a dormir esta noche en mi casa.

         Tu oferta suena muy tentadora.

         Anda, anímate, nos podemos quedar viendo películas toda la noche, acuérdate que mañana es sábado y no hay clases. ¿Qué me dices?

         De acuerdo, pero yo elijo las películas, ¿te parece?

         No seas así, la última vez que elegiste, trajiste sólo películas de terror, de esas que dan miedo.

         No seas gallina, ya te dije que esas películas son de ciencia ficción.

         Y si escogemos mitad y mitad.

         Con tal que no me hagas ver películas cursis, como la vez anterior. Todavía tengo pesadillas con esa película, como es que se llamaba…

         Te refieres a la boda de mi mejor amigo.

         Si, esa misma. Qué horror, todavía tengo náuseas.

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… A mí me encantó.

         Pues a mí no.

         De acuerdo, de acuerdo, no escogeré cursis esta vez.

         ¿Me lo prometes?

         Si, sólo si tú me prometes que no traerás tus películas que dan miedo, y hay sangre y todas esas cosas.

         Mmm… Sabía que algo así me pedirías.

         Entonces qué dices.

         De acuerdo, esta vez miraremos películas de aventura o comedia. ¿Te parece?

         Hecho.

         Bien, llego a tu casa a eso de las 5:30 de la tarde.

         Claro, te espero.

******************************

Un hombre de cabellos de tres colores y ojos amatistas iba conduciendo, de vez en cuando volteaba a ver a su copiloto.

         ¿Estás bien?

         Sí, estoy bien.

         No falta mucho para que lleguemos a la escuela. – No obtuvo respuesta. – Mokuba, no quiero que estés enojado conmigo, haría lo que sea para que ya no lo estés.

         ¿Lo que sea?

         Lo que sea.

         Convence a mi hermano para que saque a esos cazadores del bosque.

         Sabes que no puedo hacer eso.

          ENTONCES DEJA DE DECIRME QUE ERES CAPAZ DE HACER CUALQUIER COSA POR MÍ. – Gritó molesto.

El hombre llegaba a su destino, estacionó el auto y antes de que se bajara la otra persona lo detuvo.

         Te prometo que hablaré con Seto para que retire esos hombres del lugar, lo que no puedo prometerte es que él vaya a escucharme.

         Eso es todo.

         Eh…

         Que si eso es todo lo que me dirás, porque si es así, me voy.

         Espera por favor.

         ¿Qué quieres?

         Déjame ver tu brazo.

         Ya te dije que estoy bien.

         De acuerdo. Una cosa más.

         ¿Qué?

         Quiero que sepas que si tienes algún problema o desees desahogarte con alguien, puedes contar conmigo. Únicamente te pido que vuelvas a confiar en mí, y esta vez no pienso defraudarte.

         ¿Lo prometes?

         Te lo prometo.

         Gracias. – Medio le sonrió.

         Anda, vete ya antes que suene el timbre.

         Si.

         ¿Quieres que pase por ti después de clases?

         Si.

         De acuerdo, te veo a la hora de la salida.

         Si.

******************************

Un hombre de cabellos castaños y ojos azules, se había involucrado en la búsqueda de ese animal.

         “Esto es muy extraño, no hay ni una pista de esa bestia. Es como si la tierra se lo hubiera tragado”.

El equipo de búsqueda ya se encontraba en la cascada, recorrían todo el lugar minuciosamente, el ojiazul decidió adelantarse hasta el río.

         “Qué raro, alguien tocó esta trampa”. – Pensaba para sí mismo, en lo que lo examinaba. – “No me cabe la menor duda, alguien cayó en ella, sin embargo, ¿cómo es posible que la hayan vuelto a poner como estaba antes? Las únicas personas que saben manejar este tipo de trampas es mi primo y… Mokuba, tuvo que encontrar esa bestia, ese niño, ¿por qué se arriesga tanto por un estúpido animal? No cabe duda que esa parte la heredó de nuestra madre. Ella siempre era gentil con todos, le gustaba ayudar a las personas, y estaba en contra del maltrato animal. Fue por esa razón, que mi padre nos trajo a vivir aquí diciéndole a mi madre que utilizara este bosque para traer a todos los animales salvajes que rescatara del maltrato, y fue ella quien convirtió este lugar en un hábitat para ellos. Lamentablemente todo cambió, yo estaba decidido en vender estas tierras, me daban una fuerte suma de dinero por ellas, pero Mokuba me convenció para que no las vendiera, decía que en este lugar vivía una parte de su madre, y debido a eso, no pude venderlas. Mokuba, ¿por qué haces esto? ¿Acaso lo haces para llevarme la contraria? No importa, encontraré ese animal con o sin tu ayuda”. – Uno de los hombres lo sacó de sus pensamientos.

         Señor, venga a ver esto.

         ¿Encontraron algo? – Caminaba en la dirección que le indicaban.

         Mire señor, las puntas de esos árboles han sido arrancados.

         Sí, es verdad.

         Algo tan grande debió pasar por aquí.

         Pero el rastro termina hasta este lugar, y las ramas de los árboles están secas.

         Todo indica que estuvo aquí por varios días y luego reanudó vuelo.

         Y no hay más árboles cortados.

         Eso es lo extraño señor Kaiba, a partir de este punto perdemos todo rastro de ese animal.

         En ese caso, tenemos que estar más alerta y buscar minuciosamente en todos los rincones, cada piedra, cada cueva que encuentren regístrenla.

         Sí señor.

         Una cosa más, no molesten al resto de los animales.

         Pero señor, aquí hay mucha variedad de ellos, hasta hemos encontrado especies que están en peligro de extinción.

         ¿Y?

         Bueno… Su piel se podría vender a muy buen precio.

         Escucha maldito idiota, esto sólo lo diré una vez, si le tocas un solo pelo a uno de ellos te las verás conmigo. ¿Has entendido?

         Ssi… Sí señor.

         Y eso también va para todos ustedes. Hay de aquel que intente llevarse aunque sea un cachorro, y no vivirá para contarlo.

         ¡A la orden señor!

         Bien, hay que seguir buscando.

         Si. – Respondieron todos.

******************************

En la escuela…

Un joven de cabellos negros, se encontraba sentado en una de las bancas del jardín de la escuela, en su cabeza tenía muchas cosas en que pensar, seguía molesto por todo lo ocurrido en su mansión.

         “Por culpa de mi hermano no pude ir a darle de comer a Joey, el pobre se ha de estar muriendo de hambre. Solamente espero que no decida salir de la cueva”. – Seguía sobándose el brazo donde su hermano lo sujetó con fuerza. – “A veces creo que mi hermano es un tonto, no se da cuenta que lo único que quiero es llamar su atención”. – Suspiró por enésima vez. – “Extraño aquellos días donde los dos nos divertíamos, donde jugábamos alegremente en el bosque junto con mamá. Aunque casi no tengo recuerdos de ella, yo era muy pequeño cuando sucedió esa tragedia”. – Unas finas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos. – “Los extraño tanto, me hacen tanta falta… Si mi madre viviera estoy seguro que me apoyaría en mi decisión de proteger a Joey, lástima que mi hermano no pueda entenderlo”. – La voz de otro joven lo sacó de sus pensamientos.

         ¿Estás bien?

         Eh… Sí, estoy bien no te preocupes. – Se limpiaba sus lágrimas con disimulo.

         Te andaba buscando.

         ¿Para qué?

         Para preguntarte si hacíamos juntos el trabajo que nos acaban de dejar.

         No puedo, estoy castigado. – Respondió molesto.

         ¿Castigado? ¿Pero por qué? No me digas que tu hermano te descubrió escapándote de clases.

         Que te puedo decir… En parte si y en parte no.

         Entiendo… Me doy cuenta que no puedes contarme, discúlpame por haberte molestado. – Estaba por irse pero el otro lo detuvo.

         No te vayas por favor, quiero que te quedes haciéndome compañía.

         ¿Estás seguro?

         Si, aunque va ser por poco tiempo ya que el receso esta por acabarse.

         No importa, aun así me quedaré.

         Gracias.

******************************

En una cueva se encontraba un pequeño niño, sentía miedo al no tener noticias de su amigo.

         “Prometió que vendría a verme, ¿dónde estará? ¿Por qué no habrá venido? ¿Y si me abandonó aquí? No, no lo creo, algo le tuvo que haber pasado, espero que se encuentre bien. Me gustaría poder salir de aquí pero se lo prometí, no sé qué hacer, tengo tanta hambre. Él me dijo que si salía, me iban a capturar,  y yo no quiero, no quiero”. – Se abrazaba así mismo tratando de tranquilizarse un poco, en eso, escuchó voces que provenían de afuera de la cueva, apagó inmediatamente la lámpara y se escondió tal y como le había dicho el pelinegro.

         ¡ENCONTRÉ UNA CUEVA! ¡VENGAN RÁPIDO!

         “Hay no, si entran me van a encontrar”. – Cerró fuertemente sus ojos deseando que esos hombres no entraran.

         ¿Qué encontraste?

         Mira, ahí hay una cueva.

         Se ve profunda y escabrosa.

         ¿Qué sucede? – Preguntó otro hombre al llegar al lugar.

         Rex, encontró una cueva.

         ¿Dónde?

         Por ahí.

         Sí que eres idiota, no vez lo angosto que es, esa bestia jamás cabria por ahí.

         Considero que hay que echarle un vistazo, por si acaso.

         De acuerdo, iré por el equipo, ustedes no se muevan de este lugar.

         Entendido jefe.


Continuará…


N/A: ¿Entrarán esos hombres a la cueva? ¿Qué pasará con Joey? ¿Cumplirá el primo con su promesa? ¿Quién será el padre de Joey? ¿Seto le quitará el castigo a su hermano? Todas estas interrogantes se irán descubriendo en los próximos capítulos. Mañana no se pierdan la continuación. Muchas gracias por tomarse su tiempo en leerme, dejen sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé todas sus inquietudes.

Me despido de ustedes mandándoles muchos besos y abrazos virtuales desde la distancia.

Atte.:

        KAT.



No hay comentarios:

Publicar un comentario