Capítulo 12: Búsqueda
intensiva…
Aclaración:
Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para
escribir este fic, muchas gracias Kyuubi
Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son
muy útiles para mí.
Este
fic va dedicado a: Gelen Colmenarez,
fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes
se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Al día siguiente…
Buenos días. – No tuvo respuesta a su
saludo. – Si ya estás listo para irte a la escuela, nos vamos.
Quiero que me lleve Roland a la
escuela. – Exigió molesto.
Ya te dije que seré yo quien te vaya a
dejar y seré yo quien vaya por ti. No me hagas repetirte las cosas.
Si no me lleva Roland, entonces no iré.
– Se cruzaba de brazos y miraba a su hermano muy molesto.
Mokuba Kaiba, vas a hacer lo que yo te
diga y fin de la discusión. Así que apresúrate o llegarás tarde.
No me importa, prefiero quedarme en mi
celda.
Ya basta Mokuba, deja de comportarte
como un niño rebelde. – Lo agarró del brazo con fuerza.
Suéltame Seto, me estas lastimando, ya
te dije que no iré a la escuela. – Se logró soltar del agarre.
Suficiente, ya me cansaron tus
berrinches, no quería hacer esto pero tú me obligaste. – Se quitó el cincho que
tenía en su pantalón, estaba por golpearlo hasta que…
¿Qué crees que haces?
No te metas en esto.
No puedes pegarle a tu hermano.
Él no quiere ir a la escuela.
MENTIRAS. – Gritó molesto.
TÚ CÁLLATE. – Replicó el mayor.
Mokuba, qué sucede, ¿por qué no quieres
ir a la escuela?
Si quiero, lo que no quiero es que mi
hermano me vaya a dejar. Quiero que Roland me lleve.
Aceptarías que yo te fuera a dejar.
Está bien.
Espérame afuera, no tardo.
Si.
El
joven se fue del lugar, dejando a los dos hombres ahí.
¿Qué pasa contigo Seto? Nunca antes le
habías pegado a tu hermano, pero ahora…
Tu siempre asolapándolo, él tiene que
hacer lo que yo le diga.
Que equivocado estas, tú no puedes
obligar a tu hermano a hacer lo que tú quieras que haga, él no es un soldado
que está obligado a recibir tus órdenes, es tu hermano.
Quiero que esta sea la última vez que
intervienes en la educación de Mokuba.
Discúlpame pero si lo sigues tratando
así, intervendré las veces que sean necesarias.
Si mi hermano se vuelve en contra mía
te haré responsable y pobre de ti si algo malo le llega a pasar.
Te equivocas Seto, yo no seré el
responsable de nada, son tus acciones las que están haciendo que tu hermano se
revele en contra tuya. Y más vale que empieces a cambiar antes de que sea
demasiado tarde.
¿Qué quieres decir con eso?
Por lo visto no te estás dando cuenta,
Mokuba ya no es un niño, ya es un adolescente que dentro de algunos años
cumplirá los dieciocho, se convertirá en un adulto y te dejará solo. Y tú ya no
podrás retenerlo a tu lado.
Tonterías, esas son puras tonterías.
Mejor piensa en todo lo que te he
dicho. Me voy a dejar a tu hermano a la escuela.
En
cuanto la otra persona se fue, el castaño se quedó muy pensativo por todo lo
que su primo le había dicho.
******************************
Buenos días Rebecca.
Buenos días Yūgi, listo para el examen
de este día.
¡Rayos! Lo olvidé por completo.
Yūgi, cómo pudiste olvidarlo.
Es broma, es broma, lo dije para ver
que caras ponías. – Se burlaba de su amiga y lo que consiguió fue un golpe
fuerte en la cabeza. – ¡Auch! ¿Por qué me golpeas?
Para ver si así se te quita lo tonto.
Ya te dije que fue una broma, no
entiendo por qué vienes enojada.
Discúlpame, es que esta mañana discutí
con mi padre.
¿Qué pasó?
Mi padre acaba de llegar de un viaje de
negocios y ahora resulta que se irá de nuevo. ¿Puedes creerlo? No puede pasar
ni un solo día conmigo.
Lo siento mucho Rebecca.
Está bien, no es tu culpa.
Oye, no te gustaría quedarte a dormir
esta noche en mi casa.
Tu oferta suena muy tentadora.
Anda, anímate, nos podemos quedar viendo
películas toda la noche, acuérdate que mañana es sábado y no hay clases. ¿Qué
me dices?
De acuerdo, pero yo elijo las
películas, ¿te parece?
No seas así, la última vez que
elegiste, trajiste sólo películas de terror, de esas que dan miedo.
No seas gallina, ya te dije que esas
películas son de ciencia ficción.
Y si escogemos mitad y mitad.
Con tal que no me hagas ver películas
cursis, como la vez anterior. Todavía tengo pesadillas con esa película, como
es que se llamaba…
Te refieres a la boda de mi mejor
amigo.
Si, esa misma. Qué horror, todavía
tengo náuseas.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja… A mí me encantó.
Pues a mí no.
De acuerdo, de acuerdo, no escogeré
cursis esta vez.
¿Me lo prometes?
Si, sólo si tú me prometes que no
traerás tus películas que dan miedo, y hay sangre y todas esas cosas.
Mmm… Sabía que algo así me pedirías.
Entonces qué dices.
De acuerdo, esta vez miraremos
películas de aventura o comedia. ¿Te parece?
Hecho.
Bien, llego a tu casa a eso de las 5:30
de la tarde.
Claro, te espero.
******************************
Un
hombre de cabellos de tres colores y ojos amatistas iba conduciendo, de vez en
cuando volteaba a ver a su copiloto.
¿Estás bien?
Sí, estoy bien.
No falta mucho para que lleguemos a la
escuela. – No obtuvo respuesta. – Mokuba, no quiero que estés enojado conmigo,
haría lo que sea para que ya no lo estés.
¿Lo que sea?
Lo que sea.
Convence a mi hermano para que saque a
esos cazadores del bosque.
Sabes que no puedo hacer eso.
ENTONCES DEJA DE DECIRME QUE ERES CAPAZ DE
HACER CUALQUIER COSA POR MÍ. – Gritó molesto.
El
hombre llegaba a su destino, estacionó el auto y antes de que se bajara la otra
persona lo detuvo.
Te prometo que hablaré con Seto para
que retire esos hombres del lugar, lo que no puedo prometerte es que él vaya a
escucharme.
Eso es todo.
Eh…
Que si eso es todo lo que me dirás,
porque si es así, me voy.
Espera por favor.
¿Qué quieres?
Déjame ver tu brazo.
Ya te dije que estoy bien.
De acuerdo. Una cosa más.
¿Qué?
Quiero que sepas que si tienes algún
problema o desees desahogarte con alguien, puedes contar conmigo. Únicamente te
pido que vuelvas a confiar en mí, y esta vez no pienso defraudarte.
¿Lo prometes?
Te lo prometo.
Gracias. – Medio le sonrió.
Anda, vete ya antes que suene el
timbre.
Si.
¿Quieres que pase por ti después de
clases?
Si.
De acuerdo, te veo a la hora de la
salida.
Si.
******************************
Un
hombre de cabellos castaños y ojos azules, se había involucrado en la búsqueda
de ese animal.
“Esto es muy extraño, no hay ni una
pista de esa bestia. Es como si la tierra se lo hubiera tragado”.
El
equipo de búsqueda ya se encontraba en la cascada, recorrían todo el lugar
minuciosamente, el ojiazul decidió adelantarse hasta el río.
“Qué raro, alguien tocó esta trampa”. –
Pensaba para sí mismo, en lo que lo examinaba. – “No me cabe la menor duda,
alguien cayó en ella, sin embargo, ¿cómo es posible que la hayan vuelto a poner
como estaba antes? Las únicas personas que saben manejar este tipo de trampas
es mi primo y… Mokuba, tuvo que encontrar esa bestia, ese niño, ¿por qué se
arriesga tanto por un estúpido animal? No cabe duda que esa parte la heredó de
nuestra madre. Ella siempre era gentil con todos, le gustaba ayudar a las
personas, y estaba en contra del maltrato animal. Fue por esa razón, que mi
padre nos trajo a vivir aquí diciéndole a mi madre que utilizara este bosque
para traer a todos los animales salvajes que rescatara del maltrato, y fue ella
quien convirtió este lugar en un hábitat para ellos. Lamentablemente todo
cambió, yo estaba decidido en vender estas tierras, me daban una fuerte suma de
dinero por ellas, pero Mokuba me convenció para que no las vendiera, decía que
en este lugar vivía una parte de su madre, y debido a eso, no pude venderlas.
Mokuba, ¿por qué haces esto? ¿Acaso lo haces para llevarme la contraria? No
importa, encontraré ese animal con o sin tu ayuda”. – Uno de los hombres lo
sacó de sus pensamientos.
Señor, venga a ver esto.
¿Encontraron algo? – Caminaba en la
dirección que le indicaban.
Mire señor, las puntas de esos árboles
han sido arrancados.
Sí, es verdad.
Algo tan grande debió pasar por aquí.
Pero el rastro termina hasta este
lugar, y las ramas de los árboles están secas.
Todo indica que estuvo aquí por varios
días y luego reanudó vuelo.
Y no hay más árboles cortados.
Eso es lo extraño señor Kaiba, a partir
de este punto perdemos todo rastro de ese animal.
En ese caso, tenemos que estar más
alerta y buscar minuciosamente en todos los rincones, cada piedra, cada cueva
que encuentren regístrenla.
Sí señor.
Una cosa más, no molesten al resto de
los animales.
Pero señor, aquí hay mucha variedad de
ellos, hasta hemos encontrado especies que están en peligro de extinción.
¿Y?
Bueno… Su piel se podría vender a muy
buen precio.
Escucha maldito idiota, esto sólo lo
diré una vez, si le tocas un solo pelo a uno de ellos te las verás conmigo.
¿Has entendido?
Ssi… Sí señor.
Y eso también va para todos ustedes. Hay
de aquel que intente llevarse aunque sea un cachorro, y no vivirá para
contarlo.
¡A la orden señor!
Bien, hay que seguir buscando.
Si. – Respondieron todos.
******************************
En la escuela…
Un
joven de cabellos negros, se encontraba sentado en una de las bancas del jardín
de la escuela, en su cabeza tenía muchas cosas en que pensar, seguía molesto
por todo lo ocurrido en su mansión.
“Por culpa de mi hermano no pude ir a
darle de comer a Joey, el pobre se ha de estar muriendo de hambre. Solamente
espero que no decida salir de la cueva”. – Seguía sobándose el brazo donde su
hermano lo sujetó con fuerza. – “A veces creo que mi hermano es un tonto, no se
da cuenta que lo único que quiero es llamar su atención”. – Suspiró por enésima
vez. – “Extraño aquellos días donde los dos nos divertíamos, donde jugábamos
alegremente en el bosque junto con mamá. Aunque casi no tengo recuerdos de
ella, yo era muy pequeño cuando sucedió esa tragedia”. – Unas finas lágrimas
comenzaban a salir de sus ojos. – “Los extraño tanto, me hacen tanta falta… Si
mi madre viviera estoy seguro que me apoyaría en mi decisión de proteger a
Joey, lástima que mi hermano no pueda entenderlo”. – La voz de otro joven lo
sacó de sus pensamientos.
¿Estás bien?
Eh… Sí, estoy bien no te preocupes. –
Se limpiaba sus lágrimas con disimulo.
Te andaba buscando.
¿Para qué?
Para preguntarte si hacíamos juntos el
trabajo que nos acaban de dejar.
No puedo, estoy castigado. – Respondió
molesto.
¿Castigado? ¿Pero por qué? No me digas
que tu hermano te descubrió escapándote de clases.
Que te puedo decir… En parte si y en
parte no.
Entiendo… Me doy cuenta que no puedes
contarme, discúlpame por haberte molestado. – Estaba por irse pero el otro lo
detuvo.
No te vayas por favor, quiero que te
quedes haciéndome compañía.
¿Estás seguro?
Si, aunque va ser por poco tiempo ya
que el receso esta por acabarse.
No importa, aun así me quedaré.
Gracias.
******************************
En
una cueva se encontraba un pequeño niño, sentía miedo al no tener noticias de
su amigo.
“Prometió que vendría a verme, ¿dónde
estará? ¿Por qué no habrá venido? ¿Y si me abandonó aquí? No, no lo creo, algo
le tuvo que haber pasado, espero que se encuentre bien. Me gustaría poder salir
de aquí pero se lo prometí, no sé qué hacer, tengo tanta hambre. Él me dijo que
si salía, me iban a capturar, y yo no
quiero, no quiero”. – Se abrazaba así mismo tratando de tranquilizarse un poco,
en eso, escuchó voces que provenían de afuera de la cueva, apagó inmediatamente
la lámpara y se escondió tal y como le había dicho el pelinegro.
¡ENCONTRÉ UNA CUEVA! ¡VENGAN RÁPIDO!
“Hay no, si entran me van a encontrar”.
– Cerró fuertemente sus ojos deseando que esos hombres no entraran.
¿Qué encontraste?
Mira, ahí hay una cueva.
Se ve profunda y escabrosa.
¿Qué sucede? – Preguntó otro hombre al
llegar al lugar.
Rex, encontró una cueva.
¿Dónde?
Por ahí.
Sí que eres idiota, no vez lo angosto
que es, esa bestia jamás cabria por ahí.
Considero que hay que echarle un
vistazo, por si acaso.
De acuerdo, iré por el equipo, ustedes
no se muevan de este lugar.
Entendido jefe.
Continuará…
N/A: ¿Entrarán
esos hombres a la cueva? ¿Qué pasará con Joey? ¿Cumplirá el primo con su
promesa? ¿Quién será el padre de Joey? ¿Seto le quitará el castigo a su
hermano? Todas estas interrogantes se irán descubriendo en los próximos
capítulos. Mañana no se pierdan la continuación. Muchas gracias por tomarse su tiempo en leerme,
dejen sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé todas sus
inquietudes.
Me
despido de ustedes mandándoles muchos besos y abrazos virtuales desde la
distancia.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario