jueves, 16 de abril de 2020

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 10: ¿Qué o quién eres?... III parte.


Aclaración: Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Invitación: Les doy la más cordial bienvenida a todos los lectores del mundo, y a la vez agradecerles por haberme acompañado en la primera fase de este proyecto. Este día quiero invitarlos a que no se pierdan de esta nueva aventura, daré comienzo a la segunda fase, espero que sea de su agrado. Haré mi mayor esfuerzo para que esta historia sea interesante.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Casa de la familia Mutō…

Un joven de cabellos de tres colores se encontraba en una habitación sentado en una silla a la par de una cama, había pasado toda la noche en vela y aún seguía llorando.

         “Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname abuelito, por mi culpa te pusiste mal… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No debí de haber discutido con ese imbécil, bueno para nada… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor abuelito, abre tus ojos, no quiero que me dejes como mi bisabuelo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif”… – Se le venían recuerdos de lo poco que recordaba de aquella noche…

FLASH BACK

Yūgi, escúchame lo que te voy a decir pequeño.

Snif, snif, snif, snif, snif… Bisabuelito, snif, snif, snif, snif, snif… No me dejes, tengo miedo.

No llores pequeño, ahora escúchame que no tenemos mucho tiempo. – El menor asentía con la cabeza. – A partir de ahora Shādī se va a encargar de ti, él te cuidará en mi lugar, quiero que seas un buen niño y no le vayas a dar problemas a mi amigo.

Snif, snif, snif, snif, snif… No bisabuelito. – Trataba de no llorar.

Yūgi, cuando se llegue el momento, quiero que te encargues de reunir a las siete familias, diles que fui yo quien te encomendó esa tarea.

¿Y si no me creen?

Te creerán pequeño, con el medallón que te puse en tu cuello, ellos deberán creerte. 

¿Y qué debo hacer cuando los haya reunidos?

El hombre no terminó de hablar ya que el enemigo los habían sorprendidos…

¡Ahí están!

¡Mátenlos! – El soldado comenzó a disparar, viendo como corrían sus víctimas.

¡Idiota! – Expresó el General a cargo. – No dispares idiota, recuerda lo que dijo nuestro comandante, a Sugoroku lo quiere con vida.

¡Vete Shādī!

Pero comandante.

¡Es una orden! Vete de aquí, y no olvides tu misión, la micro memoria que te entregué, te dirá a donde debes ir.

Snif, snif, snif, snif, snif…Bisabuelitoooooooooooooooooooooooo… Snif, snif, snif, snif, snif… Ven conmigo por favor.

FIN DEL FLASHBACK

         “Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Era muy pequeño cuando todo ocurrió, y desde entonces mi vida nunca volvió hacer la misma… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Todo este tiempo culpé a Shādī por dejar tirado a mi bisabuelo, por no salvarle la vida… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Lo dejó en manos de esos hombres… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No le importó dejarlo morir… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por lo único que se interesó fue en cumplir con su estúpida misión… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué no lo salvó? ¿Por qué? ¿Por qué?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif”… – Lloraba a mares mientras sostenía la mano de su abuelo.

******************************

         Puedo saber qué te parece gracioso.

         Discúlpame por reírme, pensaba en lo bien que le enseñaste a tu hermano para no dejar rastro.

         Mhg…

         No me veas así, llevamos casi toda la mañana buscándolo y no hemos encontrado ni una pista de él.

         Supongo que tienes razón, Mokuba sí que supo aprender todo lo que le enseñé.

         ¿Y ahora qué haremos? ¿Cómo lo buscaremos?

         Fácil, iremos a buscar primero en los posibles lugares que eran sus favoritos cuando estaba más pequeño.

         Hay un problema. Más bien diría que dos problemas.

         ¿Cuáles?

         Los hombres que están buscando a la bestia, no te has podido comunicar con ellos porque se encuentran en las montañas, y ellos podrían lastimar a tu hermano.

         ¿Y el otro problema?

         Me preocupa que Mokuba pueda encontrar a la bestia antes que nosotros.

         Yo no me angustiara por eso, si eso llegara a suceder, es posible que la bestia no lastime a Mokuba. Sin embargo, corre más peligro con esos hombres.

         Entiendo… ¿Qué debemos hacer?

         Separarnos.

         ¿Qué?

         Ya me oíste, tú buscarás a Mokuba en las zonas bajas, y yo me dirigiré a las montañas para alertar a esos hombres.

         ¿Estás seguro?

         Por supuesto que sí.

         Bien.

         En ese caso, nos vemos en la mansión antes del anochecer.

         De acuerdo Seto.

******************************

         Tranquilo, no tengas miedo.

         ¡Grrr!...

         No voy a lastimarte, déjame ayudarte.

         ¡Grrr!...

         No, así no, conseguirás lastimarte más. – Trataba de acercarse, pero el animal le tiraba grandes zarpazos. – ¿Tienes hambre? Si me dejas ayudarte te daré algo de comer. “Aunque no tengo idea de qué es lo que le gusta”. – Esto último lo pensó para sí mismo. – Tranquilo, un poco más, baia, lograste caer en una de las trampas que puso mi hermano, fue una suerte que me encontrara cerca. – Conversaba un poco para tranquilizarlo. – Listo, ya pude quitártela.

En cuanto se vio libre, estaba por marcharse, pero no pudo al sentir su pata lastimada, y el dolor ocasionó que cayera al suelo.

         No debes esforzarte o te lastimarás más.

         ¡Grrr! – Volvió a gruñir el animal.

         Si prometes quedarte quieto, iré por el botiquín de primeros auxilios para curarte, mi pequeño campamento no está muy lejos de aquí.

         ¡Grrr!

         Te prometo que no tardaré. – Le sonrió con sinceridad. – Buen chico, ahora regreso.

Horas más tarde…

         ¿Ya te sientes mejor? – Se escuchó un ruido como si fuera un ronroneo. – Debemos irnos de aquí, no es bueno quedarnos mucho tiempo en un sólo lugar, mi hermano podría venir en cualquier momento. El problema es que no sé dónde esconderte. – Lo miró con tristeza. – Si tan sólo fueras un poco más pequeño, te ocultaría fácilmente. Tú no te preocupes por nada, ya se me ocurrirá algo. – Se ponía de pie y comenzó a arreglar sus cosas para caminar nuevamente, tenía que irse de ahí cuanto antes y borrar todo rastro de ellos. Tan metido estaba en sus pensamientos que no prestó atención a una voz.

         ¿Si me hago pequeño, me ocultarás?

         Claro que sí, pero eso es imposible, cómo te… – No terminó de hacer la pregunta ya que se sorprendió a lo que acababa de escuchar. – ¿Qué fue lo que dijiste?

         ¿Si me hago pequeño, me ocultarás?

         ¡No puedo creerlo! ¿Sabes hablar? – Estaba en shock.

         No se me permite hacerlo, pero en vista que me has ayudado en más de una ocasión es que decidí hablarte.

         ¡Guau! Que alguien me pellizque para ver si no estoy soñando.

         ¿Me tienes miedo? – Cuestionó algo inseguro.

         Eh… No, bueno… Tal vez un poquito.

         Entiendo… – Se deprimió al ver la reacción del joven. – Mi padre tenía razón, debo aprender a mantener la boca cerrada.

         No, no, no digas eso por favor, discúlpame por haberme comportado como un idiota, no es que te tenga miedo, es sólo que… Se supone que los animales no hablan. Cómo es que tú...

         Eso es algo que no me gustaría hablar.

         De acuerdo, está bien, respetaré tu decisión. Mejor dime, ¿cómo te harás más pequeño?

         Así, mira. – Extendió sus alas, cerró sus ojos y todo su cuerpo empezó a brillar, poco a poco se estaba transformando. El joven estaba con la boca abierta al ver semejante suceso anti natural que estaba presenciando en ese momento.

******************************

         Vine en cuanto supe lo que había pasado.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Agradezco que hayas venido Rebecca.

         ¿Cómo sigue tu abuelo?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aún sigue dormido.

         ¿Qué te dijo el médico? ¿Lograste hablar con él?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Si, si lo hice, y recomendó que descansara, mi abuelo no está en condición de recibir emociones fuertes. Siento que todo esto es mi culpa.

         No Yūgi, no digas eso.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y como no voy a decirlo si es así como me siento.

         Tienes que tranquilizarte Yūgi, piensa en lo que te diría tu abuelo si te ve llorar de esa manera.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero es que…

         Mira, lo primero que tienes que hacer es tratar de comer algo, Shādī me comentó que no has querido comer en todo el día.

         No debió de decirte eso.

         Cállate y escúchame. – Lo regañaba un poco molesta. – Una vez que hayas comido, te irás a descansar.

         DE NINGUNA MANERA, NO PIENSO SEPARARME DE ÉL.

         Yo me quedaré cuidándolo, ahora hazme caso a lo que te estoy diciendo.

Antes de que la otra persona respondiera, se escuchó una voz algo débil detrás de ello.

         No seas obstinado con tu amiga Yūgi, haz caso a lo que te dice.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Abuelito… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se le acercó de inmediato para abrazarlo.

         No llores pequeño.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Estaba tan preocupado que pensé lo peor... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Ya, ya, tranquilízate Yūgi, yo no tengo nada que perdonarte. Así que por favor, ya no llores.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Está bien, lo intentaré.

         Te quiero mucho Yūgi.

         Y yo a ti abuelito.

         Déjalo descansar Yūgi, ven, vamos abajo para que comas algo.

         Pero…

         Ve con tu amiga, Yūgi.

         Si, de acuerdo abuelito, te prometo que no tardaré. Vamos Rebecca.

         Hay voy, enseguida regresamos Solomon. – El hombre dio su aprobación con un asentimiento de cabeza.

******************************

Horas más tarde…

La noche estaba a punto de caer, unos hombres estaban llegando al lugar donde habían quedado de reunirse.

         ¿Lo encontraste?

         No, no pude encontrarlo. Y qué me dices tú, pudiste hablar con esos hombres.

         Si, les advertí que tuvieran mucho cuidado con mi hermano, y pobre de aquel que le logre tocar un solo pelo.

         Debemos de reanudar la búsqueda mañana temprano.

         ¿Dónde se habrá metido? Espero que no le haya pasado nada malo.

         Seto.

         ¿Qué quieres?

         Ahí viene.

El castaño al oír esas palabras sintió por un segundo como su corazón volvía a su cuerpo, lentamente comenzó a dar la media vuelta para verlo.

         Mokuba. – Corrió rápidamente para recibirlo.

         Herma… – No pudo terminar de hablar ya que el mayor le había dado tremenda bofetada en la cara.

         NO TE DIJE CLARAMENTE QUE NO TE FUERAS AL BOSQUE TÚ SOLO, EN QUE IDIOMA TE PUEDO HABLAR PARA QUE ME ENTIENDAS. – Gritaba furioso. – ERES UN MALDITO DESCONSIDERADO, NO TIENES IDEA DE LO ANGUSTIADO QUE ESTÁBAMOS CUANDO NOS DIMOS CUENTA QUE TU ANDABAS POR EL BOSQUE TU SOLO. ¿EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname Seto. – Hacia lo posible por no llorar.

         ¿Y CREES QUE PIDIENDO PERDÓN VAS A ARREGLAR LAS COSAS?

         SI PASARAS MÁS TIEMPO EN LA MANSIÓN TE DARÍAS CUENTA DE LO QUE HAGO, PERO NO, PREFIERES MIL VECES IRTE QUIEN SABE DÓNDE Y DEJARME SOLO.

         NO ME HABLES DE ESA MANERA, BIEN SABES EL POR QUÉ LO HAGO.

         LO HACES PARA NO QUERER PASAR MÁS TIEMPO CONMIGO, PORQUE LO ÚNICO QUE TE PREOCUPA ES EN GANAR MÁS DINERO, MÁS FAMA Y PODER.

         ESO NO ES CIERTO Y LO SABES.

         ERES UN MENTIROSO.

         REPÍTEME LO QUE ME ACABAS DE DECIR, ANDA MOKUBA, ATRÉVETE SI ES QUE TIENES EL VALOR.

         DIJE QUE ERES UN MENTIROSO.

El ojiazul estaba a punto de volverlo a golpear, pero esta vez tuvo que intervenir la otra persona.

         NO TE METAS EN ESTO. – Replicó mientras se soltaba del agarre.

         Me meto porque te estás pasando con tu hermano, no debiste de golpearlo.

         Es mi hermano, y tengo todo el derecho de hacerlo. – Lo miraba furioso a los ojos, sin embargo, la otra persona no se dejaba intimidar.

         Podrá ser tu hermano, pero no permitiré que le vuelvas a pegar, al menos no en mi presencia.

         Si no lo corrijo ahora, después será demasiado tarde.

         Está bien que quieras corregirlo, pero hay maneras de poder hacerlo.

         ¿Ah sí? Insinúas que lo reciba con los brazos abiertos y le haga una fiesta por lo que hizo.

         Claro que no, pero al menos deberías de hablar con él.

         Y que se supone que le diga.

         No lo sé, empieza por preguntarle el motivo del por qué se fue al bosque.

         De acuerdo, si eso es lo que quieres. – Dio un fuerte suspiro para luego decir. – ¿Por qué te fuiste sin permiso?

         Como te dije antes, tú, nunca pasas en la mansión, y no tenía a nadie más a quien decirle.

         Debiste esperar a que llegara.

         No sabía si ibas a tardar en regresar, en todo caso me mentiste, dijiste que dejarías en paz a ese pobre animal.

         Otra vez con lo mismo. ¿Cuántas veces tengo que repetirte que ese animal es muy peligroso?

         Él no es peligroso, ni agresivo, tampoco…

         Ya basta, ya escuché bastantes tonterías. Estoy cansado que lo defiendas todo el tiempo.

         Y yo estoy cansado de tus mentiras.

         ¿En qué te he mentido? Lo dices como…

         Estando en el bosque encontré a tus cazadores, y también los vi a ustedes.

Ambos se sorprendieron por lo que le menor les contaba.

         ¿Escuchaste todo? – Se atrevió a preguntar uno de ellos.

         Si primo, incluso escuché como ustedes lo quieren llevar a un laboratorio. Y eso me parece algo muy cruel de su parte.

         No estás en posición de decirnos nada.

         Pero…

         Será mejor que te vayas a tu cuarto, mañana te diré el castigo que tendrás por desobedecerme.

         Está bien. – Caminó cabizbajo hacia dentro de la mansión.

         Fuiste muy duro con Mokuba.

         Lo sé, es sólo que… Al verlo que venía como si nada, eso me enfureció bastante. Pensé, cómo era posible que viniera tan tranquilo mientras que yo me moría de la preocupación al no poderlo encontrar.

         Mhg… Al menos mira el lado positivo.

         ¿Cuál?

         Que tu hermano ya sabe cuidarse solo, y que tus enseñanzas no fueron en vano.

         Supongo que tienes razón.

         Mokuba, es un joven suficiente maduro para su edad.

         El sigue siendo un niño. – Lo miró molesto.

         Un niño al que no pudimos encontrar en el bosque.

El castaño no dijo nada, únicamente sonrió en su interior.

         “Estoy orgulloso de ti, hermano”. – Pensó para sí mismo.


Continuará…



N/A: ¿En qué se habrá transformado la bestia? ¿Suspenderán la búsqueda? ¿Cambiará Yūgi, su comportamiento? ¿Tienen alguna idea que clase de animal es? ¿Quién será el primo misterioso? Todo esto y más lo irán descubriendo en los próximos capítulos. No olviden dejar sus comentarios, nos leeremos mañana.

Me despido de ustedes muy cariñosamente.


Atte.:

           KAT.



No hay comentarios:

Publicar un comentario