viernes, 28 de febrero de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…





Capítulo 5: No puedo dejar de amarte… II Parte…


Notas del capítulo: Las personas suelen hacer promesas, y no le dan importancia a lo que dicen o prometen. Sin embargo, hay quienes que sí saben el valor y la fuerza que tiene esta simple palabra. Se dice que en los tiempos pasados cuando alguien prometía algo, lo cumplían ya que daban a entender los hombres que eran y así salvar su reputación y honor como caballero. Pero ahora, todo eso cambió, por eso, uno antes de prometer algo, debe pensar muy bien si va a cumplir con esa promesa o si sólo será un cheque más que no se podrá liquidar…


Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

******************************

En algún lugar de Ciudad Domino…

Un hombre conducía tranquilamente por las calles de Ciudad Domino, a la par suya le acompañaba otra persona, desde el momento en que el otro se subió, ninguno de los dos había dicho ni media palabra, se podía percibir que el ambiente estaba muy tenso, finalmente uno de ellos decidió romper con el silencio antes de que llegaran a su destino…

Cof, cof, cof…. – Carraspeó un poco su garganta antes de poder hablar. – ¿Puedo hacerle una pregunta?

Ya comenzaba a creer que usted seguía molesto por lo que hablamos anoche, no se preocupe, puede hacerme las preguntas que quiera.

La verdad es que sigo un poco molesto por todo esto, me parece muy injusto que el señor Kaiba lo esté vigilando como si se tratase de un delincuente, y lo peor aún es que usted se preste para hacerlo. Yo creo que se ahorraría muchos problemas si dejara a un lado su estúpido orgullo y fuera de una vez por todas a buscarlo para hablar con él.

Usted no entiende, es más fácil decirlo que hacerlo, aunque no lo crea, no es tan sencillo como aparenta. Tú no conoces el carácter del señor Kaiba, y no sé hasta qué punto sabe lo que pasó entre ellos.

Hasta donde sé, sólo puedo decirle que su Jefe es un grandísimo idiota. Ese muchacho, es incapaz de engañar a su esposo, eso lo sé porque he permanecido todo este tiempo a su lado. No entiendo por qué tiene que defender tanto al señor Kaiba.

Créame que tengo mis razones personales para hacerlo, y debo admitir que usted tiene toda la razón en todo lo que ha dicho, antes, yo pensaba que el joven Wheeler lo único que deseaba era apoderarse de la fortuna de mi jefe, yo lo miraba como una persona oportunista, chantajista, y vividora, lo miraba como un parásito de la sociedad. Pero con el tiempo, fui conociéndolo más y más y me di cuenta que yo tal vez estaba equivocado por todas las cosas que pensaba de él.

¿Pero?

Hasta que apareció usted… – Respiró hondo y siguió con la conversación. – Siempre los miraba juntos, siempre llegaba al departamento del joven Ryou, y el primero en salir a la puerta para recibirlo era él, también lo buscaba en su trabajo, lo invitaba a comer y fue cuando nuevamente saqué conjeturas antes de tiempo. – En eso se escuchó una estruendosa carcajada de burla….

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Perdóneme por befarme de usted, me parece ridículo que pensara eso de él. ¿Yo, enamorado de ese joven? Sí que suena gracioso. – En cuanto dijo eso último, había dejado de reír, quedando en silencio, y muy serio.

¿Qué sucede? ¿Por qué de pronto puso esa cara? – Empezó a molestarlo, notando que no le prestaba atención.

No, por nada en especial. – Contestó un poco molesto.

Entonces dígame, ¿qué era lo que me iba a preguntar hace ratos?

******************************

Amor, viniste, muchas gracias por hacerlo.

Me puedes explicar, ¿qué haces aquí? Y, ¿quién es él? – Señaló al dueño del departamento muy enojado, y celoso al mismo tiempo.

Por favor amor, cálmate, no te pongas celoso, déjame presentarte.

Ryou, quiero presentarle a Noah, Noah, él es Ryou.

Hola mucho gusto. – Sonrió el albino, mientras que le ofrecía la mano para saludarlo.

En este mismo momento nos vamos de aquí Mokuba Kaiba, no entiendo qué diablos puedes estar haciendo en un lugar como éste. – Decía despectivamente.
¡Ya basta Noah! No voy a permitir que hables de esa manera, y menos en el departamento de Ryou.

¡Ja! ¿Y todavía lo defiendes? No puedo creerlo, esto es el colmo.

Será mejor que yo los deje a solas para que puedan hablar en privado. – Se atrevió a decir el albino.

De ninguna manera Ryou, puedes quedarte, ya que yo no tengo nada que ocultar, así que Noah, lo que tengas que decirme, tendrás que hacerlo enfrente de mi amigo.

¿Para eso me llamaste no es así? Para que pudiera conocer tú nueva conquista. ¿Verdad?

¿Pero de qué demonios estás hablando Noah?

No te quieras pasar de listo conmigo Mokuba, todos en la Universidad se rumoran que tú estás saliendo con alguien más. Ahora entiendo todas esas llamadas tan misteriosas que recibías casi a diario. – La voz del hombre se escuchó melancólica.

Noah, escúchame por favor, déjame explicarte.

Perdóname Mokuba, pero no hay nada más de qué hablar. Al parecer creo que hice bien en venir, para verlo con mis propios ojos.

Si no quieres escucharme, entonces, acompáñame para que veas a alguien. Por favor amor, no quiero que entre nosotros haya malos entendidos.

De acuerdo, vamos.

******************************

Sabe que Joey, ¿está embarazado?

Sí, lo sé.

Entonces, ¿ya lo sabe el señor Kaiba?

No, aún no se lo he dicho. – Volvió a ver a la otra persona. – Vamos, no ponga esa cara, aunque no me lo crea, él no lo sabe, y ya que tocó ese asunto, voy a pedirle que por favor no le diga nada al respecto.

Y puedo preguntar, ¿por qué no se lo ha dicho todavía? ¿No se supone, qué si lo está vigilando a diario, debería de entregar un informe completo de todo lo que usted ve?
En efecto así es, pero ese asunto es muy delicado, no puedo llegar y decirle… ¡¡¡¡FELICIDADES SETO, TE CUENTO QUE VAS HACER PAPÁ!!!! – Exclamaba con sarcasmo, haciendo que el albino medio sonriera al ver los gestos que el otro hacía.

Apoyo su punto de vista, en ese caso tendré que agradecérselo.

¿Y eso por qué?

Por guardar el secreto. Por alguna razón, Joey no quiere que su marido se entere que espera un hijo de él.

Pues… A como están las cosas, yo creo que por el momento así debe ser. – Su voz sonó entre apenado y triste. – Admiro mucho a ese muchacho, verlo todos los días salir a trabajar bien temprano, y esforzarse mucho para poder salir adelante por su cuenta, no ha de ser nada fácil.

Creo que la causa por la cual hace todo eso es por su hijo. – Respondió melancólico. – Todavía recuerdo el primer día que lo conocí, cayó en una terrible depresión que ni se imagina.

Ahora lo entiendo todo. – Susurró para sí mismo.

¿Qué cosa? – Preguntó con curiosidad, dándole a entender que lo había escuchado.

Ahora se, el motivo por el cual él no salía del departamento de Ryou.

Ese bebé, lo es todo para Joey.

Bueno, ya estamos llegando, antes de entrar, recuerde todo lo que hablamos, y aunque las cosas se pongan feas, no vaya a decir nada sobre su embarazo.

Por favor Marik, no sabe con quién está tratando, ni aunque su jefe me mandara a torturar, créame que yo no diría nada al respecto. Soy como una tumba.

El hombre de pelo cenizo, no supo por qué, al oír esas palabras le causaron un gran escalofrío en todo su cuerpo. ¿Quién era realmente ese hombre? ¿Por qué no pudo encontrar mucha información sobre él? ¿Acaso sería un hombre que en su pasado era sumamente peligroso? ¿Habrá venido a Ciudad Domino huyendo de su País? – Todas y cada una de estas preguntas las pensaba para sí mismo.

******************************

Departamento de Ryou…

¿Querías que viera a Joey? ¿Por qué, no lo entiendo?
En estos momentos están teniendo problemas, mi hermano echó a Joey de su mansión, y yo tuve que buscarlo por mi cuenta. Ahora entiendes por qué recibía esas llamadas misteriosas como tú me lo acabas de echar en cara. – Expresaba algo molesto.

No tenía idea que tu hermano, y Joey estuvieran peleados. Perdón, qué pena, creo que me porté como un maldito cretino. – Bajó la mirada de lo apenado que se sentía. – ¿Por qué no me dijiste nada al respecto Mokuba? Te hubiera apoyado en todo.

Perdóname Noah, tienes razón, creo que debí de habértelo dicho desde un principio. Yo no estaba seguro si podía confiar en ti, temí a que se lo fueras a decir a mi hermano.

¿De dónde sacaste esa idea de que yo se lo podría decir a tu hermano?

PORQUE TÚ NUNCA PUEDES GUARDAR SECRETOS, SIEMPRE TIENES QUE ANDAR DE CHISMOSO CONTANDO LAS COSAS DE LOS DEMÁS SIN EL PERMISO DE NADIE. – Gritó a todo pulmón, sin darse cuenta que había lastimado al peli verde, y cuando vino a reaccionar, ya había sido demasiado tarde. – Noah, yo… Lo lamento, no quise decir eso.

Está bien Mokuba, ya sé por qué lo dices, veo que nunca lograrás perdonarme por lo que hice ese día, ¿verdad?

Chicos, cálmense por favor, a mí nunca me ha gustado verlos pelear. Así que por favor les voy a suplicar que no se peleen. – El rubio trataba de tranquilizar las cosas.

Perdón Joey, tienes razón, perdóname tú también Noah.

No tengo nada que perdonarte, en todo caso, quien se debe de disculpar soy yo. Sé que te he fallado, pero debes creerme que cuando te digo que confíes en mí es porque realmente deseo que lo hagas.

Te prometo que de ahora en adelante, te tomaré más en cuenta.

Así está mejor, recuerden que ustedes han sido amigos inseparables desde el primer día en que se conocieron. – Sonreía el rubio tiernamente.

Joey, hay algo que debo decirte.

******************************

Dos hombres iban subiendo por un elevador, para ellos el recorrido era interminable, y como siempre nadie decía nada. Se dirigían al último piso del edificio, uno de ellos iba un poco nervioso, mientras que el otro iba de lo más tranquilo, después de un rato el elevador se detuvo y las puertas se abrieron, ambos salieron del ascensor y caminaron por un largo pasillo que al final se encontraba un escritorio vacío…

Al parecer únicamente estamos usted, yo y mi Jefe que nos espera…

¿Me vas a decir que despachó a todos los empleados de su Compañía simplemente porque veníamos nosotros?

¿Qué te puedo decir? Es así como él hace las cosas…

¿Pero quién se ha creído?

Bueno, será mejor que entremos a su oficina… ¿Está listo?

Sí, terminemos con esto de una buena vez por todas.

******************************

¿Qué sucede Mokuba?

Pues… Noah, y yo… Noah y yo, somos novios. – Al decir esto último, el pelinegro se sonrojó.

Muchas felicidades, ya era hora de que ustedes por fin anden juntos. ¿Cuánto tiempo tienen de ser novios? ¿Por qué no me lo habías dicho?

Hace dos años que estamos saliendo, al menos lo intentamos, y tú eres la primera persona en saberlo.

¿Qué? ¿Cómo? No entiendo, explícame bien eso de que al menos “lo intentan” – Hacía señales con sus dedos de entre comillas. – ¿Y qué soy la primera persona en saberlo? No me digas que, ¿tú hermano no lo sabe?

Verás Joey… – Decidió hablar el peli verde. – Ni yo mismo se por qué Mokuba ha mantenido nuestro noviazgo en secreto, y últimamente hemos tenido problemas de comunicación, por así decirlo. Y pues…

La verdad, es que no entiendo por qué dos personas se tienen que enamorar si al final de cuentas van a terminar peleados, ofendiéndose, y por último separándose. – Comentó con rabia el pelinegro, en cambio la otra persona entendió a la perfección sus palabras, y acercándose a su amigo le dijo:

Porque eso se le llama: Amor. ¿De qué sirve tener a una persona a tu lado y que ésta no se preocupa por ti? Si realmente amas a alguien, haces el todo por el todo para ver feliz a esa persona, el amor es un sentimiento muy bello Mokuba, no huyas de él, y no lo veas como a tu peor enemigo. Cuando dos seres se aman profundamente, es normal que habrá peleas, se gritarán, se dirán palabras crueles, y dolorosas y quizás terminen por separarse. Pero, si ambos son comprensivos uno con el otro, y se dan cuenta de sus errores, se pedirán perdón y comenzarán de nuevo. No permitas que el amor que hay entre ustedes se muera, ambos deben de cuidar de ese sentimiento, y poner de su parte para que funcione su relación. Recuerda que una relación es entre dos y no entre una.

Ambos jóvenes se quedaron boqui abiertos al escuchar hablar a su amigo, dándose cuenta que había logrado madurar todo este tiempo. Ya no era aquel muchacho que solía hacer las cosas sin pensar. Ahora era un hombre totalmente diferente, pero seguía siendo el mismo chico sencillo de siempre.

¿Tú sigues amando a mi hermano Joey? Después de todo lo que pasó entre ustedes, ¿lograrías perdonarlo?

Claro que si Mokuba, yo todavía sigo amando a tu hermano, y estoy seguro de que él me sigue amando también, y aunque estemos separados y enojados uno con el otro, yo perdoné a Seto hace mucho. – Le sonrió tiernamente a su amigo.

Mi hermano tuvo mucha suerte de haberte conocido, gracias Joey, gracias por querer tanto a mi hermano, y por no guardarle rencor.

******************************

En KC…

Buenas tardes Seto, quiero presentarte a…

Es este el hombre del que me hablaste. – Interrumpió de golpe la conversación del otro.

Así es, él es la persona de quien yo…

Puedo saber, ¿por qué demonios merodea tanto el departamento de ese estúpido fracasado?

Mire señor Kaiba, eso a usted en definitiva no le incumbe. – Ambos se miraban de una manera desafiante.

Mientras ese perro siga viviendo ahí, me concierne todo lo que pase dentro de ese mediocre departamento.
El albino volteó a ver por un segundo al hombre con el que había llegado y le susurró…

¿Perro? ¿De qué perro habla?

Se refiere a Joey. – Le contestó de la misma manera.

¿Y bien? Sigo esperando una respuesta.

Si de verdad quiere obtener respuestas, le voy a pedir que no se exprese de esa manera, sobre todo cuando se dirija a Ryou, él no es ningún fracasado.

A mí no me importa ese tal Ryou, lo que me interesa saber es por qué visita a diario ese maldito lugar. ¿Tiene algo que ver con ese Perro?

Escuche bien señor Kaiba, si sigue con ese carácter tan pésimo no llegaremos a ningún lado. ¿Cómo es posible que le diga perro a su esposo?

ESE PERRUCHO NO ES MI ESPOSO, NO MIENTRAS SE REVUELQUE CON USTED O CON QUIEN SEA QUE SE ESTÉ REVOLCANDO. – Gritó el CEO, ese hombre ciertamente lo estaba sacando de quicio.

YO NO TENGO NADA QUE VER CON JOEY, ALLÁ USTED SI ME CREE O NO. DEBERÍA DARLE VERGÜENZA QUE USTED LO ESTÉ VIGILANDO DÍA Y NOCHE COMO SI FUERA UN VULGAR LADRÓN, YA QUE TIENE TIEMPO PARA ESO… PORQUE NO MEJOR VA DONDE ÉL Y PLATICAN COMO PERSONAS CIVILIZADAS. Y OTRA COSA… – Apretó sus manos con fuerza haciéndolas puño. – USTED NO SE MERECE A JOEY, HASTA ME COMPADEZCO DEL POBRE MUCHACHO POR HABERLO SOPORTADO TANTO TIEMPO.

El hombre moreno de pelo cenizo, se quedó atónito al escuchar al albino discutir de esa manera con su Jefe, nadie, absolutamente nadie se atrevería hablarle así, si realmente apreciaba su vida.

******************************

Mokuba, creo que Joey tiene mucha razón en lo que acaba de decir, sé que de alguna manera destruí tu confianza, pero yo... – Bajó un poco la mirada. – No puedo dejar de amarte, y me gustaría saber si tú... Si tú estás dispuesto a seguir con nuestra relación, y que puedas perdonarme algún día.

Noah, no tienes que disculparte… – Empezaba a avergonzarse. – Soy yo quien debe de disculparse, discúlpame por haberte hecho a un lado todo este tiempo, lamento mucho no haberle dicho a mi hermano, y por no confiar en ti. Pero es que… La verdad, no me gustaría pasar por lo mismo que está pasando mi hermano. Cada vez que veo a Seto como sufre tanto por dentro como por fuera, eso me hace pensar que no tiene caso seguir con una relación que a la larga terminaremos por separándonos e incluso podemos llegar hasta odiarnos. Sé que mi hermano a veces es un cabeza dura, pero puedo entender por qué se comporta así.

Mokuba, lo que te voy a decir te sonará patético. – Cerró levemente los ojos, como si buscara las palabras adecuadas. – Yo no soy tu hermano, tampoco te digo que no tendremos peleas, es obvio que las tendremos, que discutamos, que nos enojemos, pero recuerda lo que Joey nos acaba de decir… Si de verdad nos amamos, juntos podremos superar cualquier obstáculo que se nos vaya presentando en la vida.

Creo que tienes razón, ambos la tienen. A partir de ahora ya no habrá más secretos entre nosotros, y empezaré por decirte algo de mucha importancia, tanto para mí como para Joey.

Y, Puedo preguntar… ¿Qué es?

******************************

¡¡¡¡MALDITA SEA!!!! ¿CÓMO SE ATREVE HABLARME DE ESE MODO? ¿ES QUE ACASO NO SABE QUIÉN SOY YO? – Gritaba un hombre furioso. – A NADIE, ÓYEME BIEN… A NADIE LE PERMITO QUE ME HABLEN ASÍ, MUCHO MENOS USTED.

PUES YA SE DIO CUENTA QUE SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ PARA TODO. AHORA ESCÚCHEME USTED A MÍ, NO LE PERMITIRÉ QUE VUELVA A OFENDER A RYOU NI A JOEY, NI TAMPOCO VOY A PERMITIR QUE LES HAGA DAÑO. ¿ME ENTENDIÓ?

AQUÍ EL ÚNICO QUE IMPONE LAS CONDICIONES SOY YO. Y DE UNA VEZ LE DIGO… MÁS LE VALE QUE SE QUITE DE MI CAMINO O SI NO… CONVERTIRÉ SU PATÉTICA VIDA EN UN VERDADERO INFIERNO.

¿ES UNA AMENAZA, O ES UNA ADVERTENCIA?

TÓMELO COMO QUIERA, MALDITO INFELIZ.

A MÍ NO ME AMENACE SEÑOR KAIBA, USTED NO ME CONOCE, Y NO SABE DE LO QUE SOY CAPAZ DE HACER. – Lo miraba fríamente a los ojos.

Kaiba, cálmate por favor, a los dos les digo que se estén quietos. No resolverán nada si siguen discutiendo de esta manera. – Intervenía el hombre moreno, que estaba estupefacto como los dos se miraban a muerte, y de cómo ninguno de los dos daba su brazo a torcer.

******************************

Antes que nada, debes prometerme que no se lo dirás a nadie, ni siquiera a mi hermano.

Te doy mi palabra, te prometo que no se lo diré a nadie. Dime de una vez de qué se trata.

Voy a ser tío. – Habló muy contento, y emocionado con una sonrisa de oreja a oreja.

Disculpa, ¿qué dijiste? ¿Acaso escuché bien?

Dije, que voy a ser tío, Joey está esperando un hijo de mi hermano.

¿Es en serio? Wow… No puedo creerlo.

¿Es todo lo que dirás? – Decía el pelinegro en forma de burla.

Esa sí que es una buena noticia, no sé qué decir, me he quedado sin palabras. – Reía nerviosamente llevándose una mano atrás de su cabeza.

Bueno, al menos di que estas contento por la noticia.

Déjalo ya Moki, no vez que aún está sorprendido por lo que le acabas de decir. – Intervino el ojimiel.

Lo siento Joey, muchas felicidades.

No te preocupes Noah, Mokuba también reaccionó igual. – Comenzaba a reírse alegremente.

Sé que te había prometido estar juntos este día, pero debía de estar aquí, tenía que ver a Joey para poder hablar con él, y fue así de cómo me enteré de su embarazo.

Muchas gracias Mokuba por haberme tomado en cuenta, y les agradezco por compartir este momento tan especial conmigo.

No hay nada que agradecer Noah, sino todo lo contrario, gracias a ti por estar conmigo en este momento y por apoyarme. Te amo Noah.

Yo también te amo Mokuba.

******************************

A MÍ NADIE ME DICE QUE ME TRANQUILICE, YO PUEDO HACER Y DESHACER LO QUE SE ME DA LA REGALADA GANA, CON TAN SÓLO UN CHASQUIDO DE MIS DEDOS PUEDO MANDAR A DESAPARECER A ESTE MALDITO DESGRACIADO DE LA FAZ DE LA TIERRA. – Gritaba furioso.

¿Y USTED CREE QUE YO LE TENGO MIEDO? DE UNA VEZ LE ACLARO QUE SI ESTOY AQUÍ ES POR MI VOLUNTAD, NO PORQUE USTED LO HAYA ORDENADO.

Por favor Bakura no lo provoque, mejor dígale lo que quiere saber, y podrá irse de aquí. – Intercedió el peli cenizo para que las cosas no se siguieran complicando. – Y tu Seto, deberías de ser un poco más indulgente en hacerles tus preguntas.

Solamente porque usted me lo pide lo haré. Y bien, Señor Kaiba, ¿para qué me mandó a llamar? – Expresó sarcásticamente.

El castaño respiró profundamente para poderse calmar un poco, al parecer su amigo Marik tenía razón, discutiendo de esa manera no iban a llegar a ninguna parte. 

No suelo repetir las cosas dos veces, pero en este caso haré una excepción. ¿Por qué visita todos los días el departamento de Ryou? ¿Usted tiene algo que ver con mi esposo? – Esto último lo había dicho entre dientes.

Ryou, es un joven que trabaja para mí, es un muchacho muy responsable, y trabajador, por eso es que de vez en cuando lo ayudo en algunas cosas. Y como le dije anteriormente, yo no tengo nada que ver con su esposo, él, y yo sólo somos amigos, ese joven es muy carismático lo conocí hasta hace poco, más bien cuando se fue a vivir con Ryou.

¿Le ha comentado del por qué está viviendo ahí?

Tengo entendido que ustedes tienen problemas de pareja, yo no me ando metiendo en las vidas de las personas, pero Joey me dijo que usted lo trató muy injustamente. Y le daré un consejo, no ganará nada actuando de este modo tan despreciable. Yo en su lugar, buscaría la manera de hablar con él.

Ahórrese su consejo para alguien que le interese, y usted mismo lo acaba de decir, será mejor que no se meta, lo que haga o deje de hacer es mi problema. Le haré una última pregunta.

¿Cuál?

¿Alguna vez lo ha visto salir con alguien más, aparte de usted y de Ryou?

Pocas veces lo he visto salir con sus amigos, al parecer no le gusta salir mucho del departamento.

El CEO, medio sonrió al escuchar eso.

Eso es típico de él, casi no le gustaba salir de casa. – Su voz sonó entre cortada y melancólica, recordando a su cachorro que siempre lo esperaba cuando él llegaba a la mansión después de trabajar.

Señor Kaiba, puedo imaginarme lo que siente en estos momentos, pero… Debería de hacer a un lado su orgullo, no me parece justo que usted lo vigile como si fuese un criminal, si de verdad lo ama, debería de escucharlo.

Señor Bakura, ya puede irse, nada de lo que diga cambiarán las cosas. Ese perro tocó fondo desde el día en que lo vi con esa ramera.

El hombre albino lo miró con tristeza, dio un fuerte suspiro para luego decir…

Sólo espero que sepa lo que está haciendo, y que ambos puedan perdonarse mutuamente.

El hombre estaba por marcharse, cuando escuchó la voz del ojiazul.

Está por demás decirle que no le diga nada a Joey ni a Ryou. ¿Verdad?

No se preocupe, no les diré nada, por mí no lo sabrán nunca. – Al decir esto último el hombre salió de la oficina.

******************************

Las horas pasaron volando, el tiempo ni se había sentido en el transcurso del día. La noche caía sobre toda la ciudad, muchas personas se dirigían a descansar a sus hogares después de una larga y cansada jornada de trabajo, mientras que otros, simplemente se la pasaban platicando muy amenamente con sus amigos sin percatarse de la hora que era.

Lamento mucho lo ocurrido, creo que me porté como un verdadero cretino delante de usted, y en su casa.

No se preocupe, ya todo está olvidado. Me alegra que todo se haya solucionado. 

Sí, yo también, aún me siento muy avergonzado. – Medio sonreía.

Creo que lo mejor es empezar de nuevo. Hola, mi nombre es Ryou. – Le extendía la mano.

Hola señor Ryou, mi nombre es Noah. – Le estrecha su mano, para corresponder al saludo.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, por favor, no sea tan formal. Llámeme Ryou, simplemente Ryou.

De acuerdo. – Contestó cortésmente. – Usted de igual forma puede llamarme Noah.

Me parece bien. ¿Se quedarán a cenar?

Creo que no, tal vez en otra ocasión. Se está haciendo tarde, es mejor que vaya a decirle a Mokuba que nos tenemos que ir.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, de seguro no ha sentido el tiempo estando con Joey ahí dentro de la habitación.

Es lo más probable, y con eso de que pasó la noche aquí, de seguro su hermano ha de estar muy preocupado por él.

¡Es verdad! Lo había olvidado por completo. Iré a decirle que tú ya te quieres ir.

Espera, será mejor que yo vaya personalmente.

Está bien.   

******************************

En algún lugar de Ciudad Domino…

Un hombre de cabello castaño y ojos azules, estaba llegando a su destino, había sido un día muy largo y cansado para él. Tenía muchas cosas en qué pensar, la última conversación que tuvo con su amigo le estaba inquietando bastante. Suspiró por enésima vez para tratar de relajarse, finalmente, llegó a la mansión en donde algunos de sus empleados ya lo estaban esperando en la puerta principal para recibirlo.

Muy buenas noches, Señor Kaiba. 

Bienvenido a casa Señor.

La cena ya está lista para servirse en la mesa Señor.

¿Desea que le prepare el baño Señor?

Cosas como estas era lo que se escuchaban por parte de los empleados, pero él como siempre no respondía a nada, y simplemente se limitaba a caminar. En cuanto entró a la mansión, miró a su alrededor y dijo:

¿En dónde está mi hermano?

Todos los empleados temieron en responderle, hubo un breve silencio y uno de ellos decidió hablar…

El joven Kaiba todavía no llega Señor, no hemos sabido nada de él desde ayer.

El CEO puso cara de pocos amigos, frunció el ceño y con voz muy molesta expresó:

Será mejor que todos se vayan a descansar, quiero estar a solas y que nadie me moleste.

Sí Señor, con su permiso.

Todos los sirvientes comenzaban a retirarse dejando solo al dueño de esa elegante mansión, mientras que el hombre caminaba hacia la sala de espera. Estando en completo silencio, recuerdos se le venían a su mente sobre la última conversación que tuvo con su amigo.

FLASH BACK

¿Qué piensas sobre él?

¿A qué te refieres?

¿Crees que fue sincero?

¿Por qué me preguntas eso?

Por favor, te conozco muy bien, no lo hubieras dejado ir así nada más si no le hubieses creído ni una sola palabra.

Es verdad, digamos que  lo vi muy convincente en todo lo que me dijo.

Y ahora, ¿qué harás? ¿Hablarás con Joey?

De ninguna manera me iré arrastrando ante ese perro callejero, aún es temprano para cantar victoria, tarde o temprano ese perro caerá. Y yo quiero estar ahí para cuando se llegue ese momento, para poder disfrutarlo. – Medio sonreía con un deje de maldad.

El otro hombre se limitó en dar un fuerte suspiró, se le acercó a su amigo, puso su mano sobre su hombro para luego decirle:

¿No crees que en ocasiones hay que dejar las cosas tal y cómo están?

De ninguna manera Marik, ese perro no sólo destruyó mi confianza, sino que además me traicionó, y eso… Eso es algo que nunca podré perdonarle.
Amigo, no me gusta verte así, y ese odio que sientes no te conducirá a nada bueno.

¿Tú qué harías en mi lugar?

La verdad. – Lo miró fijamente a los ojos. – Hablaría con mi esposo, y le pediría una explicación, aunque me esté muriendo de rabia por dentro.

He ahí nuestras diferencias, tú sueles controlar tu carácter, en ocasiones sueles ser blando, y te dejas llevar por esos estúpidos sentimientos. En cambio yo…

Tú podrías ser diferente, si tan sólo te lo propusieras, no ganas nada en hacer lo que estás haciendo.

¿Y qué quieres que haga? ¿Qué deje las cosas así como están? ¿Fingir como si nada de esto pasó? ¿Qué vaya con ese muerto de hambre a decirle que puede regresar a la mansión porque todo ya está olvidado? Anda, respóndeme Marik. – Lo miraba fijamente a los ojos.

En ningún momento te he dicho que te olvides del asunto, únicamente te aconsejo que busques la manera de arreglar esta situación. No te has preguntado… ¿Qué tal vez todo sea un mal entendido?

Por supuesto que me lo he preguntado muchas veces, no voy a negar que él quería darme una explicación, quizás otro más de sus absurdos pretextos. El hecho es que si realmente no había nada entre ellos, la mujer hubiera tenido la cortesía de quedarse, pero la muy descarada simplemente se fue como si  nada.

Pero era tu esposo Seto, tú obligación era escucharlo. Y…

¿Desde cuándo te volviste en su defensor, eh? ¿Acaso lo estas justificando? O ¿Hay algo más que no me has dicho?

No soy su defensor, y tampoco lo estoy justificando, lo que quiero decir es que si él te estuviera engañando, esa mujer ya lo hubiera buscado de nuevo.

Tú limítate en hacer tu trabajo, verás que con el tiempo me darás la razón.

No sabes cómo deseo que tú tengas razón, y que yo no la tenga.

FIN DEL FLASHBACK

“No sé por qué tus últimas palabras me han inquietado demasiado, siempre sueles darme la razón a mí. Pero ahora… Te he notado algo diferente, tu comportamiento no ha sido como es de costumbre, a veces pienso que debería de escuchar mi corazón, y salir corriendo a buscarlo, pero sé que no debo hacerlo, no puedo hacerlo, porque sé que te lastimaría cachorro, y la verdad es que no me gustaría llegar a ese extremo. Ya lo hice una vez, y no quiero hacerlo de nuevo”. – Dio un fuerte suspiro. – “Por esa razón, es que prefiero vigilarte en silencio, y en secreto, seguir tus pasos sigilosamente y observarte mediante los ojos de otra persona. Algo me dice que tarde o temprano sabré quien es ella”… – Sus ojos comenzaron a humedecerse. – “¿Por qué? ¿Por qué me engañaste? ¿Tan mal esposo fui contigo? ¿Tan mal me porté? ¿Por qué me juraste amor eterno si realmente no me amabas? Sé que cometí muchos errores, y que una vez logré lastimarte, y me sigo arrepintiendo por lo que sucedió ese día. Pero creo que no es motivo para que me engañaras,  bien sabes que te di todo, siempre procuraba estar cuando tú más me necesitabas. ¿En qué fallé? Tal vez mi único error fue el haberme entregado en cuerpo y alma a ti. Y ahora, ya nada puedo hacer, y simplemente me resta esperar, aunque la verdad me haces mucha falta”. – Todo esto lo pensaba para sí mismo, mientras que observaba por la ventana, mirando hacia el jardín principal.

******************************

Buenas noches.

Buenas noches Bakura.

Discúlpame por llegar a esta hora de la noche.

No se preocupe, no tiene que disculparse.

Quería saber cómo estaba Joey.

Él se encuentra bien, lo malo es que casi no pudo descansar en todo el día.

Sí, me imagino.

¿Le gustaría comer algo?

Pues yo… No quisiera molestar, y…

De ninguna manera, no es ninguna molestia.

Bueno, en ese caso, acepto, me muero de hambre.

Enseguida le traeré la comida.

¿Me dejas ayudarte Ryou?

El albino menor medio se sonrojó, mientras que asentía levemente con la cabeza. Una vez estando en la cocina, ambos platicaban muy amenamente.
Wow… La cena estuvo deliciosa.

Me alegra que le haya gustado. – Contestó bastante apenado.

No me digas que… ¿Tú cocinaste?

Sí, así es.

Pues déjame decirte que eres un buen cocinero. – Sonreía amablemente.

No es para tanto. – Respondió algo nervioso. – Bakura, puedo preguntarle algo.

Claro Ryou, ¿qué sucede?

Pues… Yo… Verá… Es que… – Buscaba las palabras correctas para poder expresar lo que quería decirle.

Oye tranquilo, puedes preguntarme lo que sea.

¿Por qué usted es tan amable conmigo?

¿A qué te refieres?

Me refiero a que usted me trata diferente que a los demás empleados, y la verdad es que no me gusta que mis compañeros de trabajo piensen que usted tenga preferencias conmigo.

¡Ah! Entiendo…

Por favor, por favor no se enfade conmigo. – Suplicó algo temeroso.

No te preocupes, no estoy enfadado contigo, yo lo único que hago es poderte ayudar un poco, tú sabes, con eso de que tienes que estar pendiente de Joey, no ha de ser nada fácil para ti. Pero si usted quiere, no seré tan condescendiente contigo, al menos no enfrente de los demás empleados. ¿Qué dices? ¿Estás de acuerdo?

Pues yo… No sé qué decir…

Sólo dime si aceptas o no. – Medio le sonrió para infundirle algo de valor.

Me da mucha pena con usted, y no quiero que vaya a pensar que me estoy aprovechando de su gentileza.

De ninguna manera Ryou, jamás pensaría algo así de ti.
Pues en ese caso, no me da otra elección más que de aceptar.

Muchas gracias Ryou.

No, al contrario, gracias a usted por ayudarme a mí y a Joey.

Creo que lo mejor será que me vaya, para que puedas descansar.

Le agradezco mucho que haya venido, y que esté pendiente de nosotros.

No hay nada que agradecer, para mí es un placer poderlos ayudar en algo.

Ambos hombres se dirigían a la puerta principal, para terminar de despedirse.

Buenas noches joven Ryou.

Buenas noches Bakura.

******************************

¡Rayos! Ahora sí que estoy frito, mi hermano va a matarme.

Quieres tranquilizarte por favor, llevas repitiendo lo mismo desde que salimos del departamento de Ryou.

Lo sé Noah, y lo siento, es que me siento algo nervioso.

Y ya  pensaste, ¿qué es lo que le vas a decir?

Le diré que estuve contigo, y que perdí la noción del tiempo.

No creo que sea buena idea decirle eso.

¿Por qué no?

Pues verás… Como yo no sabía en dónde estabas, Seto fue a buscarte a la Universidad, y le dije que no te había visto desde ayer.

¡NOAH! – Exclamó molesto.

Perdón Mokuba, yo no sabía nada de ti, y también me preocupé bastante, pensaba que algo malo te había pasado.

Está bien, te creo, además no es tu culpa, debí de haberte llamado antes. Pero con todo lo que pasó, ni siquiera me acordé en llamarle a Seto.

Y ahora, ¿qué harás?

No lo sé, ya se me ocurrirá algo.

Si quieres, puedo entrar contigo.

Te lo agradezco Noah, pero esto es algo entre mi hermano y yo. No te ofendas pero…

No tienes que decírmelo, ya lo sé, es algo que tú quieres resolver solo.

Discúlpame en verdad.

Descuida, lo entiendo, espero que sepas lo que estás haciendo.

Finalmente estaban llegando a su destino, unas grandes rejas se abrían para que el auto pudiera entrar, y poder continuar su camino hacia la mansión. Cuando estaban llegando, vieron que todo estaba oscuro, no había ni una sola luz encendida, era como si en la propiedad no viviera absolutamente nadie, era espeluznante y aterrador.

Al parecer, creo que todos se han ido  dormir.

Sólo deseo que mi hermano no haya notado mi ausencia, y que por esta vez se haya ido a descansar muy temprano.

No quiero ser agua fiesta, pides demasiado. – Medio sonrió.

El pelinegro se limitó en dar un fuerte suspiro, se armó de valor para bajar del auto, se despidió de su novio, y continuó caminando hacia la entrada principal. Caminaba sigilosamente para no hacer mucho ruido, comenzaba a subir las escaleras, cuando de pronto, una luz se encendió.

Se puede saber… ¿En dónde rayos te habías metido? ¿Estas son horas de llegar? – Preguntaba un hombre que estaba furioso.

¡¡¡Hermano!!!



Continuará… 



N/A: ¿Quién quiere saber el pasado de Ryou? ¿Cómo habrá lastimado el neko a su cachorro? ¿Quién de los dos se tiene que disculpar? ¿Bakura, sentirá algo por Ryou? ¿Quién podrá ser la mujer misteriosa? Todo esto y más lo sabrán en los próximos capítulos.


Kat: Al parecer el pequeño Moki tiene problemas.

¿?: Creo que todo esto es por mi culpa.

Kat: Sólo espero que ese gato gruñón no sea tan severo con él, y no te sientas culpable Joey, tú no has hecho nada.

Joey: Muchas gracias por animarme Kat.

¿?: Oigan, en verdad les agradezco mucho que se preocupen por mí, pero en serio estaré bien. – Hablaba de lo más normal.

Kat y Joey: Admiramos tu valentía Mokuba.

Kat: Sí, porque un ogro como ese neko es de temer.

¿?: No voy a permitir que se estén burlando a costa de mis costillas, par de infelices. Y tu Mokuba, estas en serios problemas. – Lo miró muy enojado.

Mokuba: Hermano, ¿no crees que ya soy lo bastante grande como para estarte dando explicaciones?

Seto: Mientras vivas bajo mi techo, tendrás que obedecerme en todo, sin protestar.

Kat: Pobre chibi, no me gustaría estar en su lugar.

Seto: Y a ti, ¿quién te ha preguntado? Todo esto es por tu culpa, maldita escritora de quinta.

Kat: A mí no me eches la culpa de nada gato pulgoso. En vez de gruñir tanto deberías de hacer las paces con tu cachorro, ¿no crees?

Seto: Eso no es asunto tuyo… En cuanto a ti Mokuba, será mejor que nos vayamos de este maldito lugar para ir a hablar a otra parte. – En eso lo agarra del brazo fuertemente para sacarlo a la fuerza.

Mokuba: Déjame hermano, suéltame, no vez que me estas lastimando.

Joey: Será mejor que me vaya con ellos, a ver si puedo hacer algo por ayudar a Mokuba.

Kat: De acuerdo Joey, ve, intercede por el pobre de Mokuba.

En ese momento el rubio se va del lugar, tratando de alcanzar a su Neko y al peli negro.

Ejem, ejem, ejem… Creo que no me queda de otra que pedirles disculpas por esta pequeña discusión que acaban de presenciar. No olviden dejar sus comentarios, y a la vez díganme si desean un niño o una niña. Yo con mucho gusto les responderé. Se despide de ustedes cariñosamente su humilde escritora.

Atte.:


KAT.