Capítulo 5: No puedo dejar de
amarte… II Parte…
Notas del capítulo: Las
personas suelen hacer promesas, y no le dan importancia a lo que dicen o
prometen. Sin embargo, hay quienes que sí saben el valor y la fuerza que tiene
esta simple palabra. Se dice que en los tiempos pasados cuando alguien prometía
algo, lo cumplían ya que daban a entender los hombres que eran y así salvar su
reputación y honor como caballero. Pero ahora, todo eso cambió, por eso, uno
antes de prometer algo, debe pensar muy bien si va a cumplir con esa promesa o
si sólo será un cheque más que no se podrá liquidar…
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un
hombre conducía tranquilamente por las calles de Ciudad Domino, a la par suya
le acompañaba otra persona, desde el momento en que el otro se subió, ninguno
de los dos había dicho ni media palabra, se podía percibir que el ambiente
estaba muy tenso, finalmente uno de ellos decidió romper con el silencio antes
de que llegaran a su destino…
Cof, cof, cof…. – Carraspeó un poco su garganta
antes de poder hablar. – ¿Puedo hacerle una pregunta?
Ya comenzaba a creer que usted seguía molesto por
lo que hablamos anoche, no se preocupe, puede hacerme las preguntas que quiera.
La verdad es que sigo un poco molesto por todo
esto, me parece muy injusto que el señor Kaiba lo esté vigilando como si se
tratase de un delincuente, y lo peor aún es que usted se preste para hacerlo. Yo
creo que se ahorraría muchos problemas si dejara a un lado su estúpido orgullo
y fuera de una vez por todas a buscarlo para hablar con él.
Usted no entiende, es más fácil decirlo que
hacerlo, aunque no lo crea, no es tan sencillo como aparenta. Tú no conoces el
carácter del señor Kaiba, y no sé hasta qué punto sabe lo que pasó entre ellos.
Hasta donde sé, sólo puedo decirle que su Jefe es
un grandísimo idiota. Ese muchacho, es incapaz de engañar a su esposo, eso lo
sé porque he permanecido todo este tiempo a su lado. No entiendo por qué tiene
que defender tanto al señor Kaiba.
Créame que tengo mis razones personales para
hacerlo, y debo admitir que usted tiene toda la razón en todo lo que ha dicho,
antes, yo pensaba que el joven Wheeler lo único que deseaba era apoderarse de
la fortuna de mi jefe, yo lo miraba como una persona oportunista, chantajista,
y vividora, lo miraba como un parásito de la sociedad. Pero con el tiempo, fui
conociéndolo más y más y me di cuenta que yo tal vez estaba equivocado por todas
las cosas que pensaba de él.
¿Pero?
Hasta que apareció usted… – Respiró hondo y siguió
con la conversación. – Siempre los miraba juntos, siempre llegaba al
departamento del joven Ryou, y el primero en salir a la puerta para recibirlo
era él, también lo buscaba en su trabajo, lo invitaba a comer y fue cuando nuevamente
saqué conjeturas antes de tiempo. – En eso se escuchó una estruendosa carcajada
de burla….
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Perdóneme por befarme de usted, me parece ridículo
que pensara eso de él. ¿Yo, enamorado de ese joven? Sí que suena gracioso. – En
cuanto dijo eso último, había dejado de reír, quedando en silencio, y muy
serio.
¿Qué sucede? ¿Por qué de pronto puso esa cara? –
Empezó a molestarlo, notando que no le prestaba atención.
No, por nada en especial. – Contestó un poco
molesto.
Entonces dígame, ¿qué era lo que me iba a
preguntar hace ratos?
******************************
Amor, viniste, muchas gracias por hacerlo.
Me puedes explicar, ¿qué haces aquí? Y, ¿quién es
él? – Señaló al dueño del departamento muy enojado, y celoso al mismo tiempo.
Por favor amor, cálmate, no te pongas celoso,
déjame presentarte.
Ryou, quiero presentarle a Noah, Noah, él es Ryou.
Hola mucho gusto. – Sonrió el albino, mientras que
le ofrecía la mano para saludarlo.
En este mismo momento nos vamos de aquí Mokuba
Kaiba, no entiendo qué diablos puedes estar haciendo en un lugar como éste. –
Decía despectivamente.
¡Ya basta Noah! No voy a permitir que hables de
esa manera, y menos en el departamento de Ryou.
¡Ja! ¿Y todavía lo defiendes? No puedo creerlo,
esto es el colmo.
Será mejor que yo los deje a solas para que puedan
hablar en privado. – Se atrevió a decir el albino.
De ninguna manera Ryou, puedes quedarte, ya que yo
no tengo nada que ocultar, así que Noah, lo que tengas que decirme, tendrás que
hacerlo enfrente de mi amigo.
¿Para eso me llamaste no es así? Para que pudiera
conocer tú nueva conquista. ¿Verdad?
¿Pero de qué demonios estás hablando Noah?
No te quieras pasar de listo conmigo Mokuba, todos
en la Universidad se rumoran que tú estás saliendo con alguien más. Ahora
entiendo todas esas llamadas tan misteriosas que recibías casi a diario. – La
voz del hombre se escuchó melancólica.
Noah, escúchame por favor, déjame explicarte.
Perdóname Mokuba, pero no hay nada más de qué
hablar. Al parecer creo que hice bien en venir, para verlo con mis propios
ojos.
Si no quieres escucharme, entonces, acompáñame
para que veas a alguien. Por favor amor, no quiero que entre nosotros haya
malos entendidos.
De acuerdo, vamos.
******************************
Sabe que Joey, ¿está embarazado?
Sí, lo sé.
Entonces, ¿ya lo sabe el señor Kaiba?
No, aún no se lo he dicho. – Volvió a ver a la
otra persona. – Vamos, no ponga esa cara, aunque no me lo crea, él no lo sabe,
y ya que tocó ese asunto, voy a pedirle que por favor no le diga nada al
respecto.
Y puedo preguntar, ¿por qué no se lo ha dicho
todavía? ¿No se supone, qué si lo está vigilando a diario, debería de entregar
un informe completo de todo lo que usted ve?
En efecto así es, pero ese asunto es muy delicado,
no puedo llegar y decirle… ¡¡¡¡FELICIDADES SETO, TE CUENTO QUE VAS HACER
PAPÁ!!!! – Exclamaba con sarcasmo, haciendo que el albino medio sonriera al ver
los gestos que el otro hacía.
Apoyo su punto de vista, en ese caso tendré que
agradecérselo.
¿Y eso por qué?
Por guardar el secreto. Por alguna razón, Joey no
quiere que su marido se entere que espera un hijo de él.
Pues… A como están las cosas, yo creo que por el
momento así debe ser. – Su voz sonó entre apenado y triste. – Admiro mucho a
ese muchacho, verlo todos los días salir a trabajar bien temprano, y esforzarse
mucho para poder salir adelante por su cuenta, no ha de ser nada fácil.
Creo que la causa por la cual hace todo eso es por
su hijo. – Respondió melancólico. – Todavía recuerdo el primer día que lo conocí,
cayó en una terrible depresión que ni se imagina.
Ahora lo entiendo todo. – Susurró para sí mismo.
¿Qué cosa? – Preguntó con curiosidad, dándole a
entender que lo había escuchado.
Ahora se, el motivo por el cual él no salía del
departamento de Ryou.
Ese bebé, lo es todo para Joey.
Bueno, ya estamos llegando, antes de entrar,
recuerde todo lo que hablamos, y aunque las cosas se pongan feas, no vaya a
decir nada sobre su embarazo.
Por favor Marik, no sabe con quién está tratando,
ni aunque su jefe me mandara a torturar, créame que yo no diría nada al
respecto. Soy como una tumba.
El
hombre de pelo cenizo, no supo por qué, al oír esas palabras le causaron un
gran escalofrío en todo su cuerpo. ¿Quién era realmente ese hombre? ¿Por qué no
pudo encontrar mucha información sobre él? ¿Acaso sería un hombre que en su
pasado era sumamente peligroso? ¿Habrá venido a Ciudad Domino huyendo de su
País? – Todas y cada una de estas preguntas las pensaba para sí mismo.
******************************
Departamento de Ryou…
¿Querías que viera a Joey? ¿Por qué, no lo
entiendo?
En estos momentos están teniendo problemas, mi
hermano echó a Joey de su mansión, y yo tuve que buscarlo por mi cuenta. Ahora
entiendes por qué recibía esas llamadas misteriosas como tú me lo acabas de
echar en cara. – Expresaba algo molesto.
No tenía idea que tu hermano, y Joey estuvieran
peleados. Perdón, qué pena, creo que me porté como un maldito cretino. – Bajó
la mirada de lo apenado que se sentía. – ¿Por qué no me dijiste nada al
respecto Mokuba? Te hubiera apoyado en todo.
Perdóname Noah, tienes razón, creo que debí de
habértelo dicho desde un principio. Yo no estaba seguro si podía confiar en ti,
temí a que se lo fueras a decir a mi hermano.
¿De dónde sacaste esa idea de que yo se lo podría
decir a tu hermano?
PORQUE TÚ NUNCA PUEDES GUARDAR SECRETOS, SIEMPRE
TIENES QUE ANDAR DE CHISMOSO CONTANDO LAS COSAS DE LOS DEMÁS SIN EL PERMISO DE
NADIE. – Gritó a todo pulmón, sin darse cuenta que había lastimado al peli
verde, y cuando vino a reaccionar, ya había sido demasiado tarde. – Noah, yo… Lo
lamento, no quise decir eso.
Está bien Mokuba, ya sé por qué lo dices, veo que
nunca lograrás perdonarme por lo que hice ese día, ¿verdad?
Chicos, cálmense por favor, a mí nunca me ha
gustado verlos pelear. Así que por favor les voy a suplicar que no se peleen. –
El rubio trataba de tranquilizar las cosas.
Perdón Joey, tienes razón, perdóname tú también
Noah.
No tengo nada que perdonarte, en todo caso, quien
se debe de disculpar soy yo. Sé que te he fallado, pero debes creerme que
cuando te digo que confíes en mí es porque realmente deseo que lo hagas.
Te prometo que de ahora en adelante, te tomaré más
en cuenta.
Así está mejor, recuerden que ustedes han sido
amigos inseparables desde el primer día en que se conocieron. – Sonreía el
rubio tiernamente.
Joey, hay algo que debo decirte.
******************************
Dos
hombres iban subiendo por un elevador, para ellos el recorrido era
interminable, y como siempre nadie decía nada. Se dirigían al último piso del
edificio, uno de ellos iba un poco nervioso, mientras que el otro iba de lo más
tranquilo, después de un rato el elevador se detuvo y las puertas se abrieron,
ambos salieron del ascensor y caminaron por un largo pasillo que al final se encontraba
un escritorio vacío…
Al parecer únicamente estamos usted, yo y mi Jefe
que nos espera…
¿Me vas a decir que despachó a todos los empleados
de su Compañía simplemente porque veníamos nosotros?
¿Qué te puedo decir? Es así como él hace las
cosas…
¿Pero quién se ha creído?
Bueno, será mejor que entremos a su oficina… ¿Está
listo?
Sí, terminemos con esto de una buena vez por
todas.
******************************
¿Qué sucede Mokuba?
Pues… Noah, y yo… Noah y yo, somos novios. – Al
decir esto último, el pelinegro se sonrojó.
Muchas felicidades, ya era hora de que ustedes por
fin anden juntos. ¿Cuánto tiempo tienen de ser novios? ¿Por qué no me lo habías
dicho?
Hace dos años que estamos saliendo, al menos lo
intentamos, y tú eres la primera persona en saberlo.
¿Qué? ¿Cómo? No entiendo, explícame bien eso de
que al menos “lo intentan” – Hacía señales con sus dedos de entre comillas. –
¿Y qué soy la primera persona en saberlo? No me digas que, ¿tú hermano no lo
sabe?
Verás Joey… – Decidió hablar el peli verde. – Ni
yo mismo se por qué Mokuba ha mantenido nuestro noviazgo en secreto, y
últimamente hemos tenido problemas de comunicación, por así decirlo. Y pues…
La verdad, es que no entiendo por qué dos personas
se tienen que enamorar si al final de cuentas van a terminar peleados,
ofendiéndose, y por último separándose. – Comentó con rabia el pelinegro, en
cambio la otra persona entendió a la perfección sus palabras, y acercándose a
su amigo le dijo:
Porque eso se le llama: Amor. ¿De qué sirve tener
a una persona a tu lado y que ésta no se preocupa por ti? Si realmente amas a
alguien, haces el todo por el todo para ver feliz a esa persona, el amor es un
sentimiento muy bello Mokuba, no huyas de él, y no lo veas como a tu peor
enemigo. Cuando dos seres se aman profundamente, es normal que habrá peleas, se
gritarán, se dirán palabras crueles, y dolorosas y quizás terminen por
separarse. Pero, si ambos son comprensivos uno con el otro, y se dan cuenta de
sus errores, se pedirán perdón y comenzarán de nuevo. No permitas que el amor
que hay entre ustedes se muera, ambos deben de cuidar de ese sentimiento, y poner
de su parte para que funcione su relación. Recuerda que una relación es entre
dos y no entre una.
Ambos
jóvenes se quedaron boqui abiertos al escuchar hablar a su amigo, dándose
cuenta que había logrado madurar todo este tiempo. Ya no era aquel muchacho que
solía hacer las cosas sin pensar. Ahora era un hombre totalmente diferente,
pero seguía siendo el mismo chico sencillo de siempre.
¿Tú sigues amando a mi hermano Joey? Después de todo
lo que pasó entre ustedes, ¿lograrías perdonarlo?
Claro que si Mokuba, yo todavía sigo amando a tu
hermano, y estoy seguro de que él me sigue amando también, y aunque estemos
separados y enojados uno con el otro, yo perdoné a Seto hace mucho. – Le sonrió
tiernamente a su amigo.
Mi hermano tuvo mucha suerte de haberte conocido,
gracias Joey, gracias por querer tanto a mi hermano, y por no guardarle rencor.
******************************
En KC…
Buenas tardes Seto, quiero presentarte a…
Es este el hombre del que me hablaste. –
Interrumpió de golpe la conversación del otro.
Así es, él es la persona de quien yo…
Puedo saber, ¿por qué demonios merodea tanto el
departamento de ese estúpido fracasado?
Mire señor Kaiba, eso a usted en definitiva no le
incumbe. – Ambos se miraban de una manera desafiante.
Mientras ese perro siga viviendo ahí, me concierne
todo lo que pase dentro de ese mediocre departamento.
El
albino volteó a ver por un segundo al hombre con el que había llegado y le
susurró…
¿Perro? ¿De qué perro habla?
Se refiere a Joey. – Le contestó de la misma
manera.
¿Y bien? Sigo esperando una respuesta.
Si de verdad quiere obtener respuestas, le voy a
pedir que no se exprese de esa manera, sobre todo cuando se dirija a Ryou, él
no es ningún fracasado.
A mí no me importa ese tal Ryou, lo que me
interesa saber es por qué visita a diario ese maldito lugar. ¿Tiene algo que
ver con ese Perro?
Escuche bien señor Kaiba, si sigue con ese
carácter tan pésimo no llegaremos a ningún lado. ¿Cómo es posible que le diga
perro a su esposo?
ESE PERRUCHO NO ES MI ESPOSO, NO MIENTRAS SE
REVUELQUE CON USTED O CON QUIEN SEA QUE SE ESTÉ REVOLCANDO. – Gritó el CEO, ese
hombre ciertamente lo estaba sacando de quicio.
YO NO TENGO NADA QUE VER CON JOEY, ALLÁ USTED SI
ME CREE O NO. DEBERÍA DARLE VERGÜENZA QUE USTED LO ESTÉ VIGILANDO DÍA Y NOCHE
COMO SI FUERA UN VULGAR LADRÓN, YA QUE TIENE TIEMPO PARA ESO… PORQUE NO MEJOR
VA DONDE ÉL Y PLATICAN COMO PERSONAS CIVILIZADAS. Y OTRA COSA… – Apretó sus
manos con fuerza haciéndolas puño. – USTED NO SE MERECE A JOEY, HASTA ME
COMPADEZCO DEL POBRE MUCHACHO POR HABERLO SOPORTADO TANTO TIEMPO.
El
hombre moreno de pelo cenizo, se quedó atónito al escuchar al albino discutir
de esa manera con su Jefe, nadie, absolutamente nadie se atrevería hablarle
así, si realmente apreciaba su vida.
******************************
Mokuba, creo que Joey tiene mucha razón en lo que
acaba de decir, sé que de alguna manera destruí tu confianza, pero yo... – Bajó
un poco la mirada. – No puedo dejar de amarte, y me gustaría saber si tú... Si
tú estás dispuesto a seguir con nuestra relación, y que puedas perdonarme algún
día.
Noah, no tienes que disculparte… – Empezaba a
avergonzarse. – Soy yo quien debe de disculparse, discúlpame por haberte hecho
a un lado todo este tiempo, lamento mucho no haberle dicho a mi hermano, y por
no confiar en ti. Pero es que… La verdad, no me gustaría pasar por lo mismo que
está pasando mi hermano. Cada vez que veo a Seto como sufre tanto por dentro
como por fuera, eso me hace pensar que no tiene caso seguir con una relación
que a la larga terminaremos por separándonos e incluso podemos llegar hasta
odiarnos. Sé que mi hermano a veces es un cabeza dura, pero puedo entender por
qué se comporta así.
Mokuba, lo que te voy a decir te sonará patético.
– Cerró levemente los ojos, como si buscara las palabras adecuadas. – Yo no soy
tu hermano, tampoco te digo que no tendremos peleas, es obvio que las
tendremos, que discutamos, que nos enojemos, pero recuerda lo que Joey nos
acaba de decir… Si de verdad nos amamos, juntos podremos superar cualquier
obstáculo que se nos vaya presentando en la vida.
Creo que tienes razón, ambos la tienen. A partir
de ahora ya no habrá más secretos entre nosotros, y empezaré por decirte algo
de mucha importancia, tanto para mí como para Joey.
Y, Puedo preguntar… ¿Qué es?
******************************
¡¡¡¡MALDITA SEA!!!! ¿CÓMO SE ATREVE HABLARME DE ESE
MODO? ¿ES QUE ACASO NO SABE QUIÉN SOY YO? – Gritaba un hombre furioso. – A
NADIE, ÓYEME BIEN… A NADIE LE PERMITO QUE ME HABLEN ASÍ, MUCHO MENOS USTED.
PUES YA SE DIO CUENTA QUE SIEMPRE HAY UNA PRIMERA
VEZ PARA TODO. AHORA ESCÚCHEME USTED A MÍ, NO LE PERMITIRÉ QUE VUELVA A OFENDER
A RYOU NI A JOEY, NI TAMPOCO VOY A PERMITIR QUE LES HAGA DAÑO. ¿ME ENTENDIÓ?
AQUÍ EL ÚNICO QUE IMPONE LAS CONDICIONES SOY YO. Y
DE UNA VEZ LE DIGO… MÁS LE VALE QUE SE QUITE DE MI CAMINO O SI NO… CONVERTIRÉ
SU PATÉTICA VIDA EN UN VERDADERO INFIERNO.
¿ES UNA AMENAZA, O ES UNA ADVERTENCIA?
TÓMELO COMO QUIERA, MALDITO INFELIZ.
A MÍ NO ME AMENACE SEÑOR KAIBA, USTED NO ME CONOCE,
Y NO SABE DE LO QUE SOY CAPAZ DE HACER. – Lo miraba fríamente a los ojos.
Kaiba, cálmate por favor, a los dos les digo que
se estén quietos. No resolverán nada si siguen discutiendo de esta manera. –
Intervenía el hombre moreno, que estaba estupefacto como los dos se miraban a
muerte, y de cómo ninguno de los dos daba su brazo a torcer.
******************************
Antes que nada, debes prometerme que no se lo
dirás a nadie, ni siquiera a mi hermano.
Te doy mi palabra, te prometo que no se lo diré a
nadie. Dime de una vez de qué se trata.
Voy a ser tío. – Habló muy contento, y emocionado
con una sonrisa de oreja a oreja.
Disculpa, ¿qué dijiste? ¿Acaso escuché bien?
Dije, que voy a ser tío, Joey está esperando un
hijo de mi hermano.
¿Es en serio? Wow… No puedo creerlo.
¿Es todo lo que dirás? – Decía el pelinegro en
forma de burla.
Esa sí que es una buena noticia, no sé qué decir,
me he quedado sin palabras. – Reía nerviosamente llevándose una mano atrás de
su cabeza.
Bueno, al menos di que estas contento por la
noticia.
Déjalo ya Moki, no vez que aún está sorprendido
por lo que le acabas de decir. – Intervino el ojimiel.
Lo siento Joey, muchas felicidades.
No te preocupes Noah, Mokuba también reaccionó
igual. – Comenzaba a reírse alegremente.
Sé que te había prometido estar juntos este día,
pero debía de estar aquí, tenía que ver a Joey para poder hablar con él, y fue
así de cómo me enteré de su embarazo.
Muchas gracias Mokuba por haberme tomado en cuenta,
y les agradezco por compartir este momento tan especial conmigo.
No hay nada que agradecer Noah, sino todo lo
contrario, gracias a ti por estar conmigo en este momento y por apoyarme. Te
amo Noah.
Yo también te amo Mokuba.
******************************
A MÍ NADIE ME DICE QUE ME TRANQUILICE, YO PUEDO
HACER Y DESHACER LO QUE SE ME DA LA REGALADA GANA, CON TAN SÓLO UN CHASQUIDO DE
MIS DEDOS PUEDO MANDAR A DESAPARECER A ESTE MALDITO DESGRACIADO DE LA FAZ DE LA
TIERRA. – Gritaba furioso.
¿Y USTED CREE QUE YO LE TENGO MIEDO? DE UNA VEZ LE
ACLARO QUE SI ESTOY AQUÍ ES POR MI VOLUNTAD, NO PORQUE USTED LO HAYA ORDENADO.
Por favor Bakura no lo provoque, mejor dígale lo
que quiere saber, y podrá irse de aquí. – Intercedió el peli cenizo para que
las cosas no se siguieran complicando. – Y tu Seto, deberías de ser un poco más
indulgente en hacerles tus preguntas.
Solamente porque usted me lo pide lo haré. Y bien,
Señor Kaiba, ¿para qué me mandó a llamar? – Expresó sarcásticamente.
El
castaño respiró profundamente para poderse calmar un poco, al parecer su amigo
Marik tenía razón, discutiendo de esa manera no iban a llegar a ninguna
parte.
No suelo repetir las cosas dos veces, pero en este
caso haré una excepción. ¿Por qué visita todos los días el departamento de
Ryou? ¿Usted tiene algo que ver con mi esposo? – Esto último lo había dicho entre
dientes.
Ryou, es un joven que trabaja para mí, es un
muchacho muy responsable, y trabajador, por eso es que de vez en cuando lo
ayudo en algunas cosas. Y como le dije anteriormente, yo no tengo nada que ver
con su esposo, él, y yo sólo somos amigos, ese joven es muy carismático lo
conocí hasta hace poco, más bien cuando se fue a vivir con Ryou.
¿Le ha comentado del por qué está viviendo ahí?
Tengo entendido que ustedes tienen problemas de
pareja, yo no me ando metiendo en las vidas de las personas, pero Joey me dijo
que usted lo trató muy injustamente. Y le daré un consejo, no ganará nada
actuando de este modo tan despreciable. Yo en su lugar, buscaría la manera de
hablar con él.
Ahórrese su consejo para alguien que le interese,
y usted mismo lo acaba de decir, será mejor que no se meta, lo que haga o deje
de hacer es mi problema. Le haré una última pregunta.
¿Cuál?
¿Alguna vez lo ha visto salir con alguien más,
aparte de usted y de Ryou?
Pocas veces lo he visto salir con sus amigos, al
parecer no le gusta salir mucho del departamento.
El
CEO, medio sonrió al escuchar eso.
Eso es típico de él, casi no le gustaba salir de
casa. – Su voz sonó entre cortada y melancólica, recordando a su cachorro que
siempre lo esperaba cuando él llegaba a la mansión después de trabajar.
Señor Kaiba, puedo imaginarme lo que siente en
estos momentos, pero… Debería de hacer a un lado su orgullo, no me parece justo
que usted lo vigile como si fuese un criminal, si de verdad lo ama, debería de
escucharlo.
Señor Bakura, ya puede irse, nada de lo que diga
cambiarán las cosas. Ese perro tocó fondo desde el día en que lo vi con esa
ramera.
El
hombre albino lo miró con tristeza, dio un fuerte suspiro para luego decir…
Sólo espero que sepa lo que está haciendo, y que
ambos puedan perdonarse mutuamente.
El
hombre estaba por marcharse, cuando escuchó la voz del ojiazul.
Está por demás decirle que no le diga nada a Joey
ni a Ryou. ¿Verdad?
No se preocupe, no les diré nada, por mí no lo
sabrán nunca. – Al decir esto último el hombre salió de la oficina.
******************************
Las
horas pasaron volando, el tiempo ni se había sentido en el transcurso del día. La
noche caía sobre toda la ciudad, muchas personas se dirigían a descansar a sus
hogares después de una larga y cansada jornada de trabajo, mientras que otros,
simplemente se la pasaban platicando muy amenamente con sus amigos sin percatarse
de la hora que era.
Lamento mucho lo ocurrido, creo que me porté como
un verdadero cretino delante de usted, y en su casa.
No se preocupe, ya todo está olvidado. Me alegra
que todo se haya solucionado.
Sí, yo también, aún me siento muy avergonzado. –
Medio sonreía.
Creo que lo mejor es empezar de nuevo. Hola, mi
nombre es Ryou. – Le extendía la mano.
Hola señor Ryou, mi nombre es Noah. – Le estrecha
su mano, para corresponder al saludo.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, por favor, no sea tan formal. Llámeme Ryou, simplemente Ryou.
De acuerdo. – Contestó cortésmente. – Usted de
igual forma puede llamarme Noah.
Me parece bien. ¿Se quedarán a cenar?
Creo que no, tal vez en otra ocasión. Se está
haciendo tarde, es mejor que vaya a decirle a Mokuba que nos tenemos que ir.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, de seguro no ha sentido el tiempo estando con Joey ahí dentro de la
habitación.
Es lo más probable, y con eso de que pasó la noche
aquí, de seguro su hermano ha de estar muy preocupado por él.
¡Es verdad! Lo había olvidado por completo. Iré a
decirle que tú ya te quieres ir.
Espera, será mejor que yo vaya personalmente.
Está bien.
******************************
En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un
hombre de cabello castaño y ojos azules, estaba llegando a su destino, había
sido un día muy largo y cansado para él. Tenía muchas cosas en qué pensar, la
última conversación que tuvo con su amigo le estaba inquietando bastante. Suspiró
por enésima vez para tratar de relajarse, finalmente, llegó a la mansión en
donde algunos de sus empleados ya lo estaban esperando en la puerta principal
para recibirlo.
Muy buenas noches, Señor Kaiba.
Bienvenido a casa Señor.
La cena ya está lista para servirse en la mesa
Señor.
¿Desea que le prepare el baño Señor?
Cosas
como estas era lo que se escuchaban por parte de los empleados, pero él como
siempre no respondía a nada, y simplemente se limitaba a caminar. En cuanto
entró a la mansión, miró a su alrededor y dijo:
¿En dónde está mi hermano?
Todos
los empleados temieron en responderle, hubo un breve silencio y uno de ellos
decidió hablar…
El joven Kaiba todavía no llega Señor, no hemos
sabido nada de él desde ayer.
El
CEO puso cara de pocos amigos, frunció el ceño y con voz muy molesta expresó:
Será mejor que todos se vayan a descansar, quiero
estar a solas y que nadie me moleste.
Sí Señor, con su permiso.
Todos
los sirvientes comenzaban a retirarse dejando solo al dueño de esa elegante
mansión, mientras que el hombre caminaba hacia la sala de espera. Estando en
completo silencio, recuerdos se le venían a su mente sobre la última conversación
que tuvo con su amigo.
FLASH BACK
¿Qué piensas sobre él?
¿A qué te refieres?
¿Crees que fue sincero?
¿Por qué me preguntas eso?
Por favor, te conozco muy bien, no lo hubieras
dejado ir así nada más si no le hubieses creído ni una sola palabra.
Es verdad, digamos que lo vi muy convincente en todo lo que me dijo.
Y ahora, ¿qué harás? ¿Hablarás con Joey?
De ninguna manera me iré arrastrando ante ese
perro callejero, aún es temprano para cantar victoria, tarde o temprano ese
perro caerá. Y yo quiero estar ahí para cuando se llegue ese momento, para
poder disfrutarlo. – Medio sonreía con un deje de maldad.
El
otro hombre se limitó en dar un fuerte suspiró, se le acercó a su amigo, puso
su mano sobre su hombro para luego decirle:
¿No crees que en ocasiones hay que dejar las cosas
tal y cómo están?
De ninguna manera Marik, ese perro no sólo
destruyó mi confianza, sino que además me traicionó, y eso… Eso es algo que
nunca podré perdonarle.
Amigo, no me gusta verte así, y ese odio que
sientes no te conducirá a nada bueno.
¿Tú qué harías en mi lugar?
La verdad. – Lo miró fijamente a los ojos. – Hablaría
con mi esposo, y le pediría una explicación, aunque me esté muriendo de rabia
por dentro.
He ahí nuestras diferencias, tú sueles controlar
tu carácter, en ocasiones sueles ser blando, y te dejas llevar por esos
estúpidos sentimientos. En cambio yo…
Tú podrías ser diferente, si tan sólo te lo
propusieras, no ganas nada en hacer lo que estás haciendo.
¿Y qué quieres que haga? ¿Qué deje las cosas así
como están? ¿Fingir como si nada de esto pasó? ¿Qué vaya con ese muerto de
hambre a decirle que puede regresar a la mansión porque todo ya está olvidado?
Anda, respóndeme Marik. – Lo miraba fijamente a los ojos.
En ningún momento te he dicho que te olvides del
asunto, únicamente te aconsejo que busques la manera de arreglar esta
situación. No te has preguntado… ¿Qué tal vez todo sea un mal entendido?
Por supuesto que me lo he preguntado muchas veces,
no voy a negar que él quería darme una explicación, quizás otro más de sus absurdos
pretextos. El hecho es que si realmente no había nada entre ellos, la mujer
hubiera tenido la cortesía de quedarse, pero la muy descarada simplemente se
fue como si nada.
Pero era tu esposo Seto, tú obligación era
escucharlo. Y…
¿Desde cuándo te volviste en su defensor, eh?
¿Acaso lo estas justificando? O ¿Hay algo más que no me has dicho?
No soy su defensor, y tampoco lo estoy
justificando, lo que quiero decir es que si él te estuviera engañando, esa mujer
ya lo hubiera buscado de nuevo.
Tú limítate en hacer tu trabajo, verás que con el
tiempo me darás la razón.
No sabes cómo deseo que tú tengas razón, y que yo
no la tenga.
FIN DEL FLASHBACK
“No sé por qué tus últimas palabras me han
inquietado demasiado, siempre sueles darme la razón a mí. Pero ahora… Te he
notado algo diferente, tu comportamiento no ha sido como es de costumbre, a
veces pienso que debería de escuchar mi corazón, y salir corriendo a buscarlo,
pero sé que no debo hacerlo, no puedo hacerlo, porque sé que te lastimaría
cachorro, y la verdad es que no me gustaría llegar a ese extremo. Ya lo hice
una vez, y no quiero hacerlo de nuevo”. – Dio un fuerte suspiro. – “Por esa
razón, es que prefiero vigilarte en silencio, y en secreto, seguir tus pasos
sigilosamente y observarte mediante los ojos de otra persona. Algo me dice que
tarde o temprano sabré quien es ella”… – Sus ojos comenzaron a humedecerse. – “¿Por
qué? ¿Por qué me engañaste? ¿Tan mal esposo fui contigo? ¿Tan mal me porté?
¿Por qué me juraste amor eterno si realmente no me amabas? Sé que cometí muchos
errores, y que una vez logré lastimarte, y me sigo arrepintiendo por lo que
sucedió ese día. Pero creo que no es motivo para que me engañaras, bien sabes que te di todo, siempre procuraba
estar cuando tú más me necesitabas. ¿En qué fallé? Tal vez mi único error fue
el haberme entregado en cuerpo y alma a ti. Y ahora, ya nada puedo hacer, y
simplemente me resta esperar, aunque la verdad me haces mucha falta”. – Todo
esto lo pensaba para sí mismo, mientras que observaba por la ventana, mirando
hacia el jardín principal.
******************************
Buenas noches.
Buenas noches Bakura.
Discúlpame por llegar a esta hora de la noche.
No se preocupe, no tiene que disculparse.
Quería saber cómo estaba Joey.
Él se encuentra bien, lo malo es que casi no pudo
descansar en todo el día.
Sí, me imagino.
¿Le gustaría comer algo?
Pues yo… No quisiera molestar, y…
De ninguna manera, no es ninguna molestia.
Bueno, en ese caso, acepto, me muero de hambre.
Enseguida le traeré la comida.
¿Me dejas ayudarte Ryou?
El
albino menor medio se sonrojó, mientras que asentía levemente con la cabeza. Una
vez estando en la cocina, ambos platicaban muy amenamente.
Wow… La cena estuvo deliciosa.
Me alegra que le haya gustado. – Contestó bastante
apenado.
No me digas que… ¿Tú cocinaste?
Sí, así es.
Pues déjame decirte que eres un buen cocinero. –
Sonreía amablemente.
No es para tanto. – Respondió algo nervioso. – Bakura,
puedo preguntarle algo.
Claro Ryou, ¿qué sucede?
Pues… Yo… Verá… Es que… – Buscaba las palabras correctas
para poder expresar lo que quería decirle.
Oye tranquilo, puedes preguntarme lo que sea.
¿Por qué usted es tan amable conmigo?
¿A qué te refieres?
Me refiero a que usted me trata diferente que a
los demás empleados, y la verdad es que no me gusta que mis compañeros de
trabajo piensen que usted tenga preferencias conmigo.
¡Ah! Entiendo…
Por favor, por favor no se enfade conmigo. –
Suplicó algo temeroso.
No te preocupes, no estoy enfadado contigo, yo lo
único que hago es poderte ayudar un poco, tú sabes, con eso de que tienes que
estar pendiente de Joey, no ha de ser nada fácil para ti. Pero si usted quiere,
no seré tan condescendiente contigo, al menos no enfrente de los demás
empleados. ¿Qué dices? ¿Estás de acuerdo?
Pues yo… No sé qué decir…
Sólo dime si aceptas o no. – Medio le sonrió para
infundirle algo de valor.
Me da mucha pena con usted, y no quiero que vaya a
pensar que me estoy aprovechando de su gentileza.
De ninguna manera Ryou, jamás pensaría algo así de
ti.
Pues en ese caso, no me da otra elección más que
de aceptar.
Muchas gracias Ryou.
No, al contrario, gracias a usted por ayudarme a
mí y a Joey.
Creo que lo mejor será que me vaya, para que
puedas descansar.
Le agradezco mucho que haya venido, y que esté
pendiente de nosotros.
No hay nada que agradecer, para mí es un placer
poderlos ayudar en algo.
Ambos
hombres se dirigían a la puerta principal, para terminar de despedirse.
Buenas noches joven Ryou.
Buenas noches Bakura.
******************************
¡Rayos! Ahora sí que estoy frito, mi hermano va a
matarme.
Quieres tranquilizarte por favor, llevas
repitiendo lo mismo desde que salimos del departamento de Ryou.
Lo sé Noah, y lo siento, es que me siento algo
nervioso.
Y ya
pensaste, ¿qué es lo que le vas a decir?
Le diré que estuve contigo, y que perdí la noción
del tiempo.
No creo que sea buena idea decirle eso.
¿Por qué no?
Pues verás… Como yo no sabía en dónde estabas,
Seto fue a buscarte a la Universidad, y le dije que no te había visto desde
ayer.
¡NOAH! – Exclamó molesto.
Perdón Mokuba, yo no sabía nada de ti, y también
me preocupé bastante, pensaba que algo malo te había pasado.
Está bien, te creo, además no es tu culpa, debí de
haberte llamado antes. Pero con todo lo que pasó, ni siquiera me acordé en
llamarle a Seto.
Y ahora, ¿qué harás?
No lo sé, ya se me ocurrirá algo.
Si quieres, puedo entrar contigo.
Te lo agradezco Noah, pero esto es algo entre mi
hermano y yo. No te ofendas pero…
No tienes que decírmelo, ya lo sé, es algo que tú
quieres resolver solo.
Discúlpame en verdad.
Descuida, lo entiendo, espero que sepas lo que
estás haciendo.
Finalmente
estaban llegando a su destino, unas grandes rejas se abrían para que el auto
pudiera entrar, y poder continuar su camino hacia la mansión. Cuando estaban
llegando, vieron que todo estaba oscuro, no había ni una sola luz encendida,
era como si en la propiedad no viviera absolutamente nadie, era espeluznante y
aterrador.
Al parecer, creo que todos se han ido dormir.
Sólo deseo que mi hermano no haya notado mi
ausencia, y que por esta vez se haya ido a descansar muy temprano.
No quiero ser agua fiesta, pides demasiado. –
Medio sonrió.
El
pelinegro se limitó en dar un fuerte suspiro, se armó de valor para bajar del
auto, se despidió de su novio, y continuó caminando hacia la entrada principal.
Caminaba sigilosamente para no hacer mucho ruido, comenzaba a subir las escaleras,
cuando de pronto, una luz se encendió.
Se puede saber… ¿En dónde rayos te habías metido?
¿Estas son horas de llegar? – Preguntaba un hombre que estaba furioso.
¡¡¡Hermano!!!
Continuará…
N/A: ¿Quién quiere
saber el pasado de Ryou? ¿Cómo habrá lastimado el neko a su cachorro? ¿Quién de
los dos se tiene que disculpar? ¿Bakura, sentirá algo por Ryou? ¿Quién podrá
ser la mujer misteriosa? Todo esto y más lo sabrán en los próximos capítulos.
Kat:
Al parecer el pequeño Moki tiene problemas.
¿?:
Creo que todo esto es por mi culpa.
Kat:
Sólo espero que ese gato gruñón no sea tan severo con él, y no te sientas culpable
Joey, tú no has hecho nada.
Joey:
Muchas gracias por animarme Kat.
¿?:
Oigan, en verdad les agradezco mucho que se preocupen por mí, pero en serio
estaré bien. – Hablaba de lo más normal.
Kat
y Joey: Admiramos tu valentía Mokuba.
Kat:
Sí, porque un ogro como ese neko es de temer.
¿?:
No voy a permitir que se estén burlando a costa de mis costillas, par de
infelices. Y tu Mokuba, estas en serios problemas. – Lo miró muy enojado.
Mokuba:
Hermano, ¿no crees que ya soy lo bastante grande como para estarte dando
explicaciones?
Seto:
Mientras vivas bajo mi techo, tendrás que obedecerme en todo, sin protestar.
Kat:
Pobre chibi, no me gustaría estar en su lugar.
Seto:
Y a ti, ¿quién te ha preguntado? Todo esto es por tu culpa, maldita escritora
de quinta.
Kat:
A mí no me eches la culpa de nada gato pulgoso. En vez de gruñir tanto deberías
de hacer las paces con tu cachorro, ¿no crees?
Seto:
Eso no es asunto tuyo… En cuanto a ti Mokuba, será mejor que nos vayamos de
este maldito lugar para ir a hablar a otra parte. – En eso lo agarra del brazo
fuertemente para sacarlo a la fuerza.
Mokuba:
Déjame hermano, suéltame, no vez que me estas lastimando.
Joey:
Será mejor que me vaya con ellos, a ver si puedo hacer algo por ayudar a
Mokuba.
Kat:
De acuerdo Joey, ve, intercede por el pobre de Mokuba.
En
ese momento el rubio se va del lugar, tratando de alcanzar a su Neko y al peli
negro.
Ejem,
ejem, ejem… Creo que no me queda de otra que pedirles disculpas por esta
pequeña discusión que acaban de presenciar. No olviden dejar sus comentarios, y
a la vez díganme si desean un niño o una niña. Yo con mucho gusto les
responderé. Se despide de ustedes cariñosamente su humilde escritora.
Atte.:
KAT.