Capítulo 21: No juzgues un libro por
su portada… A veces, las apariencias engañan.
Notas del fanfic: A veces las apariencias engañan, cuando hay una
confusión o no comprendemos lo que sucede, solemos especular de diferentes
formas… Las personas nunca piensan en que quizás solamente sea un malentendido
ya que por lo general siempre pensamos lo peor y es ahí cuando juzgamos a los
demás sin percatarnos de que somos nosotros mismos los que nos perjudicamos y a
la vez podríamos lastimar a un ser querido. Todo por no tener el valor
suficiente de indagar más sobre el asunto… Pero también, hay personas que
simplemente se hacen a un lado dejando las cosas como están y se alejan de las
personas que más quieren y aman, pensando que tal vez eso sea lo correcto.
¿Cuál sería la mejor decisión que tú podrías tomar ante tal situación? ¿Te
quedarías de brazos cruzados? O ¿Simplemente averiguas como fueron realmente
las cosas? Sólo recuerda; que a veces las apariencias engañan…
Declaimer:
Los
personajes de YU – GI – OH!, “No son míos”… Snif, shif, snif, son propiedad de su respectivo autor, sólo
hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis
locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo
compartir con todos mis lectores…
******************************
El
fin de semana pasó muy rápido, una nueva semana estaba por comenzar…
Tal
parece, que tampoco hoy vendrá Yūgi a la escuela. – Decía con desgano una chica
de pelo castaño y ojos azules.
El
pobre se la ha de estar pasando muy mal, no me imagino como se ha de sentir en
estos momentos, si ha faltado tanto tiempo a la escuela significa que le ha
afectado mucho. – Respondió un chico de alta estatura y pelo castaño.
En
ese momento se escuchó un saludo.
Hola,
buenos días amigos. – Saludó un joven de estatura media.
¡¡¡YŪGI!!!
– Dijeron todos al verlo.
Qué
barbaridad contigo, nos tenías muy preocupados, sobre todo porque ni siquiera
nos querías recibir en tu casa.
Lo
siento mucho Tea, discúlpenme todos por haberlos preocupado.
Mmmm…
Te noto algo diferente Yūgi.
¿Eh?
Pero que dices Tristán, estas imaginando cosas. – Contestó algo nervioso.
Bueno
ya, luego hablaremos y nos pondrás al corriente, me da gusto que te hayas
animado en venir a la escuela.
Muchas
gracias Tea. – El chico en cuanto se sentó en su pupitre hizo una pequeña mueca
de dolor que para su suerte nadie se fijó. – “No estoy seguro si contarles a mis
amigos lo que sucedió entre Yami y yo, al menos tuve el fin de semana para
reponerme un poco”. – Se sonrojó ante todo lo que pensaba para sí mismo…
******************************
Un joven de alta estatura, cabellos
de tres colores, decidió faltar a sus clases que tenía en la universidad. Sabía
muy bien que no se concentraría hasta no haber arreglado un asunto que tenía
pendiente… Estaba un poco nervioso, se sentía como si fuese a su propia
ejecución, ya imaginaba todos los insultos que recibiría, pero también estaba
consciente de que era por justa razón… Finalmente decidió entrar en aquel
edificio enorme, todas las personas que laboraban ahí se movían de un lado a
otro, caminó hasta donde estaba una secretaria y dijo:
Buenos días… – No terminó de saludar ya que fue interrumpido de golpe por
la mujer.
¡Joven! Qué bueno que llega,
necesito que apruebe estos documentos, que vaya a supervisar cómo va el trabajo
en el Departamento de Tecnología, también quiero que vaya al Departamento de
Contabilidad, luego de eso necesito que vaya al Departamento de finanzas, al
Departamento de Marketing, Departamento de Ventas, a la Sección de Control de
Calidad…
La mujer no paraba de hablar y de
dar muchas instrucciones, mientras que la persona que acaba de llegar se había
quedado estupefacto por todo lo que tenía que hacer, ordenar y organizar.
¡Sigh!
¡ains!...
Mejor no hubiera venido. – Se dijo para sí mismo, pero la mujer logró
escucharlo.
Si
tiene tiempo de bromear, le sugiero que ocupe ese tiempo para ponerse a trabajar,
todos estos informes tienen que estar listos antes de las 5:30 de la tarde.
Pero
es que… Yo venía para hablar con Seto, creí que ya no trabajaba aquí después de
haber faltado tanto tiempo. – Aún no salía de su asombro.
Hay
joven, usted siempre tan simpático. – Respondía la mujer en forma de burla
mientras que se lo llevaba casi a rastras para el Departamento de Tecnología.
El
hombre no tuvo otra opción más que suspirar de nueva cuenta y seguir a esa
mujer, ahora entendía lo eficaz que era en hacer su trabajo y por esa razón
Kaiba la conservaba.
¡Espere
un segundo!... ¿No se supone que todo esto lo tiene que aprobar Kaiba?
En
efecto así es, si él estuviera aquí claro está… Pero para eso está usted, como
Vice – Presidente de la empresa es su obligación hacerse cargo de todo mientras
el presidente esté ausente.
El joven por una parte se sintió un poco
aliviado al escuchar que el CEO no se encontraba…
“Donde
rayos te has metido Seto”… – Pensó para sí mismo, sentía que no iba a salir con
vida con tanto trabajo acumulado…
******************************
Hospital Central de Ciudad Domino…
Un
joven muy apuesto de piel morena, cabellos color arena, se encontraba en su
clínica, se había quedado solo después de recibir a su último paciente de la jornada
de la mañana… Suspiró profundamente para desestresarse un poco, cerró levemente
sus ojos recordando aquella escena…
FLASH BACK
La
noche finalmente había caído en toda la ciudad, en una hermosa mansión se
estaban reuniendo toda la familia para cenar… Esta vez, no sería una cena
común, sino más bien sería una pequeña celebración entre familia.
Buenas
noches. – Saludó uno de los dueños de la mansión.
Buenas
noches hermano. – Contestaron las personas que se encontraban sentados en la
mesa del comedor.
Hermano,
dime ya que te traes. – Hablaba un hermoso joven albino.
No
comas ansias Ryou. – Le sonrió a su pequeño hermano.
Buenas
noches. – Saludó otro joven que acababa de llegar.
Pensé
que nuca vendrías. – Le contestó su pareja fingiendo estar enojado.
Lo
siento mucho amor, hoy tuve mucho trabajo.
Lo
sé, amor no tienes que darme explicaciones. – Dicho esto lo besó en los labios.
Cof, cof, cof… – Chicos, si
no se sientan a la mesa se les va enfriar la comida.
Ambos,
no tuvieron otra opción más que separarse, pero sólo uno estaba más que
ruborizado y algo nervioso a la vez.
Antes
que nada, les agradezco mucho que hayan podido asistir esta noche. – Comenzó a
hablar el mayor.
Marik,
no seas tan dramático. – Le interrumpió su hermana mayor.
Ishizu,
acabas de matar mi entrada triunfal. – Se cruzó de brazos, fingiendo estar
molesto y ante tal acción todos comenzaron a reír.
Ya
en serio hermano, de que se trata todo esto. – Volvió a insistir el joven
albino.
Bueno
ya está bien, se los diré de una sola vez… Malik y yo nos vamos a casar…
¿Qué?
¿Es verdad Malik? – Indagó el menor.
Pues
sí, es verdad Ryou, esta mañana Marik me propuso matrimonio. – Respondió muy
nervioso y a la vez mostraba su anillo de compromiso.
¡Wow!
¡Qué genial! Muchas felicidades. – Contestaba muy entusiasmado.
¡Vaya!
Hasta que al fin asientas cabeza Marik. – Empezó a bromear su hermana.
Ja,
ja, ja… Muy graciosa Ishizu.
Ya
en serio, muchas felicidades hermano, les deseo a ambos que sean muy felices.
Muchas
gracias hermana.
Muchas
gracias Ishizu.
Serás
como mi segundo hermano mayor Malik. – Le comentaba el albino.
Y
yo que estaba nervioso, cuando Marik me dijo que les iba a anunciar nuestro
compromiso.
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja… Amor, eres tan tontito. No debiste ponerte tan
nervioso.
¿Y
cuándo será la boda? – Preguntó la mujer.
Todavía
no lo hemos decidido, pero supongo que será muy pronto… ¿Verdad mi amor? –
Vuelve a ver a su pareja.
Claro
que sí mi amor. – Ambos se dan un beso en los labios muy apasionados.
La
cena continuó de lo más alegre y divertida.
FIN DEL FLASHBACK
Miraba
su anillo de compromiso, suspiró por décima vez mientras se decía.
He
sido muy afortunado el haberte conocido… Marik mi amor te amo. – Hablaba
consigo mismo.
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Qué
bueno que llega…
¿Por
qué? ¿Qué sucede?
Es
mi hijo, despertó esta mañana gritando fuertemente como si le dolía algo, entré
a su habitación para ver qué era lo que le pasaba.
¿Y
luego, qué ocurrió?
Me
gritó exaltado, me decía que no lo tocara, que lo dejara en paz, que se quería
morir, que me alejara de él y no sé qué más hablaba porque no le entendía.
¿En
dónde está en estos momentos?
Se
encerró en el baño, y no he podido sacarlo de ahí.
Enseguida
voy, pero le pediré que por favor no suba hasta que yo le diga…
Pero
es que…
Pero
nada, únicamente haga lo que le diga. – Manifestó muy seriamente.
De
acuerdo.
******************************
Escuela Pública de Ciudad Domino…
Anda
Yūgi, no seas así, cuéntanos que fue lo que ocurrió.
Para
que hayas venido a la escuela, significa que ustedes dos ya hicieron las paces,
¿verdad? – Ante ese último comentario, el tricolor menor se sonrojó levemente.
Oigan
chicos, no creen que debamos dejarlo en
paz, tal vez con el tiempo él se anime en contarnos que fue lo que sucedió.
Ay
Ryou, como puedes decirnos eso, después de todo este tiempo que nos ha tenido
muy preocupado, lo menos que puede hacer es contarnos toda la verdad.
Estoy
de acuerdo con Tea. – Secundo el castaño.
Está
bien amigos ya tranquilos, no se peleen.
PUES
ENTONCES, CUÉNTANOS YA. – Dijeron al unisonó, tanto la ojiazul como el de ojos
marrones… Mientras que el albino suspiraba moviendo la cabeza de un lado a otro
en señal de negación.
¿Pues
qué creen? Yami y yo, Yami y yo… – Estaba un poco nervioso, sentía su cara
enrojecer… – Yami y yo hicimos las paces.
¡Qué
bien Yūgi! Muchas felicidades. – Todos sus amigos lo abrazaban y lo
felicitaban.
Ya
sabía que ustedes dos no podían estar enojados tanto tiempo. – Expresaba la
castaña.
Ustedes
hacen una bonita pareja. – Decía el albino.
Y…
A ver cuéntanos, ¿Cómo pasó? ¿Cómo se reconciliaron?
Si,
si, si, cuéntanos Yūgi. – Todos insistían en saber querer la verdad.
¿Les
parece bien si nos reunimos en mi casa después de clases?
De
acuerdo, después de clases nos iremos todos juntos, ¿verdad chicos?
Así
es…
El
timbre de la escuela sonó, anunciando que el primer recreo había terminado.
******************************
No muy lejos de ahí, pero en la misma
escuela…
NO
PERMITIRÉ QUE ALGO COMO ESTO ARRUINE LA POPULARIDAD DE MI ESCUELA. – Expresaba
furioso un hombre, de piel morena clara, y su pelo era de color plateado.
Lo
que le ocurrió a ese joven es algo espantoso.
Debemos
de hacer algo para que esto no nos afecte.
Según
las autoridades, la investigación llevará algo de tiempo.
En
todo caso no hay mucho que podamos hacer.
Hablaban
varias personas que se encontraba en una sala de juntas. – El Director
únicamente escuchaba todas las opiniones de los demás.
Esto
es un completo desastre.
Que
nos íbamos a imaginar que algo como esto sucedería en esta escuela.
Tantos
años de ofrecer una mejor educación, mejor prestigio, de brindar una mejor
calidad en el servicio educativo,
solamente para que un imbécil arruine todo nuestros esfuerzos.
Todos
empezaron a discutir al mismo tiempo, ya nada se podía entender de lo que se
decían unos a otros, todas las personas expresaban opiniones, pero ninguna
aportaba una solución, el peli plateado al ver que no se llegaba a ningún
acuerdo, decidió intervenir…
Cof, cof, cof… Caballeros, debemos
de tranquilizarnos antes que nada… Porque si seguimos discutiendo no llegaremos
a ningún acuerdo.
Tiene usted razón Señor Pegasus.
¿Qué sugiere usted que hagamos?
Ya hemos cooperado bastante en
darles información a las autoridades, y ellos terminarán por investigar a todo
el personal.
Pero a pesar que hemos hecho todo
esto, en las noticias no se habla de otra cosa más que de este incidente.
Como dije antes, no permitiré
que algo como esto arruine la popularidad de mi escuela, es por eso que he
tomado una decisión.
¿Cuál?
– Preguntaron todos al unísono.
Por el momento he decidido que todos
ustedes se queden al margen del asunto.
Todos comenzaron a murmurar entre
sí, escuchándose aquel barullo como si se tratase de un enjambre de abejas.
******************************
Universidad
de Ciudad Domino…
Un joven caminaba por los pasillos
de la universidad, tenía una cara de pocos amigos, había tenido un largo y pesado día, todos los estudiantes se
encontraban muy ajetreados con tanto trabajo, pero eso a él no le molestaba, lo
que verdaderamente le molestaba era…
¡¡¡Rayos!!! No entiendo porque tiene
que ser obligatorio venir a este estúpido evento. – Se decía para sí mismo,
pero alguien lo sacó de sus pensamientos.
Hola, te he buscado por toda la
universidad, no es genial que hayamos quedado en el mismo equipo.
Porque no me haces un favor y te
desapareces.
Hay vamos, no seas así, hay que aprovechar
que en estos momentos estamos solos tú y yo. – Sonreía la persona que acababa
de llegar.
El otro joven no le prestó atención
en lo más mínimo y prefirió seguir caminando.
Oye espera, no me dejes hablando
solo ¿quieres?
Escúchame bien Alister, en serio te
digo que ya me estoy cansando de que me sigas a todas partes… ¿Es que acaso no
me puedes dejar en paz? – Dijo furioso.
Hay pero que genio, lo que tú
necesitas es un poco de cariñito. – Intentó acercársele, pero el otro se alejó
un poco de él.
Ni se te ocurra tocarme. – Advirtió.
Bakura, hasta cuando entenderás que
tú me gustas, estoy perdidamente enamorado de ti.
Hasta que tu entiendas que no me
interesas, y que además te he dicho hasta el cansancio que yo tengo novio.
Y dale con eso. – Se dijo entre
dientes. – Ya te dije que eso a mí no me molesta.
Pero tú a mí sí. – Lo interrumpió de
golpe. – Mira Alister, hazme un favor y piérdete, no me gustaría perder la poca
paciencia que me queda.
Pero es que yo…
El albino siguió caminando dejándolo
solo.
******************************
Casa
de la Familia Wheeler…
¿Cómo se encuentra doctora?
Lo dejé más tranquilo.
Yo ya no puedo más con esta
situación… Verlo de esa manera, me siento impotente el no poder ayudarlo.
Tranquilícese Señor Wheeler,
recuerde que usted no debe desmoronarse ahora, porque si lo hace, no podrá
sacar a su hijo adelante.
Eso lo sé muy bien, es por eso que
no he salido a buscar trabajo.
¿Cómo dijo? ¿Acaso usted no tiene
empleo?
Hace un par de meses que lo perdí,
cuando Joey todavía se encontraba en el hospital.
¿Y por qué no me lo había dicho
antes?
Creí que él iba a mejorar con el
tiempo, y que las cosas volverían a hacer como antes.
De todas maneras me lo hubiese
dicho.
¿Qué ganaría con decírselo? Nadie le
daría trabajo a un viejo como yo, sobre todo cuando tiene que cuidar a su hijo
casi todo el tiempo.
Eso quiere decir….
He intentado buscar trabajo, pero
como le acabo de decir, no puedo apartarme de Joey, usted misma me recomendó no
dejarlo solo ni por un momento… Y no hay trabajos de medio tiempo para alguien
como yo
Mmm… En ese caso, usted no se
preocupe por nada, veré que puedo hacer.
Discúlpeme por lo que le voy a decir
pero… No necesito caridad de nadie, ni piense en darme dinero porque no se lo
aceptaré.
¿Y quién ha hablado de darle dinero?
– Expresó la mujer muy seria.
¿Entonces?
Déjeme hablar con unos amigos a ver
si le puedo conseguir algo que le permita trabajar y cuidar de su hijo al mismo
tiempo.
¿Haría eso por mí?
¿Y por qué no?
******************************
Las clases finalmente habían
terminado, todos los alumnos ya se encontraban en sus respectivas casas, todos
excepto cierto grupito que en vez de irse a sus casas, decidieron ir a casa de
su mejor amigo…
Que día tan pesado el que tuvimos
hoy.
Creí que nunca finalizarían las
clases.
Ahora que estamos aquí Yūgi, empieza a contarnos.
Tea, deja de presionarlo tanto.
Es que muero de ganas por saber que
ocurrió entre ellos.
Ya, está bien chicos, les contaré…
Resulta que Yami vino a buscarme a mi casa.
¡Aja! Y luego ¿Qué pasó?
Pues lo de siempre, discutimos al
principio, nos insultamos, nos dijimos hasta de lo que nos íbamos a morir y
después nos reconciliamos.
¿Qué? Alto, alto, alto, ¿se
reconciliaron así nada más? – Preguntó la oji azul.
Mmmm… ¿No nos estarás ocultando algo
Yūgi?
Hay pero que cosas dices Tristán. –
Respondió muy nervioso.
Anda, cuéntanos bien que fue lo que
pasó.
Amigos, él ya nos contó todo, creo
que eso es más que suficiente, deberíamos de alegrarnos porque Yūgi es muy feliz.
Si pero, nosotros queremos saber con
lujos y detalles como se reconciliaron.
A ver Yūgi, cuéntanos ya, y sin rodeos dinos que pasó.
El tricolor menor al sentirse
presionado por sus amigos, no tuvo otra opción más que gritar…
¡¡¡HICE EL AMOR CON YAMI!!!…
Todos se quedaron boquiabiertos al
escucharlo hablar, mientras que el joven estaba más que sonrojado.
¿Qué hiciste qué? – La castaña fue
la primera en salir del asombro.
¿Te acostaste con él? – Preguntó el
castaño.
Sí.
¡Ajá! Sabía que había algo raro en
ti.
Yūgi… – Expresó la oji azul. – No puedo creerlo.
¿Qué sucede? ¿Por qué todos se ponen
así? No entiendo nada. – Hablaba inocentemente un hermoso joven albino. – Si el
solamente se reconcilió con su novio, se besaron y eso es normal ¿o no?
Ryou… Yūgi ya tuvo relaciones sexuales con su pareja.
¡¡¡TEA!!! No se lo digas de esa
manera.
¿Y cómo quieres que se lo diga
Tristán? Si le estoy diciendo la verdad.
¿Relaciones sexuales?
Así es Ryou, ellos ya tuvieron
intimidad… Mejor cállate, que tú no sabes de estas cosas.
Yūgi, lo que nos acabas de decir… ¿Es cierto?
Si Tristán, me entregué a Yami por
primera vez y él también se entregó a mí. – El tricolor menor se sentía un poco
avergonzado por todo lo que le decía a sus amigos, pero como ocultarlo si a
leguas se le notaba lo feliz e ilusionado que estaba.
¿Y cómo estuvo tu primera vez? ¿Te
dolió? – Trataba de indagar la castaña.
Pues yo… Pues este…
Hay Tea pero que preguntas las
tuyas.
Hay ya cállate Tristán y deja que
conteste Yūgi.
A veces pienso que mejor no les
hubiera dicho nada. – Medio sonrió apenado.
No te preocupes por eso, somos tus
amigos y recuerda que entre los amigos no deben de haber secretos… Así que
cuéntanos como estuvo.
Pues… Que les puedo decir, al inicio
me sentía extraño, sentía como si la sangre de mi cuerpo ardía, aunque no niego
que al principio me dolió mucho. – Esto último lo dijo con nerviosismo. –
Estaba feliz que Yami se preocupara por mí a cada segundo, fue muy bueno
conmigo, me trató con tanto cariño y dulzura que yo me sentía en las nubes.
Aaaaaaawwwww… Qué lindo…
Sí, él fue muy lindo conmigo, sentí
como nos entregábamos uno al otro, me dijo que me ama… Me ama a mí, y solamente
a mí… Pero… – La alegría que tenía en
ese momento se le desvaneció por un instante…
¿Pero?
¡Oh vamos Yūgi! No te pongas así.
Yūgi… ¿Qué sucede?
Es que temo por lo que sucederá
ahora Tea… Me siento un poco culpable el haberlo hecho, creo que me dejé llevar
por el momento.
¡chist! ¡chist!
¡chist!... No digas eso, no lo vuelvas a decir ni en broma.
Tristán tiene razón, no
tienes por qué sentirte culpable, al fin y al cabo ustedes se aman, estoy
segura que Yami decidió hacerlo contigo pensando en que tú tal vez ya estabas
listo.
¿Tú crees eso Tea?
Claro que si Yūgi, ahora en lo único que debes pensar es en lo
feliz que eres ahora, y en lo felices que ustedes serán, cuando dos personas se
entregan por amor, nada ni “Nadie” – Le hizo comillas con sus dedos. – Los
puede separar.
Todos los demás asentían
con la cabeza, dándole la aprobación a todo lo que su amiga decía.
Muchas gracias amigos
por todo su apoyo… La verdad es que me sentía inseguro por todo esto y temía
que Yami fuera a cambiar conmigo después de haber tenido relaciones con él.
No Yūgi, no pienses cosas feas, mejor piensa en ese
momento mágico que tuviste con él, piensa en cómo ambos se entregaban con mucho
amor y pasión.
¿Y tú desde cuando te
volviste en una experta sobre estas cosas Tea?
Hay Tristán, se ve que
tú no sabes nada de nada… ¿Qué acaso no vez películas románticas?
Bien sabes que no me
gusta ver películas cursis.
La oji azul estaba por
ponerse furiosa, mientras que los otros jóvenes reían y gozaban de ver cómo
esos dos peleaban constantemente…
Hay Tristán, contigo en
verdad que no se puede… No vez que lo que le pasó a Yūgi fue tan romántico, como sacado de una
película. – Ponía cara dramática de admiración y amor a la vez…
Mientras que los chicos
se reían a carcajadas…
Ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Ahora sí que ya te perdimos Tea.
¡Ahora verán! – Les
contestó furiosa y les dio un golpe en la cabeza a cada uno de sus amigos.
¡Auch! – Manifestaron
todos.
Ustedes se lo ganaron a
pulso.
Bueno ya, lo importante
es que ya está de regreso con nosotros…
Amigos, no quisiera
arruinarles este momento pero… ¿No creen que Yūgi debería de ponerse al corriente con las
clases que ha perdido?
¡Es cierto! –
Contestaron todos.
Tú no te preocupes por
nada, que nosotros te ayudaremos para que te pongas al corriente.
Muchas gracias amigos,
gracias por todo su apoyo, los quiero muchísimo.
Nosotros también, te
queremos. – Manifestaron al unísono.
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
En
una habitación se encontraba un joven de hermosos ojos azules, se veía bastante
cansado, pero esta vez no era por el exceso de trabajo, sino más bien por otra
cosa, en sus manos sostenía un pequeño cuaderno, al parecer se había tomado la
libertad de leerlo una y otra vez durante todo el fin de semana… Aún no podía
creer como algo tan personal había llegado a sus manos…
FLASH BACK
Había
tenido una mañana muy difícil, estaba más que molesto, sobre todo porque cierta
persona llevaba días sin presentarse a trabajar y por ende él tenía que hacerse
cargo de todo… Se encontraba trabajando en su laptop sobre su escritorio, tenía
el ceño fruncido, había dado órdenes explícitas que nadie, absolutamente nadie
lo molestara, estaba tan concentrado trabajando hasta que fue interrumpido de
golpe… Fue entonces, cuando las puertas metálicas de su oficina fueron abiertas
de par en par…
No
puede entrar ahí, que acaso no lo entiende, él no quiere recibir a nadie. –
Decían las personas que trabajaban ahí, en especial una hermosa señora que al
parecer era la secretaria y temía por su empleo.
¡Ja!
Quiérase o no me tendrá que recibir, le guste o no le guste. – Respondió un
hombre que estaba muy molesto. – Fue en ese momento cuando llegaron los de
seguridad, agarraron al hombre por la fuerza mientras le decían:
Usted
no debe estar aquí, no tiene autorización para entrar de esta manera.
Suéltenme
malditos, no saben con quién se está metiendo.
Discúlpenos
por favor señor, pero este hombre insistió tanto en querer hablar con usted que
no pudimos detenerlo.
El
hombre fastidiado de tanto alboroto, dijo:
Si
un sólo hombre pudo entrar de esta manera, eso quiere decir que ustedes no
están aptos para trabajar aquí. – Hablaba muy serio y enfadado.
Pero
Señor…
Pero
nada, ahora suéltenlo y quiero que todos ustedes salgan de aquí. ¡¡¡AHORA!!! –
Gritó furioso, haciendo que todas las personas salieran de inmediato.
ES
USTED UN MALDITO HIPÓCRITA, UN BASTARDO MENTIROSO. – Gritaba el hombre muy disgustado.
¿Es
así cómo me agradece? ¿Dejo que se quede únicamente para que usted me venga a
insultar en mi propia empresa? – Trataba de no perder la poca paciencia que le
quedaba.
¡¡¡CÁLLESE!!!
Ahórrese su estúpida ironía para alguien que le interese. Si estoy aquí es para
decirle todo lo que pienso sobre usted… Maldito bastardo, todas esas
estupideces que dijo no fueron más que puras mentiras, ni crea que dejaré que
se burle tan fácilmente de mi hijo.
El
CEO levantó una ceja en señal de reproche, frunció el ceño y contestó:
Que
yo sepa yo no he hecho tal cosa… Y si fuera así, no tengo por qué darle
explicaciones a usted.
Maldito
miserable, acaso ya olvidó todo lo que me dijo en el hospital… Más le vale que
se vaya acostumbrando a mi presencia porque le garantizo que me verá aquí todos
los días… También tengo mucho que ver en esto… Me preocupa su “bienestar” es
todo… – Todo lo que decía lo hacía en
forma de burla.
Finalmente,
la otra persona se levantó de la silla de su escritorio y caminó en dirección a
donde estaba el hombre, para luego
responder:
Es
verdad que yo comenté todo eso y no mentía cuando se lo decía… Pero… – No pudo
terminar de hablar ya que fue interrumpido.
¡Ja!
Pero nada, desde que mi hijo salió del hospital usted ni por joder ha ido a
visitarlo… Maldito hipócrita, no es más que un vil mentiroso, si realmente le
importara como me lo afirmó ese día, lo seguiría visitando… ¡Pero NO! En vez de
eso todo lo que ha hecho es ignorar mis llamadas, y alejarse de él por
completo… ¿No qué le importaba su “Bienestar”? – Le hacía señales con sus
dedeos de entre comillas.
Tengo
mis razones del por qué no he llegado a verlo. Y eso es algo que a usted no le
concierne.
Es
ahí que usted se equivoca, todo lo relacionado a mi hijo me concierne a mí.
Escuche
Señor Wheeler, no sé qué es lo que pretende o que es lo que quiere conseguir
con todo esto… Pero le Recuerdo que usted mismo me dijo que no me soportaba que
mi estúpida presencia le caía en la punta de su hígado… ¿Y ahora viene hasta
acá, entrando por la fuerza y para rematar se atreve a insultarme en mi propia
cara? – Ambos se miraban furiosos, el ambiente se sentía muy pesado, las dos
personas estaban a punto de dejarse llevar por el odio que se tenían y
descargar todo el enojo que crecía en ese momento… Uno de ellos, respiró
profundamente para calmarse un poco…
Lamento
mucho haber entrado de esta manera, pero fue lo único que se me ocurrió para
poder hablar con usted.
Lo
escucho. – Respondió la otra persona que también se había logrado tranquilizar
un poco.
Yo
sé por qué usted se ha alejado de él, o al menos tengo mis sospechas.
¿En
serio?
Le
ruego que por favor no me interrumpa. – Contestó con ira.
La
otra persona se limitó en quedarse callado y escuchar, mientras que el hombre
continuó hablando.
Como
le estaba diciendo, sé por qué usted se ha alejado de él, o al menos tengo mis
sospechas, cuando me di cuenta de su indiferencia hacia él créame que me dieron
unas enormes ganas de romperle la cara en cuanto lo viera… Pero… Quería salir
de mis dudas y usted sin darse cuenta me lo acaba de confirmar.
El
CEO, prestaba mucha atención a todo lo que le expresaba ese hombre, no dejaba de verlo a los ojos ni por un segundo.
Realmente
quiero saber si usted se merece a mi hijo… Porque si no es así, tomaré la
decisión de llevármelo lejos de aquí… Lejos de todo esto, lejos de todo lo que
él ha sufrido, para comenzar una nueva vida con él.
En
cuanto escuchó esas palabras y miró que el hombre hablaba muy en serio, sintió
como si le estaban clavando una gran estaca en lo más profundo de su corazón…
Se quedó atónito a todo lo que oía, tal fue su asombro que no lo pudo ocultar.
No
puede hacer eso. – Manifestó molesto.
Claro
que puedo y lo haré… De usted depende. – Respondió con firmeza.
¿Cómo
puede estar tan seguro de lo que pueda sentir por su hijo? No lo entiendo.
Porque
una persona jamás se va a preocupar por otro si no siente nada por aquella
persona.
¿Y
qué? Podría decirle que lo hice por caridad.
Mira
imbécil, no trates de verme la cara que yo no soy idiota.
Ya
estuvo bueno, no le permitiré que me siga insultando.
Pues
entonces dígame lo que quiero saber.
Pues
sí, si me gusta su hijo… ¿Ya está satisfecho?
La
otra persona medio sonrió, reconoció que no había sido nada fácil para el
castaño decir esas palabras.
¿Lo
que me dice es cierto? – Trató de indagar un poco más.
Me
gusta su hijo, al menos eso era lo que yo creía, pero después de todo lo que
pasó… Concluí en alejarme y olvidarme de estos malditos sentimientos, quizás
eso sería lo mejor para todos. – El ojiazul, decidió decir toda la verdad, tal
parece que él necesitaba desahogarse de alguna forma y sacar todo lo que
llevaba por dentro.
¿Fue
por eso que ya no volvió a visitarlo?
Sí.
Pues
hizo mal… Porque aunque usted no me lo crea, mi hijo lo necesita hoy más que nunca.
Tomé
mi decisión y lo único que le pido es que la respete.
¿Por
qué?
De
nada sirve amar a una persona, aun sabiendo que ese sentimiento nunca será
correspondido.
En
eso usted se equivoca. – En cuanto decía esas palabras, el hombre fue abriendo
su chaqueta y sacó algo que parecía ser un pequeño paquete.
El
castaño observó con intriga lo que ese hombre le entregaba.
¿Qué
es esto?
Es
algo que le será de mucha ayuda… Usted mismo se dará cuenta del gran error que
estaba cometiendo al tomar una decisión equivocada.
¿Por
qué hace esto? ¿Qué gana con entregarme este paquete?
Sólo
puedo decirle, que para mí no ha sido nada fácil haber tomado esta decisión.
Tal vez no me comprenda en estos momentos, pero le aseguro que llegará a
entenderlo todo y me dará la razón de lo que he hecho y le he dicho.
De
acuerdo, confiaré en sus palabras.
Bien,
en ese caso ya debo irme y le agradezco mucho por recibirme. – Medio bromeó con
el castaño.
El
CEO medio sonrió también y se despidió de ese hombre, quedando en sus manos
aquel misterioso paquete.
FIN DEL FLASHBACK
Continuará…
N/A: ¿Qué tal les
pareció? ¿Les gustó? Espero que sí, lo hice un poquitín largo para compensarlos
por su valiosa espera… Si tienen alguna pregunta no olviden dejar sus comentarios y si
quieren que ponga la sesión entre el padre de mi cachorro y él, háganmelo saber
por fis…
Se
despide de ustedes con mucho cariño…
KAT.
P.D.: Gracias a la
ayuda de mi amiga Aime, es que pude conseguir esta bella imagen del faraón, les
aclaro que la modifiqué un poco, para
que se hagan una idea de la cara que puso cuando vio la montaña de trabajo que
tenía acumulado… XD