domingo, 19 de abril de 2020

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 13: No dejaré que te lleven…


Notas del capítulo: Todos, más de alguna vez hemos tenido alguna mascota cuando éramos niños, y nos encariñábamos mucho con ella.

En lo personal, tuve muchos gatos, siempre que llegaba de la escuela tenía que llevar un gatito a casa, pero no duraban mucho porque mis padres los regalaban. Al pasar los años, hubo un gatito que le tomé bastante cariño, yo ya estaba un poquito más grande y sentía que el gato era mi mejor amigo, todavía recuerdo de qué color era y que nombre le habíamos puesto. Cuando mis padres querían regalarlo, yo lloraba, y hacia berrinche, me encerraba en mi cuarto junto con mi mascota y le decía que no iba a permitir que nos separaran.

Lamentablemente, un día sucedió una tragedia, mi gatito se salió de casa, y al atravesar la calle un carro lo mató. Cuando llegué de la escuela lo busqué por toda la casa, lloré, grité, me enojé con mis padres creyendo que me lo habían regalado. Años después, supe la triste verdad de lo que le había pasado a mi gatito. En ese momento, comprendí el por qué mis padres no me dijeron la verdad, luego de eso, mis padres nos regalaron otro gatito, este era de raza Siamés, vino bien chiquitito, era una pequeña bola de pelos.

Por esa razón, es que se me ocurrió escribir este capítulo, sin embargo, no solamente puede pasar con una mascota, si no que puede pasar con un hijo, en el sentido de cuando las parejas se divorcian, o cuando quieren separar un bebé de su madre, etc.

Considero, que debemos de defender lo que más amamos en la vida…


Aclaración: Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente escribo esta historia porque me encanta hacerlo, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Horas más tarde…

Cierto joven había llegado a su mansión, intentó varias veces en ir a visitar a su amigo, pero su hermano mayor lo tenía bien vigilado a tal grado que lo obligó a que cenara en la mesa con la familia.

         ¿Ya me puedo retirar?

         ¿Por qué tienes tanta prisa en irte?

         Porque no quiero estar aquí, porque me obligaste a que cenara contigo y porque prefiero mil veces estar en mi celda que estarte viendo la cara.

         No me hables así, soy tu hermano mayor y tienes que respetarme.

El joven se cruzó de brazos poniendo una cara enojada.

         ¿Por qué insistes en que me quede en la mesa? Ya terminé de comer.

         Quiero que hablemos.

         No puede ser mañana.

         No.

         ¿Por qué?

         Porque mañana estaré muy ocupado.

         Ósea que tu si puedes obligar a otros a que te escuchen, mientras que los demás no tienen voz ni voto.

         Tú no tienes tantas obligaciones como yo.

El menor se enfadó tanto que se levantó de la mesa de golpe.

         YO NO SERÉ TU PUERQUITO HERMANO, NI TAMPOCO VOY A PERMITIR QUE ME OBLIGUES A ESCUCHARTE. ASÍ QUE ME VOY A MI HABITACIÓN, Y DE UNA VEZ TE DIGO QUE TÚ NO ERES EL ÚNICO EN ESTA MANSIÓN QUE TIENE COSAS QUE HACER. ADIÓS.

         ¿A DÓNDE CREES QUE VAS? REGRESA AQUÍ INMEDIATAMENTE MOKUBA. – Estaba por irse, sin embargo fue detenido por la otra persona.

         Déjalo que se vaya, debes admitir que lo que te dijo fue la verdad.

         No fastidies Yami, ahora mismo haré que me escuche.

         Ya no lo molestes, es mejor que nos vayamos a descansar, mañana será otro día y podrás hablar con él con más calma.

         Mhg…

         Relájate, de vez en cuando es bueno darse un respiro.

         De acuerdo, por esta ocasión te haré caso.

******************************

A la mañana siguiente…

         Discúlpame por haberte hecho aguantar hambre todo el día, las cosas se me complicaron un poco ayer.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Estaba muy asustado y tú no venías.

         Ya no llores por favor.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No te imaginas la angustia que pasé, unos hombres iban a entrar aquí y yo no sabía qué hacer… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Perdóname Joey, y te doy la razón en todo lo que me estás diciendo. Te prometo no dejarte solo tanto tiempo.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿De verdad?

         Sí, anda, deja de llorar.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Está bien.

         Hoy pude traerte una gran variedad de comida, es fin de semana y la cocinera le gusta hacer toda clase de comida, hasta preparó mi pastel favorito.

         Todo se ve muy rico. – Sus ojos le brillaban al ver tanta comida. – ¿Desayunarás conmigo?

         Lo siento, mi hermano insistió en que desayunara con él, pero no te preocupes, me quedaré haciéndote compañía.

         Gracias.

         Quiero que me cuentes qué pasó ayer.

         Un hombre encontró esta cueva y alertó a sus compañeros, estaban por entrar pero alguien les gritó que no perdieran el tiempo en buscar aquí. Así que se fueron.

         Uuufff… Menos mal.

         Creí que me iban a encontrar, y que me sacarían por la fuerza y temí en no volverte a ver.

         Cálmate Joey, no dejaré que te lleven, te lo prometo, yo cuidaré de ti.

         Gracias.

******************************

Ciudad de china, Hangzhou…

         Hola mi amor.

         ¡Rayos Mahādo, me asustaste!

         Lo siento.

         Ya te he dicho que no te me aparezcas de imprevisto.

         Discúlpame, no puedo evitarlo. – Se le acercó para besarlo.

         Nada de besos, estoy enojado contigo. – Hizo un puchero de niño infantil.

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, no sabes cómo me encanta que hagas eso.

         No te burles, no es gracioso.

         Amor, no te enojes, porque no mejor vamos a la recámara y hacemos…

         ¡ERES UN PERVERTIDO! SOLAMENTE PIENSAS EN TENER SEXO. – Sus mejillas estaban totalmente ruborizadas.

         Pues claro, eres mi esposo. ¿En qué otra cosa puedo pensar?

         Idiota.

         Anda, vamos a la habitación. – Le ponía carita de un cachorro. – Mira que me has hecho mucha falta. – Comenzaba a besar su cuello y lamer una de sus orejas seductoramente, provocándole a su pareja cierta excitación.

         De acuerdo, pero esta vez lo haremos a mi manera.

         Claro que si mi amor.

******************************

         Me muero de sueño.

         Es lógico que tengas sueño, nos pasamos toda la noche viendo películas.

         Pero valió la pena, ¿no crees?

         Supongo que sí, y gracias a ti ya no me siento tan enojada.

         No es para tanto Rebecca. Que te parece si vamos a la cocina a ver que encontramos para comer.

         Es una excelente idea, vamos.

En cuanto llegaron al lugar…

         Abuelito, ¿qué haces?

         Pensaba en irles a dejar algo de comida.

         Hay abuelito no te hubieras molestado, muchas gracias.

         Disculpe Solomon, no cree que debería de estar en cama todavía.

         No te preocupes Rebecca, ya me siento mejor, además, si no me pongo hacer algo me siento como un viejo inútil.

         Abuelito, no digas eso, tú no eres ningún viejo inútil.

         Yūgi, tiene razón.

         Muchas gracias.

         ¿Dónde está Shādī?

         Lo llamaron de emergencia de su trabajo.

         Le ha de tocar muy pesado tener que trabajar los fines de semana.

         Shādī siempre ha sido muy trabajador y responsable.

         Ejem, ejem, ejem. – Interrumpió el otro joven. – Abuelito porque no te vas a descansar, nosotros terminaremos de limpiar la cocina.

         No quiero causarles molestias.

         No se preocupe Solomon, no es ninguna molestia.

         De acuerdo, me iré a mi cuarto a descansar.

         Adiós abuelito.

         Adiós Solomon.

         Adiós muchachos.

******************************

         Estuviste increíble en la cama mi amor.

         Me alegra que te haya gustado.

         Y como no gustarme, si todo tú me gustas.

         Mahādo, no digas esas cosas que me dan pena.

         Solamente estoy diciendo la verdad.

         Te amo.

         Y yo a ti mi amor.

         Ahora cuéntame cómo te fue en tu viaje. ¿Lograste reunirte con el concejo de magos?

         Si. – Contestó sin mirarlo a los ojos.

         ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron? – La otra persona no dijo nada. – Mahādo, no te quedes callado, puedes decirme lo que sea.

         Perdóname Shada.

         ¿Por qué me pides perdón?

         El concejo de magos decidió hacerles unas pruebas a nuestros hijos.

         ¿Qué clase de pruebas?

         Tendrán que pasar la iniciación de magos.

         ¿Qué? ¿Por qué le harán eso a nuestros hijos, si ellos nunca han ido a sus escuelas? – Hubo un silencio total. – Espera, no me digas que tú te atreviste a mandarlos.

         Yo…

         ERES UN MALDITO MISERABLE, ¿CÓMO PUDISTE HACERME ESTO? ¿CÓMO PUDISTE ENGAÑARME?

         Shada, escúchame por favor.

         NO ME TOQUES, ALÉJATE DE MÍ, MALDITO MENTIROSO.

         Shada, por favor.

         TODO ESTE TIEMPO ME HICISTE CREER QUE MIS HIJOS IBAN A ESCUELAS NORMALES, CUANDO EN REALIDAD TÚ LOS MANDABAS A LA ESCUELA DE MAGOS.

         Déjame que te explique por favor.

         LÁRGATE MAHĀDO, LÁRGATE, NO QUIERO OÍRTE.

         Amor…

         QUE NO ME ESCUCHASTE, QUIERO QUE TE VAYAS.

         Está bien amor, me voy.

******************************

Dos semanas después…

         Se me hace extraño el comportamiento de mi hermano.

         ¿Qué hizo esta vez?

         Se la pasa todo el día encerrado en su cuarto.

         ¿Qué más esperas de él? Ya olvidaste que lo tienes castigado, no lo dejas salir a ninguna parte.

         Ya lo sé, no tienes que recordármelo. Aun así se me hace raro que haya aceptado su castigo sin reclamarme, siento como si prefiere estar solo y pasar más tiempo encerrado en su habitación.

         Déjalo que sea feliz a su manera Seto, ya bastante tiene con que lo pases regañando por todo.

         Supongo que sí, iré a hablar con él, ahora mismo.

Estaba por irse cuando en eso llegó una de las empleadas de la mansión…

         Disculpe señor.

         ¿Qué sucede?

         Afuera esta un hombre, dice que le urge hablar con usted.

         Ahora voy.

******************************

         Haz cumplido con tu promesa de visitarme todos los días.

         Claro que sí, te dije que no te iba a dejar solo.

         ¿Cómo haces para salir sin que tu hermano lo sepa?

         Acuérdate que te dije que estoy castigado.

         ¿Todavía?

         Sí, pero no importa, de hecho me conviene seguir castigado. – Medio le sonrió.

         ¿Por qué? No entiendo.

         Es la única manera de no ver a mi hermano, y el cree que paso todo el día en mi cuarto cuando en realidad paso contigo.

         Lo estas engañando.

         En cierta manera sí, pero es su culpa por no quererme escuchar.

         Ya veo…

         Joey, veo que no has tocado tu comida, acaso no tienes hambre. O no te gusta lo que te traje.

         No, no es eso, la comida se ve deliciosa, pero no tengo hambre.

         Está bien, te la dejaré por si te da hambre más noche.

         Gracias.

         Bien, debo irme, te dejo agua, sábanas limpias, y ya le cambié las baterías a la lámpara.

         Muchas gracias Mokuba. ¿Vendrás mañana a verme?

         Claro, pero recuerda que mañana tengo escuela, así que vendré por la tarde.

         Es verdad, lo había olvidado. Como me gustaría ir a la escuela. – Manifestó tristemente.

         Nunca has ido a estudiar.

         No.

         ¿Por qué?

         Mi padre siempre me decía que yo no necesitaba ir a la escuela.

         Perdóname pero tu padre es un idiota. – El niño sonrió al escuchar a su amigo. – Eso quiere decir que… ¿No sabes leer ni escribir?

         Eso sí puedo hacer.

         ¿Quién te enseñó?

         Mi padre, pero únicamente me enseñó lo básico.

         Entiendo. Bien, ahora si me voy.

         Cuídate mucho.

         Tú también.

******************************

         Ya hemos terminado de revisar todo el bosque y no hemos encontrado ningún rastro del animal.

         Es como si la tierra se lo hubiera tragado.

         ¿Cómo es posible que no encontraran nada? Son unos incompetentes, buenos para nada.

         Lo sentimos mucho señor, pero buscamos en todos los rincones tal y como usted no los pidió.

         Demonios.

         Disculpe mi atrevimiento pero es mejor que le pregunte a su hermano dónde escondió al animal.

         Él es el único que sabe señor Kaiba.

         Con mi hermano no se metan, y a mí nadie me dice lo que tengo y no tengo que hacer.

         Perdóneme señor.

         “Aunque me han dado una idea”. – Esto último lo pensó para sí mismo. – Vengan mañana por sus pagos, y luego les diré lo que tendrán que hacer.

         Sí señor.

         Nos vemos mañana señor Kaiba.

         Sí, sí, hasta mañana.


Continuará…


N/A: ¿Qué planes tendrá  el neko en mente esta vez? ¿Shada perdonará el engaño de su esposo? ¿Reanudará Yūgi con su búsqueda? ¿Seguirán apareciendo más personajes misteriosos? No se pierdan mañana la continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus comentarios.

Cuídense mucho y nos vemos en el próximo capítulo.

Atte.:

           KAT.




No hay comentarios:

Publicar un comentario