viernes, 29 de octubre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 130: ¡Odio mi vida! ¡Y odio este maldito engendro!... IV parte.

 

 


Notas del capítulo: Hay personas que les encanta lastimar a los demás, tanto es el daño que hacen que no toman en cuenta los sentimientos ajenos ni las consecuencias de sus actos. Y esto repercute a terceros provocando que más gente inocente sigan pagando los platos rotos que no les corresponden pagar… ¿De qué manera se podría romper esta cadena?

 

 


AVISO IMPORTANTE: Varios de mis lectores me han dicho que estoy tocando un tema bastante delicado, y sé muy bien que me estoy metiendo a aguas profundas, también sé que es algo que no se puede tocar a la ligera porque en ocasiones resulta ser un tabú y casi nadie habla sobre ello. En esta ocasión les voy a pedir mucho respeto tanto hacia mi persona como a los lectores que dejen su opinión, recordemos que todos tenemos derecho a opinar y a tener diferentes puntos de vista. Si hay alguien que no le gusta hablar sobre el caso y le incomoda cómo va la trama de la historia les sugiero que no continúen leyendo. Este capítulo tendrá argumentos fuertes, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por si alguien se va a sentir ofendido… No es recomendable para personas que sean sensibles, ni para aquellos que no soporten la violencia… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 


Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

Una hora después…

 

Un joven albino estaba saliendo de una de las habitaciones del hospital, al comenzar a caminar por el pasillo se encontró con otra persona.

 

         ¿Y Joey?

 

         Se quedó adentro junto con Yūgi. – Respondió apenado.

 

         Voy a entrar.

 

         Espere por favor, Seto. – Detuvo su caminar.

 

         ¿Qué sucede, Ryou? ¿Por qué me detienes?

 

         Joey me pidió que le dijera que no entrara.

 

         ¿Cómo? – Cuestionó estupefacto.

 

         Quiere quedarse solo con Yūgi.

 

         Esto es una locura, aun así entraré.

 

         Por favor, le pido que me escuche.

 

         De acuerdo. – Trató de calmarse un poco.

 

         Él quiere estar a solas con Yūgi, tratará la manera de convencerlo para que desista de la locura que quiere cometer. Solamente le pide que le dé algo de tiempo para que ellos puedan hablar, si siente que se tarda mucho entonces puede entrar a la habitación.

 

         Por un demonio, no entiendo por qué te pidió algo así si el bien sabe que no me gusta esperar.

 

         Creo que debe de confiar en él.

 

         Está bien, le daré algo de tiempo para que ellos hablen, luego de eso entraré.

 

         Gracias.

 

******************************

 

No muy lejos de ahí…

 

Dos personas se encontraban dentro de una de las habitaciones del hospital, uno estaba sentado en la orilla de la cama y el otro recostado sobre la pared. Nadie se atrevía a hablar y el silencio ya comenzaba a sentirse incómodo. Luego de un rato uno de ellos decide romper con aquel maldito mutismo.

 

         No ganas nada estando ahí parado como un idiota. Es mejor que te vayas. – Expresó molesto.

 

         Sabes… – Lo miró directamente a los ojos. – Estaba recordando cuando todos ustedes intentaron ayudarme después que falleció mi madre.


         Se lo que tratas de hacer y de una vez te digo que eso no te funcionará.

 

         ¿Y según tú, qué es lo que trato de hacer?

 

         Buscarás la manera para que yo cambie de opinión, quiero que sepas que digas lo que digas no me harás cambiar de opinión.

 

         Yo no quiero hacer tal cosa, lo único que deseo es que recapacites, que puedas darte cuenta que te estas dejando llevar por el odio y el enojo que sientes en estos momentos.

 

         Mejor vete, Joey.

 

         Yūgi…

 

         ¿Por qué haces esto? – Lo interrumpió de golpe.

 

         Porque somos amigos.

 

         Pues como mi amigo que dices ser deberías de ponerte un segundo en mis zapatos.

 

         Créeme, se cómo te sientes.

 

         ¡CÁLLATE! YA NO SIGAS DICIENDO MÁS ESTUPIDECES. – Gritó con ira.

 

         ¿Yūgi, ya no te acuerdas como ustedes se preocupaban por mí cuando me fui a vivir con Valon después que mi madre murió?

 

         Quiero que te largues, no me interesa escucharte. – Empezaba a alterarse.

 

         Deberías de escucharme, solamente así podrás comprender que de verdad entiendo por lo que estás pasando.

 

         Bien, si eso te hace feliz entonces te escucharé pero luego te marcharás y me dejarás en paz para siempre.

 

         Aceptaré tu condición porque me doy cuenta que es la única opción que me das para que puedas escucharme.

 

         Habla de una vez y que sea rápido. – Manifestó fastidiado.

 

Hubo un breve silencio, el rubio cerró levemente sus ojos para armarse de valor y continuar con lo que iba a decir…


         Cuando mi madre falleció, yo me sentí devastado, sentía que estaba completamente solo en la vida, ya nada me quedaba, sentía que la vida había sido injusta conmigo por haberme arrebatado lo que más amaba en la vida. No tenía a dónde ir, ni a quién recurrir. – Tragó saliva en seco para continuar hablando. – Luego de eso, cuando supe que Valon se haría cargo de mí, yo no lo podía creer. Pensé que todo era una mala jugada del destino. Desde ese día mi vida cambió por completo. Al principio Valon me dio un mes de luto, después de eso mi vida fue un infierno. No tienes idea por todas las cosas que tuve que pasar, no te imaginas por todo el dolor y sufrimiento que viví con ese hombre, me la pasaba trabajando día y noche, y a todos los trabajos que él me mandaba yo los odiaba porque eran muy denigrantes. Durante las noches me la pasaba llorando, y a la vez me preguntaba el por qué mi madre decidió dejarme con ese hombre. Sin embargo tenía que hacerme fuerte frente a ustedes para no preocuparlos. En ese tiempo yo le temía a Valon, temía que les hiciera daño por eso optaba por no acercarme mucho y alejarme cada vez más. – Cerró levemente sus ojos para tratar de contener su llanto. – ¿Te acuerdas cuando me dijiste que desde que vivía con ese hombre me había alejado de ustedes?

 

         Si, si lo recuerdo. – Musitó.

 

         Pues esa misma noche, él… Él abusó de mí. – Al terminar de hablar rompió en llanto. – Por más que le grité, y le rogué para que parara él no se detenía, y en vez de detenerse me seguía violando cada vez más fuerte y no bastándole con eso me comparaba con mi madre, decía que iba hacer conmigo todo lo que no le hizo a ella. – La otra persona abrió los ojos como platos al escuchar a su amigo.

 

         ¿Estas tratando de comparar tu desgracia con la mía? – Preguntó molesto.

 

         No Yūgi, yo sólo…

 

         Más te vale que no lo hagas porque tú no amabas esa persona, no sentías nada por él, en cambio yo…

 

         NO SEAS ESTÚPIDO YŪGI. – Gritó enfadado. – UNA VIOLACIÓN ES UNA VIOLACIÓN. SE SUPONE QUE ESE HOMBRE ME IBA A CUIDAR, ERA QUIEN SE IBA A ENCARGAR DE MÍ, ESE HOMBRE MANCHÓ LA MEMORIA DE MI MADRE Y DE SU MEJOR AMIGA. NO LE IMPORTÓ HACER PEDAZOS AL HIJO DE LA MUJER QUE ÉL DECÍA AMAR CON LOCURA, NO LE IMPORTÓ DESGRACIAR MI VIDA. NO TE IMAGINAS TODAS LAS COSAS QUE ME OBLIGABA HACER, DURANTE MÁS DE UN AÑO DORMÍA Y COMÍA EN EL SUELO DENTRO DE UN SÓTANO, LAS NOCHES QUE ME VIOLABA ME DEJABA ENCADENADO COMPLETAMENTE DESNUDO, TÚ NO SABES LO QUE ES PASAR FRIO Y HAMBRE, TÚ NO SABES LO QUE ES ROGAR PARA QUE TE DEN UN PEDAZO DE PAN, TÚ NO SABES LO QUE ES QUE TE TRATEN PEOR QUE A UNA BASURA, JAMÁS SABRÁS EL QUE TE PASEN GOLPEANDO, MALTRATÁNDOTE FÍSICA Y PSICOLÓGICAMENTE, TORTURÁNDOTE Y QUE TE OBLIGUEN A COMPLACER A PERSONAS EXTRAÑAS, NUNCA SABRÁS EL QUE TE PASEN HUMILLANDO DÍA Y NOCHE… – Su voz sonaba temblorosa, recordar todo aquello era muy doloroso para él. – TÚ NO SABES LO QUE ES QUE USEN TU CUERPO COMO SI FUERA UN BAÑO PÚBLICO, Y QUE TE OBLIGUEN A COMER COMIDA LLENA DE SEMEN DE MUCHOS HOMBRES, JAMÁS ENTENDERÁS LO QUE ES QUE TE FUERCEN A TENER UN CONSOLADOR DENTRO DE TI DURANTE CASI TODO EL DÍA Y QUE TE PINCHEN TUS SENOS PARA LUEGO JALÁRTELOS CON FUERZA SOLAMENTE PARA QUE VEAN TU CARA DE SUFRIMIENTO…

 

         CÁLLATE, CÁLLATE... – Lloraba amargamente. – ¿ACASO CREES QUE ERES EL ÚNICO QUE HA SUFRIDO? ¿CREES QUE PORQUE VIVISTE TODO ESO VAS A PODER ENTENDERME? ESTAS MUY EQUIVOCADO SI LO ESTÁS PENSANDO. SE VE A LEGUAS QUE TÚ NO SABES NADA, NO SABES CÓMO ME SIENTO, NO SABES QUE SE SIENTE EL QUE UNA PERSONA QUE DICE AMARTE TE HAGA TANTO DAÑO. – Gritaba exasperado.

 

         Si lo sé. – Lo miró directo a los ojos. – Y sé a qué te refieres. Es verdad que yo no quería a Valon, pero trataba de confiar en el cuándo mi madre aún estaba viva, y lo hacía para demostrarle a mi madre que estaba dispuesto a darle una oportunidad, porque él se hacía pasar por una buena persona frente a ella. Sin embargo… Al morir mi madre ese hombre sacó a relucir la clase de persona que era en realidad. Y como te dije al principio yo le tenía miedo, por eso fue que callé y aguanté todo en silencio, hasta que… – Se sostuvo de la pared para no caer al suelo, por un momento se sintió débil y algo mareado, sintió como su cuerpo empezaba a sudar frío, sus manos temblaban levemente y se había puesto algo pálido.

 

         No me vayas a salir con que te sientes mal. – Expresó con sarcasmo. – Porque si te sientes mal lo mejor que puedes hacer es irte de aquí para que te vayas a descansar a la mansión de tu esposo.

 

         No. – Se limpiaba sus lágrimas con sus manos. – No pienso moverme de aquí sin antes que me escuches.

 

******************************

 

Sala de espera…

 

         Ya se tardó.

 

         Cálmese por favor, debería de esperar un poco más.

 

         No puedo, odio esperar y esta angustia que siento me está matando.

 

         Por qué no se sienta y trate la manera de tranquilizarse.

 

         Tú no lo entiendes Bakura.

 

         Entonces dígame para que lo pueda entender.


         Me preocupa la salud de Joey.

 

         ¿Él está enfermo? – Se atrevió a preguntar la otra persona que estaba con ellos.

 

         Espero que no. – Respondió algo preocupado.

 

         ¿Seto, qué ocurre?

 

         Lo que pasa es que a él le hace daño recibir tantas emociones fuertes, le hacen daño los disgustos, se pone mal si se altera demasiado, Bakura.

 

         ¡No puede ser! – Exclamó el joven albino. – Ahora lo entiendo.

 

         ¿Entender qué, Ryou?

 

         Cuando estaba embarazado, el primer médico que lo atendió le decía que debía de estar lo más calmado posible.

 

         Ni hablar, voy a entrar.

 

         Déjeme acompañarlo.

 

         Yo también quiero ir.

 

         Vamos todos entonces. – Sugirió el castaño.

 

         Si. – Manifestaron al unísono.

 

******************************

 

         ¿Te acuerdas la noche en que te fui a buscar a tu casa?

 


         Si, si lo recuerdo, ¿qué con eso? – Cuestionaba sarcásticamente. – ¿Piensas echarme en cara que no te quise ayudar en esa ocasión?

 


         Nunca haría tal cosa.

 


         Entonces no le veo el caso que lo menciones.

 


         Déjame decirte que si viene al caso, y como te estaba diciendo, tuve que callar todo el abuso y el maltrato físico y psicológico que Valon me hacía. Ya habían pasado casi tres meses desde que el me violaba, casi tres meses de estar soportando sus abusos, humillaciones, golpes, y torturas. Esa noche se le pasó la mano conmigo, después de abusarme sexualmente decidió golpearme con todas sus fuerzas, recibía múltiples patadas en todo mi cuerpo y una de sus patadas me dio directo al estómago… – Gruesas lágrimas salían de sus ojos y resbalaban por sus mejillas. – Quedé inconsciente en el suelo, cuando desperté me sentía muy mal y al no verle dentro de la casa opté por salir a pedir ayuda, sentía que ya no aguantaba tanto maltrato físico y psicológico, ya no aguantaba la vida que estaba llevando con ese hombre y fue ahí cuando decidí en buscarlos a ustedes. Logré llamar por teléfono a Tristán y a Tea, pero ellos me dieron la espalda, la única persona que me quedaba eras tú, y como pude llegué esa noche a tu casa, me sentí devastado cuando me dijiste que no podías ayudarme, pero al final comprendí que todos ustedes también le tenían mucho miedo a ese hombre. No tuve otra opción que irme de tu casa para no causarte más problemas, a duras penas caminaba porque me dolía todo el cuerpo, pero más me dolía la parte del estómago, cuando me miré hacia abajo supe que sangraba mucho, estaba tan asustado que no sabía qué hacer, después de caminar me desplomé en la acera, podía sentir que mis fuerzas me abandonaban, cerré mis ojos con la esperanza de que todo aquello acabaría pronto, estaba seguro que iba a morir solo en la calle, moriría como un perro callejero sin que nadie me tendiera una mano. – Su voz sonaba muy lastimera. – Y de la nada apareció un hombre, rápidamente se me acercó para ver en qué condiciones me encontraba, en ese momento no supe quién era y lo único que recuerdo fue que desperté en un hospital.

 


         ¿Quién fue esa persona que te ayudó? – Cuestionó como si no le importaba.

 


         Cuando desperté en el hospital a mi lado se encontraba el señor Arkana, él fue quien me ayudó esa noche, trató de tranquilizarme para darme una devastadora noticia.

 


         ¿Qué clase de noticia?

 


         Yo estaba embarazado de Valon y no lo sabía, y debido a la golpiza que recibí ese hombre hizo que perdiera a mi bebé... – Su llanto se intensificó provocando que su cuerpo temblara. – No pude hacer nada para salvarlo, no pude protegerlo, ni siquiera supe si era niño o niña.

 


         Ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se rio irónicamente. – ¿Tú crees que con contarme tu patética historia lograrás que cambie de opinión? Por favor, no me hagas reír.

 


         ERES UN ESTÚPIDO YŪGI. – Gritó exasperado. – VEO QUE TODAVÍA NO LO ENTIENDES.

 


         ¿Y SEGÚN TÚ, QUÉ DEBO DE ENTENDER?

 


         TU TODAVÍA TIENES LA OPORTUNIDAD DE SALVAR LA VIDA DE TU HIJO, ESTAS A TIEMPO PARA NO COMETER UNA LOCURA, NO TIENES IDEA DE LO QUE ES PERDER UN HIJO, NO TIENES IDEA LO CULPABLE QUE ME SIENTO POR PERMITIR QUE VALON TERMINARA POR DESGRACIARME LA VIDA.

 


         AQUÍ EL IMBÉCIL ERES TU JOEY, ESTÁS HABLANDO DE UN ENGENDRO QUE FUE PRODUCTO DE UNA VIOLACIÓN.

 


         PERO ÉL NO TENÍA LA CULPA DE QUE SU PADRE FUERA UN CANALLA. – Gritó a todo pulmón.

 


         Pues yo si me alegro de que lo hayas perdido.

 


         CÁLLATE. – Hacia lo posible por tranquilizarse. – No sabes lo que estás diciendo, si tu abortas a ese bebé ten por seguro que te arrepentirás el resto de tu vida.

 


         Eso lo dudo. – Se limpiaba sus lágrimas con sus manos.

 


         Créeme, no sabes lo que estás diciendo porque tu odio y tu dolor no te dejan pensar con claridad, y cuando pase el tiempo te estarás preguntando, ¿cómo sería tu bebé? ¿Hubiera sido niña o niño? ¿Cómo te hubieras sentido al tenerlo en tus brazos? Y si decides abortarlo ya no tendrás ninguna oportunidad de verlo, de tocarlo, de conocerlo, de saber que al menos se encuentra bien. Y al pasar los años vas a llorar amargamente porque te llegarás a sentir vacío por dentro, te arrepentirás de haber matado a tu propio hijo.

 


         NO SOY COMO TU JOEY, YO JAMÁS LE DARÉ VIDA A UN PRODUCTO DE UNA VIOLACIÓN, ANTES MUERTO QUE PERMITIR QUE NAZCA ESTE FETO. – Gritó adolorido y a la vez apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño.

 


         ERES UN IDIOTA POR PENSAR DE ESA MANERA. – Gritó molesto.

 


En ese mismo instante alguien entraba a la habitación…

 


         ¡Joey! – Se le acercó rápidamente hacia donde él estaba.

 


         Seto. – Contestó con el corazón destrozado.

 


         ¿Estás bien? – Lo abrazó fuertemente a su pecho.

 


         Ssi…

 


         Mírate no más como estas, tus manos están frías, tu cuerpo no deja de temblar y estas pálido. Me prometiste que no te ibas a exceder.

 


         Perdóname por favor.

 


         Tan oportuno como siempre, Kaiba. – Interrumpió la conversación con sarcasmo.

 


         Yūgi… – Lo miraba enojado.

 


         No me veas así, claramente le dije que se fuera si se sentía mal, pero tal parece que no quiso escuchar mi consejo. – Medio sonrió con burla.

 


         Te parece divertido que él esté sufriendo mientras que tu estés tan tranquilo como si nada.

 


         Sufre porque quiere, yo no le pedí que viniera, yo no le pedí que estuviera aquí insistiéndome en no abortar este maldito engendro.

 


El castaño se sorprendió un poco al mirarlo a los ojos, a leguas se le notaba que su mirada ya no era la de antes, había cambiado por completo. Aquella dulce mirada estaba siendo consumida por el dolor, sufrimiento y odio.

 


         Te equivocas al decir eso, y por lo que me doy cuenta eres un mal agradecido, no valoras el esfuerzo que hace Joey por hablarte de algo muy delicado.

 


         Ay por favor, es un tonto por haberlo hecho, si pensó que me iba a convencer por contarme su estúpida y trágica historia está muy equivocado.

 


         Yūgi, por favor amigo, dale una oportunidad a tu bebé, dale la oportunidad de que viva. – Seguía suplicando el rubio.

 


         ¿Para qué? ¿Dime para qué? Agradecido debería de estar por matarlo antes de que nazca porque si él vive va a tener una vida muy difícil, y sabes por qué… – Hablaba con odio y resentimiento. – Porque la misma sociedad se va encargar de restregarle en la cara que él/ella es producto de una violación. Será marginado por todas las personas. Y…

 


         Nooooooooooooo, no puedes ser tan cruel. – Lloraba desconsoladamente.

 


         Cálmate cachorro. – Logró sostenerlo para que no cayera al suelo. – Estar aquí le está afectando mucho tu salud. Será mejor irnos.

 


         Lo que dices no es verdad Yūgi. – Intervino en la conversación otra persona, quien también lloraba al ver a sus amigos todos devastados.

 


         No te metas en esto Ryou.

 


         Me meto porque quiero Yūgi, y te diré la razón del por qué estás muy equivocado.

 


         Dime en qué estoy equivocado. – Expresó sarcásticamente.

 


         Hay muchas personas que han sufrido la misma desgracia que tú, con la única diferencia es que esas personas prefieren dar en adopción a su hijo en vez de quitarles la vida.

 


         No seas estúpido, ¿quién querría adoptar un bebé producto de una violación?

 


         Hay muchas personas que desean tener hijos y no pueden, y esas personas están dispuestas a darle a un bebé no amado todo el cariño, la comprensión y el amor que necesita. Están dispuestos a darles un hogar, una familia, y una oportunidad de que viva feliz y tranquilo.

 


Todos los presentes se quedaron callados al escuchar todas las palabras que decía el albino.

 


         Ryou, estoy orgulloso de ti. – Lo abrazó su pareja.

 


         Deberías pensar muy bien la decisión que vas a tomar Yūgi.

 


         Lárguense de una vez, quiero que todos ustedes se vayan. – Lloraba desconsoladamente.

 


         Vámonos Ryou, hicieron lo que pudieron por él.

 


         Está bien, Baki. – Contestó melancólico.

 


         Vámonos nosotros también, cachorro.

 


         Ssi… – Comenzaron a caminar y cuando el rubio estaba cerca del tricolor se detuvo por un momento para llevar su mano a la pancita de su amigo. – Perdóname, perdóname por no haber podido salvar tu vida. – Después de acariciarla, miró a su amigo con suma tristeza y luego siguió caminando.

 


En cuanto el tricolor se quedó solo en la habitación decidió acostarse en la cama en posición fetal y llorar amargamente, por primera vez pudo sentir como su corazón se le desgarraba cuando su amigo acariciaba su pancita y ese gesto hizo que su bebé se moviera por dentro…

 

 

 

Continuará…




N/A: Espero no haberlos traumado con este capítulo y lamento mucho si he roto más de algún kokoro (corazón) por ahí. De ante mano agradecerles por tomarse su tiempo en leer esta historia, por brindarme su apoyo y estar al pendiente de la continuación de un nuevo episodio. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho les responderé. Nos leeremos el próximo viernes.

 

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, cuídense mucho y pórtense bien, recuerden usar siempre su mascarilla, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario. Carguen consigo su botecito de alcohol gel, lávense las manos con agua y jabón. Sigan manteniendo los protocolos de bioseguridad y sobre todo vacúnense contra el COVID. Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

             KAT.