viernes, 17 de abril de 2020

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 11: ¿Qué o quién eres?... IV parte.


Aclaración: Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Al día siguiente…

         ¿Podemos hablar?

         Claro. – Respondió mientras movía sus hombros hacia arriba.

         Sé que ayer fui un poco agresivo contigo, pero debes entender que lo que hiciste no estuvo bien.

         Yo no tenía idea que tuvieras cazadores peligrosos en el bosque.

         Respecto a eso, pienso cazar a esa bestia.

         ¿Por qué? ¿Por qué no lo dejas tranquilo?

         Porque puede ser peligroso si permito que ande por ahí, no sabemos si decide volar hacia algún pueblo cercano o a la ciudad.

         Ya te dije que él no es peligroso.

         Mokuba, entiéndeme por favor, tengo que velar por la seguridad de mi País, no es algo que lo quiera hacer por un simple caprichoso como tú piensas.

         ¿Y para eso también lo condenarás a que pase su vida en un laboratorio?

         Solamente quiero estudiarlo, necesito saber de dónde viene, un animal como ese no se ve todos los días. ¿Qué tal si podría ser el último de su especie?

         Perdóname Seto pero no estoy de acuerdo contigo. El necesita ser libre como todos los animales.

         Escucha, no vine aquí a discutir, únicamente vine a hacerte entender las cosas.

         ¿Y si te demuestro que es inofensivo?

         Olvídalo, esta vez no correré el riesgo que te le vuelvas a acercar.

         Pero…

         Fin de la discusión, y te guste o no atraparé ese bendito animal, será el hallazgo del siglo.

         No puedes hacer eso. – Unas finas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos azules. – Seto, por favor, retira a esos hombres del bosque.

         No, no pienso hacerlo y tu estas castigado. A partir de ahora te mantendré bien vigilado, te llevaré a la escuela, iré por ti al salir de clases y Roland te vigilará para que no salgas de la mansión.

         YO NO SOY TU PRISIONERO. – Gritó con rencor. – NO PUEDES MANTENERME ENCERRADO AQUÍ TODA LA VIDA.

         Si es para protegerte, créeme que estoy dispuesto a todo.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… COMO ME GUSTARÍA QUE PAPÁ Y MAMÁ ESTUVIERAN AQUÍ. – El menor se había acostado boca abajo sobre la cama, el mayor al escuchar esas palabras, sintió un gran dolor en su corazón, y sin decir nada decidió dejarlo solo para que se desahogara.

******************************

         ¿Cómo amaneció tu abuelo, Yūgi?

         Mucho mejor, aunque le dije que se quedara en cama.

         Conociéndolo de seguro se va querer levantar.

         Espero que no.

         Oye, cambiando de tema, ¿por qué te quitaste tu medallón?

         Decidí guardarlo en mi cuarto.

         ¿Por qué?

         Por el momento dejaré de buscar el misterio de las siete familias, pienso quedarme en casa a cuidar de mi abuelo.

         Haces bien en hacerlo.

         Me sorprende que lo tomes tan tranquila.

         Eso es porque a mi también me interesa la salud de tu abuelo.

         A veces creo que me estas ocultando algo.

         ¿Quién yo? ¿Qué podría estarte ocultando?

         No lo sé, tú dímelo.

         Ya estas imaginando cosas Yūgi.

         Mhg…

         Pero mira la hora que es, si no me apresuro llegaré tarde a mi clase. Adiós Yūgi.

         Espera Rebecca.

         ¿Qué pasa?

         Irás a almorzar a mi casa.

         Claro que sí, nos vemos.

         De acuerdo, adiós.

******************************

         Creo que tu hermano tiene razón.

         Hay vas defendiéndolo de nuevo.

         No te das cuenta que lo único que quiere tu hermano es que pases más tiempo con él.

         Le doy todo lo que mi hermano necesita, cualquier joven mataría por estar en el lugar de Mokuba, ya que ese niño lo tiene todo.

         Si pero, no tiene el amor de su hermano.

         ¿Qué tonterías estas diciendo? Amo a Mokuba, daría mi vida por él.

         Sí, pero lo sobreproteges.

         Tengo que hacerlo, se los prometí a ellos.

         Seto, escúchame por favor, esto que voy a decirte es por tu bien.

         Hay vas con tus sermones de siempre.

         De todas maneras te lo diré aunque no quieras. Tú no eres el padre de ese niño, solamente eres su hermano, sé que quieres lo mejor para él, yo lo sé, Mokuba también lo sabe. Entiende que lo que el necesita es a su hermano mayor, te has tomado tan en serio un papel que no te corresponde.

         ¿Y qué quieres que haga? Que lo deje hacer lo que le dé la gana, que ande por ahí sin hacer nada. De lo que va del año ha salido mal en la escuela, ha dejado materias y sigue faltando a clases, y si eso fuera poco, se ha ido solo al pueblo sin decir que le pueda pasar algo. Y para colmo, nunca anda su celular, se me hace bien difícil poder localizarlo. Pero claro, me he dado cuenta que todo esto ha sido mi culpa por permitirle hacer lo que él quiera. Pero esto se acabó, esta vez pienso mantenerlo vigilado muy de cerca. Todavía estoy a tiempo de corregirlo.

         Dejándolo encerrado en la mansión no es la solución. Y lo único que estás haciendo es alejarlo más de tu vida.

         Mejor cállate, tú no sabes nada.

         De acuerdo, haz lo que quieras, después no vayas a lamentarte cuando te diga: “Te lo dije”. – Hizo con sus dedos la señal de las comillas.

El castaño no le dijo nada, se limitó a fulminarlo con la mirada.

******************************

Horas más tarde…

         Hola, discúlpame por dejarte tanto tiempo solo, tuve una discusión con mi hermano. – Bajó un poco la mirada. – Así que tú eras aquel niño a quien yo vi esa noche.

         Si, era yo.

         Sabía que no era mi imaginación, y nadie me creyó cuando les dije que vi a un niño. – El menor lo miraba sin entender nada. – No me prestes atención. – Medio le sonrió. – Es que al verte pareces un niño Dragón.

         ¿Niño Dragón?

         Así es, aunque me gustaría llamarte Dragoniño.

         ¿Qué significa?

         Te lo acabo de decir, pareces un niño Dragón, sin embargo te diría Dragoniño de cariño.

         ¿Dragoniño? – Murmuraba entre dientes.

         ¿Qué, no te gusta?

         No lo sé, siento raro.

         ¿Por qué?

         Es que es la primera vez que alguien me dice algo tan bonito.

         Si no te gusta, tú no más dime.

         Creo que me gusta.

         Ya verás que poco a poco te irás acostumbrando. – El menor no dijo nada y simplemente le sonrió. – Casi lo olvido, te he traído algo de comida, sé que no es mucho pero…

         Muchas gracias. – Agarraba lo que el otro le estaba ofreciendo.

         También traje jugo de naranja, espero te guste.

         Discúlpame por ocasionarte problemas, lo mejor será irme de aquí cuanto antes.

         No, no digas eso, además, el bosque ya no es seguro. En cuanto vueles te capturarán rápidamente y todavía sigues herido de… – Se quedó callado al ver que no tenía nada en su pierna. – No puede ser, ¿cómo hiciste eso?

         Mi cuerpo se regenera de cualquier herida, sólo si no es tan grave.

         ¡Asombroso! ¿Qué o quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Tienes nombre?

         Haces muchas preguntas, y sí, si tengo nombre.

         ¿Cómo te llamas?

         Me llamo Joseph.

         Hola, soy Mokuba, mucho gusto. – Le extendía la mano, pero al ver que el otro lo miraba sin entender, decidió agarrarle su mano para estrecharla con la de él. – Así se hacen los saludos de amigos.

         Entiendo…

         Y dime Joseph, ¿quién eres? ¿Cómo es que te transformas en?

El menor terminaba de comer, y a la vez analizaba las preguntas que ese joven le hacía.

         Nací así. – Bajó la mirada. – Y debido a mi apariencia es que todos me temen. A excepción de mi padre. – Esto último lo había dicho con suma tristeza.

         Ya veo, de seguro tu padre te ha de estar buscando. No te preocupes, te prometo que te regresaré a tu hogar.

         ¡NO! – Exclamó asustado. – Él no debe saber que estoy aquí. – Comenzaba a temblar.

         Cálmate, tranquilízate por favor. – Lo abrazaba para calmarlo un poco. – ¿Por qué?

         Porque no, y ya no me hagas más preguntas.

         Está bien, sólo cálmate.

         Nadie debe saber que estoy aquí, o si no tendré que regresar ahí y no quiero, no quiero… – Lloraba desconsoladamente, su cuerpo seguía temblando y el otro joven lo miraba muy preocupado.

         ¿Por qué no quieres regresar?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Me encerrarán si regreso.

         No tengas miedo, te prometo que nadie te volverá a encerrar, empiezo a comprenderte lo que se siente estar encerrado en un lugar todo el tiempo.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Gracias.

         De nada. – Medio le sonrió. – Me dejas llamarte Joey.

         Si, está bien.

         A partir de ahora seremos buenos amigos.

         ¿Amigos? ¿Qué es eso?

         Bueno… Pues… Como explicártelo. – Se rascaba la cabeza. – Es cuando dos personas se llevan bien y se cuidan uno del otro.

         Ah… Puedo preguntarte algo.

         Claro, pregunta lo que quieras.

         ¿A ti también te encierran?

         ¿Por qué dices eso?

         Por lo que me dijiste hace un momento, que me comprendías lo que es estar encerrado.

         Te acuerdas que te dije que tuve una discusión con mi hermano. – El menor asintió con la cabeza. – Me dijo que mi castigo sería que me mantendrá vigilado todo el tiempo, ya no me dejará salir de la mansión.

         ¿Cómo fue que saliste?

         Me escabullí por la ventana de mi cuarto, aunque no fue nada fácil, tuve que amarrar varias camisas para poder bajar.

         ¿Por qué te arriesgas tanto por mí?

         Porque somos amigos. – Le sonrió con sinceridad.

         Gracias.

         Bueno, mejor me voy antes de que mi hermano se dé cuenta que no estoy en mi habitación.

         ¿Seguro estarás bien? Tu hermano podría castigarte.

         Descuida estaré bien, y mi hermano es incapaz de lastimarme.

         ¿No me estas mintiendo?

         Claro que no.

         ¿Vendrás mañana?

         Claro que sí, pero tienes que prometerme que no saldrás de aquí.

         Tienes mi palabra, pero…

         ¿Qué pasa?

         ¿Qué hago si alguien viene?

         No te preocupes, esta cueva es segura, nadie viene aquí, y lo mejor es que está debajo de la mansión.

         ¿Debajo?

         Así es.

         Es algo así como un sótano. – Manifestó temeroso.

         ¿Tienes miedo?

         Si. – Respondió cabizbajo.

         Ten, te dejaré mi lámpara para que no te quedes en total obscuridad.

         Muchas gracias.

         Si oyes algún ruido extraño, apágala y escóndete.

         Así lo haré.

         Ahora sí, debo irme.

         Por favor, regresa mañana.

         Claro.

******************************

Un hombre se encontraba en una habitación hablando por la radio.

         Díganme si lo han encontrado.

         No señor, hemos recorrido parte de las montañas y ni rastro de esa bestia.

         No puede ser.

         De seguro ya no está en el bosque.

         Eso es imposible, cuando salió de aquí no se había recuperado del todo, y un bosque es el lugar perfecto donde se puede esconder.

         En eso si usted tiene toda la razón señor.

         Quiero que lo sigan buscando, y si encuentras una pista por pequeña que sea avísenme de inmediato.

         A la orden señor.

         “Si yo fuera ese animal, ¿dónde me escondería?” – Pensaba para sí mismo. – “Maldición, hay infinidad de lugares donde se puede esconder ese animal. Al no ser… Cabe la posibilidad de que Mokuba lo haya encontrado primero y lo ocultó. La pregunta del millón es… ¿Dónde pudo esconder algo tan grande? Si le pregunto, definitivamente no me dirá nada. No importa, tarde o temprano tendrá que salir de su escondite, tal vez a comer o tal vez a buscar agua, y para cuando eso ocurra, yo estaré ahí para capturarlo.”

******************************

La noche había llegado cubriendo toda la ciudad, dejando a su paso un hermoso manto de estrellas y una bella luna. Un hombre se fue a una de las habitaciones, y antes de entrar tocó varias veces escuchando del otro lado un adelante.

         Hola primo.

         ¿Qué quieres? – Preguntó algo molesto.

         Como no bajaste a cenar con nosotros, decidí traerte la comida.

         No la quiero, llévatela de aquí.

         Oh, vamos, no puedes decir eso, no puedes quedarte sin comer todo el día.

         Qué más da, no me importa, si de todas maneras me tratan como un prisionero dejándome encerrado todo el día.

         No digas eso, tu hermano sólo quiere lo mejor para ti.

         Y tú crees que esto es vida, que te tengan en cautiverio como si fueras un maldito delincuente.

El hombre puso la bandeja sobre una mesita, luego se le acercó al joven e intentó abrazarlo, pero fue rechazado.

         Mokuba, sabes muy bien que no me gusta verte todo deprimido, dime qué puedo hacer para ayudarte.

         Nada, ya has hecho bastante.

         ¿A qué te refieres?

         ¿Por qué no me dijiste la verdad desde el principio? Tú, no venías de vacaciones, más bien venías para capturar a un indefenso animal.

         Escúchame por favor, mi plan desde el principio era conocerlo antes de que despertara, pero no pude llegar a tiempo. Y luego tu hermano me contó el tamaño que tenía, y a lo que se parecía, al escuchar que no se trataba de un animal común y corriente surgió mi curiosidad por conocerlo más.

         Y por eso optaste el quererlo capturar y llevarlo a un laboratorio a que sea sometido a un sin fin de experimentos.

         Bueno… Yo…

         ERES PEOR O IGUAL QUE MI HERMANO. VETE DE AQUÍ, NO QUIERO VOLVERTE A VER JAMÁS.

         No puedes estar hablando en serio. 

         YA ME OÍSTE, LÁRGATE, SAL DE MI HABITACIÓN, Y LLÉVATE ESA COMIDA QUE TRAJISTE, PORQUE PREFIERO MIL VECES MORIRME DE HAMBRE A TENER QUE VIVIR ENCERRADO TODA MI VIDA.

         Está bien, me iré por ahora, te dejaré descansar, y tal vez mañana podamos conversar un poco más calmados.

         YA VETE DE UNA VEZ.

La otra persona salió de la habitación, le había dolido profundamente ver a su primo tan enojado, tan lleno de odio, nunca se imaginó que pudiera mirarlo de esa manera y no entendía el porqué de su comportamiento.


Continuará…


N/A: ¿Creen que Rebecca le esté ocultando algo a su amigo Yūgi? ¿Podrá Mokuba seguir ocultando a su nuevo amigo? ¿Por qué Joey no desea que su padre lo encuentre? ¿Les pareció bien el castigo que le dio el neko a su hermanito? Creo que todos se emocionaron al saber de quién se trata la bestia. ¿Quién será el primo? El que logre adivinar quién es el primo, su nombre aparecerá en tres capítulos.  ^_^

No deben perderse mañana la continuación de esta interesante historia, y no olviden dejar sus comentarios, que yo con mucho gusto les responderé todas sus inquietudes. Me despido de ustedes, mandándoles muchos besos y abrazos virtuales…

Atte.:

          KAT.



No hay comentarios:

Publicar un comentario