viernes, 31 de diciembre de 2021

UN SALUDO DE FIN DE AÑO...

 



Les deseo a todos mis amis y lectores que pasen Feliz Año Nuevo a lado de sus familias, amigos y seres queridos. Que este año venidero se de mucha prosperidad y éxitos en sus vidas.
Son los deseos de su querida amis...
KAT.





P.D.: Quiero avisarles que por el momento me daré un pequeño relax por algunos días. He decidido continuar una de mis historias que tengo pendiente y a la vez cumplir la promesa que le hice a mi amis Gelen Colmenarez.


El título de la obra se llama: La Leyenda del Monstruo de Ojos Rojos… Por esa razón es que pido algo de tiempo porque necesito releer la historia y así continuar con el siguiente capítulo. Los invito para que le den una oportunidad a esta nueva aventura y les prometo que pondré de mi parte para hacerla interesante.

Dentro de poco sabrá de mí, no piensen que se van a librar de mí tan fácilmente. Muchísimas gracias por todo su apoyo, los quiero mucho...

sábado, 25 de diciembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 138: La primera navidad de Kisara, el pequeño Seto, e Isis…

 

 

Notas del capítulo: Cuando una familia logra tener a su primer hijo se sienten dichosos por la llegada de ese nuevo ser. Tanta es la alegría que cuando se llega una época especial del año como la navidad, deciden celebrarla a lo grande, convirtiendo este hecho en algo inolvidable…

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

Dos meses después…

 

Un hombre de estatura alta, piel morena, cabellos castaños y ojos azules, se encontraba en su oficina trabajando, en lo que lo hacía no dejaba de pensar en la conversación que había tenido con su esposo semanas atrás.

 

FLASH BACK

 

         Hola cachorro.

 

         Seto, no te esperaba tan temprano. – Dejó de hacer lo que estaba haciendo para irle a dar un beso en los labios.

 

         Decidí venir a almorzar con mi familia y a la vez platicar contigo. A ver déjame ayudarte a cambiarles la ropita a nuestros hijos.

 

         Gracias. Y… ¿Platicar conmigo de qué?

 

         Desde que te fuiste con Ryou el día que estuvimos en el hospital visitando a Mokuba, has estado actuando extraño.

 

         Creo que estas imaginando cosas.

 

         Claro que no. – Lo miraba fijamente a los ojos. – ¿Me dirás lo que está pasando?

 

         No pasa nada. – Terminó de vestir a su hija y luego la fue acostar a su cuna.

 

         Joey, necesito saber que se traen ustedes.

 

         Por favor Seto, no me preguntes.

 

         ¿Por qué? – Cargaba a su hijo y lo llevó a acostar a su cuna.

 

         Porque no puedo decirte nada.

 

         ¿Por qué? – Volvió a insistir con la misma pregunta.

 

         Porque prometí no decírtelo.

 

         ¿Tiene que ver con Yūgi?

 

         Si.

 

         Joey, quiero que me digas qué fue lo que le prometiste a Yūgi.

 

         No veo el caso en decírtelo.

 

         Pues yo sí. – Manifestó algo molesto.

 

         Seto…

 

         Es mejor que salgamos de la habitación para que Kisara y Seto se puedan dormir.

 

         Está bien.

 

         Vamos a nuestra alcoba a terminar de hablar.

 

         De acuerdo.

 

Una vez que llegaron a su cuarto…

 

         La razón del por qué te insisto en que me lo digas es porque me preocupo por ti, últimamente te he visto algo decaído, preocupado y casi no duermes por las noches, y siento que ese secreto te está matando lentamente, creo que ha llegado el momento de que te desahogues con alguien, cachorro.

 

         Supongo que tienes razón. – Bajó un poco la mirada.

 

         Tu bien sabes que estoy en lo correcto. – Lo agarró del mentón suavemente para que lo viera a los ojos.

 

         Te lo contaré todo, pero prométeme que nunca le dirás nada a Yūgi.

 

         Tranquilo, te doy mi palabra.

 

         Ese día, Yūgi me puso varias condiciones para que su hijo nazca.

 

         ¿Cuáles son esas condiciones?

 

         No desea saber el sexo de su hijo, quiere que lo demos por muerto a la hora que nazca, me pide que lo de en adopción o que lo tire en un basurero. – El CEO abrió los ojos como platos al escuchar a su esposo. – En otras palabras, Yūgi anhela que ese bebé sufra y llegue a odiar su vida a tal punto que desee estar muerto. – Su voz se escuchaba triste.

 

         No lo puedo creer.

 

         Eso no es todo, me hizo prometerle que no te dijera nada.

 

         ¿Por qué?

 

         Porque no quiere que te pida ayuda, no quiere que uses a tus abogados, porque si lo haces Yami podría enterarse de todo.

 

         Entiendo.

 

         Por esa razón es que no podía decirte nada.

 

         No te preocupes cachorro, te agradezco que me lo hayas dicho. Por mi parte él no se enterará que me lo has contado todo. Pero debes darte cuenta que Yūgi ha dejado en tus manos una gran responsabilidad.

 

         Lo sé.

 

         ¿Ya pensaste que harás cuando ese bebé nazca?

 

         He pensado en buscarle una familia que quiera adoptarlo, una pareja que esté dispuesto a darle todo el amor y cariño que ese bebé necesite.

 

         ¿Qué pasaría si no encuentras a la familia apropiada?

 

         Yo… Este… Bueno… – Se puso algo nervioso ante la pregunta de su esposo.


         ¿Y bien?

 

         La verdad es que si no logro encontrarle un buen hogar iba a pedirte que tal vez tú y yo lo podríamos adoptar.

 

         Joey…

 

         Por favor Seto, no sería justo que ese pequeñito no tuviera una familia.

 

         Cachorro, nosotros ya tenemos nuestros propios hijos, y considero que…

 

         Por favor Seto, nosotros seriamos su única esperanza. – Lo miraba suplicante a los ojos.

 

         Está bien, pero antes escúchame.

 

         Te escucho.

 

         Prométeme que harás todo lo posible por buscarle un buen hogar a ese bebé, y si por casualidad no encuentras el indicado entonces volveremos a sacar el tema. ¿Estás de acuerdo?

 

         Si.

 

         No llores mi amor, te prometo que ese bebé no quedará desamparado.

 

         ¿Lo prometes?

 

         Claro que sí.

 

         Muchas gracias, y gracias por escucharme.

 

         No tienes nada que agradecer.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

El sonido de un teléfono de escritorio sacó al ojiazul de sus pensamientos.

 

         Habla Kaiba.

 

         Señor Kaiba, su esposo junto con sus hijos acaban de llegar.

 

         Hágalos pasar de inmediato.

 

         Sí señor.

******************************

 

En algún lugar de la Ciudad Domino…

 

         ¿En qué piensas mi amor?

 

         Eh… Perdón, ¿qué me decías?

 

         De pronto te quedaste callada y mirando hacia la nada.

 

         Lo lamento, es que no dejo de pensar en la conversación que tuve con tu hermano.

 

         ¿Qué piensas de todo eso?

 

         Me parece que el mundo es muy chiquito, jamás me imaginé que ese joven al que mi padre le tenía mucho aprecio fuera tu hermano.

 

         La verdad que sí, el mundo puede parecer muy pequeño.

 

         Todavía no puedo creer que él sea el pequeño Joey. Recuerdo como mi padre me hablaba mucho de tu hermano, siempre me decía que era un joven jovial, simpático y muy trabajador. Él se rebuscaba para poderle comprar las medicinas a su madre, tenía que trabajar y estudiar al mismo tiempo. También me acuerdo que mi padre solía decirme que cuando viniera a la ciudad iba a tener la oportunidad de conocerlo. Y ahí me daría cuenta que tenemos muchas cosas en común.

 

         Es verdad, tú y mi hermano tienen muchas cosas en común. Ambos poseen un corazón de oro, les gusta ayudar a las demás personas y no se rinden tan fácilmente ante las adversidades de la vida. Aunque déjame decirte algo.

 

         ¿Qué? – La miraba directamente a los ojos.

 

         Por un momento creí que ibas a odiar a mi hermano.

 

         ¿Por qué pensaste algo así?

 

         Fue en el momento cuando te dijo que por su culpa el señor Arkana murió.

 

Hubo un silencio sepulcral en donde ninguna se atrevía a hablar. Hasta que una de ellas decidió romper con aquel maldito mutismo.

 

         Sé que tu hermano no tiene la culpa de que mi padre muriera, porque conozco muy bien a mi padre y estoy segura que él quería en lo más profundo de su corazón ayudar a tu hermano. Y si he de odiar a alguien va ser al hombre que le arrebató su vida.


         Considero que ya no debes de preocuparte por eso mi amor, al parecer ese hombre obtuvo su merecido.

 

         Lo sé, y me alegra que haya recibido su merecido. – Manifestó con cierto rencor.

 

         Catherine mi amor, no llenes tu corazón de resentimiento innecesario, tú sabes que eso solamente amargará tu vida.

 

         Tienes razón Shizuka, discúlpame.

 

         No tengo nada que disculparte.

 

         Creo que ya va siendo hora de que nos vayamos, acuérdate que quedamos de salir con tu hermano y tus sobrinos.

 

         Se me había olvidado, hay mucho por hacer en tan poco tiempo.

 

         Estas exagerando Shizuka.

 

         Claro que no, acuérdate que soy muy quisquillosa a la hora de ir de compras.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, en eso si tienes razón, aun no olvido como le hiciste sacar tanta ropa a esa pobre mujer y al final no le llevaste nada.

 

         Oye, no es mi culpa que todo lo que me guste nunca hay de mi talla. – Medio le sonrió.

 

         En ese caso vámonos o no tendrás nada que ponerte en la cena navideña de la familia Kaiba.

 

         Todavía no puedo creer que vaya a pasar mi primera navidad con mis sobrinos.

 

         Te recuerdo que ellos también tendrán su primera navidad. – Bromeaba con su esposa.

 

         Es verdad, también ellos tendrán su primera navidad.

 

******************************

 

         Cachorro, no esperaba que vinieras. – Se levantaba rápidamente de la silla de su escritorio para recibir a su familia.

 

         Sé que estas muy ocupado mi amor, pero únicamente vine a pedirte que nos acompañes a ir de compras.

 

         Hablando de eso, quiero que compres todo lo que tú quieras y a la vez cómprales ropita a nuestros hijos.

 

         Pero…

 

         Nada de peros mi amor, y también cómprate ropa para ti.

 

         Seto, los niños ya tienen ropa y yo…

 

         Ya lo sé mi amor, sólo recuerda que esta navidad va ser muy especial. Así que puedes comprar lo que tú quieras. – Le entregaba una tarjeta de crédito.

 

         ¿Sacaste una tarjeta de crédito a mi nombre?

 

         Si.

 

         Gatito, No debiste hacerlo.

 

         Joey, quiero que entiendas que todo lo que es mío te pertenece. Bueno, les pertenece a ustedes. – Volteó a ver a sus hijos.

 

         Te lo agradezco, pero… – Bajó un poco la mirada.

 

         Hey, ¿qué ocurre cachorro?

 

         Me gustaría ganarme mi propio dinero.

 

         Y lo harás, una vez que decidas acabar con tu carrera. – Lo agarró del mentón para que lo viera a los ojos.

 

         Tienes razón. – Le sonrió con cariño. – El próximo año reanudaré mi carrera.

 

         Así se habla mi vida.

 

Estaban a punto de besarse cuando unas pequeñas voces los interrumpieron.

 

         Cachorro. – Decían los niños al mismo tiempo y a la vez sonreían.

 

         Aún sigo pensando que esto es tú culpa. – Fingía estar molesto.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Eso no es cierto. Más bien creo que les ha gustado decir esa palabra.

 

         Pueda que tengas razón, sin embargo desearía que me dijeran pamita.

 

         Y lo harán, ya verás que con el tiempo ellos aprenderán a decirte pamita y a mí me dirán papá.

 

         Es verdad. Entonces que, ¿nos vas a acompañar?

 

         Sabes que no puedo, tengo una junta muy importante.

 

         Acompáñanos por favor, y así irás tratando poco a poco a mi hermana para irla conociendo mejor. – Manifestó suplicante. 

 

         Cachorro...

 

         Por favor Seto, mira que mañana es noche buena.

 

         De acuerdo, me has convencido.

 

         Eso quiere decir… ¿Qué vendrás con nosotros?

 

         Claro que sí, mi amor.

 

         Gracias mi vida.

 

         Te amo, cachorro.

 

         Y yo a ti, mi lindo gatito.

 

         Espérame unos minutos afuera en lo que hago unas llamadas y luego saldré.

 

         Está bien, pero no te tardes.

 

         No.

 

******************************

 

Al día siguiente…

 

La noche finalmente había llegado cubriendo toda la ciudad, algunas personas comenzaban a reunirse en una de las mansiones más prestigiosas de la ciudad, dicho lugar estaba todo decorado con luces navideñas, en la sala principal se podía apreciar un enorme árbol de navidad, incluso el jardín lucia maravilloso con la fina decoración. 

 

         Todavía no puedo creer que pasaré la navidad en tu mansión, Mokuba. Pellízcame para ver si estoy soñando.

 

         De acuerdo. – Lo pellizcó con fuerza.

 

         ¡AUCH! Eso dolió. – Decía en lo que se sobaba el brazo.

 

         Discúlpame por favor, solamente hice lo que pediste.

 

         Creo que me lo tenía bien merecido. – Bromeaba con su pareja.

 

         Gracias por ayudarle a Joey a decorar toda la mansión.

 

         Ni lo menciones mi amor, para mí ha sido un placer el poderle ayudar.

 

         Como me hubiera gustado haberles podido ayudar.

 

         No te pongas triste Mokuba, recuerda que acabas de dar a luz.

 

         Lo sé.

 

         Oye…

 

         Dime.

 

         ¿Cuándo veré ese inmenso dragón del que tanto me hablaban?

 

         Pronto, muy pronto.

 

         Ya deseo verlo.

 

         No comas ansias mi amor, estoy seguro que te va a gustar.

 

         ¿Y de verdad es tan imponente como me lo describiste?

 

         Tienes que verlo por ti mismo. – Medio le sonrió.

 

         Ahora sí que ya tengo más curiosidad que antes.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Creo que ya va siendo hora que bajemos.

 

         Si.

 

******************************

 

No muy lejos de ahí…

 

Un hombre alto, piel clara, cabellos rubios y ojos mieles se encargaba de recibir a los invitados.

 

         Muchas gracias por venir amigos.

 

         Ni lo menciones Joey.

 

         ¡Ja! Yo todavía no puedo creer que tu esposo se haya atrevido hacer la cena navideña en su mansión.

 

         Pues créelo Shizuka, porque quiérase o no ya estás aquí. – Intervino en la conversación otra persona quien alcanzó a escuchar su comentario.

 

         Odio que lo estés defendiendo todo el tiempo.

 

         Tengo que hacerlo, es mi amigo. – Medio le sonrió.

 

         A veces eres insoportable Marik.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Risas se oían en ese lugar.

 

         Buenas noches. – Saludaron una pareja que acababan de llegar.

 

         Buenas noches Mokuba, buenas noches Noah. – Contestaron al mismo tiempo.

 

         ¿Dónde está Seto?

 

         Creo que aún sigue en su habitación.

 

         Iré a buscarlo. Amigos quedan en su casa.

 

         Vete tranquilo hermano, que yo me quedaré con mis sobrinos.

 

         Gracias Shizuka.

 

         No saben si ya vino Ryou.

 

         Creo que todavía no llega, Noah.

 

         No te preocupes, de seguro que no tardarán en llegar.


         Tienes razón Malik.

 

         Que les parece si pasamos al jardín.

 

         Que buena idea Mokuba.

 

         Disculpe señor Orellana.

 

         No me digas así, llámame por mi nombre por favor.

 

         Lo voy a intentar. – Medio le sonrió. – ¿Mokuba, me dejas cargar a tu bebé?

 

         Por supuesto que si Catherine.

 

         Es una niña muy linda.

 

         Gracias.

 

Al poco tiempo entraba otra pareja al lugar y en cuanto vieron a sus amigos decidieron acercarse a ellos.

 

         Buenas noches amigos.

 

         Hasta que por fin llegas Ryou.

 

         Lo siento mucho, tuvimos algo que hacer antes de venir hacia acá.

 

         ¿Qué tanto hacían para venir tarde?

 

         No seas tan meque Shizuka, lo importante es que llegan justo a tiempo.

 

         Solamente tenía curiosidad en saber, Mokuba.

 

         Si tanta es tu curiosidad sólo te puedo decir que muy pronto lo sabrás.

 

         Bakura, no le hagas caso a Shizuka.

 

         Tienes razón Malik. Por cierto, ¿en dónde está Joey?

 

         Ya no tarda en venir.

 

         Ahí viene. – Expresó el peliverde.

 

El joven venía caminando acompañado de su esposo, de todos los presentes únicamente hubo una pareja que se quedaron boquiabiertos al verlo llegar.

 

         Hola Joey.

 

         Hola Ryou, hola Bakura.

 

         ¿Hermano, de dónde sacaste ese bebé que traes en tus brazos?

 

         Es verdad, tú no lo conoces Shizuka.

 

         Dime, ¿de quién es ese bebé?

 

         Hermana, quiero presentarte al hijo de Yūgi.

 

         ¿Qué?... – Se quedó pasmada al escuchar a su hermano lo que le decía. – ¿Pero cómo? ¿Cuándo nació?

 

         Ya está por cumplir sus dos semanas de nacido.

 

         ¡Es una lindura! – Se le acercó una mujer para verlo mejor. – ¿Me dejas cargarlo?

 

         Adelante Catherine, puedes hacerlo.

 

         Aaaaawwwwwwww… Gracias.

 

         Joey, ¿por qué no me dijiste nada?

 

         Discúlpame por favor hermana, con tantas cosas que tenía que hacer se me olvidó decirte.

 

         No entiendo por qué lo tienes tú, y cómo haces para alimentarlo.

 

         En esa parte me ayuda Mokuba, como el acaba de dar a luz a su hija, entonces es el único que puede alimentar a este bebé. Y del por qué lo tengo yo, pues…

 

         Creo que estás haciendo muchas preguntas. – Intervino en la conversación otra persona.

 

         A mi hermano puedo hacerle todas las preguntas que quiera, Seto.

 

         Está bien Seto, déjala que pregunte, de todas maneras se va a enterar.

 

         Como quieras cachorro.

 

         ¿Y bien hermano?

 

         Yūgi, me pidió que diera en adopción a su bebé. – Contestó melancólico.

 

         ¿Qué?... ¿Es eso cierto?

 

         Si.

 

         ¿Y ya lograste encontrar quien lo adopte?

 

         Si, y estoy seguro que este pequeñito tendrá un buen hogar y unos padres que le darán mucho amor.

 

         Y… ¿Quiénes son?

 

         Nosotros. – Respondió un hombre albino.

 

         ¿Qué?...

 

         Así es Shizuka, mi pareja y yo lo vamos a adoptar.

 

         ¡Baia! No lo puedo creer.

 

         Eso quiere decir que… – Manifestó la mujer que aun tenia al bebé en sus brazos.

 

         Ryou y Bakura serán los padres adoptivos de este pequeñito. – Dijo el rubio.

 

         Felicidades Ryou.

 

         Muchas gracias Shizuka.

 

         ¿Y ya pensaron que nombre le van a poner?

 

         Si, su nombre es: Tristán Sugoroku Amsalem Kikuchi.

 

         ¿Tristán? Me suena ese nombre.

 

         Acuérdate que era nuestro amigo, Shizuka.

 

         ¡Ah claro! Ya lo recuerdo Ryou. ¿Por qué le pusieron ese nombre?

 

         Ryou decidió llamarlo así en memoria de su amigo. Y el otro nombre sale de mi padre.

 

         A mí me gusta el nombre que le han puesto a este bebé.

 

         Muchas gracias Catherine.

 

         Por cierto Bakura, lograron hablar con el abogado.

 

         Así es Seto, fue por esa razón que nos retrasamos al venir aquí.

 

         ¿Qué fue lo que les dijo? – Cuestionaba curioso el rubio.

 

         Nos aconsejó que teníamos que casarnos lo más pronto posible para que los papeles de adopción salieran rápido.

 

         Yo ya quisiera llevármelo a casa.

 

         No te preocupes Ryou, ya verás que muy pronto podrás llevártelo a casa.

 

         Gracias Joey.

 

         Esta navidad será algo especial.

 

         Bien dicho Mokuba.

 

La fiesta navideña continuó de lo más alegre y divertida, algunos bailaban y otros conversaban. Las horas pasaron rápidamente hasta que finalmente se llegó al evento más importante.

 

         Quiero agradecerles a todos por haber venido a celebrar la navidad entre amigos y familiares.

 

         No hay nada que agradecer Joey.

 

         Creo que ha llegado la hora de hacer el último brindis para…

 

         Espera un segundo cachorro.

 

         ¿Qué sucede Seto?

 

         Quiero que te pongas a la par de Mokuba y carga a nuestros hijos.

 

         Está bien. – Hizo lo que su esposo le había dicho, y al estar con su cuñado… – ¿Tienes idea de lo que va hacer?

 

         No.


         ¿Cuándo veré el famoso dragón?

 

         Se supone que mi hermano lo hace elevar al cielo después del último brindis, Noah.

 

         Amigos… – Comenzó a hablar el ojiazul. – Esta es la mejor navidad que he tenido toda mi vida, y también la más especial. Porque esta es la primera navidad que comparto con mis hijos y mi querida sobrina. A ellos, a mi esposo, a mi hermano y a todos ustedes les deseo una muy feliz navidad. Y para culminar esta celebración, he preparado algo muy especial. – Caminó en dirección hacia donde estaba su esposo y su hermano.

 

         ¿Qué haces Seto?

 

         Shhh… Sólo observa cachorro, iba ser mi regalo de bodas para cuando íbamos a cumplir seis años de casados. – El hombre apretó un botón con un control remoto que sostenía en sus manos y enseguida se comenzó a abrir el suelo y a elevarse un enorme dragón blanco de ojos azules seguido por otro dragón negro de ojos rojos. Todos los presentes miraban al cielo maravillados del gran resplandor que estos emitían, ambos dragones volaban alrededor de toda la mansión.

 

         Feliz navidad, mi pequeño Seto… Feliz navidad mí querida Kisara… Feliz navidad cachorro.

 

         Feliz navidad mi lindo gatito.

 

         Feliz navidad Noah y muy feliz navidad para ti también Isis. – Le dio un beso en la mejilla.

 

         Feliz navidad mi amor, y feliz navidad para ti también hija mía.

 

         Feliz navidad Tristán, feliz navidad mi amor.

 

         Feliz navidad Ryou, y feliz navidad a ti también hijo mío.

 

         Esta también es su primera navidad.

 

         Así es Ryou, es la primera navidad de nuestro hijo.

 

         Gracias Bakura, gracias por haber aceptado que lo adoptáramos.

 

         No hay nada que agradecer mi amor, a partir de ahora seremos una familia.

 



Fin.

 

 



N/A: Hemos llegado al final de esta increíble historia, y quiero agradecerles desde lo más profundo de mi corazón por haberme acompañado durante todo este tiempo, mil gracias por todos sus comentarios, sugerencias, consejos, uno que otro regaño por ahí, etc. por todo esto y más, muchas, muchas, muchísimas gracias.

 

Lamento mucho no haber actualizado el día de ayer, pero quería darles esta pequeña sorpresa. Cambiando de tema, les deseo a todos y cada uno de ustedes una muy feliz navidad y próspero año nuevo. Si hay alguna historia que desee que la continúe escribiendo, háganmelo saber a través de sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

 

¡FELICES FIESTAS! SON LOS SINCEROS DESEOS DE SU FIEL ESCRITORA: KATSUYA.

 

 



P.D.: Al principio quería escribir algo así como una reseña de lo que iba a suceder más adelante, pero no sabía cómo llamarlo, y con la ayuda de mis amis: Glen Carballo y de Kyubi Rosana Marcolini, me dijeron que se trataba de un epilogo. Al final, decidí hacer algo diferente. Espero que sea de su agrado.