Capítulo 19: Un cachorro
conviviendo con la familia Ishtar…
Notas del capítulo: Todas la personas
suelen tener recuerdos, algunos son agradables, y otros desagradables. Sin
embargo, la mayoría le gusta recordar los buenos tiempos, y son pocos los que
recuerdan los malos tiempos. Hay ocasiones en que es bueno pensar en nuestro
pasado por muy malo que sea, ya que cuando lo solemos hacer, nos damos cuenta
de los errores que se han cometido y nos sirve como experiencia para no volverlos
a cometer…
¿Qué harían ustedes?
¿Dejarían atrás su pasado y seguirían adelante como si nada?
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
Un hombre, se encontraba sentado en su auto pensando en muchas
cosas, lo que había visto de alguna manera le afectó tanto que estaba a punto
de salir de su vehículo para saber lo que pasaba, pero se abstuvo de no
hacerlo.
¿Qué le habrá
ocurrido? No sé por qué me conmovió verlo llorar de esa manera, abrazaba a ese
hombre como si realmente buscara un consuelo. Es la segunda vez que lo miro
llorar así, me hizo recordar aquel incidente que pasó cuando se quedó a vivir
en mi mansión tiempo atrás.
FLASH BACK
Dime que esto es una
broma, que no es cierto lo que me estas pidiendo.
Bien sabes que no me
gusta bromear, y si te lo estoy pidiendo es porque sé que contigo estará bien.
Definitivamente te
has vuelto loco, ¿cómo te pones a creer que le daré hospedaje a un ladrón como
él?
Él no es ningún
ladrón.
Será el sereno, no
lo quiero aquí, me cae mal, y no lo soporto.
Por favor Marik, solamente
serán por algunos meses.
Que se quede en tu
mansión, total, ya está bastante grandecito para que se pueda quedar solo.
Lo sé, pero a él no
le gusta quedarse solo, y lleva poco tiempo viviendo conmigo.
¿Por qué no te lo
llevas contigo? ¿Por qué no se queda Mokuba con él?
No puedo llevármelo
porque aún no le he arreglado sus papeles, y Mokuba va a viajar conmigo.
Pues suspende tu viaje.
No puedo hacer eso,
es un viaje de negocios sumamente importante.
Pues entonces
mándalo a un orfanato, y diles que regresarás por él, en pocos días.
Marik, cómo se te
ocurre decirme eso, jamás le haría una cosa así.
Lo siento Seto, no
lo quiero en mi mansión. Además, es mucha responsabilidad para mí, y yo no
tengo tiempo de estar al pendiente de él.
Ya hablé con tu
esposo, y me dijo que él no tiene ningún inconveniente de que Joey se venga a
vivir con ustedes por algún tiempo.
La otra persona dio un fuerte suspiro, se quedó pensando por un
momento para luego decir…
Está bien. –
Manifestó entre dientes. – Se puede quedar, pero hazle saber que tendrá que
obedecer mis órdenes y mis reglas.
Por eso no te
preocupes, te aseguro que no tendrás ningún problema con él.
Pues eso espero,
porque yo no seré tolerante con él.
Te agradezco mucho
que lo recibas en tu mansión.
¿Cuándo lo piensas
traer?
Mañana a primera
hora.
¿Qué, tan pronto?
Si.
Genial, ni modo,
pues tráelo.
Una cosa más.
Ahora qué.
Hay algunas cosas
que tienes que saber.
¿Cómo qué?
No olvides que
tienes que llevarlo a sus terapias con el psicólogo, por las noches déjale la
luz prendida de su cuarto, si algo no le gusta de la comida no lo obligues a
que se lo coma, deberás de tenerle mucha paciencia ya que casi no habla, es muy
tímido y se asusta por todo…
Bla, bla, bla, bla,
bla, si, ya entendí, a veces creo que lo tienes muy mimado. – Lo había
interrumpido de golpe.
Únicamente te
recuerdo que es un joven que ha sufrido mucho, y lo que él necesita es algo de
cariño y comprensión.
“Lo que ese muerto
de hambre necesita es que alguien lo discipline”. – Pensó para sí mismo. – Tu
no te preocupes, desde el momento en que me lo dejes, me haré cargo de todo.
Sabía que podía
contar contigo.
A la mañana siguiente…
No me dejes con él
por favor. – Sentía un gran nudo en su garganta al hablar.
Ya lo habíamos conversado
anoche cachorro, Marik se hará cargo de ti en lo que yo regreso de mi viaje.
Pero es que… Le tengo
miedo. – Se ocultaba detrás del ojiazul.
No te da vergüenza
comportarte como un niño, con dieciocho años deberías de actuar como un adulto.
Tengo diecisiete y
medio.
Da lo mismo, ya eres
un joven, así que actúa como tal.
No seas tan duro con
él, Marik. – Se dio la media vuelta para mirar a su cachorro. – Escucha Joey,
vivirás con la familia Ishtar en lo que yo estoy de viaje, prométeme que le
obedecerás a Marik en todo.
Está bien. – Bajó su
cabeza.
Todo estará bien, verás
que con el tiempo te darás cuenta que no es tan malo como aparenta.
Pero…
No tengas miedo, te
prometo que volveré muy pronto.
¿Lo prometes?
Claro que sí. – Le
dio un fuerte abrazo. – Ya tengo que irme, pero antes te dejaré esta linterna
de mano por si llegas a ocuparla.
Muchas gracias.
Marik, cuídalo mucho
por favor.
Si, si, no te
preocupes.
Creo que eso es
todo, ahora si me voy.
Adiós Seto.
En cuanto el castaño se fue, el dueño de la mansión se dirigió al
recién llegado.
Agarra tu maleta, y
sígueme, te enseñaré cuál será tu cuarto.
Si.
Una vez que llegaron al lugar…
Esta será tu
habitación, ahí está el baño, y ese de allá es el closet, puedes guardar tu
ropa.
Gracias.
Desempaca, y luego
bajas a desayunar, más tarde te diré las reglas que debes de cumplir.
Si.
El hombre salió echando rayos por doquier, estaba molesto que ese
estúpido mocoso se haya quedado a vivir en su mansión. Al cabo de diez minutos,
entra otra persona.
Hola Joey.
Hola. – Saludó un
poco apenado.
¿Te gusta tu cuarto?
Si.
Me alegra, ¿quieres
que te ayude a desempacar?
No gracias ya casi
termino.
Bien, en ese caso te
espero en el comedor. – Estaba por salir hasta que fue detenido.
Espere por favor.
¿Qué sucede?
No sé en dónde está
el comedor.
Tranquilo, yo te
puedo llevar.
Gracias.
Una vez que llegaron al comedor, todos se sentaron para empezar a
comer, todos excepto uno…
¿Por qué no comes?
Yo… No tengo hambre.
– Tenía la cabeza agachada.
No me importa si
tienes hambre o no, lo que si me interesa es que te comas toda la comida y
punto.
Pero…
Ningún pero que
valga, si no te la comes no te levantarás hasta que dejes el plato vacío.
Marik, no seas tan
duro con el muchacho, no vez que está nervioso.
No te metas en esto
Malik, él tiene que darse cuenta que aquí nadie le va tolerar sus caprichos. Y
tú empieza a comer. – Le advirtió.
Habían transcurrido dos horas desde que desayunaron, pero
solamente uno se había quedado todavía en la mesa, por más que intentaba
llevarse un bocado a la boca, sentía como su estómago lo rechazaba, lloraba
frente a su plato de comida, y tal como se lo dijo el dueño de la mansión, no
se levantaba hasta que terminara de comer.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¿Por qué me dejaste aquí?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No me gusta
este lugar… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ven, por favor Seto, ven por
mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Joey, no me digas que todavía sigues
aquí.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – No se atrevía a mirarlo a la cara.
Mira nada más, no has tocado tu comida.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Lo
siento… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No llores, porque no vas a tu cuarto a
descansar un poco.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Pero el señor Ishtar me dijo que no me levantara de la mesa hasta que mi plato
estuviera vacío… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No te preocupes, por esta ocasión le
diré a Marik que tú terminaste de desayunar.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¿Por qué me ayuda? – Se limpiaba las lágrimas con sus manos.
Porque eres nuestro invitado, y Seto te
dejó a nuestro cuidado.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Usted si es bueno, en cambio el otro…
No digas eso, Marik es bueno también,
lo único es que no le gusta demostrar sus sentimientos ante desconocidos.
¿Qué es lo que trata de decirme?
Dale tiempo a mi esposo que te vaya
conociendo poco a poco, y verás como tú mismo te darás cuenta que Marik no es
malo. Trata de llevarte bien con él.
Está bien, lo voy a intentar.
Anda, vete a tu habitación a descansar.
Muchas gracias.
En
cuanto el joven se fue, apareció otra persona…
No debiste de haberle dicho todas esas
cosas.
Marik, no me digas que escuchaste todo.
Si.
Discúlpame amor por levantarle el
castigo que le habías dado a ese muchacho.
No estoy molesto contigo, no más te
digo que si lo consientes demasiado, después no te hará caso.
No creo que sea para tanto, además tú
mismo me dijiste que ese joven ha tenido una vida muy dura.
Así es, pero eso no le da derecho de
que haga lo que él quiera.
Oh vamos, no creo que sea para tanto,
lo que ese joven necesita es que alguien confíe en él, necesita que lo
comprendan, que le den una oportunidad para salir adelante.
Lo que ese mocoso necesita es
disciplina, y mano dura.
Trata de llevarte con él, no seas tan
duro, en vez de eso deberías de acercarte, y conversar un poco.
No sé por qué a veces creo que eres muy
considerado Malik.
Dime que al menos lo vas a intentar.
Está bien, pero no te prometo nada.
Los
días fueron pasando, y las cosas se ponían cada vez peor, el rubio trataba de
seguir las reglas que había en la mansión, y cuando no cumplía una de ellas,
Marik le llamaba la atención fuertemente.
¿Otra vez con la luz prendida?
Yo… No puedo dormir con la luz apagada.
Esto es el colmo, hasta cuando
aprenderás que ya estas grandecito para dormir con la luz apagada.
Es que tengo miedo.
¿Miedo a qué?
Pues…
Apaga la luz y duérmete de una vez.
No por favor, no apague la luz. –
Comenzaba a llorar.
Tus lágrimas de cocodrilo no me
convencerán. – Le apagó la luz de la habitación. – Pobre de ti si la enciendes.
– Fue lo último que dijo antes de salir.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¿Qué voy hacer?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Ocultaba su rostro
debajo de la almohada, todo su cuerpo temblaba, tenía mucho miedo, en eso se
acordó de la linterna de mano que le dejó su neko, logró abrir la gaveta de la
mesita de noche, y en cuanto la sacó la prendió. – Gracias por dejarme esta
lámpara, Seto. – Fue cerrando sus ojos hasta que se quedó dormido.
Al día siguiente…
Malik, tú también me dejarás solo con
ese estorbo.
Perdóname Marik, tengo que viajar.
No
puedes esperar a que Seto regrese.
No amor, lo siento mucho.
¿Y qué se supone que deba hacer con esa
cosa?
Tendrás que cuidarlo, y estar al
pendiente de él.
Tú sabes que no lo soporto, me cae tan
mal que si por mí fuera lo mandara a dormir a la calle.
No seas así amor.
Solamente te estoy diciendo la verdad,
al principio no me molestaba verlo en la mansión porque tú te ocupabas de él,
pero ahora…
Ahora tendrás que hacerte cargo de
todo.
Grrr…
No te enfades por favor, te prometo que
no tardaré.
Haz lo que quieras, pero ni creas que
le voy andar aguantando sus caprichos.
Marik, prométeme que serás indulgente
con Joey, que cuidarás muy bien de él, y sobre todo, ya no le sigas apagando la
luz de su cuarto en las noches, mira que casi no ha dormido en estos días.
Agradecido debería de estar ese mocoso,
gracias a mí está superando su miedo.
Hay amor, espero que algún día te des
cuenta de lo equivocado que estas.
La
otra persona ya no dijo nada, y prefirió salir de la habitación.
Dos horas después…
Adiós Joey, quiero que te portes bien.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Adiós Malik, por favor regrese pronto… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Claro que sí, ya no llores. – Le
limpiaba su carita. – Por cierto, toma tu lámpara, le acabo de poner baterías
nuevas.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Muchas gracias… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Bueno amor, me voy.
Llámame en cuanto llegues.
Así lo haré mi amor. – Le da un beso en
los labios. – Cuida mucho de Joey, y no se te olvide llevarlo a sus terapias,
trata de llevarte bien con él...
Amor, si no te das prisa te va dejar el
avión.
Está bien, ya me voy.
En
cuanto se fue, la otra persona se dirigió al rubio.
Escúchame bien lo que te voy a decir, a
partir de este momento te harás cargo de tus propios asuntos, no quiero que me
pases molestando, si quieres ir a alguna parte rebúscate tu solo.
Pero… ¿Quién me llevará a mis terapias?
Eres sordo o qué, no oíste lo que te
acabo de decir.
Pero es que… No me atrevo ir a la
ciudad yo solo, temo de que…
No me importan tus problemas, bastante
hago con estarte soportando aquí, otra cosa, si quieres dinero, pues trabaja, a
tu edad yo ya trabajaba.
Por favor, le pido que me acompañe
solamente mañana.
Ya te dije que no, ahora me voy a
trabajar. – El hombre se fue dejando solo al ojimiel.
Las semanas fueron pasando, Marik llegaba cada vez más noche para no tener que estarlo
viendo, siempre que llegaba, iba a su habitación a cerciorarse de que durmiera
con la luz apagada, y cuando la miraba encendida la apagaba, durante ese
tiempo, habían discusiones entre ellos.
¿Qué demonios estás haciendo?
Yo… Solamente buscaba baterías para mi
lámpara.
Dame eso, deja de comportarte como un
niño.
No me lo quite por favor, esa lámpara
es mía.
Óyeme bien, podrás engañar a medio mundo
con tu cara de mosca muerta, pero tú a mí no me engañas, conozco muy bien
cuáles son tus planes.
¿De qué está hablando?
No quieras pasarte de listo conmigo, tú
no más eres un aprovechado, un vividor, un arrimado que le gusta vivir a
costillas de los demás, no eres más que un parásito para la sociedad.
ESO NO ES VERDAD. – Gritó.
A mí no me grites estúpido mocoso, no
me faltes el respeto. – Le dio tremenda bofetada en la cara. – Y ni se te
ocurra llorar porque te daré un verdadero motivo para hacerlo. – El joven le
tenía miedo, su mirada se parecía mucho a la de Valon. – Ni creas que te voy a
permitir que te salgas con la tuya.
No le entiendo. – Se sobaba la mejilla
donde había recibido el golpe.
Me entiendes perfectamente. – Le agarró
el mentón con fuerza. – Tu lo único que buscas es sacarle provecho a tu
desgracia, tratas de engatusar a Seto para quedarte con su fortuna, te haces
pasar por una pobre víctima desvalida únicamente para llamar la atención de
todos, pero tú a mí no me engañas, y tarde o temprano descubriré tu mentira y
te desenmascararé enfrente de todos.
¿Por qué me odia tanto? – Hacia lo
posible por no llorar. – Yo no le he hecho nada.
Porque no te he dado oportunidad para
que me hagas algo, pero una cosa si te digo, te mantendré bien vigilado, y
pobre de ti si descubro que tramas algo. – Finalmente lo soltó.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo
lo único que quiero es irme a la mansión de los Kaiba, no quiero estar aquí… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif…
Pues lárgate de una vez, le harías un
gran favor a todos, nadie te necesita, por qué no regresas al lugar donde
perteneces, vuelve a tu pocilga
de donde saliste, porque aquí no eres bienvenido, ya deberías saberlo, alguien como
tú nunca va a encajar en nuestra vida, en nuestra sociedad. Somos de dos mundos
distintos.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Que
cruel es usted, nunca me imaginé que tendría el corazón de piedra… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif…
Tus palabras no me afectan en lo más
mínimo, me tiene sin cuidado lo que pienses de mí.
El
rubio no dijo nada, y decidió irse de ahí.
Tres días después…
Buenas noches señor Ishtar.
Buenas noches.
¿Va a cenar señor?
Si, sírvame por favor en lo que voy a
mi habitación a cambiarme de ropa.
Como usted diga señor.
Estaba
por irse, en eso uno de los sirvientes lo detuvo.
Disculpe señor.
¿Qué sucede?
Hace días que no vemos al joven.
¿Cuál joven?
El muchacho que su esposo le dejó a
cargo.
¿Cómo que no lo han visto? ¿Ya buscaron
en su habitación?
Lo hemos buscado por toda la mansión, y
no aparece por ningún lado.
Estúpido mocoso, ¿qué planea esta vez?
– Expresó entre dientes.
Se
fue directamente a su cuarto para ver si estaba ahí, en cuanto llegó revisó
todo el lugar…
¿Qué raro? Toda su ropa esta aquí. – Murmuró
para sí mismo. – De seguro hace esto para llamar la atención, en cuanto tenga
hambre volverá, estoy seguro. – Se fue a su alcoba a cambiarse de ropa, luego
bajó a cenar.
Horas más tarde…
“Ya pasan de la media noche y este
bueno para nada que no llega”. – Pensaba para sí mismo. – Rayos, y justamente
ahora tenía que llover, ni hablar, saldré a buscarlo, en cuanto lo encuentre le
daré un escarmiento que no olvidará.
Llevaba
un buen rato buscándolo por casi toda la ciudad, estaba por regresar a su
mansión hasta que logró verlo a lo lejos. Parqueó su vehículo para luego
bajarse.
¿Qué demonios crees que haces? – Lo
agarró fuertemente del brazo.
Suélteme.
Ahora mismo nos vamos a la mansión.
No quiero ir a ninguna parte con usted.
No te lo estoy preguntando, tú vienes
conmigo y punto.
No, déjeme, suélteme, me está
lastimando.
Entra de una vez estúpido mocoso, no
haces otra cosa que dar problemas.
Ya le dije que no quiero ir.
Entra ya. – Lo metió a la fuerza a su
vehículo, posteriormente se fue al lado del conductor.
En
el camino ninguno de los dos decía nada, cada quien estaba metido en sus
propios pensamientos, el rubio estaba todo empapado e iba temblando de frío,
una voz lo trajo a la realidad.
Espera que lleguemos a la mansión, te
daré un castigo que jamás olvidarás.
Usted no puede hacerme nada, si me hace
algo, se lo diré a Seto.
Señor Kaiba para ti estúpido, no seas
tan igualado, y no me importa que se lo digas, yo mismo le dije que te recibía
con mis reglas, y tú las has roto todas.
En
cuanto llegaron a la mansión, entraron discutiendo, el dueño del lugar estaba
verdaderamente furioso.
Suélteme, ¿a dónde me lleva?
Esta noche dormirás en el sótano.
No, ahí no por favor, suélteme, no
quiero estar ahí.
Eso debiste de haberlo pensado antes de
irte sin mi permiso.
Suélteme por favor, por lo que más
quieras. – Lloraba desconsoladamente, su cuerpo temblaba, terribles recuerdos
le llegaban a su mente.
Este será tu castigo, tal vez así
aprenderás a no desobedecerme.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No,
por favor no me lleve ahí, es muy obscuro y tenebroso… Snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Golpéeme si quiere, castígueme de otra manera, pero no me lleve a
ese lugar… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor, por favor… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif…
Ya cállate, y entra de una vez. – Lo
empujó para que entrara, e inmediatamente cerró la puerta con llave.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
SÁQUENME DE AQUÍ, POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… AUXILIO, QUE
ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… SETO,
AYÚDAME POR LO QUE MÁS QUIERAS… Snif, snif, snif, snif, snif, snif... – Gritaba
con todas sus fuerzas y al mismo tiempo golpeaba la puerta tratando de
derribarla. – QUE ALGUIEN ME AYUDE POR FAVOR, NO SOPORTO ESTAR EN LA
OBSCURIDAD, TENGO MIEDO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Ya cállate, haces tanto escándalo para
nada, se hombre y enfrenta tu miedo de una vez por todas. Esto te enseñará a no
llevarme la contraria, y a respetarme.
El
hombre se fue, y a pesar que estaba lejos, los gritos del joven se seguían
escuchando.
Dos días después…
Disculpe señor Ishtar.
¿Qué sucede?
El joven ya lleva dos días sin comer.
¿Otra vez sigue de rebelde?
No es eso señor.
¿Entonces?
Usted no lo ha sacado del sótano
todavía.
¿Qué? – Se quedó estupefacto por lo que
su sirviente le decía. – ¿Qué fue lo que dijo?
Hace dos días que el joven sigue
encerrado.
El
hombre se levantó rápidamente y corrió al lugar, en cuanto abrió la puerta, lo
encontró tirado en el suelo.
Levántate ya. – Le hablaba y a la vez
le ponía un pie en su hombro para moverlo un poco. – Que no me oyes, ya puedes
salir. – Lo volvió a mover, pero al no ver ninguna reacción, decidió agacharse
y tocarlo. – No oyes que te estoy hablando. – Le dio la media vuelta con una
mano, y al hacerlo se asustó al ver que el rubio estaba inconsciente, su cuerpo
estaba helado, sus labios estaban casi azules. – Joey, responde por favor… ¿Qué he hecho? No puede ser… – Rápidamente se quitó su camisa y lo abrigó,
después lo cargó en sus brazos para llevarlo inmediatamente a un hospital.
Horas más tarde…
Familiares del joven Joseph Wheeler.
¿Doctor, cómo se encuentra?
Lo lamento señor Ishtar, el joven se
encuentra bastante delicado, en estos momentos estamos haciendo todo lo posible
por salvarle la vida.
Noooooooooooooooooooooo, no puede ser, por
favor Doctor, sálvelo se lo suplico.
Haremos todo lo que esté a nuestro
alcance para salvarlo señor Ishtar, por ahora hay que esperar setenta y dos
horas.
¿Puedo verlo?
No, él se encuentra en cuidados
intensivos, pero le mantendré informado por si surge algo.
Por favor Doctor, por lo que más
quiera, le suplico que lo salve.
Como le dije anteriormente, hacemos lo
que podemos, todo depende del joven si quiere seguir viviendo o no. Con su
permiso, me retiro.
El
hombre se quedó devastado en la sala de espera…
¿Qué he hecho? Todo esto es mi culpa,
¿por qué no lo escuché? ¿Por qué tuve que encerrarlo ahí? Si tan sólo hubiera
sido un poco más comprensivo con él. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a
humedecerse. – Perdóname Joey, tenías razón al decirme que tengo un corazón de
piedra. Por favor Joey, no te mueras, no te mueras…
Tres días después…
Animo Joey, sé que puedes salir
adelante, no te des por vencido. – Se encontraba en la UCI parado al lado de su
cama, el aún estaba en coma, el moreno acariciaba suavemente su frente, en eso
logró escuchar un pequeño sollozo.
Seto… Se… To… Ayúdame… – Sus ojos
lloraban a pesar que los tenía cerrados, y se movía de un lugar a otro sobre la
cama del hospital.
Shhhh… Tranquilo Joey, aquí estoy, no
estás solo. – Le agarró su mano con suavidad. – Tienes que recuperarte, te
prometo que las cosas serán diferentes, pero por favor, no te des por vencido.
FIN DEL FLASHBACK
Todos
los días permanecí a tu lado hasta que saliste del hospital, después de ese
incidente, comencé a tratarte de otra manera. Cuando finalmente llegó Seto por
ti, creí que le contarías todo, pero no lo hiciste, por alguna extraña razón,
no me delataste, yo seguía desconfiando de ti, hasta llegué a pensar que ibas a
utilizar eso para chantajearme, que equivocado estaba. Y fue así como poco a
poco me di la oportunidad de irte conociendo cada vez más. A la primera persona
que se lo conté fue a Malik, se enojó tanto conmigo que pasó tres meses sin
hablarme, después tomé la decisión de contarle toda la verdad a Seto. Casi me
despelleja vivo cuando le conté lo ocurrido, pero ambos me perdonaron, aunque
debo admitir que el único perdón que yo deseaba era el tuyo, y así fue. Y
ahora, que vuelvo a verte llorar de esa manera, me dieron ganas de salir
corriendo a preguntarte del por qué llorabas así, algo debió de ocurrirte en tu
trabajo para que llegaras tan mal, y para que Bakura haya ido por ti. – Se
decía así mismo en lo que sacaba un celular. – Se de alguien que me puede
ayudar a averiguar lo que te pasó…
Continuará…
N/A: Pobrecito
de mi cachorro, las cosas que ha tenido que soportar. ¿Qué creen que le haya
pasado? ¿Habrá tenido celos Ryou? ¿Creen que por fin Ryou se esté enamorando de
Bakura? Todo esto y más lo irán descubriendo en el capítulo de mañana. Muchísimas
gracias a todos por tomarse su tiempo en leer esta historia, no olviden dejar
sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.
Me
despido cordialmente de ustedes, y les mando muchos besos y un gran abrazo
virtual.
Atte.:
KAT.
Estoy llorando 💔, ya me clavé con la historia
ResponderEliminarNo llore por favor. - Kat trata de consolarla. - Piensa en cosas bonitas y así dejarás de llorar.
ResponderEliminarMil gracias por leer la historia y por su apoyo que me brinda... ^_^