viernes, 10 de abril de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…




Capítulo 19: Un cachorro conviviendo con la familia Ishtar…


Notas del capítulo: Todas la personas suelen tener recuerdos, algunos son agradables, y otros desagradables. Sin embargo, la mayoría le gusta recordar los buenos tiempos, y son pocos los que recuerdan los malos tiempos. Hay ocasiones en que es bueno pensar en nuestro pasado por muy malo que sea, ya que cuando lo solemos hacer, nos damos cuenta de los errores que se han cometido y nos sirve como experiencia para no volverlos a cometer…

¿Qué harían ustedes? ¿Dejarían atrás su pasado y seguirían adelante como si nada?


Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

******************************

Un hombre, se encontraba sentado en su auto pensando en muchas cosas, lo que había visto de alguna manera le afectó tanto que estaba a punto de salir de su vehículo para saber lo que pasaba, pero se abstuvo de no hacerlo.

         ¿Qué le habrá ocurrido? No sé por qué me conmovió verlo llorar de esa manera, abrazaba a ese hombre como si realmente buscara un consuelo. Es la segunda vez que lo miro llorar así, me hizo recordar aquel incidente que pasó cuando se quedó a vivir en mi mansión tiempo atrás.

FLASH BACK

         Dime que esto es una broma, que no es cierto lo que me estas pidiendo.

         Bien sabes que no me gusta bromear, y si te lo estoy pidiendo es porque sé que contigo estará bien.

         Definitivamente te has vuelto loco, ¿cómo te pones a creer que le daré hospedaje a un ladrón como él?

         Él no es ningún ladrón.

         Será el sereno, no lo quiero aquí, me cae mal, y no lo soporto.

         Por favor Marik, solamente serán por algunos meses.

         Que se quede en tu mansión, total, ya está bastante grandecito para que se pueda quedar solo.

         Lo sé, pero a él no le gusta quedarse solo, y lleva poco tiempo viviendo conmigo.

         ¿Por qué no te lo llevas contigo? ¿Por qué no se queda Mokuba con él?

         No puedo llevármelo porque aún no le he arreglado sus papeles, y Mokuba va a viajar conmigo.

         Pues suspende tu viaje.

         No puedo hacer eso, es un viaje de negocios sumamente importante.

         Pues entonces mándalo a un orfanato, y diles que regresarás por él, en pocos días.

         Marik, cómo se te ocurre decirme eso, jamás le haría una cosa así.

         Lo siento Seto, no lo quiero en mi mansión. Además, es mucha responsabilidad para mí, y yo no tengo tiempo de estar al pendiente de él.

         Ya hablé con tu esposo, y me dijo que él no tiene ningún inconveniente de que Joey se venga a vivir con ustedes por algún tiempo.

La otra persona dio un fuerte suspiro, se quedó pensando por un momento para luego decir…

         Está bien. – Manifestó entre dientes. – Se puede quedar, pero hazle saber que tendrá que obedecer mis órdenes y mis reglas.

         Por eso no te preocupes, te aseguro que no tendrás ningún problema con él.

         Pues eso espero, porque yo no seré tolerante con él.

         Te agradezco mucho que lo recibas en tu mansión.

         ¿Cuándo lo piensas traer?

         Mañana a primera hora.

         ¿Qué, tan pronto?

         Si.

         Genial, ni modo, pues tráelo.

         Una cosa más.

         Ahora qué.

         Hay algunas cosas que tienes que saber.

         ¿Cómo qué?

         No olvides que tienes que llevarlo a sus terapias con el psicólogo, por las noches déjale la luz prendida de su cuarto, si algo no le gusta de la comida no lo obligues a que se lo coma, deberás de tenerle mucha paciencia ya que casi no habla, es muy tímido y se asusta por todo…

         Bla, bla, bla, bla, bla, si, ya entendí, a veces creo que lo tienes muy mimado. – Lo había interrumpido de golpe.

         Únicamente te recuerdo que es un joven que ha sufrido mucho, y lo que él necesita es algo de cariño y comprensión.

         “Lo que ese muerto de hambre necesita es que alguien lo discipline”. – Pensó para sí mismo. – Tu no te preocupes, desde el momento en que me lo dejes, me haré cargo de todo.

         Sabía que podía contar contigo.

A la mañana siguiente…

         No me dejes con él por favor. – Sentía un gran nudo en su garganta al hablar.

         Ya lo habíamos conversado anoche cachorro, Marik se hará cargo de ti en lo que yo regreso de mi viaje.

         Pero es que… Le tengo miedo. – Se ocultaba detrás del ojiazul.

         No te da vergüenza comportarte como un niño, con dieciocho años deberías de actuar como un adulto.

         Tengo diecisiete y medio.

         Da lo mismo, ya eres un joven, así que actúa como tal.

         No seas tan duro con él, Marik. – Se dio la media vuelta para mirar a su cachorro. – Escucha Joey, vivirás con la familia Ishtar en lo que yo estoy de viaje, prométeme que le obedecerás a Marik en todo.

         Está bien. – Bajó su cabeza.

         Todo estará bien, verás que con el tiempo te darás cuenta que no es tan malo como aparenta.

         Pero…

         No tengas miedo, te prometo que volveré muy pronto.

         ¿Lo prometes?

         Claro que sí. – Le dio un fuerte abrazo. – Ya tengo que irme, pero antes te dejaré esta linterna de mano por si llegas a ocuparla.

         Muchas gracias.

         Marik, cuídalo mucho por favor.

         Si, si, no te preocupes.

         Creo que eso es todo, ahora si me voy.

         Adiós Seto.

En cuanto el castaño se fue, el dueño de la mansión se dirigió al recién llegado.

         Agarra tu maleta, y sígueme, te enseñaré cuál será tu cuarto.

         Si.

Una vez que llegaron al lugar…

         Esta será tu habitación, ahí está el baño, y ese de allá es el closet, puedes guardar tu ropa.

         Gracias.

         Desempaca, y luego bajas a desayunar, más tarde te diré las reglas que debes de cumplir.

         Si.

El hombre salió echando rayos por doquier, estaba molesto que ese estúpido mocoso se haya quedado a vivir en su mansión. Al cabo de diez minutos, entra otra persona.

         Hola Joey.

         Hola. – Saludó un poco apenado.

         ¿Te gusta tu cuarto?

         Si.

         Me alegra, ¿quieres que te ayude a desempacar?

         No gracias ya casi termino.

         Bien, en ese caso te espero en el comedor. – Estaba por salir hasta que fue detenido.

         Espere por favor.

         ¿Qué sucede?

         No sé en dónde está el comedor.

         Tranquilo, yo te puedo llevar.

         Gracias.

Una vez que llegaron al comedor, todos se sentaron para empezar a comer, todos excepto uno…

         ¿Por qué no comes?

         Yo… No tengo hambre. – Tenía la cabeza agachada.

         No me importa si tienes hambre o no, lo que si me interesa es que te comas toda la comida y punto.

         Pero…

         Ningún pero que valga, si no te la comes no te levantarás hasta que dejes el plato vacío.

         Marik, no seas tan duro con el muchacho, no vez que está nervioso.

         No te metas en esto Malik, él tiene que darse cuenta que aquí nadie le va tolerar sus caprichos. Y tú empieza a comer. – Le advirtió.

Habían transcurrido dos horas desde que desayunaron, pero solamente uno se había quedado todavía en la mesa, por más que intentaba llevarse un bocado a la boca, sentía como su estómago lo rechazaba, lloraba frente a su plato de comida, y tal como se lo dijo el dueño de la mansión, no se levantaba hasta que terminara de comer.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué me dejaste aquí?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No me gusta este lugar… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ven, por favor Seto, ven por mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Joey, no me digas que todavía sigues aquí.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – No se atrevía a mirarlo a la cara.

         Mira nada más, no has tocado tu comida.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Lo siento… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         No llores, porque no vas a tu cuarto a descansar un poco.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero el señor Ishtar me dijo que no me levantara de la mesa hasta que mi plato estuviera vacío… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         No te preocupes, por esta ocasión le diré a Marik que tú terminaste de desayunar.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué me ayuda? – Se limpiaba las lágrimas con sus manos.

         Porque eres nuestro invitado, y Seto te dejó a nuestro cuidado.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Usted si es bueno, en cambio el otro…

         No digas eso, Marik es bueno también, lo único es que no le gusta demostrar sus sentimientos ante desconocidos.

         ¿Qué es lo que trata de decirme?

         Dale tiempo a mi esposo que te vaya conociendo poco a poco, y verás como tú mismo te darás cuenta que Marik no es malo. Trata de llevarte bien con él.

         Está bien, lo voy a intentar.

         Anda, vete a tu habitación a descansar.

         Muchas gracias.

En cuanto el joven se fue, apareció otra persona…

         No debiste de haberle dicho todas esas cosas.

         Marik, no me digas que escuchaste todo.

         Si.

         Discúlpame amor por levantarle el castigo que le habías dado a ese muchacho.

         No estoy molesto contigo, no más te digo que si lo consientes demasiado, después no te hará caso.

         No creo que sea para tanto, además tú mismo me dijiste que ese joven ha tenido una vida muy dura.

         Así es, pero eso no le da derecho de que haga lo que él quiera.

         Oh vamos, no creo que sea para tanto, lo que ese joven necesita es que alguien confíe en él, necesita que lo comprendan, que le den una oportunidad para salir adelante.

         Lo que ese mocoso necesita es disciplina, y mano dura.

         Trata de llevarte con él, no seas tan duro, en vez de eso deberías de acercarte, y conversar un poco.

         No sé por qué a veces creo que eres muy considerado Malik.

         Dime que al menos lo vas a intentar.

         Está bien, pero no te prometo nada.

Los días fueron pasando, y las cosas se ponían cada vez peor, el rubio trataba de seguir las reglas que había en la mansión, y cuando no cumplía una de ellas, Marik le llamaba la atención fuertemente.

         ¿Otra vez con la luz prendida?

         Yo… No puedo dormir con la luz apagada.

         Esto es el colmo, hasta cuando aprenderás que ya estas grandecito para dormir con la luz apagada.

         Es que tengo miedo.

         ¿Miedo a qué?

         Pues…

         Apaga la luz y duérmete de una vez.

         No por favor, no apague la luz. – Comenzaba a llorar.

         Tus lágrimas de cocodrilo no me convencerán. – Le apagó la luz de la habitación. – Pobre de ti si la enciendes. – Fue lo último que dijo antes de salir.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Qué voy hacer?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Ocultaba su rostro debajo de la almohada, todo su cuerpo temblaba, tenía mucho miedo, en eso se acordó de la linterna de mano que le dejó su neko, logró abrir la gaveta de la mesita de noche, y en cuanto la sacó la prendió. – Gracias por dejarme esta lámpara, Seto. – Fue cerrando sus ojos hasta que se quedó dormido.

Al día siguiente…

         Malik, tú también me dejarás solo con ese estorbo.

         Perdóname Marik, tengo que viajar.

         No puedes esperar a que Seto regrese.

         No amor, lo siento mucho.

         ¿Y qué se supone que deba hacer con esa cosa?

         Tendrás que cuidarlo, y estar al pendiente de él.

         Tú sabes que no lo soporto, me cae tan mal que si por mí fuera lo mandara a dormir a la calle.

         No seas así amor.

         Solamente te estoy diciendo la verdad, al principio no me molestaba verlo en la mansión porque tú te ocupabas de él, pero ahora…

         Ahora tendrás que hacerte cargo de todo.

         Grrr…

         No te enfades por favor, te prometo que no tardaré.

         Haz lo que quieras, pero ni creas que le voy andar aguantando sus caprichos.

         Marik, prométeme que serás indulgente con Joey, que cuidarás muy bien de él, y sobre todo, ya no le sigas apagando la luz de su cuarto en las noches, mira que casi no ha dormido en estos días.

         Agradecido debería de estar ese mocoso, gracias a mí está superando su miedo.

         Hay amor, espero que algún día te des cuenta de lo equivocado que estas.

La otra persona ya no dijo nada, y prefirió salir de la habitación.

Dos horas después…

         Adiós Joey, quiero que te portes bien.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Adiós Malik, por favor regrese pronto… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Claro que sí, ya no llores. – Le limpiaba su carita. – Por cierto, toma tu lámpara, le acabo de poner baterías nuevas.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Muchas gracias… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Bueno amor, me voy.

         Llámame en cuanto llegues.

         Así lo haré mi amor. – Le da un beso en los labios. – Cuida mucho de Joey, y no se te olvide llevarlo a sus terapias, trata de llevarte bien con él...

         Amor, si no te das prisa te va dejar el avión.

         Está bien, ya me voy.

En cuanto se fue, la otra persona se dirigió al rubio.

         Escúchame bien lo que te voy a decir, a partir de este momento te harás cargo de tus propios asuntos, no quiero que me pases molestando, si quieres ir a alguna parte rebúscate tu solo.

         Pero… ¿Quién me llevará a mis terapias?

         Eres sordo o qué, no oíste lo que te acabo de decir.

         Pero es que… No me atrevo ir a la ciudad yo solo, temo de que…

         No me importan tus problemas, bastante hago con estarte soportando aquí, otra cosa, si quieres dinero, pues trabaja, a tu edad yo ya trabajaba.

         Por favor, le pido que me acompañe solamente mañana.

         Ya te dije que no, ahora me voy a trabajar. – El hombre se fue dejando solo al ojimiel.

Las semanas fueron pasando, Marik llegaba cada vez más noche para no tener que estarlo viendo, siempre que llegaba, iba a su habitación a cerciorarse de que durmiera con la luz apagada, y cuando la miraba encendida la apagaba, durante ese tiempo, habían discusiones entre ellos.

         ¿Qué demonios estás haciendo?

         Yo… Solamente buscaba baterías para mi lámpara.

         Dame eso, deja de comportarte como un niño.

         No me lo quite por favor, esa lámpara es mía.

         Óyeme bien, podrás engañar a medio mundo con tu cara de mosca muerta, pero tú a mí no me engañas, conozco muy bien cuáles son tus planes.

         ¿De qué está hablando?

         No quieras pasarte de listo conmigo, tú no más eres un aprovechado, un vividor, un arrimado que le gusta vivir a costillas de los demás, no eres más que un parásito para la sociedad.

         ESO NO ES VERDAD. – Gritó.

         A mí no me grites estúpido mocoso, no me faltes el respeto. – Le dio tremenda bofetada en la cara. – Y ni se te ocurra llorar porque te daré un verdadero motivo para hacerlo. – El joven le tenía miedo, su mirada se parecía mucho a la de Valon. – Ni creas que te voy a permitir que te salgas con la tuya.

         No le entiendo. – Se sobaba la mejilla donde había recibido el golpe.

         Me entiendes perfectamente. – Le agarró el mentón con fuerza. – Tu lo único que buscas es sacarle provecho a tu desgracia, tratas de engatusar a Seto para quedarte con su fortuna, te haces pasar por una pobre víctima desvalida únicamente para llamar la atención de todos, pero tú a mí no me engañas, y tarde o temprano descubriré tu mentira y te desenmascararé enfrente de todos.

         ¿Por qué me odia tanto? – Hacia lo posible por no llorar. – Yo no le he hecho nada.

         Porque no te he dado oportunidad para que me hagas algo, pero una cosa si te digo, te mantendré bien vigilado, y pobre de ti si descubro que tramas algo. – Finalmente lo soltó.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo lo único que quiero es irme a la mansión de los Kaiba, no quiero estar aquí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Pues lárgate de una vez, le harías un gran favor a todos, nadie te necesita, por qué no regresas al lugar donde perteneces, vuelve a tu pocilga de donde saliste, porque aquí no eres bienvenido, ya deberías saberlo, alguien como tú nunca va a encajar en nuestra vida, en nuestra sociedad. Somos de dos mundos distintos.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Que cruel es usted, nunca me imaginé que tendría el corazón de piedra… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Tus palabras no me afectan en lo más mínimo, me tiene sin cuidado lo que pienses de mí.

El rubio no dijo nada, y decidió irse de ahí.

Tres días después…

         Buenas noches señor Ishtar.

         Buenas noches.

         ¿Va a cenar señor?

         Si, sírvame por favor en lo que voy a mi habitación a cambiarme de ropa.

         Como usted diga señor.

Estaba por irse, en eso uno de los sirvientes lo detuvo.

         Disculpe señor.

         ¿Qué sucede?

         Hace días que no vemos al joven.

         ¿Cuál joven?

         El muchacho que su esposo le dejó a cargo.

         ¿Cómo que no lo han visto? ¿Ya buscaron en su habitación?

         Lo hemos buscado por toda la mansión, y no aparece por ningún lado.

         Estúpido mocoso, ¿qué planea esta vez? – Expresó entre dientes.

Se fue directamente a su cuarto para ver si estaba ahí, en cuanto llegó revisó todo el lugar…

         ¿Qué raro? Toda su ropa esta aquí. – Murmuró para sí mismo. – De seguro hace esto para llamar la atención, en cuanto tenga hambre volverá, estoy seguro. – Se fue a su alcoba a cambiarse de ropa, luego bajó a cenar.

Horas más tarde…

         “Ya pasan de la media noche y este bueno para nada que no llega”. – Pensaba para sí mismo. – Rayos, y justamente ahora tenía que llover, ni hablar, saldré a buscarlo, en cuanto lo encuentre le daré un escarmiento que no olvidará.

Llevaba un buen rato buscándolo por casi toda la ciudad, estaba por regresar a su mansión hasta que logró verlo a lo lejos. Parqueó su vehículo para luego bajarse.

         ¿Qué demonios crees que haces? – Lo agarró fuertemente del brazo.

         Suélteme.

         Ahora mismo nos vamos a la mansión.

         No quiero ir a ninguna parte con usted.

         No te lo estoy preguntando, tú vienes conmigo y punto.

         No, déjeme, suélteme, me está lastimando.

         Entra de una vez estúpido mocoso, no haces otra cosa que dar problemas.

         Ya le dije que no quiero ir.

         Entra ya. – Lo metió a la fuerza a su vehículo, posteriormente se fue al lado del conductor.

En el camino ninguno de los dos decía nada, cada quien estaba metido en sus propios pensamientos, el rubio estaba todo empapado e iba temblando de frío, una voz lo trajo a la realidad.

         Espera que lleguemos a la mansión, te daré un castigo que jamás olvidarás.

         Usted no puede hacerme nada, si me hace algo, se lo diré a Seto.

         Señor Kaiba para ti estúpido, no seas tan igualado, y no me importa que se lo digas, yo mismo le dije que te recibía con mis reglas, y tú las has roto todas.

En cuanto llegaron a la mansión, entraron discutiendo, el dueño del lugar estaba verdaderamente furioso.

         Suélteme, ¿a dónde me lleva?

         Esta noche dormirás en el sótano.

         No, ahí no por favor, suélteme, no quiero estar ahí.

         Eso debiste de haberlo pensado antes de irte sin mi permiso.

         Suélteme por favor, por lo que más quieras. – Lloraba desconsoladamente, su cuerpo temblaba, terribles recuerdos le llegaban a su mente.

         Este será tu castigo, tal vez así aprenderás a no desobedecerme.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No, por favor no me lleve ahí, es muy obscuro y tenebroso… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Golpéeme si quiere, castígueme de otra manera, pero no me lleve a ese lugar… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor, por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Ya cállate, y entra de una vez. – Lo empujó para que entrara, e inmediatamente cerró la puerta con llave.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… SÁQUENME DE AQUÍ, POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… AUXILIO, QUE ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… SETO, AYÚDAME POR LO QUE MÁS QUIERAS… Snif, snif, snif, snif, snif, snif... – Gritaba con todas sus fuerzas y al mismo tiempo golpeaba la puerta tratando de derribarla. – QUE ALGUIEN ME AYUDE POR FAVOR, NO SOPORTO ESTAR EN LA OBSCURIDAD, TENGO MIEDO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Ya cállate, haces tanto escándalo para nada, se hombre y enfrenta tu miedo de una vez por todas. Esto te enseñará a no llevarme la contraria, y a respetarme.

El hombre se fue, y a pesar que estaba lejos, los gritos del joven se seguían escuchando.

Dos días después…

         Disculpe señor Ishtar.

         ¿Qué sucede?

         El joven ya lleva dos días sin comer.

         ¿Otra vez sigue de rebelde?

         No es eso señor.

         ¿Entonces?

         Usted no lo ha sacado del sótano todavía.

         ¿Qué? – Se quedó estupefacto por lo que su sirviente le decía. – ¿Qué fue lo que dijo?

         Hace dos días que el joven sigue encerrado.

El hombre se levantó rápidamente y corrió al lugar, en cuanto abrió la puerta, lo encontró tirado en el suelo.

         Levántate ya. – Le hablaba y a la vez le ponía un pie en su hombro para moverlo un poco. – Que no me oyes, ya puedes salir. – Lo volvió a mover, pero al no ver ninguna reacción, decidió agacharse y tocarlo. – No oyes que te estoy hablando. – Le dio la media vuelta con una mano, y al hacerlo se asustó al ver que el rubio estaba inconsciente, su cuerpo estaba helado, sus labios estaban casi azules. – Joey, responde por favor… ¿Qué he hecho? No puede ser… – Rápidamente se quitó su camisa y lo abrigó, después lo cargó en sus brazos para llevarlo inmediatamente a un hospital.

Horas más tarde…

         Familiares del joven Joseph Wheeler.

         ¿Doctor, cómo se encuentra?

         Lo lamento señor Ishtar, el joven se encuentra bastante delicado, en estos momentos estamos haciendo todo lo posible por salvarle la vida.

         Noooooooooooooooooooooo, no puede ser, por favor Doctor, sálvelo se lo suplico.

         Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para salvarlo señor Ishtar, por ahora hay que esperar setenta y dos horas.

         ¿Puedo verlo?

         No, él se encuentra en cuidados intensivos, pero le mantendré informado por si surge algo.

         Por favor Doctor, por lo que más quiera, le suplico que lo salve.

         Como le dije anteriormente, hacemos lo que podemos, todo depende del joven si quiere seguir viviendo o no. Con su permiso, me retiro.

El hombre se quedó devastado en la sala de espera…

         ¿Qué he hecho? Todo esto es mi culpa, ¿por qué no lo escuché? ¿Por qué tuve que encerrarlo ahí? Si tan sólo hubiera sido un poco más comprensivo con él. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. – Perdóname Joey, tenías razón al decirme que tengo un corazón de piedra. Por favor Joey, no te mueras, no te mueras…

Tres días después…

         Animo Joey, sé que puedes salir adelante, no te des por vencido. – Se encontraba en la UCI parado al lado de su cama, el aún estaba en coma, el moreno acariciaba suavemente su frente, en eso logró escuchar un pequeño sollozo.

         Seto… Se… To… Ayúdame… – Sus ojos lloraban a pesar que los tenía cerrados, y se movía de un lugar a otro sobre la cama del hospital.

         Shhhh… Tranquilo Joey, aquí estoy, no estás solo. – Le agarró su mano con suavidad. – Tienes que recuperarte, te prometo que las cosas serán diferentes, pero por favor, no te des por vencido.

FIN DEL FLASHBACK

Todos los días permanecí a tu lado hasta que saliste del hospital, después de ese incidente, comencé a tratarte de otra manera. Cuando finalmente llegó Seto por ti, creí que le contarías todo, pero no lo hiciste, por alguna extraña razón, no me delataste, yo seguía desconfiando de ti, hasta llegué a pensar que ibas a utilizar eso para chantajearme, que equivocado estaba. Y fue así como poco a poco me di la oportunidad de irte conociendo cada vez más. A la primera persona que se lo conté fue a Malik, se enojó tanto conmigo que pasó tres meses sin hablarme, después tomé la decisión de contarle toda la verdad a Seto. Casi me despelleja vivo cuando le conté lo ocurrido, pero ambos me perdonaron, aunque debo admitir que el único perdón que yo deseaba era el tuyo, y así fue. Y ahora, que vuelvo a verte llorar de esa manera, me dieron ganas de salir corriendo a preguntarte del por qué llorabas así, algo debió de ocurrirte en tu trabajo para que llegaras tan mal, y para que Bakura haya ido por ti. – Se decía así mismo en lo que sacaba un celular. – Se de alguien que me puede ayudar a averiguar lo que te pasó…

Continuará…


N/A: Pobrecito de mi cachorro, las cosas que ha tenido que soportar. ¿Qué creen que le haya pasado? ¿Habrá tenido celos Ryou? ¿Creen que por fin Ryou se esté enamorando de Bakura? Todo esto y más lo irán descubriendo en el capítulo de mañana. Muchísimas gracias a todos por tomarse su tiempo en leer esta historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

Me despido cordialmente de ustedes, y les mando muchos besos y un gran abrazo virtual.

Atte.:

           KAT.



2 comentarios:

  1. Estoy llorando 💔, ya me clavé con la historia

    ResponderEliminar
  2. No llore por favor. - Kat trata de consolarla. - Piensa en cosas bonitas y así dejarás de llorar.

    Mil gracias por leer la historia y por su apoyo que me brinda... ^_^

    ResponderEliminar