Capítulo 30: Un Dragoniño en la ciudad.
Aclaración:
Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para
escribir esta historia, muchas gracias Kyuubi
Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son
muy útiles para mí.
También
va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue
la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
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Dos semanas después…
Un
hombre de estatura alta, cabellos de tres colores, se encontraba en su
habitación terminando de arreglarse, en lo que lo hacía pensaba en muchas
cosas.
A veces ni yo mismo entiendo por qué me
dejo influenciar por Mokuba, todavía sigo pensando que todo esto es una locura,
entre los dos, llegaron a convencerme fácilmente. – Dio un fuerte suspiro. –
Aunque me sentí emocionado al verlo a él muy contento.
FLASH BACK
Iba
conduciendo su vehículo de lo más normal, a la par del copiloto lo acompañaba
una persona, pero ésta se había quedado dormido durante la mayor parte del
camino, decidió acomodarlo en el asiento reclinándolo hacia atrás a modo que
quedara acostado, le puso su abrigo encima de su cuerpo para que no tuviera frío,
de vez en cuando lo volvía a ver para ver si iba bien. En lo que manejaba,
recordaba las palabras de ese joven…
Me gustaría ver las luces de la ciudad
antes de poder llegar a ella.
Medio
sonrió ante esas palabras, decidió desviarse un poco del camino para dirigirse
a un mirador, en cuanto llegó, estacionó el carro y comenzó a despertar a la
persona que llevaba acostado en el asiento del copiloto.
Joey, Joey despierta. – Se movía un
poco y a la vez murmuraba cosas que no se le entendía nada. – Joey, tienes que
levantarte a mirar esto.
Yami, ¿qué sucede? – Medio abrió sus
ojos.
Tú me pediste ver las luces de la
ciudad antes de llegar.
Sí, pero tengo mucho sueño. – Se volvía
a dormir.
Joey, despierta por favor, no querrás
perderte esta oportunidad.
Está bien. – Bostezó.
El
hombre fue el primero en bajarse del vehículo, luego se dirigió a abrirle la
puerta a su amigo.
Bájate, eso es con cuidado.
Tengo mucho sueño. – Volvía bostezar.
En cuanto levantes tu vista se te
quitará el sueño.
El
menor hizo caso a lo que su amigo le decía, en cuanto levantó su mirada se
admiró mucho por lo que veía.
¡Wow, es hermoso!
Sí que lo es.
¿En dónde estamos Yami?
Te he traído a un mirador para que
pudieras ver toda la ciudad iluminada.
Es la primera vez que veo algo tan
bonito. – Se acercó un poco a la orilla, pero el hombre lo detuvo.
Ten mucho cuidado, no te vayas a caer.
Gracias. – Cerró levemente sus ojos
para disfrutar del clima fresco que sentía esa noche, luego volteó a ver a su
amigo y lo abrazó con todas sus fuerzas. – Muchas gracias por traerme, nunca
olvidaré este día.
No tienes nada que agradecerme pequeño.
Me dejas dar una vuelta alrededor del
lugar.
Está bien, pero procura que nadie te
vea.
De acuerdo. – Volvió a cerrar sus ojos
y su cuerpo comenzó a cambiar, se estaba transformando en el dragón que era, la
otra persona seguía impactada por el suceso antinatural que presenciaba,
todavía no se acostumbraba a ver tal fenómeno. Después de su trasformación,
alzó vuelo para disfrutar de aquel momento a su manera.
FIN DEL FLASHBACK
Me sorprendes cada vez más Joey, en
estas dos semanas que has vivido conmigo en mi departamento te has sabido
adaptar, pero aun te sigue costando. Esta tarde te llevaré a ver a Mokuba,
solamente espero que Seto no te descubra. – Hablaba consigo mismo en lo que
salía de su habitación.
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Un
joven de estatura media, pelo negro y ojos azules, se encontraba en su habitación
hablando por teléfono.
Hace dos semanas que estoy en la
ciudad.
Mi familia, se tuvo que venir antes a
la ciudad.
Que bien, así nos podremos ver.
Me parece una excelente idea, te parece
si nos vemos esta tarde.
Lo siento mucho Noah, esta tarde no
puedo.
¿Por qué no puedes?
Mi primo vendrá a visitarnos hoy.
Entiendo.
Pero podemos salir mañana.
Está bien, quedamos para mañana
entonces.
Claro que si Noah, así quedamos.
De acuerdo Mokuba, te veo mañana.
Si, adiós.
En
cuanto colgó el teléfono se había quedado muy pensativo.
Ojalá que no se le ocurra venir a la
mansión, porque esta tarde Yami vendrá junto con Joey. Espero que se encuentre
bien. – Se decía así mismo.
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No has probado tu comida.
Lo siento.
No me digas que no te gustó lo que te
preparé.
No es eso, es sólo que…
Puedes decirme lo que sea.
Estoy un poco nervioso.
Tienes que tranquilizarte, si haces
todo lo que te diga verás que no tendremos ningún problema.
¿De verdad lo crees?
Claro que sí, recuerda que esta misma
tarde te llevaré a la mansión donde vive Mokuba.
¿Y podré vivir ahí?
Si.
¡Qué bien! – Exclamó todo emocionado.
Oye, lo dices como si no te gustara
vivir aquí.
Lo siento mucho Yami, no me mal
entiendas por favor.
Tranquilo, no te preocupes, era
solamente una broma. – Medio le sonrió.
Lo sé, y te agradezco mucho por todas
las atenciones que me has dado.
No tienes nada que agradecer, una cosa
más.
¿Qué?
Recuerda transformarte completo,
incluyendo tu cola.
Haré mi mayor esfuerzo.
Estoy seguro que podrás lograrlo, no
más tienes que concentrarte.
Está bien.
En ese caso termina de comer.
Yami…
¿Qué pasa?
Antes de ir donde Mokuba, sería posible
que me llevaras a conocer la ciudad.
No lo sé Joey, me parece muy
arriesgado.
Por favor, prometo no decir nada, ni
tocar nada.
Está bien, te llevaré a conocer la
ciudad.
Muchas gracias Yami.
Pero tienes que estar muy tranquilo,
nada de estar nervioso y completar del todo tu transformación humana.
Lo voy a intentar.
Me dejas hacerte una pregunta.
Si.
¿Por qué te cuesta tanto trabajo
transformarte en un ser humano? He notado que no tienes problemas cuando te
conviertes en dragón.
Eso es porque… – Tenía la mirada
agachada. – A mi padre no le interesa mi apariencia humana.
No me digas que te obliga a que seas un
dragón todo el tiempo.
Si. – Respondió casi en un susurro.
Entonces, ¿cómo aprendiste a cambiar de
forma?
Al principio mi padre me enseñaba, pero
al darse cuenta que como humano era débil, se enfocó más en fortalecer mi otra
mitad.
Entiendo… Puedo hacerte una última
pregunta.
Si.
¿Cuál cambio te gusta más? ¿El de un
dragón o el de un ser humano?
El
menor se sorprendió bastante al escuchar la última consulta, era la primera vez
que alguien le preguntaba lo que él deseaba.
No lo sé. – Respondió melancólico.
El
hombre se levantó de la mesa y se fue a acurrucar enfrente del rubio,
lentamente acarició su rostro, lo agarró del mentón para que lo viera a los
ojos.
Quiero que sepas que no te obligaré a
que te transformes en un dragón o en un ser humano, lo que trato de decir es
que deseo que tomes la forma con la que más te sientas cómodo.
¿La forma que yo quiera? – Se atrevió
preguntarle.
La que tú quieras. – Le sonrió con
cariño.
Gracias Yami, es la primera vez que
alguien me da a elegir lo que yo quiero.
No tienes nada que agradecer.
Sabes.
¿Qué?
Me está empezando a gustar tener la
apariencia de un humano.
¿Estás seguro?
Si, al menos eso creo.
De acuerdo, supongo que con algo de
práctica te irás acostumbrando poco a poco al cambio.
Supongo que sí.
Será mejor que termines de comer para
que nos quede mucho tiempo en recorrer la ciudad.
Sí, eso sí me gustaría. – Manifestó
contento.
La
otra persona medio sonrió y a la vez se sorprendía por su cambio de humor tan
repentino.
******************************
Ya nos falta poco para terminar el
ciclo de la universidad.
Tienes razón, después de eso tendremos
un par de meses de descanso.
Lo que daría por dormir durante todo
ese tiempo.
No seas tan dramático Yūgi, una vez que
el ciclo termine tendrás más tiempo libre.
Olvidas un pequeño gran detalle.
¿Cuál?
Conociendo a Shādī va a querer que
entrene el doble, y yo ya no sé si seguir con esto. – Su voz se escuchaba como
cansado.
No digas eso Yūgi, te recuerdo que le
prometiste a Shādī que le ibas a echar muchas ganas.
Lo sé, es sólo que me gustaría
disfrutar de mis vacaciones haciendo lo que más me gusta.
Ya tendrás tiempo para eso, ahora
tienes que concentrarte en las enseñanzas que te dé Shādī.
Para ti es más fácil decirlo que
hacerlo, me gustaría que te pusieras en mi lugar por una sola vez en tu vida.
¡Oye, no es una mala idea! – Exclamó
entusiasmada por la idea que se le había venido a la cabeza.
Y ahora con qué locura me vas a salir.
Se me acaba de ocurrir pedirle a Shādī
que me entrene a mí también.
¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?
– Gritó incrédulo. – ESTÁS LOCA, LO SABÍAS.
No seas así Yūgi, va ser muy divertido
entrenar juntos.
Pues dudo mucho que Shādī quiera
entrenarte.
Tú déjamelo en mis manos, ya verás cómo
lo salgo convenciendo.
De acuerdo, si es lo que quieres. Por mí,
hazlo.
Gracias Yūgi.
Apuesto lo que quieras que no vas a
aguantar mucho tiempo y que te vas a retirar en menos de una semana.
¿Con que sí, eh? De acuerdo, acepto tu
reto.
¿Estás segura?
Por supuesto que sí, pero hay que
ponerlo más interesante.
¿Qué sugieres?
Que te parece… – Se quedó pensando por
un momento. – Quien se retire primero, hará todo lo que la otra persona quiera
durante tres meses.
Hecho.
Piénsalo bien Yūgi, recuerda lo que te
estoy diciendo, si tu pierdes, tendrás que hacer todo lo que yo diga, me tendrás
que acompañar a ir de compras, ir a mi club de chicas, salones de belleza, te
encargarás de mis tareas tanto de la universidad, como las tareas que me deja
mi padre, etc.
Eso lo sé muy bien, pero si yo gano,
las cosas serán a la inversa. – La miraba de manera desafiante.
Me parece bien, entonces tenemos un
trato. – Le extiende su mano para que el otro se la estrechara.
Tenemos un trato Rebecca. – Le da la
mano.
Continuará…
N/A: ¿Tendrá
problemas Yami al llevar a Joey a conocer la ciudad? ¿Qué piensan ustedes sobre
la apuesta que hicieron Yūgi y Rebecca? ¿Quién de los dos ganará? ¿Quién podrá
ser el padre de Joey? ¿Quién será el primero en descubrir el secreto de Joey? ¿Será
Seto, o tal vez sea Noah? Les dejo estas inquietudes para que decidan, déjenme
sus respuestas en sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé. Iremos
descubriendo cada uno de estos misterios en los siguientes capítulos, no se lo
deben de perder, muchas gracias a todos por acompañarme.
Me
despido cordialmente de todos ustedes, y les mando muchos besos virtuales, y un
fuerte abrazo de oso virtual. Nos leeremos el próximo viernes.
Atte.:
KAT.