viernes, 24 de septiembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 126: No pienso irme sin ti y sin mis cachorritos.

 

 

AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No es recomendable para personas que sean sensibles, ni para aquellos que no soporten la violencia… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Un joven de estatura alta, piel clara, cabellos rubios y ojos de color miel se encontraba en una habitación jugando en el suelo con sus hijos.

 

         Les gusta el osito de peluche que les regaló su tía Shizuka. Verdad que es muy bonito. – Les hablaba de manera infantil y a la vez hacia caras y gestos para hacerlos sonreír. – Miren, aquí tienen otro juguete, pero si es una sonaja. – La movía de un lado a otro para que sonara. – La niña agarró la sonaja y luego la tiró lejos. – Anda mi niña tienes que ir a recoger la sonaja, eso es mi amor tienes que gatear. Así mira. – Caminaba en cuatro patas para divertir a sus hijos.

 

         ¿Puedo jugar yo también? – Se escuchó una voz varonil cerca de la puerta de la habitación.

 

         ¿Qué haces aquí? – Se levantó rápidamente del suelo y fue a cargar a los niños. – Quiero que te vayas. – Los ponía en la cuna.

 

         Vine a ver cómo estás y cómo están los niños.

 

         Ya me viste, ahora adiós.

 

         Por favor cachorro.

 

         Escúchame lo que te voy a decir, si has venido para llevarte a mis hijos de una vez te digo que… – No terminó de hablar al ver como su esposo le entregaba un ramo de rosas y una pequeña caja.

 

         No te voy a mentir, si vine a llevármelos. – El joven se quedó estupefacto por lo que acababa de escuchar y sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. Y antes de decir algo la otra persona dijo: – También quiero que nos acompañes.

 

         ¿Qué fácil, no? – Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara. – ¿Vienes hasta acá cómo si nada?

 

         ¿Qué quieres que diga? ¿Qué quieres que haga?

 

         NO QUIERO QUE DIGAS NADA, NI QUE HAGAS NADA. SOLAMENTE QUIERO QUE TE VAYAS Y ME DEJES EN PAZ. – Alzó la voz sin pensarlo, provocando que los bebés se asustaran y comenzaran a llorar.

 

         Creo que me llevaré a los niños de aquí para que ustedes puedan hablar sin interrupciones. – Manifestaba una mujer que esperaba afuera, y al oír el llanto decidió intervenir.

 

         Gracias Catherine. – Expresó el rubio.

 

La mujer cargó a los bebés en sus brazos y al caminar hacia la salida fue detenida por el castaño.

 

         Pórtense bien mis amores. – Les acarició la cabeza a ambos, posteriormente le dio un beso en la mejilla a cada uno. – Todo va estar bien, papi los ama con todo su corazón. – Decía en un susurro. La mujer no dijo nada y terminó por salir.

 

         Es mejor que te vayas, Seto. – Se abstenía las ganas de llorar.

 

         No pienso irme sin ti y sin mis cachorritos.

 

         ¿Y si me rehúso a irme contigo? ¿Qué harás al respecto? – Lo miraba fijamente a los ojos.

 

         Yo…

 

         ¿SERÍAS TAN COBARDE DE AMENAZARME CON QUITARME A MIS HIJOS SI NO ACEPTO TUS CONDICIONES? – Lo interrumpió de golpe. – PORQUE SI ES ASÍ DE UNA VEZ TE ADVIERTO QUE TENDRÁS QUE PASAR SOBRE MI CADÁVER ANTES DE PODÉRMELOS QUITAR. – Comenzaba a llorar debido al coraje que sentía en ese momento.

 

         Cachorro, escúchame por favor…

 

         NO, AHORA ERES TÚ QUIEN ME VA ESCUCHAR A MÍ, CLARAMENTE TE DIJE ESA NOCHE QUE NI TÚ, NI NADIE ME VAN A SEPARAR DE MIS HIJOS. Y NI SE TE OCURRA TRATARLOS COMO UNA PROPIEDAD PORQUE NO LO SON, NO ES ALGO QUE SE PUEDA PELEAR PARA VER QUIÉN SE LLEVA LA MEJOR PARTE. ASÍ QUE NO CREAS QUE POR TENER PODER Y DINERO PODRÁS HACER LO QUE SE TE DÉ LA GANA, Y NI PIENSES QUE SÓLO POR ESO VAS A TENER EL DERECHO DE ARREBATÁRMELOS PORQUE NO LO VOY A PERMITIR. ESCUCHASTE BIEN MALDITO GATO PULGOSO. NO LO VOY A PERMITIR. – Gritaba con todas sus fuerzas.

 

         Joey… – Intentó acercársele.

 

         NO ME TOQUES, NI SIQUIERA TE ME ACERQUES.

 

         No entiendo por qué me dices todas esas cosas.

 

         QUE CÍNICO ERES, ES QUE DE VERDAD NO RECUERDAS TODAS LAS COSAS QUE ME DIJISTE. – Se limpiaba sus lágrimas con sus manos.

 

         Esa noche dije muchas cosas sin pensar, y de verdad lo siento. – Lo miraba de manera suplicante y hacia un gran esfuerzo para que su voz no se le quebrara. – Muchas veces me has pedido que te escuche, ahora soy yo quien te lo suplica. Por favor cachorro, préstame atención sólo por un momento y si después quieres que todavía me vaya créeme que lo haré con el dolor de mi alma.

 

         Está bien. – Comenzaba a tranquilizarse.

 

         Estoy aquí para pedirte perdón.

 

         ¿Y tú crees que te voy a perdonar después de cómo me trataste? – Preguntaba todo acongojado.

 

         Tienes razón, no debí de haberte tratado tan mal. – Contestó con un gran nudo en la garganta.

 

         No sólo me trataste mal, sino que además me ofendiste y sacaste a relucir mi pasado. ¿Tienes idea de cómo me sentí? ¿La tienes?

 

         No. – Manifestó apenado.

 

         Pues déjame decirte que me hiciste sentir muy mal, me trataste peor que a una basura, y lo que más me dolió fue cuando mencionaste el nombre de ese hombre, y tú me habías prometido que nunca ibas a tocar mi pasado, mucho menos a restregármelo en la cara. – Lloraba desconsoladamente.

 

         Cachorro, perdóname por favor por ser tan estúpido, tenías razón al decirme que soy egoísta, orgulloso, prepotente, impulsivo, testarudo, ambicioso y que no suelo escuchar a las personas. – Bajó la cabeza para que no lo viera llorar. – Si tan sólo te hubiera escuchado quizás nada de esto estuviera pasando. Y la verdad es que no tengo palabras para pedirte perdón, esta vez mi orgullo y mi terquedad llegaron demasiado lejos. – Se atrevió a mirarlo a los ojos. – Lo único que puedo decirte es que no quiero perderte, y aunque no me lo creas yo te amo, mi vida sin ti no es lo mismo.

 

         Aun así no tenías ningún derecho de tratarme tan mal. Todavía no puedo entender el por qué lo hiciste. – Su cuerpo temblaba debido al llanto y su voz sonaba melancólica.

 

         Lo hice porque soy un tonto y la verdad es que me enojé. – Respondió con sinceridad. – Porque cuando te miraba con esa mujer me molestaba de sobre manera, cada vez que tu sonreías me enfadaba más porque sabía muy bien que esa sonrisa no iban dirigidas a mí, y me enfadé tanto creyendo que tu habías dejado de ser feliz a mi lado. Y eso me atormentaba, me hacía hacerme muchas preguntas creyendo que te perdía.

 

         Eran tus acciones las que hacían que me alejara de ti.

 

         Ahora lo sé. – Volvió a bajar la cabeza. – Mokuba tiene razón, soy muy torpe para el amor.

 

El rubio se sorprendió un poco cuando escuchó las últimas palabras de su esposo.

 

         Creo que lo nuestro no tiene solución. – Expresó con el dolor de su alma.

 

         Por favor cachorro, no me digas eso.

 

         Pero es que…

 

         Como te dije anteriormente, no pienso irme sin ti y sin mis cachorritos. Date cuenta que ustedes son mi vida entera, entiéndeme por favor que no sabría vivir sin ustedes. – Lo miraba de manera suplicante. – Y… No puedo llegar con las manos vacías o sino Mana no me dejará entrar de nuevo a la mansión.

 

         Yo… No sé qué decirte.

 

         Al menos dime que me perdonas, y para que veas que mi arrepentimiento es sincero voy a… – El hombre estaba a punto de arrodillarse en el suelo pero fue detenido por su pareja.

 

         No es necesario que hagas eso. Yo te perdono, Seto.

 

         Cachorro. – Aprovechó la ocasión que lo tenía cerca de él, para abrazarlo. – Gracias por perdonar a este idiota.

 

         Tú no eres ningún idiota. – Lo abrazó con todas sus fuerzas.


Permanecieron así por un largo rato…

 

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         ¿Estás bien?

 

         Si.

 

         Es mejor que te lleve a casa para que puedas descansar un poco.

 

         Por favor Baki, déjame quedarme un ratito más.

 

         Amor, has estado con tu amigo casi todo el día y mira que casi no desayunaste en la mañana.

 

         Lo siento mucho. – Bajó un poco la cabeza.

 

         Ryou…

 

         Solamente quiero hacerle compañía a Yūgi, no me gustaría dejarlo solo.

 

         Ryou, entiéndeme por favor, me preocupo por ti y no me gustaría que te enfermaras.

 

         Gracias por preocuparte por mí. – Medio le sonrió. – A veces nos turnábamos con Joey, el solía venir en las mañanas y yo venía por las tardes, pero ahora no podrá venir.

 

         Mira, te propongo algo.

 

         ¿Qué?

 

         Vámonos al departamento para que podamos descansar, luego nos venimos nuevamente al hospital. ¿Estás de acuerdo?

 

         ¿Prometes que me traerás?

 

         Te doy mi palabra mi amor, pero debes prometerme que empezarás por comerte toda la comida, sin excusas.

 

         Si, te lo prometo.

 

         En ese caso, vámonos.

 

         Muchas gracias por apoyarme Baki.


         No hay nada que agradecer. – Le dio un beso en los labios.

 

******************************

 

         Qué raro.

 

         ¿Qué sucede?

 

         Le he estado llamando a mi hermano toda la mañana y no me contesta su celular.

 

         Ya le hablaste a su oficina.

 

         Si, y nada. Es más, su secretaria me dijo que no ha llegado a la Corporación Kaiba.

 

         Creo que no hay de qué preocuparse.

 

         ¿Por qué lo dices?

 

         Porque supongo que se fue a buscar a Joey.

 

         Quizás tengas razón.

 

         No te preocupes Mokuba, ya verás que tu hermano entrará por la puerta junto con Joey y los bebés.

 

         Más le vale que lo haga porque si no...

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, no creo que tu hermano quiera oír otro sermón tuyo.

 

         NOAH… – Fingió estar enfadado.

 

         Es broma mi amor.

 

         Lo sé.

 

         Te vez lindo cuando te enfadas.

 

         No digas eso que me apenas. – Sus mejillas se sonrojaban ante el comentario de su pareja.

 

******************************

 

         Cachorro.

 

         Dime. – Se separó un poco para poder mirarlo a los ojos.

 

         ¿Por qué me dijiste todas esas cosas de los niños?

 

         Porque no quería que se repitiera la historia.

 

         ¿Qué se repitiera la historia? ¿Cómo así? No entiendo.

 

         La primera vez que supe que estaba embarazado no supe cómo reaccionar, al principio me sentía confundido porque no podía creer que estaba encinta, después me sentí muy feliz al saber que pronto sería madre, era tanta la felicidad que sentía que deseaba con todas mis fuerzas salir corriendo a buscarte para darte la noticia. – Volvió a bajar la cabeza. – Luego me invadió el miedo al recordar lo que le pasó a mi madre.

 

         Te refieres a tu hermana. – Lo agarró del mentón suavemente para verlo a los ojos.

 

         Si. – Nuevamente comenzaba a llorar. – Y no sólo era eso, sino que además temía que te fueras a enfadar, temía que me los quitaras a la fuerza, que me separaras de ellos temiendo que quizás nunca los volvería a ver. La verdad es que no quería que nada de eso pasara, porque sabía muy bien que no iba a soportar la separación de mis hijos y moriría en vida. Yo  únicamente quería compartir mi alegría contigo, y que tú me dijeras que todo iba a estar bien. – El hombre le limpiaba las lágrimas con su pañuelo, posteriormente acarició una de sus mejillas suavemente.

 

         Fue por esa razón que te los llevaste.

 

         Sí, porque cuando me dijiste que me ibas a alejar de ellos en lo único que pensé fue en protegerlos, fue por eso que salí casi que corriendo de la mansión, y en cuanto te pusiste enfrente sólo me limité en abrazarlos con todas mis fuerzas para que no me los quitaras.

 

         Cachorro tonto, no debiste de habértelos llevado.

 

         Pero… Tus palabras sonaron tan sinceras que…

 

         Es verdad que a veces digo las cosas sin pensar, pero jamás te lastimaría quitándote a los bebés. ¿Acaso ya olvidaste lo que te dije en el hospital el día que despertaste?

 

         No, no lo he olvidado. – Hacia lo posible para dejar de llorar. – Claramente me dijiste que no te quitara la posibilidad de estar con nuestros hijos.

 

         ¿Ahora lo entiendes?

 

         Creo que sí.

 

         Prométeme que no te los volverás a llevar de nuevo aunque estemos muy disgustados.

 

         Lo prometo.

 

         Quiero que entiendas que así como tú, los amas, también yo los amo. Ellos son mi vida entera. Mejor dicho, ustedes son mi vida entera. Te amo tanto, cachorro.

 

         Y yo a ti mi lindo gatito.

 

Ambos se dieron un beso en los labios, y no tardó en convertirse en uno muy apasionado.

 

 


Continuará…

 

 



N/A: Quiero aclarar que vienen capítulos fuertes, aún estoy indecisa en si debo continuar u omitirlos. Uno de mis lectores me lo advirtió cuando me dijo que iba a tocar un tema bastante delicado. Por esa razón es que con anticipación les voy a pedir respeto ante todo y si alguien está en desacuerdo con el tema que voy a tocar en los siguientes capítulos sólo me queda pedirle de favor que no siga leyendo y evitar las criticas destructivas. Las advertencias que daré al comienzo del siguiente episodio van a ser para personas mayores de 21 años, si no están listos para abordar dicho tema les sugiero que mejor no opinen, cada quien es libre de tener sus propias creencias y ver las cosas de manera diferentes. Por lo demás, estoy agradecida con todos y cada uno de ustedes por el gran apoyo que me dan, por todos sus comentarios que me dejan, por participar en los cambios que se le hagan a la historia, por escoger el sexo de los bebés, etc., etc., etc.

 

Me despido de cordialmente de ustedes, pórtense bien, cuídense mucho, no bajen la guardia, sigan con todas las medidas de bioseguridad. Y lo más importante… VACÚNENSE. Nos leeremos el próximo viernes, les mando muchos besos virtuales y un gran abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

            KAT.

 

 

 

 

 

 

 

 


jueves, 16 de septiembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 125: No me iré de aquí sin mi familia…


 

 

Notas del capítulo: En todo matrimonio siempre hay problemas, discusiones, y peleas. Hay parejas que saben cómo solucionar sus conflictos, pero también hay parejas que no saben cómo lidiar con todos los problemas que viven a diario. Muchos creen que el matrimonio es un juego, un simple capricho o algo pasajero… La realidad es que no es nada de estas cosas… Un matrimonio es para siempre, es cuando la pareja se prometen unos a otros que lucharán juntos para que su hogar funcione, es para que ambos resuelvan todos los conflictos que se presentan día con día. Un matrimonio no se construye de la noche a la mañana, y, en un matrimonio debe de haber siempre compresión, comunicación, tolerancia, respeto, y amor por ambas partes. Si alguien comete un error no es para juzgarlo ni para estárselo restregando en la cara toda la vida, es para ayudar a sanar las heridas que han dejado huella en los corazones… ¿Hasta dónde son capaces de llegar con tal de recuperar a su familia?

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Días después…

 

         Buenos días hermano.

 

         Buenos días. – Respondió melancólico.

 

         Arriba esos ánimos, no me gusta verte así Joey. Ya verás cómo las cosas van a mejorar.

 

         Gracias por animarme Shizuka. – Intentó sonreírle un poco.

 

         No hay nada que agradecer. – Hubo un breve silencio. – ¡Ya se! Porque no salimos a desayunar, o podemos ir a donde tú quieras.

 

         No gracias, la verdad es que no tengo ánimos de salir.

 

         Está bien, pero deberías de comer aunque sea un poco, casi no has comido en estos días y me preocupas.


         Discúlpame por preocuparte.

 

         No te preocupes.

 

         Shizuka.

 

         Dime.

 

         Agradezco que me hayas permitido quedarme en tu mansión.

 

         No tienes nada que agradecer hermano.

 

         Este día pienso salir a buscar un trabajo y un apartamento donde pueda vivir con mis hijos.

 

         Pero Joey, tu puedes quedarte aquí todo el tiempo que necesites.

 

         Lo sé, es sólo que…

 

         Hey, no importa lo que decidas, yo te apoyaré en todo. – Le levantó la cara para que la viera a los ojos.

 

         Muchas gracias.

 

         Joey.

 

         Dime.

 

         Me dejas hacerte una pregunta.

 

         Claro.

 

         ¿Por qué buscas trabajos mínimos? ¿Tu esposo no te ayudó a terminar la escuela?

 

         Esas fueron dos preguntas. – Medio le sonrió.

 

         Es verdad. – Le sonrió con cariño. – ¿Y bien?

 

         Seto, si me ayudó a terminar la escuela e incluso me dejó elegir una carrera universitaria.

 

         ¿La terminaste?

 

         No.

 

         ¿Por qué?

 

         Porque fui un tonto el no quererla terminar.

 

         ¿Qué pasó?

 

         Tuve un docente que al principio sentía que no le caía muy bien que digamos, cada trabajo que él nos dejaba yo era el único que reprobaba. Era como si quería hacerme la vida de cuadritos.

 

         Alguna vez le preguntaste el por qué hacía eso.

 

         Si.

 

         ¿Qué fue lo que te dijo?

 

         Dijo que desperdiciaba mi potencial en hacer dibujos mediocres, que para ese chiste no debería de gastar mi tiempo ni el suyo en ir a sus clases.

 

         Que viejo más pesado.

 

Se escuchó una pequeña carcajada.

 

         Lo mismo pensé cuando me lo dijo.

 

         ¿Entonces?

 

         Terminé por reprobar su materia, aunque al final comprendí que él quería explotar mi talento, que sacara lo mejor de mí.

 

         ¿Por qué no lo intentas de nuevo?

 

         Iba hacerlo hasta que… – Volvió a bajar la mirada.

 

         ¿Qué carrera estabas sacando?

 

         Licenciatura en artes plásticas.

 

         ¡Oye, esa es una muy bonita carrera!

 

         ¿De verdad lo crees?

 

         Claro que sí, es más yo te puedo ayudar a que la retomes de nuevo.

 

         Muchas gracias Shizuka.

 

         Pero antes, debemos de ir a desayunar primero.

 

         De acuerdo, me has convencido.

 

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         Mi hermano es un grandísimo tonto.

 

         No digas eso mi amor, yo creo que…

 

         No deberías de defenderlo tanto, Noah.

 

         Si lo defiendo es porque es mi cuñado.

 

         Mhg…

 

         Ya amor, no es para que te enfades.

 

Ambos caminaban hacia el comedor y uno de ellos dejó de hacerlo para acercársele a su pareja.

 

         No me enfado contigo, más bien estoy molesto con mi hermano. Mira que insultar a Joey de esa manera es para que de verdad le diga su par de cosas.

 

         Tienes razón. A todo esto sabes en dónde está Joey.

 

         Está en la mansión de su hermana.

 

         ¿Quieres que lo vayamos a visitar?

 

         Yo les aconsejo que esperen. – Intervino en la conversación otra persona.

 

         ¿Por qué dices eso, Mana?

 

La mujer sonrió para luego decir:

 

         Lo sabrán a su debido tiempo.

 

         ¡Mana! No seas así y dinos ya.

 

         Lo único que les puedo decir es que deben dejarlo que lo resuelva a su manera.

 

         Mana, tiene razón.

 

         Supongo que sí.

 

         Vayamos a desayunar.

 

         Está bien. – Cuando llegaron al comedor el pelinegro se percató que no estaba su hermano. – ¿Dónde está Seto?

 

         Hace una hora que se fue.

 

         ¿Te dijo a dónde iba?

 

         Solamente comentó que tenía algo que hacer.

 

         Entiendo.

 

         Ven amor.

 

         Si, ya voy Noah. Muchas gracias Mana.

 

         No hay de qué joven Mokuba.

 

******************************

 

Horas más tarde…

 

Unas mujeres se encontraban en la sala platicando, una de ellas hacia lo posible por tranquilizarse.

 

         Odio ver a mi hermano todo triste. Y todo por culpa de ese hombre, es que sólo recordar lo que pasó esa noche se me revuelve el estómago.

 

         Cálmate mi amor, no ganas nada enfadándote.

 

         Ya lo sé Catherine, pero no puedo evitar enojarme.

 

         Yo aún sigo pensando que no debiste de traer aquí a tu hermano.

 

         ¿QUÉ INSINÚAS? ¿QUÉ LO DEJARA CON ESE HOMBRE DESPUÉS DE TODO LO QUE LE DIJO? – Comenzaba a alzar la voz.

 

         Lo que trato de decir es que hubieras dejado que ellos se arreglaran en ese momento.

 

         LO ÚNICO QUE HICE FUE APOYAR A MI HERMANO, CUANDO LO VI QUE TRAÍA A MIS SOBRINOS EN SUS BRAZOS NO PUDE NEGARME A TRAERLO AQUÍ.

 

         Está bien que lo apoyes, eso no te lo discuto. Ahora podrías dejar de gritar por favor. – Empezaba a enojarse.

 

         Discúlpame por favor mi amor, en este instante estoy que me lleva el diablo.

 

         Solamente te pido que te tranquilices un poco.

 

         Está bien.

 

         Cuéntame, ¿cuál fue la reacción del señor Kaiba al ver que su esposo se llevaba a sus hijos?

 

         La verdad es que creí que lo iba a detener o que al menos le iba a gritar que no se los llevara, pero no hizo nada.

 

         ¿Cómo que no hizo nada?

 

         No sé cómo explicarlo, todo pasó tan rápido.

 

         Entiendo. ¿Qué harás si ese hombre viene a buscar a su esposo?

 

         Que ni se le ocurra venir porque soy capaz de mandarlo bien a la…

 

         ¡SHIZUKA!

 

         Perdón amor. – Dio un fuerte suspiro para calmarse. – Ojalá que no venga.

 

         Te guste o no el tendrá que venir por su esposo y sus hijos.

 

         Lo dudo. – Contestó sarcásticamente.

 

         ¿Por qué?

 

         Antes no lo buscó, ¿por qué lo buscaría ahora?

 

         ¿Será porque hay dos niños de por medio? – Le evadió su pregunta con otra.

 

         Mi hermano se puede hacer cargo de mis sobrinos, además él no lo necesita porque me tiene a mí.

 

         Te equivocas, olvidas que hay sentimientos de por medio.

 

         Eso debió de haberlo pensando antes de insultar a Joey.

 

         Te apuesto que ese hombre está arrepentido por lo que hizo.

 

         No me importa su arrepentimiento, no dejaré que vea a mi hermano.

 

         Estas siendo muy egoísta.

 

         ¿Por qué?

 

         Porque esa decisión no te corresponde a ti tomarla.

 

La mujer estaba por decir algo cuando en eso se escuchó el timbre de la puerta principal.

 

         Iré a ver quién es.

 

         NO TARDES PORQUE AÚN NO HEMOS TERMINADO DE HABLAR, SHIZUKA. – Le gritó para que la escuchara al ver como se alejaba.

 

En cuanto abrió la puerta…

 

         Buenos días, yo…

 

         Baia, lo veo y no lo creo. Hablando del diablo.

 

         ¿Podría ahorrarse su sarcasmo para alguien que le interese?

 

         Mire, mejor váyase, no estoy de humor para recibirlo mucho menos para verlo.

 

         No vine a verla a usted y no me iré de aquí sin mi familia.

 

         ¡Ja! ¿Y usted cree que trayendo rosas y chocolates la podrá recuperar? – Manifestaba burlonamente.

 

         No son chocolates, son unos pastelitos que a él le gustan tanto.

 

         Desde ya le digo que mi hermano no necesita ni rosas ni pastelitos. Lo que el necesita…

 

         Se lo que el necesita. – La interrumpió de golpe. – Estoy aquí para ver a Joey.

 

         ¿Qué le hace pensar que él lo quiera ver a usted?


         No lo pienso, estoy seguro que el también querrá verme.

 

         Le vuelvo a insistir, es mejor que se vaya. Ni siquiera sé cómo supo mi dirección. – Esto último lo dijo en un susurro.

 

         Roland, fue quien me dijo donde vivía. – Le respondió para que se diera cuenta que la había escuchado.

 

         ¡Ah claro! Debí de habérmelo imaginado.

 

         ¿Me dejará pasar?

 

         La verdad es que no le veo el caso.

 

         ¿Por qué?

 

         La primera vez no lo buscó, ¿por qué lo busca ahora?

 

         Porque no quiero cometer el mismo error dos veces.

 

         A mi parecer ya lo ha cometido, así que no le veo el caso de que usted...

 

         Con todo respeto no se meta en lo que no le importa.

 

El ambiente se sentía tenso a leguas se notaba que ni uno ni otro se soportaban.

 

         Ya basta Shizuka, déjalo que entre. – Interrumpió otra persona que acababa de llegar. – Buenos días, mi nombre es Catherine, soy la esposa de Shizuka.

 

         Buenos días, yo soy…

 

         Sé quién es usted, y del por qué esta aquí.

 

         Le aseguro que no les quitaré mucho tiempo.

 

         No se preocupe, tómese todo el tiempo que necesite para hablar con su esposo.

 

         Catherine, no puedes estar hablando en serio. Este hombre…

 

         Vamos amor, no seas tan dura con él, si ha venido hasta acá es porque todavía ama a su esposo.

 

         O la culpa no lo deja tranquilo. – Comentó con sarcasmo.


         Eso no es asunto suyo.

 

         Escúcheme bien lo que le voy a decir…

 

         Ya amor, no digas nada y déjalo pasar.

 

         De acuerdo, pero si mi hermano no lo quiere ver…

 

         Si él no me quiere recibir créame que me iré sin problemas.

 

         Está bien, adelante pase. – Expresó de mala gana.

 

 


Continuará…

 

 


N/A: ¿Habrá reconciliación? ¿Hace bien Shizuka en estarse metiendo en la relación de su hermano? Pobre gato pulgoso, no me gustaría estar en sus zapatos… XD. Muchas gracias por todo su apoyo, por sus sugerencias y comentarios que me dejan. Quiero agradecerle especialmente a Jenifer CarriGalin por tomarse su tiempo en hacerme muchas correcciones cada vez que me equivoco. Los invito para que el próximo viernes no se pierdan la continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

 

Me voy despidiendo de ustedes muy cariñosamente, pórtense bien, cuídense mucho, pero sobre todo no bajen la guardia, sigan cumpliendo con todas las medidas de bioseguridad. Vacúnense contra el COVID-19. Es la única manera de protegerse y cuidar de sus seres queridos.

 

Atte.:

 

             KAT.