Capítulo 65: Un cachorro muy alegre, y… Un gato disgustado… II parte.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
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Horas más tarde…
Las
horas se habían pasado volando, una reunión se alargó más de la cuenta y uno de
los presentes ya deseaba que terminara. En dicha reunión se hablaba de muchas
cosas, algunas eran importantes y otras no.
Seguimos pensando que es un error que
usted lo tenga en libertad.
Aún estamos a tiempo para mantenerlo en
cautiverio.
Ya hemos perdido demasiado tiempo, a
estas alturas ya hubiéramos avanzado en nuestra investigación.
Debió de haberlo dejado encerrado en el
laboratorio para seguir con las investigaciones.
Dese cuenta que esa criatura puede ser
la llave para la vida eterna.
Sólo piénselo señor Kaiba, si
lográramos descubrir la vida eterna, tendríamos al mundo entero a nuestros
pies.
Todos querrían pagar una fortuna para
conseguir más vida.
Lo que he escuchado aquí no son más que
tonterías.
¿Cómo dijo?
Usted no puede hablar en serio.
Se da cuenta de lo que…
¡SILENCIO! – Gritó molesto. – DESDE QUE
ESA CRIATURA HA VIVIDO EN MI MANSIÓN NO HA CAUSADO NINGÚN PROBLEMA.
Ese no es el punto señor Kaiba. – Lo
miró directamente a los ojos. – Sabemos muy bien que usted lo ha cuidado más de
la cuenta e incluso se atrevió a llevarlo a una de las bases militares
especializadas para…
Eso lo hice con el único propósito de
que él no les hiciera daño a más personas. – Lo interrumpió de golpe.
Con todo respeto señor Kaiba, creemos
que esa criatura nos puede llegar a ocasionar muchos problemas.
Concuerdo con lo que dice mi colega,
recuerde que su prioridad es velar por la seguridad de esta Nación.
Si, si, es verdad.
Estoy totalmente de acuerdo.
Así es.
Se
comenzaba a escuchar un gran barullo, todas las personas que ahí se encontraban
hablaban al mismo tiempo y ya no se podía entender nada.
SUFICIENTE… NO PERMITIRÉ QUE CUESTIONEN
MIS RESPONSABILIDADES. SÉ MUY BIEN QUE MI PRIORIDAD ES VELAR POR LA SEGURIDAD
DE MI PAÍS.
Es bueno saber que usted aun lo tenga
presente.
Pero eso no nos dice qué debemos de
hacer con esa criatura.
Caballeros. – Sonrió con maldad. – Tal
parece que todos ustedes son unos ineptos.
¿Qué dijo?
OIGA, ¿CÓMO SE ATREVE? – Gritó uno de
los hombres.
CÁLLESE, VIEJO ESTÚPIDO. – Todos se
quedaron boquiabiertos al verlo bastante molesto. – LA RAZÓN DEL POR QUÉ LO HE
DEJADO LIBRE ES PARA ANALIZAR SU COMPORTAMIENTO, VER COMO SE DESENVUELVE EN
NUESTRO MEDIO Y DE CÓMO VA REACCIONANDO ANTE LOS PROBLEMAS QUE VA ENFRENTANDO
DÍA CON DÍA.
Se
volvía a escuchar el barullo, mientras que todos los hombres se miraban unos a
otros.
¿Nos está diciendo que está
experimentando con él? – Se atrevió a cuestionarlo.
Si lo quiere ver de esa forma. –
Respondió de manera arrogante.
Y… ¿Hasta cuándo terminará su
experimento?
Si, si…
Díganos hasta cuándo.
Aun no lo sé. – Contestó con sarcasmo.
¡ESA NO ES UNA RESPUESTA! – Exclamó uno
de los presentes.
PUES CONFÓRMENSE CON SABER LO QUE ESTOY
HACIENDO.
Pero…
Nada de peros, sé muy bien lo que estoy
haciendo y no permitiré que ninguno de ustedes cuestione mi forma de hacer las
cosas.
Señor Kaiba…
EN TODO CASO, LES RECUERDO QUE USTEDES
ESTÁN A MI SERVICIO Y AL QUE NO LE GUSTE SE PUEDE LARGAR POR ESA PUERTA. –
Señaló el lugar con su mano derecha. Dejando a todos callados.
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Y yo que pensaba que hoy iba a ser un
día fantástico para mí.
IDIOTA, ¿POR QUÉ NO SE FIJA POR DÓNDE
CAMINA? – Gritaba molesto.
No es mi culpa que tú seas un renacuajo
que con facilidad alguien te puede aplastar.
YA ME TIENE ARTO, VOY A DECÍRSELO POR
ÚLTIMA VEZ, NO SOY NINGÚN RENACUAJO. – Lo miraba molesto.
Si, si, lo que digas enano. – Comenzó a
caminar sin prestarle atención.
Grrr… Como lo odio, algún día le daré
su merecido a ese infeliz. – Refunfuñaba para sí mismo.
Yūgi, ¿qué es lo que ocurre? ¿Por qué
estás tan enojado?
PORQUE ME ACABO DE TOPAR CON ESE
MALDITO IMBÉCIL.
Oye, no me grites.
Lo siento mucho Rebecca. – Hacia lo
posible por tranquilizarse.
¿Dónde está?
¿Quién?
La persona con la que te topaste.
Se fue por allá. – Señaló el lugar.
Vamos rápido a ver si lo podemos alcanzar.
¿Por qué quieres ir a alcanzarlo?
Porque eres el único que lo ve y yo no
lo he visto.
¿Qué insinúas?
Nada.
Suéltame, me doy cuenta que no me
crees.
Por favor, no digas eso. Lo que pasa es
que…
¿Es que, qué?
Se me hace raro que tú siempre lo veas
y yo no lo he podido ver.
¿Y qué quieres que haga? Que le diga…
Quédese para que mi amiga lo conozca. – Expresaba con sarcasmo.
Esa no sería una mala idea. – Intentó
bromear con él, pero al ver como se marchaba decidió seguirlo. – Yūgi, espera
no te vayas.
Sabes muy bien que no estoy para
bromas.
Discúlpame por favor.
Discúlpame tú a mí por enojarme
contigo. Es que ese sujeto me saca de quicio.
Me gustaría poder verlo aunque sea una
vez.
¿Para qué?
Para exigirle que nos devuelva el libro
y hacerle ver que tú no estás solo.
Muchas gracias Rebecca, pero sin
ofender, se defenderme solo.
Eso ya lo sé, no más te ofrecía mi
ayuda.
Tienes razón, lo siento mucho.
No te preocupes, mejor vamos a la
biblioteca.
Si.
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Finalmente
la reunión había acabado, aún tenía ese sabor amargo de boca por tener que
lidiar con esos hombres que para él, eran unos incompetentes. En cuanto llegó a
su oficina se dio cuenta que el joven rubio no se encontraba por ninguna parte.
¿En dónde demonios se habrá metido? –
Se acercó al sofá y revisó el cuaderno que le había dado. – Baia, tal parece
que si le gustaron los libros que le di. – Puso el cuaderno en su lugar. – Le
dije claramente que no saliera de mi oficina, en cuanto regrese lo tendré que
regañar. – Se dirigía a su escritorio para continuar trabajando en su laptop, y
antes de sentarse entra su secretaria toda preocupada.
Señor Kaiba…
¿Qué sucede?
Tiene que venir rápido a la sala principal
de juntas.
Que yo sepa, ya no hay más reuniones.
No es eso señor.
Entonces…
El joven que usted trae todos los días…
– Debido a que estaba nerviosa se le hacía bien difícil poder hablar.
¿Qué pasa con él?
Creo que esta fuera de control.
¿Qué dijo?
Se está comportando de manera extraña,
señor.
Voy para allá enseguida, y usted
asegúrese de cerrar todas las entradas y salidas, que nadie entre ni salga.
Sí señor.
Corría
rápidamente hacia la sala juntas y en el camino se decía así mismo…
Perro estúpido, en que líos se habrá
metido esta vez.
Cuando
llegó al lugar, había varias personas tratando de controlar la situación.
Señor Kaiba, que bueno que llega.
¿Qué es lo que pasa aquí?
Ese joven se ha vuelto loco, señor.
¿Cómo que se ha vuelto loco?
Intentamos hablar con él.
Pero en eso nos empezó a atacar.
Y decidimos encerrarlo en ese lugar
para que no saliera. – Todos los presentes lo ponían al tanto de la situación.
¿Quién demonios lo dejó entrar ahí? –
Nadie respondió. – ¿No se supone que la puerta debían de mantenerla cerrada?
Estaba cerrada.
No sabemos cómo pudo entrar.
Después arreglaré cuentas con ustedes.
– Todas las personas se miraron unos a otros preocupados. – Voy a entrar.
Tenga mucho cuidado señor.
El
castaño caminó en dirección hacia la puerta, al llegar comenzó a abrirla
lentamente.
Joey… – Lo llamó suavemente. – Joey… –
Al volverlo a llamar se escuchó un gran rugido. – Perro estúpido, ¿qué has
hecho?
GRRRRRRRRRRR…
Oye, no debiste de tomar esas cosas sin
permiso. – Lo reprendía bastante enfadado.
GRRRRRRRRRRR…
A mí no me gruñas, perro estúpido.
Quiero que en este mismo instante te transformes.
GRRRRRRRRRRR…
YA HAZLO DE UNA MALDITA VEZ. – Gritó
perdiendo la paciencia.
La
bestia se transformaba de manera torpe, y al hacerlo no se pudo transformar por
completo.
¿Qué demonios has hecho?
¡Hip!... Yo… Nosh… Nosh… Hesh shecho
gada…
¿Estás ebrio?
¡Hip!... Paga bada… – Se tambaleaba al
caminar.
No me digas que te atreviste a abrir el
mini bar que hay aquí.
¡Hip!... Unash doteshitash de coloresh
son dien bicash… – Agarraba la última botella para darle otro sorbo. – Be… Nia…
Dusha sedsh…
Perro estúpido, cómo no vas a estar
ebrio, si te tomaste todas las botellas que había aquí. – Caminaba en dirección
hacia el mini bar para cerrar el mueble. – Espera que lleguemos a la mansión…
¡Hip!... Mirash... – Comenzaba a
arrojar fuego por la boca y al mismo tiempo se reía al ver como se quemaban las
cosas. – Quesh gonito… Mi buego esh mash guerte von estesh liquidosh… – Se cayó
al suelo después de beberse la última botella.
Es el colmo contigo, te encanta meterte
en problemas. – Se decía así mismo en lo que se acercaba a él. Una vez que
estuvo cerca, el joven lo miró a los ojos y riéndose de manera infantil le
dijo:
¡Hip!... Esh givertido bomad estosh
liquidosh ve bolodesh…
Ven acá. – Lo ayudaba a ponerse de pie.
– Ya verás lo divertido que va ser cuando se te pase la borrachera. – Lo
reprendía molesto.
¡Hip!... A bonde damos…
Te llevaré a la mansión a quitarte esta
borrachera. – Cuando comenzó a caminar, no se esperaba que el rubio le vomitara
encima, y este acto hizo enfurecer más al ojiazul…
Continuará…
N/A: Antes
de continuar, me quiero disculpar con ustedes por no escribir muy bien un
diálogo de borracho. Es la primera vez que lo hago y quise darle un poquito de
sabor a este episodio. Sé que no me quedó perfecto pero créanme que hago lo que
puedo.
Cambiando
de tema, creo que Yūgi ha comenzado a odiar al faraón… Oooohhhh… Me pregunto…
¿Qué expresión van a poner cuando se vean cara a cara?… ¿Creen que el gato
pulgoso habrá hablado en serio? ¿Tendrá Joey, la llave para la eterna juventud?
Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, los invito
para que no se pierdan la continuación de esta interesante historia. Si tienen
dudas no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.
Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, les dejo quini mil besos
virtuales y una súper mega abrazo desde la distancia. Muchísimas gracias por
todo su apoyo, los quiero un montón.
Atte.:
KAT.
P.D.: Quiero
disculparme por no haber podido actualizar el viernes pasado, por lo general
suelo subir dos capítulos en compensación por hacerlos esperar. Pero en esta
ocasión no podré hacerlo, el motivo es que actualmente estoy pasando por un
momento muy delicado en mi vida, como algunos de ustedes ya sabrán soy una
mujer adulta con mis 41 años recién cumplidos y desde el año pasado estoy
intentando quedar embarazada. Siento que todo está en mi contra, ni siquiera
tengo pareja y toda mi vida he andado sola, por lo que decidí tratar de
embarazarme a través de la inseminación artificial.
Este
procedimiento es muy caro, mis ahorros se me están yendo como agua entre mis
dedos, he gastado mucho dinero y no he logrado quedar embarazada, mis
resultados de exámenes me indican que es casi imposible de que pueda quedar. En
verdad les digo que es una situación muy difícil porque no tengo amigos con
quien hablar de este tema y los poquitos que saben me recriminan que por qué
decidí hacerlo estando ya vieja. Comentarios así es lo que menos necesita una
mujer. Si no fuera por mi padre que me está apoyando créanme que hace ratos me
hubiera rendido, le pido a Dios con todo mi corazón que me conceda este pequeño
milagro de poder ser madre, lo he anhelado toda mi vida y por esperar al “indicado” fue que se me pasó mucho
tiempo, eso por una parte y la otra parte es que no tenía un trabajo estable
que me permitiera poder mantener a mi hijo. Y ahora que tengo un trabajo en
donde me permite poder mantenerlo no al 100% pero si poderle dar lo necesario,
es que siento que es muy tarde para mí.
No
les pido que lo entiendan, solamente les pido que me comprendan el por qué se
me está dificultando actualizar esta historia, trato de hacerme la fuerte, pero
cada vez que recibo malas noticias me deprimo, me desánimo y lloro en silencio
por la impotencia que siento de no ser madre. Todos los días le ruego a Dios
que aparte de mí los malos pensamientos, y que pueda tener un rayito de
esperanza para poder quedar embarazada.
Si
alguno de ustedes creen en Dios, les suplico con todo mi corazón que oren por
mí, para cumplir mi sueño de ser madre. Mi nombre real es: Nancy Morales.
Y
una vez más, les pido disculpas porque no estaré actualizando todos los
viernes, lo haré cada vez que mis ánimos mejoren, intentaré hacerlo un viernes
de por medio. En verdad les agradezco su apoyo y su comprensión. Si hay alguna
mujer que está pasando por algo similar, no tengan miedo en hablarlo con
alguien, en lo personal como se los dije anteriormente yo no tengo con quien
hablarlo por eso decidí hacerlo por este medio. Por favor, les pido una vez más
que recen por mí para que no caiga en la depresión y pueda quedar embarazada…
