miércoles, 27 de junio de 2018

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...






Capítulo 13: Confesiones… II PARTE.


Resumen: ¿Por qué algunas personas no pueden comprender que los hijos no tienen la culpa de sus problemas personales? ¿Por qué los padres le dan el mismo trato que ellos recibieron de cuando eran pequeños a sus hijos? Son muchos casos que se dan a diario, en cualquier lugar, en cualquier país o en cualquier momento… Una cruda realidad que sufren los niños en este mundo y no hay nada, absolutamente nada para poder erradicar esta problemática que se ve, que sabemos y que muchas veces conocemos. A veces es demasiado tarde cuando las personas se dan cuenta que el daño que les hacen a sus hijos es irreparable, pero en ocasiones… Los padres logran reaccionar a tiempo y buscan la manera de encontrar el perdón en sus hijos…


Notas del capítulo: Este capítulo se lo dedico a una amiga, ya que le hice una promesa a ella de que participaría en este fic… Espero que te guste este capítulo Aime, va hecho con todo mi cariño para ti ^^…  Lo que prometo lo cumplo.


Declaimer: Los personajes de YU – GI – OH!, “No son míos”… Snif, shif, snif,  son propiedad de su respectivo autor, sólo hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


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Escuela Pública de Ciudad Domino…

Hola, buenos días profesor Yami… ¿Puedo pasar?

Claro Yūgi pasa, supongo que has de haber venido para decirme algo importante, si no, no te habrías salido del salón antes del recreo.

Sí, es verdad… – Se quedó callado por un segundo. – Se acuerda lo que me dijo hace poco, sobre que no hubiera secretos entre nosotros.

Sí, eso te dije, pero…

Hay algo que usted debe saber. – El joven bajó la mirada, para luego levantarla y continuar hablando. – El día que usted llegó a mi casa para ayudarnos a estudiar Aritmética y que Joey no llegó… Fue porque… Porque…

El faraón, al escucharlo hablar, su semblante cambió, poniéndose muy serio.

… Que tratas de decirme Yūgi…

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… ¡¡¡MALDITO HIJO DE PUTA!!! – Dijo la persona que había jalado al rubio hacia el interior de la casa, en sus manos tenía un lazo grueso, áspero y duro. – Al parecer he sido muy condescendiente contigo, pero hoy aprenderás a no quebrantar mis reglas. – Su mirada daba miedo, estaban al color de la sangre, miraba a su propio hijo como si fuera su peor enemigo.

Perdóname padre… Por favor, déjame que te explique… – Su voz se escuchaba nerviosa.

El hombre no lo dejó hablar y con el lazo empezó a golpearlo fuertemente, provocándole que sus viejas heridas se abrieran de nuevo y a la vez le hacía nuevas heridas en su cuerpo…

Cállate infeliz gusano, no quiero escuchar tus estúpidas explicaciones, siempre te he dicho que después de tus malditas clases te vengas de inmediato para la casa. Por lo que veo te vale verga obedecer mis órdenes ¿No es así?...

Aaaayyyyy… Snif, snif, snif, snif, aaaaayyyyy, perdóname padre, snif, snif, snif, por favor, no lo vuelvo a hacer, aaaaaaahhhhhhhhh, por lo que más quieras ya no me golpees…Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh…

Grita y súplica todo lo que quieras hijo, así como a ti te vale verga desobedecerme, a mí también me valdrá verga escuchar tus gritos y tus súplicas. – El hombre descargaba toda su furia en el muchacho, mientras que lo seguía golpeando sin ninguna compasión, el menor permanecía en el suelo tratando de protegerse de los golpes que recibía.

Papá, snif, snif, snif, detente, snif, snif, snif, porPor favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, te prometo que no volveré a desobedecerte… Aaaaaaayyyyyyy, te lo prometo, por favor basta, aaaaahhhhh… – Con el mismo lazo le amarró las manos atrás de su espalda, lo dejó tirado en el suelo por un momento para ir a otra habitación y al regresar se acercó a su hijo y jaló de sus cabellos fuertemente hacia atrás diciéndole…

No te preocupes hijo. – Su voz se escuchaba amenazadora. – Yo te ayudaré a que cumplas con tu promesa.

Abrió los ojos a más no poder, cuando vio que su padre tenía en sus manos un bate de béisbol.

Te romperé las malditas piernas escoria de mierda, así  ya no podrás salir de esta casa sin mi permiso, maldito bastardo, te enseñaré que yo no soy juguete de nadie, infeliz gusano, aprenderás a obedecerme aunque sea a las malas.

No… No lo hagas padre… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, por lo que más quieras, snif, snif, snif, snif, snif, snif, por favor, papito no lo hagas, snif, snif, snif, snif, snif, snif, te lo suplico. – Cerró sus ojos con fuerza, tenía mucho miedo, todo su cuerpo temblaba, estaba pálido y no podía hacer nada, ya que sus manos aún las tenía atadas. El hombre le sujetó con fuerza una de sus piernas e iba a golpearlo con el bate, en eso, alguien logró detenerlo…

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Bufete del Licenciado Ishtar…

Buenos días Licenciado Ishtar, tiene una llamada en la línea 4.

Muchas gracias señorita Sales…

¡Aló! Buenos días, con el Licenciado Marik Ishtar.

Sí, soy yo… ¿Quién llama?

Hola Marik… ¿Qué tal? ¿Ya no te acuerdas de mí?

Mmmm… Disculpe pero… No sé quién es.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, ya no te acuerdas que hace 5 años nos conocimos en Alemania, en una de las fiestas que realizó Gozaburo Kaiba.

No me digas que tú eres… ¿Aime Navarrete?

Si.

Wow… En verdad que ha pasado mucho tiempo, después de ese día ya no volví a saber de ti.

Tuve que regresar a Grecia a terminar mis estudios, pero te llamo para darte una muy buena noticia…

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Cachorro, tranquilo, ya estoy aquí. Ven, será mejor que nos vayamos de este lugar. – El ojiazul al ver que no reaccionaba, que todavía seguía llorando y todo su cuerpo temblaba de miedo, decidió cargarlo en sus brazos para sacarlo de ahí.

Ni creas que podrás llevártelo de aquí maldito mocoso impertinente.

Cierre su maldito hocico asqueroso animal, no sabe con quién se está metiendo. Si yo fuera usted, mantuviera el hocico cerrado. – El castaño exterminaba con su mirada al hombre que tenía enfrente o más bien al hombre que se encontraba tirado en el suelo, por haber sido golpeado por él.

Juro que esto no se quedará así, maldito imbécil. – Decía mientras trataba ponerse de pie.

Maldito desgraciado, ¿cómo te atreves a golpearlo de esta manera? Por su bien, espero que esta sea la última vez que le haces daño.

¡Ja! No te tengo miedo maldito bastardo… – El hombre fue interrumpido por el CEO.

Es usted un maldito enfermo, agradece que eres el padre de Wheeler porque si no…

Set… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Kaiba, por favor, no le hagas nada… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, es mi padre… Y yo lo quiero mucho… – Hablaba con dificultad, sentía que sus fuerzas lo estaban abandonando.

Cachorro. – El castaño se sorprendió mucho por lo que acababa de escuchar. – “¿Cómo era posible que después de todo el daño que le había hecho, aún se preocupaba por él?” – Se preguntó a sí mismo. – De acuerdo cachorro, cálmate, ya no hables, nos vamos de aquí.





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NO, NO, NO PUEDO CREER LO QUE ME ESTÁS DICIENDO YŪGI, ESTO ES INAUDITO, ¿CÓMO PUDISTE HACER ALGO ASÍ? AUN SABIENDO QUE JOEY NO ES MUY BUENO PARA LAS MATEMÁTICAS… NO ES POSIBLE QUE HAYAS HECHO ALGO COMO ESTO, TRAICIONASTE A TU AMIGO Y LO PEOR AÚN, ES QUE TRAICIONASTE MI CONFIANZA. – Su tono de voz daba a entender que realmente estaba molesto.

Profesor Yami, no se enoje, cálmese por favor…

CALMARME… CÓMO PUEDES PEDIRME QUE ME CALME YŪGI, ME MENTISTE, ME DIJISTE QUE LO HABÍAS INVITADO A TU CASA A ESTUDIAR, CREÍ QUE ERAS DIFERENTE A LOS DEMÁS, PENSÉ QUE ERAS HONESTO CON TUS AMIGOS, DE VERDAD QUE ESTOY MUY AVERGONZADO DE TI, NUNCA IMAGINÉ QUE FUERAS CAPAZ DE… – No terminó de hablar, ya que se dio cuenta que sus palabras lastimaban a la persona que más amaba.

Profesor Yami… Perdóneme… Lo hice para mantenerlo alejado de usted, y así tener una oportunidad de poder estar a su lado y que se fijara en mí. – Agachó la mirada, ya que no quería que el faraón lo viera llorar.

Yūgi… Lo siento, no debí de gritarte, perdóname tú a mí. Pero debes entender que lo que hiciste no fue correcto. – Lo abrazó contra su pecho.

Si, lo sé Yami, en verdad estoy muy arrepentido por lo que hice. – Levantó su cabecita para ver los ojos del mayor. – Perdóneme por favor, le prometo que nunca haré una cosa como esa.

Shhh… Tranquilo pequeño, no tengo nada que perdonarte y a quién le debes de pedir perdón es a Joey y no a mí.

Si Yami, en cuanto Joey se presente a clases hablaré con él. – Le sonrió tiernamente.

Te amo mi pequeño y sé qué harás lo correcto.

Yo también te amo Yami.

Bueno, será mejor que te vayas mi amor a reunirte con tus amigos, el recreo acaba de comenzar.

Si. – Contestó y a la vez se sonrojó al oír cómo le había dicho, luego salió del lugar.

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Mansión Kaiba…

No seas tan testarudo y déjame ayudarte.

No… En serio… De verdad, yo puedo solo.

Mhg… No seas terco, déjame curarte tus heridas.

Pero es que… Me va doler. – Hizo un puchero de cómo cuando regañan a un niño.

Claro que no cachorro, tendré mucho cuidado en no lastimarte.

¿Me lo prometes?

Si, ahora siéntate en la cama y trata de no moverte mucho. – Se escuchó más como una orden que como una petición.

De acuerdo. – Respondió tristemente.

El rubio, al sentir tan suaves las manos del ojiazul y ver con qué delicadeza curaba sus heridas le hizo recordar…

FLASH BACK

Joey… ¿Te duele mucho?

Tranquila no es nada, estoy bien.

Nuestro padre se pasó esta vez… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, es un salvaje, a veces lo odio, no debió de golpearte de esta manera.

Shhhh… Serenity, no llores, recuerda que es nuestro padre, no debes de decirle salvaje, ni mucho menos debes odiarlo.

Pero Joey… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, sólo mírate cómo te dejó, déjame hablar con él para…

No… No hermana por favor, snif, snif, snif, snif, snif, snif, no quiero que hables con él.

Pero…

Prométeme que no hablarás con nuestro padre Serenity, snif, snif, snif, snif, snif, snif, prométemelo.

Si hermano, te lo prometo, por favor cálmate… Al menos déjame ayudarte a curar tus heridas.

Gracias… Perdóname por no habértelo dicho antes hermana, pero es que no quería…

Shhhh… Tranquilo Joey, no tengo nada que perdonarte, entiendo que lo hiciste para que yo no me sintiera mal al saber que nuestro padre te golpea de esta manera.

Gracias por ser tan buena conmigo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif,  eres la única que me quiere en esta casa, te quiero mucho hermanita… Snif, snif, snif, snif, snif, snif.

Shhhh… Yo también te quiero mucho hermano… Será mejor que te deje descansar.

FIN DEL FLASHBACK

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Primer recreo…

Hola Baki amor, moría de ganas por verte. – Se le tiró a los brazos del mayor.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja… Tú siempre tan gracioso mi niño hermoso.

Pero es la verdad, no dejaba de ver el reloj, para que se llegara la hora del recreo. – Habló en forma de reproche y hacia un puchero de niño rebelde.

Pues adivina que…

¿Qué?

Yo también te extrañé mucho, mucho, mucho. – Lo abrazaba fuertemente contra su pecho.

Aaaaaaawwwwwwww… Eres tan lindo y tan tierno, por eso te quiero Baki mi amor. – El albino mayor, trataba de acostumbrarse al dizque diminutivo que le había puesto Ryou, al parecer todavía le molestaba un poquito. – Amor… Me gustaría…

Si, dime.

Me gustaría, invitarte a cenar hoy en mi mansión.

¿De verdad?

Si.

No se hable más, ahí estaré amor.

El recreo terminó y todos los alumnos volvieron a sus respectivos salones. El resto de la mañana fue de lo más normal.

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Unas finas lágrimas rodaban por sus mejillas, lloraba en silencio mientras recordaba a su querida hermana. Por más que trató de ocultarlo, ese día Serenity había llegado a casa muy temprano y por primera vez en su vida lo encontró tirado en el suelo. Ella lo ayudó a llevarlo a su habitación, se maldijo una y otra vez, ya que no quería que su hermana de apenas 6 años, se diera cuenta de cómo lo trataba su padre, tan metido estaba en sus pensamientos que…

¿Estás bien?... ¿Te lastimé cachorro?

Eh... Sí, estoy bien… Y no, no me lastimaste…

Entonces dime… ¿Por qué lloras?

Lo siento, es que me hiciste recordar a alguien… Eso es todo.

¿A quién te hice recordar?

A Serenity. – Contestó con tristeza. – Mi madre se fue a vivir muy lejos con mi hermanita… Lo único que tengo de ella es esta carta. – Se había metido la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó su baraja para luego mostrar el Dragón Negro de Ojos Rojos. – Siempre la llevo conmigo, a dónde vaya, dónde quiera que esté… Ojos Rojos siempre me acompañará. – Trató de sonreír un poco. – Recuerdo que una vez, Yami me dijo que el poder de este dragón se asemeja al poder del Legendario Dragón Blanco de Ojos Azules. No soy muy bueno en ganar duelos y ni me importa si Ojos Rojos se iguala al poder del otro dragón. Guardo esta carta, porque significa mucho para mí.

En lo que hablaba, el castaño terminaba de vendarle sus heridas, para luego decir…



Me creerías si te dijera que hay más de un dragón blanco de ojos azules.

Pensé que no me estabas prestando atención. – Se sonrojó de lo apenado que se sentía por haber dicho eso en voz alta. – Eso sería imposible, no creo que haya más de un dragón blanco.

Digamos que hay tres dragones en total.

¿Tres? Debes de estar bromeando.

Jamás bromeo.

Wow… Me pregunto ¿Quién tendrá los tres dragones? Ni siquiera Yami y Yūgi tienen esas cartas y eso que conozco toda su baraja.

Bien basta de charla, es hora que descanses un poco. – Expresó algo molesto.

Si, de acuerdo… Kaiba, gracias por todo. – Lo miró con sinceridad.

Éste no le contestó y simplemente salió de la habitación.

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Casa de Yūgi…

Las clases ya habían terminado, un joven estaba llegando a su casa, se veía realmente feliz…

Hola, abuelito ya llegué…

Hola Yūgi, por lo que veo te fue bien en la escuela… ¿Verdad?

Si abuelito, es que decidí seguir tu consejo y le dije toda la verdad a Yami.

Y… ¿Cómo reaccionó? – Preguntó un tanto sorprendido.

Al principio se molestó mucho conmigo, discutimos un poco, luego hablamos y al final me perdonó.

Me alegra mucho que lo hayas hecho Yūgi, no me equivoqué en decirte que es un buen muchacho.

No tienes idea de cuanto lo amo abuelito.

Ahora que ya todo está aclarado, deberás de aprender a confiar en él.

Sabes algo abuelito… Tú y Yami tienen mucho en común.

¿Por qué lo dices Yūgi?

Porque eso mismo me dijo él.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.


Continuará....


N/A: Muchas gracias mis amores por tomarse su tiempo en pasar leyendo esta historia a mi blog… Aime, espero que te guste el capítulo dedicado con mucho cariño para ti…

Me despido de todos ustedes muy cariñosamente…


Atte.:

          KAT.