sábado, 25 de abril de 2020

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 19: La libertad no tiene precio… II parte.


Agradecimientos: Este capítulo se los quiero dedicar a tres amis muy especiales, la primera es: kar3nFz, ella buscó un vídeo que tuviera similitud a este nuevo episodio. Aclaro que el vídeo lo encontré en YouTube.

La segunda persona es: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.

La tercera persona a quien le quiero agradecer es a: Kyuubi Rosana Marcolini, me ha ayudado a dar ideas para escribir esta historia, muchas gracias por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí.

A todas ellas en verdad agradecerles de todo corazón, por tomarse su tiempo en ayudarme, para ir mejorando poco a poco.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente escribo porque me encanta hacerlo, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Al día siguiente…

El transcurso del día había pasado muy rápido, para algunos había sido cansado, y para otros un día normal como cualquier otro.

            Joey, perdóname por no haber podido sacarte de aquí.

            Está bien, no te preocupes. – Contestó tristemente.

            Siento que te he defraudado, te prometí que iba a cuidar de ti. – Unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

            ¿Por qué lloras por mí? – Le preguntó incrédulo.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Y cómo no voy a llorar? Me duele verte metido en esta estúpida jaula… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y lo que más me duele es que no puedo hacer nada para poderte sacar de aquí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname por favor.

            No llores Mokuba, ya bastante has hecho por mí, no tengo nada que perdonarte, en todo caso, soy yo quien debe de disculparse.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué dices eso?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

            Por mi culpa tú también saliste lastimado por tratar de defenderme. – Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No Joey, tú no tienes la culpa de nada… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

            Claro que si la tengo, todas las personas que intentan ayudarme salen lastimadas, y luego ya no las vuelvo a ver jamás. – Ahora era el Dragón quien comenzaba a llorar.

El pelinegro acarició suavemente su rostro, limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No digas eso Joey, yo nunca me voy apartar de tu lado.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Tú no lo entiendes, siempre pongo en peligro a las personas que se involucran conmigo, y la verdad es que ya estoy cansado de que constantemente suceda lo mismo, y me dolería perderte a ti también.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Te prometo que no me perderás, estaré a tu lado en todo momento.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No digas eso por favor, no quiero que me hagas esa promesa. Ya no quiero ver a nadie más sufrir por mi culpa.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Es por esa razón que dejaste de luchar?

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif…Si, no tiene caso seguirse resistiendo.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero Joey, tienes que luchar, si no lo haces mi hermano te llevará a un laboratorio, harán contigo infinidades de pruebas que podrían ser muy dolorosas, tal vez hasta te inyecten sustancias en tu cuerpo que podrían perjudicar tu salud.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ya no importa, que hagan conmigo lo que quieran, quizás eso sea lo mejor para todos.

            ¿Por qué dices eso?

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Desde que vine al mundo, todos me han tenido miedo, me han despreciado, y me han puesto infinidad de apodos que son muy hirientes para mí, me insultan, me agreden, me lastiman, me golpean, lo único que ven es a una bestia repulsiva… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y las pocas personas que han tratado de ayudarme… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se quedó callado por un segundo, no quería recordar escenas desagradables de su vida. – Las pocas personas que han tratado de ayudarme, terminan muertas… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Siguió llorando desconsoladamente, le dolía recordar aquellas personas que murieron por tratar de protegerlo. El pelinegro al escucharlo hablar, abrió los ojos como platos, tragó saliva en seco, no podía creer lo que su amigo le estaba contando.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif…Yo no moriré Joey, no sé cómo, pero estoy dispuesto a defenderte de quien sea, incluso de mi propio hermano, lo único que te pido es que no te des por vencido, por favor Joey, prométeme que tu también vas a luchar hasta el final. – Se limpiaba las lágrimas con su mano.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero…

            Verás que todo estará bien. – Acariciaba parte de su cabeza y deslizaba suavemente su mano para tocar su nariz. – Se me ocurre una idea.

            ¿Cuál es tu idea?

            ¿Por qué no te transformas enfrente de mi hermano? Si él te ve que eres un niño, entonces tal vez desista de su loca idea y te libere.

            No Mokuba, perdóname pero no lo haré.

            ¿Por qué?

            Porque le estaría poniendo precio a mi libertad si me transformo en un niño, y si tu hermano me suelta sólo porque puedo hacer eso, prefiero mil veces quedarme en esta jaula, porque considero que mi libertad no tiene precio.

            Pero…

            No insistas por favor, lo único que deseo es que si me van a dejar libre que sea con esta apariencia a la que todo el mundo teme.

            Supongo que tienes razón, y respetaré tu decisión.

            Muchas gracias.

            Shhhh… Creo que alguien viene, que nadie te escuche hablar.

El dragón asintió con la cabeza, en ese momento estaba pasando un soldado.

            ¿Aun sigues aquí?

            ¿Algún problema? – Lo retó furioso.

            Ten mucho cuidado en hablarme de esa manera.

            Le hablo como se me dé la gana.

            Agradece que eres el hermanito menor del señor Kaiba, porque si no…

            ¿Si no qué?

            Hace ratos que te hubiera puesto en su lugar.

            ¡Ja! Inténtelo a ver si puede.

            No eres más que un mocoso impertinente, y desquiciado a la vez.

            Yo no estoy loco.

            Claro que lo estas, solamente los locos se ponen hablar con los animales.

El dragón gruñó por lo que el soldado decía.

            Tranquilo Joey. – Le puso su mano en su costado para calmarlo. – Al menos los animales son mejores compañías que los humanos, porque no andan diciendo estupideces a cada rato.

            ¿Qué fue lo que dijiste? – Estaba por entrar a la jaula a ponerle la mano encima, pero en eso había llegado su primo.

            Sabía que te iba a encontrar aquí.

            ¿Qué sucede Yami?

            Ya es noche y tú tienes escuela mañana.

            Rayos, se me había olvidado.

            Vámonos ya.

            Si, sólo dame un segundo para despedirme de mi amigo.

            De acuerdo.

            Adiós Joey, nos vemos mañana. – El animal le lamió la cara en agradecimiento, el joven se reía por las cosquillas que sentía, posteriormente se fue con su primo.

            Un día de estos me las vas a pagar, maldita bestia. – Lo amenazó el soldado y a la vez golpeaba fuertemente la jaula con un garrote[1], luego siguió con su ronda.

******************************

En alguna parte del mundo…

Un joven estaba llegando a su habitación, se sentía bastante cansado, había tenido un día ajetreado, estudiar y llevar a cabo la misión de su bisabuelo sí que era agotador.

            Hoy tuve otra total pérdida de tiempo, como siempre vengo con las manos vacía. – Se decía así mismo en lo que sacaba un pijama para cambiarse de ropa. – No puedo entender por qué no puedo encontrar nada, será que estoy haciendo mal la búsqueda, o busco en lugares equivocados. A estas alturas ya debía de haber encontrado algo, pero nada, a quien trato de engañar, nunca seré como mi bisabuelo, lo extraño tanto. – Una vez que se cambió de ropa, se acostó en la cama. – ¿Quiénes eran esos hombres? ¿Por qué te querían con vida? Quizás, la pregunta correcta seria, ¿qué andaban buscando? Por más que trato de encontrar una respuesta, me vienen mil preguntas más. ¿Y si Rebecca tiene razón? Podría preguntarle a Shādī, sobre lo que ocurrió esa noche, pero que tonterías estoy diciendo. – Sacó el medallón que lo tenía debajo de la camisa, se le quedó viendo por largo rato. – Perdóname bisabuelito, de seguro has de estar decepcionado de mí por ser un inútil, algo tan sencillo no he podido hacer. – Abrazó el medallón con fuerza, y sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. – Te extraño tanto bisabuelito, me haces mucha falta, cómo me gustaría que estuvieras conmigo en estos momentos y me pudieras decir lo que tengo que hacer. – Abrazó con más fuerza el medallón acostándose en posición fetal, y ahí lloró para desahogarse un poco, y sacar todo lo que sentía en ese momento.

******************************

Ciudad de china, Hangzhou…

            ¿Cómo te extraño mi amor? Ya ha pasado un mes desde nuestra última pelea, por más que trato en querer hablar contigo, tú me evades, ni siquiera me diriges la palabra. Parecemos dos perfectos desconocidos viviendo en la misma casa, sé que hice mal al mentirte todos estos años, pero no tenía otra opción, en ese momento no sabía qué hacer, y fue por eso que opté por llevar a nuestros hijos a la escuela de magos. Perdóname por haberte defraudado, creí que con el tiempo me ibas a llegar a comprender, pero me equivoqué. – Hablaba para sí mismo un hombre quien se encontraba solo en la habitación de huéspedes, se levantó de la cama y caminó en dirección hacia la ventana para poder sentir el aire fresco de la noche. Tan metido estaba en sus pensamientos que de pronto sintió un gran escalofrío recorrerle por todo su cuerpo, comenzó a tener visiones, y en una de ellas pudo ver algo que logró molestarlo de sobre manera, hizo un conjuro e inmediatamente desapareció.

******************************

             Yūgi ha estado actuando muy raro.

            ¿Por qué dices eso Shādī?

            La semana pasada fui a la universidad para ver cómo iba en su carrera.

            Shādī, no me digas que fuiste a vigilarlo.

            Discúlpeme por favor don Solomon, no puedo evitarlo.

            Está bien muchacho, no te preocupes, mejor cuéntame que averiguaste para que estés tan preocupado.

            Yūgi ha estado faltando mucho a sus clases, tal parece que se va a vagar en las calles.

            ¿Estás seguro?

            ¿Si, por qué?

            Yūgi podrá ser todo lo que tú quieras, menos un vago.

            ¿Por qué dice eso?

            Conozco a mi nieto, y sé que ama su carrera.

            Eso no se lo discuto, pero no se le hace raro que haya faltado a sus clases varias veces.

            Alguna explicación debe de tener para que haya hecho tal cosa.

            Supongo que tiene razón, aun así debió de habérselo dicho.

            Para que estés más tranquilo, si quieres puedo hablar con el mañana.

            Pero…

            No te preocupes, voy a decirle que yo lo fui a buscar a la universidad.

            Por favor don Solomon, no haga eso.

            Mi querido Shādī, déjame manejar esta situación.

            De acuerdo.

            Será mejor irnos a dormir.

            Pase buenas noches.

            Buenas noches.

******************************

No muy lejos de ahí, pero en otra habitación…

Un joven se había quedado profundamente dormido, su cuerpo se movía de un lado a otro, su respiración empezaba a agitarse, y su cuerpo sudaba frío.

            ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? – Sentía que caminaba en la obscuridad, no se miraba absolutamente nada, tenía miedo de encontrarse en ese lugar tan tétrico. – ¿Por qué no llego a ninguna parte?

            ¿Quién eres? – Se escuchó una voz fuerte y varonil.

            ¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí?

            INSOLENTE. – Gritó la voz. – Yo soy quien hago las preguntas aquí.

Un fuerte viento sopló haciendo que el joven fuera arrastrado por la corriente de aire.

            AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… ¿QUÉ SUCEDE? – Gritaba de miedo.

            ¿QUIÉN ERES? – Volvía a preguntar la voz misteriosa.

            BÁJEME DE AQUÍ POR FAVOR, ME ESTOY MAREANDO.

            Si no me contestas tu castigo será mucho peor.

            “Esto debe ser una pesadilla” – Pensaba para sí mismo.

            Con que crees que es una pesadilla, no es así.

La otra persona se sorprendió por lo que acababa de escuchar.

            ¿Cómo es que sabes leer mi mente?

            QUE NO ENTIENDES LO QUE TE DIGO, AQUÍ SOY YO QUIEN HACE LAS PREGUNTAS.

El remolino se llevaba al joven hacia otro lugar.

           AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH…

En cuanto la corriente de aire se disipó, la persona cayó en una especie de estanque, trató de nadar pero su cuerpo no le respondía, trataba inútilmente de patalear, buscaba la manera de salir a la superficie para poder respirar un poco.

            DE AQUÍ NO TE IRÁS HASTA QUE ME DIGAS, ¿QUIÉN ERES?

            “Siento que me ahogo, no respiro”. – Pensó para sí mismo, sus ojos comenzaron a llorar, pero debido al agua sus lágrimas se confundían.

            ¿QUIERES AHOGARTE? ¿DESEAS MORIR EN ESTE LUGAR?

            “No sé qué hacer, esto tiene que ser una pesadilla”. – Volvía intentar mover su cuerpo, pero todo era inútil, podía sentir como sus fuerzas lo estaban abandonando, poco a poco comenzaba a perder el conocimiento, cerró fuertemente sus ojos, y en su mente solamente pudo decir una frase. – “Ayúdame por favor bisabuelito”.

Un gran resplandor salió de su pecho, haciendo que el joven comenzara a flotar hacia arriba, una vez que sintió que había salido a la superficie, dio una gran bocanada de aire, y cuando vino a reaccionar, se dio cuenta que estaba fuera del estanque.

            Cof, cof, cof, cof, cof… – Estaba sentado de rodillas tosiendo tratando de tranquilizarse.

            AHORA MISMO ME DIRÁS, ¿CÓMO CONSEGUISTE ESE MEDALLÓN?

            Cof, cof, cof, cof, cof, es mío. – Su cuerpo seguía temblando por el susto que acababa de pasar.

            MIENTES, DE SEGURO LO ROBASTE. – La voz se seguía escuchando entre las sombras.

            CLARO QUE NO, ESTE MEDALLÓN ME LO REGALÓ MI BISABUELO. – Se ponía de pie para encarar ese ser misterioso.

            PRUÉBALO.

            NO TENGO QUE PROBARTE NADA, Y NO TIENES NINGÚN DERECHO A TRATARME DE ESTA MANERA. – Miraba a todo a su alrededor a ver si lograba ver algo.

            SI NO ME LO PRUEBAS, MORIRÁS AQUÍ MISMO.

            ¿Qué? ¿Cómo esperas que te pruebe que este medallón es mío?

            Úsalo en mi contra.

El joven tenía miedo de todo lo que le estaba pasando, aún seguía creyendo que todo aquello no era más que una maldita pesadilla.

            No sé cómo hacerlo. – Volvía a llorar.

            Me doy cuenta que no mereces tener ese medallón, te faltan agallas enano, por lo tanto, me quedaré con él.

            JAMÁS, ANTES MUERTO, NO DEJARÉ QUE ME LO QUITES, ES LO ÚNICO QUE TENGO DE MI BISABUELO SUGOROKU.

            REPITE LO QUE ACABAS DE DECIR.

            Al principio usted me preguntó que quien era yo, pues bien, se lo voy a decir, mi nombre es Yūgi, Yūgi Mutō, y soy el bisnieto de Sugoroku Mutō.

En cuanto terminó de hablar, apareció un gran resplandor enfrente del joven, era tan brillante que con sus brazos se cubría un poco sus ojos, y a la vez trataba de ver quien caminaba hacia donde él estaba.

            Tienes un gran parecido con tu bisabuelo.

            ¿Quién es usted? ¿Cómo sabe sobre él? ¿Usted sabe en dónde está? Dígamelo por favor.

            SILENCIO, HACES DEMASIADAS PREGUNTAS.

            Lo siento mucho.

El hombre se sorprendió un poco al ver el comportamiento de ese joven.

            Si quieres saber las respuestas a todas tus preguntas, tienes que buscar al ser que posee ojos de rubí.

            ¿Y dónde lo busco? ¿Dónde puedo encontrarlo?

            Si realmente eres la persona indicada de portar ese medallón, podrás cumplir con tu misión.

            Espere por favor, no se vaya, al menos dígame su nombre.

            Eso no va ser necesario, es muy probable que nos volvamos a encontrar nuevamente.

            Espere por favor, tengo muchas dudas, tal vez usted me pueda ayudar.

El hombre desapareció, el joven no paraba de correr y de gritar, a lo lejos escuchaba que alguien lo llamaba.

            Yūgi, Yūgi despierta, vamos Yūgi, despierta.

El aludido abría lentamente sus ojos, en cuanto los abrió se asustó al ver la persona que le estaba llamando.

            Shādī, ¿qué haces aquí?

            Te escuché gritar fuertemente, y vine a ver qué era lo que te pasaba.

            No me pasa nada, sólo fue una horrible pesadilla.

            Está bien, en ese caso me voy.

            Shādī, espera por favor.

            ¿Qué quieres? – Preguntó un poco molesto, pero notó algo diferente en él, tenía la mirada agachada, todo su cuerpo estaba empapado de sudor, el hombre se le acercó, y lo abrazó con todas sus fuerzas. – Tranquilo, ya pasó, todo estará bien.

            Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Shādī, tenía mucho miedo... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Lo abrazó con todas sus fuerzas, como si su vida dependía de ello.






Continuará…


N/A: ¿Habrá sido un sueño? ¿Qué le habrán querido decir a Yūgi? ¿Quién será ese ser que posee ojos de rubí? ¿Descubrirá Yūgi como usar su medallón? ¿Se volverá a encontrar de nuevo con aquel hombre misterioso? ¿Decidirá hacer las paces con Shādī? ¿Estará vivo el bisabuelo de Yūgi? ¿Qué sucederá con Joey? Todo esto y más lo sabremos en los siguientes capítulos, los invito a que mañana no se pierdan la continuación. Muchísimas gracias por leer esta historia, no olviden dejarme sus comentarios, eso me ayuda para ir mejorando poco a poco.

Me despido de ustedes cariñosamente, les mando un fuerte abrazo y muchos besos virtuales.

Atte.:

               KAT.



P.D.: Aquí les comparto el vídeo del que les acabo de mencionar. 










[1] Garrote: Es un palo o porra que usan los policías para defenderse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario