Capítulo 19: La libertad no
tiene precio… II parte.
Agradecimientos:
Este capítulo se los quiero dedicar a tres amis muy especiales, la primera es: kar3nFz, ella buscó un vídeo que
tuviera similitud a este nuevo episodio. Aclaro que el vídeo lo encontré en
YouTube.
La
segunda persona es: Gelen Colmenarez,
fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.
La
tercera persona a quien le quiero agradecer es a: Kyuubi Rosana Marcolini, me ha ayudado a dar ideas para escribir
esta historia, muchas gracias por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus
consejos son muy útiles para mí.
A
todas ellas en verdad agradecerles de todo corazón, por tomarse su tiempo en
ayudarme, para ir mejorando poco a poco.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente escribo porque me encanta hacerlo, y que ustedes
se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Al día siguiente…
El
transcurso del día había pasado muy rápido, para algunos había sido cansado, y
para otros un día normal como cualquier otro.
Joey, perdóname por no haber podido
sacarte de aquí.
Está bien, no te preocupes. –
Contestó tristemente.
Siento que te he defraudado, te
prometí que iba a cuidar de ti. – Unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus
ojos.
¿Por qué lloras por mí? – Le
preguntó incrédulo.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¿Y cómo no voy a llorar? Me duele verte metido en esta estúpida jaula… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif… Y lo que más me duele es que no puedo hacer nada
para poderte sacar de aquí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname por
favor.
No llores Mokuba, ya bastante has
hecho por mí, no tengo nada que perdonarte, en todo caso, soy yo quien debe de
disculparse.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¿Por qué dices eso?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Por mi culpa tú también saliste
lastimado por tratar de defenderme. – Hacia lo posible para que su voz no se le
quebrara.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No Joey, tú no tienes la culpa de nada… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Claro que si la tengo, todas las
personas que intentan ayudarme salen lastimadas, y luego ya no las vuelvo a ver
jamás. – Ahora era el Dragón quien comenzaba a llorar.
El
pelinegro acarició suavemente su rostro, limpiaba las lágrimas que salían de
sus ojos.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No digas eso Joey, yo nunca me voy apartar de tu lado.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Tú no lo entiendes, siempre pongo en peligro a las personas que se involucran
conmigo, y la verdad es que ya estoy cansado de que constantemente suceda lo
mismo, y me dolería perderte a ti también.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Te prometo que no me perderás, estaré a tu lado en todo momento.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No digas eso por favor, no quiero que me hagas esa promesa. Ya no quiero ver a
nadie más sufrir por mi culpa.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Es
por esa razón que dejaste de luchar?
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…Si,
no tiene caso seguirse resistiendo.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero
Joey, tienes que luchar, si no lo haces mi hermano te llevará a un laboratorio,
harán contigo infinidades de pruebas que podrían ser muy dolorosas, tal vez
hasta te inyecten sustancias en tu cuerpo que podrían perjudicar tu salud.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Ya no importa, que hagan conmigo lo que quieran, quizás eso sea lo mejor para
todos.
¿Por qué dices eso?
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Desde que vine al mundo, todos me han tenido miedo, me han despreciado, y me
han puesto infinidad de apodos que son muy hirientes para mí, me insultan, me
agreden, me lastiman, me golpean, lo único que ven es a una bestia repulsiva…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y las pocas personas que han tratado de
ayudarme… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se quedó callado por un
segundo, no quería recordar escenas desagradables de su vida. – Las pocas
personas que han tratado de ayudarme, terminan muertas… Snif, snif, snif, snif,
snif, snif… – Siguió llorando desconsoladamente, le dolía recordar aquellas
personas que murieron por tratar de protegerlo. El pelinegro al escucharlo
hablar, abrió los ojos como platos, tragó saliva en seco, no podía creer lo que
su amigo le estaba contando.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…Yo no moriré Joey, no sé cómo, pero
estoy dispuesto a defenderte de quien sea, incluso de mi propio hermano, lo
único que te pido es que no te des por vencido, por favor Joey, prométeme que
tu también vas a luchar hasta el final. – Se limpiaba las lágrimas con su mano.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Pero…
Verás que todo estará bien. –
Acariciaba parte de su cabeza y deslizaba suavemente su mano para tocar su
nariz. – Se me ocurre una idea.
¿Cuál es tu idea?
¿Por qué no te transformas enfrente
de mi hermano? Si él te ve que eres un niño, entonces tal vez desista de su loca
idea y te libere.
No Mokuba, perdóname pero no lo haré.
¿Por qué?
Porque le estaría poniendo precio a
mi libertad si me transformo en un niño, y si tu hermano me suelta sólo porque
puedo hacer eso, prefiero mil veces quedarme en esta jaula, porque considero
que mi libertad no tiene precio.
Pero…
No insistas por favor, lo único que
deseo es que si me van a dejar libre que sea con esta apariencia a la que todo
el mundo teme.
Supongo que tienes razón, y
respetaré tu decisión.
Muchas gracias.
Shhhh… Creo que alguien viene, que
nadie te escuche hablar.
El
dragón asintió con la cabeza, en ese momento estaba pasando un soldado.
¿Aun sigues aquí?
¿Algún problema? – Lo retó furioso.
Ten mucho cuidado en hablarme de esa
manera.
Le hablo como se me dé la gana.
Agradece que eres el hermanito menor
del señor Kaiba, porque si no…
¿Si no qué?
Hace ratos que te hubiera puesto en
su lugar.
¡Ja! Inténtelo a ver si puede.
No eres más que un mocoso
impertinente, y desquiciado a la vez.
Yo no estoy loco.
Claro que lo estas, solamente los
locos se ponen hablar con los animales.
El
dragón gruñó por lo que el soldado decía.
Tranquilo Joey. – Le puso su mano en
su costado para calmarlo. – Al menos los animales son mejores compañías que los
humanos, porque no andan diciendo estupideces a cada rato.
¿Qué fue lo que dijiste? – Estaba
por entrar a la jaula a ponerle la mano encima, pero en eso había llegado su
primo.
Sabía que te iba a encontrar aquí.
¿Qué sucede Yami?
Ya es noche y tú tienes escuela
mañana.
Rayos, se me había olvidado.
Vámonos ya.
Si, sólo dame un segundo para
despedirme de mi amigo.
De acuerdo.
Adiós Joey, nos vemos mañana. – El
animal le lamió la cara en agradecimiento, el joven se reía por las cosquillas
que sentía, posteriormente se fue con su primo.
Un día de estos me las vas a pagar,
maldita bestia. – Lo amenazó el soldado y a la vez golpeaba fuertemente la
jaula con un garrote[1],
luego siguió con su ronda.
******************************
En alguna parte del mundo…
Un
joven estaba llegando a su habitación, se sentía bastante cansado, había tenido
un día ajetreado, estudiar y llevar a cabo la misión de su bisabuelo sí que era
agotador.
Hoy tuve otra total pérdida de
tiempo, como siempre vengo con las manos vacía. – Se decía así mismo en lo que
sacaba un pijama para cambiarse de ropa. – No puedo entender por qué no puedo
encontrar nada, será que estoy haciendo mal la búsqueda, o busco en lugares
equivocados. A estas alturas ya debía de haber encontrado algo, pero nada, a
quien trato de engañar, nunca seré como mi bisabuelo, lo extraño tanto. – Una
vez que se cambió de ropa, se acostó en la cama. – ¿Quiénes eran esos hombres?
¿Por qué te querían con vida? Quizás, la pregunta correcta seria, ¿qué andaban
buscando? Por más que trato de encontrar una respuesta, me vienen mil preguntas
más. ¿Y si Rebecca tiene razón? Podría preguntarle a Shādī, sobre lo que
ocurrió esa noche, pero que tonterías estoy diciendo. – Sacó el medallón que lo
tenía debajo de la camisa, se le quedó viendo por largo rato. – Perdóname
bisabuelito, de seguro has de estar decepcionado de mí por ser un inútil, algo
tan sencillo no he podido hacer. – Abrazó el medallón con fuerza, y sin poderlo
evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. – Te extraño tanto bisabuelito, me
haces mucha falta, cómo me gustaría que estuvieras conmigo en estos momentos y
me pudieras decir lo que tengo que hacer. – Abrazó con más fuerza el medallón
acostándose en posición fetal, y ahí lloró para desahogarse un poco, y sacar
todo lo que sentía en ese momento.
******************************
Ciudad de china, Hangzhou…
¿Cómo te extraño mi amor? Ya ha
pasado un mes desde nuestra última pelea, por más que trato en querer hablar
contigo, tú me evades, ni siquiera me diriges la palabra. Parecemos dos
perfectos desconocidos viviendo en la misma casa, sé que hice mal al mentirte
todos estos años, pero no tenía otra opción, en ese momento no sabía qué hacer,
y fue por eso que opté por llevar a nuestros hijos a la escuela de magos.
Perdóname por haberte defraudado, creí que con el tiempo me ibas a llegar a
comprender, pero me equivoqué. – Hablaba para sí mismo un hombre quien se
encontraba solo en la habitación de huéspedes, se levantó de la cama y caminó
en dirección hacia la ventana para poder sentir el aire fresco de la noche. Tan
metido estaba en sus pensamientos que de pronto sintió un gran escalofrío
recorrerle por todo su cuerpo, comenzó a tener visiones, y en una de ellas pudo
ver algo que logró molestarlo de sobre manera, hizo un conjuro e inmediatamente
desapareció.
******************************
Yūgi ha estado actuando muy raro.
¿Por qué dices eso Shādī?
La semana pasada fui a la
universidad para ver cómo iba en su carrera.
Shādī, no me digas que fuiste a
vigilarlo.
Discúlpeme por favor don Solomon, no
puedo evitarlo.
Está bien muchacho, no te preocupes,
mejor cuéntame que averiguaste para que estés tan preocupado.
Yūgi ha estado faltando mucho a sus
clases, tal parece que se va a vagar en las calles.
¿Estás seguro?
¿Si, por qué?
Yūgi podrá ser todo lo que tú
quieras, menos un vago.
¿Por qué dice eso?
Conozco a mi nieto, y sé que ama su
carrera.
Eso no se lo discuto, pero no se le
hace raro que haya faltado a sus clases varias veces.
Alguna explicación debe de tener
para que haya hecho tal cosa.
Supongo que tiene razón, aun así
debió de habérselo dicho.
Para que estés más tranquilo, si
quieres puedo hablar con el mañana.
Pero…
No te preocupes, voy a decirle que
yo lo fui a buscar a la universidad.
Por favor don Solomon, no haga eso.
Mi querido Shādī, déjame manejar
esta situación.
De acuerdo.
Será mejor irnos a dormir.
Pase buenas noches.
Buenas noches.
******************************
No muy lejos de ahí, pero en
otra habitación…
Un
joven se había quedado profundamente dormido, su cuerpo se movía de un lado a
otro, su respiración empezaba a agitarse, y su cuerpo sudaba frío.
¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? –
Sentía que caminaba en la obscuridad, no se miraba absolutamente nada, tenía
miedo de encontrarse en ese lugar tan tétrico. – ¿Por qué no llego a ninguna
parte?
¿Quién eres? – Se escuchó una voz
fuerte y varonil.
¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí?
INSOLENTE. – Gritó la voz. – Yo soy
quien hago las preguntas aquí.
Un
fuerte viento sopló haciendo que el joven fuera arrastrado por la corriente de
aire.
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH…
¿QUÉ SUCEDE? – Gritaba de miedo.
¿QUIÉN ERES? – Volvía a preguntar la
voz misteriosa.
BÁJEME DE AQUÍ POR FAVOR, ME ESTOY
MAREANDO.
Si no me contestas tu castigo será
mucho peor.
“Esto debe ser una pesadilla” –
Pensaba para sí mismo.
Con que crees que es una pesadilla,
no es así.
La
otra persona se sorprendió por lo que acababa de escuchar.
¿Cómo es que sabes leer mi mente?
QUE NO ENTIENDES LO QUE TE DIGO,
AQUÍ SOY YO QUIEN HACE LAS PREGUNTAS.
El
remolino se llevaba al joven hacia otro lugar.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH…
En
cuanto la corriente de aire se disipó, la persona cayó en una especie de
estanque, trató de nadar pero su cuerpo no le respondía, trataba inútilmente de
patalear, buscaba la manera de salir a la superficie para poder respirar un
poco.
DE AQUÍ NO TE IRÁS HASTA QUE ME
DIGAS, ¿QUIÉN ERES?
“Siento que me ahogo, no respiro”. –
Pensó para sí mismo, sus ojos comenzaron a llorar, pero debido al agua sus
lágrimas se confundían.
¿QUIERES AHOGARTE? ¿DESEAS MORIR EN
ESTE LUGAR?
“No sé qué hacer, esto tiene que ser
una pesadilla”. – Volvía intentar mover su cuerpo, pero todo era inútil, podía
sentir como sus fuerzas lo estaban abandonando, poco a poco comenzaba a perder
el conocimiento, cerró fuertemente sus ojos, y en su mente solamente pudo decir
una frase. – “Ayúdame por favor bisabuelito”.
Un
gran resplandor salió de su pecho, haciendo que el joven comenzara a flotar
hacia arriba, una vez que sintió que había salido a la superficie, dio una gran
bocanada de aire, y cuando vino a reaccionar, se dio cuenta que estaba fuera
del estanque.
Cof, cof, cof, cof, cof… – Estaba
sentado de rodillas tosiendo tratando de tranquilizarse.
AHORA MISMO ME DIRÁS, ¿CÓMO
CONSEGUISTE ESE MEDALLÓN?
Cof, cof, cof, cof, cof, es mío. –
Su cuerpo seguía temblando por el susto que acababa de pasar.
MIENTES, DE SEGURO LO ROBASTE. – La
voz se seguía escuchando entre las sombras.
CLARO QUE NO, ESTE MEDALLÓN ME LO
REGALÓ MI BISABUELO. – Se ponía de pie para encarar ese ser misterioso.
PRUÉBALO.
NO TENGO QUE PROBARTE NADA, Y NO
TIENES NINGÚN DERECHO A TRATARME DE ESTA MANERA. – Miraba a todo a su alrededor
a ver si lograba ver algo.
SI NO ME LO PRUEBAS, MORIRÁS AQUÍ
MISMO.
¿Qué? ¿Cómo esperas que te pruebe
que este medallón es mío?
Úsalo en mi contra.
El
joven tenía miedo de todo lo que le estaba pasando, aún seguía creyendo que
todo aquello no era más que una maldita pesadilla.
No sé cómo hacerlo. – Volvía a
llorar.
Me doy cuenta que no mereces tener
ese medallón, te faltan agallas enano, por lo tanto, me quedaré con él.
JAMÁS, ANTES MUERTO, NO DEJARÉ QUE
ME LO QUITES, ES LO ÚNICO QUE TENGO DE MI BISABUELO SUGOROKU.
REPITE LO QUE ACABAS DE DECIR.
Al principio usted me preguntó que
quien era yo, pues bien, se lo voy a decir, mi nombre es Yūgi, Yūgi Mutō, y soy
el bisnieto de Sugoroku Mutō.
En
cuanto terminó de hablar, apareció un gran resplandor enfrente del joven, era
tan brillante que con sus brazos se cubría un poco sus ojos, y a la vez trataba
de ver quien caminaba hacia donde él estaba.
Tienes un gran parecido con tu
bisabuelo.
¿Quién es usted? ¿Cómo sabe sobre
él? ¿Usted sabe en dónde está? Dígamelo por favor.
SILENCIO, HACES DEMASIADAS
PREGUNTAS.
Lo siento mucho.
El
hombre se sorprendió un poco al ver el comportamiento de ese joven.
Si quieres saber las respuestas a
todas tus preguntas, tienes que buscar al ser que posee ojos de rubí.
¿Y dónde lo busco? ¿Dónde puedo
encontrarlo?
Si realmente eres la persona
indicada de portar ese medallón, podrás cumplir con tu misión.
Espere por favor, no se vaya, al
menos dígame su nombre.
Eso no va ser necesario, es muy
probable que nos volvamos a encontrar nuevamente.
Espere por favor, tengo muchas
dudas, tal vez usted me pueda ayudar.
El
hombre desapareció, el joven no paraba de correr y de gritar, a lo lejos
escuchaba que alguien lo llamaba.
Yūgi, Yūgi despierta, vamos Yūgi,
despierta.
El
aludido abría lentamente sus ojos, en cuanto los abrió se asustó al ver la
persona que le estaba llamando.
Shādī, ¿qué haces aquí?
Te escuché gritar fuertemente, y
vine a ver qué era lo que te pasaba.
No me pasa nada, sólo fue una
horrible pesadilla.
Está bien, en ese caso me voy.
Shādī, espera por favor.
¿Qué quieres? – Preguntó un poco
molesto, pero notó algo diferente en él, tenía la mirada agachada, todo su
cuerpo estaba empapado de sudor, el hombre se le acercó, y lo abrazó con todas
sus fuerzas. – Tranquilo, ya pasó, todo estará bien.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Shādī, tenía mucho miedo... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Lo abrazó con
todas sus fuerzas, como si su vida dependía de ello.
Continuará…
N/A: ¿Habrá
sido un sueño? ¿Qué le habrán querido decir a Yūgi? ¿Quién será ese ser que
posee ojos de rubí? ¿Descubrirá Yūgi como usar su medallón? ¿Se volverá a
encontrar de nuevo con aquel hombre misterioso? ¿Decidirá hacer las paces con
Shādī? ¿Estará vivo el bisabuelo de Yūgi? ¿Qué sucederá con Joey? Todo esto y
más lo sabremos en los siguientes capítulos, los invito a que mañana no se
pierdan la continuación. Muchísimas gracias por leer esta historia, no olviden
dejarme sus comentarios, eso me ayuda para ir mejorando poco a poco.
Me
despido de ustedes cariñosamente, les mando un fuerte abrazo y muchos besos
virtuales.
Atte.:
KAT.
P.D.: Aquí
les comparto el vídeo del que les acabo de mencionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario