Capítulo 3: Recuerdos.
Notas del capítulo: Todos
los seres humanos solemos tener bonitos recuerdos, pero también hay quienes que
suelen tener malos recuerdos, y estos son los que más nos atormentan en la
vida. Cuando pasamos o vivimos una tragedia no dejamos de hacernos muchas
preguntas como por ejemplo: ¿Qué hubiera sucedido si me voy por otro camino?
¿Por qué no le presté atención? ¿Por qué lo dejé solo? ¿Por qué no llegué más
temprano? Si tan sólo le hubiera dicho cuanto lo/a amaba, etc. Solamente cuando
perdemos a un ser querido es que nos damos cuenta del valor y de lo importante
que era en nuestras vidas…
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, sin embargo toda la trama de
esta historia si es creada por mí. Me fascina inventarles historias nuevas a
mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos ustedes.
^_^
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17 años después…
Un
hombre alto de cabellos castaños y ojos azules, caminaba por una vereda de
cierto lugar, a su alrededor habían algunas personas descansando en unas
bancas, niños corriendo por todo el lugar, también se podía apreciar de los
árboles que tenía dicho lugar. El clima era muy agradable, y para quienes
pasaban por ahí se podía disfrutar en cierta manera de lo bello que era. En
cambio esta persona ignoraba por completo lo que sucedía a su alrededor y
únicamente se limitaba a llegar a su destino, en cuanto llegó comenzó a hablar…
Hola cachorro, aquí me tienes de nuevo,
todavía no puedo creer cómo pasa el tiempo, ya han pasado diecisiete años desde
que cometiste aquella locura, y sin embargo sigo creyendo que fuiste un maldito
perro cobarde por haber escogido el camino fácil. Han pasado muchas cosas desde
lo ocurrido, tus estúpidos amigos a fin de cuentas te dieron la espalda,
ninguno de ellos volvió a visitarte después de tu funeral, yo me fui de la
ciudad por tres años y cuando regresé tomé la decisión de venirte a ver… – Hubo
un enorme silencio. – Me costó mucho trabajo encontrar tu sepulcro y cuando
finalmente di con ella era un basurero, ahí tiraban todo el ripio y la basura
del lugar, únicamente tenías puesta una cruz toda deteriorada y quebrada por la
mitad, ni siquiera tu familia fue capaz de hacerte una tumba, en verdad que
nadie se tomaba su tiempo en venirte a visitar. Me dio tanto coraje al verte
así que decidí en mandarte hacer una bonita tumba y desde entonces no he dejado
de venir a verte todos los días, aunque sigo pensando que no te mereces ninguna
de mis atenciones, y sabes por qué… – Miró hacia arriba como si esperaba alguna
respuesta. – Porque un perro cobarde como tú no merece tenerlas. ¡Maldición!
¿Por qué te suicidaste maldito perro? ¿Por qué tuviste que saltar del quinto
piso? Si tanto te querías morir lo hubieras hecho en tu casa, pero NO,
preferiste hacerlo en la escuela para llamar la atención de todos y dar tu
último espectáculo. – Dio un puñetazo al fino mármol de la tumba. – No sabes
cómo te odio por haber hecho semejante estupidez, son tantas preguntas que me
he hecho durante estos años y a ninguna he podido encontrarles respuesta.
Déjame decirte que fui a visitar a tu madre, no tenía idea que vivías con un
padrastro, tu madre ni se inmutó cuando le pregunté por ti, es más, puedo
asegurar que no vi ninguna clase de dolor ni sufrimiento por tu pérdida, eso sí
que me llamó la atención. Se supone que ella debía de ser la más afectada por
tu muerte, en cambio la vi como si nada, viviendo su vida como que si jamás
tuvo un hijo. ¿Acaso te suicidaste por culpa de esa mujer? – Se limpiaba las
lágrimas que salían de sus ojos azules. – Ese viejo tampoco me cayó bien, desde
que me vio llegar no hacia otra cosa que mirarme con cinismo, observé que entre
ellos se susurraron algo al oído, posteriormente la mujer comenzó a lamentarse
por tu pérdida, empezaba a hablar de la terrible tragedia y de como ella sufría
todos los días. Obviamente no les creí nada, lo más raro de todo esto es que
nadie sabe nada, nadie me ha querido dar información sobre lo ocurrido de ese
día, incluso tuve que casarme con uno de tus estúpidos amigos para ver si me
daba información sobre el por qué te suicidaste, y lo único que he conseguido
es vivir una vida de locos. Pero ya no importa, ya no importa nada, de todas
maneras mi matrimonio es un fraude, aun me sigo preguntando, ¿cómo hubiera sido
mi vida si me hubiese casado contigo? ¿Seriamos felices si nos hubiéramos
casados? ¿Te habrías suicidado si hubiera tenido el valor de confesarte mis
sentimientos hacia ti? Lo más seguro es que te habrías burlado de mí si me
vieras tan vulnerable y tal vez hasta sacarías ventaja. Son tantas preguntas
que me hago, si no te hubieras suicidado quizás estaríamos casados y viviríamos
muy felices, pero eso es algo que nunca lo sabré. Perro estúpido, nunca me
cansaré de decir que fuiste un cobarde, no me equivoqué al decirte que eras un
perdedor, un maldito fracasado, siempre supe que no ibas a llegar lejos. – De pronto, se escuchó tremenda carcajada en
todo el lugar, una risa que sonaba como un eco sacando de quicio al castaño. –
¿QUIÉN ES? ¿QUIÉN ESTÁ AHÍ? – Cuestionaba molesto mirando a su alrededor.
Te vez patético Seto, ¿lo sabias? – Se
oía una voz.
¿Cómo te atreves a insultarme? ¿Con qué
derecho te metes en mi vida?
Seto, Seto, Seto, puedo meterme las
veces que se me da la gana. – Respondió con sarcasmo.
SAL MALDITO COBARDE, Y ENFRÉNTAME COMO
UN HOMBRE. – Gritaba furioso mientras que seguía viendo a todo su alrededor,
dándose cuenta de que no había nadie cerca de él.
Te he estado observando durante muchos
años y he de decirte que te vez ridículo lamentándote lo que ya pasó. ¿Por qué
no lo aceptas de una vez? Acepta que hagas lo que hagas y digas lo que digas
las cosas no van a cambiar.
ESTÚPIDO, ESO LO SÉ MUY BIEN, SÉ MUY
BIEN QUE ESE MALDITO PERRO ESTÁ MUERTO Y ENTERRADO.
Si de verdad lo sabes entonces, ¿por
qué te sigues lamentando?
Ese es asunto mío.
Que equivocado estas, se acaba de
convertir en mi asunto también.
¿DÓNDE ESTÁS? SAL MALDITO IDIOTA PARA
QUE ARREGLEMOS CUENTAS. – Gritaba cada vez más fuerte, pero se calmó al ver que
las pocas personas que se encontraban ahí comenzaron a verlo con preocupación.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, aunque saliera, puedo asegurarte que no me tocarías ni un pelo.
Eres un desgraciado, no sales porque me
tienes miedo. – Manifestó arrogante.
Hasta cuando aprenderás Seto.
¿Qué es lo que debo aprender?
A controlar tu carácter, es increíble
que todavía mantengas esa actitud después de 20 años.
CÁLLATE, NO PERMITIRÉ QUE ME HABLES
COMO SI ME CONOCIERAS.
Porque te conozco es que me atrevo a
hablarte así.
ES SUFICIENTE, NO TENGO POR QUÉ
ESCUCHAR TUS TONTERÍAS.
Más bien yo creo que te sigues culpando
por la muerte de ese muchacho.
ESO NO ES CIERTO.
Shhhh, yo que tu dejaría de gritar o si
no las personas comenzaran a creer que estás loco.
Maldito. – Dijo entre dientes.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… –
Volvía a escucharse la gran carcajada por todo el lugar. – Esta vez yo tengo la
sartén por el mango. – Expresó con sarcasmo. – No pongas esa cara, te aseguro
que muy pronto volverás a saber de mí. – Se sintió una fuerte brisa y un grito
del castaño…
ESPERA MALDITO COBARDE, NO TE VAYAS. –
Ya no obtuvo ninguna respuesta. – ¿Quién demonios era ese sujeto? ¿A qué
diablos habrá venido? ¿Qué era lo que buscaba? ¿Cómo es que me conoce? De
seguro vino a fastidiarme el rato. – Dio un fuerte suspiro. – Ya debo irme
cachorro, mañana vendré a verte a la misma hora de siempre.
Terminó
de acomodar el arreglo de flores que había traído para luego después irse del
lugar.
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Horas más tarde…
Después
de haber ido al cementerio decidió irse a la Corporación Kaiba para ponerse a
trabajar al cien por ciento, sin embargo, lo que le sucedió esa mañana no lo
dejaba pensar con claridad.
¡MALDICIÓN! – Exclamó molesto. – En
cuanto sepa quién es ese imbécil sabrá que nadie se mete con Seto Kaiba, haré
que se trague sus propias palabras. – El sonido de las puertas abriéndose lo
sacó de sus pensamientos.
Hola mi amor. – Saludaba la persona que
acababa de llegar.
¿Qué es lo que quieres? – Preguntó más
que enfadado.
Hasta cuando vas a cambiar ese mal
genio.
Hasta que el perro callejero resucite.
– Le respondió con sarcasmo haciendo que la otra persona se molestara bastante.
Ya han pasado diecisiete años desde que
él se suicidó, ¿y todavía lo sigues mencionando?
Lo seguiré mencionando las veces que se
me dé la gana.
Ya cariño, no es necesario que te
enfades, debes olvidarte del pasado y continuar con tu vida, no ganas nada en
mencionármelo día y noche.
Si no te gusta que te lo mencione a
cada rato puedes ir firmando de una vez el divorcio y largarte.
Ah no, eso sí que no, tú me hiciste una
oferta muy tentadora, así que de una vez te digo que no te vas a librar de mí tan
fácilmente.
Es verdad que te hice una oferta, y sin
embargo tu no estas cumpliendo con tu parte.
Mi amor, no exageres, he cumplido con
mi parte, te he contado todo lo que yo sabía de él.
Porque siento que no te creo nada. – La
miraba seriamente a los ojos.
Allá tú si me crees o no, yo lo único
que quiero es…
Escúchame bien lo que te voy a decir,
que no se te olvide que nuestro matrimonio es una farsa, claramente te he dicho
que puedes acostarte con quien se te pegue la gana, pero si sales embarazada,
yo personalmente anularé nuestro matrimonio. – La interrumpió de golpe.
Tranquilo, tranquilo, sé muy bien
cuales fueron tus condiciones, y te aseguro que no saldré embarazada, estaría
loca de remate si hago semejante estupidez.
Bien, me alegra escuchar que no lo has
olvidado, ahora por tu bien espero que sigas cumpliendo con la parte del trato
que te corresponde, o si no…
Ya sé, ya sé, no tienes que decírmelo,
te seguiré hablando de Joey si eso te hace feliz.
Una cosa más.
¿Ahora qué?
Deseo que empieces averiguar más cosas
de él.
¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeé? ¡Eso es
imposible! Ya he hablado con todos mis amigos de la escuela y nadie sabe nada.
No me importa, tendrás que rebuscarte
por obtener nueva información y contármela inmediatamente.
¿Y de dónde voy a sacarla?
Ese va ser tu problema.
Un momento, me estas pidiendo algo
absurdo, además ya han pasado muchos años y nadie se acuerda de eso, sin
mencionar que la mayoría se fueron a vivir al extranjero.
Está bien, si no lo quieres hacer no me
quedará de otra que cancelar todas tus tarjetas de crédito, haré que te
decomisen el auto nuevo que te compré, mandaré a cerrar todas tus cuentas
bancarias, devolveré todas tus joyas, y te olvidarás del rancho de playa que te
compré el día que nos casamos mi amor. – Eso último lo había dicho con
sarcasmo.
De acuerdo Kaiba, tú ganas. – Manifestó
entre dientes. – Voy hacer lo que me pides, pero eso va significar que yo deba
viajar para cumplir con tu orden.
Si lo dices por los gastos que tendrás
de una vez te digo que no te preocupes por eso. – Se levantó de la silla de su
escritorio para acercarse a la mujer. – Una cosa si te advierto, no te quieras
pasar de lista conmigo porque lo vas a lamentar muy caro. – La agarró con
fuerza del brazo.
Suéltame, ¿qué te pasa? ¿Cómo te
atreves a maltratarme? – Se soltó del agarre. – Si te he dicho que lo voy
hacer, es porque lo voy hacer.
Bien, ¿a dónde piensas ir primero?
Tengo pensado en ir a visitar a Yūgi a
Egipto, desde que se casó con Yami casi no he tenido mucha comunicación con él.
Baia, finalmente usas la cabeza
Gardner. – Comentó con sarcasmo.
Ja, ja, ja, eres tan gracioso mi amor.
– La habló de igual manera.
¿Cuándo viajarás?
Después que tú y yo hagamos el amor.
Déjate de estupideces, eso nunca va
pasar.
Kaiba, desde que estamos juntos nunca
me has tocado, nunca me has hecho una caricia, nunca me has dado un beso de
verdad, vivimos en la misma mansión pero como dos perfectos desconocidos.
¿Y? – Preguntó como si le valiera un
pepino pelado todo lo que le decía la mujer.
Creo que me merezco un poquito de
atención, merezco que por lo menos me trates como tu esposa, porque no vienes
conmigo a Egipto buscamos un lugar donde podamos hacer el amor y ahí poderte
dar un heredero.
¿Ya terminaste de decir tantas
estupideces? Porque si ya terminaste te puedes largar por donde viniste.
No, aún no he terminado, llevo quince
años soportándote.
Trece. – La corrigió el ojiazul.
Ese no es el punto, el punto es que ya
me estoy cansando de toda esta farsa, me estoy cansando que ni siquiera me
permitas dormir contigo, y me estoy cansando de fingir ante la sociedad que
somos una pareja felizmente casada, y creo que por lo menos merezca un poco más
de consideración de tu parte.
Si realmente estas cansada como dices,
podemos ponerle punto final a esto, firma los papeles del divorcio y cada quien
por su camino.
Ya te lo he dicho, no te librarás de mí
tan fácilmente.
En ese caso, tendrás que seguir
soportando todo lo que me acabas de decir.
Si tengo que aguantarte, en ese caso me
tendrás que dar más dinero mi amor.
Por eso no te preocupes.
Eso era todo lo que quería escuchar,
ahora si me voy, te espero en la noche mi amor. – Intentó besarlo pero desistió
al ver la mirada asesina que le tiró el ojiazul. – Ya me voy. – Una vez que se
fue…
Esta idiota es un verdadero dolor de
cabeza. – Se decía así mismo.
Continuará…
N/A: ¿Quién
será el de la voz misteriosa? ¿Cómo es que conoce a Seto Kaiba? ¿A qué se habrá
referido cuando le dijo que pronto iba a saber de él? ¡Seto Kaiba se casó con
Tea! Ni yo misma puedo creerlo, porque neko, ¿qué clase de suplicio habrá
vivido durante estos años? ¿Qué habrá pasado con Mokuba? ¿Tea le estará
ocultando cosas al castaño? ¿Cumplirá con la orden de su esposo? ¿Por qué nadie
sabe sobre lo que pasó con el cachorro? Todo esto y más lo iremos descubriendo
en los siguientes capítulos, muchas gracias por acompañarme en esta gran
aventura, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les
responderé.
Me
despido de ustedes muy cariñosamente, no sin antes recordarles que no olviden
salir de casa sin mascarilla, lleven consigo su botecito de alcohol gel, y
saniticesen antes de entrar a sus hogares. Ahora si me voy, les mando muchos
besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.
Atte.:
KAT.
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