Capítulo 91: Pregúnteselo a su esposo.
Notas del capítulo: ¿Alguna vez le han hecho esta
pregunta? No les ha pasado que cuando descubren un secreto, un engaño, una
infidelidad, un chambre, etc. y quieren averiguar la verdad del asunto se topan
con que le dicen que es mejor preguntarle a la persona involucrada para que así
salgan de todas sus dudas. ¿Qué harían ustedes ante esta situación? ¿Se
atreverían a hablar con la persona correcta para que les despeje todas sus
dudas?
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Días después…
Buenos días Mana.
Buenos días niño
Seto, que contento amaneció esta mañana.
Así es Mana, hoy le
dan de alta a mis hijos, dentro de poco ellos estarán en el lugar donde les
corresponde.
Yo no estoy segura
de quién de los dos está más emocionado, si usted o yo. – Le sonrió
amablemente.
Yo diría que ambos
estamos muy emocionados.
Tiene razón, ya
quisiera tenerlos en mis brazos, conocerlos, verle sus caritas, y llenarlos de
muchos besos.
Igual yo estoy
ansioso, en el hospital casi no me dejaban cargarlos.
Pero ahora ya podrá
hacerlo con toda libertad.
Es verdad, lo malo
es que no puedo compartir mi alegría con Joey. – Su voz sonó bastante triste.
Niño Seto, no ponga
esa cara, ya verá que dentro de poco el joven Joey estará con nosotros
compartiendo esta gran alegría de estar con usted y con sus hijos.
Muchas gracias por
tus palabras.
Niño Seto, arriba
esos ánimos, recuerde que los bebés recién nacidos perciben todas las emociones
que tienen a su alrededor.
Tienes toda la
razón, no dejaré que mis hijos me sientan todo triste y desanimado, en cuanto
los tenga en mis brazos les daré toda mi alegría y les haré sentir lo feliz que
estoy por ellos.
Así se habla niño
Seto, ahora si me disculpa iré a ver si ya están lista las pañaleras.
Muchas gracias Mana.
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¿Estás bien?
Si. – Respondió casi
en un susurro.
No te sientas mal
por haber hecho lo correcto.
¿Tú crees que hice
bien en denunciarlo?
Claro que si Yūgi.
Pero…
Yūgi escucha, el que
él sea tu esposo no le daba ningún derecho de tratarte tan mal, y además se
atrevía a…
Cállate Tea, no
quiero que lo digas. – Se abstenía las ganas de llorar.
Lo siento mucho.
Me siento como un
estúpido por haberlo denunciado.
Te sientes así
porque todavía lo amas, y el amarlo no te hace estúpido. – Le levantaba la cara
para verlo a los ojos.
¿Crees que él me amó
alguna vez?
No lo sé Yūgi, lo
que sí puedo decirte es que lo que te hacia no era amor. – El joven lloraba, se
sentía devastado por todo lo que sentía y no dejaba de preguntarse el por qué
su amado Yami lo había lastimado de esa manera tan cruel. – Yūgi.
Eh…
Cuando te citen
tendrás que ser muy valiente a la hora de enfrentarlo.
Yo… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Animo amigo, te prometo que estaré
contigo en todo momento.
Muchas gracias Tea.
La muerte de Tristán no será en vano.
Todavía no puedo creer que él ya no
estará con nosotros.
Con todo esto que acaba de pasar siento
que Yami no se merece el amor de ninguno de ustedes, es un estúpido y un
maldito cretino por hacer algo tan… – Estaba tan enojada que trataba la manera
de controlarse. – Ojalá que lo encuentren para que se haga justicia.
Yo quisiera que nunca apareciera, no
quiero volverlo a ver en mi vida.
Yūgi, ¿qué harías si él te viene a
buscar?
Cállate, no digas eso ni en broma. –
Comenzaba a temblar, la mujer se percató que su amigo le temía a su esposo. –
No quiero que me busque, no quiero que venga… Snif, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… No, no, no, no.
Yūgi cálmate por favor. – Lo abrazaba
fuertemente contra su pecho.
Lo siento mucho.
Estaba pensando en un lugar donde
puedes estar más tranquilo y más seguro.
¿Cómo cuál?
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Muchas gracias por
haber atendido mi llamado y venir hasta acá.
No tienes nada que
agradecer, ya me estaba preocupando por usted al no tener noticias suyas.
Lo siento mucho, he
tenido que arreglar algunos problemas.
Entiendo…
Cuénteme por favor,
¿cómo está mi hermano? ¿Los bebés están bien?
Cálmate Shizuka, lo
mejor será que te cuente todo lo que ha pasado.
Por favor Marik, cuéntame
hasta el más mínimo detalle, quiero saberlo todo.
De acuerdo, pero
antes me gustaría llevarla a un lugar primero.
¿A dónde? No me
gustaría salir del hospital sin antes ver a mi hermano.
Cálmate, no
saldremos del hospital, confíe en mí y acompáñeme.
Está bien.
Caminaban por un largo pasillo en absoluto silencio, llegaron a un
corredor para poder usar un ascensor, a todo esto la mujer iba muy pensativa,
se hacía mil preguntas en su cabeza y a la vez se sentía un poco culpable por
no haber estado con su hermano cuando más la necesitaba. El sonido del ascensor
la sacó de sus pensamientos cuando las puertas se abrían.
¿Qué hacemos aquí?
Tranquila, pronto lo
sabrás.
Siguieron caminando hasta que llegaron a una recepción.
Disculpe enfermera,
venimos a ver a los bebés Kaiba Wheeler.
Señor Ishtar, claro
que sí, acompáñeme por favor.
¿Cómo que los bebés
Kaiba? – Le cuestionaba en un susurro.
Te recuerdo que son
hijos de Seto.
Ya lo sé, pero ese
hombre se iba a divorciar de mi hermano, él no tiene ningún derecho de… – La
mujer ya no dijo nada al escuchar a la enfermera decir:
Esos que están allá
son los bebés Kaiba Wheeler.
Shizuka, te presento
a Kisara y al pequeño Seto.
No puedo creerlo,
Marik son unas preciosura. – Comenzaba a llorar de la emoción. – Son unos bebés
hermosos.
Lo sé. – Medio le
sonrió.
Me gustaría poder
cargarlos, ¿crees que se pueda?
Le preguntaré a la
enfermera.
Si.
El hombre la dejó sola por un momento.
Son una ternura, no
se preocupen mis amores dentro de poco su tía Shizuka los va abrazar y les dará
muchos besos. – Hablaba consigo misma en lo que se pegaba al cristal para
poderlos ver bien.
Al poco tiempo regresaba el hombre junto con la misma enfermera.
Esperen aquí por
favor.
Muchas gracias. –
Respondieron al unísono.
Dime que ellos están
bien.
Ellos están bien, te
traje aquí primero porque hoy se los va llevar su padre.
La mujer hizo un gesto de mala cara.
Él no tiene ningún
derecho de llevárselos.
Claro que los tiene,
te recuerdo que él es el padre.
Ja, un padre que
nunca estuvo al pendiente de ellos, y ahora que ya nacieron se quiere hacer
pasar como el mejor papá del mundo. – Comentó sarcásticamente.
No pensarás igual
una vez que sepas toda la verdad.
Aquí los tiene señor
Ishtar. – Interrumpió la enfermera.
Pero si son unos
pequeños angelitos. – Decía la mujer en lo que chineaba a uno primero y luego
el otro.
Tenga cuidado con
ellos por favor. – Manifestaba la enfermera muy preocupada.
Descuide no se
preocupe, le prometo que tendré mucho cuidado con ellos.
Se los dejaré por
cinco minutos, luego me los llevaré para poderlos alimentar.
Muchas gracias. – En
cuanto la enfermera se fue, la otra persona buscó un lugar donde sentarse y
poder estar con sus sobrinos. – Marik, son verdaderamente hermosos, me gustaría
llevármelos a mi mansión.
¡Estás loca! ¿Quieres
provocar un problema de proporciones mayúsculas?
No le veo nada de
malo, además son mis sobrinos.
Eso no te lo
discuto, pero no puedes llevártelos por dos sencillas razones.
¿Ah sí, cuáles?
En primera, el
hospital no te los va a entregar así porque si, y en segunda, no quiero ni
imaginarme si Seto se entera que te llevaste a sus hijos, sería capaz de
buscarlos por cielo, tierra y mar.
Haces tanto
escándalo para nada, verdad que si mis amores, Marik se está ahogando en un
vaso con agua. – Le hablaba a los bebés que todavía los tenía en sus brazos
haciéndoles toda clase de arrumacos. – Mira como sonríen Marik, están feliz de
estar con su tía Shizuka.
Baia, la verdad es
que si están a gusto con tu compañía.
Después de un rato los bebés comenzaron a llorar fuertemente.
Ya, ya, ya no lloren
mis amores. – Se levantó de la silla para pasearse de un lado a otro. – Ya mis
niños, no lloren por favor.
Disculpe, tengo que
llevármelos para darles de comer.
Deme a mí el biberón
para dárselos yo.
Pero es que…
Por favor, permítame
alimentarlos.
Lo siento mucho pero
no puedo.
Está bien. –
Contestó con tristeza en lo que entregaba a los bebés. Una vez que la enfermera
se fue con los recién nacidos la mujer expresó: – ¿Por qué no me habrá dejado
alimentarlos?
Porque tiene que
alimentarlos en un lugar que esté todo esterilizado.
Supongo que tienes
razón. – Dio un fuerte suspiro. – Muchas gracias por haberme traído aquí Marik.
No fue nada.
Son unos bebés
encantadores, quedé fascinada con ellos.
Me lo imagino. –
Carraspeó un poco su garganta. – Cambiando de tema…
Dime.
¿A dónde te gustaría
ir para que podamos platicar?
Creo que el mejor
lugar sería la cafetería.
De acuerdo, te
llevaré allá.
En lo que caminamos
puedes irme contando algunas cosas.
Está bien.
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Mansión de la familia
Ishtar…
Buenos días Malik.
Buenos días Mokuba.
Creo que hoy me
quedé dormido.
Eso es bueno para que
pudieras descansar.
¿Dónde está Marik?
Salió muy temprano
esta mañana.
Y puedo preguntar,
¿a dónde?
¿A qué no adivinas
quién le llamó por teléfono?
No lo sé, ¿quién?
Shizuka.
¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?
– Exclamó sorprendido. – ¿Shizuka volvió?
Si.
Ay no, la pobre se
va a llevar una desagradable sorpresa.
Tranquilo Mokuba, mi
esposo se encargará de hablar con ella.
Será mejor que vaya
al hospital, tal vez los pueda alcanzar.
Cálmate Mokuba,
primero debes de desayunar, luego si quieres te llevo al hospital.
Pero es que…
No te angusties, ya
verás que Marik se encargará de todo.
Si, tienes razón.
Acompáñame al
comedor.
Si.
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Caminaban tranquilamente y conversaban de muchas cosas cuando de
pronto se encontraron con…
¿Qué demonios hace
esta mujer aquí?
Seto, no esperaba
que vinieras tan temprano.
Y yo no me esperaba
encontrar a esta mujer aquí. – Contestó enfadado.
Nos encontramos de
nuevo señor Kaiba. – Manifestó la mujer sarcásticamente.
Será mejor que se
vaya de aquí.
¿Irme? ¡Pero si
acabo de llegar!
Lárguese, antes de
que…
Ya basta Seto, no te
comportes así.
Pero es que…
Mire señor Kaiba, me
iré en cuanto vea a Joey.
¿Qué fue lo que ha
dicho?
Dije, que me iré del
hospital una vez que vea a Joey.
El ojiazul rechinaba los dientes con fuerza al escuchar las
palabras de esa mujer, de ninguna manera iba a permitir que esa mujerzuela
barata se le volviera a acercar a su esposo…
Continuará…
N/A: ¿Habrá hecho lo correcto Yūgi en denunciar a su esposo? ¿Cuál será
el lugar perfecto donde Yūgi pueda estar seguro? ¿Qué creen que vaya a pasar ante este encuentro? ¿Arderá Troya?
¿Seto se dará cuenta de quién es la mujer? Todo esto y más lo iremos
descubriendo en el siguiente capítulo, muchas gracias por acompañarme en esta
gran aventura, quini mil gracias por todos sus comentarios, sus sugerencias,
por todo el apoyo que me brindan, por corregirme, en fin, son tantas cosas por
las cuales les agradezco infinitamente. No olviden dejar sus comentarios que yo
con mucho gusto les responderé.
Me despido muy cariñosamente de todos y cada uno de ustedes,
cuídense mucho, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario,
saniticesen antes de entrar a sus hogares, usen siempre su mascarilla, y lleven
consigo su botecito de alcohol gel, recuerden que no deben de bajar la guardia.
Ahora sí, me voy no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un gran abrazo
de oso desde la distancia.
Atte.:
KAT.
P.D.: Jenifer
CarriGalin, fue la persona que acertó en el capítulo anterior que el bebé de Tristán
moriría. Acertaste en esta ocasión amis… XD
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