miércoles, 21 de abril de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 97: Los hermanos Kaiba… III parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Al día siguiente…

 

         Buenos días joven Kaiba.

 

         Buenos días Mana. – Saludó alegremente.

 

         ¿Durmió bien?

 

         Si, y no me digas joven, mejor llámame por mi nombre.

 

         Discúlpeme pero es la costumbre.

 

         Está bien no hay problema.

 

         Me alegra verlo de nuevo en la mansión.

 

         Muchas gracias.

 

         Ahora si las cosas comenzarán a mejorar.

 

         ¿Por qué dices eso?

 

         Porque esta gran casota ya no se sentirá tan vacía y sola, y dentro de algunos años tendremos muchos niños corriendo por todas partes.

 

         No lo había pensado. – Se sonrojó al imaginarse las palabras de la mujer. – Por cierto, ¿dónde está mi hermano?

 

         Ha de estar terminando de cambiar a sus hijos.

 

         ¿Por qué no fuiste ayudarle?

 

         Porque él quiere hacerlo solo. – Medio le sonrió.

 

         Entiendo, en ese caso iré a ver cómo le va.

 

         Por favor no tarden porque el desayuno ya está listo.

 

         Muchas gracias Mana.

 

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         Buenos días mi amor, ¿cómo amaneciste?

 

         Buenos días Baki, amanecí bien.

 

         Me alegra, te traigo buenas noticias.

 

         ¿De qué se trata?

 

         Acabo de hablar con el Doctor y me dijo que pronto saldrás del hospital.

 

         ¿Y la otra noticia? – Cuestionó un poco desilusionado.

 

         Le llamé a tu amiga para avisarle que tú ya habías despertado, me contestó que vendrá más tarde junto con su amigo Yūgi.

 

         Muchas gracias por avisarles.

 

         ¿Qué sucede amor? Es que no te alegra las noticias que te estoy dando.

 

         Perdóname Baki, es sólo que…

 

         Por favor Ryou, dime qué te sucede.

 

         Una enfermera vino a verme esta mañana muy temprano, le hice algunas preguntas pero no pudo darme respuestas, y pensé en que tal vez tú me dirías lo que quiero saber.

 

         ¿Qué quieres saber?

 

         ¿Hace cuánto que estoy en coma? ¿Qué ha pasado en el tiempo que estuve ausente? ¿Cómo se encuentra Joey? ¿Sus hijos están bien? ¿Por qué es que no puedo recordar algunas cosas?


         Ryou, amor cálmate por favor. – Le acarició su mejilla con suavidad. – Es normal que no puedas recordar algunas cosas, pero te aseguro que muy pronto lo harás, debes ser paciente y esperar. Con respecto a Joey, sus hijos están bien, ya están viviendo con el señor Kaiba.

 

         ¿Y Joey, cómo está? ¿Por qué te quedas callado? ¿Por qué no me respondes las otras preguntas?

 

         Escúchame por favor, antes de respondértelas me gustaría hablar con el médico. Quiero que él me aconseje lo que debo hacer.

 

         ¿Eso quiere decir que no me dirás nada?

 

         Por el momento no.

 

         Fui un tonto al confiar en ti, creí que tú me pondrías al tanto de todo lo que ha pasado. – Sus ojos comenzaron a humedecerse.

 

         No llores mi niño, quiero que me entiendas por favor que si no te digo nada es por tu bien.

 

         Pero quiero saberlo todo. – Lo miraba con infinita tristeza.

 

         Te prometo que si el Doctor me autoriza te lo contaré todo.

 

         ¿Lo prometes?

 

         Claro que si mi amor. – Le da un beso en la frente.

 

         Gracias Baki.

 

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Estaban desayunando tranquilamente, el ambiente se sentía agradable y acogedor hasta que uno de ellos decidió romper con el silencio.

 

         Mana dice que dentro de algunos años esta mansión se llenará de muchos juegos y sonrisas.

 

         Es verdad, espero que puedas traer a tu hijo muy seguido.

 

         Claro que si hermano, y te agradezco mucho que hayas decorado una habitación para mi hijo.

 

         ¿Te gustó?


         Mucho. Por cierto, mis sobrinos son muy lindos y tiernos.

 

         Gracias, creí que ya los habías visto.

 

         La verdad no, es que con todo lo que pasó ya no pude verlos en el hospital. En verdad lo siento Seto.

 

         Está bien no te preocupes.

 

         Estoy seguro que si Joey los viera se pondría muy contento.

 

         Mokuba.

 

         Dime hermano.

 

         Háblame de cómo fue su embarazo.

 

         Pues verás… Para él fue bastante difícil porque su embarazo era de alto riesgo, y a pesar de las dificultades nunca perdió las esperanzas de que todo iba a salir bien.

 

         ¿Y que decía sobre mí?

 

Se escuchó un fuerte suspiro.

 

         Él te esperaba hermano, todos los días se hacía a la idea de que tú ibas a entrar al departamento de su amigo para buscarlo y así poderte dar la sorpresa.

 

         Ya veo… – Hubo un pequeño silencio. – La primera vez que lo viste cuántos meses tenía.

 

         A penas tres meses.

 

         Marik me contó que él y su esposo le compraron ropa especial para que la pudiera usar.

 

         Así es, aunque al principio le daba pena usar esa ropa.

 

         ¿Por qué? ¿Acaso se avergonzaba de estar embarazado?

 

         No mal entiendas las cosas hermano, Joey jamás se avergonzó por ser un doncello, y con respecto a la ropa creo que era porque no estaba acostumbrado a usarla o que alguien le explicara lo que tenía que usar estando encinta.

 

         ¿Sabes si alguna vez llegó a odiarme?

 

         Claro que no hermano, el nunca llegó a odiarte, pero si le hiciste mucha falta.

 

         Entiendo. Marik me contó que le hicieron un Baby Shower.

 

         Sí, todo estuvo muy bonito, alegre y divertido.

 

         ¿Quiénes estaban en esa celebración?

 

         Todos sus amigos, Marik, Malik, mi novio y yo. Sin mencionar que también estaba…

 

         ¿Quién más estaba? ¿Por qué te quedas callado?

 

         Por nada, olvídalo.

 

         Entonces dime quién más estaba ahí.

 

         ¡Pero mira las horas que son, si no nos damos prisa llegaremos tarde al hospital! – Exclamó para evadir la pregunta.

 

         Mokuba, dime por favor quién más estaba ahí.

 

         Perdóname hermano pero no puedo decírtelo.

 

         ¿Por qué no?

 

         Porque no me corresponde a mí hacerlo.

 

El castaño dio un fuerte suspiro para no enfadarse.

 

         Está bien, si no quieres decírmelo no te obligaré a que lo hagas.

 

         Gracias, sólo te pido que no te enfades por favor.

 

         Créeme, no estoy enfadado.

 

         Te prometo que un día lo entenderás todo Seto.

 

         Espero y tengas razón. ¿Puedo pedirte un favor?

 

         Si claro.

 

         Quiero que me mandes las fotos a mi celular de la celebración del Baby Shower.

 

         Por supuesto que sí, ya verás cómo se veía lindo estando encinta.

 

         Nunca me perdonaré el no haber estado con él durante todo ese tiempo.

 

         Ya no pienses en eso hermano, en lo único que tienes que pensar es en cuidar de tus hijos.

 

         No tienes que decírmelo, esos niños lo son todo para mí.

 

El joven ya no dijo nada y se dispuso a terminar de comer.

 

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En algún lugar de Ciudad Domino…

 

         Ese estúpido, ¿cómo fue se atrevió a denunciarme? Pero esto no se quedará así, le enseñaré que conmigo nadie juega, le daré un escarmiento que jamás olvidará. – Se decía así mismo un hombre quien se encontraba sentado en una de las mesas del lugar, observando desde lejos como su esposo se divertía mientras que él se tenía que estar escondiendo. – Si no fuera porque la policía me está buscando ya me hubiera ido a enfrentármele, ¿cómo es posible que este coqueteando con ese idiota? ¿Quién es ese imbécil? Maldito gusano, no permitiré que me quite lo que es mío. Y tú mi amor, te arrepentirás por poner tus ojos en alguien más, y esa estúpida como la odio, ella no debió de meter sus narices en donde no la llamaban. Por su culpa te diste cuenta de mi relación con el idiota de Tristán, ese idiota de Tristán ya me tenía arto con tantas cursilerías, afortunadamente pude deshacerme de ese maldito engendro. No entiendo por qué fue tan imbécil al pensar que yo me haría cargo de un paquete que ni siquiera era mío, y si lo hubiese sido jamás me haría cargo de un estrobo que para lo único que sirven es para mearse, cagar, comer, llorar, joder y arruinar las vidas de las personas. No quiero ni imaginarme los días y las noches estar enjaulado cuidando de un bodoque con patas, definitivamente eso no es lo mío. A mí me gusta divertirme, ser libre e ir a donde me plazca. Lo más seguro es que en estos momentos me odie pero llegará el día en que me lo agradecerá por haberle quitado un estorbo de su camino, el muy tonto se embarazó solamente para retenerme a su lado aun sabiendo que yo a quien amo es a Yūgi. Lo que más coraje me daba es que me insistía en que me divorciara de mi esposo, fue un completo tonto por hacerse ilusiones él solo. – Le dio un sorbo a su bebida. – Sigue coqueteando con ese estúpido mesero mi amor que yo sabré cobrármelas todas, ya verás que te haré recordar que estamos hecho el uno para el otro. – Tenía una mirada intimidante.

 

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No muy lejos de ahí…

 

         Gracias por invitarme a salir Tea.

 

         Ni lo menciones Yūgi, me alegra que hayas aceptado mi invitación de venir a desayunar a esta cafetería.

 

         La verdad es que he estado pensando en todas las cosas que me has dicho y llegué a la conclusión en que tal vez tengas razón.

 

         ¿Y en qué tengo razón?

 

         En continuar con mi vida, y con el dolor de mi alma me olvidaré de Yami. – Comentó con tristeza.

 

         Animo amigo, ya verás que muy pronto encontrarás a alguien que te haga inmensamente feliz.

 

         Para serte honesto ya no quiero tener ninguna relación con nadie.

 

         No digas eso Yūgi, aun eres muy joven y puedes volver a rehacer tu vida.

 

         No Tea, eso nunca sucederá, amé a Yami con todo mi corazón y mira todo lo que me hizo. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaban a humedecerse.

 

         Yūgi. – Lo miraba con tristeza. – Y yo que te iba a decir que conocieras a ese muchacho, se ve que le agradas.

 

         No digas tonteras Tea, además te recuerdo que sigo casado con Yami.

 

         Pues ya deberías de irte divorciando.

 

         Supongo que tienes razón.

 

         Se me ocurre una idea.

 

         ¿Cuál?

 

         Habla con Marik para que te ayude.

 

         ¿Ayudarme en qué?

 

         ¿Ya lo olvidaste? Acuérdate que él le consiguió un buen abogado a Joey para que se divorciara de su esposo.

 

         Es verdad, lo había olvidado. – Hubo un pequeño silencio. – Pero de seguro ha de ser muy caro.


         Tu no más habla con él para ver que te dice.

 

         De acuerdo, un día de estos le llamaré para que me ayude.

 

         Así se habla amigo. – Le dio una pequeña palmada en la espalda. – Ya debemos irnos.

 

         Sí, estoy feliz de que Ryou haya despertado.

 

         Yo también, ahora sólo falta Joey.

 

         Oye.

 

         Dime.

 

         ¿Si vemos a Kaiba crees que nos permita ver a sus hijos?

 

         No veo por qué no. ¿Quieres intentarlo?

 

         Si, si quiero.

 

         En ese caso si lo vemos hablaremos con él.

 

         Muchas gracias por todo Tea.

 

         No hay nada que agradecer amigo.


 

Continuará…



 

N/A: ¿Qué estará tramando Yami? ¿Le volverá hacer daño a Yūgi? ¿La vida de Ryou volverá hacer la misma? ¿Estará bien que Tea le diga a su amigo que rehaga su vida? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Muchísimas gracias por todo su apoyo, por leer esta historia de principio a fin, por las correcciones que me hacen, por todo esto y más les doy las gracias. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé, los invito a que el próximo viernes no se pierdan la continuación de esta interesante historia.

 

Me despido cariñosamente de cada uno de ustedes, recuerden usar siempre su mascarilla, lleven consigo su botecito de alcohol gel, aléjense se las aglomeraciones, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario, y no olviden sanitizarse antes de entrar a sus hogares. Ahora sí, me voy no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso desde la distancia.

 

Atte.:

 

            KAT.


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