Capítulo 103: No pienso dejarte solo mi amor… II parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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A la mañana siguiente…
Buenos días mi
pequeña Kisara, buenos días mi pequeño Seto, ¿cómo amanecieron mis hermosos
niños? – Los cargaba en sus brazos mientras le daba muchos besos en sus
mejillas. – Se han estado saliendo con la suya estos últimos días, tienen que
aprender a dormir en su cuna. – Los niños sonreían alegremente ante las
caricias que su padre les hacía. – Es hora de bañarlos con agua tibia, así que
pórtense bien y déjense bañar. – El castaño se dirigía al baño cuando en eso se
escuchó que alguien tocaba su puerta. – Adelante.
Buenos días niño
Seto. – Saludaba la persona que entraba a la habitación.
Buenos días Mana.
Disculpe que lo
venga a molestar pero acabo de recibir una llamada de su secretaria pidiéndome
el favor que le avisara para que se fuera de inmediato a la Corporación Kaiba.
¡Gr…! – Gruñó el
ojiazul. – Esa mujer, por qué no puede hacer una simple tarea.
No debe enfadarse en
presencia de sus hijos.
Tienes razón Mana. –
Acostaba a los niños en su cuna.
Usted no se preocupe
por nada, yo me haré cargo de estos angelitos.
Muchas gracias Mana,
te los encargo mucho.
Claro que si mi niño
Seto.
En ese caso me voy.
Le di a Roland una
pequeña mochila para que pueda llevarse su desayuno.
Gracias por
consentirme tanto. – Le dio un abrazo de cariño.
Usted sabe que lo
aprecio mucho.
Lo sé, también sé
que le debo bastante a tu familia.
No diga eso mi niño
Seto, usted no me debe nada.
Gracias. – Estaba
por salir de la habitación pero detuvo su caminar al escuchar la voz de la
mujer.
Niño Seto.
¿Qué sucede?
Se olvida despedirse
de sus hijos.
Tienes razón. –
Regresó nuevamente a donde estaban los niños. – Adiós mis amores, papi tiene
que irse pero les prometo que estaré aquí a la hora del almuerzo. Pórtense bien
y no le den problema a Mana. – Después de abrazarlos y besarlos salió de la
habitación.
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Buenos días mi amor.
– Saludaba cortésmente un hombre al entrar a una habitación. – He traído un
rico desayuno para que puedas comer.
No tengo hambre. –
Respondió sin ni siquiera mirarlo.
Tienes que comer
algo, desde ayer no has probado alimento.
Déjame solo por
favor.
Ryou, no me pidas
eso por favor. – Colocó la bandeja sobre la mesa de noche. – Por qué no
intentas comer aunque sea un poquito.
Vete, déjame en paz.
Está bien, vendré a
verte más tarde para ver si has comido algo. – El hombre tuvo que salir de la
habitación para no empeorar el problema.
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Mansión de la familia Kaiba…
Una pareja llevaban media hora discutiendo desde que se
levantaron.
¿NO ENTIENDO POR QUÉ ESTÁS TAN MOLESTO?
¿Y TODAVÍA TIENES EL DESCARO DE
PREGUNTÁRMELO?
Que yo sepa no te hecho nada, eres tu
quien se ha levantado de mal humor.
AHORA RESULTA QUE YO SOY EL DEL
PROBLEMA.
NO QUISE DECIR ESO.
PERO BIEN QUE ME LO INSINUASTE.
MOKUBA KAIBA, YA DIME DE UNA VEZ QUÉ ES
LO QUE TE MOLESTA.
ESO LO TENDRÁS QUE AVERIGUAR POR TU
CUENTA.
BIEN, COMO QUIERAS. – Comenzó a caminar
hacia la puerta para salir de la habitación.
¿A DÓNDE VAS?
NI CREAS QUE ME QUEDARÉ AQUÍ PARA
ESTARTE SOPORTANDO.
¿QUÉ ES LO QUE HAS DICHO? – Preguntó
incrédulo.
YA ME OÍSTE.
BIEN, PUES VETE AL DIABLO, NO TE
NECESITO EN LO ABSOLUTO.
PERFECTO, ESO ERA TODO LO QUE TENÍA QUE
ESCUCHAR. AHORA ME DOY CUENTA QUE SOY INNECESARIO PARA TI. – Su voz sonó
melancólica.
TE RECUERDO QUE FUISTE TÚ QUIEN ME DIJO
QUE NO ME SOPORTABAS.
PORQUE ES CIERTO, ÚLTIMAMENTE HAS
ESTADO DE MUY MAL HUMOR.
SABES QUE, MEJOR OLVÍDALO Y LÁRGATE DE
UNA VEZ.
ESTÁ BIEN, SI ES LO QUE QUIERES ME VOY.
– En cuanto abrió la puerta logró escuchar un grito muy fuerte.
¡AAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY!… – Se llevó
una mano a su pancita.
Mokuba, ¿qué tienes? ¿Qué te pasa?
DÉJAME, NO ME TOQUES. – Lo apartó de su
lado con lágrimas en sus ojos.
Cálmate por favor, te llevaré al
hospital.
Llama a Mana por favor.
Si. – Lo cargó en sus brazos para
acostarlo en la cama, posteriormente salió corriendo del lugar para llamar a la
mujer y en el camino le llamaba al Doctor desde su celular.
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En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un joven se encontraba en su habitación sentado en la orilla de la
cama, pensaba en muchas cosas, y su cabeza no dejaba de darle vueltas a todo lo
que había pasado, con mucho dolor y pesar seguía recordando esa terrible tragedia,
deseaba tanto poder olvidar lo que ocurrió esa maldita noche pero aunque quisiera
olvidarlo no podía hacerlo.
¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué? ¿Por qué? – Lloraba amargamente. – Definitivamente no puedo
permanecer a tu lado después de todo lo que pasó. Y yo que creí que por fin iba
a ser feliz… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No te
merezco Bakura, perdóname por favor por todos los problemas que te he
ocasionado… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Quizás lo mejor
será que me vaya, de todas maneras ya no me queda nada, lo he perdido todo, y
por mi culpa Bakura salió herido y ahora tiene que lidiar con un inútil como
yo. Él merece tener a alguien mejor, alguien que no tenga un pasado tan
terrible como el mío, y por más que lo intento en poner de mi parte para que me
pueda tocar lo termino rechazando, incluso tengo miedo de quedarme con él en su
departamento. Anoche no pude dormir en toda la noche por estar al pendiente de
que nadie abriera la puerta de mi habitación, temía que alguien pudiera hacerme
daño, o peor aún, temo que pueda lastimarte Bakura y no me gustaría hacerlo.
¿Por qué eres tan bueno conmigo? Lo mejor sería que te olvidaras de mí, creo
que es lo mejor para los dos. Como te odio Keith, lograste tu objetivo en destruir
mi vida, echaste a la basura toda mi felicidad, todos mis planes y mis
esperanzas… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Incluso me
arrebataste el amor de la única persona que he amado en la vida, soy un ser
despreciable por no saberme defender, por permitir que ese hombre me volviera
hacer daño, odio recordar todo lo que sucedió, sus palabras no dejan de resonar
en mi cabeza… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… – Gritó con todas sus
fuerzas, haciendo que otra persona entrara rápidamente al lugar todo
preocupado.
Ryou…
LÁRGATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, VETE,
DÉJAME EN PAZ.
Por favor cálmate mi amor.
YO NO SOY TU AMOR, Y JAMÁS LO SERÉ…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿POR QUÉ NO PUEDES ENTENDERLO?
Ryou. – Caminaba lentamente hacia donde
él estaba.
NI SIQUIERA TE ME ACERQUES MALDITO
DESGRACIADO, TU SOLA PRESENCIA ME DA ASCO, ASÍ QUE LÁRGATE DE UNA VEZ Y DÉJAME
SOLO.
No. – Respondió firmemente. – Podrás
insultarme todo lo que quieras pero no pienso dejarte solo, esto lo tenemos que
hablar ahora.
TÚ Y YO NO TENEMOS NADA DE QUÉ HABLAR,
LO NUESTRO SE TERMINÓ, SE ACABÓ, ASÍ QUE PUEDES IRTE BUSCANDO A OTRA PUTA QUE
PUEDA SOPORTARTE. – Lloraba amargamente.
Por favor Ryou, tienes que reaccionar
amor, tú no eres así. – Lo miraba bastante preocupado.
¿ERES IDIOTA O QUÉ? CLARAMENTE TE DIJE
QUE TE LARGARAS.
Ya te lo he dicho, no me iré de aquí
porque no quiero dejarte solo.
PUES ENTONCES ME VOY YO. – Se levantó
de la cama para caminar en dirección hacia la puerta.
Por favor no te vayas.
DÉJAME, SUÉLTAME. – Forcejeaba con
todas sus fuerzas.
Tranquilízate por favor. No vez que te
haces daño.
SUÉLTAME MALDITO DESGRACIADO. – Logró
empujarlo con todas sus fuerzas, y aprovechó el momento para darle un golpe en
el estómago.
AAAAAAAAAAAAHHHHHH – Gritó la otra
persona.
El
joven aprovechó la situación para salir de la habitación, y sin darse cuenta el
otro lo volvió a sujetar por atrás.
¿QUÉ TE PASA? QUIERO QUE ME SUELTES,
DÉJAME EN PAZ.
Po favor mi amor, cálmate por favor. –
Su voz sonaba quebrada. – Dame la oportunidad de que hablemos y si después
decides irte te prometo que respetaré tu decisión, pero por lo que más quieras
no te vayas de esta manera. Por favor Ryou, por favor.
El
joven se fue calmando al escucharlo llorar, no sabía por qué lo amaba tanto,
por qué se preocupaba tanto por él.
¿Por qué haces esto? – Cuestionaba con
lágrimas en sus ojos.
Porque no quiero perderte. – Lo seguía
abrazando por detrás.
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Horas más tarde…
¿Cómo esta Doctor?
Que parte no
entendió cuando le dije que debe de cuidar a su pareja. – Su voz se escuchaba
molesta.
Perdóneme por favor,
yo…
IDIOTA. – Gritó
furioso. – No es a mí a quien le debe de pedir perdón, sino que a su novio.
Discúlpeme por
favor. – Tenía la mirada agachada. – Dígame por favor como se encuentra.
Se escuchó un gran suspiro.
Se lo repetiré de
nuevo, en el estado que se encuentra su pareja no debe tener emociones fuertes,
alteraciones, disgustos, estrés, ni ninguna clase de desarreglos, porque si no
se cuida su embarazo podría convertirse de alto riesgo. Le recuerdo que apenas
lleva dos meses y medio de gestación.
He sido un verdadero
estúpido, si algo les llega a pasar por mi culpa jamás me lo perdonaría.
Señor Orellana,
ellos están bien, su pareja necesita descansar y estar lo más tranquilo
posible.
¿Lo dice en serio?
Sí, pero de todas
maneras vendré mañana para ver cómo sigue.
Muchas gracias
Doctor, no sabe lo feliz que me ha hecho.
Quiero disculparme con
usted por la forma en como lo traté al principio.
No se preocupe me lo
tenía bien merecido.
En ese caso me voy.
Disculpe Doctor
Mahādo.
Dígame.
¿Puedo entrar a
verlo?
Sí, pero solamente
por cinco minutos.
Muchas gracias por
todo.
El médico empezó a caminar hacia la salida y cuando abrió la
puerta otra persona entraba apresuradamente.
Doctor, ¿cómo se
encuentra mi hermano?
Continuará…
N/A: Pobre Ryou, todo lo que ha tenido que sufrir en la vida, ¿logrará
Bakura ayudar a Ryou? ¿Aceptará el albino menor someterse al tratamiento
psicológico? ¿Hizo mal Noah en discutir con su pareja? ¿Noah estará en
problemas? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos,
los invito para que no se pierdan la continuación de esta interesante historia.
Muchas gracias por todo su apoyo que me brindan. Y para cerrar con broche de
oro, mañana les prepararé una pequeña sorpresa especialmente para ustedes, no
deben perdérsela.
Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense
bien y cuídense mucho, no bajen la guardia, usen siempre su mascarilla, carguen
consigo su botecito de alcohol gel y saniticesen antes de entrar a sus hogares.
Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso desde la distancia.
Atte.:
KAT.
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