Capítulo 70: Secreto al descubierto… III parte.
AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes,
sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero
que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por traumas
psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… Leer bajo su propio riesgo. Soldado
avisado, no muere en guerra.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes…
Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es
creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es
una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con
todos ustedes. ^_^
******************************
Días después…
¿En qué piensas
Ryou?
Últimamente he
notado a Bakura muy serio.
Le has preguntado lo
que le pasa.
La verdad no Joey,
no me atrevo hacerlo.
¿Por qué? ¿Qué tal
si tiene algún problema?
Decidí mejor esperar
para ver si él me cuenta lo que le está pasando.
Entiendo. – Hubo un
pequeño silencio. – Aun así deberías de estar al pendiente de tu novio por si
llega a necesitarte.
Pero que cosas dices
Joey, Bakura se ve que es un hombre que no necesita ayuda de nadie.
Eso mismo pensaba de
Seto, y puedo asegurarte que todos necesitan ayuda de vez en cuando.
¿De verdad crees
eso?
Claro que sí, tú
confía en mí.
Bueno, está bien.
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Un
hombre salía del baño muy preocupado, caminó en dirección a su cama para
sentarse en la orilla, una vez que lo hizo miraba sin creer el objeto que tenía
en sus manos.
No puede ser, esto no me puede estar
pasando a mí. – Sus ojos estaban a punto de llorar. – ¿Qué voy hacer ahora?
Simplemente no lo puedo creer, es imposible que esté embarazado si me he estado
cuidando para no quedar encinta. Tengo que decírselo a él, a lo mejor se alegre
y decida casarse conmigo. – Dio un fuerte suspiro mirando hacia arriba todo
ilusionado. – Un hijo de Yami, tendré un hijo de Yami. – Comenzaba a medio
sonreír. – Ahora ya no tendrá ninguna excusa para no quererse divorciar de
Yūgi, con este hijo en camino finalmente podré formar una familia con el hombre
que amo. Esta vez le he ganado la partida a Yūgi, ya que él nunca se preocupó
por darle un heredero a su esposo, no obstante sé que a Yami no le gustan los
niños, pero eso no importa, iré preparando el terreno poco a poco antes de que
se me note la panza. Aunque pensándolo bien me voy a ver ridículo con una
enorme panza y ni que hablar de mi figura, me veré todo gordo como se ve el
idiota de Joey, sólo el hecho de pensarlo me dan náuseas. Ni modo, todo sea por
mi felicidad, utilizaré este hijo para obligar a Yami que se case conmigo, y
que pueda darle un apellido, no me gustaría traer un bastardo al mundo, eso sí
que no, él tendrá que aceptar que es su hijo, y que tiene que hacerse cargo de
este bodoque con patas. Creo que iré a pasar consulta para estar cien por
ciento seguro de que estoy encinta, y depende de lo que el médico me diga hablaré
con Yami para que no sea tan brusco conmigo a la hora de tener sexo. Estoy
seguro que se va alegrar en cuanto le de esta noticia. – Se levantaba de la
cama para dirigirse nuevamente al baño.
******************************
Una pareja se encontraba desayunando aparentemente tranquilos,
pero en realidad había un silencio total, uno de ellos seguía pensando en lo
que su amiga le contó y todavía recordaba esas imágenes en su cabeza, hasta el
momento no le había dicho nada a su esposo, temía a como él iba a reaccionar,
tan metido estaba en sus pensamientos que un ruido muy fuerte lo sacó de ellos.
MALDITA SEA, NO OYES
QUE LLEVO RATOS HABLÁNDOTE. – Le gritaba furioso un hombre.
Perdóname Yami.
Perdóname Yami, perdóname
Yami. – Lo remedaba como burlándose de él. – Es lo único que sabes decir
estúpido. – Le da una bofetada en la cara.
Ya no me golpees por favor… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif, snif…
¿Quién te has creído para darme
órdenes? Te golpearé las veces que sean necesarias semejante estúpido, tal vez
así te avives un poco. – Lo agarró del pelo con fuerza para tirarlo con
violencia al suelo y ahí comenzó a darle patadas en todas partes de su cuerpo.
Aaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyy… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ya no Yami… Snif, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Por favor ya no me golpees… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Me duele, me duele mucho… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
El
hombre dejó de golpearlo, tiró al suelo todos los platos que había en la mesa,
posteriormente agarró a su esposo del pelo para levantarlo del suelo y tirarlo
boca abajo sobre la mesa. La otra persona tembló al ver lo que su pareja hacía,
ya sabía lo que le iba a ocurrir.
No Yami… Snif, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Por lo que más quieras… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No lo hagas por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Cállate estúpido, ya te he dicho que
para lo único que sirves es para abrirme las piernas. – Lo volvió a agarrar del
pelo para estrellar su cara contra la mesa. La víctima quedó aturdida debido al
golpe que recibió, mientras que el hombre sacaba su cartera de la bolsa de
atrás del pantalón, ahí sacó un condón, después se desabrochó el pantalón para
sacarse su pene y ponerse el condón, una vez que lo hizo metió sus manos por
debajo de las caderas de su pareja para desabrocharle su pantalón y bajárselos
con todo y ropa interior, la otra persona se resistía para no ser violado, pero
lo único que provocó con su acto fue enfurecer más a su agresor. – Deja de
moverte tanto inútil, que no se te olvide que eres mi esposo y tu obligación es
satisfacerme cuándo yo quiera, dónde yo quiera, y cómo yo lo quiera.
Déjame por favor… Snif, snif, snif,
snif, snif, snif, snif… Por favor Yami, no lo hagas, aún no me repongo lo de la
noche anterior... Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Suplicaba, pero el otro poco le importaba
sus súplicas.
¿Y qué? No me importa, lo único que me
interesa es metértela hasta el fondo. – Al tener sus nalgas expuestas le dio
una fuerte nalgada, se relamía sus labios con lujuria al ver ese culito
totalmente expuesto para él. El hombre agarraba su pene para rozárselo en sus
nalgas de manera vulgar y asquerosa. – ¿La sientes? Sientes como me la has
puesto de dura Yūgi. – Seguía jugando con su víctima. – Anda mi amor, dime que
quieres ser penetrado por mí, dime que deseas ser partido en dos.
Noooooooooooooooooo…. Snif, snif, snif,
snif, snif, snif, snif… Déjame por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif,
snif… – Intentó levantar su cabeza, pero al hacerlo recibió un fuerte golpe en
la cabeza dejándolo nuevamente aturdido.
Imbécil, contéstame lo que te estoy preguntando.
– Le da otro golpe bastante fuerte en la espalda.
Aaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Anda mi amor, quiero oírte decir que te
la meta sin compasión, que deseas sentir mi pene hasta en lo más profundo de
tus entrañas… DILO. – Le gritaba. – DILO YŪGI, O TU CASTIGO SERÁ PEOR.
Métemela… Snif, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Sin compasión… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Claro que si mi amor, con gusto te voy
a complacer. – El hombre sostuvo con una mano sus caderas y con la otra llevó
su pene a la entrada de su víctima y ahí se la metió de un sólo golpe.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH...
– Se escuchó un grito ensordecedor.
Oh
si, que rico me lo estas apretando mi amor. – Lo embestía con fuerza, no le
daba tiempo a que se acostumbrara a la penetración. – Aaaaaahhhh, aaaaaahhhh,
aaaahhhh, anda inútil, mueve tus caderas, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…
¡PARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Por... Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por
favor... Me... Snif, snif, snif, snif… Me duele mucho Yami… Sácalo Yami, por
favor sácalo… Me... Duele Mucho… Snif, snif, snif, snif,
snif, snif, snif… Por...
Favor… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Pero que dices idiota, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhh, es obvio
que no pienso sacártelo, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh, es más, quiero oírte
gritar con todas tus fuerzas, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh…
Ya…
No… Basta por favor… No sigas…
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH... Snif, snif, snif, snif,
snif, snif, snif… Así no por favor, no me la metas tan duro Yami, por favor, no
seas tan brusco conmigo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH... – Cada grito
que el joven daba, excitaba aún más a su dizque esposo, y éste aumentaba la
fuerza de sus embestidas solamente para escucharlo gritar más fuerte.
Es
increíble lo estrecho que estas todavía mi amor, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh,
aaaahhhh, puedo sentir como tu esfínter se abre paso para que pueda entrar mi
pene… Aaaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh… – El hombre dejó de embestirlo para
obligarlo a que se pusiera de cuatro siempre sobre la mesa. – Oh si, esto está
mucho mejor, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh. – Llevó una de sus manos al pene
de su pareja para comenzar a masturbarlo con fuerza, se la jalaba y a la vez
estrujaba sin piedad sus testículos. – Mira cómo te estas poniendo de duro Yūgi,
aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh, eso quiere decir que te está gustando,
aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh…
Eso no es cierto… Snif, snif, snif,
snif, snif, snif, snif… Me haces daño Yami… Snif, snif, snif, snif, snif, snif,
snif… Por favor detente, ya no más, detente Yami, te lo suplico, ya no más por
favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Me duele mucho… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif, snif…
El
hombre sonreía con lujuria al escuchar las palabras de su esposo, verlo
sometido de esa manera le era muy placentero para él, cada vez que lo embestía
le daba fuertes nalgadas, luego se inclinaba un poco hacia adelante para
mordérselas hasta sacarle sangre.
Eres delicioso Yūgi, aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh, todo tú
eres delicioso, no hay nadie que se pueda comparar contigo, aaaaaahhhh,
aaaaaahhhh, aaaahhhh, si por mí fuera te cogería día y noche, aaaaaahhhh,
aaaaaahhhh, aaaahhhh…
Después de un buen rato, el hombre estaba
por terminar al igual que la persona que se encontraba debajo de su cuerpo…
Oh
si, anda putita mía, quiero que acabes conmigo, aaaahhhh, aaaahhhh, aaaahhhh…
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH – AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH
Ambos derramaron su semilla, el hombre lo
hizo dentro del trasero de su pareja, y éste se derramaba manchando la mesa.
Yūgi se dejó caer casi a punto de perder el conocimiento, se sentía muy
cansado, sus piernas temblaban, además de que le dolía la cabeza y su cuerpo,
podía sentir como su sangre bajaba por sus piernas, Yami salía lentamente de
él, se quitó el condón y lo puso en una esquina de la mesa para luego decir::
Quiero
que limpies este basurero que has dejado, agradece que llevo prisa porque si no
te lo haría de nuevo. Qué esperas para levantarte pedazo de animal. – Lo
ofendía y a la vez lo trataba mal.
El joven lentamente se bajaba de la mesa
en lo que su pareja se acomodaba la ropa, al bajarse sus piernas no lo
sostuvieron y cayó de rodillas al suelo.
Pero
que inútil eres, ni siquiera puedes ponerte de pie, tienes suerte de que me
vaya a trabajar, si no aquí mismo te daría un buen escarmiento. – Después de
terminarlo de humillar decide restregarle el condón por toda la cara. – Abre la
boca estúpido, abre la maldita boca te digo. – Lo obligaba a la fuerza para que
abriera su boca. – Que no me oyes lo que te estoy diciendo pedazo de animal, si
no la abres te romperé la mandíbula. – La otra persona no tuvo otra opción que
abrir su boca y en cuanto lo hizo, el hombre le metió a la fuerza el condón que
acababa de usar con él. – Las perras como tú, deben de limpiar muy bien la
suciedad de su macho, y no olvides dejar todo limpio antes de que yo regrese. –
Al decir esto último decidió dejarlo solo, el joven al ver que se fue se dejó
caer al suelo llorando dolorosamente, una vez que estuvo en el suelo escupió el
condón usado que tenía dentro de su boca.
******************************
Horas más tarde…
Pobre Yūgi, lo vi
tan afectado al darle esa terrible noticia, no entiendo por qué le tiene que
aguantar tanto, cuando lo vi todo golpeado quedé en shock, no podía creer como
Yami se había atrevido a lastimarlo. – Suspiró melancólica. – Yūgi, debes de
tener el valor para denunciar a tu esposo, date cuenta que si sigues así él
podría matarte a golpes, Yūgi, solamente tú puedes decidir si salir de ese
infierno o quedarte ahí para siempre. – Pensaba para sí misma una joven de
cabellos castaños y ojos azules. – No podré ayudarte si tú no pones de tu
parte, te he ofrecido mi ayuda, incluso te ofrecí mi casa para que pudieras
quedarte a vivir ahí por algún tiempo, pero si tu no haces nada al respecto,
¿qué más podría hacer yo? Si lo denuncio lo más seguro es que tú lo defiendas
diciendo que todo es mentiras, y yo tendría problemas con la justicia por
levantar una falsa denuncia. Animo amigo, tienes que darte cuenta que Yami ha
dejado de ser el hombre con el que tú te casaste, ha dejado de ser aquel hombre
cariñoso, tierno, cordial, y alegre que era contigo. Lo que no entiendo es,
¿cómo pudo cambiar tanto? ¿Por qué se atreve a lastimar a la persona que decía
amarlo con todas sus fuerzas? Estúpido Yami, como me gustaría ponerlo en su
lugar y decirle todo lo que se merece. – Todavía recordaba la reacción de su
amigo cuando llegó hablar con él.
FLASH BACK
¿Qué harías si supieras que Yami tiene
un amante?
¿Un amante? ¿De qué estás hablando?
Yami no puede serme infiel, él me ama, sé que todavía me ama.
No Yūgi, el dejó de amarte hace mucho
tiempo.
MIENTES, ESTÁS MINTIENDO. – Gritaba
furioso.
Escúchame por favor.
NO, NO PIENSO ESCUCHARTE, QUIERO QUE TE
LARGUES EN ESTE MISMO INSTANTE.
No me iré de aquí hasta que me
escuches.
LÁRGATE TEA, NUNCA DEBÍ DE HABERTE
DICHO NADA.
Yūgi por favor.
NO ME TOQUES.
Bien, tendrás que escucharme aunque tú
no quieras.
DE SEGURO HAS VENIDO A CALUMNIAR A
YAMI, SON PURAS MENTIRAS LAS QUE ME DIRÁS.
No Yūgi, todo lo que voy a decirte va
ser la pura verdad, allá tú si me crees o no.
HABLA DE UNA VEZ PARA QUE TE LARGUES.
Como te dije antes, Yami tiene un
amante y lo peor es que se trata de uno de nuestros amigos.
¿Qué? – Volvía a llorar de nueva
cuenta, creía que lo que su amiga le estaba diciendo no era más que mentiras.
Así es Yūgi, y lo creas o no, Tristán
es el amante de tu esposo.
Noooo… Snif, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… No puede ser… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No es
cierto, todo es mentiras, tú lo estas inventando todo, no entiendo, ¿qué ganas
con decirme todas estas cosas?
Cálmate Yūgi, sabía que no me ibas a
creer, por esa razón es que decidí grabarlos y tomarles algunas fotos. – Sacaba
el celular de su cartera, mientras miraba a su amigo todo devastado, como si
todo su mundo se le hubiera venido abajo. – Mira el vídeo con tus propios ojos,
y si te fijas bien te darás cuenta que es la oficina de Yami.
Esto no puede ser cierto… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif, snif… – Veía el vídeo que su amiga había grabado con su
celular. – ¿Por qué? ¿Por qué me hace esto Yami?
Cálmate Yūgi.
Es que de verdad no lo entiendo Tea… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿No se suponía que Tristán amaba a Duke?
La
mujer se quedó pensativa a lo que le decía su amigo.
Al parecer eso es lo que nos hizo creer
a todos.
¿Qué voy hacer?... Snif, snif, snif,
snif, snif, snif, snif…
Tienes que enfrentarlo Yūgi.
¿Cómo? Si se lo digo lo más probable es
que lo niegue todo.
En eso si tienes razón. – Se quedó
pensando por un momento. – Se me ocurre una idea.
¿Cuál?
Vigilaré a Tristán sin que él se dé
cuenta.
¿Vigilarlo, y para qué?
¿Cómo que para qué? Tarde o temprano
volverá a ir a la oficina de Yami, cuando eso ocurra yo te llamaré para que tú
puedas enfrentarlos cara a cara.
No lo sé Tea, la verdad es que he
comenzado a tenerle miedo a Yami.
Yūgi, entiende que esto no puede seguir
así, ten valor amigo y divórciate de Yami antes de que sea demasiado tarde.
Dame tiempo para asimilar toda esta
situación.
Está bien Yūgi, como quieras.
FIN DEL
FLASHBACK
Yūgi, cada día que
pasa temo por tu vida, solamente espero que puedas tomar la decisión correcta.
******************************
Hola Ryou.
Hola mi amor. – Se
le acercó para darle un beso, pero se sintió mal al ser rechazado. – ¿Qué sucede?
¿Acaso estás enojado conmigo?
No es eso. – Desvió
un poco la mirada.
Bakura, dime qué te
pasa, tu actitud me asusta.
Ryou, necesito
hablar contigo, pero no aquí.
El joven lo miraba preocupado, era la primera vez que veía a su
novio comportarse de manera misteriosa.
Está bien, dime a
dónde te gustaría ir.
Quiero que primero
vayamos a almorzar y luego iremos a mi departamento.
¿A tu departamento?
– Cuestionaba incrédulo, esa sería la primera vez que conocería el lugar donde vive
su novio.
Así es Ryou, ahí
podemos hablar con más calma sin que nadie nos interrumpa.
De acuerdo, iré a tu
departamento. – Manifestó algo nervioso.
Continuará…
N/A: ¿Yūgi tendrá el valor de enfrentar a su esposo? ¿Por qué Bakura
actúa de manera misteriosa? ¿Hará bien Tea en apoyar a su amigo? ¿Cuál será la
reacción de Yami al enterarse de que su amante esta embarazado? ¿Qué opinan del
comportamiento de Tristán? ¿Podrá salirse con la suya? ¿Es correcto utilizar un
hijo sólo para amarrar a una persona? ¿Creen que Tristán sienta amor por su
hijo? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los próximos capítulos, muchas
gracias por acompañarme en esta historia desde el principio, y a la vez les
agradezco por todos su comentarios que me han dejado. ¿Cuál será el final de
esta historia? ¿Quieren un final trágico? ¿O prefieren un final feliz? No
olviden dejar sus comentarios y sugerencias que yo con mucho gusto les
responderé.
Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense
bien, estudien y échenle ganas a su trabajo, no salgan de sus casas al menos
que sea estrictamente necesario. Cuando salgan, no olviden ponerse la
mascarilla, llevar su botecito de alcohol gel y sanitizarse antes de entrar a
sus hogares. Cuídense mucho y les deseo un feliz año nuevo lleno de muchas alegrías, prosperidad y bendiciones.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario