jueves, 24 de diciembre de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 63: Sin cachorro… No hay navidad... III parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

En algún lugar de Ciudad Domino…

 

Un hombre se encontraba sentado en un sillón de la sala, llevaba un buen rato pensando en muchas cosas, se sentía impotente por no haberle podido dar una buena cena a su pareja, con tantos problemas que habían tenido enantes y le alcanzó el dinero para comprar algo sencillo, sabía que él se merecía algo mejor, y ni siquiera pudo comprarle un regalo de navidad. Se levantó del sillón para caminar un poco alrededor del lugar, ya había perdido la cuenta de cuantas veces llevaba suspirando, volteó a ver hacia una pared donde estaba colgado un reloj marcando las 10:30 de la noche, bajó un poco la mirada mientras susurraba…

 

         Supongo que no va venir, empiezo a creer que Mokuba tenía razón al decirme que era una total pérdida de tiempo. Rayos, ¿por qué tiene que ser tan obstinado? Nada le costaba venir a ver a su hermano. – Unas finas lágrimas rodaban por sus mejillas en lo que su mente le hacía recordar lo sucedido ese día.

 

FLASH BACK

 

Estaba entrando a un enorme edificio, caminó en dirección hacia un ascensor, en cuanto las puertas se abrían salía de ahí para caminar por uno de los pasillos del lugar, estaba llegando a su destino cuando en eso se topó con otra persona.

 

         ¿Vienes a hablar con él?

 

         Si.

 

         Déjame decirte que vas a perder tu tiempo.

 

La otra persona se sorprendió por lo que ese hombre le decía, fueron las mismas palabras que su pareja le había dicho.

 

         No pierdo nada con intentarlo.

 

         Como quieras, pero una cosa si te digo, dudo mucho que él quiera recibirte.

 

         ¿Por qué lo dices?

 

         Porque esta insoportable, no hay quien lo aguante en estos momentos.

 

         Entiendo. – Bajó un poco la mirada.

 

         Será mejor que no entres, hazme caso es por tu bien.

 

         Gracias por el consejo, pero necesito hablar con él.

 

         De acuerdo, te acompañaré hasta la puerta de su oficina para que puedas entrar, después de eso estarás completamente solo.

 

         Gracias.

 

Ambos caminaron en dirección hacia una oficina, antes de entrar vieron salir a la secretaria un tanto nerviosa.

 

         Buenos días señor Ishtar.

 

         Buenos días, ¿estás bien?

 

         Si.

 

         No me digas que todavía sigue molesto.

 

         Que le puedo decir señor Ishtar.

 

Se escuchó un fuerte suspiro mientras volteaba a ver a su acompañante.

 

         Me quedaré cerca de aquí por si logras necesitar ayuda.

 

         Se lo agradezco mucho Marik.

 

         Entra ya, y buena suerte.

 

         Créame que esta vez la voy a necesitar bastante. – Medio le sonrió.

 

Una vez que entró…


         Buenos días señor…

 

         ¿QUÉ DIABLOS HACES AQUÍ? LÁRGUESE DE UNA VEZ ANTES DE QUE LLAME A SEGURIDAD. – Lo interrumpió de golpe. – ESTO ERA LO ÚNICO QUE ME FALTABA, QUE VINIERA USTED A TERMINARME DE AMARGAR EL DÍA.

 

         Solamente he venido a platicar con usted.

 

         JA, Y QUÉ LE HACE PENSAR QUE YO QUIERA HACERLO CON USTED. – Expresó con sarcasmo.

 

         Antes que nada quiero pedirle que se tranquilice.

 

         TÚ A MÍ NO ME DARÁS ÓRDENES ESTÚPIDO MUERTO DE HAMBRE.

 

         No fue una orden la que le di, más bien fue una petición.

 

         YA ME TIENES ARTO, O SE VA AHORA MISMO O YO LO SACO PERSONALMENTE DE AQUÍ.

 

         Escúcheme por favor, si estoy aquí es por su hermano.

 

         MÁS TE VALE QUE NO LE HAYA PASADO NADA MALO A MI HERMANO O LE JURO QUE…

 

         CÁLLESE Y PÓNGAME ATENCIÓN A LO QUE TRATO DE DECIRLE. – Estaba perdiendo la paciencia con ese hombre.

 

         ¿CÓMO SE ATREVE HABLARME DE ESA MANERA? ES USTED UN…

 

         SUFICIENTE, NO PERMITIRÉ QUE ME SIGA INSULTANDO.

 

         PUES LE GUSTE O NO, LO SEGUIRÉ HACIENDO.

 

Ambos discutían fuertemente y al parecer ninguno daba su brazo a torcer.

 

         Señor Kaiba, únicamente he venido a pedirle un favor.

 

         JA, LO SUPONÍA, ¿VIENES A PEDIRME DINERO, VERDAD? PUES DE UNA VEZ LE DIGO QUE DE MÍ NO RECIBIRÁ NI UN CENTAVO PARTIDO POR LA MITAD.

 

         NO QUIERO SU ESTÚPIDO DINERO Y TAMPOCO VENGO A PEDÍRSELO.

 

         ENTONCES QUÉ DEMONIOS QUIERES.

 

         LO QUE QUIERO ES INVITARLO A NUESTRA CENA NAVIDEÑA.

 

         ¿Qué fue lo que dijiste? – Preguntó sorprendido.

 

         Quiero que vaya a mi departamento para que pueda cenar con nosotros, no olvide que hoy es noche buena.

 

         Esto es increíble, no lo puedo creer, ¿puedo saber a qué demonios estás jugando?

 

         No estoy jugando a nada.

 

         Si claro, y luego le dirás a Mokuba que hiciste tu buena acción del día. – Manifestaba con sarcasmo. – ¿Me crees estúpido?

 

         Obvio que no.

 

         ¿Entonces por qué lo haces?

 

         Lo hago por Mokuba, y aunque no me lo crea, él le está guardando cierto resentimiento.

 

         ESO ES MENTIRAS. – Gritó furioso. – DE SEGURO USTED LE ESTÁ METIENDO COSAS EN SU CABEZA PARA PONERLO EN MI CONTRA.

 

         Si eso fuera verdad lo que dice créame que no estuviera aquí parado frente a usted.

 

         MALDITO MAJADERO, PODRÁS ENGAÑAR A MI HERMANO, PERO A MÍ NO, SIGUES SIENDO UN ARRASTRADO, UN INÚTIL, UN MUERTO DE HAMBRE, UN VIL Y ASQUEROSO GUSANO, UN PARÁSITO DE LA SOCIEDAD, UN BUENO PARA NADA QUE PARA LO ÚNICO QUE SIRVES ES PARA ABRIRLE LAS PIERNAS A MI HERMANO, PERO ESTOY SEGURO QUE TARDE O TEMPRANO MOKUBA SE ABURRIRÁ DE TI Y TE DESECHARÁ COMO A UN TRAPO VIEJO E INSERVIBLE.

 

Al hombre le dolían todo lo que esa persona le decía, se tuvo que morder la lengua para no responderle y en vez de eso únicamente contestó:

 

         Aquí le dejo la dirección de mi departamento, aunque sé que usted ya sabe dónde vivo, pero por si acaso desea acompañarnos le aseguro que va ser bienvenido. Por cierto, si se anima en llegar hará feliz a Mokuba. Y como le dije anteriormente, es noche buena y nadie se merece pasar una navidad solo.

 

         LÁRGATE DE AQUÍ MALDITO IMBÉCIL. – Lo miraba con odio.


         Me voy, no sin antes decirle… – Lo miró fijamente a los ojos. – Feliz Navidad señor Kaiba.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

         Noah, Noah, Noah...

 

Una voz conocida por él lo sacó de sus pensamientos.

 

         Perdón amor, ¿qué me decías?

 

         ¿Qué pasa contigo? Llevo ratos llamándote y tu ni caso me hacías.

 

         Perdóname Mokuba, estaba pensando en muchas cosas.

 

         ¿Y puedo saber en qué pensabas?

 

El hombre se levantó del sillón para acercarse a su pareja.

 

         Perdóname por ser un inútil y un maldito fracasado.

 

         ¡Noah, por qué me dices eso! – Exclamó sorprendido.

 

         No tienes idea de cómo me siento amor, no soy capaz de darte la vida que te mereces, ni siquiera me alcanzó el dinero para prepararte una buena cena de navidad.

 

         Amor, no te sientas mal por eso, ambos sabemos que este año tuvimos muchos problemas, pero olvidas un pequeño detalle.

 

         ¿Ah sí, y cuál es?

 

         Es que los dos supimos salir adelante, y lo más importante es que seguimos juntos.

 

         No tienes idea de lo feliz que me haces al escucharte hablar de esa manera.

 

         Te sientes feliz porque tu corazón sabe que lo que te estoy diciendo es la verdad.

 

         Te amo tanto Mokuba, a veces pienso que no te merezco.

 

         No digas eso amor, nunca olvides que tú vales mucho.

 

         Muchas gracias amor.

 

         Vamos a cenar antes que la comida se enfríe.


         Me gustaría esperar un poco más.

 

         ¿Para qué?

 

         Para que hagamos el brindis a la media noche.

 

         Todavía falta una hora para eso y yo ya tengo hambre.

 

         Está bien, vamos a cenar. – Respondió melancólico. – “No vendrá, fui un tonto en creer que si lo haría, quizás Mokuba tenía razón al decirme que era una total pérdida de tiempo”. – Eso último lo pensó para sí mismo.

 

Estaban a punto de comenzar a cenar cuando en eso se escuchó el timbre de la puerta.

 

         ¿Quién podrá ser a esta hora? – Preguntó el pelinegro.

 

         “No puedo creer que sea él”. – Pensó para sí mismo. – Iré a ver quién es amor.

 

         En ese caso vamos los dos.

 

         Pero…

 

         Nada de peros y vamos.

 

         Está bien.

 

Una vez que fueron abrir la puerta…

 

         Buenas noches. – Saludó la persona que estaba del otro lado.

 

         ¿Qué haces aquí? – Le cuestionó el pelinegro.

 

         Solamente vine para ver si estas bien.

 

         Ya me viste, ahora adiós.

 

         Mokuba por favor, déjalo pasar.

 

         Pero Noah…

 

         Es noche buena y es tu hermano.

 

         Ahora lo entiendo, ¿tú lo invitaste no es así?


         Si.

 

         ¿NOAH, CÓMO PUDISTE? ¿CON QUÉ DERECHO TE ATREVES A HACERLO? DEBISTE HABÉRMELO DICHO. – Le gritaba muy molesto.

 

         Perdóname por favor, no pensé que te ibas a molestar.

 

         ESE ES EL PROBLEMA, TÚ NUNCA PIENSAS EN NADA.

 

Sin darse cuenta había ofendido a su pareja.

 

         Tienes razón en decir que yo nunca pienso.

 

         Noah, lo siento mucho.

 

         Cof, cof, cof… – Se escuchó una pequeña interrupción. – No vine a causarles problemas, solamente estoy aquí por…

 

         No se preocupe señor Kaiba, pase por favor. – Lo invitaba a pasar el peliverde.

 

Una vez dentro…

 

         Estábamos a punto de cenar.

 

         Eso quiere decir que llegué justo a tiempo.

 

         Si.

 

         Iré a la cocina a traer otro plato para poner en la mesa. – Comentó el pelinegro algo molesto.

 

Cuando se fue uno de ellos dijo:

 

         Qué vida más miserable la que le estas dando a mi hermano.

 

         Lo sé. – Bajó un poco la mirada.

 

         ¿Y esa es toda la comida que tienen?

 

         Si.

 

         No te da vergüenza que no le puedas dar una buena cena aunque sea en esta época del año.

 

         Con todo respeto señor Kaiba, lo invité a que pasara la navidad con su hermano, no a que viniera a estarme criticando.

 

         Ja, solamente los fracasados saben dar una respuesta tan mediocre.

 

         Si lo que quiere es iniciar una discusión de una vez le digo que pierde su tiempo.

 

El castaño estaba a punto de responderle, pero no lo hizo al ver que llegaba su hermano.

 

         Ven hermano, siéntate.

 

         Muchas gracias Mokuba.

 

         Empieza a servir por favor Noah.

 

         ¿Por qué no lo haces tú Mokuba?

 

         Porque…

 

         Creo que lo más conveniente es que lo haga el señor Kaiba, ya que es nuestro invitado.

 

Hubo un breve silencio…

 

         De acuerdo, lo haré.

 

El tiempo pasó muy rápido y al cabo de una hora estaban terminando de cenar y durante ese lapso conversaban de algunas cosas. El reloj ya marcaba las doce en punto.

 

         ¡Feliz navidad! – Exclamó el dueño del departamento.

 

         Feliz navidad amor, feliz navidad hermano.

 

         Feliz navidad Mokuba, y a usted también. – Volteó a ver a la otra persona.

 

         Feliz navidad señor Kaiba.

 

         Propongo un brindis. – Interrumpió el pelinegro, y todos levantaron sus copas. – Brindo por un hermoso año venidero.

 

         Yo brindo porque siempre estemos juntos amor.

 

         ¿Eres feliz Mokuba?

 

         Si hermano, no te imaginas cuánto.

 

         En ese caso brindo porque siempre lo seas.

 

         Salud.

 

         Salud.

 

         Salud.

 

Todos se la estaban pasando bien, por primera vez el ojiazul pasaba la navidad con el novio de su hermano, y por primera vez el CEO hacia a un lado su orgullo para poder convivir con su hermano y que pudiera tener una hermosa navidad inolvidable.

 

         Muchas gracias por venir Seto.

 

         No me lo agradezcas a mí, dale las gracias a tu novio.

 

         Es verdad, muchas gracias Noah.

 

         No hay nada que agradecer mi amor.

 

******************************

 

Departamento de Ryou…

 

Después que habían celebrado la navidad, uno de los presentes decidió irse a su habitación a descansar. Ahí, pensaba en muchas cosas, recordaba como celebraba la navidad con su esposo, y de como eran felices cenando y compartiendo en familia.


 

         “Solamente espero que no estés solo en esta noche mi amor”. – Pensaba para sí mismo. – “Como me gustaría poderte abrazar, besarte, desearte una muy feliz navidad, y al mismo tiempo decirte que pronto serás papá. No tienes idea de la falta que me haces, muero de ganas por llamarte únicamente para escuchar tu voz, pero no me atrevo hacerlo porque temo que puedas rechazarme, y que me digas que ya no quieres volver a saber a de mí. Y la verdad es que no quisiera escuchar esas palabras, aún tengo la esperanza de que vengas por mí y por tus hijos”. – Se sobaba suavemente su pancita. – Feliz navidad Kisara, feliz navidad mi pequeño Seto, los amo con todo mi corazón. No se preocupen por nada, estoy seguro que su padre cuidará muy bien de ustedes. – Con su mano se limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos, en ese momento entraba una persona a su habitación.


 

         Hola Joey, ¿puedo pasar?


 

         Claro que si Ryou, pasa.


 

         Vine a ver cómo estás, y a la vez te traje una manta extra para que puedas cubrirte con ella. Esta noche hará mucho frío.


 

         Muchísimas gracias Ryou.


 

         ¿Seguro que estas bien? No necesitas alguna otra cosa.


 

         Estoy bien, gracias.


 

         Bien, en ese caso me iré a dormir.


 

         ¿Ya se fue Bakura?


 

         Si, hace poco se acaba de ir.


 

         Ryou.


 

         Si dime.


 

         Gracias por todo amigo, gracias por cuidar de mí y de mis hijos.


 

         No tienes nada que agradecer Joey. Bueno, me voy a descansar, y tú también deberías de irte a descansar.


 

         De acuerdo.


 

         Adiós, nos vemos en unas cuantas horas. – Medio le sonrió.


 

         Adiós Ryou, y Feliz Navidad.


 

         Feliz Navidad Joey.


 

Al salir el albino, el rubio se levantó de la cama para dirigirse a una pequeña mesa que había en su habitación, ahí sacó una hoja y un lapicero para comenzar a escribir una carta…


 

Querido Seto:

 

Cuando estés leyendo mi carta lo más probable es que ya no esté aquí, hay tantas cosas que me gustaría decirte pero ni siquiera sé por dónde empezar… Creo que comenzaré por decirte que te amo mucho, siempre te he amado y te seguiré amando hasta el final de mis días…


 

Continuará…

 

 

N/A: ¿Habrá hecho lo correcto Noah de haber invitado a su cuñado? Como que este gato pulgoso no aprende a mantener la boca callada, siempre busca la oportunidad perfecta para humillar a los demás. ¿Qué harían ustedes estando en el lugar de Noah? ¿Qué clase de carta habrá escrito nuestro cachorro? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, no se pierdan la continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé. Mil gracias por todo su apoyo y por tomarse su tiempo en leerme, les deseo a todos y cada uno de ustedes una muy feliz navidad y próspero año nuevo.

 

Ahora sí, me despido con mucho cariño no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.

 

Atte.:

 

          KAT.

 


2 comentarios:

  1. Wey no mames 😢😢😢 parece que el cachorro se esta despidiendo noooo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Tú crees que sea una despedida? ¿Qué crees que vaya a pasar? ¿Por qué el cachorro habrá escrito esa carta?

      Eliminar