Capítulo 63: Sin cachorro… No hay navidad... III parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un hombre se encontraba sentado en un sillón de la sala, llevaba
un buen rato pensando en muchas cosas, se sentía impotente por no haberle
podido dar una buena cena a su pareja, con tantos problemas que habían tenido
enantes y le alcanzó el dinero para comprar algo sencillo, sabía que él se
merecía algo mejor, y ni siquiera pudo comprarle un regalo de navidad. Se
levantó del sillón para caminar un poco alrededor del lugar, ya había perdido
la cuenta de cuantas veces llevaba suspirando, volteó a ver hacia una pared
donde estaba colgado un reloj marcando las 10:30 de la noche, bajó un poco la
mirada mientras susurraba…
Supongo que no va
venir, empiezo a creer que Mokuba tenía razón al decirme que era una total
pérdida de tiempo. Rayos, ¿por qué tiene que ser tan obstinado? Nada le costaba
venir a ver a su hermano. – Unas finas lágrimas rodaban por sus mejillas en lo
que su mente le hacía recordar lo sucedido ese día.
FLASH
BACK
Estaba entrando a un enorme edificio, caminó
en dirección hacia un ascensor, en cuanto las puertas se abrían salía de ahí
para caminar por uno de los pasillos del lugar, estaba llegando a su destino
cuando en eso se topó con otra persona.
¿Vienes
a hablar con él?
Si.
Déjame
decirte que vas a perder tu tiempo.
La otra persona se sorprendió por lo que
ese hombre le decía, fueron las mismas palabras que su pareja le había dicho.
No
pierdo nada con intentarlo.
Como
quieras, pero una cosa si te digo, dudo mucho que él quiera recibirte.
¿Por
qué lo dices?
Porque
esta insoportable, no hay quien lo aguante en estos momentos.
Entiendo.
– Bajó un poco la mirada.
Será
mejor que no entres, hazme caso es por tu bien.
Gracias
por el consejo, pero necesito hablar con él.
De
acuerdo, te acompañaré hasta la puerta de su oficina para que puedas entrar,
después de eso estarás completamente solo.
Gracias.
Ambos caminaron en dirección hacia una
oficina, antes de entrar vieron salir a la secretaria un tanto nerviosa.
Buenos
días señor Ishtar.
Buenos
días, ¿estás bien?
Si.
No
me digas que todavía sigue molesto.
Que
le puedo decir señor Ishtar.
Se escuchó un fuerte suspiro mientras
volteaba a ver a su acompañante.
Me
quedaré cerca de aquí por si logras necesitar ayuda.
Se
lo agradezco mucho Marik.
Entra
ya, y buena suerte.
Créame
que esta vez la voy a necesitar bastante. – Medio le sonrió.
Una vez que entró…
Buenos
días señor…
¿QUÉ
DIABLOS HACES AQUÍ? LÁRGUESE DE UNA VEZ ANTES DE QUE LLAME A SEGURIDAD. – Lo
interrumpió de golpe. – ESTO ERA LO ÚNICO QUE ME FALTABA, QUE VINIERA USTED A
TERMINARME DE AMARGAR EL DÍA.
Solamente
he venido a platicar con usted.
JA,
Y QUÉ LE HACE PENSAR QUE YO QUIERA HACERLO CON USTED. – Expresó con sarcasmo.
Antes
que nada quiero pedirle que se tranquilice.
TÚ
A MÍ NO ME DARÁS ÓRDENES ESTÚPIDO MUERTO DE HAMBRE.
No
fue una orden la que le di, más bien fue una petición.
YA
ME TIENES ARTO, O SE VA AHORA MISMO O YO LO SACO PERSONALMENTE DE AQUÍ.
Escúcheme
por favor, si estoy aquí es por su hermano.
MÁS
TE VALE QUE NO LE HAYA PASADO NADA MALO A MI HERMANO O LE JURO QUE…
CÁLLESE
Y PÓNGAME ATENCIÓN A LO QUE TRATO DE DECIRLE. – Estaba perdiendo la paciencia
con ese hombre.
¿CÓMO
SE ATREVE HABLARME DE ESA MANERA? ES USTED UN…
SUFICIENTE,
NO PERMITIRÉ QUE ME SIGA INSULTANDO.
PUES
LE GUSTE O NO, LO SEGUIRÉ HACIENDO.
Ambos discutían fuertemente y al parecer
ninguno daba su brazo a torcer.
Señor
Kaiba, únicamente he venido a pedirle un favor.
JA,
LO SUPONÍA, ¿VIENES A PEDIRME DINERO, VERDAD? PUES DE UNA VEZ LE DIGO QUE DE MÍ
NO RECIBIRÁ NI UN CENTAVO PARTIDO POR LA MITAD.
NO
QUIERO SU ESTÚPIDO DINERO Y TAMPOCO VENGO A PEDÍRSELO.
ENTONCES
QUÉ DEMONIOS QUIERES.
LO
QUE QUIERO ES INVITARLO A NUESTRA CENA NAVIDEÑA.
¿Qué
fue lo que dijiste? – Preguntó sorprendido.
Quiero
que vaya a mi departamento para que pueda cenar con nosotros, no olvide que hoy
es noche buena.
Esto
es increíble, no lo puedo creer, ¿puedo saber a qué demonios estás jugando?
No
estoy jugando a nada.
Si
claro, y luego le dirás a Mokuba que hiciste tu buena acción del día. –
Manifestaba con sarcasmo. – ¿Me crees estúpido?
Obvio
que no.
¿Entonces
por qué lo haces?
Lo
hago por Mokuba, y aunque no me lo crea, él le está guardando cierto
resentimiento.
ESO
ES MENTIRAS. – Gritó furioso. – DE SEGURO USTED LE ESTÁ METIENDO COSAS EN SU
CABEZA PARA PONERLO EN MI CONTRA.
Si
eso fuera verdad lo que dice créame que no estuviera aquí parado frente a
usted.
MALDITO
MAJADERO, PODRÁS ENGAÑAR A MI HERMANO, PERO A MÍ NO, SIGUES SIENDO UN
ARRASTRADO, UN INÚTIL, UN MUERTO DE HAMBRE, UN VIL Y ASQUEROSO GUSANO, UN
PARÁSITO DE LA SOCIEDAD, UN BUENO PARA NADA QUE PARA LO ÚNICO QUE SIRVES ES
PARA ABRIRLE LAS PIERNAS A MI HERMANO, PERO ESTOY SEGURO QUE TARDE O TEMPRANO
MOKUBA SE ABURRIRÁ DE TI Y TE DESECHARÁ COMO A UN TRAPO VIEJO E INSERVIBLE.
Al hombre le dolían todo lo que esa
persona le decía, se tuvo que morder la lengua para no responderle y en vez de
eso únicamente contestó:
Aquí
le dejo la dirección de mi departamento, aunque sé que usted ya sabe dónde
vivo, pero por si acaso desea acompañarnos le aseguro que va ser bienvenido.
Por cierto, si se anima en llegar hará feliz a Mokuba. Y como le dije
anteriormente, es noche buena y nadie se merece pasar una navidad solo.
LÁRGATE
DE AQUÍ MALDITO IMBÉCIL. – Lo miraba con odio.
Me
voy, no sin antes decirle… – Lo miró fijamente a los ojos. – Feliz Navidad
señor Kaiba.
FIN
DEL FLASHBACK
Noah,
Noah, Noah...
Una voz conocida por él lo sacó de sus
pensamientos.
Perdón
amor, ¿qué me decías?
¿Qué
pasa contigo? Llevo ratos llamándote y tu ni caso me hacías.
Perdóname
Mokuba, estaba pensando en muchas cosas.
¿Y
puedo saber en qué pensabas?
El hombre se levantó del sillón para
acercarse a su pareja.
Perdóname
por ser un inútil y un maldito fracasado.
¡Noah,
por qué me dices eso! – Exclamó sorprendido.
No
tienes idea de cómo me siento amor, no soy capaz de darte la vida que te
mereces, ni siquiera me alcanzó el dinero para prepararte una buena cena de
navidad.
Amor,
no te sientas mal por eso, ambos sabemos que este año tuvimos muchos problemas,
pero olvidas un pequeño detalle.
¿Ah
sí, y cuál es?
Es
que los dos supimos salir adelante, y lo más importante es que seguimos juntos.
No
tienes idea de lo feliz que me haces al escucharte hablar de esa manera.
Te
sientes feliz porque tu corazón sabe que lo que te estoy diciendo es la verdad.
Te
amo tanto Mokuba, a veces pienso que no te merezco.
No
digas eso amor, nunca olvides que tú vales mucho.
Muchas
gracias amor.
Vamos
a cenar antes que la comida se enfríe.
Me
gustaría esperar un poco más.
¿Para
qué?
Para
que hagamos el brindis a la media noche.
Todavía
falta una hora para eso y yo ya tengo hambre.
Está
bien, vamos a cenar. – Respondió melancólico. – “No vendrá, fui un tonto en
creer que si lo haría, quizás Mokuba tenía razón al decirme que era una total
pérdida de tiempo”. – Eso último lo pensó para sí mismo.
Estaban a punto de comenzar a cenar cuando
en eso se escuchó el timbre de la puerta.
¿Quién
podrá ser a esta hora? – Preguntó el pelinegro.
“No
puedo creer que sea él”. – Pensó para sí mismo. – Iré a ver quién es amor.
En
ese caso vamos los dos.
Pero…
Nada
de peros y vamos.
Está
bien.
Una vez que fueron abrir la puerta…
Buenas
noches. – Saludó la persona que estaba del otro lado.
¿Qué
haces aquí? – Le cuestionó el pelinegro.
Solamente
vine para ver si estas bien.
Ya
me viste, ahora adiós.
Mokuba
por favor, déjalo pasar.
Pero
Noah…
Es
noche buena y es tu hermano.
Ahora
lo entiendo, ¿tú lo invitaste no es así?
Si.
¿NOAH,
CÓMO PUDISTE? ¿CON QUÉ DERECHO TE ATREVES A HACERLO? DEBISTE HABÉRMELO DICHO. –
Le gritaba muy molesto.
Perdóname
por favor, no pensé que te ibas a molestar.
ESE
ES EL PROBLEMA, TÚ NUNCA PIENSAS EN NADA.
Sin darse cuenta había ofendido a su
pareja.
Tienes
razón en decir que yo nunca pienso.
Noah,
lo siento mucho.
Cof,
cof, cof… – Se escuchó una pequeña interrupción. – No vine a causarles
problemas, solamente estoy aquí por…
No
se preocupe señor Kaiba, pase por favor. – Lo invitaba a pasar el peliverde.
Una vez dentro…
Estábamos
a punto de cenar.
Eso
quiere decir que llegué justo a tiempo.
Si.
Iré
a la cocina a traer otro plato para poner en la mesa. – Comentó el pelinegro
algo molesto.
Cuando se fue uno de ellos dijo:
Qué
vida más miserable la que le estas dando a mi hermano.
Lo
sé. – Bajó un poco la mirada.
¿Y
esa es toda la comida que tienen?
Si.
No
te da vergüenza que no le puedas dar una buena cena aunque sea en esta época
del año.
Con
todo respeto señor Kaiba, lo invité a que pasara la navidad con su hermano, no
a que viniera a estarme criticando.
Ja,
solamente los fracasados saben dar una respuesta tan mediocre.
Si
lo que quiere es iniciar una discusión de una vez le digo que pierde su tiempo.
El castaño estaba a punto de responderle,
pero no lo hizo al ver que llegaba su hermano.
Ven
hermano, siéntate.
Muchas
gracias Mokuba.
Empieza
a servir por favor Noah.
¿Por
qué no lo haces tú Mokuba?
Porque…
Creo
que lo más conveniente es que lo haga el señor Kaiba, ya que es nuestro
invitado.
Hubo un breve silencio…
De
acuerdo, lo haré.
El tiempo pasó muy rápido y al cabo de una
hora estaban terminando de cenar y durante ese lapso conversaban de algunas
cosas. El reloj ya marcaba las doce en punto.
¡Feliz
navidad! – Exclamó el dueño del departamento.
Feliz
navidad amor, feliz navidad hermano.
Feliz
navidad Mokuba, y a usted también. – Volteó a ver a la otra persona.
Feliz
navidad señor Kaiba.
Propongo
un brindis. – Interrumpió el pelinegro, y todos levantaron sus copas. – Brindo
por un hermoso año venidero.
Yo
brindo porque siempre estemos juntos amor.
¿Eres
feliz Mokuba?
Si
hermano, no te imaginas cuánto.
En
ese caso brindo porque siempre lo seas.
Salud.
Salud.
Salud.
Todos se la estaban pasando bien, por
primera vez el ojiazul pasaba la navidad con el novio de su hermano, y por
primera vez el CEO hacia a un lado su orgullo para poder convivir con su
hermano y que pudiera tener una hermosa navidad inolvidable.
Muchas
gracias por venir Seto.
No
me lo agradezcas a mí, dale las gracias a tu novio.
Es
verdad, muchas gracias Noah.
No
hay nada que agradecer mi amor.
******************************
Departamento de Ryou…
Después que habían celebrado la navidad, uno de los presentes
decidió irse a su habitación a descansar. Ahí, pensaba en muchas cosas,
recordaba como celebraba la navidad con su esposo, y de como eran felices
cenando y compartiendo en familia.
“Solamente espero
que no estés solo en esta noche mi amor”. – Pensaba para sí mismo. – “Como me
gustaría poderte abrazar, besarte, desearte una muy feliz navidad, y al mismo
tiempo decirte que pronto serás papá. No tienes idea de la falta que me haces,
muero de ganas por llamarte únicamente para escuchar tu voz, pero no me atrevo
hacerlo porque temo que puedas rechazarme, y que me digas que ya no quieres
volver a saber a de mí. Y la verdad es que no quisiera escuchar esas palabras,
aún tengo la esperanza de que vengas por mí y por tus hijos”. – Se sobaba
suavemente su pancita. – Feliz navidad Kisara, feliz navidad mi pequeño Seto,
los amo con todo mi corazón. No se preocupen por nada, estoy seguro que su
padre cuidará muy bien de ustedes. – Con su mano se limpiaba las lágrimas que
salían de sus ojos, en ese momento entraba una persona a su habitación.
Hola Joey, ¿puedo
pasar?
Claro que si Ryou,
pasa.
Vine a ver cómo
estás, y a la vez te traje una manta extra para que puedas cubrirte con ella.
Esta noche hará mucho frío.
Muchísimas gracias
Ryou.
¿Seguro que estas bien?
No necesitas alguna otra cosa.
Estoy bien, gracias.
Bien, en ese caso me
iré a dormir.
¿Ya se fue Bakura?
Si, hace poco se
acaba de ir.
Ryou.
Si dime.
Gracias por todo
amigo, gracias por cuidar de mí y de mis hijos.
No tienes nada que
agradecer Joey. Bueno, me voy a descansar, y tú también deberías de irte a
descansar.
De acuerdo.
Adiós, nos vemos en
unas cuantas horas. – Medio le sonrió.
Adiós Ryou, y Feliz
Navidad.
Feliz Navidad Joey.
Al salir el albino, el rubio se levantó de la cama para dirigirse
a una pequeña mesa que había en su habitación, ahí sacó una hoja y un lapicero
para comenzar a escribir una carta…
Querido Seto:
Cuando estés leyendo mi carta lo más probable es que ya no esté
aquí, hay tantas cosas que me gustaría decirte pero ni siquiera sé por dónde
empezar… Creo que comenzaré por decirte que te amo mucho, siempre te he amado y
te seguiré amando hasta el final de mis días…
Continuará…
N/A: ¿Habrá hecho lo correcto Noah de haber invitado a su cuñado? Como
que este gato pulgoso no aprende a mantener la boca callada, siempre busca la
oportunidad perfecta para humillar a los demás. ¿Qué harían ustedes estando en
el lugar de Noah? ¿Qué clase de carta habrá escrito nuestro cachorro? Todo esto
y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, no se pierdan la
continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus comentarios que
yo con mucho gusto les responderé. Mil gracias por todo su apoyo y por tomarse
su tiempo en leerme, les deseo a todos y cada uno de ustedes una muy feliz
navidad y próspero año nuevo.
Ahora sí, me despido con mucho cariño no sin antes dejarles muchos
besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.
Atte.:
KAT.
Wey no mames 😢😢😢 parece que el cachorro se esta despidiendo noooo
ResponderEliminar¿Tú crees que sea una despedida? ¿Qué crees que vaya a pasar? ¿Por qué el cachorro habrá escrito esa carta?
Eliminar