Capítulo 90: Conversación entre padre
e hijo.
Aclaraciones
del capítulo: Según estudios afirman que es bueno tener
conversaciones entre padres e hijos, esto ayuda a que los hijos no se
descarrilen en el futuro.
Sin embargo… ¿Qué pasa cuando en las familias no se
dan este tipo de conversaciones? Hoy en día hay muchas familias que descuidan a
sus hijos, no les presta la atención necesaria, y los dejan que hagan lo que
quieran. Pero también, hay familias que son muy disfuncionales, en donde los
padres no hacen otra cosa que pelearse, gritarse, e insultarse enfrente de sus
hijos, y por si eso no fuera suficiente ellos tienen que pagar los platos
rotos. Al vivir en un ambiente tan hostil, los hijos llegan a sufrir muchos
maltratos tanto físicos, emocionales y psicológicos por culpa de los padres.
Los adultos se empeñan en resolver sus diferencias a
como dé lugar, lo hacen de tal manera que buscan salir ganando ante su pareja
sin tomar en cuenta los sentimientos ya sea de su esposa, esposo, y de los
hijos. Y cuando vienen a reaccionar, lo hacen demasiado tarde, ya que el daño
que ellos mismos ocasionaron puede traer terribles consecuencias.
Pero… ¿Qué pasa si buscan ayuda a tiempo? ¿Una
familia disfuncional podría llegar hacer una funcional? Si los padres logran
recapacitar a tiempo lo más probable es que se pueda rescatar a la familia,
aunque no será nada fácil. ¿Cómo se podría ganar la confianza de los hijos?
Aclaración:
Cualquier parecido a la realidad, es mera coincidencia.
Leer bajo su propio riesgo, no me hago responsable por romperles su kokoro
(corazón). Soldado avisado, no muere en guerra.
Declaimer: Como siempre…
Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me
pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra
cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Días después…
Ya ha pasado una semana desde la
desaparición de Tea, y no han podido encontrarla.
No tienes que deprimirte de esa
manera amor.
Es que no puedo evitarlo, todos la
extrañamos.
Puedo imaginarme cómo te sientes,
ustedes siempre han sido muy unidos.
Lo sé, también sé que con ella solía
pelear todo el tiempo, casi nunca nos podíamos poner de acuerdo en nada, pero
el hecho de que nos peleábamos no significa que no la quiera. Quizás debí de
haberla comprendido un poco más, y ahora me siento mal por no habérselo dicho.
Tristán, amor, no debes sentirte
mal, estoy seguro que ella también te apreciaba.
Muchas gracias Duke, gracias por
escucharme, al desahogarme puedo sentir como si me quitara un gran peso de encima.
No tienes nada que agradecer, sabes
que puedes confiar en mí.
Lo sé.
Te amo.
Y yo a ti mi amor, te amo mucho.
******************************
¿Estás listo cachorro?
Aún no lo sé.
Oh vamos, tienes que hacerlo.
Tengo miedo.
¿De qué?
De muchas cosas.
Y puedo saber algunas de ellas. – El
rubio bajó la mirada, sentía pena en quererlas decir. – Si no quieres
decírmelas está bien.
Yo… Yo no sé si sea buena idea
hablar con él, a leguas me doy cuenta que soy totalmente diferente, ¿qué tal si
descubre algunas cosas mías que a él no le agraden? ¿Y si llega a rechazarme
por no ser como él?
No sé a qué te refieres, y no
entiendo de dónde sacas eso. Podrías explicarme por favor.
Nada, olvídalo. – Bajó un poco la
mirada.
Anda cachorro, dímelo por favor. –
Lo agarró del mentón para que lo pudiera ver a sus ojos.
Temo que se enoje por mi orientación
sexual, y cuando lo sepa termine por despreciarme y por odiarme.
Cachorro, no pienses en eso, te
aseguro que te llevarás una pequeña sorpresa.
¿Qué sorpresa?
No me corresponde a mí decírtelo, lo
único que te pido es que lo escuches y puedas abrirle tu corazón.
El
ojimiel dio un fuerte suspiro para luego decir…
Está bien, voy a escucharlo, aunque
la verdad estoy bastante nervioso, ya que es la primera vez que tendremos una
conversación entre padre e hijo.
No estés nervioso, todo va a salir
bien.
¿Tú lo crees?
Claro que sí.
Gracias por no dejarme solo.
No hay nada que agradecer cachorro.
Ahora iré a traer a tu padre, y quiero que estés tranquilo. ¿De acuerdo?
Si.
******************************
Gracias por recibirme Yūgi.
¿A qué has venido?
Me acabo de enterar sobre lo que le
ocurrió a Tea.
De seguro has venido para hablar mal
de ella, ¿no es así?
No, claro que no.
Mira Yami, no es necesario que hayas
venido, de todas maneras a ti te caía mal, así que no vengas ahora a fingir que
te preocupa su desaparición.
Yūgi, ¿cómo puedes decirme esas
cosas? Tu bien sabes que eso no es verdad.
Hay por favor Yami, no me vengas con
patrañas, Tea me contó que la trataste mal el día que llegaste a su casa.
¿Qué?
No te hagas, ella me lo contó todo,
incluso me dijo que la querías obligar para que fuera a pedirle perdón a Joey.
No es posible, Yūgi eso no es
verdad.
Sabes que, ya no importa, ya no
importa nada, todas las personas que la odiaban ahora han de estar felices y
contentos por su desaparición.
Que equivocado estas Yūgi.
¡Ja! Por favor no me hagas reír,
sabes que es verdad lo que digo.
Yūgi…
******************************
Hola hijo.
Hola. – Contestó el saludo casi en
un susurro.
¿Me dejas sentarme a la par tuya?
Yo… – Trataba de tranquilizarse ya
que a su mente se le venían malos recuerdos de cuando su padre entraba a su
cuarto con violencia para golpearlo.
Lo entiendo, al menos déjame agarrar
la silla para poderme sentar en ella. – El menor asintió con la cabeza,
mientras que el hombre agarraba la silla y la ponía a cierta distancia pero
colocándola en posición para estar frente a su hijo. – Sé que estas nervioso, y
no te culpo, sin embargo, quiero decirte que yo también estoy algo nervioso.
Aime, asegura que esta plática nos permitirá acercarnos un poco más.
No entiendo cómo nos podría acercar.
Hubo
un breve silencio, el hombre no sabía por dónde empezar, y no tenía ni idea de
cómo poderle abrir su corazón a su hijo.
Escucha. – El mayor decidió romper
con aquel maldito mutismo. – Sé que no he sido un buen padre para ti, y que he
hecho muchas cosas de las cuales estoy muy arrepentido. También sé que antes de
pedirte perdón, necesito contarte un poco sobre mi vida. Claro, si tú quieres
oírme.
Si, si quiero.
Gracias… – Carraspeó un poco su
garganta. – Comenzaré diciéndote que mi padre nunca fue cariñoso conmigo, nunca
se preocupó por mí, y mi madre falleció cuando yo nací, y fue él quien se hizo
cargo de cuidarme hasta la edad de cinco años, después de ese tiempo tuve que
valerme por mí mismo. Al cumplir los diez años, el me echó de la casa, me dijo
que ya era un hombre para que pudiera vivir solo y arreglármelas a mi manera,
sacó todas mis pertenencias a la calle, no tuve otra opción que irme de mi
casa. Desde ese entonces, trabajaba de lo primero que encontraba, no fue fácil
al principio, pasé por muchas dificultades, viví por mucho tiempo en las
calles, aguantando hambre, sol, lluvias, y frío durante las noches, deambulando
de un lugar a otro sin que nadie me tendiera la mano. – Hizo una breve pausa
tratando de que su voz no se le quebrara. – La vida fue muy dura conmigo, y con
el paso del tiempo aprendí por las malas a defenderme, cuando pude conseguir un
trabajo estable, logré alquilar un pequeño cuarto, y fue ahí que me decidí en
estudiar por las noches y trabajar durante el día. Me costó mucho trabajo
terminar la escuela, ya que siempre me metía en problemas y en muchas peleas,
al principio terminaba todo golpeado por los niños que eran más grande que yo,
sin embargo nunca me rendía y por cada derrota que tenía me empeñé en aprender
a pelear para que nadie se metiera conmigo. Al cumplir los 16 años, conocí un
joven.
¿Un joven? – Preguntó el rubio un
tanto inquieto por saber.
******************************
Ryou, no me gusta verte tan
deprimido.
Lo siento mucho Baki, no puedo
evitarlo. Ya ha pasado una semana y ni señales de Tea.
Ryou, tienes que animarte un poco,
estoy seguro que tu amiga no le gustaría verte triste.
Lo sé. – Respondió cabizbajo.
No te gustaría salir de tu cuarto,
podemos ir a donde tú quieras.
Perdóname Baki, no tengo ánimos de
nada.
Mi amor, no tengo nada que
perdonarte.
Claro que sí, siento que te estoy
estropeando tus vacaciones. Y eso que acabas de salir de la universidad.
Pequeño, tu no me estas estropeando
nada. Ven acá. – Lo abrazó fuertemente contra su pecho.
Gracias por estar conmigo en estos
momentos.
No tienes nada que agradecer, siempre
estaré a tu lado.
¿Lo prometes?
Por supuesto que sí. Te amo mi niño.
Yo también te amo mucho Baki.
******************************
Como te decía, a los 16 años conocí
un joven, su nombre era: Zigfried von Schoeder, nos conocimos en una de las
peleas que tenía en la escuela, bueno, más bien el me ayudó a ganar dicha
pelea. Desde ese día nos hicimos buenos amigos, a diferencia de mí, él era un
joven muy educado, por no decir apuesto. – Sus mejillas se sonrojaron. – A
pesar que sabía pelear muy bien, no le gustaba hacerlo, era un chico pacifista,
estaba en contra de la violencia.
¿Qué pasó después? – Cuestionó el
menor.
Que puedo decirte, era la primera
vez que alguien se preocupaba por mí después de mucho tiempo. Al principio no
congeniábamos del todo, como te dije anteriormente, los golpes de la vida endurecieron
mi carácter, sin darme cuenta me convertí en un muchacho violento, y
problemático. Por eso es que no congeniamos la primera vez. Éramos como el agua,
y el aceite, aun así siempre estuvo a mi lado, y cada vez que yo salía
gravemente herido, el solía llevarme a la enfermería de la escuela y cuidaba de
mi hasta que estuviera totalmente recuperado. Cada vez que salía lastimado, el
me regañaba, me decía que tenía que cambiar mi manera de ser o me quedaría sin
amigos y acabaría por lastimar a mis seres queridos. Y así fueron pasando los
años, hasta que…
¿Hasta qué, padre?
El
hombre dio un fuerte suspiro, miró a su hijo a los ojos y se dio cuenta que
estaba interesado en lo que le estaba diciendo.
Al cumplir los 18 años, Zigfried, se
me declaró.
¡¿Qué?! – Quedó boquiabierto con lo
que acababa de oír.
Aunque no me lo creas es cierto, te
digo la verdad.
¿En serio?
Sí, es en serio.
No puedo creerlo, si eso fuera
verdad, ¿por qué te casaste con mamá? ¿Y cómo conociste a mamá?
Todavía no llego a esa parte, me doy
cuenta que estás muy interesado por saber.
Si.
Zigfried, se me declaró a los 18
años, en ese tiempo los dos nos inscribimos en la academia de policía.
¿Fuiste policía?
No exactamente, en ese mismo lugar,
conocimos otro joven, su nombre era Hime, pero al año, Zigfried, abandonó la
academia.
¿Por qué?
Porque él seguía siendo pacifista.
Oh, es verdad.
Todo marchaba bien, hasta que mi
padre apareció cuando yo tenía 20 años. – Su semblante cambió al llegar a esa
parte.
¿Padre?
Discúlpame hijo. – Se limpió las
lágrimas que se le habían escapado.
¿Te llegó a pedir perdón mi abuelo?
No. – Bajó un poco la mirada. –
Llegó para arruinarme la vida. – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas
puño, preocupando un poco a su hijo.
Lo mejor será dejarlo hasta aquí. –
Expresó un poco asustado.
Estoy bien, discúlpame por
asustarte.
Disculpa aceptada.
Dónde me quedé, ah sí, mi padre
apareció cuando yo tenía 20 años, había llegado al apartamento donde vivía con
Zigfried, y no llegó solo, vino acompañado con el padre de mi novio, por alguna
extraña razón, el padre de Zigfried, pudo dar con el paradero de mi padre, los
dos llegaron hechos una fiera, mi novio era de clase alta, y yo pues, era un
simple muchacho que se había criado en las calles, y eso no le había gustado para
nada al padre de mi novio. Todavía recuerdo esa discusión que se llevó a cabo
ese día, mi padre me dio una golpiza de respeto, diciéndome que él no había
engendrado una niña, que lo que él había traído al mundo era un hombre y no un
maldito cule… – Se quedó callado, tuvo que morderse la lengua para no sonar tan
enfadado enfrente de su hijo. – El caso es que yo fui a parar al hospital, y mi
novio regresó al lado de su padre… Al salir del hospital, volví a quedarme sin
nada, el apartamento donde solía vivir, lo perdí por no haberlo pagado durante
los meses que estuve en el hospital. Nuevamente estaba solo, intenté buscar
trabajo por todos lados, y nadie me contrataba, no podía entender el por qué no
me daban ninguna clase de trabajo. Hasta que un día, mi querido padre. – Lo
dijo con sarcasmo. – Apareció nuevamente enfrente de mí, le grité muchas cosas
desagradables en su cara, nos volvimos a agredir, y entre peleas y discusiones
me dijo algo que me desconcertó bastante. Me obligó a volver a su casa, si yo
aceptaba, el señor Schoeder, me dejaría en paz, y yo iba a poder conseguir un
trabajo. No tuve otra opción que aceptar los términos, y las condiciones de mi
padre y la del señor Schoeder. Al volver a casa, viví un infierno, ese viejo al
que un día lo llamé padre, me hizo trabajar muy duro, si quería comer, dormir,
bañarme, tenía que llevar dinero a la casa. Todo estaba en mi contra, un año
después de lo ocurrido, Zigfried, me contactó a escondidas, fue mi mayor
inspiración para no darme por vencido, me puse feliz de que el aún me siguiera
amando tanto como yo. Y desde ese día, nos veíamos a escondidas. Al cumplir los
22 me decidí por pedirle matrimonio, le sugerí que nos casáramos en secreto. Él
estaba asustado por lo que le estaba proponiendo, pero era la única manera de
estar juntos, pasaban los meses, y al final lo convencí de casarnos...
No llores padre.
Dame un segundo, Joey. – Una vez que
se tranquilizó, siguió conversando. – Se llegó el día de la boda, pero el padre
de mi novio era un hombre poderoso, tenía mucha influencia en toda la ciudad, y
gracias a eso se dio cuenta de lo que íbamos a hacer. Decidió enfrentar a su
hijo, lo amenazó diciéndole que si se casaba conmigo lo iba a desheredar para
siempre, fue la primera vez que Zigfried enfrentó a su padre, le dio a entender
que el dinero no le importaba, que renunciaba a ser un Schoeder, con tal de poder vivir al lado de la
persona que amaba. La discusión se intensificó, mi novio tuvo tanta presión que
se fue en su vehículo a toda velocidad para llegar al lugar donde yo lo
esperaba. Pero detrás de él lo seguía su padre en otro vehículo, al llegar en
una curva… – El hombre se quedó callado por un momento, sentía un gran nudo en
su garganta. – Zigfried, pierde el control de su auto y cayó en un barranco. El
día que supuestamente iba a ser el más feliz de mi vida, fue devastador cuando recibí
la terrible noticia de que mi prometido había fallecido, todo mi mundo se
derrumbó. A partir de ese momento ya no me importaba nada. – Gruesas lágrimas
resbalaban por sus mejillas.
El
menor se inclinó un poco hacia adelante, estiró sus manos para poder tocar las
de su padre, era la primera vez que lo veía llorar desconsoladamente.
Padre, no llore por favor.
******************************
Ya llevan ratos conversando ahí
dentro, y hasta ahora no se ha escuchado ningún grito de discusión o ruidos de
que se estén peleando.
Eso es buena señal, quiere decir que
todo va bien por el momento.
No debería de estar tan segura todavía,
aún es muy pronto para decir que las cosas vayan a salir bien.
No diga eso señora Wheeler, no
entiendo por qué es tan negativa.
No soy negativa, solamente soy
realista.
Yo en su lugar estaría feliz de que
su hijo hiciera las paces con su padre.
¡Claro que estaría feliz si la
hicieran! Pero veo que usted no entiende nada de nada.
Es mi imaginación, o siento que yo
no le agrado.
¡Ja! Hasta que al fin dice algo coherente.
No entiendo qué es lo que le molesta
de mí, si yo no le he hecho nada.
Mejor olvídelo, no quiero seguir
perdiendo mi tiempo con usted.
Oiga, ¿a dónde va? No me deje
hablando sola.
******************************
Había
un enorme silencio, una de las personas observaba detenidamente al otro que
trataba de tranquilizarse, hablar sobre su vida no era nada fácil para él,
puesto que era muy doloroso recordar todas las cosas que tuvo que pasar. Pero sabía
que tenía que continuar, y aún seguía dudando si esa conversación realmente iba
a servir para algo. Sin embargo, no perdía nada en seguirlo intentando, una
parte de su ser le decía que continuara, en cambio, la otra parte le decía que
no siguiera con esa locura, que todo era inútil, y que a estas horas del
partido todo estaba perdido entre ellos. Aun así, su mente le recordaba todas
las terapias que él tuvo que pasar para llegar a ese momento, y si se retiraba
ahora, después no volvería a tener otra oportunidad como esta. Debía de tocar
el corazón de su hijo, y lo más importante, tenía que lograr su perdón.
Cuando Zigfried falleció, una parte
de mi murió con él. Todos nuestros planes, nuestros sueños e ilusiones, todo lo
perdí ese día. Después de eso, regresé a vivir con mi padre, durante ese
tiempo, cada día convertía mi vida un infierno, me recordaba todos los días la
muerte de Zigfried, me hacía sentir culpable por su muerte, me repitió hasta el
cansancio que yo era un anormal, y que a golpes me iba a convertir en un hombre
hecho y derecho. Soporté maltratos, insultos, discriminaciones, desprecios, golpes,
humillaciones, a tal punto que odié la vida, y me odié a mí mismo por ser
diferente, por no haber nacido un hombre normal, mi padre me inculcó que lo que
yo tenía era una enfermedad contagiosa. No podía llevar amigos a la casa porque
él se encargaba de decirles a mis amigos lo que yo tenía, se burlaba enfrente
de ellos, me humillaba obligándome a vestir como una mujer, y cuando les
hablaba de mi enfermedad, mis amigos me fueron abandonando poco a poco. Mi odio
hacia mi padre, y hacia la vida, iban creciendo cada vez más y para no tenerlo
que estar soportando me la pasaba trabajando día y noche. Tres años después, conocí
a tu madre.
El
menor se sorprendió cuando escuchó esa última parte, estaba un poco confundido,
no entendía como es que antes se enamoró de un hombre, y luego de una mujer. Su
rostro reflejó tal duda que su padre lo notó.
Hijo… Soy bisexual.
Yo, lo siento, no quería incomodarte.
– Bajó la mirada de lo apenado que se sentía.
No tienes que disculparte, y
cualquier duda que tengas, puedes preguntarme con toda confianza.
Si, está bien. – Medio sonrió. – ¿Y
luego qué pasó?
Como ya te imaginarás, no fue nada
fácil para mí volverme a enamorar, tenía miedo de que la historia se volviera a
repetir, por esa razón es que mantuve mi noviazgo con Victoria en secreto. No
quería que mi padre se enterara de mi nueva relación, temía que él le dijera a
Victoria sobre mi pasado, y que me humillara enfrente de ella tal y como lo
hacía con mis amigos. Al principio nos llevábamos bien, tuvimos una relación
muy bonita, y cuando cumplimos tres años de noviazgo, le propuse matrimonio.
******************************
Yūgi, no puedes estar hablando en
serio.
Claro que hablo en serio Yami.
Tu sabes que eso no es cierto, ¿cómo
podría estar feliz por la desaparición de Tea?
No lo sé, tú dímelo.
Yūgi, escúchame, ustedes fueron mis
alumnos, y por ende los llegué a apreciar a todos.
Si claro, pero fuiste más afectuoso
con Joey.
El
mayor suspiró decepcionado por lo que su ex – novio le decía.
Eso fue porque era el quien más me
necesitaba.
Habiendo tantos docentes en la
escuela, ¿por qué tuviste que ser tú en quererlo ayudar? ¿Por qué no se lo
pediste a tu amigo Bakura? O mejor aún, ¿se lo hubieras pedido al profesor
Dartz antes de que te graduaras de la escuela?
No puedo creer lo que me estás
diciendo. Yūgi, ¿por qué insistes en preguntarme lo mismo una y otra vez? Esto
ya lo habíamos hablado.
Sé que ya lo habíamos hablado, pero
no me cabe en la cabeza de que fueras el primero en salir corriendo para
ayudarlo.
Lo hacía porque Joey es mi amigo.
Y YO ERA TU NOVIO, PERO TE VALIÓ UN
PEPINO PELADO NUESTRA RELACIÓN, NO LA VALORASTE, NUNCA TE IMPORTARON MIS
SENTIMIENTOS, SIEMPRE ME DEJABAS TIRADO PARA BUSCAR A JOEY. – Gritaba
exasperado. – POR ESO TEA, HIZO LO QUE TENÍA QUE HACER. – Sin darse cuenta
había hablado más de la cuenta.
¿Qué quieres decir con eso Yūgi?
******************************
Si se amaban tanto… – Se quedó pensando
en que si debía o no hacer la pregunta. – ¿Por qué pasaban discutiendo todo el
tiempo?
Creo que ha llegado el momento de
que sepas toda la verdad. Pero antes, quiero decirte que tu madre no tiene la
culpa de nada, y el único culpable de que esta familia fuera disfuncional, soy
yo. Tal vez no logres entenderlo en este instante, pero espero que algún día
nos puedas perdonar.
No sé qué decirte.
Shhh… No digas nada por ahora, únicamente
quiero que me escuches. – El menor asintió con la cabeza. – Logré casarme con
tu madre en secreto, me fui de casa sin decirle nada a mi padre, sentía que por
primera vez, la vida me estaba sonriendo después de mucho sufrimiento. Y a
pesar que me había casado, yo no dejaba de pensar en Zigfried, a veces me
preguntaba cómo hubiera sido mi vida al lado de él, y con todo el dolor de mi
corazón, decidí que era tiempo de darme la oportunidad de ser feliz a lado de
Victoria. Nos mudamos a un pequeño apartamento, yo no tenía muchos recursos
económicos para poderle dar a mi esposa una casa, y al parecer a ella no le
importaba que el lugar fuera pequeño. Pasaba el tiempo, y nosotros éramos cada
vez más felices, la única diferencia es que yo vivía con el temor de que ella
descubriera mi secreto.
¿Cómo? ¿Nunca le hablaste a mamá de
Zigfried?
No hijo, nunca lo hice, me pareció
que era algo que ella no tenía por qué saberlo, al fin y al cabo, todo eso
había quedado atrás. Sin imaginarme que fue el peor error de mi vida.
¿Por qué?
Estábamos por cumplir un año de
casados, y antes de cumplirlos, mi padre volvió a aparecer para arruinarme la
vida por segunda vez.
El
rubio abrió los ojos como platos, no podía creer que su abuelo era el causante
de todo el sufrimiento por el que su padre tenía que pasar.
¿Qué fue lo que pasó?
En el día yo me iba a trabajar,
regresaba al apartamento en la noche, y en una ocasión, cuando llegaba de
trabajar, encontré a tu madre toda histérica, tuvimos una discusión bien fuerte,
ella lloraba, me insultaba, me decía cosas muy hirientes, le pregunté por qué
se comportaba así, y en uno de sus arrebatos de cólera me tiró unas fotografías
a la cara, las mismas fotografías que mi padre me tomaba para burlarse de mí,
enfrente de mis amigos. Yo quedé en shock, no sabía que decirle, también me
empezaba a reclamar quien era ese tal Zigfried, eran tantas preguntas que me
hacía que yo no sabía ni qué contestarle. Hasta que finalmente me dijo que esa
mañana la visitó un hombre, y le contó todo sobre mi pasado. Lo malo es que lo
hizo todo distorsionado, a base de mentiras, engaños y a su conveniencia.
Pasamos discutiendo toda la noche, y para tranquilizarla, le dije toda la
verdad, incluyendo que yo todavía amaba a Zigfried. Quizás fue eso lo que ella
nunca me perdonó, se sentía engañada, defraudada, dolida, traicionada,
humillada, decepcionada, y la verdad es que no la podía culpar. Y entre tantas
discusiones, y peleas, llegamos a un mutuo acuerdo, ella me dijo que iba a
poner de su parte para curarme de mi enfermedad, con la condición de que nunca
volveríamos a tocar el tema, que nos fuéramos a vivir a otra ciudad, y que si
llegábamos a tener un hijo varón, yo me encargaría de educarlo a mi manera.
Y ese hijo… Resulté ser yo. –
Gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas, su mente era un mar de confusión,
y su corazón se convirtió en un rompecabezas.
Si.
******************************
HABLA YŪGI, ¿QUÉ QUISISTE DECIR CON
ESO?
OLVÍDALO, NO TE DIRÉ NADA.
NO ME IRÉ DE AQUÍ HASTA QUE ME LO
DIGAS. – Comenzaba a perder la paciencia.
BIEN,
TE LO VOY A DECIR… YO LE AYUDÉ A TEA A PLANEAR SU VENGANZA, LE AYUDÉ PARA QUE
LE DIJERA A JOEY TODA LA VERDAD. ES LO MENOS QUE SE MERECÍA POR SER UN QUITA
NOVIOS, UN ARRASTRADO, UNA MALDITA OFRECIDA Y UN MUERTO DE HAMBRE.
El
tricolor mayor estaba sorprendido por lo que le estaba diciendo su ex – pareja,
y a pesar de que lo escuchaba de sus propios labios, aun no lo podía creer.
Dime que eso no es cierto. Dime que
no fuiste capaz de tal atrocidad. DÍMELO YŪGI. – Gritó a todo pulmón.
ES VERDAD, TODO LO QUE TE HE DICHO
ES VERDAD, Y SABES POR QUÉ… PORQUE EN CIERTA FORMA YO TAMBIÉN QUERÍA VENGARME,
SÍ, TAL Y COMO LO OYES, NECESITABA VENGARME POR HABERSE INTERPUESTO EN NUESTRA
RELACIÓN, PORQUE POR SU CULPA, YO SUFRÍA CADA VEZ QUE TE MIRABA CON ÉL, POR SU
CULPA, TÚ LE DEDICABAS MÁS TIEMPO, Y POR SU CULPA, YO NO TENÍA CABIDA EN TU
CORAZÓN. Y OTRA COSA… LO QUE DARTZ LE HIZO NO FUE SUFICIENTE CASTIGO, SE
MERECÍA ALGO PEOR, LO QUE YO QUERÍA ERA VERLO LLORAR SANGRE Y MUCHAS VECES
DESEÉ QUE SE MURIERA.
¡PLAFT! – Se escuchó un ruido muy
fuerte en toda la habitación, el mayor le había dado una bofetada en la cara, la
otra persona se llevó una mano a su mejilla, y sonriendo levemente dijo:
La verdad duele, ¿no es así querido
Yami? – Expresó con sarcasmo, y odio al mismo tiempo. – AUNQUE ME GOLPEES, NO
CAMBIARÁS EL HECHO DE QUE TODO LO QUE TE HE DICHO ES CIERTO. Y TE DIRÉ LO QUE
PIENSO DE TODO ESTO… DESEO CON TODA MI ALMA QUE ÉL NUNCA SEA FELIZ, QUIERO QUE
SUFRA, Y QUE SI ALGÚN DÍA LLEGARA ENCONTRAR ALGUIEN QUE LO AME, SÓLO ESPERO QUE
PASE POR TODAS LAS COSAS QUE YO HE TENIDO QUE SOPORTAR.
YA BASTA YŪGI, NO SIGAS DICIENDO MÁS
TONTERÍAS. – Estaba por golpearlo de nuevo, pero esta vez, el joven logró
sujetarle la mano.
No te atrevas a golpearme de nuevo
Yami, o lo lamentarás.
¿Cómo has cambiado Yūgi? ¿Dónde
quedó aquel dulce niño que eras antes? ¿Por qué no te das cuenta en lo que te has
convertido? Tú no eras así.
He empezado a madurar Yami, y a la
vez me he dado cuenta de cómo ustedes se burlaban de mí en mi propia cara.
Sobre todo ese estúpido fracasado que se hacía pasar por inocente, pero de
inocente no tiene nada.
Que equivocado estas Yūgi, Joey
nunca te hizo daño, y nunca se interpuso en nuestra relación.
YA NO LO DEFIENDAS TANTO, MALDITA
SEA.
Yūgi, ¿por qué no te das cuenta que
Tea, ha envenenado tu alma?
NO TE ATREVAS A METERLA EN ESTO
YAMI.
PUES LA METO PORQUE TIENE MUCHO QUE
VER.
ELLA SIMPLEMENTE ME AYUDÓ A ABRIR
MIS OJOS.
NO, CLARO QUE NO, LO ÚNICO QUE HA
HECHO ES METER CIZAÑA EN TU CORAZÓN.
TU OPINIÓN ME TIENE SIN CUIDADO, ASÍ
QUE PIENSA LO QUE QUIERAS. Y UNA COSA MÁS, SI YO NO FUI FELIZ CONTIGO, ENTONCES
TAMPOCO LO SERÁ JOEY CON KAIBA, O CON CUALQUIERA QUE QUIERA SER SU PAREJA.
Yūgi, no vayas a cometer una locura
de la cual te vayas a arrepentir.
¿Qué pasó Yami? ¿Por qué de pronto
te pusiste nervioso? ¿Será por qué no quieres que Kaiba sepa que tú estás
enamorado de Joey?
Suficiente, no seguiré escuchando
más tonterías.
Pues entonces vete con el rabo entre
las patas, al fin y al cabo no te necesito, no sirves para nada, ni mucho menos
serviste para complacerme en la cama.
El
hombre apretó sus manos con fuerza haciéndolas puño, sentía tanto coraje en ese
momento que terminó por decir algo sumamente doloroso para los dos.
No sabes cuánto te odio Yūgi, ten
por seguro que nunca volveré a buscarte. – En ese instante se abstenía las
ganas de llorar, y decidió irse de ahí antes de que sus ojos se desbordaran
como un río fuera de su cauce.
Cuando
la otra persona se fue, el menor se quedó llorando desconsoladamente, las
palabras que le había dicho su ex – pareja, le dolieron en lo más profundo de
su corazón, dándose cuenta que había ofendido al amor de su vida.
******************************
Han empezado a discutir.
Como me encanta decir: Te lo dije… Claramente le dije que era
muy pronto para decir que las cosas iban a salir bien.
A veces me gustaría entenderla, pero
usted no me lo permite.
Aquí quien no entiende nada es
usted, mejor acepte que esa conversación no los unirá.
Señora Wheeler, no gana nada siendo
tan negativa.
Mire señorita Aime, tengo todo el
derecho de opinar, y decir lo que pienso.
¿Por qué es usted tan dura? Tengo
entendido que no era así antes.
Eso es algo que no le concierne.
Obviamente si es de mi incumbencia.
No tengo por qué seguirla
escuchando.
Oiga, no me deje con la palabra en
la boca, y dígame lo que quiero saber.
BIEN, SI DE VERDAD QUIERE SABERLO
PUES SE LO VOY A DECIR. DESDE QUE APARECIÓ ESE ESTÚPIDO VIEJO ARRUINÓ MI VIDA,
DESTRUYÓ MIS ILUSIONES, CREÍA QUE ESTABA FELIZMENTE CASADA CON UN HOMBRE QUE
DECÍA AMARME, LO CUAL NO ERA VERDAD, ME MINTIÓ, ME UTILIZÓ PARA PODERSE OLVIDAR
DEL OTRO MARICÓN[1],
EN OTRAS PALABRAS, YO SOY EL PLATO DE SEGUNDA MESA. ¿POR QUÉ NUNCA ME LO DIJO?
¿POR QUÉ TUVO QUE ESPERAR A QUE OTRA PERSONA ME LO DIJERA? ¿POR QUÉ NO ME CONTÓ
QUE SEGUÍA ENAMORADO DE OTRA PERSONA? Y LO PEOR DE TODO, ES QUE MI RIVAL NO ERA
UNA MUJER PRECISAMENTE. – Gritaba exaltada. – AHORA DÍGAME, ¿QUÉ HUBIERA HECHO
USTED EN MI LUGAR?
No lo sé... – Bajó la mirada, de
alguna manera podía entender el dolor de esa mujer. – Yo…
Es mejor que no diga nada.
Señora Wheeler, al menos déjeme
ayudarla a que pueda sanar su corazón, y perdonar a su ex – esposo.
Perdoné a Jou hace mucho tiempo, lo
que no pude perdonarle es que el nunca dejó de amar al puto maricón ese.
******************************
Joey, por favor no llores.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿CÓMO
PUDIERON HACERME ESTO? ¿POR QUÉ TUVIERON QUE TRATARME TAN MAL? ES QUE DE VERDAD
NO LO ENTIENDO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… LO QUE HICIERON CONMIGO NO TIENE
NOMBRE, Y TODO POR SU ESTÚPIDO ACUERDO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Hijo… – Intentó acercársele.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
NO ME TOQUES, ALÉJATE DE MÍ, NO QUIERO QUE ME PONGAS TUS ASQUEROSAS MANOS
ENCIMA… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Por favor cálmate… – Se le partía el
corazón ver a su hijo acongojado.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… POR
MÁS QUE TRATO DE ASIMILARLO NO LOGRO ENTENDER POR QUÉ TUVIERON QUE TRATARME TAN
MAL… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
QUE CULPA TENÍA YO DE SUS ESTÚPIDOS PREJUICIOS… Snif, snif, snif, snif,
snif, snif… NO TENÍA LA CULPA DE SUS ERRORES, Y YO NO PEDÍ VENIR A ESTE MUNDO…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se dejó caer de rodillas al suelo, se
llevaba sus manos a la cara llorando amargamente.
Joey…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… TODO
ESTE TIEMPO CREÍ QUE USTEDES ME ODIABAN… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… QUE
ERA UN HIJO NO DESEADO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… CUANDO ERA NIÑO
SOÑABA CON QUE USTEDES ME ABRAZARÍAN ALGÚN DÍA O QUE AL MENOS ME DIERAN UN
BESO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
PERO NADA DE ESO PASÓ… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… HUBO VECES
QUE INTENTÉ EN QUITARME LA VIDA… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… PORQUE YA
NO AGUANTABA TANTO MALTRATO, TANTOS GOLPES, INSULTOS, CASTIGOS, YA NO SOPORTABA
VER CÓMO ME HACÍAN A UN LADO TODO EL TIEMPO, Y SENTIR SU DESPRECIO HACIA MI
PERSONA… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Sentía que ya no tenía fuerzas,
su cuerpo temblaba, se abrazaba así mismo tratando de sacar todo lo que sentía
a través de su llanto.
Por favor, escúchame… – Comenzaba a
llorar, ver a su hijo devastado le desgarraba su corazón.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿PARA
QUÉ? PARA DECIRME QUE LO SIENTES, QUE LAMENTAS EL HABERME GOLPEADO TANTAS VECES…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… LAMENTAS HABERME OFENDIDO… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif… LAMENTAS NO HABER ESTADO CONMIGO CUANDO MÁS TE NECESITABA…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif. snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Joey… – Poco a poco se le fue
acercando, se arrodilló en el suelo para estar en la misma posición que el
muchacho, y luego lo abrazó fuertemente contra su pecho. – Se muy bien que con
pedirte perdón no solucionaré nada, y no es excusa decirte que quería lo mejor
para ti, además, sé que estas en todo tu derecho de odiarme. – Se quedó callado
por un momento, hacia lo posible para que su voz no se le quebrara. –
Únicamente te pido que me des la oportunidad de demostrarte lo mucho que he
cambiado, y lo que he aprendido durante estos meses. Dame la oportunidad de
poderme acercar a ti, dame esa oportunidad de poder conocer tu vida, de saber
lo que te gusta, y lo que no te gusta, de que comencemos una nueva vida,
solamente quiero que me dejes abrazarte y besarte. – Lo agarraba del mentón
para que lo viera a los ojos.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No sé qué decir... Snif, snif, snif, snif,
snif, snif…
Entiendo… – Bajó un poco la mirada.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Es que son tantas cosas, ya no sé qué pensar ni qué decir… Snif, snif, snif,
snif, snif, snif…
Al menos dime que no me odias… – Sus
ojos estaban llorosos.
Hubo
un breve silencio, el hombre estaba por decir algo hasta que…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No, no te odio… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Lo dijo casi en un
susurro.
Acabas de alegrar mi corazón al
escucharte decir esas palabras. – Acariciaba sutilmente una de sus mejillas. –
Joey, ¿te gustaría que comenzáramos de nuevo?
******************************
Tu hermano tuvo buena idea en
traernos a Serenity, a Kaibalandia para que pudiera divertirse y distraerse un
rato.
Es verdad Noah, así su padre podrá
hablar con Joey, y su madre pueda conocer mejor a la señorita Aime.
Pero… La he visto callada
últimamente.
Sí, yo también lo noté.
Y si le preguntamos qué le pasa.
En cuanto regrese del baño, hablaré
con ella.
De acuerdo.
Cinco minutos después…
Disculpen la tardanza.
Tranquila, no hay problema.
Serenity.
Si dime.
Te puedo hacer una pregunta.
Claro que si Mokuba.
Hemos notado que últimamente has
estado callada.
Lo siento mucho.
¿Qué sucede Serenity? ¿Acaso no te
has divertido andar con nosotros?
Claro que me he divertido con
ustedes, es sólo que…
Te preocupa tu hermano, cierto.
Así es Noah.
No tienes que preocuparte tanto
Serenity, estoy seguro que todo va salir bien.
Mokuba tiene razón.
¿Creen que mi hermano sea capaz de
perdonar a mi padre?
Los
dos jóvenes se vieron unos a otros, hasta que uno de ellos decidió responder la
pregunta.
Conozco a tu hermano, y casi te
puedo asegurar que terminará perdonándolo.
Estoy de acuerdo con Mokuba.
Hay gracias chicos, ustedes son lo
mejor. – Los abrazó cariñosamente.
No tienes nada que agradecer.
¿A qué juego nos subiremos hoy?
Me gustaría tener un duelo con Noah.
¿Con qué me estás retando? – Reía
alegremente.
Así es, te reto un duelo.
Uuuuuhhhh, esto se pondrá
interesante. – Comentó el pelinegro.
No se diga más y vamos a jugar.
Si, vamos.
******************************
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
No lo sé.
¿Por qué?
Snif, snif, snif, snif, snif,
snif…Tengo miedo. – Respondió cabizbajo.
¿A qué le temes? Dímelo por favor.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Temo
que me vuelvas a lastimar.
Oh, mi pequeño, te prometo que si me
das una oportunidad, no te defraudaré.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero…
Shhh… Escucha, sé que no va ser nada
fácil poderme ganar tu cariño, y tu confianza, solamente te pido que me permitas
demostrarte cuan arrepentido estoy. Quiero ser parte de tu vida, y ser el padre
que nunca fui para ti.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… De
acuerdo, voy a dártela.
Muchas gracias hijo, te aseguro que
no te arrepentirás. – Lo volvió a abrazar contra su pecho, la diferencia es que
esta vez su abrazo estaba siendo correspondido. – Te quiero tanto Joey.
Y yo a ti… Padre. – Hacia lo posible
por no llorar.
Por cierto hijo, ya que me has permitido acercarme a ti, quiero pedirte que tú también te des la oportunidad
de que seas feliz.
¿Qué quieres decir con eso?
Lo que quiero decir es… – Hizo una
señal con su mano, en la habitación se encontraba otra persona, había permanecido
en silencio sentado en una esquina del lugar. En cuanto vio la señal, se
levantó de la silla para acercarse a donde ellos estaban. – No quiero que
cometas los mismos errores que yo cometí, por eso es que creo que se llegó el
momento de que ustedes también hagan las paces. – Agarró la mano de la otra
persona, y la puso sobre la mano de su hijo. El menor se sonrojó por lo que
había hecho su padre. – Ambos merecen ser felices, no se nieguen esta
oportunidad que la vida les ofrece. – Dio un paso hacia atrás, dejando ambos
jóvenes mirándose uno al otro.
Cachorro… – El castaño fue el
primero en hablar. – No soy muy bueno en estas cosas. – Se sentía algo
nervioso. – Quiero aprovechar esta ocasión para pedirte que seas mi novio.
Yo… Perdóname pero no puedo. –
Respondió con el dolor de su alma.
¿Por qué? – Preguntó sorprendido. –
¿Acaso no me amas?
Si te amo, es sólo que… – Nuevas
lágrimas comenzaban a salir de sus ojos. – Tú y yo nunca podremos estar juntos.
No después de lo que pasó con… – No podía terminar la frase. – Por favor,
olvídate de mí, para que puedas encontrar alguien mejor que yo… Snif, snif,
snif, snif, snif, snif… – Estaba por soltarle la mano, pero el ojiazul no se lo
permitió.
Yo no quiero a nadie más, te quiero
a ti.
Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Por favor, no hagas esto más difícil… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por
favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…
Cachorro, esto que voy a decirte es
lo que realmente siento en mi corazón, así que por favor presta mucha atención.
– El menor asintió con la cabeza. – No puedo prometerte que tú te olvidarás de
ese trago amargo, lo que sí puedo prometerte es que juntos lo vamos a superar.
Tú y yo saldremos adelante en nuestra relación. Siempre y cuando estés
dispuesto a hacerlo.
Yo…
No tengas miedo mi amor, de ahora en
adelante ya no estarás solo. ¿Qué dices? ¿Aceptas ser mi novio?
Sí, si acepto.
Te amo.
Yo también te amo.
Ambos
se besaron en los labios, la otra persona medio sonrió al verlos juntos, y
decidió salir de la habitación para dejarlos solos.
FIN.
N/A: Me costó mucho
trabajo escribir el final, tardé más de una semana para hacerlo, y con tantas
ideas que tenía en la cabeza, decidí que este podría ser un buen final. Espero
que les haya gustado como terminó esta historia, y agradecerle a mi querida
amis Hime Aime Hernandez, fue ella quien me dio las últimas ideas, entre ellas:
El castigo de Tea, y de cómo Yami llega a odiar a Yūgi. Amis, me disculpo
contigo por hacer algunos cambios a tus ideas, espero de verdad te haya gustado
como quedaron plasmadas.
Cambiando
un poco de tema, quiero agradecerles a todos ustedes por haberme seguido desde
el comienzo de mi blog, por todos sus comentarios y aportaciones que me dieron
para que lo pudiera agregar a esta historia. No terminaría nunca de agradecerle
a cada uno de ustedes por todo su apoyo incondicional que me han brindado, por
tomarse su tiempo para leerme, por haberme permitido llegar hasta el final de
esta increíble historia. De verdad, les agradezco de todo corazón, porque son
ustedes que le dan vida a mi proyecto, son ustedes los que se merecen todos los
créditos. Así que una vez más… Gracias, gracias, gracias, mil veces gracias.
Para
los que no conocen a Zigfried von Schoeder, aquí les dejo algunas imágenes de
este personaje. Ahora sí, me despido de ustedes muy cariñosamente mandándoles
muchos besos virtuales y un fuerte abrazo virtual. Si alguien desea una segunda
temporada, háganmelo saber a través de sus comentarios. Quiero que elijan si en la segunda temporada
haya mpreg o no.
Atte.:
KAT.
P.D.: Las imágenes que
he utilizado en este capítulo, las encontré en la Internet.
Me encantó este fic, me hizo llorar pero también me emociono mucho, yo realmente deseo que haya segunda temporada, la espero con ansias, si pones mpreg no me quejo, a mi me agrada eso.
ResponderEliminarHola Irisita_99
EliminarMuchas gracias por su comentario, me alegra que le haya gustado la historia, y le agradezco por hacerme saber que quiere una segunda temporada con mpreg incluido... XD
La invito a que no se pierda el próximo viernes una nueva historia que subiré... Nueva en el blog, porque ya anteriormente la había subido en mi cuenta de la página de Amor Yaoi.
Me gusto El final yesss , me da felicidad y un poquito de pena lo que le paso a Tea y Debo decir que quiero segunda temporada y Mpreg
ResponderEliminarHola Paris
EliminarMuchas gracias por su comentario, me alegra que le haya gustado la historia, y le agradezco por hacerme saber que quiere una segunda temporada con mpreg incluido... XD
Con respecto a Tea, pues sí, me pareció justo castigo que tuvo por todas sus maldades que hacia tras las espaldas de sus amigos.
Cambiando de tema, la invito a que no se pierda el próximo viernes una nueva historia que subiré... Nueva en el blog, porque ya anteriormente la había subido en mi cuenta de la página de Amor Yaoi.
Si siempre espero Los viernes para nuevos capitulos
EliminarHola Paris
EliminarMuchas gracias por su apoyo ^_^