Los Ojos... Son El Reflejo del Alma...

Capítulo 87: Noticias desagradables… IV parte.

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Al día siguiente…

Todos se habían reunido en casa de su amigo, unos decidieron llegar temprano, y otros llegaron a la hora acordada, entre los presentes se encontraban: Los señores Wheeler, Aime Navarrete, Marik Ishtar, Noah Pegasus, Mokuba Kaiba, Ryou Ishtar, Tristán Taylor, Seto Kaiba y Serenity Wheeler.

            Ya se tardaron. – Expresó uno de los presentes para romper el silencio.

            La última vez que hablé con él dijo que pasaría por su casa.

            ¡Ja! Por mí que no venga.

            Cálmate cariño.

            Créeme que hago lo posible por hacerlo Aime.

            Ryou, estás seguro que les dijiste a todos a qué horas tenían que venir.

            Si hermano, todos quedamos a la misma hora de llegada.

            Espero que no lo esté haciendo para llamar la atención.

            Con todo respeto señor Wheeler, Tea no es esa clase de persona.

            Eso es verdad. – Afirmó el castaño.

En ese momento estaba llegando otra persona al lugar, y uno de ellos lo recibió con una pregunta.

           ¿Cómo está? – Cuestionó la psicóloga.

            Un poco más tranquilo, le dije que quizás se ha de haber atrasado por el tráfico. – Respondió el ojiazul.

            Ya deberían de estar aquí.

            También me preocupa Tristán, es raro que ninguno de los dos haya llegado. – Comentó el albino.

            Hay que calmarnos, lo más probable es que no deben de tardar en llegar. – Expresó un joven de cabellos negros y ojos azules.

            Es verdad, démosle un poco más de tiempo. – Manifestaba la psicóloga.

Todos se encontraban en la sala, esperando a ver si sus amigos aparecían, el tiempo pasaba rápido para algunos, y para otros muy lento. Después de casi dos horas, el timbre de la puerta sonó.

            Yo iré. – Habló Victoria.

Al poco tiempo, entraba el recién llegado.

            ¡Yūgi! – Exclamaron todos sus amigos.

            Lamento el retraso.

            ¿Dónde te habías metido amigo?

            Yūgi, llevamos horas esperándolos. Espera, ¿dónde está Tea?

            Tea, no llegó a mi casa como acordamos, Tristán.

            ¿Qué? ¿Cómo que no llegó?

            Ella quedó de pasar por mi casa para venirnos juntos, pero nunca apareció, y me aburrí de esperarla y decidí venirme en bus.

            Qué raro.

            Lo más seguro es que les mintió a todos, les hizo creer que estaba arrepentida para luego dejarlos plantados. – Opinó el ojiazul.

            Te equivocas Kaiba, ella si venia hacia acá, y antes de salir de su casa me llamó por teléfono para pasar sacándome de la mía.

            ¿Le habrá pasado algo? – Cuestionó el albino.

            ¿Ya intentaste llamarla a su celular Yūgi?

            Un montón de veces Tristán, pero no contesta.

            Entonces sí, le pasó algo en el camino.

            Cálmate Ryou, no hay que sacar conclusiones tan apresuradas.

            Tú qué piensas hermano.

            Puro show barato el que está montando esa mujer, de seguro lo hace para llamar la atención, está fingiendo todo esto para que le creamos que su arrepentimiento es sincero.

            Pues yo no lo creo, Kaiba. – Objetó enojado el tricolor menor.

            No es mi problema si lo crees o no.

            Lo mejor es calmarnos todos.

            Noah, tiene razón, hay que calmarnos todos.

            ¿Por qué no vamos a buscarla a su casa?

            Me parece una buena idea Ryou.

            ¿Nos puedes llevar Marik?

            ¿Qué? ¿Quién yo?

El ojiazul medio sonrió al ver la cara que había puesto.

            Por favor hermano.

            Si hermano, por favor llévame. – Bromeaba el castaño con el abogado.

            Ja, ja, ja, no le veo la gracia Seto.

            Pues yo sí.

El moreno lo miró con cara de: Un día me la vas a pagar.

            Marik, por favor.

            Grrr… Está bien Ryou, vamos.

            Yo también los acompaño.

            Muchas gracias Tristán.

            Ni hablar, vamos, Seto, llámame por si acaso aparece.

            Sí, sí, hay te llamo. – Respondió de mala manera. – “Ya todos deberían de saber que hierba mala nunca muere”. – Esto último lo pensó para sí mismo.

En cuanto se fueron, el ojiazul se dirigió a su hermano.

            Si te quieres ir, te puedo pasar dejando a la mansión.

            No hermano, prefiero quedarme.

            ¿Estás seguro?

            Sí, bueno, si no le importa al señor Wheeler.

            Claro que no muchacho, estás en tu casa, todos son bienvenidos.

            Muchas gracias.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

            “Estoy tan feliz de que haya logrado mi objetivo, por fin estaremos juntos tú y yo mi amor, ya nada nos va separar. Fuiste una ingenua al no decirle a tu amigo que te ibas a venir conmigo, lo cual es perfecto para mí, así nadie va sospechar nada. Duerme mi linda flor, duerme tranquila ahora que puedes, porque cuando hayamos llegado al lugar que tengo preparado para ti, no te dejaré descansar, esta noche serás mía, lo quieras o no tú serás mía”.

En lo que manejaba, su mente recordaba todo…

FLASH BACK

            Ya era hora de que llegaras, no sé por qué tardaste tanto.

            Discúlpame por favor, tuve que hacer algunas cosas antes de pasar por ti.

            Bla, bla, bla, tus excusas me tienen sin cuidado, ahora vámonos.

            Claro que si mi amor.

            No me vuelvas a decir así, yo no soy tu amor.

            Lo siento. – Le abría la puerta del copiloto para que su acompañante se pudiera subir, en cuanto lo hizo, cerró la puerta y se dirigió al otro lado de la puerta. Una vez que entró al vehículo, se le quedó mirando de pies a cabeza, incomodando a la otra persona.

            ¿Qué te pasa idiota? ¿Por qué me vez de esa manera?

            Estas muy bonita Tea, esa ropa te hace ver bien.

            Sí, sí, sí, lo que digas, ahora arranca que ya vamos un poco retrasados.

            ¿Cuándo aprenderás a tratarme bien?

            Quizás cuando vuelva a nacer, o sea nunca.

            No tienes que ser tan grosera conmigo.

            Mira, si no arrancas el auto me voy en un taxi. – Estaba por bajarse, pero el otro la detuvo.

            Está bien, vámonos.

            Tsk… Las cosas que tengo que soportar. – Lo dijo casi en un susurro.

Durante el camino, el conductor trataba de sacar algo de conversación.

            Y tu amigo Yūgi sabe que saldré con él.

            Obvio que no tonto.

            Entonces no sabe que iré contigo a su casa.

            Sí que eres estúpido, anoche que te llamé por teléfono te dije claramente que Yūgi no tiene pareja, y que podría ser tu oportunidad para que salgas con él. Y a él solamente le dije que hoy lo pasaría sacando de su casa, así que cuando lleguemos, los presentaré, me pasaré al asiento de atrás para que Yūgi se vaya aquí contigo adelante.

            Por eso no te preocupes mi amor.

            Grrr… Ya deja de llamarme así.

            Está bien, está bien, no te enojes, quiero llevar la fiesta en paz, y antes de que se me olvide, pasé comprando tu bebida favorita.

            ¿Por qué?

            ¿Por qué, qué?

            Porque me compraste algo que yo no te pedí.

            Digamos que para agradecerte por darme la oportunidad de intentar conquistar a Yūgi.

            Para que veas que no soy tan mala, te la voy a aceptar.

            Que linda eres.

            Un comentario más como ese y te juro que…

            Ya, ya, tranquila.

La mujer abrió el envase de la bebida y empezó a tomárselo de un sólo golpe, sin saber que el conductor la observaba con malicia.

FIN DEL FLASHBACK

            “La droga que le suministré a su bebida por medio de una jeringa dio resultado, tuve que dar varias vueltas excusándome que tomaría un atajo para ir a la casa de su amigo, cuando en realidad estaba ganando un poco de tiempo para que te quedaras dormida, y no tardaste mucho en hacerlo. Te vez hermosa cuando duermes, puedo tocarte a mi antojo, y en cada semáforo que hago, beso tus carnosos labios y tocó uno de tus pechos, como me encanta apretártelo con fuerza, se siente tan suave, tan blandito, los tienes bien firmes y redondos, ya no aguanto las ganas de llegar al lugar que he preparado especialmente para ti, muero por hacerte mía. Duerme reina mía, duerme ahora que puedes, porque esta noche no te dejaré dormir, te haré el amor hasta el cansancio”. – La volvía a besar a la fuerza sacándole un pequeño gemido.

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            Gracias por haber venido amigos.

            Ni lo menciones Joey.

            ¿Dónde están Tristán y Ryou?

            Bueno, verás Joey… – Comenzó a explicar un joven de cabellos verdes, siendo interrumpido por su novio.

            Lo que pasa es que fueron por Yūgi a su casa.

            Así es, el hermano mayor de Ryou se fue con ellos.

            ¿Y Tea?

            Todos pensaron que a lo mejor se quedó dormida, y dejó plantado a Yūgi.

El rubio medio sonrió por lo que sus amigos le decían.

            ¿Entonces, no va venir?

            Aun no lo sabemos Joey.

            Siento, como si me están ocultando algo.

            No como crees. – Ambos se miraron disimuladamente.

            Por cierto Joey, quiero aprovechar este momento para agradecerte por haber perdonado a mi hermano.

            No tienes nada que agradecerme, Mokuba.

            Me dejas hacerte una pregunta.

            Si.

            ¿Ya se te declaró mi hermano?

            No. – Respondió melancólico.

            No te desanimes Joey, estoy seguro que no tardará en hacerlo.

            La verdad es que no quisiera que lo haga.

            ¿Por qué? – Exclamaron ambos chicos muy sorprendidos.

            Porque él se merece alguien mejor que yo, y porque no me gustaría arruinarle su vida.

            Joey, no entiendo por qué dices eso, tu jamás le arruinarías la vida de mi hermano.

            Entiéndeme por favor, en estos momentos yo… – Unas finas lágrimas amenazaban por salir de sus ojos.

            Escúchame por favor, quiero que recuerdes lo que me dijiste hace tres años atrás, cuando te quedaste a vivir un par de días en la mansión. No me digas que ya lo olvidaste.

            No, no lo he olvidado.

            Quiero que me contestes una cosa.

            ¿Qué?

            ¿Te sigue gustando mi hermano? – El rubio no pudo articular palabra, y simplemente asintió con la cabeza. – También te acuerdas lo que yo te dije.

            Si.

            Me da gusto saber que no lo has olvidado, y déjame decirte una última cosa… – Se quedó callado por un momento. – Eres el único que puede ir sanando poco a poco el corazón de mi hermano, y él te irá sanando el tuyo.

            Pero es que…

            Joey, no te niegues la oportunidad de ser feliz, y no se la niegues a mi hermano por favor. Prométeme que al menos lo vas a intentar.

            Está bien, lo intentaré.

            Muchas gracias, quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que necesites.

            Y yo también. – Intervino en la conversación el peliverde.

            En verdad se los agradezco.

Continuará…

N/A: ¿Qué le sucederá a Tea? ¿Podrán encontrarla sus amigos? ¿El neko y el cachorro quedarán juntos al final? No deben perderse la continuación de esta historia, únicamente faltan tres capítulos… Sí, han leído bien… Tres capítulos para que esta historia llegue a su final. Muchísimas gracias por todo su apoyo. Me despido de ustedes muy cariñosamente, les mando muchos abrazos y besos virtuales.

Atte.:

          KAT.



P.D.: Dentro de poco será el cumpleaños de mi cachorro, yo les pregunto… ¿Quieren que ese día suba los capítulos que faltan de esta historia? O ¿Desean una nueva historia, un one shot? Déjenme saber su opinión a través de sus comentarios.