viernes, 28 de octubre de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…



Capítulo 56: ¿Quiénes son?... ¿Qué es lo que quieren?...

 

 

AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes de violencia, y agresiones que para muchos podrían ser perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por si alguien se llega a sentir ofendido por lo que está leyendo… Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

******************************

 

Un hombre de piel morena, ojos azules llegaba a una mansión, y al entrar fue interceptado por el dueño del lugar.

 

         Shādī…

 

         ¿Eh? – Lo volteó a ver de manera distraída.

 

         ¿Qué te traes muchacho? Hace días te he notado muy distraído.

 

         Lo siento mucho don Solomon.

 

         Tranquilo, porque no vamos a la cocina y ahí me lo explicas todo.

 

         De acuerdo.

 

Una vez que llegaron…

 

         ¿Y bien?

 

         Hace aproximadamente tres días que hablé con Rebecca.

 

         Continúa por favor.

 

         Le pedí que fuera un poquito más indulgente con Yūgi.


         ¿Qué te respondió?

 

         Lo mismo de siempre. – Manifestó melancólico. – Dice que ella no tiene por qué disculparse, y es Yūgi quien debería de hacerlo.

 

         Mi querido Shādī, agradezco tu preocupación para que ellos vuelvan hacer amigos, pero conociéndolos bien, ninguno de los dos dará su brazo a torcer.

 

         Lo sé, es por esa razón que le dije a Rebecca que Yūgi es su mejor amigo, y que él, estará perdido sin ella.

 

         ¿De verdad le dijiste eso?

 

         Si.

 

         ¡Baia! ¿Cuál fue su reacción?

 

         Al principio no le gustaba que le recordara todas las cosas que hicieron juntos. Desde que se conocieron ellos han sido inseparables.

 

         No cabe duda que le tienes un gran aprecio a mi nieto.

 

         Yo…

 

         Solamente déjame decirte una cosa.

 

         ¿Qué?

 

         Pase lo que pase, quiero que siempre estés al lado de mi nieto.

 

         ¿Por qué me dice eso?

 

         Créeme, llegará el día en que lo entenderás todo.

 

         Pero…

 

         Mi único deseo es que no quiero que mi nieto sienta que está solo. Quiero que lo sigas apoyando sin importar la decisión que llegue a tomar.

 

         Pero…

 

         Mi nieto es afortunado al tenerte.

 

         ¿Por qué lo dice?

 

         Porque sin importar qué, sigues manteniendo la promesa que le hiciste a mi padre.

 

         Le debo mucho al comandante Sugoroku. – Expresó melancólico.

 

         Dime una cosa, y por favor respóndeme con la verdad.

 

         ¿Usted dirá?

 

         ¿Aprecias a mi nieto realmente, o solamente cumples por deberle mucho a mi padre?

 

El hombre se quedó callado ante esa pregunta y después de meditarlo un poco respondió…

 

         Para serle honesto… No quería hacerme cargo de su nieto, creía que era mucha responsabilidad para mí. Pero con el paso del tiempo le fui agarrando mucho cariño a él y a usted también. Y a estas alturas lo considero como el hermano menor que nunca tuve, y si algo le llegara a pasar a Yūgi, créame que soy capaz de dar mi vida por defenderlo.

 

         Te agradezco que me hayas hablado con la verdad. – Le sonrió con cariño. – Prométeme que lo seguirás ayudando aunque él no lo quiera.

 

         No puedo prometérselo, pero si le prometo que trataré de ayudarlo en todo lo que pueda.

 

         Muchas gracias, Shādī.

 

******************************

 

         Demonios, a veces creo que Seto tenía razón cuando me dijo que no debí de haberle comentado nada a mi amigo. Si le digo esto a mi primo de seguro que dará un grito al cielo, y conociéndolo bien, no dejará que conozcan a Joey. Rayos, no sé qué hacer… – Tan metido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando unas personas se le habían acercado…

 

         ¿Quiénes son ustedes? ¿Y qué es lo que quieren?

 

         No tenemos ninguna obligación en presentarnos. – Respondió uno de los hombres.

 

         Será mejor que nos acompañes. – Habló otra persona.

 

         ¿Y qué si no lo hago? – Los miraba de manera intimidante a los ojos.

 

         Más vale que lo haga por las buenas. – Los hombres sonreían con maldad.

 

         ¿Qué pasará si no lo hago por las buenas? – Los miraba desafiante.

 

         No querrás saberlo. – Manifestó uno de los presentes de manera perversa.

 

         Y será mucho peor para ti.

 

         Pues yo no pienso ir a ninguna parte con ustedes. – Se puso a la defensiva.

 

         Quieras o no, vendrás con nosotros.

 

         Miren idiotas, más les vale que se larguen de mi presencia, no saben con quién se están metiendo.

 

         Claro que lo sabemos, señor Atem Kaiba.

 

El hombre abrió los ojos como platos, no entendía quiénes eran esas personas y como es que conocían su nombre.

 

         Lo diré por última vez, váyanse por donde vinieron.

 

         Temo que eso no se va poder.

 

         Como quieran, después no digan que no se los advertí. – Lanzó el primer golpe para darle al hombre que tenía enfrente de él.

 

         MALDITO. – Gritó en lo que escupía sangre. – A ÉL MUCHACHOS, NO LO DEJEN ESCAPAR. NUESTRO AMO Y SEÑOR NOS PIDIÓ QUE NOS ENCARGÁRAMOS DE ESTE IMBÉCIL.

 

         ¿Qué dijo? – Expresó sorprendido.

 

El tricolor comenzó a golpear a todos los hombres, y ellos hacían lo posible por defenderse de sus ataques. Y cuando lograron acorralarlo le sostuvieron los brazos con fuerza.

 

         Eso es, sostengan a este maldito miserable.

 

         SUÉLTENME IDIOTAS. – Luchaba con todas sus fuerzas.

 

         Llegó el momento de cobrarme el golpe que me diste, maldito imbécil. – Al terminar de hablar le dio un golpe muy fuerte y certero en la boca del estómago, haciendo que la víctima cayera al suelo quejándose de dolor.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH...


Los cinco hombres aprovecharon la oportunidad para golpearlo de manera brutal en todo su cuerpo.

 

******************************

 

         Mira Rebecca.

 

         ¿Qué? ¿Qué fue lo que encontraste?

 

         Aquí dice que se trata de una civilización muy antigua, hablaban en un idioma que hasta la fecha ya no existe.

 

         Deja ese libro Yūgi, suena muy aburrido.

 

         Qué raro. – Musitó para sí mismo.

 

         ¿Qué? ¿Qué es lo que ocurre?

 

         Hay un párrafo que casi no entiendo.

 

         Ay por favor, no me digas que entiendes lo que ahí está escrito. – Expresó burlonamente.

 

         Entiendo algunas cosas.

 

         ¿En serio?

 

         Si.

 

         ¿Cómo puedes entenderlo?

 

         Mi bisabuelito se empeñaba en darme clases de algunas lenguas antiguas.

 

         Si claro. – Volvió a burlarse.

 

         Mira. – Le enseñaba la parte que trataba de leer.

 

         No entiendo nada. – Desvió un poco su mirada.

 

         Lo poco que puedo entender es que aquí dice que habrá un elegido que tendrá que pasar tres pruebas.

 

         ¿Tres pruebas?

 

         Así es, escucha con atención lo que voy a leerte.


         De acuerdo.

 

         Llegará el día en que el elegido volverá de nuevo a este mundo y cuando lo haga, él deberá de pasar tres pruebas. Y los únicos seres que se encargarán de ponerlo a prueba serán tres custodios. Si el elegido no pasa las pruebas, no será merecedor de conocer a las siete familias. Y dependerá de los custodios si castigan o no al elegido…

 

         Yūgi… – Lo interrumpió de golpe. – Cómo sé que lo que estás leyendo no te lo estas inventando.

 

         No puedo creer lo que me estás diciendo, como voy a inventar algo así.

 

         Tienes razón, pero es absurdo lo que me dices. Además… – Le quitó el libro de sus manos. – Yo lo único que veo son puros garabatos, no se entiende nada.

 

         Te lo acabo de decir, es una lengua que nadie conoce y que se extinguió hace miles de años.

 

         Bueno, entonces no le veo el caso que te interese en seguir leyéndolo.

 

         ¿Es que acaso no te das cuenta?

 

         ¿De qué?

 

         Está hablando de una clase de profecía.

 

         ¿Y?

 

         Si logramos descifrar quien es el elegido, tal vez nos lleve a las siete familias. Y eso es lo que nosotros estamos buscando.

 

         No quiero desanimarte pero esto se complica cada vez más. – Pone el libro en sus manos.

 

         Baia, no lo había visto de esa manera. – Bajó un poco la mirada.

 

         Yūgi…

 

         Está bien Rebecca, supongo que tienes razón. Tal parece que esto es un círculo sin fin. – Manifestaba melancólico. – Cada vez que descubro algo nuevo, salen más misterios, nuevos desafíos y más cosas por descubrir.

 

         Hey, no lo veas así, es posible que te sientas abrumado o incluso decepcionado, pero sabes algo... – Lo agarró del mentón para que lo viera a los ojos. – Tu bisabuelo tenía mucha confianza en ti.

 

         ¿En verdad crees eso? – Sentía un gran nudo en su garganta.

 

         Claro que sí. – Le sonrió con cariño.

 

         Rebecca… Yo…

 

         Oye, lo único que puedo decirte es que no te des por vencido.

 

         Muchas gracias por tus palabras.

 

         De nada. Ahora hay que buscar la manera de cómo traducir ese libro.

 

         Está bien.

 

******************************

 

         Malditos imbéciles. – Golpeaba a tres hombres al mismo tiempo. – Todos ustedes son unos cobardes. – Le da una patada en el estómago a otro sujeto. – Ni crean que me van a vencer a pesar que ustedes son cinco. – Un hombre lo volvió a sujetar por atrás, pero rápidamente se apoyó en el otro para darle una patada al que estaba enfrente. Y con un rápido movimiento ya tenía al otro hombre en el suelo.

 

         ERES UN MALNACIDO. – Gritaba en lo que escupía sangre.

 

         Te juro que esto no se quedará así.

 

         Aaaaahhhhh….

 

         Aaaaahhhhh….

 

         Aaaaahhhhh….

 

Eran los gemidos que se escuchaban de los hombres que se encontraban en el suelo.

 

         Por última vez, ¿quiénes son ustedes? ¿Y qué es lo que quieren de mí? – Se tronaba los dedos de sus manos como amenaza. Caminó en dirección a uno de los hombres que se encontraba tirado en el suelo, luego lo agarró del cuello de la camisa para levantarlo. – ¿Por qué su amo y señor se quiere deshacer de mí?

 

         No te diré nada. – Le escupió en la cara.

 

         Habla maldito idiota o aquí mismo te mato. – Lo miró a los ojos de manera intimidante.

 

         Suelta a mí amigo maldito desgraciado. – Trataba de ponerse de pie.

 

         ¿QUIÉN LOS ENVIÓ? RESPÓNDEME. – Gritaba molesto.

 

         Nues… Nuestro… Amo… Y señor. – Hablaba con dificultad.

 

         ¿Qué es lo que quiere de mí?

 

         No… No lo sé.

 

         Suéltalo imbécil, él no sabe nada. – Se le tiró encima para atacarlo pero fue derribado por una patada.

 

         Tú cállate infeliz que no estoy hablando contigo. – Volteó a ver al hombre que aún lo sostenía del cuello. – HABLA YA.

 

         Lo único que sé es que tú tienes algo que a él le interesa.

 

         ¿Qué? – Expresó sorprendido. – “¿Estarán buscando a Joey?” – Esto último lo pensó para sí mismo. – Que esta sea la última vez que los vea cerca de mí, la próxima vez no seré tan amable con ustedes. – Finalmente lo soltó y luego empezó a caminar para salir de ese lugar.

 

 


Continuará…

 

 


N/A: ¿Podrá Yūgi traducir el libro que encontró? ¿Quiénes serán los tres custodios? ¿Se cumplirá la profecía? ¿Yūgi y Rebecca descubrirán a las siete familias? ¿Por qué esos hombres habrán atacado a Yami? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Los invito para que el próximo viernes no se pierdan la continuación de esta interesante historia. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

 

Agradecerles por todo el apoyo que me brindan y tomarse su tiempo en leer mis historias. Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes no sin antes mandarles muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

             KAT.


No hay comentarios:

Publicar un comentario