Capítulo 56: ¿Quiénes son?... ¿Qué es lo que quieren?...
AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes
de violencia, y agresiones que para muchos podrían ser perturbadores, así que
antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago
responsable por si alguien se llega a sentir ofendido por lo que está leyendo… Soldado avisado, no muere en guerra.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Un
hombre de piel morena, ojos azules llegaba a una mansión, y al entrar fue
interceptado por el dueño del lugar.
Shādī…
¿Eh? – Lo volteó a ver de manera
distraída.
¿Qué te traes muchacho? Hace días te he
notado muy distraído.
Lo siento mucho don Solomon.
Tranquilo, porque no vamos a la cocina
y ahí me lo explicas todo.
De acuerdo.
Una vez que llegaron…
¿Y bien?
Hace aproximadamente tres días que
hablé con Rebecca.
Continúa por favor.
Le pedí que fuera un poquito más
indulgente con Yūgi.
¿Qué te respondió?
Lo mismo de siempre. – Manifestó
melancólico. – Dice que ella no tiene por qué disculparse, y es Yūgi quien
debería de hacerlo.
Mi querido Shādī, agradezco tu
preocupación para que ellos vuelvan hacer amigos, pero conociéndolos bien,
ninguno de los dos dará su brazo a torcer.
Lo sé, es por esa razón que le dije a
Rebecca que Yūgi es su mejor amigo, y que él, estará perdido sin ella.
¿De verdad le dijiste eso?
Si.
¡Baia! ¿Cuál fue su reacción?
Al principio no le gustaba que le
recordara todas las cosas que hicieron juntos. Desde que se conocieron ellos
han sido inseparables.
No cabe duda que le tienes un gran
aprecio a mi nieto.
Yo…
Solamente déjame decirte una cosa.
¿Qué?
Pase lo que pase, quiero que siempre
estés al lado de mi nieto.
¿Por qué me dice eso?
Créeme, llegará el día en que lo
entenderás todo.
Pero…
Mi único deseo es que no quiero que mi
nieto sienta que está solo. Quiero que lo sigas apoyando sin importar la
decisión que llegue a tomar.
Pero…
Mi nieto es afortunado al tenerte.
¿Por qué lo dice?
Porque sin importar qué, sigues
manteniendo la promesa que le hiciste a mi padre.
Le debo mucho al comandante Sugoroku. –
Expresó melancólico.
Dime una cosa, y por favor respóndeme
con la verdad.
¿Usted dirá?
¿Aprecias a mi nieto realmente, o
solamente cumples por deberle mucho a mi padre?
El
hombre se quedó callado ante esa pregunta y después de meditarlo un poco
respondió…
Para serle honesto… No quería hacerme
cargo de su nieto, creía que era mucha responsabilidad para mí. Pero con el
paso del tiempo le fui agarrando mucho cariño a él y a usted también. Y a estas
alturas lo considero como el hermano menor que nunca tuve, y si algo le llegara
a pasar a Yūgi, créame que soy capaz de dar mi vida por defenderlo.
Te agradezco que me hayas hablado con
la verdad. – Le sonrió con cariño. – Prométeme que lo seguirás ayudando aunque
él no lo quiera.
No puedo prometérselo, pero si le
prometo que trataré de ayudarlo en todo lo que pueda.
Muchas gracias, Shādī.
******************************
Demonios,
a veces creo que Seto tenía razón cuando me dijo que no debí de haberle
comentado nada a mi amigo. Si le digo esto a mi primo de seguro que dará un
grito al cielo, y conociéndolo bien, no dejará que conozcan a Joey. Rayos, no
sé qué hacer… – Tan metido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta
cuando unas personas se le habían acercado…
¿Quiénes son ustedes? ¿Y qué es lo que
quieren?
No tenemos ninguna obligación en
presentarnos. – Respondió uno de los hombres.
Será mejor que nos acompañes. – Habló
otra persona.
¿Y qué si no lo hago? – Los miraba de
manera intimidante a los ojos.
Más vale que lo haga por las buenas. –
Los hombres sonreían con maldad.
¿Qué pasará si no lo hago por las
buenas? – Los miraba desafiante.
No querrás saberlo. – Manifestó uno de
los presentes de manera perversa.
Y será mucho peor para ti.
Pues yo no pienso ir a ninguna parte
con ustedes. – Se puso a la defensiva.
Quieras o no, vendrás con nosotros.
Miren idiotas, más les vale que se
larguen de mi presencia, no saben con quién se están metiendo.
Claro que lo sabemos, señor Atem Kaiba.
El
hombre abrió los ojos como platos, no entendía quiénes eran esas personas y
como es que conocían su nombre.
Lo diré por última vez, váyanse por
donde vinieron.
Temo que eso no se va poder.
Como quieran, después no digan que no
se los advertí. – Lanzó el primer golpe para darle al hombre que tenía enfrente
de él.
MALDITO. – Gritó en lo que escupía
sangre. – A ÉL MUCHACHOS, NO LO DEJEN ESCAPAR. NUESTRO AMO Y SEÑOR NOS PIDIÓ
QUE NOS ENCARGÁRAMOS DE ESTE IMBÉCIL.
¿Qué dijo? – Expresó sorprendido.
El
tricolor comenzó a golpear a todos los hombres, y ellos hacían lo posible por
defenderse de sus ataques. Y cuando lograron acorralarlo le sostuvieron los
brazos con fuerza.
Eso es, sostengan a este maldito
miserable.
SUÉLTENME IDIOTAS. – Luchaba con todas
sus fuerzas.
Llegó el momento de cobrarme el golpe
que me diste, maldito imbécil. – Al terminar de hablar le dio un golpe muy
fuerte y certero en la boca del estómago, haciendo que la víctima cayera al
suelo quejándose de dolor.
AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH...
Los
cinco hombres aprovecharon la oportunidad para golpearlo de manera brutal en
todo su cuerpo.
******************************
Mira Rebecca.
¿Qué? ¿Qué fue lo que encontraste?
Aquí dice que se trata de una
civilización muy antigua, hablaban en un idioma que hasta la fecha ya no
existe.
Deja ese libro Yūgi, suena muy
aburrido.
Qué raro. – Musitó para sí mismo.
¿Qué? ¿Qué es lo que ocurre?
Hay un párrafo que casi no entiendo.
Ay por favor, no me digas que entiendes
lo que ahí está escrito. – Expresó burlonamente.
Entiendo algunas cosas.
¿En serio?
Si.
¿Cómo puedes entenderlo?
Mi bisabuelito se empeñaba en darme
clases de algunas lenguas antiguas.
Si claro. – Volvió a burlarse.
Mira. – Le enseñaba la parte que
trataba de leer.
No entiendo nada. – Desvió un poco su
mirada.
Lo poco que puedo entender es que aquí
dice que habrá un elegido que tendrá que pasar tres pruebas.
¿Tres pruebas?
Así es, escucha con atención lo que voy
a leerte.
De acuerdo.
Llegará el día en que el elegido
volverá de nuevo a este mundo y cuando lo haga, él deberá de pasar tres
pruebas. Y los únicos seres que se encargarán de ponerlo a prueba serán tres custodios.
Si el elegido no pasa las pruebas, no será merecedor de conocer a las siete
familias. Y dependerá de los custodios si castigan o no al elegido…
Yūgi… – Lo interrumpió de golpe. – Cómo
sé que lo que estás leyendo no te lo estas inventando.
No puedo creer lo que me estás
diciendo, como voy a inventar algo así.
Tienes razón, pero es absurdo lo que me
dices. Además… – Le quitó el libro de sus manos. – Yo lo único que veo son
puros garabatos, no se entiende nada.
Te lo acabo de decir, es una lengua que
nadie conoce y que se extinguió hace miles de años.
Bueno, entonces no le veo el caso que
te interese en seguir leyéndolo.
¿Es que acaso no te das cuenta?
¿De qué?
Está hablando de una clase de profecía.
¿Y?
Si logramos descifrar quien es el
elegido, tal vez nos lleve a las siete familias. Y eso es lo que nosotros
estamos buscando.
No quiero desanimarte pero esto se
complica cada vez más. – Pone el libro en sus manos.
Baia, no lo había visto de esa manera.
– Bajó un poco la mirada.
Yūgi…
Está bien Rebecca, supongo que tienes
razón. Tal parece que esto es un círculo sin fin. – Manifestaba melancólico. –
Cada vez que descubro algo nuevo, salen más misterios, nuevos desafíos y más
cosas por descubrir.
Hey, no lo veas así, es posible que te
sientas abrumado o incluso decepcionado, pero sabes algo... – Lo agarró del
mentón para que lo viera a los ojos. – Tu bisabuelo tenía mucha confianza en
ti.
¿En verdad crees eso? – Sentía un gran
nudo en su garganta.
Claro que sí. – Le sonrió con cariño.
Rebecca… Yo…
Oye, lo único que puedo decirte es que
no te des por vencido.
Muchas gracias por tus palabras.
De nada. Ahora hay que buscar la manera
de cómo traducir ese libro.
Está bien.
******************************
Malditos imbéciles. – Golpeaba a tres
hombres al mismo tiempo. – Todos ustedes son unos cobardes. – Le da una patada
en el estómago a otro sujeto. – Ni crean que me van a vencer a pesar que
ustedes son cinco. – Un hombre lo volvió a sujetar por atrás, pero rápidamente
se apoyó en el otro para darle una patada al que estaba enfrente. Y con un
rápido movimiento ya tenía al otro hombre en el suelo.
ERES UN MALNACIDO. – Gritaba en lo que
escupía sangre.
Te juro que esto no se quedará así.
Aaaaahhhhh….
Aaaaahhhhh….
Aaaaahhhhh….
Eran
los gemidos que se escuchaban de los hombres que se encontraban en el suelo.
Por última vez, ¿quiénes son ustedes?
¿Y qué es lo que quieren de mí? – Se tronaba los dedos de sus manos como
amenaza. Caminó en dirección a uno de los hombres que se encontraba tirado en
el suelo, luego lo agarró del cuello de la camisa para levantarlo. – ¿Por qué
su amo y señor se quiere deshacer de mí?
No te diré nada. – Le escupió en la
cara.
Habla maldito idiota o aquí mismo te
mato. – Lo miró a los ojos de manera intimidante.
Suelta a mí amigo maldito desgraciado.
– Trataba de ponerse de pie.
¿QUIÉN LOS ENVIÓ? RESPÓNDEME. – Gritaba
molesto.
Nues… Nuestro… Amo… Y señor. – Hablaba
con dificultad.
¿Qué es lo que quiere de mí?
No… No lo sé.
Suéltalo imbécil, él no sabe nada. – Se
le tiró encima para atacarlo pero fue derribado por una patada.
Tú cállate infeliz que no estoy
hablando contigo. – Volteó a ver al hombre que aún lo sostenía del cuello. –
HABLA YA.
Lo único que sé es que tú tienes algo
que a él le interesa.
¿Qué? – Expresó sorprendido. –
“¿Estarán buscando a Joey?” – Esto último lo pensó para sí mismo. – Que esta
sea la última vez que los vea cerca de mí, la próxima vez no seré tan amable
con ustedes. – Finalmente lo soltó y luego empezó a caminar para salir de ese
lugar.
Continuará…
N/A: ¿Podrá
Yūgi traducir el libro que encontró? ¿Quiénes serán los tres custodios? ¿Se
cumplirá la profecía? ¿Yūgi y Rebecca descubrirán a las siete familias? ¿Por
qué esos hombres habrán atacado a Yami? Todo esto y más lo iremos descubriendo
en los siguientes capítulos. Los invito para que el próximo viernes no se
pierdan la continuación de esta interesante historia. No olviden dejar sus
comentarios que yo con mucho gusto les responderé.
Agradecerles
por todo el apoyo que me brindan y tomarse su tiempo en leer mis historias. Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes no sin antes mandarles
muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario