Capítulo 2: Siempre estaré a tu
lado, aunque tú no quieras…
Notas del capítulo: El
orgullo muchas veces nos ciega, y no nos permite hacer cosas que realmente
queremos hacer, con el afán de sentirnos superior a los demás somos capaces de
endurecer a nuestro corazón y nos sentimos orgullosos por las decisiones que
tomamos aunque estas no sean correctas. Pero… ¿Qué más da? Nos sentimos
satisfechos de humillar a las personas que más queremos en la vida, y somos
incapaces de pedirles perdón, todo por nuestro estúpido orgullo. Aunque nos
muramos de rabia por dentro, aunque nos alejemos de nuestros seres queridos,
siempre buscaremos la manera de estar a su lado aunque ellos no lo quieran…
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
En
una habitación, se encontraba un hombre sentado frente a su escritorio, desde
hace varios meses que su personalidad había cambiado bastante. Era más mandón
que de costumbre, era más frívolo, y no se limitaba en aplastar a cualquiera
que se le atravesara en su camino. Esta persona había cambiado totalmente,
volviéndose déspota, engreído, prepotente, altanero, odioso y egoísta. Siempre
buscaba la manera de estar solo sin que nadie lo interrumpiera, se podría decir
que hasta cierto punto el hombre daba lástima. Pero nadie en su sano juicio se
atrevería a decírselo, mucho menos tratar de insinuárselo. Pero… ¿Qué más daba?
Él tenía todo el derecho de actuar y decir todo lo que se le venga en gana,
siempre ha sido así y siempre será así. Porque sus órdenes, eran obedecidas al
pie de la letra, y hay de aquél si no cumplía con sus mandatos. Estaba tan
metido en sus pensamientos hasta que escuchó que alguien tocaba la puerta para
poder entrar…
Toc, toc, toc… ¿Puedo pasar? – Una
voz conocida lo sacó de sus pensamientos.
Más vale que me traigas noticias de
él. – Dijo sin ni siquiera mirarlo.
Pues, esto que voy a decirte no sé
cómo lo vas a tomar, pero…
Habla de una buena vez, bien sabes
que soy una persona muy ocupada. – Aún le hablaba sin ni siquiera mirarlo.
A veces llega un hombre a visitarlo,
no te puedo dar seguridad de, ¿quién es o por qué permanece ahí algunas noches?
No te lo quería decir antes para que no te precipitaras en sacar tus propias
conclusiones.
Y según tú… ¿Qué es lo que debo
hacer?
Dame tiempo, para averiguar de quien
se trata o por qué llega en algunas ocasiones.
De acuerdo, por esta ocasión
aceptaré tu petición. ¿Alguna otra cosa?
Yo, la verdad… – Se quedó callado
por un momento. – Mira Kaiba, esto que voy a decirte quiero que lo veas como un
consejo, como tu amigo que soy…
Guárdate tus comentarios para
alguien que le interese. – Volteó a ver muy enojado la persona que tenía a su
espalda.
De todas maneras te lo diré. – Lo
miró fijamente a los ojos. – Lo que estás haciendo no es correcto, nada te cuesta
hablar con él, yo creo que si tan sólo conversaras te ahorrarías toda esta
inseguridad.
Tu única obligación es vigilarlo día
y noche si es necesario, y entregarme un reporte diario de todas las cosas que
hace. ¿A dónde va? ¿Dónde trabaja? ¿Con quién sale? Quiero saber hasta el más
mínimo detalle.
Kaiba, por favor, hazme caso,
deberías verlo, te aseguro que te llevarás una gran sorpresa. No sabes de lo
que te estás perdiendo. Deja ya a un lado tu maldito orgullo.
Bueno, pues entonces explícame, que
para eso te pago ¿No? Dime, que sorpresa es la que me estoy perdiendo. – Habló
con ironía.
El
otro hombre se quedó callado, pensó muy bien las cosas y exclusivamente le pudo
decir…
Creo que aún no es el momento para
que lo sepas, todavía estas enfadado por lo que te ocurrió. Pero yo en tu
lugar, pensaría muy bien las cosas antes de actuar. Ahora si me disculpas me
retiro.
Espera un momento.
Si dime, para qué soy bueno. – Medio
sonrió.
Quiero que la próxima vez que
vengas, me lo traigas ante mí.
El
individuo después de asentir con la cabeza, salió del lugar, dejando al castaño
realmente enfadado.
******************************
En otro lugar…
Ten, tómate el vaso con leche, te
hará bien.
Muchas gracias Ryou, creí que
estabas trabajando.
Pues, para serte sincero, no quería dejarte solo, sobre todo en la
condición que te encuentras. Recuerda que debes cuidarte mucho, tu salud es muy
importante. – Sonrió amigablemente para subirle un poco los ánimos a su amigo.
En verdad te lo agradezco tanto Ryou,
pero en serio, no te preocupes por mí, estoy bien, será mejor que regreses a
trabajar, no quiero que vayas a tener problemas por mi culpa. – Volvió a bajar
su mirada.
Descuida Joey, no sé por qué, pero
por alguna razón mi jefe Bakura me dio el día libre, creo que lo hizo porque me
vio que estaba un poco deprimido.
¿En serio? – Preguntó sorprendido.
Sí, me preguntó qué era lo que me
pasaba, y le dije que estaba preocupado por ti, entonces fue ahí cuando me dijo
que yo también me fuera a descansar.
¡Baia! Al parecer le simpatizas
mucho Ryou, no vaya ser que una de esas se enamoren ustedes. – Ahora el chico
albino era quien bajaba su mirada.
******************************
¿Qué me habrá querido decir con eso?
– Pensaba cierto muchacho de ojos azules. – Tonterías, quizás dijo eso para ver
cómo reaccionaría. Veamos… Según este informe, aún conserva sus patéticos
trabajos, sigue viviendo con un tal Ryou, uno de sus estúpidos amigos que tenía
en la escuela. Vamos a ver que más dice… ¡Ah, sí! Le gusta desayunar en una
cafetería que está a dos cuadras del apartamento donde está viviendo, sale muy
poco, se limita a gastar lo muy necesario y únicamente sale a trabajar. Los
domingos por las tardes le gusta ir al parque, en sus días libres, lo aprovecha
para ir al supermercado y comprar provisiones para la semana. Al parecer su
único amigo es Ryou, por lo regular Yugi y compañía lo visitan aunque con muy
poca frecuencia, cuando no sale al supermercado se queda todo el día en el
departamento. ¡Rayos! Este sí que es un informe completo, sin embargo, no
especifica lo que realmente quiero saber. Que coraje me da no poder verlo, pero
es mejor así, ya veremos cuánto tiempo más durará viviendo de esa manera. –
Medio sonrió para sí mismo. – Las personas cambian después de algún tiempo,
cuando estuvimos juntos, a él nunca le faltó nada, lo tenía todo, viajes;
lujos, joyas, ropa, perfumes finos, carro, absolutamente todo. Pero ahora, ya
verás cómo vienes corriendo ante mí para que te perdone, porque todas esas
comodidades que tenías conmigo, nadie, definitivamente nadie te los podrán dar.
Ni siquiera esa mujerzuela barata. – Hablaba para sí mismo, mientras que seguía
leyendo el informe, en ese momento, entró un hermoso joven de cabellos negros y
ojos azules casi iguales a los de él.
Sabía que te encontraría aquí. –
Habló molesto.
¿Qué quieres? No vez que estoy
ocupado. – Contestó de mala manera.
Sabes muy bien que conmigo no puedes
fingir Seto.
Si has venido a decirme el mismo
sermón de siempre, de una vez te digo que mi respuesta sigue siendo NO.
Está bien hermano, vamos a ver quién
se aburre primero… Tú con tu terquedad de siempre de que no tienes que
buscarlo, o yo, insistiéndote que vayas por él de una vez por todas.
Que te quede bien claro una cosa
Mokuba, pierdes tu tiempo, jamás, óyeme bien, jamás haré las paces con ese
perro. Lo que hizo es imperdonable, además, ya estaba cansado de sus estúpidas
excusas, casi siempre me desobedecía en todo, y hacia lo que él quería, y la
verdad es que ya me estaba hartando de que siempre me decía que no volvería a
llegar tarde, que hablaría con su jefa para que lo dejara salir temprano. PERO
NO TENÍA IDEA DE QUE SE REVOLCABA CON ESA PUTA. – Gritó fuertemente, mientras
le daba un puñetazo a su escritorio.
Al menos dime… ¿En dónde está? Me
gustaría escuchar su versión, Seto, no digo que tú estés mintiendo, pero no se
me hace justo que lo estés acusando y él no esté aquí para defenderse.
No sé en dónde está y ni me importa.
– Mintió.
De acuerdo hermano, no quería llegar
a esto, pero lo buscaré por mi cuenta.
Te lo prohíbo determinantemente. –
Discutió de forma amenazadora.
Lo siento Seto, ya soy una persona
adulta, y puedo tomar mis propias decisiones. Y algo más hermano, si te separas
de Joey, no aceptaré a nadie más en nuestra familia. – Ahora era el pelinegro
quien lo miraba de forma amenazadora, como todo un Kaiba.
******************************
No digas eso Ryou, notarás que con
el tiempo, tal vez te vuelvas a enamorar y encuentres a esa persona especial. –
Medio le sonrió.
Gracias por animarme Joey, pero no
te hagas muchas ilusiones, no tienes idea por todas las cosas que tuve que
pasar. – Hablaba con tristeza.
Pero a mi parecer, el señor Bakura
ha sido muy amable con nosotros, en ocasiones hasta te viene a visitar, Ryou,
es hora de que te des una oportunidad, se ve que él es un buen hombre. Mira mi
caso, nunca creí que me casaría con mi amor platónico, Seto es una persona
increíble, siempre me decía que estaría a mi lado aunque yo no quisiera, y también
sé que a pesar de todo él me sigue amando al igual que yo. No tienes idea de lo
paciente que fue conmigo, nunca me obligaba a hacer cosas que yo no quería, y
sobre todo, me ayudó a salir adelante.
Tu caso es muy diferente Joey, tú sí
que tuviste mucha suerte de que tu amor secreto fuera correspondido, en cambio
yo… – Algunas lágrimas empezaron a salir, el rubio se acercó a su amigo y lo
abrazó diciéndole…
Perdóname por hacerte recordar cosas
dolorosas de tu vida, y sé que aún no estás listo para hablar sobre eso. No te
preocupes, todo va a salir bien, y los dos saldremos adelante. Pero si algún
día quieres hablar… – Le levantó la mirada al albino y con una gran sonrisa le
dijo... – Aquí está Joey Wheeler para escucharte. – Y ambos empezaron a reír, olvidando
cada uno sus tristezas.
******************************
“Primero
dice que lo ama, después dice que lo odia y por si eso no fuera suficiente
ahora quiere que le tome una foto. ¡Ja! Quién se ha creído, de seguro piensa
que ha de ser muy fácil seguirlo a todas partes, sobre todo cuando sale casi
que corriendo a su trabajo para no llegar tarde”. – Pensaba un hombre mientras
iba conduciendo su auto, en el transcurso del camino recordó un pequeño
incidente que había tenido…
FLASH BACK
Buenos días señor, lamento mucho el
retraso, lo compensaré en mi hora de descanso.
Buenos días Joey, no te preocupes
muchacho, llegas a tiempo como siempre, quiero que empieces por limpiar el
sótano, hoy vendrá mercadería nueva y quiero que haya espacio para ordenarla.
Si señor Zigfried von Schoeder,
enseguida iré, sólo déjeme marcar con la tarjeta. – El rubio fue a marcar su
tiempo como siempre lo hacía, luego se dirigió a la bodega para poder arreglar
un poco, las horas fueron pasando rápidamente y aún tenía mucho trabajo que
hacer. En ese momento un hombre había bajado al sótano.
¡Hey, Joey! El señor Zigfried me
ordenó que te dijera que ya puedes salir a almorzar.
Muchas gracias Rafael, únicamente
termino de acomodar estas cajas y enseguida iré.
Una
vez que había terminado, salió del sótano, marcó con la tarjeta y se fue a
almorzar a un pequeño restaurante que estaba cruzando la calle. En cuanto
entró, enseguida lo abordó un mesero.
Buenas tardes señor, supongo que
querrá la mesa de siempre.
Sí por favor. – Respondió el
ojimiel.
El
mesero lo guió hasta su mesa, le entregó el menú y después se retiró.
Al parecer, hoy si tengo mucha
hambre, creo que soy capaz de comerme una vaca entera yo solito. – Se decía a
sí mismo, pero en cuanto volteó a ver hacia un lado para llamar al mesero, vio
una persona muy conocida por…
El
joven se levantó de la mesa de forma violenta y se dirigió al lugar en dónde
estaba la otra persona…
¿QUÉ HACES AQUÍ? – Gritó molesto.
Hola Joey, esta sí que es una
agradable sorpresa encontrarte aquí. – Saludaba el hombre mientras le extendía
su mano para que el otro se la estrechara, pero en vez de eso, recibió un
manotazo rechazando el saludo.
TE PREGUNTÉ… ¿QUÉ HACES AQUÍ? NO ME
DIGAS QUE… ¿NO ME DIGAS QUE KAIBA SE ATREVIÓ A CONTRATARTE PARA SEGUIRME?
Él
estaba más que molesto, sentía un gran coraje en su interior, sólo el hecho de
pensar que su esposo en vez de buscarlo para pedirle perdón, había contratado a
ese idiota para vigilarlo, eso era muy humillante, era cómo si realmente Kaiba
pensara que él en verdad tenía amoríos con la mujer que encontró en su mansión.
Antes que nada, necesito que te
calmes, por favor siéntate. – Habló el hombre de lo más tranquilo.
PUEDES DECIRLE A KAIBA QUE ESTA
HUMILLACIÓN NUNCA SE LA PERDONARÉ, Y DILE TAMBIÉN QUE ME DEJE EN PAZ, QUE ME
DEJE VIVIR MI VIDA TRANQUILO, PORQUE YO DE ÉL NO QUIERO NADA, ME ESCUCHÓ BIEN,
MÁS VALE QUE NO LO VUELVA A VER POR ACÁ O EN ALGÚN OTRO LUGAR DONDE YO ME
ENCUENTRE. – El joven se le notaba a leguas de que estaba furioso, todas las
personas que se encontraban en el restaurante, eran espectadores del show que
ambos hacían, pero más el ojimiel porque gritaba cada vez más fuerte sin
percatarse del mega oso que estaba haciendo.
Créeme Joey, no sé de qué me estás hablando,
únicamente vine a este lugar porque me lo han recomendado, me dijeron que la
comida de aquí es muy buena. Será mejor que te calmes, anda siéntate, hazme
caso es por tu bien.
La
otra persona miró a su alrededor, y se dio cuenta de cómo todas las personas lo
estaban observando, así que por esta ocasión le obedeció y se sentó en su mesa.
Mesero, tráigale un vaso con agua a
mi amigo por favor. – Ordenó el mayor.
Enseguida señor, con su permiso.
Minutos más tarde…
¿Ya estas más tranquilo?
Sí. – Manifestó en seco.
¿De verdad pensaste que yo te estaba
vigilando?
Sé muy bien que trabajas para Seto,
y que le eres fiel a él, no me extrañaría que te contratara para que me
vigilaras.
Eso es verdad, le soy fiel al señor
Kaiba, y también sé que ustedes están pasando por un mal momento. Pero créeme,
este encuentro fue pura coincidencia, es más; me alegra mucho de haberte visto.
¿De verdad? ¿Eso quiere decir que no
me estas vigilando?
Claro que no Joey, sé que al
principio no nos llevamos muy bien que digamos, pero eso ya quedó en el pasado.
Mejor cuéntame, ¿qué has hecho?
Mejor dígame una cosa… ¿Has visto a
Seto? ¿Cómo está? ¿Se encuentra bien?
El señor Kaiba está bien, lo malo es
que siempre anda de un humor, creo que ni él mismo se aguanta. – Le sonrió,
haciendo que su acompañante medio sonriera también.
Marik, puedo pedirte un favor.
Claro Joey, el que tú quieras.
Cuida muy bien de Seto, no te
apartes de su lado, tú eres una de las pocas personas en la que él confía
mucho, a parte de su hermano.
¿Tanto lo amas?
Lo amo desde el primer día que lo
conocí. – Confesó con tristeza.
Bueno Joey, en verdad me alegró
mucho verte, y si necesitas algo, lo que sea, no dudes en llamarme. – Le
entregó una tarjetita personal.
FIN DEL FLASHBACK
“Tú y Kaiba se acababan de separar,
apenas llevaban dos semanas, y ese encuentro que tuve contigo, realmente fue
una casualidad. Porque después que platicamos, como si fuera por obra del
destino, el señor Kaiba me llamó 3 días después para que yo te empezara a
vigilar”. – Suspiró. – “Espero que algún día puedas perdonarme, no te
equivocaste cuando me dijiste en aquella ocasión en el restaurante, le soy fiel
a Seto Kaiba, y por ende no puedo decirte nada al respecto”.
******************************
¿Por qué piensas que me voy a
separar de él?
¡Oh, vamos! Seto por favor, te
conozco muy bien y sé que sólo estas buscando un pretexto para hacerlo.
¿Y qué, si así lo fuera? Es mi vida
y puedo hacer con ella lo que me da la gana.
Sé que es tu vida hermano, pero no
voy a permitir que hagas sufrir a Joey. Eso sí que no te lo perdonaría nunca.
¿Acaso ya olvidaste todo el sufrimiento que tuvo que pasar por culpa de ese
idiota?
Ni me lo recuerdes, no quiero saber
nada de ese maldito miserable. Pero aun así, por mucho que se ame a una
persona, una infidelidad es imperdonable.
Hermano, ¿qué te hace pensar que
Joey podría estarte engañando?
No lo pienso, lo vi con mis propios
ojos, y todavía esa descarada tuvo el valor de decirme algo al oído antes de salir
de la mansión.
Puedo saber… ¿Qué es lo que te dijo?
Bueno, si tanto insistes te lo diré:
“Que afortunado es usted Kaiba, al tener a un hombre tan guapo y noble como
Joey, cuídelo mucho, no vaya ser y en una de esas alguien se lo quiera quitar”.
El hecho de que la mujer te haya
dicho eso, no signifique que él tenga algo que ver con ella.
Ese no es el punto, el caso es que
si logro descubrir que me ha estado engañando todo este tiempo, entonces sí,
que se atenga a las consecuencias. Se lo dije muy claro el día que lo eché de
la residencia, a mí, nadie me ve la cara de pendejo y se queda invicto para
contarlo. – El Ceo apretó sus manos haciéndolas puños, en verdad le enojaba
bastante recordar ese día.
El
pelinegro suspiró hondamente, pensó bien lo que iba a decir, después de un
breve silencio dijo:
Únicamente espero que puedas
controlar tu ira hermano, y no vayas a hacer algo que después vayas a lamentar
por el resto de tu vida. – Al decir esto, salió de la habitación con la
esperanza de que su hermano lograra recapacitar a tiempo.
******************************
Después
que habían terminado de hablar, uno de ellos se decidió quedarse en la sala, al
parecer quería estar solo y convenció a su amigo para que se fuera a descansar.
Se encontraba sentado en un sillón, inclinado un poco hacia adelante con sus
manos apoyadas en sus rodillas, muchas cosas pasaban por su cabeza, y una
pequeña lágrima salió de uno de sus ojos el cual el joven limpió con un dedo.
Suspiró melancólico, volvió a ver hacia atrás para asegurarse de que no había
nadie, posteriormente se levantó del sillón, y caminó despacio alrededor de
toda la habitación.
Pov de Ryou…
Tu
llegada a esta casa hizo que cambiara mi vida por completo, no sé qué hubiera
sido de mí si no te hubiera encontrado aquel día. Me sentía deprimido, y a
pesar de que nací y crecí aquí, pues a mi regreso me encontré con muchos
cambios. Cuando supe que te habías logrado casar con Seto Kaiba, ni yo mismo me
lo podía creer, todos nuestros amigos siguieron sus sueños incluyéndote a ti.
Pero ese día, cuando yo estaba desesperado, no sabía qué hacer o a quien
acudir, te vi sentado en una de las mesas de esa cafetería, estabas deshecho,
totalmente destrozado, fue ahí cuando me acerqué a ti y te pregunté…
Recuerdos
se le venían a su mente el día en que se encontró con su viejo amigo de la
infancia.
FLASH BACK
“Caminaba por las solitarias calles
de Ciudad Domino, únicamente pensaba en mi patética vida que había tenido,
sentía una gran envidia hacia mis amigos por todas sus metas que habían logrado
alcanzar. En especial, envidiaba a mi amigo Wheeler… ¿Cómo era posible que un
chico como él, se hubiera podido casar con un magnate como lo es Seto Kaiba? Es
que de verdad, eso era algo difícil de creer, él estaba viviendo una vida donde
solamente se puede ver en los cuentos de hadas. Quizás no era envidia la que
sentía, tal vez me repudiaba a mí mismo por no haber tomado la decisión
correcta, y al final eché mi vida a perder. Ahora, me encontraba solitario, sin
familia, ni amigos, y lo peor del caso es que había regresado a mi ciudad
natal, pensé que las cosas mejorarían, porque era aquí donde supuestamente
habían personas que me conocían o más de alguna se acordaría de mí. Otro error
más que cometo al pensar que todo cambiaría, al menos había logrado conseguir
un trabajo y un pequeño apartamento, y lo mejor de todo, es que finalmente
logré vivir sin la compañía de nadie… Todo esto pensaba, hasta que finalmente
llegué a mi destino. Entré en una pequeña cafetería a ver si lograba almorzar
algo, y fue ahí cuando lo vi a él, se encontraba sentado, tenía en su mano un
pañuelo y a medida que me acercaba poco a poco me di cuenta de que estaba
llorando. Mil preguntas se me vinieron a mi cabeza, y no encontraba una razón
lógica para que él estuviera llorando de esa manera. Bueno, yo en su lugar
estaría más que feliz… ¿Pues, quién no? Si él lo tenía todo, y cuando me
refiero a todo es porque así lo era, sobre todo porque él, compartía una vida
con uno de los hombres más importantes del mundo. Ni siquiera se percató de mi
llegada, se miraba muy mal, tenía la mirada perdida, sus ojos estaban rojos e
hinchados de tanto llorar y sin pensarlo dos veces me animé en hablarle”…
¿Joey? Amigo ¿Qué haces aquí? Mejor
dicho ¿Por qué lloras de esa manera? – El joven se sorprendió mucho al ver
quien le estaba hablando.
¿Ryou? ¿Eres tú? ¿En serio eres tú?
– Medio sonrió, al parecer se había alegrado mucho de ver a uno de sus viejos
amigos de la infancia.
Si Joey, soy yo. – “No sé por qué,
pero me alegré bastante de que él aún me recordaba, y a pesar del tiempo seguía
mirándome con ternura”. – Esto último lo había pensado. – Dime, ¿te pasa algo?
Tal vez a lo mejor te pueda ayudar. – “Eso sí, que había sonado patético, en
que cabeza me cabía que yo podía ayudarlo, pues comparado con él… Yo era un don
nadie”. – Se maldijo a sí mismo después de sacudir un poco su cabeza para
despejar un poco su mente.
Ryou… Snif, snif, snif, snif, shif,
snif… Hoy ha sido el peor día de mi vida… Snif, shif, snif, snif, shif, snif…
Seto, y yo… Snif, shif, snif, snif, shif, snif… Seto, y yo, acabamos de
terminar… Snif, snif, snif, snif, shif, snif…
“Esa fue la gota que rebalsó el
vaso, simplemente no lo podía creer, si años anteriores había escuchado que
ellos eran la pareja dorada del año. Y ahora… Lo encuentro en este lugar solo,
deprimido, y llorando sin ningún consuelo. No sé por qué, pero fue la primera
vez que sentí pena por él, a pesar de llevar una vida de lujos y casado con la
persona que supuestamente más ama en el mundo, estaba pasando por una crisis
como cualquier pareja normal”. – Pensaba para sí mismo. –“Así que sin más
preámbulo le dije”: Tranquilo Joey, si no tienes a donde ir, puedes venir
conmigo, estoy viviendo solo en un pequeño apartamento, algo humilde, no es la
gran cosa, pero creo que mientras resuelves tu situación podrás quedarte todo
el tiempo que quieras.
Gracias Ryou, en serio te lo
agradezco, pero no quiero causarte problemas.
¿Pero qué dices? ¡Oh, vamos! ¿No me
digas que vas a rechazar mi oferta? Además… ¿Para qué están los amigos?
El
rubio medio sonrió, miró a su amigo, luego volvió a bajar la mirada como
pensando si aceptaba o no la invitación. Hace años que no se veían, Ryou había
dejado la escuela mucho antes que ellos, es más, ni siquiera logró terminar su
Bachillerato, sin embargo, lo que más temía era…
¿Joey? – El albino al ver a su amigo
tan callado y pensativo, decidió interrumpirlo.
Perdóname Ryou, no creo que sea una
buena idea, lo siento, pero en estos momentos no soy muy buena compañía que
digamos.
Tranquilo Joey, puedo entender
perfectamente por lo que estás pasando, es más, me haría bien algo de compañía.
– El hombre trataba de convencerlo para que se fuera a vivir con él.
De acuerdo Ryou, pero con una sola
condición.
Dime, ¿cuál es tu condición?
En cuanto logre encontrar un trabajo
te ayudaré con los gastos del departamento.
¿Esa es tu única condición? –
Preguntó un tanto sorprendido.
Sí.
Bueno, no se diga más; anda vámonos,
será como en los viejos tiempo…
FIN DEL FLASHBACK
“Nunca pensé que te adaptarías tan
rápido a llevar una vida sencilla, al principio me sentía avergonzado contigo,
pensaba que tal vez tú estabas acostumbrado a todos los lujos, y comodidades que
Kaiba te daba. ¡Qué equivocado estaba! Cualquier persona en tu lugar, hubiera
cambiado por completo. En cambio tú, seguías siendo el mismo de antes, claro,
que tú también vienes de una familia muy pobre, aún recuerdo como le ayudabas a
tu madre, era increíble cómo te las arreglabas para trabajar y estudiar al
mismo tiempo. Pero el día en que tu madre enfermó gravemente, ese día fue
cuando tu vida cambió por completo. Las risas inocentes habían terminado,
nuestros amigos en cierta manera nos dieron la espalda, aunque a veces se
tomaban la molestia de aconsejarnos, yo por mi parte, me largué a vivir lejos,
estaba harto de que criticaran mi vida todo el tiempo. Y fue ahí, donde cada
quien agarró rumbos distintos, uno nunca sabe a lo que se va a enfrentar, éramos
muy jóvenes e inocentes, solíamos soñar en encontrar a la pareja ideal que nos
amara, nos respetara, que únicamente tuviera ojos para nosotros, casarnos,
tener hijos, una casa y una familia estable. Pero con el tiempo, dejé de creer
en muchas cosas, y una de ellas fue… A creer en el amor, los golpes de la vida
te hacen cambiar, te hacen pensar distinto, y a no creer en nada. Sin embargo,
con tu llegada me haces ver la vida de otra manera, haces que yo vuelva a tener
esperanza a que un día sonría de nuevo, y a volver a confiar en las personas y
en el amor”…
******************************
Mansión Kaiba…
Un
hermoso joven de cabellos negros, alta estatura, y ojos azules un poquito
claros, se encontraba en su habitación, daba vueltas en círculos de un lugar a
otro, estaba un poco molesto, pero sabía perfectamente que nada hacía con
enojarse, debía de pensar muy bien las cosas, calmarse y estar ciento por
ciento seguro de llevar a cabo su plan.
“Esto es el colmo, a veces no
entiendo a mi hermano, es un tonto, un grandísimo tonto. Aunque de cierta
manera puedo entenderlo, ya que él ha sufrido mucho en la vida después de que
nuestros padres murieron, Seto, ha sido padre, y madre para mí, desde muy joven
se hizo cargo de los negocios familiares, no permitió que la empresa de nuestro
padre se viniera abajo, trabajó muy duro para que todo el mundo lo aceptara, y
lo respetaran. A raíz de eso, se volvió una persona muy seria, déspota,
desconfiada, frío, y arrogante. Seto, hizo cumplir la última voluntad de papá,
él no permitió que nuestros parientes nos separaran, eran como buitres a ver si
lograban quedarse con la mejor parte, prácticamente no tuvo infancia, se
sacrificó para que al menos yo pudiera crecer feliz como un niño normal. Pero
en cuanto conoció a Joey, su mundo dio un gran giro de 3,600º grados, todavía
recuerdo sus palabras cuando decía, que jamás, ni aunque estuviera loco él se
casaría, al parecer fue la única promesa que no pudo cumplir. Joey, llenó el
enorme vacío que había en el corazón de mi hermano, curó las heridas de su alma,
y lo convirtió en un hombre tierno, y cariñoso, aunque siempre conservaba su
carácter, y la postura de todo un Kaiba, aun así, era un hombre totalmente
distinto cuando estaba con el amor de su vida, me gustaba verlo feliz y
apasionado con mi querido cuñado, nunca olvidaré el primer día que puso un pie
en la mansión”… – Todo esto lo pensaba, y su mente le hacía recordar lo que
sucedió ese día.
FLASH BACK
Esta será tu habitación, podrás ir y
venir a dónde tú quieras, tienes acceso a casi toda la mansión, en el jardín de
atrás se encuentra la piscina, cuando quieras podrás nadar en ella, a lado
derecho se encuentra mi alcoba, y enfrente se encuentra la de Mokuba. Solamente
te pediré una sola cosa.
Ya sé qué es lo que me vas a pedir.
– Su voz se escuchó temblorosa, éste tenía la mirada agachada, estaba nervioso,
y asustado, y pensó que tal vez el ojiazul le iba a ordenar que lo complaciera
todas las noches. – Haré todo lo que me digas, sólo, por favor, por favor, te
suplico que no me lastimes. – Fue lo último que dijo antes de romper a llorar.
El
CEO al escucharlo, sintió un gran nudo en la garganta, y lentamente agarró la
barbilla del rubio para que éste pudiera verlo a los ojos, una vez que ambos se
miraron el mayor le dijo:
Tranquilo, no llores, no pienso
lastimarte cachorro. – Con sus manos empezaba a limpiar su carita de las
lágrimas que caían de esos hermosos ojos mieles, lo abrazó fuertemente
diciéndole… – No tengas miedo, aquí nadie te hará daño, te lo prometo. –
Acariciaba su rubia cabellera suavemente. – Y según tú… ¿Qué era lo que te iba
a pedir? – Cuestionó curioso.
El
muchacho no supo qué contestar, y no quería hacer enojar al castaño, así que
respondió…
Perdóname Kaiba. – Volvió a mirar
hacia abajo. – ¿Cuál es la única condición que me exigirás?
Cómo te iba diciendo, tienes acceso
a casi toda la residencia, a excepción de un sólo lugar. No quiero, óyeme bien,
no quiero, bajo ninguna circunstancia vayas a entrar en la última habitación
que se encuentra por los pasillos de la parte de atrás de la mansión. Por lo
demás, puedes ir y venir a donde tú quieras.
¿Esa es la única condición que me
pedirás? – Preguntó un poco sorprendido.
Claro que si cachorro, como te dije
antes, a partir de ahora vivirás aquí, cualquier cosa que necesites simplemente
házmelo saber que yo me ocuparé de todo.
Kaiba, Yo… – El rubio se aferró a
los brazos del CEO ya que aún éste lo tenía contra su pecho, el mayor pudo
sentir como su adorado cachorro temblaba, sabía a la perfección que él seguía
muy asustado, y no era para menos, se había prometido así mismo ayudarlo a que
fuera el mismo de antes, y tal vez, sólo tal vez, un día lo viera sonreír de
nuevo.
Dime Seto cachorro, por favor,
quiero que me llames por mi nombre. – Le habló tiernamente, para
tranquilizarlo.
El
ojimelado, se separó un poco para poder verlo, se quedó un tanto pensativo, y
únicamente asintió con la cabeza mientras susurraba…
Así lo haré, Seto.
Ven, será mejor que descanses en tu
habitación, has de estar muy cansado, más tarde vendré avisarte cuando la
comida esté lista.
Una
vez que Joey se había acostado en la cama, el mayor estaba por salir, pero el
rubio le pidió que se quedara con él, al menos hasta que estuviera
profundamente dormido. Y éste aceptó gustosamente en hacerle compañía; porque
él tampoco quería dejarlo solo.
Y
así; fueron pasando los días, y los meses, poco a poco el rubio exploraba la
mansión, al principio le daba mucho miedo, sobre todo por los empleados que
trabajaban ahí. Era muy callado, y tímido, no hablaba con nadie, cuando el
ojiazul se iba a trabajar a la Corporación Kaiba, él se encerraba por completo
en su habitación, y únicamente salía cuando Mokuba o Seto estaban en la
residencia.
Cuando
empezaba a andar por ahí, al comienzo se perdía, especialmente en el jardín, ya
que era muy grande, y hermoso a la vez. En uno de sus paseos matutinos;
encontró la habitación “Prohibida”. Se preguntaba a sí mismo, ¿por qué era el
único cuarto al que él no podía entrar? ¿Qué era lo que había ahí? ¿Qué
misterio había detrás de esa puerta? ¿Acaso habría algún secreto oculto que
Seto no quería que nadie más supiera?
FIN DEL FLASHBACK
El
joven salió de sus pensamientos al escuchar que su celular estaba sonando…
Diga, si soy yo.
------------------------
No te preocupes, quiero que
únicamente te limites en hacer tu trabajo, por lo demás, yo me haré responsable
de cualquier cosa que suceda.
------------------------
En ese caso, espero resultados
tuyos. Y no me falles….
Continuará….
N/A:
Kat.:
Me pregunto…. ¿Qué habrá detrás de esa puerta?
¿?:
Puede que hayan ratones destripados.
Kat.:
(Voltea a ver hacia atrás para ver quién había llegado) – Pero si es mi lindo
cachorro. Un momento… ¿Cómo que ratones destripados?
Joey:
Bueno, como tú sabrás, Kaiba es un gato, y por ende a los gatos les gusta comer
ratones, y tal vez los guarda ahí como colección. Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja. (Ríe burlonamente).
Kat
y Joey: Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Kat:
Pero que ocurrencias las tuyas cachorrito. – En ese momento…
Seto:
Cachorro malcriado, que insinúas con tu absurdo comentario. – Llegando todo
molesto. – Y qué te he dicho sobre que no debes juntarte con esta loca.
Kat:
Óyeme bien, yo no soy ninguna loca. – Lo mira furiosa.
Joey:
(Tratando de tranquilizar a ambos). – No peleen por favor, Seto, sólo fue una
pequeña broma. – Medio le sonríe para tranquilizarlo.
Kat:
Tal vez Joey tenga razón, quizás has de guardar ahí ratones destripados, o qué,
¿cuál es el misterio del por qué no quieres que nadie abra esa puerta?
Seto:
(Hablando con voz firme y arrogante). – No tengo por qué estarle dando
explicaciones a una don nadie como tú. (Kaiba con un chasquido de sus dedos,
entran dos grandulones).
Kat.:
¿Eh? Oigan, ¿qué hacen? Suéltenme, Kaiba, maldito miserable, ¿cómo te atreves?
Seto:
Ahora que está loca ya se fue, yo haré el cierre. – Pero en ese momento,
alguien lo interrumpe.
Joey:
Espera Seto, antes de despedirte, debemos de animar a nuestros fans. – Expresa
todo emocionado.
Seto:
En ese caso, ¿Por qué no los animas tú? – Responde molesto y algo fastidiado.
Joey:
(Con una gotita en la cabeza). – Bueno mis queridos/as Lectores/as, muchas
gracias por leernos, y no olviden dejar sus comentarios.
Seto:
¿Esa es tu gran animación?
Joey:
(Un tanto enfadado). – ¿Por qué no lo haces tú, eh?
Seto:
Observa y aprende del maestro cachorro. – Lo hace a un lado. – Les deseo a
todos que tengan un excelente día, que lean mucho yaoi y pobre de aquel que no
deje un comentario.
Joey:
Oye, si los intimida no querrán volver a entrar a leer esta historia.
Seto:
¡Ja! Para lo que me importa.
Joey:
Pero…
Seto:
Ya cállate, en lo único que estoy interesado es en…
Kaiba
se acerca peligrosamente a Joey, este lo voltea a ver y da dos pasos hacia
atrás…
Joey:
¿Seto? ¿Qué pretendes? – El Ceo lo carga en sus brazos, y se lo lleva a su
alcoba. Mientras que un rubio va todo sonrojado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario