AUTORA:
KATSUYA
PAREJAS
PRINCIPALES: Fernando/Raúl, Frederick/Miguel
OTRAS
PAREJAS: Adrián/Julio, Oscar/Alejandro, Rubén/Cecilio, entre
otras.
CATEGORÍA:
Originales.
GÉNEROS:
Ciencia
ficción, angustia, drama, tragedia.
ADVERTENCIAS:
Mpreg,
muerte de un personaje, lemon, tortura, orgias, violación.
Los
personajes de esta historia son de mi propiedad, así como la trama.
Capítulo
6: Orgías con los Experimentos… I Parte.
Meses
después…
Se encontraba en una habitación con poca
iluminación, miraba con tristeza a la persona que estaba acostado en la cama
conectado a un sinfín de aparatos, apretaba las manos haciéndolas puño tratando
de controlar su ira que sentía en ese momento, lo que más deseaba era
retorcerle el pescuezo a ese maldito, lo odiaba con todo su ser, odiaba que
siempre se metía en sus planes, odiaba que siempre le estropeaba su diversión,
odiaba que todo el tiempo arruinaba sus investigaciones, todo de ese ser lo odiaba.
Desde que lo intervino en la sala de cirugías y luego lo trasladó a la UCI[1],
no se había separado de él, no dejó que nadie más lo tocara, cuidaba de su
paciente día y noche, había dejado a un lado todo su trabajo y se lo encomendó
a su asistente. Y desde lo ocurrido han pasado más de tres meses, le preocupaba
que no recobrara el conocimiento, aún estaba en coma y no daba señales de
querer despertar.
—“Por
favor Raúl, no te des por vencido. Sé que no fue nada fácil por lo que tuviste
que pasar, pero tú siempre has sido un muchacho fuerte”. — Tocó su mano
suavemente y con su otra mano acarició levemente su rostro. — “No sé cómo, pero
te prometo que no dejaré que ese desgraciado te vuelva a poner una mano encima,
no quiero que vuelva a pasar lo mismo, no me dejes por favor, te necesito”.
Sin poderlo evitar, su mente recordaba
todo lo ocurrido aquel día fatal.
FLASH
BACK
—No…
Por… Favor… No… Quiero… Morir. — Gruesas lágrimas salían de sus ojos, bañando
completamente sus mejillas.
—
¿Qué sucede, acaso no piensas detenerme? — Le había hecho una pequeña herida en
su garganta.
—Por
mí, haz lo que quieras. — Manifestó como si realmente no le importara, aunque
por dentro se moría de los nervios y su corazón pedía a gritos que lo salvara.
—Como
quieras. — Sonrió con maldad, estaba a punto de degollarlo cuando en ese
momento se escuchó un fuerte grito.
—
¡ESPERA!
—
¿No qué no te importaba? — Preguntó con sarcasmo.
—No
seas estúpido, no te daré el placer de matarlo, yo quiero hacerlo con mis
propias manos.
Todos se quedaron boquiabiertos, hasta el
Doctor Gonzalo se había quedado en shock, al ver esa mirada asesina sabía que
no estaba bromeando…
—
¿De verdad piensas matarlo? — Lo tentaba para ver cuál sería su reacción.
—Dame
ese cuchillo. — Respondió molesto, la otra persona al ver que realmente lo iba
a matar, decidió detenerlo en el último momento.
—
¿ESTÁS LOCO, QUÉ TE PASA? — Gritó furioso.
—No
es lo que querías.
—Idiota,
solamente te estaba probando para ver si tenías las gallas de hacerlo.
—Pues
ya te demostré que si tengo las agallas para matar a cualquiera. — Su mirada
era intimidante.
—
¡Ja! Y yo que pensé que te habías enamorado de un experimento.
—No
deberías de pensar en tonterías y déjame hacer mi trabajo.
—Está
bien, vámonos muchachos, aquí ya no hay nada que hacer.
En cuanto se fueron, el hombre se apresuró
a liberarlo y revisarlo para ver en qué condiciones se encontraba.
—Raúl,
resiste por favor. — En cuanto soltó sus cadenas, tuvo que sostener su cuerpo
para que no cayera al suelo. — Mira nada más como te dejó ese maldito. — Puso
suavemente su cuerpo en el suelo y corrió rápidamente hacia la puerta y pedir
que le trajeran una camilla de inmediato. Posteriormente se volvió a acercar a
él. — Raúl, mírame por favor.
—Es…
La primera vez… Que me llama por mi nombre. — Fue lo último que dijo antes de
perder el conocimiento.
—RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÚUUUUUUUUUUUUUUULLLL.
— Lo abrazó fuertemente contra su pecho, sentía que su corazón se le desgarraba
por dentro, ni siquiera le importó mancharse su ropa de sangre.
FIN DEL FLASHBACK
—“Buscaré la manera de vengarme de
ese desgraciado, juro que me vengaré, esto no se puede quedar así”. — Se
inclinó un poco hacia adelante y le dio un pequeño beso en su frente.
Dentro de una oficina…
— MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN,
HASTA CUANDO ESE BASTARDO PIENSA EN RETOMAR SU LUGAR. — Gritaba furioso un
hombre.
—Debe tranquilizarse señor.
— ¡IDIOTA! Cómo me pides que me
calme en un momento como este, es que no te das cuenta de las grandes pérdidas
que hemos tenido, sin mencionar que los inversionistas y demás socios están
molestos por el déficit económico que hemos tenido en estos tres meses y todo
por culpa de ese maldito bastardo.
—Y… ¿Por qué no lo despide? Ponga a
su asistente que se haga cargo de todo.
— ¡ESTÚPIDO! — Le da tremenda
bofetada en la cara. — Si ese incompetente hiciera bien su trabajo, no tendría
la necesidad de depender del Doctor Fernando y hace años que me hubiera desecho
de él.
Todos
los presentes se habían quedado callado, así como estaban las cosas tenían que
ser prudentes al hablar o terminarían en una celda de castigo.
—Será mejor que me dejen solo, todo
el mundo salga de mi oficina.
—Sí, Doctor.
En
cuanto el hombre se quedó completamente solo, comenzó a recordar la
conversación que había tenido con su colega hace un par de semanas atrás.
FLASH
BACK
—Explícame por qué has dejado tu
trabajo.
— ¿Quién te ha dicho que lo he
dejado?
—Si no lo has dejado entonces, porque
tu estúpido asistente se encarga de revisar a los doncellos cargados.
—Porque yo mismo se lo he pedido.
—IDIOTA, NO TE DAS CUENTA QUE ESE
INFELIZ NO LO HACE BIEN Y HAN FALLECIDO CASI TODOS EN ESTOS ÚLTIMOS MESES.
— ¿Y qué?
— ¿Cómo de qué? Bien sabes que no
tolero pérdidas en esta investigación y todos los inversionistas esperan con
ansias el mentado cargamento.
—Eso era todo lo que tenías que
decirme. Porque si eso era todo, me voy.
— ¿A dónde crees que vas? Tú y yo no
hemos terminado de hablar.
—Pero yo contigo sí.
—No me provoques Fernando, no sabes
de lo que soy capaz de hacer.
—Tú eres el que no deberías de
provocarme, porque no me conoces.
— ¿Me estas amenazando?
— ¿Acaso eres el único que puede
hacerlo? — Lo miraba fríamente a los ojos.
—Está bien, vamos a calmarnos. —
Suspiró profundamente. — Te lo preguntaré una vez más, ¿cuándo piensas retomar
tu trabajo?
—Lo haré en cuanto mi paciente esté
fuera de peligro.
—No puedes estar hablando en serio,
creí que no te importaba ese estúpido experimento.
—Es verdad, no me interesa en lo más
mínimo, pero no debiste de haberte metido con mi diversión, no debiste de
golpearlo de la manera en que lo hiciste y… — Se quedó callado por unos
segundos. — Me habías prometido que no te volverías a meter en mis asuntos y
nada de eso cumpliste.
—Y por esa razón es que me castigas
de esta manera.
—Si lo quieres ver de ese modo, es
tu problema.
—De acuerdo, te propongo algo.
—Te escucho.
—Buscaré al mejor médico del mundo
para que cuide de ese experimento. De esa manera, tú podrás regresar a tus
obligaciones. ¿Qué dices, aceptas?
—Suena muy tentadora tu oferta, pero
olvidas un pequeño detalle.
— ¿Cuál?
—Que por el momento yo soy lo mejor
que tienes y conozco muy bien tu forma de torturar a los prisioneros y por esa
razón es que se cómo salvarles la vida.
—Tsk… Eres un maldito. — Rechinaba
sus dientes con fuerza, su colega era la única persona en ese lugar que se
atrevía a desafiarlo.
—Ni modo, tendrás que esperar a que
mi paciente se recupere.
—Al menos podrías supervisar lo que
el inútil de tu asistente hace.
La
otra persona sonrió por dentro, era la primera vez que el Doctor Gonzalo daba
su brazo a torcer y en cierta manera se sintió orgulloso de lograr tal hazaña.
—De acuerdo, para que veas que no
hay rencores, yo mismo supervisaré el trabajo de mi asistente.
—Excelente, así yo no habrán más
pérdidas.
FIN DEL FLASHBACK
—“Maldito desgraciado, por el
momento no me ha quedado de otra que aceptar sus estúpidos términos ya que si
no lo hago, podría perder hasta mi cabeza. Como odio que ese infeliz no me deja
divertirme”.
Área de descanso…
—Logramos ganar un buen dineral con
la apuesta de ese desgraciado.
—Sí, es una lástima que el Doctor
Gonzalo nos haya arruinado la diversión.
—Es verdad, ahora todos se preguntan
cuántos días habría durado con ese castigo.
—Por mucho aguante que pudiera
tener, no soportaría más de tres días.
—Yo me hubiese arriesgado en apostar
todo mi dinero si el castigo siguiera.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, pues yo no me atrevería a tanto.
—Hola amigos, ¿de qué hablan? —
Interrumpió otra persona al llegar.
—De las apuestas.
—Ustedes fueron los que se quedaron
con todo ese dinero.
—Así es. Ojalá y se volviera a
repetir.
—Mhg… Pues como están las cosas, no
creo que se vuelva a dar.
— ¿Por qué lo dices?
—Se han oído rumores entre los
prisioneros.
— ¿Qué clase de rumores?
—No me lo van a creer, pero al
experimento 19,990 lo ven como un héroe.
—Por favor, no digas estupideces,
estos infelices no tienen derecho a pensar, opinar ni ver a nadie como un
héroe.
—Estoy de acuerdo con mi amigo,
estos malditos únicamente están aquí para dos propósitos. Uno el de
satisfacernos y el otro para la investigación del Doctor Fernando.
— Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. — Se carcajeaban todos los presentes.
—Ni yo lo hubiera dicho mejor.
—De todas maneras ya saben lo que
tienen que hacer si el rumor se sigue expandiendo.
—Tú no te preocupes por nada, si
esos malditos se quieren pasar de listos tendrán un severo castigo.
—Los doblegaremos para que no hayan
revueltas.
—Pues yo llevo tiempo de no follarme
a unos cuantos.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, lo dices en serio.
—Por supuesto que estoy hablando en
serio. — Lo ve un poco molesto.
— ¿Por qué no te los has follado?
—Idiota, porque he pasado fuera
buscando más voluntarios. — Expresó con sarcasmo.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, espero que esta vez sí puedas
participar en la fiesta.
—He escuchado rumores que será una
gran noche.
—A ver cuenta, que has escuchado.
—Pues… Así como están las cosas, el
Doctor Gonzalo está muy molesto por lo ocurrido y tal parece que se quiere
desahogar con todos los experimentos y ya saben lo que ocurre cuando él hace
eso.
—Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuhhhhhhhhh,
será una fiesta muy divertida. — Comentó uno de los presente, mirándolos
pícaramente.
—Espero no perdérmela esta vez. —
Dijo otra persona mientras se relamía los labios.
—Si eso es verdad, a todos los que
me toque los haré gritar de dolor y placer, les reventaré ese culo que tienen y
se los voy a llenar con mi esperma, será tanto semen que no les cabrá en su
culo y los obligaré a que se lo traguen.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, tú sí que eres un sádico.
—Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. — Se reían todos.
—Brindo por eso mi hermano.
Mientras que en la UCI…
—Disculpe que lo moleste Doctor
Fernando.
— ¿Qué sucede?
—Necesito que me acompañe a la sala
de gestación, hay problemas con uno de los doncellos.
— ¿Y ya sabe cuál es el problema?
—Aún no, resulta que es el último
doncello que nos ha quedado y está a punto de perder su producto.
—De acuerdo, vamos.
Una vez dentro de la
sala…
— ¿Cómo se siente experimento
18,770?
—Mal Doctor, me… Duele mucho…
—Necesito que esté tranquilo mientras
le hago una serie de exámenes.
—No… Por… Favor… Ya no quiero más
pruebas.
—Usted sólo relájese, le ayudaré a
minimizar su dolor.
El
hombre ya no dijo nada y siguió las indicaciones del médico.
— ¿Qué pruebas le han hecho?
—Ya se le hizo una ecografía,
muestra de sangre, orina, lo hemos puesto a caminar un poco, le tomamos la
presión, y todo indica normal.
—Déjeme ver su cuadro clínico.
—Aquí está.
—Necesito que me ayude a revisarlo,
tráigame el ultrasonido.
—Enseguida Doctor.
El
experimento ya se encontraba acostado en una cama de exploración ginecológica y
varios enfermeros se encontraban en el lugar para ayudar a los médicos.
—Necesito examinarte, quiero que te
relajes y cuando sientas alguna clase de dolor o molestia házmelo saber.
—Si Doctor.
—Trata la manera de ponerte en
Posición de rodilla-pecho, nosotros te vamos a ayudar. — Una vez que lo
pusieron en esa posición, el galeno comenzó a hacerle varias pruebas, a la vez
le explicaba al doncello lo que le iba a hacer. — Te introduciré un espéculo
por el ano, le pondré gel para que entre sin problemas y lo haré despacio para
no causarte molestias. — La otra persona asintió con la cabeza, pero hizo un
gesto que llamó la atención del médico. — ¿Tienes miedo? — Preguntó un tanto
sorprendido. — Responde mi pregunta por favor. — El paciente desvió un poco la
mirada, uno de los enfermeros lo vio de manera amenazadora. — Si no me
contestas tendré que ser brusco contigo.
—No… Por favor... — Temblaba un
poco.
— ¿Tienes miedo? — Volvió a hacer la
misma pregunta.
—Un poco. — Mintió.
—No tengas miedo, te prometo que
seré cuidadoso en no lastimarte. Daré comienzo con la exploración. — Una vez
que se puso los guantes en las manos, inició a revisarlo, le abrió sus nalgas y
con una lamparita alumbraba para ver el interior, se puso gel en un dedo y lo
fue introduciendo poco a poco, pudo sentir como el otro se tensó al ser
invadido. — Relájate, respira hondo el dolor pronto pasará. — Metió un segundo
dedo y cada vez los hundía más, al mismo tiempo ponía la otra mano sobre la
zona inferior del abdomen, luego comenzó a moverlos de adentro hacia afuera
sacándole un leve gemido.
—Aaaahhhhh… Duele…
—Shhhh… Ya casi termino. — Sacó los
dedos, posteriormente unto gel en el espéculo y empezó a meterlo despacio para
poderle abrir más sus nalgas. A diferencia del otro enfermero, se dio cuenta
que éste estaba siendo más amable con él, cuando el galeno le abrió completamente
las nalgas se dio cuenta de cuál era el problema, frunció el ceño de lo molesto
que estaba.
— ¿Quién examinó a este doncello?
—Fue Fermín, Doctor.
— ¿Y tú por qué no lo examinaste
personalmente?
—Porque tenía que revisar a los
demás.
—Imbécil, debiste estar con él al
momento de la revisión.
—Discúlpeme Doctor, yo…
—Crees que con pedir disculpas solucionarás
el problema.
—Pero no me ha dicho cuál es el
problema.
—Ese es el problema. — Le señaló
para que lo viera con sus propios ojos.
— ¡No puede ser! — Exclamó
sorprendido.
—Al hacerle las pruebas fue bastante
brusco con el doncello, tanto su esfínter como las paredes del útero están
desgarradas. — El hombre volteó a ver de manera perversa a uno de los
enfermeros. — Sal de aquí, luego ajustaré cuentas contigo.
La
otra persona tragó saliva en seco y sin decir nada salió de la habitación.
—Debemos de prepararlo para una
cirugía y detener el sangrado y si perdemos al experimento con todo y producto
yo mismo me encargaré de que ese idiota tome su lugar.
Todos
los presentes sintieron un gran escalofrío recorrerles por todo su cuerpo y se
pusieron en marcha para ir a preparar la sala de cirugías.
—Voy a retirarte con cuidado el
espéculo y quiero que te tranquilices ya que dentro de poco serás trasladado a
la sala de cirugías.
—Como usted diga Doctor.
Horas más tarde…
Después
de haber salido de la sala de cirugías y trasladar al doncello al cuarto de
recuperación, decidió hacer el reporte e írselo a dejar de una sola vez a su
colega, en lo que caminaba pensaba en muchas cosas.
—“Es su problema la decisión que
tome de ahora en adelante, yo ya hice lo que tenía que hacer, estos imbéciles
nunca aprenderán. Les he dicho hasta el cansancio que no maltraten a los
doncellos, ellos deben estar lo más tranquilos posibles y ser atendidos de la
mejor manera. Pero en vez de eso, se aprovechan de la debilidad que adquieren y
los maltratan o abusan sexualmente de ellos. Si no se toman medidas drásticas,
jamás dejarán en paz a los doncellos. Ya bastantes preocupaciones tienen con
traer el producto con vida como para que los estemos martirizando más de la
cuenta, creo que es su recompensa que se merecen durante 9 meses por aguantar y
soportar todo el dolor y sufrimiento que suelen pasar para poder llegar a la
última etapa”. — Detuvo su caminar por un momento, levantó la mirada hacia el
techo para luego dar un gran suspiro. — “Y pensar que todo eso tiene que pasar
mi querido Raúl”. — Apretó sus manos fuertemente haciéndolas puño. — “Quizás lo
mejor sea que él no sobreviva, que no despierte jamás, no me gustaría ver como
estos malditos abusaran de él, definitivamente no lo permitiría, no dejaría que
nadie lo tocara, ni siquiera ese maldito sádico. ¡NO! Eso jamás, él no tiene
por qué pasar por todo ese dolor y sufrimiento, él no debe participar en las
mentadas fiestas y hay de aquel que se atreva a tocarle uno sólo de sus
cabellos, cualquiera que se atreva hacerle daño, no solamente lo convertiré en
mi juguete sexual, sino que además le haré desear la muerte. Una muerte que
nunca llegará”. — Siguió caminando en dirección a su destino. — “¿Por qué tuve
que enamorarme? ¿Qué demonios me pasa? A veces me pongo a pensar qué será lo
que realmente siento por él, acaso será amor del bueno o simplemente una
obsesión. Raúl, si tan sólo supiera que tu sientes lo mismo por mí, créeme que
buscaría la manera de sacarte de aquí”. — Medio sonrió para si mismo. — “A
quien intento engañar, él nunca se fijaría en alguien como yo, jamás se
enamoraría de la persona que ha experimentado con su cuerpo, del que tanto daño
le ha hecho, jamás se enamoraría de un ser desalmado como yo, lo único que se
refleja en sus ojos es un infinito odio hacia mi persona y las grandes ganas de
quererme matar por todo el dolor psicológico y físico que le he ocasionado.
Maldigo el día en que tú llegaste a este lugar, maldigo la hora en que entré a
tu habitación por primera vez y me maldigo a mí mismo por haberte robado un
beso mientras dormías bajo los efectos del sedante que yo mismo te inyecté.
Siento que este amor me va consumiendo lentamente el alma. Como si los demonios
tuviéramos una”. — Sonrió con sarcasmo ante su propio comentario.
En
cuanto llegó a su destino, comenzó a revisar a su paciente, posteriormente se
sentó en una silla que estaba a lado de la cama.
Continuará…
N/A: Quiero
hacer una pequeña aclaración, como ya se habrán dado cuenta, esta historia es
muy fuerte, por lo que sugiero que si la seguirán leyendo lo van hacer bajo su
propio riesgo. A medida que vayan avanzando en los demás capítulos se irá
poniendo cada vez peor y más feo, así que de una vez advierto que el próximo
capítulo será sádico. No me hago responsable por traumas psicológicos, que esta
historia les pueda generar.
Por
lo demás, agradezco mucho que se tomen su tiempo para leer esta historia. Me
despido de ustedes muy cariñosamente, y nos leeremos en el próximo capítulo.
Atte.:
KAT.
P.D.: Continuamos
con el mini especial de la semana, mañana no se pierdan un nuevo capítulo de la
historia: Los ojos son el reflejo del alma.
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