domingo, 27 de octubre de 2019

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…






Capítulo 5: Secretos de familia.



Notas del fanfic: Todo el mundo tiene secretos que guardar, algunos son peores que otros. Pero hay secretos que solemos guardar para no herir a un ser querido. También las familias tienen sus propios misterios, andan aparentando lo que no son cuando en realidad temen que alguien pueda descubrir lo que ocultan dentro de la sociedad. ¿Será bueno vivir teniendo tantos secretos en la vida?


Aclaración: Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí. Si alguien desea ayudarme a darme ideas o que pueda manejar bien este tema, su ayuda será muy bien recibida.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Semanas después…

            Ya olvídalo Yūgi, tu medallón no volverá a brillar.

            Pero, puede suceder en cualquier momento Rebecca. Tienes que creerme.

            Yūgi, hemos pasado noches enteras vigilando ese estúpido medallón y nada ha pasado, de seguro estabas soñando o lo imaginaste.

            Me estoy dando cuenta que no me crees nada de lo que te digo. – Habló con tristeza.

            No me mal entiendas por favor, te creo, en serio, te conozco muy bien y sé que tu no me mentirías en algo como esto.

            Pero…

            Como te dije hace poco, llevamos varios días sin poder dormir y esa cosa no ha brillado y ni ha hecho nada, además, no entiendo tu obsesión de insistir en que vuelva a pasar.

            La verdad es que… Me he estado preguntando…

            ¿Qué? Dilo de una vez.

            Y qué tal si Shādī tiene razón, que tal si realmente existen las siete familias.

            Ni siquiera sabemos de qué se trata las siete familias, al principio creí que se referían a las siete maravillas del mundo, pero no. Yūgi, he buscado en internet, libros de historias, he ido a museos e incluso le he preguntado a un amigo que es experto en la etnología y esas cosas y tampoco sabe nada. Hasta tú mismo has buscado por tu cuenta y ni rastro de nada. Y ahora, sólo porque viste un estúpido resplandor, piensas que algo puede llegar a suceder, no crees que es algo absurdo.

            Tal vez tengas razón. – Bajó un poco la mirada.

            Lamento mucho decepcionarte.

            Está bien, no hay problema.

            Mira, si quieres volver a iniciar la búsqueda tu sabes que puedes contar conmigo.

            Lo sé y te lo agradezco. Será mejor que vaya a casa, ha sido un día muy pesado.

            Es verdad, lo mejor será que te vayas a descansar.

            Claro y tú también.

            Considéralo un hecho. – Medio le sonrió.

            Hasta mañana Rebecca y discúlpame por todas las molestias que te he ocasionado.

            Tranquilo, no te preocupes por eso, si vuelves a ver algún cambio de nuevo, házmelo saber de inmediato.

            Por supuesto, te lo prometo.

            Bien, nos vemos mañana.

            Si, hasta mañana.

******************************

En alguna parte del mundo…

Un hombre, se encontraba sentado en el césped y a su alrededor tenia a muchos niños que le estaban prestando atención a su relato…

            Oooooooooooooooohhhhhhhhhhhhh…

            ¿Y qué pasó después?

            Síguenos contando, por favor.

            Sí, sí, sí.

            Por favor.

            Si, por favor.

            Ya, ya, si se calman les seguiré contando.

            Todo el mundo cállense. – Ordenaba uno de los niños.

Al poco tiempo se quedaron callados para seguir escuchando la historia.

            Ejem, ejem… ¿Dónde me quedé? Ya me acordé. Como les iba diciendo, cuenta la leyenda que un ser malvado se obsesionó con apoderarse del mundo, viajaba de país en país para cumplir con su objetivo, se dice que se hacía pasar por un forastero de la región, pedía posada, comida y agua. Cuando se ganaba la confianza de las personas, buscaba la manera para sembrar cizaña en los corazones de los aldeanos y esto provocaba que se mataran entre sí.

            Que cruel.

            Si, como podía hacer tal cosa después de que lo trataban bien.

            No es justo que se aprovechaba de la amabilidad de los pobres aldeanos.

            Y de la hospitalidad que le daban.

            Sin mencionar la confianza que le brindaban.

Hablaban uno a uno los niños del lugar hasta que ya no se entendía nada y solamente se escuchaba un bullicio.

            Silencio por favor. – Pedía el hombre. – Shhhhh… Cállense ya. – Se fueron quedando callados. – Me gusta ver que este día están muy participativos.

            Sus historias nos enseñan muchas cosas.

            Es verdad.

            Sí, sí, es cierto.

            Por favor, síganos contando más.

            Gracias por sus halagos. – Medio se sonrojó. – Continuaré contándoles. En efecto todos ustedes tienen la razón, era un ser tan ruin y malvado que no le importaba absolutamente nada, lo único que le importaba era satisfacer su hambre de poder. A veces, él tenía que cometer un crimen y se las ingeniaba para culpar a terceros y así poderse salir con la suya e iniciar una guerra dentro de la región, provocando que las personas se mataran entre ellos mismos.

            ¿Alguna vez logró tener su merecido? – Preguntó uno de los niños.

            Pues, verán, dice la leyenda que hubo una ocasión en que…

El hombre no pudo terminar de contar la historia ya que fue interrumpido…

            Imaginé que te encontraría aquí.  

            Amor. – Se levanta del suelo y se acerca al recién llegado para darle un beso en los labios, recibiendo pequeñas bromas por parte de los niños, haciendo que ambos se sonrojaran.

            Ya niños, no es para tanto. – Les llamaba la atención. – Por lo visto les sigues contando a los niños los relatos conocidos en esta región.

            Tú sabes que me encanta hacerlo.

            Lo sé, no tienes que decírmelo. Shada, tenemos que hablar.

El aludido suspiró profundamente.

            Mahādo, para que me lo digas en ese tono de voz debe de ser de algo serio.

            Así es amor.

            Bueno niños, es hora que se vayan a sus casas.

            Nooooooooooooooooooooooooo. – Respondieron al unísono.

            ¿Podemos quedarnos otro ratito más?

            Sí, sí, sí, otro ratito.

            Por favor.

            Ya, ya, no pongan esa cara, si se van ahora les seguiré contando la historia mañana.

            Está bien. – Contestaron los niños.

            Discúlpame por arruinarte el día.

            Descuida amor, lo mejor será irnos a la casa.

            Gracias por ser tan comprensivo.

******************************

Casa de Yūgi.

Un hombre de avanzada edad, se encontraba solo en su habitación, pensaba en muchas cosas, y también recordaba la historia que le había contado a Shādī semanas atrás y eso lo había dejado algo inquieto por lo que a su mente le venían pequeños recuerdos…

FLASH BACK

            Hijo, debes entender que un día tendrás que tomar mi lugar.

            Padre, no quiero que insista en lo mismo, ya no soy aquel niño que creía en sus absurdas historias.

            Pero que tonterías estas diciendo, las historias que te he contado son reales.

            Padre, te has pasado la mitad de tu vida buscando algo que no existe y por seguir tu estúpida fantasía abandonaste a mamá cuando más te necesitaba.

            Me doy cuenta que tú nunca me perdonarás por haberlos dejado solos. Pero debes entender que todo lo hice por el bien de la humanidad.

            Humanidad, humanidad, no me hagas reír, acaso te pareció humano dejarme a cargo de todo, siendo yo a penas un niño de 12 años.

            Sé que no fue justo para ti ni para mi amada esposa. Perdóname. Pero ahora que ya eres un adulto deberías comprender un poco más las cosas.

            No pienso cargar toda mi vida algo que no me concierne y ni me importa, ya tomé una decisión y seguiré mi propio camino, padre.

            No deberías de negar tus responsabilidades, no olvides que eres mi hijo, quiero que continúes el camino donde lo dejé.

            No lo haré, si he de tomar otro camino será el mío propio, estoy decidido a no dejarme arrastrar para seguir una estúpida fantasía.

            Entiende por favor, es tu destino.

            Te equivocas padre, el destino lo hace uno mismo.

            No puedes estar hablando en serio.

            Acéptalo padre, tus amigos imaginarios te han abandonado, te dejaron solo y eso ocurrió porque ninguno de ellos existe.

            Está bien, me doy cuenta que diga lo que diga no te haré cambiar de parecer. Si has decidido irte, hazlo no pienso detenerte.

            De acuerdo, pero antes de irme, quiero pedirte que no le envenenes la mente a mi hija con tus tonterías, no quiero que ella crezca ilusionada con tus estúpidas historias.

            ¡Pero es mi nieta!

            Porque es tu nieta es que dejaré que la visites, pero si me doy cuenta que empiezas por contarle tus estúpidos relatos, no volverás a verla.

            No puedes estar hablando en serio.

            Por supuesto que estoy hablando muy en serio, padre.

            Está bien, respetaré tu decisión.

FIN DEL FLASHBACK

            “Perdóname padre por haber sido tan egoísta, tu tenías razón al decirme que no te había perdonado por haberme dejado solo con mamá, y por ese maldito rencor que guardaba en mi corazón es que me fui de tu lado. Pasaron los años y yo tuve que mudarme a otro país, mi esposa falleció cuando mi hija ya tenía 10 años, sin embargo tú nunca dejaste de visitarnos, y cumpliste tu promesa, jamás le contaste tus relatos a mi hija. No sabes cómo me arrepiento que ella no te haya escuchado como cuando yo lo hacía siendo un niño. Al pasar el tiempo, mi hija creció convirtiéndose en una hermosa mujer, se parecía tanto a su madre”. – El hombre sostenía una foto en sus manos y sus ojos comenzaron a humedecerse. – “Por azares del destino, mi pequeña se enamoró de un hombre, esta persona había llegado a la ciudad a pasar sus vacaciones y fue ahí donde se conocieron, empezaron a salir hasta que se enamoraron. Al principio yo no estaba de acuerdo con esa relación, incluso logré odiar ese hombre por arrebatarme mi más grande tesoro. Tal vez fue eso o quizás era porque ese hombre venía del mismo país que yo un día dejé, ellos se casaron y tuvieron un hijo. Tú te pusiste feliz al saber que mi hija se iría a vivir allá y de cierta manera estarías más cerca. Los años pasaron, y ocurrió una terrible tragedia y por alguna razón, mi hija te dejó a mi nieto a tu cuidado. Eso me molestó bastante, se suponía que yo tendría que haber sido su tutor legal desde un principio y eso me alejó cada vez más de ti. Y ahora, le has dejado una gran carga a mi nieto, una carga que yo me rehusé en llevar. Lo que no se, es que si alguna vez le has dicho a Yūgi la verdad sobre nuestra familia, no sé si él esté preparado para saberlo. No sé qué hacer, ni siquiera se si Yūgi podrá soportar la tremenda responsabilidad que lleva a temprana edad. Quizás lo mejor hubiera sido que yo lo aceptara desde un principio. Ya no puedo hacer nada, lo único que me queda es confiar que todo sea una mentira, que tus relatos no sean más que puros cuentos”.

El hombre se limpiaba las lágrimas con una mano, guardó la fotografía en una pequeña caja, se levantó de la cama y caminó en dirección al closet para colocar ahí dicha caja.

******************************

Base enemiga…

            “Maldición, maldición, maldición, no me esperaba algo como esto, jamás me imaginé que alguien se atreviera a quitarle el collar, con él lo podía controlar fácilmente y saber dónde se encontraba, podía sentir su presencia y manipular su mente. Pero ahora, he perdido todo contacto con esa maldita bestia”. – Pensaba un hombre que se encontraba tras las sombras de su habitación. – “¿Quién pudo ser capaz de quitárselo? ¿Quién habrá sido el maldito miserable que se metió en mi camino? Se supone que soy el único que podría quitarle ese collar, soy el único que conoce el hechizo para liberarlo ya que si alguien más se atreve a tocarlo recibirá una tremenda descarga eléctrica que lo empujara con fuerza mandándolo a volar lejos. Debo de tranquilizarme, vamos piensa, piensa, piensa”. – Daba vueltas de un lugar a otro por todo el lugar, estaba furioso. – “La única persona que se me ocurre que pudo hacerlo es… No, eso es imposible, no pudo haberle ayudado, puesto que ellos se odian a muerte. Aunque, pensándolo bien”… – En su rostro se dibujó una sonrisa maquiavélica. – “Puedo sacarle un buen provecho a esta situación. Lo dejaré un tiempo que viva afuera, que conozca como es el mundo, dejaré que experimente toda clase de emociones y cuando se llegue el momento, aprenderá que no es tan fácil librarse de mí… Muahahahahahahahahahaahahahahahahahahahahahahaha, muahahahahahahahahahaahahahahahahahahahahahahaha”. – En lo que se reía apretaba con fuerzas el collar que tenía en su mano.

******************************

Un joven estaba llegando a su hogar enojado, cuando salió de la universidad logró ver a alguien.

            SHĀDĪ, ¿DÓNDE ESTÁS? SAL AHORA MISMO DONDE QUIERAS QUE ESTÉS. – Gritaba por toda la casa.

            ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué vienes gritando de esa manera?

            No te hagas, tú sabes perfectamente porque estoy tan molesto.

            Si te tranquilizas, tal vez podamos hablar civilizadamente.

            Ya me tienes harto con tus amabilidades. Ahora que mi abuelo salió puedes dejar de fingir.

            De qué demonios estás hablando, yo no finjo nada.

            No te hagas, se perfectamente bien que tú me odias.

            ¡Ja! Al parecer estas imaginando cosas.

            No me quieras ver la cara de idiota.

            Pues deja de comportarte como uno.

            ¿Qué dijiste? – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño.

            Ya me oíste y bien sabes que no me gusta repetir las cosas.

            Con que así están las cosas, pues de una vez te digo que a mí tampoco me gusta repetir las cosas y esta es la última vez que te lo diré. No quiero que me vuelvas a seguir, ni tampoco quiero que me esperes todos los días afuera de la universidad.

            Estas pidiendo algo imposible, le prometí al Comandante que siempre cuidaría de ti.

            PUES DEJA DE CUMPLIR LA ORDEN DE UN MUERTO. – Gritó a todo pulmón, dejando al otro boquiabierto. – Lo único que quiero es que dejes de seguirme como un maldito perro faldero, entiende que no quiero nada de ti, no quiero tu ayuda, no quiero absolutamente nada que provenga de ti.

            Eres un insolente, un chiquillo malcriado y un malagradecido, si te vigilo es porque me preocupo por ti, porque no quiero que nada malo te pase.

            No es necesario que me cuides, ya no soy un bebé y se cuidarme solo.

            Está bien, como quieras, a partir de este momento estás solo. Y aunque me pidas ayuda ten por seguro que no te la daré.

            Ja, jamás te pediría ayuda, porque no te necesito para nada.

            Como quieras.  

Ambos se fueron del lugar por caminos distintos, y solamente uno de ellos sentía una gran tristeza en su corazón.


Continuará…


N/A: ¿Qué tal les pareció la continuación? ¿Creen que Yūgi hace mal en tratar así a Shādī? ¿Quién será el villano en esta historia? No se pierdan el próximo capítulo que poco a poco iremos resolviendo los misterios.

Cambiando un poco de tema, no sé si ya lo habrán notado, pero he cambiado un poco la personalidad de Yūgi. Si ustedes lo desean, en uno de los episodios puedo explicar el por qué. Buenos mis amores, me despido de ustedes cariñosamente, no olviden dejar sus comentarios al final de este capítulo.

Atte.:

           KAT.


P.D.: Hemos llegado al tercer día del mini especial de la semana, mañana los invito a que no se pierdan un nuevo capítulo de la historia: Los doncellos son una vergüenza, tanto para el hombre como para la mujer. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario