jueves, 26 de julio de 2018

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...






Capítulo 20: El Pasado siempre Sale a la Luz… II Parte…



Notas del capítulo: Llevo algún tiempo escribiendo fics y a través de los años he ido conociendo y haciendo nuevos amigos. Y todos ellos me han ido ayudando a escribir, una de mis debilidades es que todavía me cuesta mucho redactar lemons, es por eso que le pedí ayuda a mi amiga Darcey Herrera, para que escribiera un buen lemon y agregarlo a este capítulo.

Ella se merece todos los créditos y por ende, decidí dedicarle este episodio… Así, que si tienen alguna queja sobre los lemons, les suplico a todos y cada uno de ustedes que me reclamen a mí y no a ella. Espero que les guste el capítulo 20 que traigo para ustedes con mucho cariño, va dedicado a todos mis lectores y a mis amigos que siempre están ahí para apoyarme en todo.


Aclaraciones del capítulo: Cuando se tiene una relación, surgen muchos problemas a través del tiempo, dichas dificultades comienzan por pequeñas discusiones, malos entendidos, desacuerdos, pequeñas mentiras, malos hábitos y por último se llega a los celos. Esta pequeña palabra, puede acabar con toda una relación de años, romper matrimonios, noviazgos e incluso amistades.

Pero… ¿Hasta dónde somos capaces de poder controlar los celos? ¿Realmente confiamos en un 100% en nuestra pareja? ¿Acaso no estamos 100% seguros de la lealtad de nuestros amigos? Y ni que decir sobre los problemas que llegamos a tener sólo por un mal entendido, hasta tal punto que pensamos que estamos en un callejón sin salida.

¿Será verdad que los celos matan? O quizás… ¿No somos capaces de contener esa desconfianza que sentimos hacia nuestra pareja y amigos? Hay que admitir que en ocasiones las inquietudes no son del todo malas, siempre y cuando sepamos diferenciar de lo que está bien y de lo que está mal. Sobre todo, aprender que a veces las apariencias engañan y que las experiencias enseñan.
 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Tiempo después…

Comienza a amanecer en la ciudad, el sol brilla cálido enviando sus traviesos rayos a entrar sin permiso en una recámara habitada por dos. Marik ya había abierto sus ojos concentrado en contemplar a su lindo amante quién aún dormía tranquilamente abrazado a él recostado en su regazo…

Es increíble pensar que después de tantos años de compartir nuestras vidas juntos, todavía me relaja verte dormir tan apaciblemente por las noches, me gusta velar tu sueño y contemplar cada uno de tus suspiros… Reflejas tanta paz y serenidad que me contagias un incontenible deseo de besar cada parte de tu cuerpo e irte despertando gentilmente mientras empiezas a estremecerte con cada una de mis caricias, no pasa mucho tiempo para que empieces a reaccionar ante ellas.
Me encanta que lo primero que veas al abrir tus bellos ojos sea a mí y que me digas con una angelical sonrisa lo mucho que me amas. Me vuelve loco de deseo contemplar cada parte de tu cuerpo completamente desnudo tendido en mi cama, me pierdo ante tal hermosura, puedo notar como tu respiración se acelera y eso me excita cada vez más…

El mayor sonríe con ternura al verlo moverse para acomodarse mejor en su fuerte pecho, alzó su mano derecha para acariciar la tersa mejilla del menor para luego moverse un poco y besar la frente de su luz…  Pero grande fue su sorpresa al sentir los tibios labios de Malik sobre los suyos acto que el mismo intensificó al posesionarse encima del más joven profundizando más el delicioso contacto de sus labios y poco a poco convertirlo en una lucha entre lenguas para entrar en la cavidad contraria. El menor dejó escapar un sugerente gemido el cual no pasó desapercibido para el otro, quien abandonó los hinchados labios del menor para ir a la suave piel de su cuello, dejando pequeños besos y suaves mordidas marcando cada centímetro, reclamándolo como suyo, acción que hacían excitar al joven moreno.

El moreno mayor dejaba pequeñas marcas rojas en la piel contraria, deleitándose con los suspiros y gemidos desenfrenados que el pasivo dejaba escapar de su boca, mientras deslizaba su mano hasta la semi erección de su amor, empezando con un masaje por toda la extensión hasta que este se puso completamente duro cual piedra cambiando su respiración a una más agitada y audiblemente erótica, Marik inició un estrujamiento ligero pero excitante sobre el pene de su pareja haciendo que éste dejara salir el líquido pre-seminal… Pero antes de que se descargara completamente, el mayor se posesionó al nivel de las piernas del menor para poder llevar su cálida boca al pene humedecido e hinchado frente a él, empezó a lamer la punta con su ardiente lengua, mientras Malik se retorcía de placer entre las sábanas de suave algodón, ahora gimiendo sin ningún control, con una mano estrujaba las sábanas mientras que la otra estaba enredada en el suave cabello cenizo de su amante quien ahora succionaba con frenesí su candente sexo, mientras él se daba placer con la mano que tenía libre… El moreno mayor comenzó un veloz vaivén con su experimentada boca haciendo al menor derramar su semilla en esta, cosa que Marik no dejó escapar tragándolo completo. Dejó de auto complacerse para volver a los labios de su amante y esta vez le ofreció dos de sus dedos para que los humedeciera, acto que el menor realizó gustoso, sintiendo la lengua de su amor lamer con deseo sus rosados y duros pezones…
Cuando el ojiamatista mayor consideró sus dedos suficientemente lubricados, llevó un primero a la rosada y pequeña entrada del más pequeño, penetrando suavemente en su ser sin dejar de lamer y besar su pecho, Malik arqueó su espalda por la intromisión con un deje de dolor, Marik lo notó y unió sus labios con los de su niño para relajarlo, cosa que estaba dando resultado… Al sentir a Malik más acostumbrado, Marik introdujo un segundo dedo, moviéndolo con el primero como una tijera, abriendo y cerrando, haciendo al pequeño arquearse de placer mientras comenzaba a mover sus caderas atrás adelante simulando el vaivén de la penetración. El mayor estaba más que deseoso de poseer al menor y su enorme erección se estaba tornando extremadamente dolorosa, metió el tercer digito metiendo y sacando los dedos de la entrada de Malik, sintiéndola abrirse y cerrarse con cada entrada y salida. Al verla completamente dilatada, retiró sus finos dedos para colocar la hinchada y roja cabeza de su fogoso pene en la enrojecida abertura del menor quien arañaba su fuerte y bronceada espalda, respirando agitado en su oído excitándolo sobremanera.

Empezó a entrar lentamente en el cuerpo de Malik sintiendo la estrechez de éste, envolviendo su enorme y erecto pene, haciéndolo perder la poca cordura que conservaba, pero se detuvo al escuchar un pequeño gemido de dolor y notar unas cuantas lágrimas en los hermosos ojos amatistas de su precioso amante, espero a que él se acostumbrara y le indicase cuando moverse, indicación que no llegó ni tarde ni perezoso… Así que inició un suave movimiento de entrada para luego retroceder hacia afuera. Volvió a poseer los tiernos labios de Malik, contacto que el pequeño profundizó de manera demandante metiendo su lengua en la boca del más alto invitándola a jugar, mientras éste entró por completo en su interior llegando a tocar un punto sumamente sensible en el más joven, haciéndolo gemir fuertemente, exclamando el nombre de su hombre entre jadeos cargados de lujuria, pasión y deseo… Pidiéndole que penetre en él con más fuerza y rapidez. El egipcio sigue, pero ahora con más apuro, con más placer, deseo desbordado sin una pisca de cordura, sus ojos nublados en gozo y a la vez maravillados por ver a su novio perlado por el sudor debajo de su bien formado cuerpo, con las mejillas sonrojadas, los ojos entre abiertos al igual que su boca de la que escapan gemidos, suspiros y su nombre… Marik sigue imparable en su labor, entra y sale con rapidez y fuerza excitante y deliciosa, puja y gime como una bestia en celo lo que hace a Malik quererlo más dentro. Ambos están a vísperas de un delicioso orgasmo, unas cuantas estocadas más y Malik es el primero en liberar su esencia sobre el vientre de ambos, apretando inconscientemente su ano, creando una plácida estrechez que hace a Marik descargar su semilla en el interior del pequeño que todavía tiembla por la reciente sensación en su cuerpo… Marik cae rendido y extasiado a su lado mientras aún permanece en su interior, le da un beso en la frente para luego abrazarlo protectoramente…

Te amo mi dulce Malik.

Y yo a ti mi amor.

******************************

Buenos días señora Valentine.

Muy buenos días joven Pegasus.

Discúlpeme señora por venir a molestar tan temprano, pero me gustaría que me dejara hablar con su hijo.

No tiene que disculparse joven y no sea tan formal por favor. Le pediré que por favor me llame Mai, es más, estaba a punto de decirle al chofer que lo fuera a buscar.

Creo que ambos nos leemos las mentes señora.

Mi nombre es Mai, ya le dije que puede llamarme así.

Disculpe usted.

Aprecio mucho que haya venido y le estoy muy agradecida que se preocupe tanto por mi hijo.

No es para tanto Mai, lo considero como un hermano para mí.

Hágame el favor de esperar en la sala principal, mientras trataré de convencerlo para que lo reciba.

******************************

Mansión Ishtar…

Amor, sé que llevamos saliendo tres años y medio… Pero… – Se quedó un poco pensativo, todavía tenía a su amado fuertemente abrazado contra su pecho. Éste alzó la mirada y dijo:

¿Qué sucede cariño? ¿Pasa algo malo?

Claro que no mi amor. – Le da un tierno beso en los labios. – Es sólo que he estado pensando que tú y yo deberíamos de formalizar nuestra relación.

¿Hablas en serio? – Preguntaba muy ilusionado.

El mayor se levantó de la cama, caminó en dirección hacia una mesita de noche, abrió la gaveta y sacó una pequeña caja color negro, todo esto lo hacía bajo la mirada de su pareja… Finalmente se volvió a sentar a la orilla de la cama.

Malik, te gustaría casarte conmigo. – Decía mientras abría la pequeña cajita, en donde había un precioso anillo de oro fino y en vez de una piedra, tenía la imagen de El Dragón Alado de Ra.

El otro se sentó sobre la cama, cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas, y con una gran sonrisa respondió:

Por supuesto que si Marik Ishtar, sí, acepto casarme contigo. No puedo creerlo, pensé que jamás me lo pedirías. –  Sonreía dichosamente, viendo como su amado le ponía el anillo en su dedo.

Te amo tanto amor, me has hecho el hombre más feliz del mundo, y yo que temía a que me rechazaras.

Hay mi amorcito lindo, como puedes decir eso. – Lo trataba cariñosamente y ambos se besaron apasionadamente.

******************************

En algún lugar de Ciudad Domino…

Buenos días hijo, te he traído el desayuno para que comas, he cocinado lo que a ti más te gusta…

-------------    -----------    ------------

Anda, por favor, tienes que comer algo.

-------------    -----------    ------------

No puedes seguir así, llevas días sin probar alimento, y desde que llegamos a casa no has dicho ni una sola palabra.

-------------    -----------    ------------

El hombre trataba de calmarse para no perder el control, pero le molestaba de cierta manera ver a su hijo como si fuera un muñeco de trapo. No se movía, no hablaba, su mirada era fija hacia la nada, aquella dulce mirada que solía tener había desaparecido por completo y su hermoso brillo era cubierto por una oscuridad total, su sonrisa angelical estaba siendo opacada por la infinita tristeza que reflejaba su rostro y únicamente parpadeaba los ojos de vez en cuando. Un pequeño recuerdo se le vino a la mente cuando aquella mujer trató de aconsejarlo…

FLASH BACK

Señor, debe escucharme por favor…

Usted lo que desea es encerrar a mi hijo en un hospital psiquiátrico ¿No es así? Todos piensan que él está loco pero yo sé que eso no es cierto.

Porque no puede entender que su hijo ahora más que nunca lo que necesita es ayuda psicológica, nadie le está diciendo que él esté loco. No confunda una cosa con la otra.

No dejaré que nadie se le acerque, ni siquiera usted.

No entiendo por qué desconfía de mí, si usted ha recibido terapias conmigo, entienda por favor, lo que viene de aquí en adelante no va ser nada fácil. Su hijo pasará por momentos muy difíciles, tendrá cambios en los hábitos de alimentación y sueño, además, presentará síntomas de miedo, problemas para dormir, pesadillas, confusión, sentimientos de culpa, vergüenza, ira junto con la incapacidad de manejar estas emociones… Y…

¡¡¡¡YA BASTA!!!! Creo que ya he escuchado bastantes tonterías, será mejor que se largue de una buena vez.

Está cometiendo un grave error, si usted no lo ayuda ahora, quizás después sea demasiado tarde.

Nadie va a decirme lo que debo y no debo de hacer con mi hijo… ¡¡¡¡LÁRGUESE!!!! – Gritó furioso el hombre, la mujer al verlo muy alterado, no tuvo otra opción más que marcharse.

FIN DEL FLASHBACK

Sé muy bien que me estás escuchando… Deberías de ser un poco más considerado conmigo. Te he rogado hasta el cansancio para que puedas comer algo. – Empezó a alterarse un poco. – No me hagas enojar. – Advirtió… Pero al ver que no hubo ningún cambio, eso provocó que se enfureciera.

¡MALDITA SEA! ¿Por qué no puedes entenderlo? Todo lo que hago es por tu bien. – El hombre apartó la bandeja de la comida haciéndola a un lado, agarró al menor por los brazos para moverlo con fuerza mientras le gritaba… – HABLA MALDITA SEA, DIME ALGO, NO TE COMPORTES COMO SI FUERAS UN MALDITO RETRASADO MENTAL, ODIO ESTA ACTITUD TUYA, SÉ QUE LO HACES PARA FASTIDIARME ¿VERDAD? – El agarre se volvía cada vez más violento, estaba a punto de golpearlo pero se detuvo al ver como comenzaron a salir unas finas lágrimas de los ojos de su hijo y por un breve instante el joven lo miró.

El mayor lo soltó, lloró sintiéndose impotente por no poder hacer nada al respecto, se llevó las manos al rostro para tranquilizarse un poco y antes de salir dijo:

Perdóname, perdóname por favor, lamento mucho no ser un buen padre para ti, Joey…

******************************

Hijo por favor, no es bueno que te la pases encerrado todos los días, debes salir mi amor.

Por favor madre, déjame solo.

Pero cariño, no más mírate, estás demacrado, pálido, tienes ojeras porque no has podido conciliar el sueño.

Madre, por favor vete.

Hijo mío, me preocupa mucho tu comportamiento, has dejado la universidad, incluyendo tu trabajo.

Ya no me importa nada de eso.

Pero amor, no deberías de decir eso, hay muchas personas que se preocupan por ti… Hasta tu amigo, el joven Pegasus está allá abajo para hablar contigo.

Pues dile que se vaya, no estoy de humor para ver a nadie.

¡Suficiente! Deja de comportarte como un chiquillo malcriado. – Intervino un joven que acababa de llegar a la habitación. – Te vez ridículo cuando actúas de ese modo, no te das cuenta lo angustiada que está tu madre.

Será mejor que los deje solos para que puedan conversar. – Manifestó la mujer para después irse.

******************************

Un hermoso joven de piel blanca, pelo puntiagudo de tres colores y ojos color lavanda, se encontraba en su habitación, llevaba días sin poder dormir y casi no probaba alimento, no hacía otra cosa más que llorar, no recibía a nadie, ni siquiera a sus amigos, estaba ahí, solo, deprimido, preguntándose una y otra vez porque le sucedían esas cosas, no quería recordar. Sin embargo, al estar encerrado todo el tiempo, su mente le traicionaba, imágenes le venían a su cabeza sobre lo que ocurrió ese día tan terrible para él…





FLASH BACK

En ese instante, habían llegado unos jóvenes y uno de ellos vio a su novio abrazando a su dizque… Mejor Amigo. Sin decir nada, dio la media vuelta para poder salir del lugar, pero la otra persona se incorporó rápidamente, levantándose del suelo para ir tras él…

Espera por favor…

Creo que ya vi suficiente, y por favor, no se te vaya a ocurrir decirme que no es lo que parece. – Lo miró con ira y desprecio.

No entiendo por qué te comportas así, pensé que esto ya lo habíamos hablado entre tú y yo.

Es cierto que ya hablamos sobre esto, ahora respóndeme, ¿por qué cada vez que vengo a ver a mi amigo, te encuentro abrazándolo? Eso, y también que todo el tiempo hablas sobre él, como si no tuvieras otra cosa de qué hablar.

Estás siendo muy injusto y lo sabes.

¿Injusto? ¿Injusto, yo? Contéstame una cosa Yami, ¿alguna vez te has preguntando cómo me siento realmente? Te has puesto a pensar por un segundo, ¿qué harías tú, si me encontraras en los brazos de otro hombre o de otra mujer? – El chico comenzó a llorar, a pesar que hacia hasta lo imposible para que sus lágrimas no salieran.

Yūgi, cálmate por favor. Este no es el lugar ni el momento para hablar. – Intentó acerarse al menor, pero éste lo rechazó.

No te acerques Atemu, no te atrevas a tocarme, me das asco, estoy harto de tus disculpas, de tus explicaciones, y de tus malditos pretextos. Estoy cansado de tus estúpidas mentiras, de que todo el mundo sabe que tú me engañas y lo peor del caso es que lo haces con mi mejor amigo… ¡¡¡¡CON MI MEJOR AMIGO, ATEMU!!!! MALDITA SEA. – Gritó a todo pulmón, sin importarle el lugar y las personas que se encontraban a su alrededor. – Mientras que yo; creyendo en todas tus miserables mentiras, ¿Por qué, Yami? ¿Por qué? – Comenzaba a llorar desconsoladamente, a su novio se le partía el corazón verlo tan vulnerable.




Bien sabes que todo lo que estás diciendo no es verdad, yo te amo Yūgi y jamás te he ocultado nada. Por qué no puedes entender que entre Joey y yo lo único que existe es una sincera amistad, yo no siento absolutamente nada por él… ¡ENTIÉNDELO YŪGI! – Gritó desesperado, ya no encontraba manera para hacer reaccionar a su pareja y podía sentir como su corazón se hacía pedazos poco a poco.





Lo siento Yami, ya no puedo seguir así, mi paciencia tiene un límite y tú, llegaste al final de la línea.

¿Qué quieres decir Yūgi? – Preguntó con tristeza, gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Esto se acabó, tú y yo terminamos, no quiero volver a saber nada de ti… Dile a Joey que por mi parte tiene el camino libre.

No Yūgi, por favor no digas eso, te amo, te amo como nunca en mi vida he amado, tú lo eres todo para mí. Por favor, no me dejes, hoy más que nunca te necesito a mi lado, ¿por qué no puedes comprender que te amo? Únicamente te amo a ti. – Se limpiaba las lágrimas con las manos, trataba de ablandar el corazón de su amado.

Si tanto me amas como dices… Prométeme que nunca volverás a acercarte a Joey, prométeme que nunca le volverás a dirigir la palabra y que cada vez que él te busque tú lo ignores por completo. Anda Yami, demuéstrame cuánto me amas realmente. – Le retó furioso sin despegarle la mirada.

Pides demasiado Yūgi, Joey me necesita en estos momentos, perdóname amor, creo que me equivoqué contigo, pensé que ibas a cambiar, ahora me doy cuenta que no es así. Él ha sufrido mucho y sería muy cruel de mi parte si lo abandonara en un momento como este.

El tricolor menor se enfureció tanto al oír como su novio se expresaba tiernamente de su amigo, en verdad estaba harto y ésta sería una gran oportunidad para sacar todo lo que llevaba cargando en su interior.

Tú lo has querido Yami… Por mí te puedes ir al infierno, maldita sea la hora en hacerme ilusiones contigo, por mí te puedes quedar con el bastardo de Joey si quieres o con quien se te pegue la regalada gana. A él le pasa eso por ser un cualquiera.

Basta Yūgi, es suficiente, no sigas. – Advirtió el mayor.

¿Qué pasa Atemu? ¿Te molesta que hablen mal de ese muerto de hambre? Si lo único que hago es decir la verdad.

¡¡¡¡CÁLLATE YUGI!!! No vayas a decir algo que después lamentarás toda tu vida, por favor no sigas.

¡Ah, ya entiendo! Tú lo que no quieres es que le diga aquí a todos los presentes como ese tal Joey te acosaba por la Escuela, no hacía otra cosa más que buscarte, sí, que todo el mundo sepa que Joey no es más que una ramera, una puta regalada que se te ofrecía a cada rato. Ojalá y se hubiera muerto… LO PREFIERO MUERTO ANTES DE VERLO EN TUS BRAZOS…

¡¡¡¡PLAFT!!!! – Se escuchó un ruido bastante fuerte, tanto, que todos los ahí presentes se quedaron boquiabiertos, estaban en shock y no daban credibilidad a lo que habían visto. Mientras tanto, el menor se llevó una mano a la cara, en cuanto la miró se dio cuenta que tenía sangre, su Yami, su amado Yami lo había lastimado.

Yūgi… – Expresaba el mayor temblorosamente, todo su cuerpo estaba congelado. – Yūgi, perdóname… Yo…

¿Me golpeaste? – Hablaba en lo que se limpiaba la sangre que le salía de la nariz. – Esto nunca te lo voy a perdonar Yami, te atreviste a golpearme por culpa de ese maldito miserable que no es más que una zorra y una mosca muerta, no tienes idea de cuánto te odio… Te odio Yami, te odio, no quiero volver a verte en toda mi vida. – Cada palabra que decía lo hacía con infinito dolor y resentimiento y el chico salió corriendo del lugar.

¡¡¡¡YŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪŪGIIIIIIIIIIIIIIIII!!!! – Gritó el faraón, estaba por ir tras él, pero su amigo se lo impidió diciéndole…




Déjalo que se vaya Yami.

FIN DEL FLASHBACK

¿Por qué, Yami? ¿Por qué? ¿Por qué lo prefieres a él y no a mí? – Se encontraba acostado boca abajo sobre su cama, sentía que ya no tenía fuerzas para seguir llorando y que sus lágrimas se le estaban terminando… – Yami… ¿Por qué no has venido a buscarme? No quiero perderte, soy un tonto por seguirte amando, aun sabiendo que tu corazón le pertenece a otro…

******************************

¿Qué haces aquí? No quiero ver a nadie.

Escucha Atemu, más vale que dejes de actuar como un niño, lo único que consigues es dar lástima.

¿Y qué? No me importa.

Pues debería de importarte y mucho. Si estoy aquí es para hablar contigo y no me iré hasta que me escuches.

Pierdes tu tiempo, en ningún momento te pedí que vinieras. Así que por favor márchate por donde entraste.

Mira Atemu, me conoces muy bien y sabes que yo no tengo paciencia para estas pendejadas. Desde lo que ocurrió aquel día, tú ya no sales, dejaste de ir a la Universidad, a tu trabajo, ni siquiera contestas mis llamadas, eso no es normal en ti amigo.

Pues… Como te dije antes, ya no me importa, lo único que deseo es estar solo y que me dejen en paz.

¿Piensas darte por vencido así nada más? ¿Qué pasó con el Yami que conozco? ¿Qué pasó con ese chico que sin importar el problema siempre solía salir adelante? ¿Qué le sucedió a ese joven que era tan jovial, dinámico, aquel que todo el tiempo sonreía? Por lo que se, tú no eres esa persona que yo conozco, tú, no eres aquel chico que yo tanto admiraba… Así es, aunque no me lo creas, admiraba tu valentía, admiraba cuando estabas dispuesto a todo por ayudar a ese joven, fuiste el único que le tendió una mano y fuiste tú, quien le dio nuevos amigos y ánimos para seguir adelante… Acaso… ¿Te arrepientes de todo lo que has hecho? Porque si es así… No eres más que un hipócrita, no eres más que un fraude, fingiendo algo que quizás nunca fuiste…

¡Basta! ¡Cállate Bakura! No tienes ningún derecho a hablarme de esa manera… ¿Cómo te atreves? Tú qué sabes, no sabes cómo me siento en estos momentos, como lo vas a saber si ni siquiera has perdido lo más preciado de tu vida. Al menos tú, lo tienes a él… En cambio yo… – Sin querer comenzó a llorar, era tan doloroso que no quería recordar.

Es verdad que yo todavía lo tengo a él y eso es porque no soy un idiota como tú.

Entonces dime… ¿Qué harías en mi lugar? ¿Cómo podrías recuperar a alguien que te ha dado por muerto? ¿Cómo volverías de nuevo con la persona que más amas en la vida? Ponte en mi lugar por un segundo… Si en estos momentos Ryou te dejara, diciéndote que no quiere saber nada de ti y que además te odia con toda su alma, entonces dime… ¿Qué harías?

Probablemente haría lo mismo que tú… Sólo que con una pequeña diferencia.

¿Cuál? – Preguntó algo desesperado.

Lucharía por Ryou incansablemente, buscaría la manera de hablar con él, le haría entender que él lo es todo para mí… Tal vez me deprima, llore o grite, pero nunca me cansaría de buscarlo, pelearía con todas mis fuerzas para volverme a ganar su afecto, su cariño y su confianza. Escucha Yami, tú conoces muy bien a Yūgi, desde un principio sabías que él es muy celoso, más bien; es un niño caprichoso, mimado por su abuelo, quiere llamar la atención y en vez de estar aquí encerrado a que todos sientan lástima por ti… Yo que tú, fuera a su casa para poder aclarar de una vez todo este mal entendido. Demuéstrale a ese enano que en verdad lo amas.

Eso significa… Tendré que olvidarme de Joey para siempre.

¡Eres un cabeza dura! – Le dio un golpe en la cabeza.

¡Oye! ¿Por qué me golpeas? – Reclamaba mientras se sobaba.

Tal vez así te avives un poco. Yo no te estoy diciendo que te olvides de Joey, lo que trato de decirte es que salgas de aquí, te arregles un poco y ve a buscar a ese chiquillo malcriado que no es más que un caprichoso que le fascina llamar la atención. Demuéstrame que en verdad lo amas, pelea Yami, pelea por lo que más amas en la vida, si te dejas vencer ahora por algo tan sencillo, entonces quizás tú, no lo merezcas a él. – Medio sonrió para infundirle valor a su amigo.

Tienes razón Bakura, tienes toda la razón. Buscaré a Yūgi, si es necesario hasta por debajo de las piedras, le haré entender que él lo es todo para mí, y no me rendiré hasta que consiga su perdón absoluto.

Me alegra que finalmente lo hayas entendido Yami. Ahora es tiempo que retomes las riendas de tu vida y sigas adelante, tienes un largo camino que recorrer… También recuerda que debes hablar con Kaiba.

¡Demonios! Lo había olvidado por completo… Seto, merece una explicación sobre todo lo que pasó ese día y también una disculpa por ausentarme tanto tiempo en el trabajo.

Yo que tú me diera prisa para salir. – Expresaba burlonamente, el faraón lo miró un tanto enojado, pero después sonrió y lo abrazó fuertemente.

Gracias Bakura, muchas gracias por venir hasta aquí a levantarme los ánimos, eres un gran amigo y estoy en deuda contigo.

No fue nada Yami, sabes que te quiero como un hermano y no me gustaba verte tan devastado. Anda, es mejor que te des prisa, mientras tanto yo iré a hablar con tu madre.

Sí, yo también necesito hablar con ella.

En eso, el albino salió de la habitación, dejando al tricolor más animado y con ganas de vivir nuevamente…

******************************

Pov del señor Wheeler…

Un hombre de hermosos cabellos dorados, ojos de color miel algo oscuros, se encontraba sentado en una de las sillas del comedor… Estaba ahí, únicamente con sus pensamientos, recordando lo que había sucedido en la mañana. Sabía que era una situación bastante difícil, lo peor del caso es que no se sentía preparado para afrontar algo como eso. Todavía recordaba las palabras y recomendaciones que el doctor le daba…

FLASH BACK

Doctor, por favor, dígame como se encuentra mi hijo.

Señor Wheeler, antes que nada, necesito que se calme y me escuche con atención.

Usted dirá doctor.

Físicamente su hijo se ha recuperado, pero el trauma que recibió ha sido muy fuerte. – Se quedó callado por un instante para buscar la forma de podérselo explicar de una manera más sencilla. – Señor Wheeler, su hijo necesitará de mucha ayuda, usted deberá ser paciente con él, no lo obligue hacer cosas que él no quiera, sea cariñoso, demuéstrele cuanto lo ama. En estos momentos, su mente está bloqueada, es como si estuviera en shock.

¿A qué se refiere doctor? Acaso… ¿Me está diciendo que mi pequeño está loco? – Empezaba a alterarse un poco, el galeno suspiró al ver que el hombre no tenía mucha paciencia.

Escúcheme por favor antes de que me empiece a gritar, el joven no está loco, al menos, no por ahora… Como le iba diciendo, su mente está perturbada, él no recuerda lo que realmente le sucedió y él cree, que se encuentra en el hospital por su culpa.

¿Cómo dice? ¿Por mi culpa? Como se atreve maldito infeliz, yo no le he hecho ningún daño a mi niño.

¡CÁLLESE Y DÉJEME TERMINAR! – Gritó para poder llamar su atención. – Lo que trato de decirle es que él, no recuerda que fue abusado sexualmente, su mente ha creado una especie de protección para olvidarse de todo o tal vez su subconsciente no le permite recordar ese trago amargo. Tal parece que tiene miedo de hacerlo, es por eso que bajo ninguna circunstancia, por muy enojado que usted esté, no le vaya a decir lo que verdaderamente pasó.

¿Qué quiere decir doctor? No le entiendo. – Su voz sonaba entre cortada, el hombre tenía miedo de preguntar.

Señor Wheeler, es favorable que su mente no recuerde nada por el momento, pero si usted o alguien le cuentan toda su tragedia de golpe, el trauma sería peor… Quizás, no soportaría saber la verdad y entonces… Ahí, sí… Que podría perder la razón por completo.

No, no, no, no, no, no, no, no... No puede ser… Esto no nos puede estar pasando… ¿Por qué? ¿Por qué? – Lloraba amargamente, estaba devastado, era como si todo su mundo se le viniera abajo.

Tranquilícese por favor, como le dije antes, su hijo necesitará de mucha ayuda. Yo le recomiendo que busque apoyo psicológico, tiene que prepararlo lentamente para que pueda soportar este trauma, antes de que su mente recupere sus recuerdos… Él, en estos momentos cree que usted lo golpeó de nuevo y lo mandó al hospital, creo que es una forma de protegerse para no revivir el pasado, por esa razón, es que debe de estar listo para lo peor. No sé con exactitud cuándo recobrará su memoria de que fue violado, habrán noches que quizás él grite atormentado y cuando usted le pregunte sobre su pesadilla, él, no le sabrá contestar… Poco a poco, ese trago amargo querrá salir a la luz y antes de que eso ocurra, usted ya debería de estar prevenido para lo peor y así ayudar a su hijo a que supere una desgracia como ésta.

No se preocupe doctor, trataré de seguir sus indicaciones al pie de la letra. Y buscaré ayuda para afrontar esta situación.

Una cosa más… Hágale saber a su hijo que usted siempre lo va a apoyar en todo y que él, nunca más va a estar solo de nuevo.

Sí, así lo haré… Muchas gracias por todo.

FIN DEL FLASHBACK

Ese hombre tenía razón, desde que salió del hospital mi pequeño me rechaza, puedo ver claramente el miedo que se refleja en sus ojos, su cuerpo se estremece con sólo que me acerque un poco a él. Todas las noches lo oigo gritar aterrorizado y cuando llego a su cuarto lo encuentro bañado en sudor, respirando con dificultad, llorando dolorosamente en estado de shock, sin mencionar que todo su cuerpo tiembla y se pone muy pálido. Y cuando finalmente logro tranquilizarlo, me atrevo a preguntarle qué fue lo que soñó, a lo que él me responde que tuvo una horrible pesadilla que no puede recordar. No sé por cuánto tiempo más podré soportar esto, se me parte el corazón verlo así, lo que más me molesta es que no puedo hacer nada para ayudarlo. Ahora me doy cuenta que he perdido lo más valioso que tengo en la vida… Pero no me rendiré, si mi niño quiere ayuda, pues yo estoy dispuesto a dársela. Buscaré todo el apoyo necesario para recuperarlo, y si tengo que ir a hablar con esa persona, aunque no tenga otra alternativa y odie hacerlo, pues lo haré. Espero y no equivocarme por la decisión que he tomado… Se levantó de la silla y se dirigió a la sala para poder hacer una llamada por el teléfono.

******************************

Mansión Ishtar…

¡Hey! ¿A dónde vas con tanta prisa?

Hola hermano, perdón por no avisarte, voy a reunirme con mis amigos en la Plaza.

Dile a Ishizu que te acompañe, bien sabes que no me gusta que andes tú solo por ahí.

¡Hermano! Ya no soy un bebé, se cuidarme solo. – Decía en forma de reproche.

Pues entonces… No irás Ryou, así de sencillo, no quiero que te vaya a pasar algo.

Pero Marik… ¿Por qué eres así conmigo? Solamente me reuniré con mis amigos. – Sus ojitos comenzaron a ponerse vidriosos, sentía que su hermano mayor estaba tomando muy en serio su papel de ser un padre para él.

Ya me escuchó bien jovencito, usted no sale si no es conmigo o con nuestra hermana, punto final he dicho. – Objetó muy serio.

El albino menor estaba por decir algo, cuando en ese instante alguien intervino.

No seas tan duro con él Marik, déjalo que se desenvuelva solo, además, ya es tiempo que aprenda a cuidarse, yo no le veo nada de malo que se reúna con sus amigos.

Malik, no deberías de ser tan blando con él, después no querrá escucharme y hará lo que se le dé la gana.

Eso no es cierto y lo sabes. Ryou siempre te ha respetado y te obedece, pero de vez en cuando, tú deberías de confiar un poquito más en tu hermano.

De acuerdo, por esta ocasión ustedes ganan, puedes salir Ryou, pero por favor, cuídate mucho y llámame en cuanto estés con tus amigos.

¡Gracias hermano! Así lo haré. – Se despidió de su hermano mayor con un fuerte abrazo y también lo hizo con la otra persona.

Si algo le llegara a pasar… Nunca me lo perdonaría. – Expresaba con tristeza cuando lo veía marcharse.

Tranquilo amor, él sabe cuidarse muy bien, recuerda que tu hermanito ya no está solo, es muy afortunado por tener personas a su lado que lo quieren mucho.

Sí, es verdad… Porque si alguien se atreviera a tocarle uno solo de sus cabellos, esa persona pagaría con sangre. – Hablaba con cierto odio y maldad.

Cariño tranquilízate por favor, cuando platicas así me das mucho miedo.

Lo siento, no me hagas caso. – Le terminó por darle un beso apasionado en sus labios, después del beso el otro dijo:

Bueno, ya va siendo hora que me vaya al hospital.

No olvides venir temprano, recuerda que esta noche anunciaremos nuestro compromiso.

Es cierto, casi lo olvido, trataré de llegar a tiempo. – Medio sonrió, tenía sus mejillas sonrojadas ya que le daba pena anunciar su compromiso con la familia de su novio…

******************************

Casa de la familia Mutō

Toc, toc, toc… ¿Puedo pasar? – Preguntaba una persona que acababa de entrar a la habitación, pero no obtuvo respuesta alguna por parte del otro.

Te he traído un té para que logres calmarte un poco.

-------------    -----------    ------------

Yūgi, no me gusta verte así mi pequeño, anda, levántate de la cama y sal de tu recámara… Hace un bonito día.

Vete por favor abuelo… Quiero estar solo. – Continuaba llorando.

Yūgi, desde que tuviste esa pelea con el joven Valentine, te la has pasado encerrado, casi no comes, no duermes y lo único que haces es llorar. Eso no está bien, si sigues así, podrías enfermar.

No me importa… Ya no me importa nada abuelito… Yami me dejó por alguien más y lo único que quiero es morirme… – Su llanto se intensificó y hundía su rostro en la almohada.

Dudo mucho que el joven Valentine te haya hecho  algo como eso, ese muchacho se veía a leguas que te quería mucho…

¿Por qué siempre tienes que defenderlo? Deberías de estar de mi lado. – Preguntaba furioso.

No me estoy poniendo de su lado. Además, yo siempre estaré de tu parte, es sólo que… Yo te conozco muy bien, se cómo eres y cuál es tu carácter… Acaso ya se te olvidó lo que siempre te decía… Que si lo seguías celando demasiado acabarías con su paciencia.

Eso no tiene nada que ver… Si tanto me amaba como decía, jamás me hubiera dejado, y otra cosa, Yami sabía muy bien lo celoso que yo era.

¡Hay mi niño! Aunque no lo creas, las personas se aburren por mucho amor que se tengan. Debiste de darle un pequeño respiro a ese joven, él es un buen muchacho y tú, no hubieses sido tan posesivo. Los celos matan una relación, no únicamente te perjudicas tú, sino que también lastimas profundamente a la otra persona.

¿Tú crees eso abuelito? – Levantó su cabecita para poderlo mirar a los ojos.

Claro que si mi niño, la infidelidad no es la única que puede destruir una relación, también los celos envenenan las almas de las personas, y estos pueden corromperse con facilidad, sobre todo tratándose de dos almas puras como las de ustedes…

¡Hay, abuelito! ¿Qué he hecho? Por culpa de mis celos he perdido el amor de mi vida. – Volvía a llorar de nueva cuenta. – ¿Por qué no habrá venido a buscarme? ¿Crees que ya se aburrió de mí? ¿Acaso ya no me ama?

Ya, ya, ya, ya, ya… Cálmate Yūgi, ya no llores así, te dejaré solo un rato para que pienses muy bien las cosas… ¿De acuerdo?

Sí, claro que si abuelito… Gracias.

Bien, entonces vendré más tarde a ver como sigues. Ánimo, no me gusta verte así tan deprimido. – El anciano se fue, dejando a su nieto mucho en qué pensar.

******************************

Muchísimas gracias por venir Doctora.

No se preocupe, me encanta ayudar.

Quiero aprovechar el momento para disculparme con usted, no debí de gritarle el otro día. – Bajó un poco su mirada.

No se atormente por eso, comprendo muy bien la situación por la que usted está pasando y sé que no ha de ser nada fácil. Eso ya quedó en el pasado, es mejor que lo olvide.

No sabe cuánto se lo agradezco Doctora Aime, creo que usted es la única que podrá ayudar a mi hijo.

Señor Wheeler, es mi deber decirle que no va ser nada sencillo. Créame que he tenido muchos casos de estos y la mayoría de los jóvenes se dan por vencidos y optan por quitarse la vida…

El hombre se quedó boquiabierto con lo que le decía la mujer, pero de alguna manera debía de intentar ayudar a su hijo… La Doctora cuando vio la expresión del hombre terminó diciendo…

Haré todo lo que esté a mi alcance para que su pequeño salga adelante, pero voy a necesitar que usted me apoye en todo.

Sí… Si doctora, a partir de hoy haré todo lo que me diga.

¿Tengo su palabra de qué hará absolutamente todo lo que yo le diga?

Tiene mi palabra que pondré de mi parte para obedecerla en todo.

Eso está bien… Me alegra mucho que usted haya dado el primer paso.

¿El primer paso? Y… ¿Cuál es?

Brindarle apoyo psicológico a su hijo. Ese es el gran primer paso que los padres deben de hacer, y por ende lo felicito.

Gracias. – Medio sonrió. – Doctora, puedo molestarla con algo más.

Por supuesto que sí, dígame con confianza, ¿en qué otra cosa puedo ayudarlo?

Pues… Quería pedirle, si por favor se puede quedar un rato con mi pequeño… La verdad es que necesito salir… Y pues… Pues…

No quiere dejarlo solo, ¿cierto?

Así es.

Váyase tranquilo señor Wheeler, yo me quedaré cuidándolo.

Muchas gracias Doctora, en verdad se lo agradezco mucho, y ya que se quedará aquí, la voy a molestar con otro favor.

Usted dirá.

No sé si puede buscar la manera de hacerlo comer, toda la mañana no ha querido probar alimento… Y eso me tiene bastante preocupado.

Váyase sin pendiente, déjemelo en mis manos, yo haré que coma algo.

Nuevamente se lo agradezco. – Manifestaba el hombre muy agradecido con la mujer, mientras salía de su casa.

******************************

En algún lugar de Ciudad Domino…

La mañana había pasado rápidamente, un hombre llegaba a su destino en un hermoso auto convertible color lila. Estaba muy nervioso, no estaba seguro si iba ser bien recibido, pero debía de intentarlo tal y como se lo dijo su amigo. En cuanto se bajó del convertible, se dirigió con pasos firmes a la entrada principal, después de tocar el timbre, esperó para que le abrieran la puerta…

Buenas tardes. – Saludó cortésmente el joven.

Buenas tardes. – Respondió un tanto disgustado la otra persona.

Por favor señor Mutō, permítame hablar con su nieto. – Suplicó.

 

Tranquilo muchacho, no estoy enojado contigo, mi querido nieto me contó todo lo sucedido, pero conociéndolo a él, quizás solamente me contó la parte que más le convenía.

 

Le aseguro que no fue mi intención lastimarlo. Por eso estoy aquí, para arreglar este mal entendido.

 

Te agradezco mucho que hayas venido, quizás usted logre hacerlo entrar en razón. – Le sonrió con afecto.

 

Yo también espero poder lograrlo. – Contestó apenado.

 

Bueno muchacho, yo debo salir un rato, así los dos estarán solos para conversar tranquilamente sin interrupciones.

 

Muchas gracias señor Mutō.

 

El joven entró a la casa, mientras que el anciano salía de ella, pensando que tal vez sería una buena idea para que ellos pudiesen sacar todo lo que llevaban dentro…

 

******************************

 

Hola amigos, ¿cómo están?

 

Finalmente llegas Ryou…

 

Ya pensábamos a creer que no vendrías.

 

Discúlpenme chicos por llegar tarde…

 

Bueno ya… Lo importante es que ya estás aquí. – Hablaba un joven alto y pelo castaño.

 

Y... ¿Han sabido algo de Yūgi?

 

Aún sigue sin recibirnos Ryou, pobre, le afectó bastante la pelea que tuvo con su novio.

 

Y todo por culpa de Joey. – Comentaba una chica de pelo castaño y ojos azules.

 

Vamos Tea, no seas así… Joey, ni siquiera sabe nada sobre lo que pasó.

 

Ryou tiene razón, Tea… Aunque yo creo que Yūgi se pasó esta vez.

 

Ustedes dirán lo que quieran, a mi parecer, aquí el único culpable es Joey. Todavía les dije desde un principio que él nos causaría muchos problemas… ¡Pero claro! Ninguno de ustedes quiso escucharme, y ahora ya ven… ¿Cuál es el resultado?

 

Tea, no entiendo porque te cae mal Joey, que yo sepa él siempre fue un gran amigo.

 

No mal interpretes las cosas Ryou, no me cae mal, es sólo que detesto que todo el tiempo se haga la víctima y el inocente de todo.

 

¡Bueno ya!… Dejemos en paz a Joey y pensemos una estrategia para que Yūgi nos reciba.

 

Hasta que por fin, dices algo coherente Tristán. – Comentó la ojiazul irónicamente.

 

Ja, ja, ja… Muy graciosa Tea. – Exclamó el castaño, algo molesto.

 

Yo pienso que deberíamos de ir todos juntos a visitarlo y tratar de animarlo un poco. – Intervino el albino.

 

Que les parece si vamos todos juntos a verlo, recuerden que mañana es sábado.

 

Me parece una buena idea Tris…

 

Bueno, entonces no se hable más… Mañana, nos reuniremos a las 10:00 a.m. en punto, aquí en la Plaza, para ir a la casa de Yūgi… ¿Están de acuerdo? – Preguntó, mientras que miraba a sus amigos.

 

Claro que si Tristán. – Contestaron los demás al unísono.


******************************

 

Yami subió las escaleras hacia el segundo piso, donde se encontraba la habitación de su pequeño novio quien sentado en el marco de su ventana observaba con fascinación y a la vez indiferencia el exterior, el azul del cielo, el vuelo de las aves. El joven docente caminó lento pero seguro por el pasillo hasta que llegó al frente de la puerta de la estancia de Yūgi, dio unos leves toques, recibiendo prontamente un triste "adelante” del otro lado de la puerta, invitación que no dudó en aceptar, ingresando prontamente en la pieza del pequeño ojiamatista que ni siquiera lo había visto ya que estaba concentrado en el hermoso cielo de la tarde, afuera de su ventana.

 

Yūgi… – Llamó con su fuerte voz haciendo que el mencionado saliera de su trance y sus músculos se pusieran rígidos e inmóviles. – Yūgi, tenemos que hablar. – Sentenció el mayor con seriedad.

 

No tenemos nada de qué hablar. – Respondió fríamente aún sin mirarle.

 

Tenemos que aclarar ciertas cosas, no podemos dejar esto así. – Comenzó a acercarse hacia él.

 

No tenemos nada que aclarar… ¿QUÉ NO ENTIENDES QUE NO TE QUIERO VER? ¡¡¡LÁRGATE!!! ¡¡¡LÁRGATEEEEEE!!! – Gritó dándose la vuelta para encararlo.

 

¡¡¡Basta!!! ¡¡¡¡Te comportas como un niño y lo peor es que lo haces sin un buen motivo!!! ¿QUÉ QUIERES DE MÍ YŪGI? ¿QUÉ? – Exclamaba furioso el mayor, mirando con enojo al otro. – ¡¡TE DEDICO TIEMPO, TE TRATO BIEN, TRATO DE DEMOSTRARTE CUANTO TE AMO EN CADA OPORTUNIDAD QUE TENGO Y NO VALORAS ESO PORQUE TUS MALDITOS CELOS DE NIÑO NO TE LO PERMITEN!! – Gritaba alterado, mirando al menor a los ojos que ya estaban poniéndose acuosos.

 

Snif, snif, snif… Y… Yo, yo te quiero a ti, ¡solamente a ti idiota! Pero tú siempre estas más interesado en ese fracasado de Joey que no te das cuenta que ése maldito desgraciado solamente quiere alejarte de mi lado… Snif, snif, snif, snif... Te quiere sólo para él, y… ¿Sabes qué? Me alegro por lo que le hicieron, se merecía eso y más, no es más que un maldito, un perdedor...

 

¡¡¡¡¡CÁLLATEEEEE YŪGI, CÁLLATE!!!!! – *PLAAF*… – Resonó un fuerte sonido por toda la habitación, Yami lo había interrumpido, se había molestado tanto por lo que el pequeño decía que no lo soportó más, soltándole tremenda bofetada, dejándole la mejilla lastimada, la otra persona no daba crédito a lo que acontecía, Yami, su amado Yami le había vuelto a pegar por defender a ese vil miserable de Joey, esa mugrosa mosca muerta que usaba la lástima como arma de atracción para conseguir a los hombres que se le antojasen como Yami; quien lo creía un pobre desvalido que sufría día a día. – Tú... No sabes lo que dices… Joey no es como tú crees, él ha sufrido mucho... Sufrimiento que no merecía, que no merece, pero sigue aguantando, porque a pesar de todos los golpes y maltratos que soportaba y mostraba su cuerpo, siempre sonreía, luchando día a día por salir adelante con tanto dolor por dentro… Snif, snif, snif, snif… ¡¡¡¡PORQUE HUBIERA QUERIDO AYUDARLO MUCHO MÁS!!!... Snif, snif, snif, snif, snif… – Yami había comenzado a llorar tristemente al recordar al joven rubio descuidado y maltratado y para colmo denigrado por sus compañeros de clases. – Nadie se merece lo que ese pequeño ha sufrido en esta vida, y tú… ¿Eres tan inhumano para decirme en la cara que te alegras por toda su desgracia? Nunca me imaginé que fueses así, me enamoré de ti porque creí que eras una buena persona, pero me equivoqué. – Habló fríamente, volteando el rostro.

 

¡Y cómo quieres que me sienta si estas más al pendiente de lo que le pase a él que de mí! Y para colmo, me golpeaste por segunda vez para defenderlo, y me imagino que hasta ya te acostaste con él.

 

El mayor se encolerizó por este último comentario por parte de su novio, caminó directo al más bajo para tomarlo fuertemente de los hombros y arrojarlo a la mullida cama con telas blancas, posesionándose sobre él, aprisionando sus manos con una suya sobre la cabeza, mirándole iracundo.

 

¡¡¡¡Aaaaaahhhhhhh!!!! Yami suéltame, me duele. – Vociferaba el pequeño tricolor tratando en vano de liberar sus manos del firme agarre que lo tenía prisionero.

 

¿Cómo demonios puedes pensar eso de mí? ¿Estás loco acaso? Joey era mi alumno, si me preocupo por él, es por todo lo que sufría por parte de su padre, el abandono de su madre, la separación de su hermana pequeña, porque me preocupo por su bienestar, porque él es un amigo para mí, y lo quiero como eso, un amigo y nada más, yo a quien amo es a ti y quiero pertenecerte y tú a mí, que nadie destruya lo que tenemos tú y yo.

 

N... No, no Yami, no quiero hacerlo, no creo estar listo, por favor suéltame…

 

Te diré algo... Quiero poseer a alguien, y ese alguien... Eres tú mi amado Yūgi. – Confesó en tono lascivo en el oído del más bajo quien comenzaba a asustarse.

 

Yami… Por... Favor suéltame, suel... – El pequeño tricolor no pudo terminar la oración, ya que sus labios fueron atrapados en un demandante beso que le robaba hasta su último aliento. Al separarse del beso; el más alto aclaró:

 

Voy a hacerte mío, quieras o no mi pequeño. – Y volviéndolo a besar acalló las futuras quejas o reclamos que su novio pudiera hacerle, poco a poco Yami fue deslizando su mano libre por el pecho, el vientre y las piernas de Yūgi, hasta llegar a su entrepierna empezando a masajear por encima de los pantalones, cosa que hacía al menor suspirar quedamente. Deslizó su fina boca hacia el cuello blanquecino de su luz mientras éste forcejeaba para soltarse.

 

Y... YAMI, DE… DÉJAME, ¡¡¡SUÉLTAME!!! – Exigía sin ningún resultado, el ojón se estaba desesperando ya que comenzaba a sentir extrañas sensaciones que estaba experimentando y a la vez gustando, el mayor desabrochó su pantalón y bajó la bragueta para poder introducir su suave mano dentro de los bóxers del chiquillo y tocar la delicada piel de aquel virginal pene, estimulándolo con suaves caricias y toques que enloquecían al estudiante mientras sentía la húmeda lengua del joven orientador lamiendo su oído izquierdo y su cuello donde daba algunos chupetones. El mayor abandonó el recién semi erecto pene muy a disgusto de su dueño, soltó las manos de éste e inició a acariciarle la espalda por debajo de la ropa, bajando cada vez más hacia su trasero. Yūgi, por otro lado no se había percatado de hace cuanto dejó de forcejear y había empezado a responder las caricias del ojirubi, hasta tal punto que ahora le estaba quitando la chaqueta que llevaba puesta dejándolo únicamente con la camisa negra de abajo que también estaba por marcharse. Sentía una de las manos de su amado en su trasero, mientras él se cegaba en deseo y placer, enrollando sus dedos en ese cabello tan parecido al suyo, acariciando la espalda del dueño por dentro de la camisa con su mano libre. Yami se separó de Yūgi para verlo, conmovido y excitado por la escena frente a él, su amado totalmente sonrojado con los ojos brillantes de deseo, jadeante y a medio desvestir provocó una creciente erección que se ponía cada vez más dolorosa por el poco espacio con el que contaba.

 

El joven docente se deshizo de su camisa oscura dejando su bien formado torso al descubierto haciendo que su amante se sonrojarse aún más de lo que ya estaba, se acercó al chico en la cama para despojarlo de su camisa negra y dejarlo en igualdad de condiciones, una vez quedó desnudo de arriba, el educador acarició con sus manos cada parte del pecho y torso ajeno trazando con su lengua y saliva un camino que descendía desde el cuello hasta uno de los rosados botones, comenzando a lamerlo y dar pequeñas mordidillas traviesas que lo estaban poniendo duro, mientras presionaba suavemente el otro, una vez ya completamente duros, descendió hacia el ombligo donde introdujo su lengua logrando que Yūgi iniciara a retorcerse de placer dejando escapar ya no suspiros sino gemidos que excitaban más al mayor, quien decidió dejar el ombligo para dirigirse más abajo, bajó por completo los pantalones para dejarlo solamente en bóxer que también retiró dejando expuesto la notable erección y entrada del menor, Yami comenzaba a dar leves lamidas a la punta mientras apretaba la base cuidando de no causar ningún dolor, lamía toda la extensión cual un caramelo para luego introducirlo por completo en su boca dándole una placentera succión que estremecía al joven Mutō. Su novio estaba en el limbo del placer, sentía descargas eléctricas por todo su cuerpo comenzó a gemir mucho más fuerte al punto que tuvo que cubrirse la boca con las manos, su espalda se curvó y en acto reflejo separó más sus piernas, sintiendo cerca su primer orgasmo.

 

Y... Ya... mi… Aaaahhh... M... Me ven… go… – Logró articular antes de correrse como río desbordado en la boca del mayor quien tragó una buena parte de la esencia… Mientras Yūgi seguía convulsionando por la descarga, Yami utilizó un poco de la semilla de su luz para lubricar su virginal entrada, una vez humectada introdujo un dedo en su interior acto que incomodó al pequeño al principio, pero conforme Yami fue haciendo círculos, empezó a acostumbrarse, introdujo un segundo y luego un tercero que entraban y salían proporcionando al invadido un placer indescriptible que lo hacía mover sus caderas al compás de las estocadas que los dedos de su amor le brindaban, sus sentidos se nublaban en lujuria, deseaba sentir más de aquel contacto tan delicioso, más fuerte, más adentro… – Por... Favor, hazlo ya... E... Entra ya. – imploraba al más alto que no se hizo el de rogar. Sacó los dedos del interior de su niño y se enderezó para quitarse los pantalones y la ropa interior que mantenía prisionero su erecto y palpitante pene que dolía terriblemente. Volvió a la cama, acomodándose entre las piernas de Yūgi, fue hacia sus labios dándole un suave beso y después le indicó:

 

Sólo relájate mi amado, te dolerá un poco pero es normal, quiero que lo disfrutes tanto como yo… – Pronunció, aumentando el calor del beso metiendo lentamente la punta de su hombría, el ojiamatista se quejó de dolor ya que el pene de Yami era demasiado grande y grueso para su inocente entrada.

 

D... Duele... Snif, snif, snif, snif, snif…

 

Te prometo que pasará, relájate, en unos momentos te sentirás en el cielo mi amado… – Poco a poco fue introduciéndose en el niño hasta que estuvo completamente dentro suyo, se quedó quieto unos momentos esperando a que se acostumbrase a la intromisión. – ¿Estás bien mi niño? – Preguntó al ver su rostro adolorido.

 

S... Sí, ya puedes moverte… – Indicó, ya que no sentía tanto dolor.

 

Como tú digas mi pequeño… – Respondió comenzando a moverse, empezó con suaves estocadas que cada vez iban tomando más velocidad y fuerza.




 

Aaaahhhh, aaaaahhhhh, más rápido… Aaaahhhhhh… Mmmm, aaaaahhhhh… Aaaahhhhhh…

 

Aaaahhhhhh… Aaaahhhhhh… Mmmm… Mi pequeño estás muy estrecho… Aaaahhhhhh… Aaaahhhhhh… Eres, eres delicioso, aaahhhh… – Yami tomó las piernas de Yūgi y las puso sobre sus hombros para aumentar la profundidad de la penetración.

 

Aaaahhhh, me… M... Me voy a correr, aaaaahhhhh… – Anunciaba el menor.

 

Espera Yūgi… Aaaahhhhhh… Aaaahhhhhh… – El mayor salió del cálido interior para ponerlo boca abajo, penetrándolo de nueva cuenta pero más fuerte y profundo mientras comenzaba a masturbarlo.

 

Ya... Yami, t… Te amo… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH… – Confesaba, mientras llegaba al clímax y se descargaba en la mano de Yami, apretando en acto reflejo su ano, presionándole el miembro dentro haciendo que liberara su esencia en su interior

 

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH… Yūūūūūgiiiiiiiiiiii… – El faraón derramó su semen en la entrada de su amado niño y al mismo tiempo gritaba su bello nombre.

 

Dime mi amado... – Contestó débilmente…

 

Te amo, ahora soy únicamente tuyo mi ángel… – Su voz se escuchaba entre cortada.

 

Yo también te amo mi querido Yami, y siempre seré solamente tuyo… – Fueron las últimas palabras que se oyeron en esa habitación antes de que ambos amantes se acurrucaran quedando profundamente dormidos uno al lado, del otro.

 

 


Continuará…

 

 

N/A: Espero que les haya gustado este capítulo, les agradezco mucho por pasar a mi blog y leer mis historias. Cualquier sugerencia que tengan no olviden hacerla dejándome sus comentarios.

 

Me despido de ustedes muy cariñosamente.

 

 

Atte.:

 

             KAT.





 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario