domingo, 1 de julio de 2018

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...





Capítulo 14: Confesiones… III PARTE.


Declaimer: Los personajes de YU – GI – OH!, “No son míos”… Snif, shif, snif,  son propiedad de su respectivo autor, sólo hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


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Mansión Ishtar…

La noche se había hecho presente en Ciudad Domino, una pequeña familia y su invitado estaban reunidos en la mesa del comedor mientras terminaban de comer…

¿Le gustó la cena profesor?

Si joven Ishtar, estuvo deliciosa.

Cof, cof, cof. – Llamó la atención uno de los dueños de la mansión. – Disculpe, me gustaría poder hablar a solas y en privado con usted. Eso si dispone de tiempo.

... Hermano.

Tranquilo Ryou, es solamente una conversación que teníamos pendiente. – Contestó su hermano mayor.

En ese caso Licenciado, qué lugar sugiere para que usted y yo podamos conversar.

Vamos a mi despacho.

Ambos se retiraron de la mesa, pero antes de que el ladrón de tumbas se fuera, le dio un gran apretón de mano al pequeño Ryou, cómo diciéndole que no se preocupara.

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No muy lejos de ahí, pero en la misma Ciudad…

Aaaaawww… Lo que es el amor, nunca me imaginé que me enamoraría de esta manera, lo amo tanto, es tan lindo, tan apuesto y tan varonil.

Un joven, se encontraba solo en su habitación, mientras miraba una pequeña fotografía de bolsillo…

Aunque no puedo negar que en ocasiones tiene su carácter, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se decía a sí mismo, mientras recordaba la plática que había tenido con su novio el fin de semana.

FLASH BACK

Hace aproximadamente una semana, he notado a mi pequeño hermano muy contento, se ríe por cualquier cosa sin motivo alguno y eso no es todo, tararea canciones mientras hace su tarea…

Yo no le veo nada de malo Marik.

… Pero lo que más me molesta es en la manera de cómo el joven Pegasus mira a Ryou, que ni se le ocurra hacerle daño, porque si no…

Marik, por favor cálmate, yo pienso que tu pequeño hermanito ha de estar enamorado.

¿Qué, qué?... ¡¡¡SOBRE MI CADÁVER!!!! Eso no lo voy a permitir jamás.

Mmmm… A ver, dime una cosa amor, ¿qué tiene de malo que Ryou se enamore?

Es a penas un niño de 13 años.

Es un joven como cualquier otro que tiene derecho a enamorarse. Yo te aconsejo que hables con el joven Pegasus y así conocerás cuáles son sus verdaderas intenciones, si tratas de separar a tu hermano de ese chico, él hasta podría llegar a odiarte.

Después de decir esto último, hubo un profundo silencio… Finalmente el moreno mayor decidió hablar…

No lo había pensado de esa manera, no soportaría si Ryou llegara a odiarme.

Tranquilo amor, piensa bien las cosas antes de actuar.

Gracias Malik por tus consejos y por escucharme.

Siempre que me necesites amor, ahí estaré.

FIN DEL FLASHBACK

Te amo Marik Ishtar y sé qué harás lo correcto. – Le dio un beso a la pequeña fotografía que tenía en sus manos, colocó la foto en la mesita de noche y se acomodó en la cama para luego quedarse dormido.

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Antes de fallecer nuestra madre, le hice una promesa a ella que cuidaría mucho de Ryou, si fuera necesario hasta con mi vida, he hecho hasta lo imposible por estar al pendiente de mi hermano, pero al pasar el tiempo… Mi padre decidió que yo me fuera a estudiar al extranjero, es por eso que durante mi ausencia, mi hermana se ha encargado de cuidarlo muy bien. Luego de terminar mis estudios, regresé a cumplir con mi promesa.

Licenciado Ishtar yo…

Por favor, déjeme continuar… Ryou es un niño muy sensible, noble, ingenuo, sencillo y de muy buenos sentimientos, confía demasiado en las personas, es todo lo contrario a mí. He notado que la conducta de mi hermanito ha cambiado radicalmente en estos días, lo he visto más alegre de lo que era antes y debo suponer que es gracias a usted. – Lo mira fijamente a los ojos. – Le haré una pregunta y quiero que sea honesto conmigo.

Usted dirá…

¿Qué sientes por mi hermano? – Preguntó seriamente.

Con todo respeto Licenciado, déjeme decirle que yo amo a Ryou con toda mi alma, usted no tiene idea de cómo él ha cambiado mi vida por completo.

Mmmm… Entiendo… Creo que usted ya sabe que Ryou lo ama también… ¿Cierto?... Y  también supongo que ha de saber, que si usted lo hace llorar sin motivo alguno o le hace daño, se las tendrá que ver conmigo.

Estoy muy consciente de ello Licenciado Ishtar y también le prometo que yo cuidaré de Ryou hasta con mi propia vida, nunca haría nada que él no quiera.

En ese caso joven Pegasus, tiene mi consentimiento para… – En ese momento, fue interrumpido por una personita que acababa de llegar…

¿Es en serio hermano? No te molesta que yo ande con Baki.

Ambos se sorprendieron, pero el ladrón de tumbas estaba muy sonrojado al escuchar como su amor lo había llamado enfrente de su hermano mayor.

¿Qué haces aquí? – Preguntó sorprendido. – No me digas que escuchaste todo.

Si hermano, escuché todo, perdóname… Pero es que quería saber de lo que tú ibas a hablar con Bakura… Y…

Está bien Ryou, tranquilo, no es necesario que te disculpes.

Muchas gracias hermano por hacerme tan feliz, por eso te quiero muchísimo. – Se acercó a él para darle un fuerte abrazo y éste le correspondió el noble gesto que había hecho el pequeño.

Si ya no tiene nada más que decir Licenciado, será mejor que me vaya.

De acuerdo joven, lo acompaño hasta la puerta.

Finalmente el albino mayor se marchó a su casa.

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Al día siguiente…

Un joven de ojos azules se encontraba en su oficina, estaba sentado en su escritorio revisando los estados financieros de su muy apreciada empresa. Tenía el ceño fruncido mientras realizaba su trabajo y ver que todo estuviera en orden, al parecer estaba muy molesto, tenía un genio de los once mil demonios que quizás ni él mismo se soportaba. Había llegado muy temprano a trabajar, ni siquiera los empleados se atrevían a acercarse a él para saludarlo, dejó por un momento lo que estaba haciendo para poderse estirar y relajarse un poco, al parecer no se estaba concentrando al 100% cosa que a él le disgustaba bastante.

¡¡¡Fluchen!!! – Expresó furioso para sí mismo. Definitivamente lo que había ocurrido esa mañana, era lo que realmente le molestaba. En ese momento recordó lo sucedido…

FLASH BACK

Como siempre se había despertado muy temprano en la mañana, al levantarse, se dio cuenta que había un pequeño bulto dormido a su lado cubierto de pies a cabeza por la sábana de la cama, sin darle mayor importancia, se levantó y se fue a bañar. Al terminar de bañarse y de arreglarse, se dirigió a su cama para saludar a la persona que se encontraba acostado en ella.

Mokuba, discúlpame hermano, pero hoy no iré a la escuela, tengo que atender unos asuntos en la empresa. – El pequeño bulto se movía como una pequeña oruga dentro de su capullo, lentamente empezaba a retirarse la sábana de su cara para dejarse ver.

El castaño se llevó una gran sorpresa, en vez de encontrarse con unos ojos azules iguales a los suyos, se encontró con unos hermosos ojos mieles.

Pero… ¿Qué demonios haces aquí perro? – Expresó más que furioso.

Perdón… Yo… Yo solamente quería…

Mhg… Ahórrate tus explicaciones y sal de aquí… ¡¡¡AHORA!!!!... Fuera… Largo de aquí perro sarnoso, vete antes de que te saque a patadas.

El rubio al mirarlo furioso, salió de la habitación como alma que lleva el diablo.

FIN DEL FLASHBACK

¿Dormí con ese perro?... ¿Dormí con ese perro? – Se hacia la misma pregunta, una y otra vez… – Pero… ¿Qué demonios hacía en mi habitación? – En ese momento, dos valientes se habían atrevido a entrar a su oficina.

Hola, buenos días Kaiba. – Saludaron los dos al mismo tiempo.

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Escuela Pública de Ciudad Domino…

Mokuba, a mí se me hace que has de haber hecho alguna travesura por ahí…

¿Quién? ¿Yo? – Ponía aquella carita que ponen los niños que son incapaz de romper un plato.

Por favor Mokuba, te conozco muy bien, así que no me vengas con cuentos y dime que hiciste esta vez.

Veo que me conoces perfectamente bien Noah.

¿Qué travesura hiciste?

De acuerdo te lo diré, anoche me levanté pasadas de las doce por un vaso con leche, al parecer mi hermano aún se encontraba en su despacho trabajando hasta muy tarde como es su costumbre…

Y luego… ¿Qué pasó?

Me encontré a Joey, él estaba sentado al final de las escaleras.  – Empezó a contar lo que había sucedido la noche anterior…

FLASH BACK

Joey, ¿estás bien? ¿Qué haces levantado a esta hora?

Eh... Perdón Moki si te desperté… Es que yo…

Vamos Joey, puedes decirme con confianza, ¿sucede algo malo? ¿Te sientes mal?

No… Nada de eso… Lo que pasa es que no podía dormir… Y la verdad es que me sentía muy solo en el cuarto de huéspedes. – Decía con tristeza.

¿Te gustaría quedarte conmigo esta noche en mi habitación?

¿De verdad? ¿Hablas en serio?

Claro que hablo en serio… ¿Qué dices?

Sí… Si me gustaría mucho. – Respondió contento.

Bien, adelántate, enseguida te alcanzo.

Si.

FIN DEL FLASHBACK

A qué no adivinas a dónde lo mandé. – Expresaba con una media sonrisita en sus labios.

¿A dónde lo mandaste?

Pues le dije que mi habitación era la primera puerta del pasillo a la derecha.

Pero… Que yo recuerde tu habitación es la segunda puerta del pasillo a la izquierda.

Si, así es, mandé a Joey a la habitación de mi hermano.

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Por lo que veo amaneciste con el pie izquierdo esta mañana. – Se lo decía en forma de burla el faraón.

Guárdate tus comentarios para alguien que le interese. – Respondió molesto.

Mira Kaiba, yo no tengo la culpa que estés pasando por un mal momento, mejor dinos para qué nos mandaste a llamar

Mhg... Los mandé a llamar porque quiero que vean estos documentos, mandé a investigar al padre de Wheeler, en verdad puedo decirles que ese hombre es un maldito enfermo psicópata, necesita ayuda psicológica o mejor dicho de un psiquiatra. – Manifestó de forma sarcástica.

Lo veo y no lo creo, por lo que dice aquí, este hombre no ha tenido una vida fácil, ahora entiendo por qué todo el tiempo pasa amargado. – Comentaba el tricolor mayor.

Mmmm… Será mejor que hablemos con él lo antes posible.

Conociéndolo, no aceptará ninguna clase de ayuda Marik.

Debemos de buscar la manera de obligarlo.

El joven Kaiba tiene razón Yami y yo conozco a la persona indicada que se puede hacer cargo de este caso.

El castaño iba a decir algo, en eso fue interrumpido por el sonido del teléfono de su oficina…

¿Diga?... Habla Kaiba.

Señor Kaiba, es importante que venga rápido a la mansión…

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Pero… ¿Qué dijo tu hermano?

Pues la verdad se veía algo molesto, hubieras visto su cara cuando le pregunté cómo había amanecido esta mañana… Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, únicamente me dijo que lo disculpara por que hoy no iba a venir a la escuela por asuntos de negocios.

Y… Joey… ¿Qué te dijo?

Se veía un poco asustado, el piensa que Seto se molestó mucho porque lo encontró en mi habitación, al parecer, cree que durmió en mi alcoba y no en la de mi hermano.

Moki, Moki, Moki, tendrás que hablar con tu hermano y decirle la verdad de cómo Joey llegó anoche a su habitación. Tuviste suerte que él no le dijera en ese momento a Kaiba que fuiste tú quién le dijo que esa era tú habitación.

No lo había pensado de esa manera, quizás Seto se hubiera molestado conmigo, lo primero que haré al llegar a la mansión es hablar con mi hermano.

El recreo finalizó y todos los alumnos regresaban a sus respectivos salones.

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Ahora sí, vas a ver, maldito infeliz con que es aquí en dónde te escondías ¿Cierto?

No padre… No es cierto.

¡¡¡Cállate!!!! Mal nacido. – Le dio una bofetada en la cara que lo tiró al piso. – Ahora verás, te enseñaré  quién es el que manda.

El joven que se encontraba en el suelo, se levantó lo más rápido que pudo haciendo uso de todas sus fuerzas para salir corriendo del lugar.

Ja, ja, ja, ja, ja… Podrás correr hijo, pero no lograrás esconderte de mí tan fácilmente. – Reía sádicamente. – Sólo espera a que te encuentre maldito gusano. – Buscaba en todas las habitaciones de la mansión, finalmente lo encontró. Lo agarró fuertemente del pelo y le dio un puñetazo en  la boca del estómago…

            ¡AAAYYYY, AY, AY! Aaaahhhhhhh… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, no me pegues padre por favor…

El hombre estaba a punto de golpearlo, cuando en eso, entra otra persona a detenerlo, el menor aprovechó la oportunidad para salir corriendo nuevamente del lugar.

Déjalo tranquilo decrépito imbécil, cómo te atreves a venir a mi mansión a armar un escándalo como éste. –  El dueño de la mansión, le dio un puñetazo en la cara, que lo tiró al suelo.

Kaiba, ya, déjalo tranquilo. – Intervino el tricolor mayor que acababa de llegar al lugar junto con su acompañante.

Saquen a este bastardo de aquí o no respondo.

Suéltenme malditos idiotas, no me toquen o se arrepentirán.

Será mejor que se tranquilice señor Wheeler y nos acompañe.

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Dos horas después…

Señor Wheeler, déjeme presentarle a la psicóloga… – Señalaba el tricolor mayor, ella era una mujer muy altiva, seria, de estatura normal, piel morena, ojos verdes y su cabello era lacio de color negro.

Mucho gusto señor Wheeler, mi nombre es Aime Navarrete.

¡Ja! Aquí los únicos que están locos son ustedes, yo no necesito que una estúpida me quiera lavar el cerebro.

Pues déjeme decirle caballero, que según este informe que tengo en mis manos, usted va a necesitar de mucha terapia. – Decía la psicóloga.

¿Y qué pasa si me niego?

Créame señor Wheeler que no le conviene negarse, déjeme presentarme, mi nombre es Marik Ishtar y soy el abogado del señor Kaiba.

¿Y qué con eso?  – Contestó como si no le importaba absolutamente nada de lo que le decían.

Le advierto que no acabe con la poca paciencia que me queda.

Déjeme hablar con él Licenciado Ishtar. – Éste simplemente asintió con la cabeza. – Se lo pondré de esta manera para que me entienda señor Wheeler… Usted no solamente golpeó a su hijo, sino que además entró por la fuerza a la mansión del joven Kaiba, legalmente eso se le llama allanamiento de morada, si usted acepta recibir las consultas conmigo y deja de golpear a su hijo, el señor Kaiba no lo denunciará con las autoridades.

Aceptaré con una condición…

¿Cuál?

Que me garantice que nadie me denunciará.

Le garantizamos señor Wheeler que nadie lo denunciará si usted cumple con su parte del trato.

En ese caso… Acepto.

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Llevaba un buen rato buscándolo por toda la mansión y aún no lo encontraba por ninguna parte. Era como si la tierra se lo hubiese tragado por completo.

“¿En dónde podrás estar?... Cachorro”. – Se preguntaba a sí mismo.

Volvió a subir las escaleras por quinta vez para buscarlo nuevamente en las habitaciones, entró primero en la de su hermano y nada, luego entró a buscarlo a su dormitorio…

Cachorro… ¿Estás aquí? – Fue a buscarlo al balcón y no había nadie, se dirigió al baño y nada, buscó por toda la alcoba por quinta vez y sin resultados. Finalmente se sentó en la orilla de la cama para poder pensar con más calma… – “Si yo fuera él, ¿dónde me escondería?” – Pensaba, hasta que un pequeñísimo sollozo lo sacó de sus pensamientos, se levantó de la cama y se inclinó en el suelo, a la vez levantaba un poco el cubrecama para poder ver debajo. – ¿Cachorro? – Se sorprendió mucho al ver como él estaba bien oculto debajo de la cama. – Cachorro sal de ahí… Ven, nadie te hará daño.

Lentamente salía de su pequeño escondite, seguía llorando, estaba muy nervioso, el castaño lo ayudó a que se pusiera de pie.

¿Estás bien? – Con una de sus manos le acarició suavemente su rostro, frunció el ceño al verle su carita toda golpeada, uno de sus ojitos estaba morado, su labio estaba partido, una de sus mejillas la tenía inflamada debido a la bofetada que le dio su padre.

Si… Snif, snif, snif, snif, estoy bien. – Contestó finalmente.

El CEO lo abrazó fuertemente contra su pecho sin lastimarlo.

Shhhhh… Tranquilo cachorro… Shhhh, cálmate, ya no llores.

¿Por qué?... Snif, snif, snif, snif, ¿Por qué me odia tanto?... Siempre es lo mismo, snif, snif, snif, snif, él nunca me quiso snif, snif, snif, snif, ni me querrá… No le importo, me detesta, me desprecia, no soy más que un hijo no deseado, no significo nada para él… Snif, snif, snif, snif… Sabes… Cuando sea mayor y el día que me case y tenga un hijo, lo amaré y lo cuidaré con toda mi vida… Snif, snif, snif, snif, no cometeré el mismo error de mis padres.

El ojiazul, se limitaba a escuchar todo lo que le decía, aún lo abrazaba fuertemente contra su pecho para consolarlo y acariciaba sus hermosos cabellos rubios.

No digas eso cachorro, de alguna manera tu padre te quiere. – Con su mano le limpiaba las lágrimas de su rostro. – Ven, será mejor que te sientes en la cama, hay algo que debes saber sobre tu padre…


Continuará…



N/A: Mil gracias en verdad por todo su apoyo ^^.

Me despido de ustedes con mucho cariño….


Atte.:

                    KAT.


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