Capítulo 18: Las personas no saben lo
que tienen… Hasta que lo pierden…
Aclaraciones del Capítulo No. 2: En ocasiones,
todas las personas cometemos muchísimos errores, de los cuales, algunos de
ellos nos logramos a arrepentir y otras veces no lo hacemos. Sin embargo cuando
nos enojamos o nos peleamos con alguien ya sea con nuestro hermano, padre,
madre, novio o novia, incluyendo a nuestro mejor amigo(a), decimos cosas sin
pensar y lastimamos profundamente a aquellas personas que realmente han estado
con uno en las buenas y en las malas. Cuando reaccionamos, nos damos cuenta que
hemos herido profundamente a ese ser querido, y no encontramos palabra alguna
para pedir “perdón”… ¿Hasta dónde somos capaces de llegar para que realmente
nos perdonen?...
Declaimer: Como siempre…
Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me
pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra
cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
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Hospital Central de Ciudad Domino…
Una
hora después, el médico iba entrando a la sala de espera…
Familiares de Joseph Wheeler…
Doctor, yo soy su padre, dígame por favor,
¿qué le pasó a mi hijo?
No me gusta ser el portador de malas
noticias. – Se quedó callado por un segundo. – El muchacho se encuentra muy
delicado, ha perdido mucha sangre, su rostro está casi desfigurado por los
golpes que le han dado y… – Se detuvo en seco, ya que venía la peor parte.
¿Y? ¿Por qué demonios se queda callado? –
Preguntó con enfado el CEO.
Lo que voy a decirles es muy grave… Joey,
ha sido inhumanamente violado, tuvimos que intervenirlo quirúrgicamente para
detener la hemorragia y reconstruirle nuevamente el recto. En estos momentos él
se encuentra en cuidados intensivos, y ha entrado en coma.
Todos los presentes se quedaron sin habla,
algunos lloraban y otros simplemente estaban en Shock.
Se… ¿Se va a morir?… – Preguntó el
tricolor menor con lágrimas en los ojos.
En verdad lo lamento señor Wheeler, debido
a la gravedad de sus heridas y a la pérdida de sangre, hay muy pocas
posibilidades de que él no pase de esta noche. Créame que lo lamento mucho,
hice todo lo que pude por salvar la vida de su hijo.
El
castaño al escuchar hablar al doctor, apretó con fuerza sus manos haciéndolas
puño y luego agarró a Malik fuertemente del cuello de la bata y le exigió con
enfado…
No
me importa lo que tenga que hacer, pero por su bien… Más le vale que regrese allá
y no vuelva hasta que mi ca… Hasta que él esté fuera de peligro. ¿Me entendió
doctor?
Kaiba
no le hables así, ya suéltalo, déjalo tranquilo. – Intervino un joven de
cabellos color arena, al ver como el CEO estaba tratando a Malik de manera
brusca.
Estoy
bien Marik, no te preocupes… En cuanto a usted señor Kaiba. – Lo mira fijamente
a los ojos. – Entiendo muy bien que usted actúe de esta forma, sin embargo yo
no soy la persona indicada con la que usted se la debería de desquitar. Puedo
imaginarme cómo se siente en estos momentos, pero como dije antes, sólo nos
queda esperar. Las primeras 72 horas son muy críticas.
Cuando
estaban en plena discusión, de pronto se escuchó un fuerte ruido en el suelo.
¡¡¡SEÑOR
WHEELER!!! – Gritó el peli turquesa.
¡Enfermera,
traiga rápido una camilla! – Ordenó el médico. – La impresión que recibió fue
mucho para él, es por eso que se desmayó. Será mejor que pase la noche en el
hospital, ordenaré que le preparen una habitación. – Al decir esto, el doctor
Malik salió del lugar.
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A la mañana siguiente…
Vamos
chicos, no pongan esa cara, nada hacemos con deprimirnos de esta manera. –
Hablaba una joven de cabellos castaños y ojos azules.
Lo
sabemos Tea, pero me preocupa la situación en la que Joey se encuentra.
Además
Yūgi… – Se metió otra persona a la conversación. – Conocemos muy bien a nuestro
amigo y estamos casi seguro que él saldrá adelante.
Si
Tristán, pero esta vez es diferente, aún no me puedo olvidar las palabras que
dijo el doctor sobre su condición. – Habló con tristeza cierto joven albino.
El
tricolor menor dio un fuerte suspiro para luego decir…
La
escuela no será la misma sin Joey.
Minutos
después, sonó el timbre de la escuela para que todos los alumnos se fueran a
sus respectivas clases.
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En algún lugar de Ciudad Domino…
En una habitación dónde había poca luz, se encontraba un joven de estatura alta y cabellos castaños, llevaba puesta una bata blanca y una mascarilla en su boca. La razón… Muy simple, eran normas que se tenían que tomar para poder estar en ese lugar. Al parecer, estaba ahí desde muy temprano en la mañana, recordando la plática que había tenido con el médico…
FLASH BACK
En una habitación dónde había poca luz, se encontraba un joven de estatura alta y cabellos castaños, llevaba puesta una bata blanca y una mascarilla en su boca. La razón… Muy simple, eran normas que se tenían que tomar para poder estar en ese lugar. Al parecer, estaba ahí desde muy temprano en la mañana, recordando la plática que había tenido con el médico…
FLASH BACK
Buenos
días, ¿qué haces aquí tan temprano?
He
venido a pedirte que me dejes verlo.
Bien
sabes que eso es imposible Kaiba, su estado es muy grave, por esa razón se
encuentra en la UCI[1].
Ahí, ningún paciente puede recibir visitas, ya que es una zona altamente
restringida, únicamente permanecen personas que se encuentran luchando entre la
vida y la muerte.
Por
esa razón… Debes dejarme entrar a verlo… Te prometo que no estaré ahí mucho
tiempo.
El
médico al ver la insistencia del CEO, no tuvo otra opción que dar un fuerte suspiro
para luego decir…
Está
bien Kaiba, pero con una sola condición.
¿Cuál?
Si
por alguna razón su estado empeora por tu presencia, no volverás a entrar de
nuevo hasta que él esté fuera de peligro. ¿Está claro? – Lo mira directamente a
los ojos en forma concluyente.
Sí.
– Fue lo único que respondió.
Cuando
llegaron al lugar, antes de que el castaño entrara, el doctor lo detuvo
diciéndole.
¡Ah!
Una cosa más… Toma ponte esto, son por normas de seguridad.
Gracias.
– Dicho esto y después de ponerse las ropas que Malik le había entregado,
finalmente pudo entrar.
FIN DEL FLASHBACK
FIN DEL FLASHBACK
Un
pequeño quejido sacó al CEO de sus pensamientos.
No
por favor, deténgase por favor, basta, ya no, ya no más. – Susurraba bajito
mientras se movía de un lado a otro sobre la cama, unas finas lágrimas
resbalaban por sus mejillas.
Shhhh…
Cálmate cachorro, tranquilo pequeño. – El ojiazul le había puesto una mano
sobre su cabecita para calmarlo un poco y se preocupó mucho al sentirlo
caliente. – “Está delirando debido a la fiebre que tiene, será mejor que llame
al doctor”. – Pensó para sí mismo, y al decir esto último, salió del lugar para
ir a buscar al galeno.
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Universidad de Ciudad Domino…
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Universidad de Ciudad Domino…
Hola,
buenos días. – Saludó cortésmente un chico albino a su amigo.
Hola
Bakura, buenos días. – Respondió en forma desganada.
Yami,
puedo imaginarme cómo te sientes, pero no ganas nada con ponerte así. Además, recuerda
que él se sentiría muy triste si te viera de esa manera.
Agradezco
mucho que trates de animarme Bakura, pero no puedo evitar sentirme impotente el
no poder hacer nada al respecto. Aún sigo creyendo que todo esto es mentira, es
una maldita pesadilla la que estoy teniendo.
Yami,
hoy más que nunca debes de ser fuerte, si en verdad quieres ayudarlo, tendrás
que sonreírle todo el tiempo, aunque por dentro estés destrozado.
Eso
es lo que me aterra Bakura, ¿qué pasará cuando él logre despertar?
No
lo sé. – Contestó bajando un poco la mirada. – A todo esto, ¿irás a trabajar
después de clases?
¿La
verdad? No tengo ánimos de ir, si no fuera porque hoy a la una de la tarde
habrá una reunión de Junta Directiva en la KC, créeme que no iría a trabajar.
Mmmm…
Entiendo… Te gustaría que fuéramos al hospital después de que salgas de
trabajar, para saber, ¿en qué estado se encuentra?
Me
parece bien Bakura, gracias.
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Hasta
que finalmente despierta señor Wheeler.
Doctor,
que bueno que lo veo… Justamente estaba soñando con usted… Me decía que mi hijo
estaba… Que había sido…
El
hombre no encontraba la forma de decirle al médico, lo que apenas recordaba.
Señor
Wheeler, antes que nada cálmese, anoche se desmayó y se dio un fuerte golpe en
la cabeza cuando cayó al suelo.
Eso
quiere decir… – Su voz se escuchó entre cortada.
No
fue un sueño, en realidad su hijo está internado en el hospital, y usted
también pasó la noche aquí, para tenerlo en observación.
Por
favor, déjeme verlo, quiero estar a su lado.
No
sé si sea conveniente. Además, usted debe descansar un poco más y… – No pudo
terminar de hablar ya que fue interrumpido.
No
me importa en qué condiciones me encuentre, lo único que deseo es ver a mi
hijo. – Empezaba a perder la paciencia.
De
acuerdo, pero no podrá estar con él mucho tiempo.
Entiendo
doctor y gracias.
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Maldito.
– Expresó entre dientes. – Mil veces maldito… – Apretaba fuertemente sus manos
haciéndolas puño; se notaba a leguas que temblaba del coraje que tenía. – Te
prometo cachorro, que quién haya sido lo pagará muy caro. No descansaré, hasta
poder encontrar a ese infeliz que te arruinó la vida por completo, se
arrepentirá de haber nacido, mejor dicho se lamentará de haberte puesto sus
asquerosas manos sobre tu cuerpo. Sabrá quién es Seto Kaiba.
Se
encontraba parado al lado de la cama, mirándolo con suma tristeza, él se
encontraba un poco más tranquilo debido al medicamento que le suministró la
enfermera por órdenes del médico. Todo su rostro estaba cubierto por vendas, lo
único que se miraba era la punta de su nariz, sus labios hinchados, morados y
partidos. Y a pesar de ello, veía con horror la forma en cómo lo habían
golpeado.
Cachorro.
– Susurró bajito. – Por favor, tienes que recuperarte, abre tus ojitos, no te
des por vencido… Tú tienes un gran camino por delante.
Le
hablaba de una manera tierna, y sin poderlo evitar, sus hermosos ojos azules se
empezaron a humedecer. No sabía por qué se sentía muy mal, era como si todo su
mundo se viniera abajo, verlo de esa manera tan vulnerable, atado a un montón
de aparatos, en verdad que todo eso le desgarraba el corazón.
Escúchame
bien cachorro… Tú, no te puedes dar por vencido, tienes que vivir, no me puedes
dejar así nada más, recuerda que tú y yo tenemos una cuenta pendiente que
arreglar… Por lo que más quieras, no me dejes solo cachorro, no sin antes
decirte lo mucho que yo… Necesito decirte que tú me… Tú me… Que yo te… Yo te…
Justo
en ese momento alguien abrió la puerta de la habitación…
******************************
Bufete del Licenciado Ishtar…
Bufete del Licenciado Ishtar…
Hola,
¿puedo pasar?
Adelante
pasa, ¿sucede algo malo?
No,
únicamente he venido para hablar contigo, espero que no estés muy ocupado.
Para
ti hermana, bien sabes que nunca estoy ocupado. Ahora dime a que has venido.
Estoy
un poco preocupada por nuestro pequeño hermano.
¿Cómo?
¿Le pasó algo malo?
No,
tranquilo, él está bien, lo que pasa es que esta mañana lo vi muy deprimido, es
más, se fue a la escuela sin desayunar, le pregunté si le dolía algo, o si se
sentía mal, pero me dijo que no. Incluso, me dio a entender como que no tenía
ánimos de ir a la escuela.
Mmmm…
Entiendo, creo saber qué le pasa…
Yo
también sé por qué está así Marik.
Entonces…
¿Qué es lo que te preocupa Ishizu?
Lo
único que quiero es que hables con Ryou, como su hermano mayor que eres, estoy
segura que él te escuchará.
Está
bien hermana, no te preocupes, yo hablaré con él para que no esté tan
deprimido.
Muchas
gracias hermano.
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¿Qué
demonios hace usted aquí? Lárguese. – Hablaba un hombre enojado, él era de
estatura alta, ojos mieles, cabellos rubios y piel blanca. – Usted no tiene
nada, absolutamente nada que hacer aquí… ¡¡¡FUERA, MÁRCHESE!!! Antes de que lo
saque a patadas.
¡Ja!...
Usted no es nadie para decirme lo que debo y no debo hacer. – Respondió la otra
persona con un ego altanero.
Escúcheme
bien maldito desgraciado, quiero que sepa que yo no lo soporto, me cae gordo,
es más, su estúpida presencia me cae en la punta del hígado.
Mmmm…
Por primera vez en la vida estoy de acuerdo con usted. Yo tampoco lo tolero, si
no fuera por él, créame que hace ratos me hubiese marchado, ya que no tengo por
qué estarlo aguantando.
Maldito
mocoso, cómo te atreves, quiero que ésta sea la última vez que lo vea cerca de
mi hijo… ¿Me entendió? Ahora váyase y no vuelva.
Cómo
dije antes… Usted no es nadie para darme órdenes, puedo ir y venir cuantas
veces me plazca.
No
eres más que un chiquillo impertinente, ahora vas a ver. – El hombre estaba a
punto de tirársele encima para golpearlo, cuando en eso; la otra persona que
únicamente se limitaba a escuchar, observar y al ver que la discusión se había
prolongado, decidió hablar de forma demandante.
¡¡¡Suficiente,
basta!!! Caballeros, les recuerdo que esto es un hospital, no es lugar para que
se estén peleando como perros y gatos o como si estuviesen en un mercado. Sobre
todo aquí, en donde estamos los pacientes se debaten entre la vida y la muerte,
mientras que ustedes dos… – Los miraba seriamente. – No hacen otra cosa más que
discutir, y si no se calman tendré que pedirles que se vayan. Y esto va para
los dos.
Ambos
bajaron sus miradas, al parecer se sentían avergonzados por lo ocurrido, el
médico tenía razón en todo lo que decía, mientras unos se debatían entre la
vida y la muerte… Ellos discutían innecesariamente… El castaño estaba por decir
algo, pero se le adelantó la otra persona diciendo…
Tiene
usted razón doctor, discúlpeme, trataré que no vuelva a ocurrir este incidente.
Yo
también le debo una disculpa doctor. – Habló finalmente el ojiazul. – Por esta
ocasión me voy, pero déjeme decirle una cosa señor, más le vale que se vaya
acostumbrado a mi presencia porque le garantizo que me verá aquí todos los
días. – Al decir esto último empezó a caminar en dirección hacia la puerta;
manteniendo siempre su postura firme y elegante.
Es
usted un…
Cálmese
señor Wheeler, debería de estar agradecido ya que el joven Kaiba estuvo con su
hijo toda la mañana. – Le hablaba de buena manera para poder tranquilizarlo un
poco.
Aun
así no lo soporto. – Refunfuñó de mala gana.
Será
mejor que olvide lo ocurrido y vea a su hijo, lo dejaré un momento a solas con
él.
Sí,
está bien doctor, muchas gracias.
******************************
La
jornada de la mañana pasó muy rápido, y con ella algunas clases habían
finalizado. Cierto joven de pelo albino estaba en la cafetería de la
universidad dispuesto a sentarse para poder almorzar, ya que dentro de una hora
más o menos entraría nuevamente a clases. Justo en ese momento, llega un
hermoso chico, el color de su cabello era rojo.
Hola.
– Saludó alegremente. – ¿Puedo almorzar contigo? – Al decir esto último, él ya
se había sentado en la mesa en donde el otro joven se encontraba.
¿Y
a ti quién te dijo que podías sentarte? – Preguntó de mala gana.
Vamos
Pegasus, no tiene nada de malo que me siente a la par tuya. Además recuerda que
tú y yo somos pareja. – Le guiño un ojo en forma sensual.
Esa
había sido la gota que rebalsó el vaso, el albino se levantó muy molesto y le
dijo…
No
te quiero cerca de mí, eres como una maldita garrapata que no me puedo quitar,
y por último, tú y yo no somos amigos, mucho menos pareja, así que déjame en
paz, no sabes de lo que soy capaz de hacer. – Lo mira con desprecio.
Te
vez muy lindo cuando te enfadas de esa manera, ¿lo sabías? – Habló sarcásticamente.
– Es por eso que me gustas mi amor. – Intentó tocarle la cara, pero en eso el
otro le agarró fuertemente la mano mientras que lo seguía viendo de una manera
cruel.
Nunca,
óyeme bien, nunca te atrevas a tocarme la cara, la próxima vez que lo intentes
te romperé el brazo. – Dicho esto, lo arrojó fuertemente al suelo y luego se
fue del lugar.
El
otro chico se quedó atónito a la reacción del albino, se ponía de pie y se
sobaba la muñeca de la mano.
******************************
Un
fuerte llanto se podía escuchar por casi todo el lugar, cualquiera que lo
escuchara pensaría como si lo estuviesen matando o esa persona estaría loca por
llorar de esa forma. Pero en el lugar en donde se podía oír ese sollozo tan
lastimero, era muy normal que cualquiera llorase de esa manera…
…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Mi pequeño niño… ¿Qué te han hecho?... Snif,
snif, snif, snif, snif, snif… Juro que ese bastardo pagará por lo que te hizo… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif… Si logro
saber quién fue, no sólo le romperé la cara, sino que además le romperé todos
sus huesos… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Joey, lo siento tanto… Snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Siento que todo esto es culpa mía, si tan sólo… Snif, snif, snif,
snif, snif, snif… Si tan sólo te hubiera prestado más atención, quizás nada de
esto te hubiera pasado… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif,
snif…
Se
encontraba sentado en una silla y su cabeza la tenía recostada sobre sus brazos
a un lado de la cama. Era la segunda vez en su vida que el hombre lloraba tan
desconsoladamente. Al ver a su hijo en esas condiciones, sentía cómo su corazón
se destrozaba lentamente, jamás se imaginó que él sentiría tanto dolor como el
que estaba sintiendo en ese momento.
…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Mi niño, perdóname, snif, snif, snif, snif,
snif, snif… Por lo que más quieras amor,
abre tus ojitos, necesito que me des una oportunidad de demostrarte cuan
arrepentido estoy… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Hijo mío… No me dejes
solo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Te prometo que de ahora en adelante
todo será diferente… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo cuidaré de ti, te
protegeré, no dejaré que nadie más vuelva a lastimarte… Ni siquiera yo… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif…
A
su mente se le venían pequeños recuerdos de cuando el ojimiel era tan solamente
un niño que buscaba la manera de acercarse a su padre…
FLASH BACK
– Hola papi, ya llegué…
– Papi… ¿Puedo ir contigo?...
– Papito, me ayudas a hacer mi tarea escolar…
– Perdóname padre, no lo vuelvo hacer…
– Papito te quiero mucho… ¿Tú me quieres?
– Hola papi, ya llegué…
– Papi… ¿Puedo ir contigo?...
– Papito, me ayudas a hacer mi tarea escolar…
– Perdóname padre, no lo vuelvo hacer…
– Papito te quiero mucho… ¿Tú me quieres?
FIN DEL FLASHBACK
…
Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Soy un maldito imbécil por tratarte de la
forma en cómo te traté… Cada vez que te me acercabas a hablarme, siempre te
decía que no me molestaras, o que te fueras al diablo y me dejaras en paz… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif… Joey, mi niño hermoso; espero que algún día
puedas perdonarme… La verdad es que te quiero mucho, tú lo eres todo para mí… Snif,
snif, snif, snif, snif, snif… Debí de
habértelo dicho hace mucho tiempo…
Continuará...
N/A: Muchas gracias
a todos por leer esta increíble historia. Nos vemos en el siguiente capítulo…
Atte.:
KAT.
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