lunes, 16 de julio de 2018

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...




Capítulo 18: Las personas no saben lo que tienen… Hasta que lo pierden…


Aclaraciones del Capítulo No. 2: En ocasiones, todas las personas cometemos muchísimos errores, de los cuales, algunos de ellos nos logramos a arrepentir y otras veces no lo hacemos. Sin embargo cuando nos enojamos o nos peleamos con alguien ya sea con nuestro hermano, padre, madre, novio o novia, incluyendo a nuestro mejor amigo(a), decimos cosas sin pensar y lastimamos profundamente a aquellas personas que realmente han estado con uno en las buenas y en las malas. Cuando reaccionamos, nos damos cuenta que hemos herido profundamente a ese ser querido, y no encontramos palabra alguna para pedir “perdón”… ¿Hasta dónde somos capaces de llegar para que realmente nos perdonen?...


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Hospital Central de Ciudad Domino…

Una hora después, el médico iba entrando a la sala de espera…

Familiares de Joseph Wheeler…

Doctor, yo soy su padre, dígame por favor, ¿qué le pasó a mi hijo?

No me gusta ser el portador de malas noticias. – Se quedó callado por un segundo. – El muchacho se encuentra muy delicado, ha perdido mucha sangre, su rostro está casi desfigurado por los golpes que le han dado y… – Se detuvo en seco, ya que venía la peor parte.

¿Y? ¿Por qué demonios se queda callado? – Preguntó con enfado el CEO.

Lo que voy a decirles es muy grave… Joey, ha sido inhumanamente violado, tuvimos que intervenirlo quirúrgicamente para detener la hemorragia y reconstruirle nuevamente el recto. En estos momentos él se encuentra en cuidados intensivos, y ha entrado en coma.

Todos los presentes se quedaron sin habla, algunos lloraban y otros simplemente estaban en Shock.

Se… ¿Se va a morir?… – Preguntó el tricolor menor con lágrimas en los ojos.

En verdad lo lamento señor Wheeler, debido a la gravedad de sus heridas y a la pérdida de sangre, hay muy pocas posibilidades de que él no pase de esta noche. Créame que lo lamento mucho, hice todo lo que pude por salvar la vida de su hijo.

El castaño al escuchar hablar al doctor, apretó con fuerza sus manos haciéndolas puño y luego agarró a Malik fuertemente del cuello de la bata y le exigió con enfado…

No me importa lo que tenga que hacer, pero por su bien… Más le vale que regrese allá y no vuelva hasta que mi ca… Hasta que él esté fuera de peligro. ¿Me entendió doctor?

Kaiba no le hables así, ya suéltalo, déjalo tranquilo. – Intervino un joven de cabellos color arena, al ver como el CEO estaba tratando a Malik de manera brusca.

Estoy bien Marik, no te preocupes… En cuanto a usted señor Kaiba. – Lo mira fijamente a los ojos. – Entiendo muy bien que usted actúe de esta forma, sin embargo yo no soy la persona indicada con la que usted se la debería de desquitar. Puedo imaginarme cómo se siente en estos momentos, pero como dije antes, sólo nos queda esperar. Las primeras 72 horas son muy críticas.

Cuando estaban en plena discusión, de pronto se escuchó un fuerte ruido en el suelo.

¡¡¡SEÑOR WHEELER!!! – Gritó el peli turquesa.

¡Enfermera, traiga rápido una camilla! – Ordenó el médico. – La impresión que recibió fue mucho para él, es por eso que se desmayó. Será mejor que pase la noche en el hospital, ordenaré que le preparen una habitación. – Al decir esto, el doctor Malik salió del lugar.

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A la mañana siguiente…

Vamos chicos, no pongan esa cara, nada hacemos con deprimirnos de esta manera. – Hablaba una joven de cabellos castaños y ojos azules.

Lo sabemos Tea, pero me preocupa la situación en la que Joey se encuentra.

Además Yūgi… – Se metió otra persona a la conversación. – Conocemos muy bien a nuestro amigo y estamos casi seguro que él saldrá adelante.

Si Tristán, pero esta vez es diferente, aún no me puedo olvidar las palabras que dijo el doctor sobre su condición. – Habló con tristeza cierto joven albino.

El tricolor menor dio un fuerte suspiro para luego decir…

La escuela no será la misma sin Joey.

Minutos después, sonó el timbre de la escuela para que todos los alumnos se fueran a sus respectivas clases.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

En una habitación dónde había poca luz, se encontraba un joven de estatura alta y cabellos castaños, llevaba puesta una bata blanca y una mascarilla en su boca. La razón… Muy simple, eran normas que se tenían que tomar para poder estar en ese lugar. Al parecer, estaba ahí desde muy temprano en la mañana, recordando la plática que había tenido con el médico…

FLASH BACK

Buenos días, ¿qué haces aquí tan temprano?

He venido a pedirte que me dejes verlo.

Bien sabes que eso es imposible Kaiba, su estado es muy grave, por esa razón se encuentra en la UCI[1]. Ahí, ningún paciente puede recibir visitas, ya que es una zona altamente restringida, únicamente permanecen personas que se encuentran luchando entre la vida y la muerte.

Por esa razón… Debes dejarme entrar a verlo… Te prometo que no estaré ahí mucho tiempo.

El médico al ver la insistencia del CEO, no tuvo otra opción que dar un fuerte suspiro para luego decir…

Está bien Kaiba, pero con una sola condición.

¿Cuál?

Si por alguna razón su estado empeora por tu presencia, no volverás a entrar de nuevo hasta que él esté fuera de peligro. ¿Está claro? – Lo mira directamente a los ojos en forma concluyente.

Sí. – Fue lo único que respondió.

Cuando llegaron al lugar, antes de que el castaño entrara, el doctor lo detuvo diciéndole.

¡Ah! Una cosa más… Toma ponte esto, son por normas de seguridad.

Gracias. – Dicho esto y después de ponerse las ropas que Malik le había entregado, finalmente pudo entrar.

FIN DEL FLASHBACK

Un pequeño quejido sacó al CEO de sus pensamientos.

No por favor, deténgase por favor, basta, ya no, ya no más. – Susurraba bajito mientras se movía de un lado a otro sobre la cama, unas finas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Shhhh… Cálmate cachorro, tranquilo pequeño. – El ojiazul le había puesto una mano sobre su cabecita para calmarlo un poco y se preocupó mucho al sentirlo caliente. – “Está delirando debido a la fiebre que tiene, será mejor que llame al doctor”. – Pensó para sí mismo, y al decir esto último, salió del lugar para ir a buscar al galeno.

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Universidad de Ciudad Domino…

Hola, buenos días. – Saludó cortésmente un chico albino a su amigo.

Hola Bakura, buenos días. – Respondió en forma desganada.

Yami, puedo imaginarme cómo te sientes, pero no ganas nada con ponerte así. Además, recuerda que él se sentiría muy triste si te viera de esa manera.

Agradezco mucho que trates de animarme Bakura, pero no puedo evitar sentirme impotente el no poder hacer nada al respecto. Aún sigo creyendo que todo esto es mentira, es una maldita pesadilla la que estoy teniendo.

Yami, hoy más que nunca debes de ser fuerte, si en verdad quieres ayudarlo, tendrás que sonreírle todo el tiempo, aunque por dentro estés destrozado.

Eso es lo que me aterra Bakura, ¿qué pasará cuando él logre despertar?

No lo sé. – Contestó bajando un poco la mirada. – A todo esto, ¿irás a trabajar después de clases?

¿La verdad? No tengo ánimos de ir, si no fuera porque hoy a la una de la tarde habrá una reunión de Junta Directiva en la KC, créeme que no iría a trabajar.

Mmmm… Entiendo… Te gustaría que fuéramos al hospital después de que salgas de trabajar, para saber, ¿en qué estado se encuentra?

Me parece bien Bakura, gracias.

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Hasta que finalmente despierta señor Wheeler.

Doctor, que bueno que lo veo… Justamente estaba soñando con usted… Me decía que mi hijo estaba… Que había sido…

El hombre no encontraba la forma de decirle al médico, lo que apenas recordaba.

Señor Wheeler, antes que nada cálmese, anoche se desmayó y se dio un fuerte golpe en la cabeza cuando cayó al suelo.

Eso quiere decir… – Su voz se escuchó entre cortada.

No fue un sueño, en realidad su hijo está internado en el hospital, y usted también pasó la noche aquí, para tenerlo en observación.

Por favor, déjeme verlo, quiero estar a su lado.

No sé si sea conveniente. Además, usted debe descansar un poco más y… – No pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido.

No me importa en qué condiciones me encuentre, lo único que deseo es ver a mi hijo. – Empezaba a perder la paciencia.

De acuerdo, pero no podrá estar con él mucho tiempo.

Entiendo doctor y gracias.

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Maldito. – Expresó entre dientes. – Mil veces maldito… – Apretaba fuertemente sus manos haciéndolas puño; se notaba a leguas que temblaba del coraje que tenía. – Te prometo cachorro, que quién haya sido lo pagará muy caro. No descansaré, hasta poder encontrar a ese infeliz que te arruinó la vida por completo, se arrepentirá de haber nacido, mejor dicho se lamentará de haberte puesto sus asquerosas manos sobre tu cuerpo. Sabrá quién es Seto Kaiba.

Se encontraba parado al lado de la cama, mirándolo con suma tristeza, él se encontraba un poco más tranquilo debido al medicamento que le suministró la enfermera por órdenes del médico. Todo su rostro estaba cubierto por vendas, lo único que se miraba era la punta de su nariz, sus labios hinchados, morados y partidos. Y a pesar de ello, veía con horror la forma en cómo lo habían golpeado.

Cachorro. – Susurró bajito. – Por favor, tienes que recuperarte, abre tus ojitos, no te des por vencido… Tú tienes un gran camino por delante.

Le hablaba de una manera tierna, y sin poderlo evitar, sus hermosos ojos azules se empezaron a humedecer. No sabía por qué se sentía muy mal, era como si todo su mundo se viniera abajo, verlo de esa manera tan vulnerable, atado a un montón de aparatos, en verdad que todo eso le desgarraba el corazón.

Escúchame bien cachorro… Tú, no te puedes dar por vencido, tienes que vivir, no me puedes dejar así nada más, recuerda que tú y yo tenemos una cuenta pendiente que arreglar… Por lo que más quieras, no me dejes solo cachorro, no sin antes decirte lo mucho que yo… Necesito decirte que tú me… Tú me… Que yo te… Yo te…

Justo en ese momento alguien abrió la puerta de la habitación…

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Bufete del Licenciado Ishtar…

Hola, ¿puedo pasar?

Adelante pasa, ¿sucede algo malo?

No, únicamente he venido para hablar contigo, espero que no estés muy ocupado.

Para ti hermana, bien sabes que nunca estoy ocupado. Ahora dime a que has venido.

Estoy un poco preocupada por nuestro pequeño hermano.

¿Cómo? ¿Le pasó algo malo?

No, tranquilo, él está bien, lo que pasa es que esta mañana lo vi muy deprimido, es más, se fue a la escuela sin desayunar, le pregunté si le dolía algo, o si se sentía mal, pero me dijo que no. Incluso, me dio a entender como que no tenía ánimos de ir a la escuela.

Mmmm… Entiendo, creo saber qué le pasa…

Yo también sé por qué está así Marik.

Entonces… ¿Qué es lo que te preocupa Ishizu?

Lo único que quiero es que hables con Ryou, como su hermano mayor que eres, estoy segura que él te escuchará.

Está bien hermana, no te preocupes, yo hablaré con él para que no esté tan deprimido.

Muchas gracias hermano.

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¿Qué demonios hace usted aquí? Lárguese. – Hablaba un hombre enojado, él era de estatura alta, ojos mieles, cabellos rubios y piel blanca. – Usted no tiene nada, absolutamente nada que hacer aquí… ¡¡¡FUERA, MÁRCHESE!!! Antes de que lo saque a patadas.

¡Ja!... Usted no es nadie para decirme lo que debo y no debo hacer. – Respondió la otra persona con un ego altanero.

Escúcheme bien maldito desgraciado, quiero que sepa que yo no lo soporto, me cae gordo, es más, su estúpida presencia me cae en la punta del hígado.

Mmmm… Por primera vez en la vida estoy de acuerdo con usted. Yo tampoco lo tolero, si no fuera por él, créame que hace ratos me hubiese marchado, ya que no tengo por qué estarlo aguantando.

Maldito mocoso, cómo te atreves, quiero que ésta sea la última vez que lo vea cerca de mi hijo… ¿Me entendió? Ahora váyase y no vuelva.

Cómo dije antes… Usted no es nadie para darme órdenes, puedo ir y venir cuantas veces me plazca.

No eres más que un chiquillo impertinente, ahora vas a ver. – El hombre estaba a punto de tirársele encima para golpearlo, cuando en eso; la otra persona que únicamente se limitaba a escuchar, observar y al ver que la discusión se había prolongado, decidió hablar de forma demandante.

¡¡¡Suficiente, basta!!! Caballeros, les recuerdo que esto es un hospital, no es lugar para que se estén peleando como perros y gatos o como si estuviesen en un mercado. Sobre todo aquí, en donde estamos los pacientes se debaten entre la vida y la muerte, mientras que ustedes dos… – Los miraba seriamente. – No hacen otra cosa más que discutir, y si no se calman tendré que pedirles que se vayan. Y esto va para los dos.

Ambos bajaron sus miradas, al parecer se sentían avergonzados por lo ocurrido, el médico tenía razón en todo lo que decía, mientras unos se debatían entre la vida y la muerte… Ellos discutían innecesariamente… El castaño estaba por decir algo, pero se le adelantó la otra persona diciendo…

Tiene usted razón doctor, discúlpeme, trataré que no vuelva a ocurrir este incidente.

Yo también le debo una disculpa doctor. – Habló finalmente el ojiazul. – Por esta ocasión me voy, pero déjeme decirle una cosa señor, más le vale que se vaya acostumbrado a mi presencia porque le garantizo que me verá aquí todos los días. – Al decir esto último empezó a caminar en dirección hacia la puerta; manteniendo siempre su postura firme y elegante.

Es usted un…

Cálmese señor Wheeler, debería de estar agradecido ya que el joven Kaiba estuvo con su hijo toda la mañana. – Le hablaba de buena manera para poder tranquilizarlo un poco.

Aun así no lo soporto. – Refunfuñó de mala gana.

Será mejor que olvide lo ocurrido y vea a su hijo, lo dejaré un momento a solas con él.

Sí, está bien doctor, muchas gracias.

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La jornada de la mañana pasó muy rápido, y con ella algunas clases habían finalizado. Cierto joven de pelo albino estaba en la cafetería de la universidad dispuesto a sentarse para poder almorzar, ya que dentro de una hora más o menos entraría nuevamente a clases. Justo en ese momento, llega un hermoso chico, el color de su cabello era rojo.

Hola. – Saludó alegremente. – ¿Puedo almorzar contigo? – Al decir esto último, él ya se había sentado en la mesa en donde el otro joven se encontraba.

¿Y a ti quién te dijo que podías sentarte? – Preguntó de mala gana.

Vamos Pegasus, no tiene nada de malo que me siente a la par tuya. Además recuerda que tú y yo somos pareja. – Le guiño un ojo en forma sensual.

Esa había sido la gota que rebalsó el vaso, el albino se levantó muy molesto y le dijo…

No te quiero cerca de mí, eres como una maldita garrapata que no me puedo quitar, y por último, tú y yo no somos amigos, mucho menos pareja, así que déjame en paz, no sabes de lo que soy capaz de hacer. – Lo mira con desprecio.

Te vez muy lindo cuando te enfadas de esa manera, ¿lo sabías? – Habló sarcásticamente. – Es por eso que me gustas mi amor. – Intentó tocarle la cara, pero en eso el otro le agarró fuertemente la mano mientras que lo seguía viendo de una manera cruel.

Nunca, óyeme bien, nunca te atrevas a tocarme la cara, la próxima vez que lo intentes te romperé el brazo. – Dicho esto, lo arrojó fuertemente al suelo y luego se fue del lugar.

El otro chico se quedó atónito a la reacción del albino, se ponía de pie y se sobaba la muñeca de la mano.

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Un fuerte llanto se podía escuchar por casi todo el lugar, cualquiera que lo escuchara pensaría como si lo estuviesen matando o esa persona estaría loca por llorar de esa forma. Pero en el lugar en donde se podía oír ese sollozo tan lastimero, era muy normal que cualquiera llorase de esa manera…

… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Mi pequeño niño… ¿Qué te han hecho?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Juro que ese bastardo pagará por lo que te hizo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…  Si logro saber quién fue, no sólo le romperé la cara, sino que además le romperé todos sus huesos… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…  Joey, lo siento tanto… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Siento que todo esto es culpa mía, si tan sólo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Si tan sólo te hubiera prestado más atención, quizás nada de esto te hubiera pasado… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

Se encontraba sentado en una silla y su cabeza la tenía recostada sobre sus brazos a un lado de la cama. Era la segunda vez en su vida que el hombre lloraba tan desconsoladamente. Al ver a su hijo en esas condiciones, sentía cómo su corazón se destrozaba lentamente, jamás se imaginó que él sentiría tanto dolor como el que estaba sintiendo en ese momento.

… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Mi niño, perdóname, snif, snif, snif, snif, snif, snif…  Por lo que más quieras amor, abre tus ojitos, necesito que me des una oportunidad de demostrarte cuan arrepentido estoy… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Hijo mío… No me dejes solo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Te prometo que de ahora en adelante todo será diferente… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yo cuidaré de ti, te protegeré, no dejaré que nadie más vuelva a lastimarte… Ni siquiera yo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

A su mente se le venían pequeños recuerdos de cuando el ojimiel era tan solamente un niño que buscaba la manera de acercarse a su padre…

FLASH BACK

– Hola papi, ya llegué…

– Papi… ¿Puedo ir contigo?...

– Papito, me ayudas a hacer mi tarea escolar…

– Perdóname padre, no lo vuelvo hacer…

– Papito te quiero mucho… ¿Tú me quieres?

FIN DEL FLASHBACK

… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Soy un maldito imbécil por tratarte de la forma en cómo te traté… Cada vez que te me acercabas a hablarme, siempre te decía que no me molestaras, o que te fueras al diablo y me dejaras en paz… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Joey, mi niño hermoso; espero que algún día puedas perdonarme… La verdad es que te quiero mucho, tú lo eres todo para mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…  Debí de habértelo dicho hace mucho tiempo…


Continuará...


N/A: Muchas gracias a todos por leer esta increíble historia. Nos vemos en el siguiente capítulo…

Atte.:

           KAT.







[1] Significa: Unidad de Cuidados Intensivos.

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