Capítulo 118: Propuesta de matrimonio… II parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Horas más tarde…
Muchas gracias por
recibirme.
No hay nada que
agradecer, mejor dígame sobre qué quiere hablar conmigo.
He venido a pedirle
la mano de su hermano.
¿Qué dijo? –
Preguntó sorprendido.
El hombre suspiró profundamente para luego decir…
Estoy aquí para
pedirle la mano de su hermano.
Puedo preguntar, ¿por
qué lo hace hasta ahora?
Si antes no lo había
hecho era porque estaba esperando a que su esposo se recuperara y en vista de
que él ya se encuentra bien creo que es el momento para hacerlo.
En ese caso debo
agradecerle por haber esperado a que mi esposo se recuperara.
No hay nada que
agradecer. ¿Entonces, me da su consentimiento para casarme con su hermano?
Supongo que hará
esta propuesta más formal.
Sí, pero antes
quería asegurarme cómo iba a reaccionar usted.
Me doy cuenta que
piensa en todo y eso me gusta de que sea precavido.
Viniendo de usted
eso ha de ser un cumplido.
En ese caso, tiene
mi aprobación.
Muchas gracias Seto.
– Respondió contento.
¿Y ya le compró el
anillo de compromiso?
Todavía no. – Contestó
apenado.
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En algún lugar de ciudad
Domino…
Un hombre de estatura alta, piel clara y ojos marrones, había
dejado de hacer su trabajo, se levantó de la silla de su escritorio para poder
caminar y así relajarse un poco.
Creo que ya no debo
posponerlo más, Ryou ha comenzado a sospechar y no me gustó ver su carita
triste esta mañana. – Se decía así mismo y se dirigió a su escritorio y
abriendo una de las gavetas sacó un pequeño regalo. – El cree que no le presté
atención cuando me dijo que iba ir a visitar a Joey, pienso que este es el
momento perfecto que he estado esperando, tal vez si me doy prisa logre
terminar todo a tiempo. – Miró el reloj que tenía puesto en la muñeca de su
mano. – Pero antes haré una llamada. Solamente espero que puedas aceptar mi
amor Ryou y que juntos podamos formar una familia porque la verdad es que me
gustaría vivir a tu lado el resto de mi vida. Te amo tanto mi niño albino. –
Agarró el teléfono de su oficina para comenzar a marcar un número.
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Mansión de la familia Kaiba…
Unos jóvenes estaban en lo mejor de conversar hasta que llegó una
mujer a interrumpirlos.
Disculpe joven Joey.
¿Qué ocurre, Mana?
Tiene una llamada.
¿Una llamada? ¿De
quién?
No lo sé, no quiso
identificarse. – Mintió.
Está bien, iré a ver
quién es. Espérame aquí Ryou, enseguida regreso.
De acuerdo.
Vamos Mana.
Si. “Discúlpeme por
no haberle dicho la verdad joven Joey”. – Esto último lo pensó para sí misma.
Una vez que llegaron al
despacho…
¿Hola?
Hola Joey.
¿Bakura?
Así es.
¿Por qué no le
dijiste a Mana quien eras?
Discúlpame por
favor, le pedí de favor que no te dijera nada enfrente de Ryou.
Está bien, no te
preocupes.
Te llamo para
pedirte un favor.
Claro amigo dime de
qué se trata.
Dile a Ryou que iré
a traerlo a eso de las 9:00 p.m.
No me digas que me
llamaste solamente para decirme eso. – Manifestaba curioso.
La verdad es que
quiero que ustedes cenen algo ligero.
¿Por qué tanto
misterio Bakura?
Te lo voy a decir
pero prométeme que no le dirás nada a Ryou.
Te lo prometo.
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¿Piensa comprarle un
anillo de compromiso?
Sí, aunque va ser
algo sencillo.
Creo que eso no va
ser necesario.
¿Por qué me dice
eso? – Preguntó algo molesto sintiéndose menospreciado.
No me mal entienda.
– Se quedó callado por un segundo. – Cuando le dije que no iba ser necesario me
estaba refiriendo a otra cosa.
Sigo sin entenderle.
De acuerdo se lo voy
a decir. – Carraspeó un poco su garganta. – No sé si Mokuba le habrá contado
que antes teníamos una habitación prohibida.
La otra persona abrió los ojos como platos al escuchar hablar al
castaño.
Conozco la historia.
Perfecto, así iré al
grano. Cuando nuestros padres murieron, ordené que guardaran todas sus
pertenencias en una sola habitación, y a la hora de leer el testamento mi
hermano y yo fuimos los únicos herederos de toda la fortuna de nuestros padres,
pero como éramos menores de edad nos asignaron un albacea y este mismo también se
encargaría de ser nuestro tutor.
Continúe por favor.
Como sabrá, los
padres de Mana fueron nuestros tutores, ellos se encargaron de todo, pero en el
testamento hizo falta una sola cosa.
¿Qué fue lo que hizo
falta?
El hombre medio sonrió y se dirigió a abrir una caja fuerte que
tenía dentro de su oficina, al abrirla ahí sacó una pequeña cajita, y un sobre
de color azul. Se dio la media vuelta para continuar hablando.
Esto era lo que
hacía falta. – Mostraba los objetos.
¿Qué contiene esa
pequeña cajita? ¿Y qué es lo que dice en ese sobre?
Cuando era niño, mi
madre siempre solía decirme que su anillo de compromiso por derecho le iba a
pertenecer a Mokuba.
¿Cómo dijo? –
Exclamó sorprendido. – No me diga que…
Exacto, mis padres
ya sabían que Mokuba era un doncello.
No lo puedo creer. –
Aun no salía del asombro.
Al principio no
entendía por qué mi madre me decía eso.
Disculpe que lo
interrumpa pero que tiene que ver con la habitación prohibida.
A eso quiero llegar,
como le dije anteriormente, en el testamento faltaba una cosa y lo que faltaba
era el anillo de mi madre, lo buscamos por todas partes hasta que al final lo
dimos por perdido. Nadie se acordó en ese momento que podría estar entre sus
pertenencias.
Pero… Mokuba ya debe
saber sobre ese anillo.
No, el todavía no lo
sabe.
¿Cómo que todavía no
lo sabe? Debió de haberlo visto cuando le ayudó a Joey a limpiar todo el lugar.
Es verdad, sin
embargo ellos no se pusieron a limpiar y a revisar cosa por cosa, solamente se
limitaron a ordenarlas y a limpiar los cuadros.
Entonces, como es
que…
¿Cómo es que tengo en
mi poder el anillo?
Sí, dígame por
favor.
Cuando supe que mis
hijos llegarían a la mansión, me dispuse a arreglarles su habitación, en eso
estaba cuando Mana se acordó que habían unas hermosas cortinas guardadas en el
baúl junto con las pertenencias de mi madre, yo me reusaba en ir a buscar las
cortinas para decorar la ventana, pero como ya se imaginará Mana es muy
insistente y logró convencerme en buscarlas. Ambos estuvimos revisando cosa por
cosa hasta que di con el joyero de mi madre junto con esta carta. Al abrir el
joyero estaban todas las joyas tanto las de mi padre como las de mi madre.
Y entre las joyas
estaba el anillo.
Así es. Tomé la
decisión de guardar el anillo y no decirle nada a Mokuba hasta no estar seguro
de quien iba ser su pareja.
¿Me está diciendo
que yo resulté ser esa pareja?
¿Irónico, no le
parece?
Yo… No sé qué
decirle.
No es necesario que
diga nada, solamente me interesa saber si va a cumplir con la última voluntad
de nuestra madre.
Claro que sí, créame
que me sentiré muy honrado de poder hacerlo.
Muchas gracias.
Disculpe.
¿Qué sucede?
¿Sería posible de
que pudiera leer la carta?
No veo por qué no.
¿De verdad me dejará
leerla?
Por supuesto. – Le
entregaba el sobre de color azul.
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¿Quién era Joey?
¿Eh?...
¿Quién era el que
llamaba por teléfono?
Era Bakura.
¿Bakura? – Cuestiono
incrédulo.
Así es.
¿Qué fue lo que te
dijo? ¿Por qué no se identificó?
No se idéntico
porque quería darme la sorpresa. “Perdóname Ryou por mentirte”. – Esto último
lo pensó para sí mismo.
Pero qué fue lo que
te dijo.
El vendrá por ti a
las 9:00 p.m.
¿De verdad eso te
dijo?
Si.
No lo puedo creer. –
Musitó para sí mismo sin darse cuenta que su amigo logró escucharlo.
¿Por qué no lo
puedes creer?
Porque creí que no
me había prestado atención cuando le dije que venía para acá.
Pues ya viste que si
te puso atención.
Antes de que el albino respondiera llegaba otra persona.
Miren quienes acaban
de despertar.
Oh Mana, gracias por
traérmelos.
No hay nada que
agradecer, pensé que ellos querían estar con su pamita.
Déjame cargarlos por
favor Mana.
De acuerdo señor
Ryou.
Nada de señor, llámeme
Ryou por favor.
Está bien Ryou. – Le
entregaba a los niños para que los pudiera chinear.
Son bien lindos
Joey.
Gracias amigo.
Míralos, son un
verdadero encanto.
Ten cuida… – No
terminó de hablar al ver que había sido demasiado tarde.
¡Auch!
Discúlpame Ryou,
debí de haberte dicho que a Kisara le gusta jalarle el pelo a uno.
Tranquilo Joey, no
hay problema. Hola chiquita hermosa, hola precioso, ¿cómo están? – Les hacía
caras y gestos para que los niños sonrieran. – Míralo Joey como agarra mi dedo.
Wow sí que tiene fuerza.
Es verdad.
Como me gustaría
tener un bebé. – Manifestó con tristeza.
Ya verás que algún
día tendrás a tus propios hijos.
Tienes razón.
Ya puedo imaginarme
la cara de sorpresa que pondría Bakura cuando le estés dando esa noticia.
Ay no, como crees. –
Decía todo apenado.
¿Qué tiene de malo?
He notado que Bakura se lleva bien con los niños.
Eso no te lo
discuto. – Bajó un poco la cabeza para ocultar el sonrojo de sus mejillas. –
“Un hijo de Bakura, un hijo de Bakura, sería maravilloso poderle dar un hijo”.
– Pensaba para sí mismo. – Por cierto Joey.
Dime.
¿Dónde está Mokuba?
Roland lo acompañó a
que pasara consulta con el médico.
Por eso se me hacía
raro no verlo en la mansión.
De seguro no tardará
en llegar.
Al poco tiempo los niños comenzaban a llorar.
Creo que necesitan
cambio de pañal.
Dámelos Ryou, los
iré a cambiar a su habitación.
Déjame ayudarte.
Pero…
Por favor, no seas
malo.
Está bien, vamos a
la habitación.
Muchas gracias Joey.
Al contrario,
gracias a ti por quererme ayudar. – Le sonrió con cariño.
Continuará…
N/A: ¿Qué planes tendrá Bakura? ¿De qué manera Bakura se le va a
declarar a Ryou? ¿Aceptará Ryou la proposición de Bakura? ¿Qué pasará con Yūgi?
¿Podrá Joey contarle a su esposo sobre la existencia de su hermana? Todo esto y
más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Los invito para que no
se pierdan la continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus
comentarios que yo con mucho gusto les responderé.
Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense
bien, cuídense mucho y no bajen la guardia, sigan cumpliendo con todas las
medidas de bioseguridad y vacúnense. Les dejo muchos besos virtuales y una súper
mega ultra abrazo de oso desde la distancia.
Atte.:
KAT.
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