Capítulo 115: La familia Kaiba está completa… III parte.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Dos horas más tarde…
¿Cómo que ya se
tardaron, no?
Calma Tea, recuerda
que ellos aún tienen muchas cosas de que hablar y de que perdonarse.
Entiendo sobre lo
que tienen que hablar y esas cosas, pero eso de llegar a perdonarse…
¿Por qué lo dices en
ese tono de voz? – Preguntó uno de los presentes algo molesto.
Oh por favor, en
verdad crees que Joey va a perdonar a Kaiba así nada más.
Si, si lo creo
porque ellos se aman.
Mira Mokuba, lo
único que te puedo decir es que Joey, sí, ama realmente a tu hermano.
Pues aunque no lo
creas mi hermano ama a Joey.
¿En serio? –
Cuestionó sarcásticamente.
¿Si, por qué?
Porque si de verdad
amara a Joey no lo hubiera lastimado tanto. Porque que yo sepa cuando las
parejas se aman profundamente no se lastiman unos a otros.
Es verdad que mi hermano
cometió muchos errores, pero eso no significa que no lo ame.
Si yo fuera Joey no
lo perdonara tan fácilmente.
¿Qué insinúas?
Lo que insinúo es
que lo mejor que debería de hacer tu hermano es alejarse de Joey.
Estas diciendo puras
tonterías.
¿Tonterías, eh? No
me digas que ya olvidaste que todo su embarazo lo pasó solo, puso en riesgo la
vida de Joey y la de sus hijos al mandar esa estúpida notificación de divorcio,
lo vigiló como si fuera un vulgar ladrón, no confió en el amor que le tenía, ni
siquiera le dio oportunidad de decirle quien era esa mujer. A ver que más… – El
pelinegro apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, le molestaba escuchar
todas las cosas que decía esa mujer. – Lo abandonó como si fuera un maldito
perro callejero, eso sin contar los días y las noches en que Joey lloraba
manteniendo la esperanza de que tu estúpido hermano se animara a buscarlo.
YA FUE SUFICIENTE. –
Gritó exasperado.
Tranquilízate
Mokuba. – Intervino su pareja.
Es verdad todo lo
que Tea dice. – Intercedió otra persona haciendo que los demás quedaran
boquiabiertos. – Lo que ella no sabe es que cuando hay amor de por medio
siempre habrán discusiones, peleas, desconfianzas, y malos entendidos, porque
cuando se ama de verdad es ahí donde su amor se pone a prueba, y dependerá de
ambos saberse perdonar para poder fortalecer más su amor. El amor entre parejas
no es simplemente decirse un te amo, o hacer el amor, más bien creo que es un
sentimiento que va más allá de nuestros corazones, y es ahí cuando aprendemos
de nuestros errores y luchamos de nuevo por volver a tener a nuestro lado ese
ser querido.
Todos se quedaron estupefactos al oír la respuesta de la otra
persona.
Bakura, no tenía
idea que pensaras de esa manera. – Manifestó sorprendido un joven albino.
Apoyo lo que dijo
Bakura, el amor es comprensión, es compartir, es ternura, es darle cariño a la
persona que amas, es escucharlo, estar con él en las buenas y en las malas, es
apoyarse mutuamente para no romper ese lazo tan especial que se tienen.
Estoy de acuerdo con
mi esposo Malik, así que Tea, no deberías de ser tan dura a la hora de juzgar.
Tsk… Yo solamente
decía que Joey no lo tiene que perdonar tan fácilmente. – Expresó con los
brazos cruzados.
Eso ya no dependerá
de ti, más bien dependerá de la decisión que tome Joey.
Bien dicho Noah.
Gracias amor.
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No muy lejos de ahí…
Dos hombres se encontraban en una habitación, ambos estaban
sentados en el suelo y cada uno sostenía a uno de los niños.
Ya que estas más
tranquilo te voy a presentar a nuestros hijos. Ella… – Señaló a la bebé que su
esposo tenía en sus brazos. – Se llama Kisara Victoria Kaiba Wheeler.
¿Qué dijiste?
Leí tu carta
cachorro, y a petición de lo que me pediste fue que le puse ese nombre a la
niña.
Entonces… Nuestro
hijo se llama…
Así es amor, él es
nuestro pequeño Seto. El nombre completo es, Seto Jōnouchi Kaiba Wheeler.
¿Le pusiste el
nombre de mi padre? – Preguntó sorprendido.
Si.
¿Por qué?
Porque así como su
hermanita lleva el nombre de su abuela, también su hermanito debe de llevar el
nombre de su abuelo. Y… – Se quedó callado por un momento.
¿Qué es lo que
ocurre? ¿Por qué te quedas callado?
El día que leí tu
carta me sentí devastado, era tanta la presión que sentía en ese momento que no
lo resistí y me desmayé. Durante estuve inconsciente tuve un sueño muy extraño,
soñé con un pequeño niño entre cinco y seis años de edad, se encontraba
llorando en una de las sillas de espera del lugar, cuando me le acerqué le pregunté
por qué lloraba, el sólo me respondió que su padre no lo quería. En eso
apareciste tú y lo llamaste por el nombre de Jōnouchi. – EL rubio estaba
sorprendido por lo que oía. – En ese sueño te llevabas al niño, yo te suplicaba
que no te lo llevaras, que no se fueran, que se quedaran conmigo, corría y
corría para alcanzarte pero no pude hacerlo. – Al terminar la última frase su
voz sonó entrecortada.
Seto…
Cuando desperté
Bakura estaba a mi lado, y él me contó que tu habías entrado en coma. Temí lo
peor, creí que te perdería para siempre.
Pero no me has
perdido, aquí estoy a tu lado mi amor. – Le acariciaba la cara suavemente.
Cachorro…
No sabes lo feliz
que me has hecho al ponerle el nombre de mi padre a nuestro hijo. Te lo
agradezco mucho.
No tienes nada que
agradecerme mi amor.
Creo que esa era la
sorpresa que tu madre me dijo que iba a tener.
¿Crees que se
refería al nombre de su nieto?
Si, si lo creo,
porque claramente me dijo que tenía que ver contigo.
Tiene mucho sentido
lo que me dices.
Hay algo que quiero
preguntarte.
Cachorro, tu puedes
preguntarme lo que sea.
¿Por qué escogiste
esta habitación para los bebés?
Porque es muy fresca
y amplia y porque tiene una hermosa vista al jardín.
Pero pudiste haber
escogido otra habitación.
No.
¿Por qué?
Porque está cerca de
nuestra alcoba.
No quiero que mis
hijos estén aquí. – Bajó la mirada con tristeza.
Escúchame lo que te
voy a decir. – Le agarró el mentón suavemente para que lo viera a los ojos. –
Se muy bien lo que representa este lugar para ti.
Si lo sabes,
entonces…
Déjame terminar de
hablar por favor. – El otro sólo asintió con la cabeza. – ¿Te acuerdas lo que
te prometí cuando lograste abrir la puerta prohibida?
Prometiste que todas
las puertas de la mansión iban a permanecer abiertas sin excepciones.
Así fue, hasta que…
Hasta que ocurrió
aquel incidente. – Sus ojos comenzaron a humedecerse.
Gracias a mi
estupidez caíste en una terrible depresión, no te gustaba pasar por aquí y cada
vez que lo hacías te ponías mal, fue ahí que decidí mandar a cerrar esta
habitación para ayudarte de alguna manera y así poder evitar tu sufrimiento.
Pero cuando supe que mis hijos vendrían a la mansión decidí que era tiempo de
dejar todo lo malo atrás para poder comenzar una nueva vida, y por esa razón
fue que opté en abrir de nuevo esta alcoba. Sé que nunca podrás olvidar ese
incidente, pero al menos déjame ayudarte a superarlo y con la ayuda de nuestros
hijos poco a poco irás superando ese mal recuerdo que yo mismo te dejé en tu
vida. Todavía me siento culpable por el daño que te hice y no me cansaré de
pedirte perdón cachorro.
¿Fue por eso que me
dijiste que si entraba lo iba a entender?
Así es.
Te agradezco que
intentes ayudarme pero yo no sé si aún estoy listo para entrar aquí. Cuando veo
mí alrededor mi mente me hace recordar tu mal comportamiento. – Hacia lo
posible por calmar su llanto.
Tienes razón, es por
eso que se me ocurrió una idea.
¿Cuál? – Se atrevió
a mirarlo a los ojos.
Quiero que mires de
nuevo la habitación, y dime que vez.
El rubio hizo caso a lo que su neko le decía, se le quedó viendo
por un buen rato a todo el lugar hasta que finalmente se dio cuenta de una
cosa…
¿Por qué arreglaste
sólo la mitad de la alcoba? ¿Qué pasó con la otra mitad?
Quiero que la otra
mitad la decores a tu manera, puedes arreglarla a tu gusto y si tú lo deseas te
puedo ayudar. Esta vez me gustaría que tengas bonitos recuerdos para que te
olvides de una vez por todas de los malos recuerdos. – Le acaricia suavemente su
rostro. – ¿Qué dices cachorro? ¿Te gustaría intentarlo?
Yo… No sé qué decir.
Entiendo, sabía que
era una mala idea. – Estaba a punto de levantarse del suelo cuando en eso su
esposo lo sujetó del brazo.
No es que sea una
mala idea. – Medio le sonrió. – La verdad es que si me gustaría intentarlo.
Gracias cachorro, te
prometo que en esta ocasión tendrás muy bonitos recuerdos. – Le dio un beso en
los labios.
Te agradezco todo lo
que haces por mí.
No tienes nada que
agradecerme, estoy feliz de volverte a tener a mi lado.
Yo también estoy
feliz de estar con ustedes.
En ese caso, dejemos
las cosas tristes a un lado y vamos a disfrutar de tu pequeña fiesta de
bienvenida. – Se levantaba del suelo.
¡Es verdad, se me
había olvidado!
Se escuchó una pequeña carcajada.
No has cambiado en
nada cachorro, sigues tan olvidadizo como siempre.
Oye, no te burles. –
Fingió estar molesto.
Dame a la niña para
que puedas levantarte del suelo.
Está bien.
Al poco tiempo ambos hombres bajaban por las escaleras y cada uno
traía en sus brazos a uno de los bebés.
Joey. – El pelinegro
fue el primero en acercársele. – ¿Está todo bien?
Claro que si Mokuba.
Amigos, discúlpenme por hacerlos esperar.
No hay problema
Joey.
Si amigo, ya no te
preocupes por eso.
Será mejor que
vayamos todos al salón de eventos.
Excelente idea Noah.
– Secundó el pelinegro.
Pasemos todos a
divertirnos. – Apoyó una mujer de cabellos castaños.
Ven Joey, vamos.
De acuerdo Ryou,
vamos.
Cuando llegaron al lugar, el rubio se quedó sorprendido al ver
todo el salón arreglado con bellas rosas de todos los colores, pero lo que más
llamó su atención fue al mirar toda la comida que había sobre la mesa.
Hay una gran variedad
de comida y postres. – Comentó para sí mismo sin darse cuenta que alguien lo
escuchó.
Pedí que le
prepararan de todo un poco joven Joey.
Muchas gracias Mana.
La fiesta comenzó sin ningún inconveniente y todos se dispusieron
a divertirse.
Continuará…
N/A: Ayúdenme a elegir, ¿desean que Mokuba y Noah tengan un hijo o una
hija? ¿Desean que Yūgi tenga al bebé? Pronto lo sabremos, los invito para que
no se pierdan la continuación de esta interesante historia. Agradecerles de
todo corazón por haberme acompañado de principio a fin, mil gracias por sus
consejos, por los comentarios que me dejan, por corregirme cuando me equivoco,
etc., etc., etc. por todo esto y más, quini mil gracias a todos y cada uno de
ustedes. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les
responderé.
Me despido cordialmente de ustedes, nos leeremos el próximo viernes,
cuídense mucho y pórtense bien. Y recuerden que no deben bajar la guardia
porque el virus se vuelve más fuerte cada día. Les mando muchos besos virtuales
y un fuerte abrazo de oso desde la distancia.
Atte.:
KAT.
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