viernes, 26 de febrero de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

Capítulo 85: Sentimientos de culpa, arrepentimientos, vergüenza, impotencia, dolor, angustia… 

 

 

Notas del capítulo: Todos más de alguna vez hemos cometido uno o varios errores… Y todas las personas suelen actuar de diferentes maneras cuando se dan cuenta de sus equivocaciones, algunos buscan la manera de emendar sus errores y hasta de pedir perdón a quienes han lastimado. En cambio otros, se enfrascan sin hacer nada y terminan por caer en una terrible depresión que a la larga no les trae nada bueno. Ahora yo les pregunto: ¿Cómo se sienten ustedes cada vez que cometen un error en sus vidas?

 

 

AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

Días después…

 

         Buenos días mi amor. – Saludaba sarcásticamente. – ¿Dormiste bien? – Preguntaba de manera burlona mientras se acercaba a su pareja. – Te vez lindo de esa manera, te ha gustado dormir en tu nueva habitación. – Gemidos era lo único que podía escuchar. – Voy a quitarte la mordaza de la boca para que yo te pueda entender. – En cuanto se la quitó…

 

         Por… ¿Por qué me haces esto Yami?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         No puedo creer que todavía tengas el descaro de preguntármelo.

 

         Pero si no le dije nada… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Únicamente le comenté que tú venías hasta en la noche.

 

         Tú no aprendes verdad mi amor. – Le agarró el rostro con fuerza. – Te he dicho hasta el cansancio que no debes salir de la mansión, mucho menos recibir visitas y si alguien toca la puerta tú debes quedarte callado.

 

         Perdóname por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Claro que estás perdonado, por esa razón es que te he encerrado en la bodega.

 

         ME TIENES ENCADENADO COMO UN MALDITO PRESO. – Gritó desesperado.

 

         Estúpido. – Le dio un golpe en la cara. – No permitiré que me hables de esa manera, mucho menos que me grites.

 

         Ya… Mi… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Te daré un escarmiento que no olvidarás. – Se levantó del suelo para salir por un momento. El joven aprovechó la ocasión para tratar de liberarse pero todo era inútil, en las muñecas de sus manos tenia grilletes que conectaban con unas cadenas sujetas a la pared, y en sus tobillos también tenía grilletes. Había perdido la cuenta de los días que ha permanecido en ese lugar. – Ya estoy aquí mi amor, ¿me extrañaste?

 

         Por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Suéltame Yami… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Contéstame lo que te he preguntado imbécil. – Volvió a golpearle la cara.

 

         Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ssi… Si te extrañé.

 

         Vez que no es tan difícil de responderme. – Le acaricia la mejilla donde recibió el golpe. – Ahora dime qué estás dispuesto a hacer para que yo te suelte de nuevo.

 

El joven abrió los ojos como platos al escuchar tal petición.

 

         Por favor Yami… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No me lastimes…

 

         MALDITA SEA YŪGI, ¿ERES ESTÚPIDO O QUÉ? – Le gritaba y a la vez jalaba de sus cabellos con fuerza.

 

         Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh… Suéltame por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         La próxima vez que no me contestes lo que te pregunte serás severamente castigado mi amor. – Estrelló su cabeza contra la pared. – Te lo preguntaré una vez más, ¿qué estas dispuesto a hacer para que te suelte de nuevo?

 

         Haré cualquier cosa que me pidas… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor ya no me lastimes.

 

         Ya cállate que me aburres con tu cantaleta de siempre, recuerda que tú eres mi marido y estas para obedecerme, ¿te ha quedado claro?

 

         Ssi… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Ahora ábreme las malditas piernas. – Sonreía maliciosamente.

 

         ¿Qué vas a hacerme? – Preguntó con temor.

 

         Voy a meterte este consolador gigante inflable en tu culo.

 

         ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeé?

 

         Ya me oíste, ahora ábreme las malditas piernas.

 

         Nooooooooooooooooooooooooooooooo, no Yami… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor…

 

         Quédate quieto por un demonio. – Le abrió las piernas con fuerza y comenzó a meterle el consolador en su ano sin lubricante.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH… DUELE… SÁCALO POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… DETENTE POR FAVOR YAMI… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… NO ME LA METAS TAN DURO… DUELEEEEEEEEEEEEEEEEEE…

 

         Ya cállate maldita escoria de mierda. – Terminó por metérselo en su ano y luego empezó a inflarlo.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH… DUELE MUCHO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… SÁCALO POR FAVOR… SIENTO QUE ME ESTÁ DESGARRANDO LAS ENTRAÑAS… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYY… – Se movía de un lado a otro tratando de minimizar el dolor.

 

         Oh si, te vez hermoso con el consolador dentro de tu culo. – Cuando terminó de bombear le colocó un tapón para que su pareja no lo pudiera expulsar. – Voy a soltarte ahora y nos iremos a mi habitación para que ahí me puedas complacer.


         No, no por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No podré caminar…

 

         Vas a caminar maldita puta aunque sea en cuatro patas y si no lo haces te meteré esto en la punta de tu pene. – Le mostraba otro juguete sexual, haciendo que su víctima lo mirara con horror.

 

         Por… Por favor Yami… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No me lastimes…

 

         Cállate. – Le dio un golpe en la cara partiéndole su labio. – Anda levántate.

 

El joven se ponía lentamente de pie tratando de sostenerse de la pared, sentía una gran incomodidad al tener ese consolador metido en su ano.

 

         Pero mírate nada más que cerda eres, aun no te toco y ya te estas mojando, eres asqueroso y repugnante, agradecido deberías de estar de que te la quiera meter todavía. – Al escuchar esas palabras le dolían en lo más profundo de su corazón. – Date prisa en caminar antes de que me arrepienta y te deje encerrado en este nauseabundo lugar, y tu estas igual o peor que aquí.

 

         Es porque no me has dejado bañarme Yami.

 

         Mira semejante hijo de puta, no me eches la culpa de que huelas mal y que estés todo asqueroso, das vergüenza en el estado que te encuentras, en cuanto lleguemos a la habitación te bañaré con mi orina, tal vez así puedas oler un poco mejor. ¿Estás de acuerdo?

 

         Si… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Contestó con la mirada en el suelo en lo que caminaba detrás de su esposo.

 

******************************

 

Hospital de Ciudad Domino…

 

En una habitación se encontraba un joven parado frente a una cama, no había parado de llorar desde que llegó, si no fuera porque el médico lo sacaba en cinco minutos él no se atrevería a salir de ese lugar.

 

         Mi amor, por favor abre tus ojos… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se atrevió a tocarle su mano para acercársela a su pancita. – Tienes que ver la sorpresa que tengo para ti… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Noah, tú no puedes dejarnos, tienes que salir adelante… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…  Nunca me imaginé que pasaría un día de San Valentín tan terrible, y yo que estaba emocionado para que ese estúpido día llegara y así poderte dar la sorpresa de que serás papá… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y ahora temo de que nunca lo sepas… – Su llanto se intensificó, hacia lo posible por tranquilizarse. – Te amo tanto mi amor y la verdad es que no quiero perderte Noah… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Te necesito mi amor, no sabes cómo extraño oír tu voz, sentir tus besos y caricias, extraño todo de ti… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor no te des por vencido, mira que hay un pequeñito tuyo y mío creciendo dentro de mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Es que acaso no deseas conocer a tu hijo? Prometiste que volvería a sonreír de nuevo, que tú ibas a sanar las heridas de mi corazón para que volviera a confiar en el amor. Prometiste que siempre estaríamos juntos, que nunca me ibas a dejar solo. ¿Dónde quedaron tus promesas? – Se limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos azules, se aferraba a su mano como si su vida dependiera de ello, cuando logró tranquilizarse un poco se inclinó para darle un beso en la frente. – Te amo Noah.

 

En ese momento llegaba un hombre a la habitación.

 

         Joven Kaiba.

 

         Por favor Doctor, déjeme estar un ratito más con él. – Manifestó sin ni siquiera mirarlo.

 

         Créame que con gusto lo dejaría quedarse un poco más de tiempo, pero en su condición no puedo hacerlo, recuerde que debe descansar y no esforzarse mucho.

 

         Lo sé. – Soltó la mano de su novio para llevarse sus manos a su pancita.

 

         Por favor joven Kaiba.

 

         Está bien, ya voy. – Volvió a limpiarse sus lágrimas y se acercó al oído de su novio para decirle: – Vendré a visitarte mañana mi amor, te amo mucho Noah. – Al decir eso último decidió salir del lugar y se dio cuenta que el médico lo seguía esperando junto con su amigo.

 

         Te llevaré a la mansión Mokuba.

 

         Muchas gracias Malik.

 

******************************

 

No muy lejos de ahí…

 

         ¿En dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿Por qué siento todo mi cuerpo entumecido? ¿Y ese llanto de dónde proviene? ¿Quién estará llorando? Es el llanto de un niño, iré a ver qué es lo que le pasa. Demonios, casi no miro nada y todo esta obscuro, siento que he caminado por horas sin llegar a ninguna parte y ese llanto a veces lo escucho lejos y a veces cerca. Por más que trato de tocar alguna pared no he podido hacerlo, y no logro ver por donde camino. ¿Qué es este lugar? ¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué aquí? Lo último que recuerdo es que estaba hablando con el Doctor Mahādo y después de eso nada, todo se me puso obscuro y la mente en blanco. Tal vez ese estúpido Doctor me trajo a una de las áreas del hospital, lo que no entiendo es por qué no veo nada. Baia, finalmente alcanzo a ver una luz al final del pasillo, y ahora el llanto lo oigo más cerca, al fin podré saber quién es el niño que está llorando y sabré porque nadie lo atiende. – Seguía caminando en la oscuridad, comenzaba a fastidiarle tener que hacerlo sin llegar a ninguna parte. Hasta que pudo divisar un pequeño niño de unos cinco o seis años de edad sentado en el suelo. – Hola pequeño, ¿qué haces aquí?

 

         ¿Quién es usted? – Preguntó melancólico.

 

         Mi nombre es Seto, dime, ¿por qué lloras?

 

         Acabo de enterarme de que mi padre no me quiere. – Volvía a llorar de nueva cuenta.

 

         Oh vamos, eso no puede ser verdad, ¿de dónde sacaste esa idea tan absurda?

 

         Es verdad lo que le estoy diciendo señor, he visto llorar a mi pamita casi todas las noches.

 

         ¿Pamita? ¿Me podrías decir quién es tu pamita?

 

         El no tardará en llegar aquí.

 

         Ya veo, en ese caso me quedaré contigo haciéndote compañía.

 

         ¿Por qué? – Lo miraba un poco confundido.

 

         Porque no quiero que sigas llorando.

 

         ¿Usted tiene hijos?

 

El hombre se sorprendió ante la pregunta que le hacia ese pequeño.

 

         Bueno… Yo…

 

         ¿Quiere mucho a su hijo? – Estaba por responderle pero fue interrumpido por el pequeño. – ¡Ahí viene mi pamita! – Exclamó emocionado.

 

         ¿Cachorro? ¿Qué haces aquí?

 

         ¿Conoces a este hombre pamita?

 

         Jamás lo he visto en mi vida mi amor. – Le regaló una hermosa sonrisa a su niño. – ¿Nos vamos?

 

         Si.

 

         Espera por favor. – Lo detuvo.


         ¿Me puede soltar por favor?

 

         ¿Por qué dices que no me conoces? Mírame bien, soy yo, soy Seto. Seto Kaiba.

 

         No lo conozco.

 

         No digas eso por favor, tú y yo estamos casados.

 

         ¿Ese señor es mi padre? – Lo señalaba con inocencia el niño.

 

         No Jōnouchi, se ve que ese señor no quiere a nadie.

 

         Por favor cachorro, no digas esas cosas enfrente del niño.

 

         ¿Y qué es lo que debo decirle? ¿Qué su padre lo ama aun sabiendo que eso no es verdad?

 

         Vámonos pamita. – Comenzaba a llorar de nuevo.

 

         Si ese niño es tu hijo significa que también es mi hijo.

 

         USTED NO ME QUIERE, NUNCA ME QUISO, ASÍ QUE NO PRETENDA SER MI PADRE AHORA. – Gritó el pequeño con mucho dolor.

 

         Ya vio lo que ha provocado.

 

         Lo siento mucho, no era mi intención lastimarte. – Intentó acercársele.

 

         NO LO TOQUES, ÉL NO QUIERE SABER NADA DE TI. – Se puso enfrente del menor para protegerlo. – Vámonos ya Jōnouchi.

 

         Si.

 

         ESPEREN POR FAVOR, NO SE VAYAN, CACHORRO NO TE LLEVES A NUESTRO HIJO. JOOOOOOOOOOOOOOOEEEEEEEEEEEEYYYYYYYYYYYYYYY… – Gritaba desesperado mientras que corría y corría viendo como ellos se alejaban cada vez más.

 

 


Continuará…

 

 

 

 

N/A: Que cruel es Yami al tratar así a su esposo… ¿Por qué Yūgi lo tolerará tanto? ¿Hace bien Yami en tratar de esa manera a su esposo? ¿Quieren que ellos terminen juntos? ¿Por qué Joey le habrá dicho eso a su neko? ¿El cachorro se habrá olvidado de su esposo? ¿Qué creen que haya pasado entre ellos? No se pierdan esto y más en los siguientes capítulos, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho les responderé. Quini mil gracias por todo su apoyo, por leer esta historia y seguirla de principio a fin.

 

Me despido de ustedes cariñosamente, les recuerdo que no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario, lleven siempre su mascarilla, lleven consigo su botecito de alcohol gel y saniticesen antes de entrar a sus hogares. Cuídense mucho y cuiden a sus familiares.

 

Atte.:

 

           KAT.


No hay comentarios:

Publicar un comentario