domingo, 14 de febrero de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 82: Todo esto es por tu culpa…

 

 

Notas del capítulo: Normalmente cuando las cosas no nos salen bien o sentimos que todo está en nuestra contra solemos buscar un culpable para hacerlo responsable de nuestras desgracias. Cuando todo se complica nos frustramos tanto que a veces decimos las cosas sin pensar y salimos lastimando a nuestros seres queridos, descargando toda nuestra desdicha, odio y coraje que en ese instante estamos sintiendo, sin darnos cuenta que herimos sentimentalmente ya sea a un amigo/a, hermano/a, padre, madre, tío/a, abuelo/a, etc. y cuando reaccionamos ya es demasiado tarde…

 

 

AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

         TÚ CÁLLATE Y GOZA DEL ESPECTÁCULO. – Lo volteó a ver con una sonrisa triunfal. – Demuéstrale a este imbécil lo puta que eres conmigo. – Se agachó para quitarle la última prenda que cubría su cuerpo, una vez que lo hizo le dijo: – ÁBREME LAS MALDITAS PIERNAS. QUÉ ESPERAS INÚTIL OBEDÉCEME. – Le daba fuertes patadas a los muslos obligándolo a que le obedeciera. El hombre se cansó de golpearlo y agarrándole ambas piernas con sus manos se las abrió de par en par.

 

         NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO… – Se escuchó un fuerte grito.

 

         Siiiiiiiiiiiiiii, así me gusta putita mía, que cooperes conmigo. – En lo que se desabrochaba el pantalón, el hombre se hizo hacia atrás rápidamente al ver que le salía bastante agua en la parte íntima del rubio. – Que cerda eres, ni siquiera te he tocado y ya te estas corriendo como la puta que eres. No te da vergüenza maldita escoria de mierda. – Iba a golpearlo de nuevo pero esta vez sintió que alguien lo derribaba al suelo.

 

         Te dije que no lo tocaras maldito hijo de puta. – Le golpeaba la cara constantemente.

 

         Déjame imbécil. – Le devolvía el golpe.

 

         AHORA O NUNCA. – Gritó el peliverde. – Mokuba, verifica que Joey esté bien.

 

         Ten mucho cuidado por favor.

 

El ojiazul aprovechó que el hombre había bajado la guardia y se le tiró encima para alejarlo de su esposo, debido al impacto el arma salió volando. Ambos forcejeaban y se golpeaban brutalmente, el peliverde fue por el arma, en eso el malvado se logró quitarse de encima al castaño y corrió en dirección a donde estaba el arma. Al llegar golpeó a la otra persona para quitarlo del camino y coger el arma.

 

         Te lo advertí maldito imbécil, te dije que tus bastardos iban a morir si te defendías. – El hombre apuntó en dirección a donde estaba el rubio, y el pelinegro y sin pensarlo dos veces disparó el arma. Al momento de hacerlo se alcanzó a escuchar un grito desgarrador. Uno de los presentes caía al suelo al recibir el impacto de la bala, los demás se quedaron estupefactos al ver la escena tan aterradora frente a sus ojos… Al poco tiempo estaban entrando muchos hombres uniformados y armados que rodeaban toda la casa.

 

         NOOOOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH… – Corrió rápidamente hacia donde él estaba. – Noah, resiste por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         No llores por favor Mokuba. – Levantaba su mano para tocarle la cara.

 

         Me lo prometiste… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Prometiste que no ibas hacer nada estúpido… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Lo sostenía en sus brazos importándole un cuerno que su ropa se le manchara de sangre.

 

         Perdóname… Perdóname por favor... No quería que nada malo te pasara. – Tosió un poco de sangre al hablar.

 

         No hables por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         No haga nada estúpido y quédese en donde está. – Hablaba uno de los policías.

 

         Baje el arma y ponga las manos donde podamos verlas. – Manifestaba otro policía.

 

         Ríndase señor Valon, lo tenemos rodeado.

 

El hombre sonrió con malicia y dijo:


         Si intentan algo en mi contra lo mato. – Volvió apuntarle al rubio y lentamente caminaba hacia donde él estaba.

 

         DÉJALO VALON, ESTO SE ACABÓ. – Gritó el castaño.

 

         Estas muy equivocado si crees que esto ha terminado. – Lo sujetó del brazo con fuerza. – Levántate inútil.

 

         No… No puedo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Levántate o hago que te levantes. – Lo obligaba a que se pusiera de pie.

 

         Por favor Valon… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Suéltame, por lo que más quieras… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         No te dejaré, tú eres mi boleto para salir de aquí.

 

         QUE NADIE SE MUEVA. – Gritaba el castaño. –Resiste un poco más cachorro y te prometo que pronto estarás en la mansión con tus hijos.

 

         Sse… Seto… Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh. – Gritaba del dolor, esta vez era tan insoportable que se acurrucó en el suelo tratando de minimizarlo.

 

         Levántate inútil, que esperas.

 

         No por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ya no puedo más… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Déjelo ir señor Valon, usted no podrá salir de aquí con vida.

 

         Si no cooperas conmigo aquí mismo te mato. – Llevó el arma hacia su cabeza, el ojimiel se estremeció al ver que ese hombre no bromeaba.

 

         Yo tomaré su lugar, te pido que lo sueltes.

 

         Tú no te metas maldito idiota.

 

         Si me llevas a mí, hasta podrías pedir una gran recompensa por mi liberación, solamente piénsalo por un momento, con ese dinero te podrías largar de la ciudad sin ningún problema. – El CEO hacia lo posible para tentarlo y que se olvidara de su esposo. Mientras tanto el hombre se había quedado pensando en todas las cosas que le decía.

 

         Tu oferta es muy tentadora, pero ganaré más dinero vendiendo a dos bastardos recién nacidos. – Reía con maldad. – Anda, camina pedazo de animal.

 

El joven se ponía lentamente de pie, miró por un segundo a su pareja como dándole una señal, el castaño le entendió a la perfección.

 

         Valon, espera…

 

         ¿Qué quieres?

 

         Bésame.

 

El agresor se quedó estupefacto por lo que acababa de escuchar.

 

         ¿Acaso me crees estúpido? ¿Por qué me pides que te bese hasta ahora? De seguro estas tramando algo.

 

         Claro que no, solamente quiero darle celos al estúpido de mi esposo, demostrarle que tú has sido y siempre serás el primer hombre en mi vida.

 

         Viéndolo así. – Sonrió con malicia dando a entender que esa idea no estaba del todo mal. – Al fin piensas con la cabeza. – El hombre le agarró el rostro y le plantó un beso salvaje, el rubio se abstuvo las ganas de vomitar y al ver que había bajado la guardia le arrebató el arma tirándola lejos. – Maldito me engañaste. – Estaba por golpearlo pero el castaño se apresuró para proteger a su cachorro.

 

Ambos se agredían, el malvado se logró liberar del castaño y corrió hacia donde había caído el arma, estaba por recogerla cuando se escuchó un disparo. Inmediatamente la persona cayó al suelo, uno de los agentes de la policía había disparado.

 

         Cachorro, ¿estás bien?

 

         Seto… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Shhhh, tranquilo, todo terminó.

 

Paramédicos entraban al lugar, atendían tanto al rubio como al peliverde.

 

         TIENEN QUE IR A UN HOSPITAL INMEDIATAMENTE. – Gritaba uno de los paramédicos.

 

         Usted también debe ser atendido señor Kaiba.

 

         Olvídese de mí, primero atiendan a mi esposo.


         Como usted diga.

 

Los paramédicos estaban preocupados por la condición de ambos, tanto el rubio como el peliverde se miraban bastante mal. El ojiazul se fue en la ambulancia acompañando a su cachorro, mientras que Mokuba se fue en otra para acompañar a su novio. Durante el camino en una de las ambulancias donde iba el ojimiel uno de los paramédicos le hacía preguntas al castaño.

 

         ¿Quién es el ginecólogo de su esposo?

 

         No lo sé. – Respondió avergonzado.

 

         ¿Qué fecha iban a nacer sus hijos?

 

         No lo sé. – Contestó fastidiado.

 

         ¿Hace cuánto que comenzó con los dolores de parto?

 

         ¿Por qué demonios me hace tantas preguntas estúpidas? – Manifestó molesto, en sí no le molestaban las preguntas, más bien lo que le enfurecía es que no sabía nada sobre el estado de su esposo, es ahí que se daba cuenta que de verdad lo había descuidado bastante. Una voz débil lo sacó de sus pensamientos.

 

         Doctor… El Doctor Mahādo… Es mi ginecólogo.

 

         Le recomiendo que no hable, su estado es muy delicado.

 

         Seto…

 

         Aquí estoy cachorro. – Su voz se le quebraba al responder.

 

         Hay algo… Hay algo que… Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh… – Gritaba del dolor. – Escúchame por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Hay algo que debo decirte…

 

         Por favor Joey, no hables, ya tendremos oportunidad para hablar.

 

Uno de los paramédicos abrió una ventanilla para poderle gritar al conductor…

 

         VAYA MÁS RÁPIDO POR FAVOR.

 

******************************

 

Horas más tarde…

 

Habían perdido la noción del tiempo, el ojiazul ya había sido atendido por un médico para curarle sus heridas y ahora se encontraba en la sala de espera junto a su hermano, ninguno de los presentes decía nada, ambos estaban consternados por todo lo ocurrido, y al mismo tiempo preocupados por la condición de su ser querido. Uno de los hombres decidió romper con aquel maldito mutismo.

 

         Mokuba, yo…

 

         No me digas nada, no quiero escucharte. – Respondió enfadado y dolido a la vez.

 

Se escuchó un gran suspiro, el castaño sacó su celular para ver la hora…

 

         1:30 de la mañana. – Musitó.

 

         ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar esto? – Comenzaba a susurrar el pelinegro absteniéndose las ganas de llorar. – Noah…

 

         El estará bien.

 

         ¿TÚ CÓMO LO SABES? ¿DESDE CUÁNDO TE IMPORTA? – Exclamaba exasperado.

 

Estaba por responderle a su hermano cuando en eso entra un médico a la sala preguntando…

 

         Familiares del señor Noah Orellana.

 

         Yo soy su novio Doctor, por favor dígame, ¿cómo se encuentra?

 

         Su estado es bastante delicado, la bala alcanzó a tocar el ventrículo derecho de su corazón, tiene varios tejidos y vasos sanguíneos dañados, tuvo que necesitar una trasfusión de sangre, y… – El médico dejó de hablar al ver al joven que se encontraba en shock procesando toda la información que recibía.

 

         ¿Se va a morir? – Fue lo único que se le ocurrió preguntar.

 

         Lamentablemente tiene muy pocas posibilidades de que sobreviva.

 

         NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, NO, NO, NO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Cálmate por favor Mokuba. – Se le acercó su hermano al verlo tan mal.

 

         TODO ESTO ES POR TU CULPA, TÚ TIENES LA CULPA DE QUE NOAH ESTÉ EN ESAS CONDICIONES… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… SUPONGO QUE YA ESTARÁS SATISFECHO, TANTAS VECES QUE LE DESEASTE LA MUERTE Y AHORA TU DESEO SE TE HARÁ REALIDAD… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… NO SABES CÓMO TE ODIO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿POR QUÉ NO FUISTE TÚ EL QUE RECIBIÓ ESA BALA? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? – Gritaba desesperado, no pensaba con claridad y lo único que deseaba era poder sacar todo el dolor y angustia que estaba sintiendo en ese momento, y sin darse cuenta lastimaba a la persona que más quería en la vida. – TODO POR TU ESTÚPIDO ORGULLO Y CELOS, NADA DE ESTO HUBIERA PASADO SI TAN SÓLO HUBIESES HECHO LAS PACES CON JOEY. TÚ Y TU MALDITO EGO, NO TIENES IDEA DE CÓMO TE ODIO, TE DETESTO, NO HAS HECHO OTRA COSA QUE HACER MI VIDA MISERABLE, TE LA PASABAS RECRIMINANDO TODO EL TIEMPO QUE ÉL NO ERA PARA MÍ SIN TOMAR EN CUENTA MIS SENTIMIENTOS. ERES DESPRECIABLE, DÉSPOTA, ALTANERO, ARROGANTE, EGOÍSTA, VANIDOSO, INCLUSO FUISTE TAN INHUMANO QUE HASTA ESTABAS DISPUESTO A MATAR A MI PROPIO HIJO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… A MI PROPIO HIJO…

 

Los gritos se escuchaban por casi todo el hospital, unas personas estaban pasando cerca del lugar y al escuchar tremendo escándalo decidieron ir a ver lo que pasaba, al entrar se quedaron boquiabiertos y decidieron intervenir.

 

         ¿Qué sucede aquí?

 

         Mokuba, cálmate por favor.

 

         Por un demonio, ¿qué fue lo que te ocurrió Seto?

 

El CEO por primera vez se sentía un ser despreciable, y por primera vez no hallaba palabras que decir, todas las cosas que su hermano le decía era verdad por esa razón es que no encontraba la manera de defenderse. Se sentía un ser miserable, y odiaba recordar su mal comportamiento.

 

         Mokuba, yo… – Sentía un gran nudo en su garganta.

 

         LÁRGATE, NO QUIERO VOLVERTE A VER EN TODA MI VIDA… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Y NO ME IMPORTA SI ESTÁS FELIZ POR LA DESGRACIA DE NOAH, PERO UNA COSA SI TE DIGO… – Se llevó una mano a su pancita. – TÚ NUNCA NOS VOLVERÁS HACER DAÑO, DE ESO ME ENCARGARÉ YO PERSONALMENTE… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         ¿Qué quieres decir con eso?

 

         NO DEJARÉ QUE TE ACERQUES A MÍ Y QUIERAS HACERLE DAÑO A MI BEBÉ.

 

         Perdóname Mokuba, si tu esposo pierde al bebé créeme que jamás me lo perdonaría. – Sus palabras sonaban sinceras, se le había olvidado que ese hombre estaba supuestamente encinta.

 

         QUE CÍNICO ERES, NO SEAS HIPÓCRITA, ASÍ QUE NO ME VENGAS CON ESTUPIDECES DE QUE TE DOLERÍA SI NOAH PERDIERA A SU BEBÉ, PORQUE NO ES CIERTO, ES MENTIRAS, LO DICES ÚNICAMENTE PARA NO SENTIRTE CULPABLE DE NUESTRA DESGRACIA. Y VOY A DECIRTE ALGO MÁS… – Se limpiaba las lágrimas con sus manos. – NO ME IMPORTA QUE EL MUNDO SE DÉ CUENTA, NO ME IMPORTA CÓMO VAYAS A REACCIONAR AL DECIRTE LA VERDAD.

 

         ¿De qué verdad hablas? ¿Qué es lo que tratas de decirme?

 

         NOAH NO PUEDE TENER HIJOS, SINO TODO LO CONTRARIO.

 

         Mokuba, no me digas que tú…

 

         SÍ, YO SOY UN DONCELLO Y ESTOY EMBARAZADO. AHORA GRACIAS A TI MI HIJO NO TENDRÁ UN PADRE PORQUE TÚ LO MATASTE, TÚ LO MATASTE, ERES UN ASESINO, TE ODIO, TE ODIO Y DESEO QUE NUNCA SEAS FELIZ… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ASESINO, ASESINO. ASESINOOOOOOOOOOOOO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Mokuba, cálmate por favor, será mejor llevarte a que te vea un médico.

 

El castaño al escuchar todas las palabras de su hermano sentía como si su corazón fuera atravesado por una enorme estaca que se clavaba lenta y dolorosamente en lo más profundo de su alma. Sus ojos se le humedecían, en definitiva su hermano lo odiaba y sabía que no era para menos, se había dedicado en hacerle la vida imposible, pero todo lo hacía por su bien, para que tuviera una vida digna y que alguien le pudiera dar todas las comodidades a las que él estaba acostumbrado. Y ahora… ¿De qué servía todo eso? Comenzó a entender que su hermano era inmensamente feliz con ese hombre y que él lo único que había conseguido era que lo odiara. Si, su propio hermano le guardaba cierto resentimiento y coraje y no era para menos, aunque le dijera que todo era por su bienestar de nada valía, ya nada importaba porque le había desgraciado la vida a su hermano menor…

 

         Mokuba… – Intentó acercársele.

 

         NO TE ME ACERQUES, NI SIQUIERA TE ATREVAS A TOCARME. – Lo miraba con odio y desprecio.

 

         Seto…

 

         Está bien Marik, sé cómo él se siente.

 

La otra persona estaba por decir algo cuando en eso llegaba otro hombre.

 

         Señor Kaiba.


Todos se quedaron helados al verlo llegar.

 

         Por favor Doctor, dígame cómo se encuentra.

 

         Señor Kaiba, debe tomar una decisión.

 

         ¿Una decisión? ¿Qué me quiere decir? ¿Qué clase de decisión es la que debo tomar?

 

         Tiene que elegir…

 

         ¿Elegir? Quiero que se explique bien y hable sin rodeos. – Manifestó seriamente.

 

         Tiene que elegir entre su esposo y los bebés…

 

Todos los presentes quedaron estupefactos con lo que acababan de escuchar, nadie se atrevió a decir ni una sola palabra, incluso el pelinegro deseó por un segundo tragarse sus propias palabras, la vida de su cuñado corría grave peligro también…

 

 

Continuará…

 

 


N/A: ¿Qué decisión tomará el neko? ¿Se salvarán los bebés de nuestro cachorro? ¿Qué habrá pasado con Ryou y con Bakura? ¿Mokuba podrá perdonar a su hermano? ¿Quieren que Joey se muera?... Ups, olviden esta última pregunta. Se está acercando el desenlace final de esta historia, todavía están a tiempo de decidir si quieren un final trágico o feliz. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho les responderé.

 

Me despido de todos y cada uno de ustedes con mucho cariño, no sin antes recordarles que deben cuidarse mucho, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario, use siempre su mascarilla y lleven consigo su botecito de alcohol gel, y no olviden sanitisarse antes de entrar a sus hogares. Nos leeremos el próximo viernes, les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

           KAT.

 

 


P.D.: Saludos especiales a: Paris, Jenifer CarriGalin, Lisset Delacruz Cordova, por sus comentarios y por acertar sobre quién recibió el disparo en el capítulo anterior.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario