lunes, 2 de noviembre de 2020

SOLAMENTE TENDRÁS UNA OPORTUNIDAD EN LA VIDA... ¿QUÉ DECISIÓN VAS A TOMAR SETO?



SOLAMENTE TENDRÁS UNA OPORTUNIDAD EN LA VIDA... ¿QUÉ DECISIÓN VAS A TOMAR SETO?

 

 

TITULO: SOLAMENTE TENDRÁS UNA OPORTUNIDAD EN LA VIDA... ¿QUÉ DECISIÓN VAS A TOMAR SETO?

 

 

AUTORA: KATSUYA.

 

 

PAREJAS PRINCIPALES: SETO/JOEY.

 

 

OTRAS PAREJAS: YAMI/YUGI, BAKURA/RYOU, MARIK/MALIK, ENTRE OTRAS.

 

 

GÉNEROS: CIENCIA FICCIÓN, ANGUSTIA, DRAMA, ROMÁNTICO, TRAGEDIA.

 

 

ADVERTENCIAS: INCESTO, LEMON, TORTURA, MPREG, VIOLACIÓN, MUERTE DE UN PERSONAJE.

 

 

SERIE: YU-GI-OH!

 

 

RESUMEN: Seto Kaiba, era un adolescente que provenía de buena familia, se crio junto a su pequeño hermano Mokuba, sus padres eran personas de bien, y le dieron lo mejor a sus hijos, siempre procuraban dar el buen ejemplo y les enseñaban a valorar las cosas que realmente eran importantes en la vida. Sin embargo, toda la buena enseñanza que sus padres le dieron se fue olvidando poco a poco hasta llegar a un punto en donde este joven se convirtió en un ser totalmente diferente, y a través de los años se volvió frío, arrogante, agresivo, amargado, déspota, orgulloso, altanero, y prepotente. Pero debido a su mal comportamiento, la vida le tendrá que enseñar una dura lección.

 

 

ADVERTENCIAS: Esta historia tendrá algunas palabras obscenas, por no decir vulgares, contendrá algunos temas fuertes, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… Otro punto que me gustaría aclararles, es que estoy en contra del incesto, probablemente hayan lectores que no les guste tocar este tema, y es por esa razón que dejo advertencias sobre lo que puede contener la historia, solamente espero que puedan darle la oportunidad de leerlo, y pedirles como siempre respeto ya sea hacia mi persona, como hacia los demás lectores que opinen sus puntos de vista. No es apta para personas que son sensibles a la violencia, No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

SÓLO PARA MAYORES DE 18 AÑOS.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, sin embargo toda la trama de esta historia si es creada por mí. Me fascina inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Capítulo 1: Epílogo.

 

Era una mañana como cualquier otra, un nuevo inicio de año escolar estaba a punto de comenzar, muchos de los estudiantes entraban felices al Instituto, y los que entraban acompañados de sus amigos reían alegremente. Pero no todo era risas, había algunos que entraban con un carácter endemoniado buscando la manera de fastidiar a otros…

 

         Quítate de mi camino imbécil. – Manifestaba altanero un joven de tan sólo diecisiete años de edad.

 

         Qué manera la tuya de entrar a clases. – Intervino otra persona, éste era un joven de quince años de edad. – ¿Estás bien amigo? – Ayudaba a su compañero que se encontraba tirado en el suelo.

 

         Baia, al parecer no te han educado bien perro. – Lo empujó para que cayera al suelo.

 

         Eres un idiota gato roñoso, ¿cómo te atreves a botarme? ¿Acaso estás ciego, no vez que estoy ayudando a mi amigo?

 

         Para lo que me importa perro sarnoso, si no te quitas lo vas a lamentar. – Lo fulminaba con la mirada.

 

         Joey, ¿estás bien amigo? – Llegaron sus amigos para ver qué era lo que estaba pasando.

 

         Si Tristán, estoy bien. – Se levantaba del suelo, posteriormente terminó de levantar a la otra persona.

 

         Deberías de tener más cuidado por donde caminas Kaiba. – Le reprendía una joven de cabellos castaños y ojos azules.

 

         Ja, soy libre de pasar por donde se me dé la santa y regalada gana. – Le respondió despectivamente.

 

         Déjalo Tea, de seguro tuvo una mala noche. – Manifestó burlonamente el rubio.

 

         Eso a ti que te importa perro.

 

Ambos se miraban con infinito odio, estaban a punto de pelearse hasta que el sonido del timbre los interrumpió.

 

         Es hora de ir a clases. – Sugirió uno de los presentes.

 

         Claro que si Yūgi, vamos todos. – Animaba el rubio dejando a un castaño completamente solo, éste se enfureció tanto por haberse sentido ignorado por el perro.

 

         Un día de estos me la vas a pagar perro. – Musitó para sí mismo.

 

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A la hora del recreo…

 

         Muchas gracias por ayudarme en la mañana Joey.

 

         No tienes nada que agradecer amigo.

 

         Tal parece que eres el único que no le teme enfrentarse a Kaiba.

 

         No digas eso Tristán, te aseguro que debe de haber más de alguno por aquí que no le tenga miedo.

 

         Si eso fuera así, te reto a que menciones a uno.

 

         ¿Qué?

 

         Ya me oíste, únicamente dame un nombre, quien es la otra persona que no le teme.

 

         Déjame pensar Tristán. – Hubo un breve silencio. – A ver, a ver, ¿quién podría ser? ¡Ya lo tengo!

 

Todos se quedaron sorprendidos al ver la expresión de su amigo.


         ¿Y bien? – Cuestionaron al unísono.

 

         Su pequeño hermanito, se ve que no le tiene miedo.

 

         ¡Oye, ese no cuenta! – Le da un golpe en la cabeza.

 

         ¿Tristán, por qué me golpeas?

 

         Para que se te quite lo idiota.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Reían todos los presentes.

 

         Cambiando de tema chicos, no entiendo cómo una persona que lo tiene todo puede ser tan amargado.

 

         Así son todos los ricos Joey, creen que porque tienen dinero pueden menospreciar a otros que no lo tienen.

 

         Si yo tuviera esa fortuna la utilizaría para hacer el bien.

 

         Hay amigo, lamento desilusionarte pero no todos piensan como tú.

 

         Ya lo sé Malik, por eso aclaré si la tuviera.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se reían a carcajadas.


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No muy lejos de ahí…

 

Una persona observaba de lejos al grupo de fracasados que reían alegremente, se veía claramente que se la estaban pasando bien.

 

         Ríe mientras puedas perro, porque te aseguro que yo reiré al último.

 

Una voz muy conocida por él lo sacó de sus pensamientos.

 

         Hola hermano. – Le sonreía tiernamente.

 

         ¿Qué haces aquí Mokuba?

 

         Vine a buscarte para que pudiéramos comer algo juntos.

 

         Mokuba, ¿por qué no te reúnes con tus estúpidos compañeros de clases?

 

         Yo no quiero comer con mis estúpidos compañeros de clases. – Lo miraba seriamente a los ojos.

 

         De acuerdo, vamos a donde tú digas.

 

         Muchas gracias Seto.

 

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Tres meses después…

 

         Dentro de poco serán los intramuros[1].

 

         ¿Cómo puedes alegrarte por eso Tea?

 

         No seas aguafiestas Tristán, los intramuros es para que nos divirtamos y podamos competir con otros grados y secciones.

 

         Más bien yo creo que no es por eso. – Comenzaba a molestarla uno de sus amigos.

 

         ¿Y qué otra cosa podría ser? – Cuestionaba algo sonrojada.

 

         A mí se me hace que a ti te gusta estar en el equipo de animadoras luciendo una mini falda que deja mucho que ver.

 

         ¿Ryou, cómo puedes decir eso? – Exclamaba molesta y bastante ruborizada.

 

         ¿Participarás este año Joey?

 

         Aun no lo sé Yūgi. – Respondió melancólico.

 

         NO PUEDES ESTAR HABLANDO EN SERIO JOEY, MIRA QUE SI TÚ NO ESTÁS EN EL EQUIPO DE BÁSQUET NOS HARÁN TRIZAS. – Le gritaba uno de sus amigos.

 

         Tranquilo Tristán, no creo que sea para tanto, además en el equipo tenemos a Ryou, a Malik, y a Yūgi.

 

         Ya lo sé, pero olvidas un pequeño detalle.


         ¿Ah sí, cuál?

 

         Que en el equipo contrario esta: Marik el demoledor, Bakura el despiadado y Seto Kaiba el señorito perfecto. Sin mencionar que es el capitán de su equipo.

 

         Definitivamente tienes que entrar a jugar Joey, tú eres nuestro capitán.

 

         Yūgi también puede tomar mi lugar como capitán.

 

         ¿Quién yo?

 

         Debes estar bromeando, recuerda que eres el único que se le puede enfrentar a Kaiba.

 

         Malik tiene razón, Yūgi no tendría ninguna posibilidad contra él.

 

         Si Joey, tienes que entrar a jugar. – Le sugería la castaña.

 

         Lo voy a pensar, por el momento iré a dar una vuelta por ahí.

 

         ¿A dónde vas Joey?

 

         Déjalo que se vaya Tristán, a veces a él le gusta estar solo.

 

         Pero Yūgi…

 

******************************

 

Después de caminar solo por varios minutos, decidió ir al baño de hombres, una vez que llegó se aseguró de que no hubiera nadie, posteriormente comenzó a bajarse el pantalón poco a poco para asegurarse que sus vendas estuvieran intactas.

 

         Maldito viejo. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. – Esta vez se pasó de la raya, me golpeó tan fuerte que enantes pude levantarme esta mañana. – Volvía a acomodarse la ropa nuevamente. – ¿Por qué no haces nada por ayudarme? ¿Por qué dejas que me maltrate? Se supone que tu estas para cuidarme, protegerme, para darme amor y cariño. – Apretaba sus manos haciéndolas puño. – Pero en vez de eso lo prefieres a él, y para colmo es que tú participas también y lo incentivas para que ese bastardo haga conmigo lo que quiera. ¿Hasta cuándo podré soportar tanto maltrato, golpes y humillaciones? – En eso logró escuchar que alguien venía, decidió lavarse la cara para enjugar sus lágrimas, cuando levantó su cara vio por el espejo quién estaba llegando.




         No tenía idea de que los perros lloraran. – Expresó burlonamente.

 

         Y yo no tenía idea de que los gatos fueran tan metiches.


         Escucha maldito perro, no te permitiré que me hables de esa manera. – Lo agarró fuertemente del brazo.

 

         Suéltame, tú no eres nadie para darme órdenes. – Lo miraba furioso.

 

         Obviamente necesitas que alguien te eduque perro para que seas más dócil y obediente.

 

         YO NO SOY UN MALDITO PERRO. – Le gritó con odio. – ASÍ QUE TE VOY A PEDIR QUE NO ME SIGAS TRATANDO COMO UNO.

 

         ¿O si no qué? – Lo vuelve agarrar del brazo, esta vez aplicando más fuerza.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH. – Gritó de dolor. – Suéltame estúpido que me haces daño.

 

         Te soltaré sólo si admites que yo soy tu dueño.

 

         NUNCA, JAMÁS TE DARÉ ESA SATISFACCIÓN KAIBA. – Consigue empujarlo para alejarlo de él.

 

         Perro estúpido, ahora verás. – Le da un golpe certero en la boca del estómago, el rubio cayó de rodillas al suelo tratando de minimizar el terrible dolor que sentía. – ¿Qué me dices ahora perro? – Se reía al verlo en el suelo todo adolorido y humillado. – Te vez mucho mejor estando a los pies de tu amo.

 

         Eres un maldito imbécil. – Se levantó de golpe y le dio un puñetazo en la cara, el castaño pudo esquivarlo con facilidad, estaba por regresarle el golpe pero quedó estupefacto al ver como su cachorro salía rápidamente de ahí.

 

         No es más que un perro cobarde. – Se decía así mismo, estaba por abrir el grifo y fue ahí que se dio cuenta que en su mano tenia sangre, eso sí que le llamó su atención. – Que demonios, ¿de dónde es esta sangre? – Se lavó rápidamente las manos para cerciorarse de que él estuviera bien. – Que extraño, esta sangre no es mía. Un momento… – Su mente le hizo recordar el primer grito que dio el rubio cuando lo agarró con fuerza por segunda vez del brazo. – No puede ser, esta sangre le pertenece al perro, pero cómo, no entiendo por qué sangró cuando le sujeté del brazo con fuerza, que yo sepa las personas no sangran con tanta facilidad. Bueno, a quien le importa lo que le pase a ese perro. – Sacó su pañuelo de la bolsa de atrás del pantalón para secarse las manos, luego salió del lugar como si nada había pasado.

 

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Semanas después…

 

Nuevamente estaba por comenzar una nueva semana de clases, desde que se anunció la fecha de los intramuros todos los estudiantes no hablaban de otra cosa, estaban emocionados para que se llegara ese día. Una limusina se parqueaba al otro lado de la calle, uno de los pasajeros se bajaba con rapidez para cruzarse la calle y entrar al Instituto, omitiendo la orden de su acompañante. Cuando se cruzó la calle se logró escuchar un grito muy fuerte, sin embargo la advertencia había llegado demasiado tarde…

 

         AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH… – Gritaba de dolor un pequeño niño de cabellos negros y ojos azules.

 

         Lo siento mucho, discúlpame por favor, no te vi. – Otro joven se le acercó para auxiliarlo.

 

         MI PIERNA, MI PIERNA, ME DUELE MUCHO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… AAAAAAAAAAAAAAYYYYYYY, ME DUELE MUCHO MI PIERNA… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… 

 

Debido a los gritos que daba el niño todos los estudiantes llegaban para ver lo que pasaba.

 

         Mokuba, por favor déjame ayudarte.

 

         ¿Qué le has hecho a mi hermanito perro? – Llegaba el ojiazul con intenciones de matar al rubio.

 

         Perdóname Kaiba, iba manejando la bicicleta a toda velocidad que no me pude detener.

 

         Eres un maldito perro. – Le da un golpe en la cara, sólo que en esta ocasión el ojimiel no devolvió el golpe. – Ahora si me las vas a pagar maldito perro callejero. – Iba a golpearlo de nuevo pero fue detenido por alguien más.

 

         Ya basta Kaiba.

 

         No te metas en esto mono descerebrado.

 

         Joey ya se disculpó, además fue un accidente.

 

Todos los amigos del rubio llegaron para auxiliarlo, mientras que la otra persona se le volvió a acercar al pelinegro.

 

         Por favor perdóname, no fue mi intención lastimarte. – Lo ayudaba a ponerse de pie.

 

         No toques a mi hermanito con tus asquerosas patas perro. – Lo empujó con fuerza para alejarlo del menor. – ¿Mokuba, estás bien?

 

         Creo que si hermano.


         ¿Puedes caminar?

 

         No, no lo creo. – Se miraba la rodilla raspada toda llena de sangre.

 

         Enseguida te llevo a la enfermería, solamente déjame arreglar este problema a mi manera.

 

         ¿Qué vas hacer hermano?

 

El mayor no le prestó atención y se volvió a dirigir al rubio…

 

         Eres perro muerto, te haré pagar muy caro el daño que le has ocasionado a mi pequeño hermano.

 

         Kaiba, de verdad lo lamento, él se me cruzó en mi camino y yo no pude detenerme a tiempo.

 

         Ahora resulta que la culpa es de Mokuba, ¿no es así? – Le da un fuerte golpe en la boca del estómago.

 

         AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH. – Gritaba de dolor mientras que caía de rodillas al suelo.

 

         Y esto es para que aprendas a no meterte con mi hermano. – Lo seguía pateando en el suelo, sus amigos estaban en shock al ver que su amigo no hacía nada por defenderse.

 

         Joey, no te quedes sin hacer nada, defiéndete amigo.

 

         Si amigo, dale su merecido a ese ricachón petulante.

 

         Levántate Joey.

 

Al ver que la cosa se estaba poniendo peor, uno de los presentes decidió intervenir.

 

         Ya basta Kaiba, ya no lo golpees.

 

         Suéltame Yami, este perro debe aprender a no meterse con mi familia.

 

         Sí que eres obstinado, ya se te dijo que fue un accidente, estas tan molesto que no has prestado atención a las súplicas de tu hermano.

 

El mayor volvió a ver hacia atrás, fue ahí que notó como lloraba el pelinegro mientras que repetía una y otra vez…

 

         Ya déjalo Seto, ya basta, no lo sigas golpeando… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… 


         Tienes suerte esta vez perro, pero la próxima vez te aseguro que no tendrás tanta suerte. Y esto es para que aprendas tu lección. – Agarró la bicicleta del rubio y la aventó en medio de la calle, uno de sus amigos iba ir por ella pero se detuvo al escuchar una voz…

 

         TEN CUIDADO TRISTÁN. – El aludido volteó a ver hacia un lado y rápidamente se apartó al ver que pasaba un camión llevándose consigo la bicicleta.

 

         NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. – Un grito desgarrador salió de los labios del rubio.

 

El ojiazul sonrió con malicia al ver la cara de sufrimiento que tenía ese perro.

 

         Vámonos de aquí Mokuba, lo mejor será llevarte a la mansión para que te vea un médico.

 

         Fuiste muy cruel con Joey.

 

         Olvídate de ese perro, obtuvo lo que se merecía por haberte lastimado.

 

         Eso no es verdad, fui yo que se le cruzó en su camino.

 

         Ya no digas tonterías y vámonos. – Lo cargó en sus brazos para llevarlo nuevamente a la limusina.

 

         ¿Estás bien Joey? – Uno de sus amigos lo ayudaba a ponerse de pie.

 

         ¿Por qué no te defendiste de ese estúpido ricachón engreído y petulante? Le hubieras dado su merecido.

 

         Déjalo en paz Tea, no ves que todavía está afectado por lo que le hizo Kaiba.

 

         No creo que sea para tanto Ryou, solamente fue una bicicleta.

 

         Se ve que no entiendes nada Tea.

 

         ¿Qué quieres decir Yūgi?

 

         Esa bicicleta era el único recuerdo que tenia de su padre.

 

Todos abrieron los ojos como platos al escucharlo hablar, posteriormente volvieron a ver a su amigo quien aún estaba llorando con la mirada perdida hacia la nada.

 

 

Continuará…



N/A: ¿Habrá sido muy cruel el neko con su cachorro? ¿Se animará Joey a jugar en los intramuros del Instituto? ¿Qué tan cierto será que el rubio es el único que se le puede enfrentar a Kaiba? ¿Qué sucederá en el siguiente capítulo? Acompáñenme en esta nueva aventura, los invito a que no se pierdan la continuación de esta historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé. Muchísimas gracias por todo su apoyo.

 

Me voy despidiendo muy cariñosamente de todos y cada uno de ustedes, recuerden no salir de casa al menos que sea estrictamente necesario, para quienes salen a trabajar no olviden usar su mascarilla, cargar su botecito de alcohol gel, lavarse las manos constantemente y sanitizarse antes de entrar a sus casas. Ahora sí, me voy no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.

 

Atte.:

 

         KAT.

 

 

P.D.: La imagen que utilicé en este capítulo, me pareció perfecta y he de aclarar que la encontré en el internet.

 



[1] “Los Intramuros” son competiciones deportivas que se realizan en los Institutos, escuelas, y en las que participan todos los cursos de 1º grado, hasta los bachilleres.


2 comentarios:

  1. Uhhhh pobre Joey su bicicleta 😔😔😢😭 no lo merecia , pinche Kaiba agarrenme que lo mato

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    1. Hola paris, me alegra saber que se encuentre bien, ya extrañaba sus comentarios... XD

      Hay sí, pobre de mi cachorro, como siempre ese neko me lo hace sufrir mucho...

      Muchas gracias por su comentario, siempre los espero con ansias, bueno amis, cuidese mucho y nos vemos este viernes.

      Atte.:

      KAT.

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