Capítulo 56: Tramando un malévolo plan.
Notas del capítulo: En la vida se pueden
hacer muchos planes, y así como hay planes buenos, también hay planes malos.
Hay quienes se pasan toda la vida tramando planes para hacerle daño a la otra
persona. Y entre algunos planes que son malos podemos mencionar: Para la
venganza, por odio, envidia, cuando se ha sufrido una traición, o simplemente
porque nos caiga mal una persona, etc. Cualquiera que fuera el motivo, los
planes que se elaboran para hacer maldad nunca salen bien…
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Al día siguiente…
Buenos días amor.
Buenos días cariño, pasa por favor no
te esperaba tan temprano.
Lo sé, únicamente he venido a decirte
que ya está todo listo.
¿Qué, lo dices en serio?
Así es.
Pero, ¿qué le vas a decir a tu esposo?
No te preocupes por eso ayer hablé con
él.
Cuéntame, ¿qué fue lo que le dijiste?
No seas curioso, confórmate con saber
en que hoy tienes que preparar tu maleta que yo vendré por ti mañana muy
temprano.
Eres un amor Yami. – Le da un beso en
los labios.
Eso es para que veas que yo si cumplo
lo que prometo.
Todavía no puedo creer que pasaremos
cinco días en Tokio solos tú y yo.
Me doy cuenta que la noticia te ha
hecho muy feliz.
¿Y cómo no estarlo? Pasaré la navidad
contigo.
No te confundas cariño, únicamente te
dedicaré cinco días, porque la navidad pienso pasarlo con Yūgi.
Eso no importa, me conformo con que
pases tiempo conmigo. – Le da un beso demandante en los labios. – Cuéntame por
favor, ¿qué fue lo que le dijiste a Yūgi para que te dejara ir a Tokio? – Le
hablaba seductoramente.
No insistas en saber.
Oh vamos, no seas malo. – Lo volvía a
besar apasionadamente, posteriormente comenzaba a besarle el cuello y a la vez
le dejaba marcas en la piel, en lo que hacía eso sus manos tocaban su
entrepierna y se la agarraba por encima del pantalón.
Aaaaahhhhhh. – Se escuchó un leve
gemido.
La
otra persona no se detenía en lo que estaba haciendo, desabrochó el pantalón
para meter su mano, y sacarle el pene y con destreza lo masturbaba.
Aaaaahhhh… Aaaaaahhhhh… Aaaahhhh… Que
bien lo haces… Aaaahhhh… – Hizo un poco su cabeza hacia atrás.
¿Te gusta? – Le susurró lascivamente al
oído.
Aaaaaahhhhh… Aaaaaahhhhh… Siiiii…
Aaaaaahhhhh…
El
hombre decidió ir más rápido y antes de que su amante acabara dejó de hacer lo
que estaba haciendo recibiendo una queja por parte del otro.
¿Por qué demonios te detienes?
Si quieres que continúe haciéndotelo
cuéntame lo que quiero saber.
Está bien, con una condición.
¿Cuál?
Quiero que tengamos sexo hasta decir ya
no, y lo haremos a mi modo.
Prometes que no serás tan brusco
conmigo.
No entendiste lo que te acabo de decir.
– Empezaba a enfadarse.
No es para que te enojes.
Aceptas sí o no.
De acuerdo, ahora dime con lujos y
detalles qué fue lo que le dijiste a tu esposo.
******************************
Ryou, si no te
apresuras llegarás tarde a tu trabajo.
Ya lo sé, pero me
preocupa dejarte solo.
No debes de
preocuparte, te aseguro que estaré bien.
Quizás lo mejor sea
que le hable a mi asistente personal para que pueda encargarse de todo en mi
ausencia.
No puedes hacerle
eso.
¿Por qué no?
Te recuerdo que él
está en la semana de exámenes finales.
Es verdad, se me
había olvidado. – Se quedó muy pensativo. – No sé qué hacer. – Susurró sin
darse cuenta.
Mira, tengo una
idea.
¿Cuál?
Le llamaré a mi
hermana para que venga hacerme compañía durante el día hasta que tú vengas. ¿Te
parece?
Me parece bien, pero
prométeme que la llamarás.
Te doy mi palabra.
Siendo así ya me
puedo ir más tranquilo.
Entonces vete ya o
llegarás tarde.
Si tienes razón,
haré todo lo posible por venir temprano.
Está bien.
Cualquier cosa
llámame por favor.
Así lo haré.
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En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un hombre llegaba a su casa furioso, todo lo que encontraba a su
paso lo tiraba al suelo o lo hacía pedazos, otra persona que se encontraba en
el mismo lugar salió a ver lo que pasaba.
¿Oye, qué te sucede?
¿Por qué entras hecho una fiera?
NO TIENES IDEA DE LO
QUE ME ACABO DE ENTERAR.
Tranquilízate por
favor, es mejor que me cuentes tal vez te pueda ayudar.
El hombre se sentó en un sillón para tratar de calmarse.
¿Me puedes traer una
cerveza?
Si claro. – Una vez
que se la trajo esperó a que le diera un sorbo para después volverle hacer la
misma pregunta. – ¿Y bien?
Uno de mis
informantes me acaba de decir que mi estúpido novio ya tiene una pareja.
¿Qué?
Y eso no es todo.
A ver, respira hondo
para que puedas contarme.
De acuerdo. – Hubo
un pequeño silencio. – Resulta que el muy desgraciado está volviendo o mejor
dicho está tratando de rehacer su vida.
Discúlpame que te
diga esto pero… Tú me dijiste que no sentías nada por él.
ERES UN ESTÚPIDO. –
Gritó a todo pulmón.
No me grites que no
estoy sordo.
Es que tú no
entiendes nada.
Entonces explícame
para poderte entender.
Jamás, óyeme bien,
jamás le voy a permitir que se olvide de mí, mucho menos que rehaga su vida, no
sin antes demostrarle que él es mío. – Su mirada daba miedo.
¿Cómo piensas
demostrárselo?
Muy fácil. – Medio
sonrió con maldad. – Pienso vengarme de esos dos malnacidos, y una vez que
tenga a ambos en mi poder, ese idiota se va a dar cuenta con la clase de
persona que anda.
Me parece perfecto,
pero antes debemos de trazar un buen plan.
Ya lo sé, no tienes
que recordármelo.
No te enojes.
¿Y tú qué? ¿Qué has
averiguado hasta ahora?
Únicamente puedo
decirte que si vamos a hacer algo es mejor apresurarnos porque ese paquete ya
está por nacer.
¿En serio? – Lo miró
perversamente.
Si, según lo que
pude averiguar, ese mocoso o bien ya tiene siete meses o está entrando a los
siete meses.
Oooohhhh, entonces
si hay que darnos prisa para tramar un buen plan.
A mí se me estaba
ocurriendo una idea. – Sonreía con maldad.
Soy todo oídos
amigo.
******************************
Horas más tarde…
Gracias por venir
hermana.
Ni lo menciones
Joey, te agradezco que me hayas llamado.
¿Quieres tomar algo?
No gracias, mejor
dime cómo te has sentido.
Bien, aunque a veces
me siento un poco cansado.
Es normal hermano,
acuérdate que ya estas entrando en el séptimo mes.
Lo sé.
Joey, aprovechando
que no está tu amigo, quiero saber qué fue lo que pasó ayer exactamente.
¿Ayer? – Trataba de
evadir el tema.
Si ayer, cuando
fuiste a tu chequeo médico.
Ah sí, ya me acordé.
Que se me hace que
me estas ocultando algo. – Lo miraba desconfiadamente.
No como crees.
Jooooeeeeyyy…
Lo que pasa es que
se me bajó un poco la presión, después no recuerdo mucho y lo único que sé es
que desperté en una cama del hospital y a mi lado estaba Ryou.
Le preguntaste al
médico del por qué te desmayaste.
Si.
¿Qué fue lo que te
dijo? ¿Cómo están mis sobrinos? ¿Ellos están bien?
Cálmate por favor
Shizuka, puedo asegurarte que ellos están bien.
Qué alivio, me
alegra saberlo. ¿Y tú cómo estás? ¿Ya te sientes bien?
Si, lo malo es que
el Doctor me dejó mucho reposo. – Le sonreía para no seguir preocupando a su
hermana.
En ese caso le
tienes que obedecer al Doctor Mahādo.
Si mami, ¿alguna
otra cosa? – Bromeaba con su hermana.
Si, a partir de
ahora estaré viniendo todos los días.
No puedes estar
hablando en serio Shizuka.
Claro que hablo muy
en serio.
Pero…
Nada de peros, tú no
te preocupes por nada, ya verás que cuidaré muy bien de ti hermanito. – Le
aprieta ambas mejillas.
“Lo único que me
preocupa es lo que dirá Ryou cuando se entere”. – Pensó para sí mismo en lo que
se sobaba.
******************************
Hola Yūgi, ¿cómo
estás?
¿Tea, qué haces
aquí?
Solamente vine por
ti para que me acompañes al centro comercial, y de paso podemos almorzar allá.
No lo sé.
Oh vamos Yūgi, será
divertido.
Es que tengo mucho
trabajo en la oficina.
Anda Yūgi, no seas
aguafiestas, te recuerdo que me prometiste ayudarme a escoger un buen regalo
para poder llevar a la cena navideña.
No sé cómo decirte
esto pero…
Hey, ¿qué sucede
Yūgi?
No podré ir a la
cena navideña.
¿Qué? ¿Estas bromeando
cierto?
No, no bromeo.
¿Por qué no irás?
Ya te lo dije tengo
mucho trabajo en la oficina.
Yūgi, dime la
verdad.
La verdad es que a
Yami le salió un viaje de negocios a Tokio.
¡Eso es maravilloso!
– Exclamaba emocionada. – Así que es por eso que no podrás ir a la cena
navideña.
Bueno yo…
Que calladito te lo
tenías Yūgi, ¿por qué no me lo habías dicho?
Porque hasta ayer me
lo dijo Yami.
Espero que puedas
traerme un recuerdo a tu regreso.
Yo no iré con Yami a
Tokio. – Manifestó casi en su susurro y con la mirada en el suelo, dejando a su
amiga boquiabierta.
Continuará…
N/A: ¿Alguien de ustedes ya adivinó quien podría ser el amante de Yami? ¿Podrá Yūgi asistir a la cena navideña? ¿Quiénes serán esos hombres? ¿Qué planes malvados estarán tramando? ¿Les parece correcto que Yami lleve a su amante a Tokio? ¿Qué dirá Ryou al enterarse que llegará Shizuka todos los días? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, muchas gracias a todos ustedes por haberme acompañado en todo el trayecto de la historia. Si tienen dudas no olviden escribirme que yo con mucho gusto les responderé, y quién me adivine el amante de Yami, nombraré su nombre en cinco nuevos capítulos continuos. Así que anímense a dejar sus opciones.
Ahora si me despido de todos ustedes con mucho cariño, no sin
antes dejarles las recomendaciones respectivas de que no salgan de casa al
menos que sea estrictamente necesario, usen siempre mascarilla, lleven consigo
su botecito de alcohol gel, y saniticense antes de entrar a sus casas. Cuídense
mucho y les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo virtual desde la
distancia.
Atte.:
KAT.
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