viernes, 3 de julio de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…




Capítulo 35: Aclarando ciertas dudas… V parte.


Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

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Al día siguiente…

         Gracias por venir. – Se escuchaba algo nervioso.

         Tranquilízate por favor, dime por qué estás tan inquieto.

         Te lo explicaré aquí afuera.

         Está bien.

En cuanto cerró la puerta se alejaron un poco para poder conversar.

         ¿Qué sucede Ryou?

         Estaba por salir a mi trabajo cuando en eso tocaron la puerta.

         ¿Quién?

         Era un hombre muy altanero, vestía de saco y corbata, me preguntó por Joey, tuve que decirle que no estaba, después me entregó este sobre manila. – Se lo mostraba.

         Pero quién era ese hombre, y qué es lo que quería.

         No me lo vas a creer, es mejor que lo veas con tus propios ojos.

         ¿Estás seguro?

         Si, de todas maneras el sobre viene abierto.

         De acuerdo. – En cuanto sacó la hoja de papel comenzó a leerlo, abrió los ojos como platos cada vez que leía el documento. – No puedo creerlo.

         Yo tampoco le creía al hombre cuando me ponía al tanto, y en cuanto se fue decidí en llamarte Bakura.

         Cálmate amor, hiciste bien en llamarme.

         Va ser un golpe muy duro para Joey.

         Es un estúpido, ¿cómo puede hacerle esto?

         No lo sé.

         Ahora mismo iré a buscarlo para decirle un par de cosas en su cara. – Estaba molesto.

         No te vayas por favor, necesito que me ayudes a decírselo.

         Cálmate Ryou, no pienso irme a ninguna parte, me quedaré contigo.

         Muchas gracias Bakura.

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En KC…

Había llegado al alba a su oficina hecho una fiera, lo que había visto anoche lo desconcertó bastante y en cuanto llegó a la mansión hizo pedazos todas las cosas de su habitación. Estaba más que furioso, y lo peor es que se sentía como un perfecto imbécil por tratar de hacer las paces.

         Maldito perro, esta fue la gota que rebalsó el vaso. – Se decía así mismo tratando de controlar su ira, y a la vez quebraba algunas cosas que habían en su oficina. – Esto no te lo perdonaré nunca, pero ni creas que vas a recibir un centavo de mi parte, te dejaré en la vil calle como lo que eres un maldito perro callejero. Me siento como un completo idiota al ir a buscarlo, dejándome llevar por todas las estupideces que me decía mi hermano y el inútil de Marik, luego arreglaré cuentas con él por no haberme informado. – Agarró una lámpara de escritorio para estrellarla contra la pared. – A estas horas ya debió de haberle informado mi abogado sobre la decisión que he tomado, que ni se le ocurra presentarse ante mi porque entonces si va saber de lo que soy capaz. Sólo recordar lo que vi anoche se me revuelve el estómago. – Sin quererlo su mente no dejaba de pensar sobre lo ocurrido.

FLASH BACK

Terminaba de estacionar su auto, luego de apagar el motor revisaba el ramo de rosas que había comprado, quería que todo estuviera perfecto, lo único que le faltaba era comprar aquellos pastelitos que tanto le gustaban a él, medio sonrió de lado cuando recordaba cómo se ponía feliz cada vez que él llegaba a la mansión y le llevaba una cajita de esos pastelitos.

         En cuanto me veas llegar con estos obsequios estoy seguro que querrás recibirme, por fin podré verte cachorro, haré todo lo posible por escuchar tu versión de la historia para luego poder tomar una decisión. Y si me demuestras que nunca me has engañado, yo personalmente te pediré perdón si es preciso de rodillas, te suplicaré que vuelvas conmigo a la mansión. Pero… Si resulta todo lo contrario… – Movió un poco su cabeza para despejar los malos pensamientos. – Tengo que tranquilizarme, él no me tiene que ver enojado. – Dio un fuerte suspiro para luego después bajarse del vehículo, se dirigía a la pastelería, y antes de entrar no podía creer lo que sus ojos miraban a través de la vitrina del lugar, logró ver a su cachorro sentado en una mesa con la misma mujer que encontró en su mansión, y lo peor es que en ese momento la mujer le acariciaba la cara con mucho cariño, y el muy infeliz le correspondía el afecto. Estaba a punto de entrar y agarrar a ese estúpido perro por los pelos y arrastrarlo por todo el lugar, sentía como hervía su sangre, ¿cómo era posible que ese perro desgraciado tuviera el descaro de salir con otra persona? Eso era algo inaudito, era algo que no iba a tolerar, y de alguna manera le haría pagar todos y cada uno de sus infidelidades. Decidió largarse de ahí antes de que lo vieran parado como un completo estúpido, y empezaran a burlarse de el por seguir confiando en ese perro, durante el camino hacia una llamada.

         Si diga…

         Quiero que mañana a primera hora le lleves a mi estúpido esposo una demanda de divorcio.

         ¿Qué? – Preguntó sorprendido. – Acaso escuché bien, señor Kaiba.

         No me gusta repetir las cosas, pero en esta ocasión haré una excepción. Quiero que le hagas llegar una demanda de divorcio y hazle saber que no recibirá ni un sólo centavo partido por la mitad.

         Como usted ordene señor Kaiba, a qué dirección se lo hago llevar. – Prestaba atención a todas las indicaciones que le daba el castaño. – Si señor Kaiba, se hará como usted ordene.

         Bien.

         Algo más que necesite.

         Sí, avíseme de inmediato en cuanto obtenga una respuesta de ese perro.

         Sí señor, yo le avisaré de inmediato.

         Eso es todo.

FIN DEL FLASHBACK

         ¿Cómo pudiste engañarme? Yo, que te lo entregué todo, te di mi confianza, mi cariño y mi amor. ¿Y es así cómo me pagas? ¿Cuántas veces te habrás reído a mis espaldas? ¿Cuántas veces me habrás visto la cara de estúpido? – Agarró un portarretrato que había en su escritorio y lo estrelló contra la pared. – Maldito perro miserable, no eres más que un cualquiera, un prostituto barato, un zorro ofrecido, pero esto no se va quedar así, te haré pagar esta humillación, ni creas que te lo dejaré tan fácilmente. Espero que estés preparado perro, porque estoy dispuesto a hacerte la vida imposible, ya verás cómo me deshago de tu amante, le haré saber que tú eres mío. Si tú no te tocaste el corazón para engañarme, yo tampoco me lo tocaré para acabar con tu patética existencia… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH. – Gritó con todas sus fuerzas, se sentó en uno de los sillones que tenía en su oficina, se llevó una mano a su rostro buscando la manera de tranquilizarse, unas finas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos azules, miraba a su alrededor viendo como estaba todo el lugar desordenado, y muchas cosas rotas. Se levantó del sillón para ir agarrar el portarretrato donde tenía la foto del día que se casaron, se le quedó viendo por largo rato, después se quitó el anillo de bodas, lo apretó con fuerza contra su mano, para luego arrojarlo contra el piso, por ultimo rompía la foto en mil pedazos. – A partir de ahora, tú estás muerto para mí, perro.

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         Buenos días Ryou.

         Buenos días Joey.

         ¿No deberías de estar en el trabajo? ¿Por qué Bakura está aquí?

         Bueno… Yo… Pues, veras… – De lo nervioso que se encontraba, no podía responderle.

         Buenos días Joey, te estábamos esperando para desayunar juntos. – Intervino la otra persona.

         ¿En serio?

         Si.

         ¿Por qué estás tan nervioso Ryou?

El aludido tragó saliva en seco, volteó a ver a su novio y éste le hizo un gesto dándole a entender que debía de tranquilizarse.

         No estoy nervioso Joey, ya sabes cómo me pongo cuando Bakura está conmigo. – Se sonrojó por la locura que había dicho.

         Supongo que tienes razón. – Se sentaba en la mesa del comedor.

         Empezaré a servir el desayuno.

         Yo te ayudo Ryou.

         No Joey, tú quédate sentado.

         Pero…

         No te preocupes Joey, yo le ayudaré a Ryou.

         Muchas gracias Bakura.

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Hospital de Ciudad Domino…

         Buenos días amor.

         Buenos días. – Respondió con tristeza.

         ¿Por qué no te vas a descansar a la mansión?

         No pienso dejar solo a mi hijo.

         Amor, el no estará solo, yo me quedaré a su lado en lo que tú vas a la mansión a descansar un poco.

         Por favor Marik, no me separes de su lado, déjame estar con él.

         Está bien amor, pero al menos intenta comer algo.

         No tengo hambre.

         No digas eso, necesitas estar fuerte si quieres cuidar de nuestro hijo.

         Tienes razón, lo voy a intentar.

         Apropósito, acabo de hablar con Mokuba, me dijo que vendrá más tarde a ver a Shādī.

         ¿Y ya le hablaste a Seto?

         Sí, pero su celular lo tiene apagado, en su oficina no contesta nadie, y en la mansión me dijeron que había salido muy temprano.

         ¿Qué raro?

         No te preocupes, cuando encienda su celular y vea todos los mensajes que le he dejado estoy seguro que me llamará.

         Tienes razón.

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Una vez que terminaron de desayunar, el dueño del departamento recogía los platos para llevarlos al lavatrastos, en eso una de las personas que se quedaron en la mesa hizo una pregunta, y al terminar de hablar se escuchó un ruido muy fuerte, haciendo que los hombres se levantaran para ir a ver lo que había pasado.

         ¿Ryou, estás bien? – Preguntaba el ojimiel.

         ¿Qué ocurrió?

         Tranquilos, estoy bien. – Recogía los platos rotos.

         Déjame ayudarte.

         Gracias Bakura.

         Ryou, estas actuando muy extraño. – Manifestaba su amigo.

         Eso no es cierto, lo que pasa es que creo que me levanté con el pie izquierdo. – Medio le sonrió para convencerlo.

         Mmm… Algo me dice que me están ocultando algo.

         ¿Cómo crees?

Una vez que terminaron de limpiar todo el desastre, volvieron a sentarse a la mesa del comedor, se formó un silencio bastante incómodo, hasta que uno de ellos decidió romperlo.

         Retomando mi pregunta Joey, ¿cómo te fue anoche?

         Me fue muy bien Bakura, el haber salido con mi hermana creo que me ayudó mucho.

         Me alegra que te haya ido bien, y dime… – Se quedó callado por un segundo para formular su pregunta. – ¿Te encontraste con algún conocido anoche?

         ¿A qué se debe la pregunta?

         No le hagas caso a Bakura, únicamente te cuestiona porque llegaste un poco noche.

         Me disculpo por eso, es que Shizuka me llevó a otro lugar.

         Ryou, será mejor que se lo digamos. – Le susurró, pero el rubio alcanzó a oír.

         ¿Decirme qué?

         Nada, nada. – Respondió algo nervioso.

         Ryou…

         Olvídalo Joey. – Se levantó de la silla.

         Ryou, no te vayas, no puedes dejarme así. – Lo seguía.

         Ya te dije que no es nada.

         Está bien, si no quieres decirme…

         Joey. – Volvía a intervenir el albino mayor. – Antes que nada tienes que tranquilizarte.

         ¿Qué es lo que ocurre? Me están asustando.

         Te lo diré, pero prométeme que vas a conservar la calma.

La otra persona se estaba poniendo nervioso, no era común de que su amigo actuara de esa manera.

         De acuerdo, pero dime de una vez qué sucede.

         Esta mañana muy temprano, llegó un hombre y me pidió que te entregara este sobre manila.

         ¿Quién era ese hombre?

         Si abres el sobre lo sabrás. – Lo miró preocupado.

Decidió abrir el sobre y a sacar unos papeles que había dentro para comenzar a leerlos, se puso pálido, estaba a punto de caerse al suelo pero su amigo logró sujetarlo.

         ¿Estás bien Joey?

         No puede ser. – Contestó con la voz entrecortada, e inmediatamente empezaba a llorar.

         Ven, siéntate Joey. – Lo ayudaba a llevarlo al sillón.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Es una demanda de divorcio… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Seto quiere divorciarse… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Cálmate Joey, si lloras de esa manera le afectará a tu bebé.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué Ryou?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué quiere divorciarse?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif… ¿Qué fue lo que te dijo ese hombre?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

         Escúchame Joey, tienes que tranquilizarte, hazlo por tu bebé, una vez que estés más calmado podemos reanudar esta conversación.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pero… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – El rubio sentía que todo su mundo se le venía abajo, toda esperanza de volver con su esposo se habían desvanecido.

         Hazle caso a Ryou, te ayudaré a llevarte a tu habitación.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Gracias Bakura… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – A no más se levantó del sillón, sintió un dolor en su vientre, e inmediatamente se llevó una mano para minimizar el dolor. – Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se quejó del dolor.

         Tranquilo Joey, tienes que calmarte, iremos a tu cuarto para que puedas descansar un poco. – El albino mayor al ver que no podía caminar, decidió cargarlo en sus brazos para irlo acostar a su cama.

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En algún lugar de la ciudad…

Cierto joven de cabellos negros y ojos azules, estaba saliendo de la cafetería, caminaba muy pensativo, no se imaginó que se iba a encontrar a su ex – novio ahí, lo que más le dolió fue que él ni siquiera lo saludó y pasó a su lado como si fuera un perfecto desconocido.

         “Noah, no tienes idea de cómo me dolió tu indiferencia, creí que al menos me ibas a saludar, pero te limitaste a pasar de largo”. – Pensaba para sí mismo. – “Te extraño mucho amor, y en estos momentos es cuando más falta me haces, te necesito Noah, necesito que estés a mi lado. ¿Hasta cuándo piensas seguir enojado conmigo? ¿Hasta cuándo me permitirás que hable contigo? ¿Por qué no te das cuenta lo mucho que estoy sufriendo? La materia que llevo contigo había pensado en llevarla con otro docente, pero ya es muy tarde para hacer el cambio. Rayos, no puedo concentrarme cuando estas cerca de mí, pero tampoco puedo dejar la materia, eso me retrasaría un año. No, de ninguna manera dejaré que esto afecte mis estudios, pondré de mi parte para pasar esta materia, y justamente hoy me tenía que tocar con él. – Dio un fuerte suspiro y se dirigió a su salón de clases.

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Un joven de cabellos rubios y ojos color miel claros, estaba acostado en posición fetal sobre su cama, trataba de tranquilizarse pero al parecer todo era inútil, cambiaba de posición para ver si de alguna manera el dolor disminuía, y al sentir que no funcionaba se preocupaba cada vez más. Intentó levantarse de la cama, pero en cuanto lo hizo sintió un dolor mucho más fuerte que lo obligó a sentarse nuevamente, se llevó su mano a su pancita mientras que hacia lo posible por calmarse.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor mi niño, quédate tranquilo por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aun te falta mucho para que vengas a este mundo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…  – Se inclinó un poco hacia adelante, cerraba levemente sus ojos, respiraba algo agitado tratando de aguantar el dolor. – Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh, por favor, quédate tranquilo. – Lloraba angustiado y a la vez se sobaba la pancita suavemente dándose masajes alrededor de ella, se quedó así por un buen rato para ver si el dolor desaparecía. Después volvió a levantarse, esta vez lo hacía muy despacio aguantándose el dolor que sentía, y comenzaba a dar pequeños pasos hacia el baño, con una mano se sostenía su pancita, y con la otra se apoyaba a la pared para no caer al suelo, hasta que finalmente llegó al baño, se bajó el pantalón junto con su ropa interior, se asustó mucho al ver que comenzaba a sangrar… – Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Nooooooooooooooooooooooooooooo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No quiero perderte mi niño… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Respiraba agitadamente, se logró subir la ropa y saliendo del baño gritó lo más fuerte que pudo. – RYOU, AYÚDAME POR FAVOR… RYOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUUUUUUUU…

Ambos entraron al escuchar el grito de su amigo.

         ¿Qué sucede Joey?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Me duele… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Me duele mucho… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…  – Cayó al suelo de rodillas, el dolor era cada vez más fuerte.

         Tranquilo Joey, te llevaré a un hospital.

         Hay que llamar al médico.

         Su número está en esa agenda, llámalo por favor Bakura.

         Enseguida.

El hombre corrió a donde estaba dicha agenda, al abrirla vio una tarjeta de presentación, la leyó y decidió marcar ese número.

         ¿Puedes ponerte de pie?

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif… No, no puedo Ryou… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Me duele mucho… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Respiraba agitadamente.

         Bakura…

         Si, está bien doctor, enseguida salimos para allá. – A no más terminó la llamada, se fue ayudar a su novio. – El doctor nos estará esperando en el hospital.

         Excelente, hay que irnos.

         Ábreme la puerta Ryou, y toma las llaves de mi carro para que me ayudes a entrarlo.

         Está bien.

         Tranquilo Joey, todo estará bien. – Lo cubrió con la sábana de la cama para después cargarlo en sus brazos.


Continuará…



N/A: ¿Estuvo bien la decisión que tomó Seto? ¿Logrará divorciarse de su cachorro? ¿Habrá reconciliación entre Noah y Mokuba? ¿Joey perderá a su bebé? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Muchas gracias por tomarse su tiempo en leer esta historia, y mil gracias por su apoyo, no olviden dejarme sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

Me despido de ustedes cariñosamente, cuídense mucho, pórtense bien, y no hagan travesuras, les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.

Atte.:

            KAT.

6 comentarios:

  1. Yo aqui leyendo el cap en plena clase virtual 😅😆 y maldiciendo a Kaiba , algun dia se VA arrepentir ese wey coña de su Madre jajajja

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    1. Hola Paris!

      Ya extrañaba sus comentarios, jajajajaja... No puedo imaginarme cómo le hacías para leer el capítulo en tu clase virtual y que no te vieran la cara que ponías, ha de haber sido algo chistoso.

      Me alegra que te haya gustado, espero que ese gato roñoso no se arrepienta por lo que está haciendo.

      Gracias por leer la historia y por su apoyo, nos vemos el próximo viernes, cuídese mucho, y no olvide tomar las medidas de prevención y sanitización contra el coronavirus.

      Atte.:

      KAT.

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  2. Aaaaaa x fin puedo publicar me encanta tu historia pues la sigo y me fascina no tenia internet y en mi trabajo la leo dejando mis deberes en fin enserio ese desgraciado de kaiba me dan ganas de reventarle algo en la cara si el cachorro pierde al bebe ire a cabar su tumba continúa vas bien me gusta tu historia y como escribes nos vemos en el siguiente capítulo

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  3. Hola!

    Muchas gracias por dejarme su comentario, me da gusto saber que le está gustando la historia, y sí, estoy de acuerdo con usted, ese gato de verdad que se pasa, nunca mide las consecuencias de sus actos, pobre de mi cachorro, se llevó una terrible noticia... :´(

    Nuevamente agradecerle por tomarse su tiempo en leer esta historia, cualquier duda que tenga por favor hágamela saber que yo con mucho gusto le responderé. Cuídese mucho, y siempre tome las precauciones y medidas de sanitización para no contraer el coronavirus, use siempre mascarillas, alcohol gel, y aléjese lo más que pueda de las aglomeraciones. Discúlpeme si le molesta que le esté diciendo esto, pero acostumbro aconsejar a mis lectores.

    Ahora sí, me despido cordialmente de usted, nos vemos el próximo viernes.

    Atte.:

    KAT.

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  4. Me duele, me quema, me lastima 💔
    A ver más 👀

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