SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

Capítulo 37: Aclarando ciertas dudas… VII parte.

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

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El silencio se hacía presente de nueva cuenta, cuando miraban esa escena enternecedora se sintieron mal por un momento, se dieron cuenta que quien más estaba sufriendo era el albino menor. Al cabo de media hora llegaba un hombre a la sala de espera.

         Familiares del joven Kaiba Wheeler.

         Bakura, ese hombre no es el médico quien veía a Joey. – Hablaba casi en un susurro. – Te dije que este no era el hospital.

         Pero fue el primer número que encontré en la agenda Ryou.

         No me digas que lo sacaste de una tarjeta de presentación.

         Si.

         Hay no. – Expresó preocupado. – Cometimos el gran error de venir aquí.

         ¿Por qué lo dices?

         No debería de preocuparse joven. – Intervino el galeno, dándoles a entender que escuchaba todo el cuchicheo que se tenían. – La familia Ishtar correrá con todos los gastos, y si ya no hay más interrupciones me presentaré. Mi nombre es Mahādo Mujtar, mi especialidad es la ginecología masculina.

         Lo siento mucho. – Se sintió apenado de que lo escucharan.

         ¿Doctor, cómo se encuentra mi hermano?

         ¿Quién de ustedes es Mokuba Kaiba? – En sus manos tenía unos documentos.

         Soy yo.

         Acompáñeme por favor.

         ¿A dónde?

         En mi consultorio le explicaré todo.

         Oiga, ¿por qué solamente a él? ¿Qué hay de nosotros? – Reprochó la mujer.

         Con todo respeto Doctor, me gustaría que todos estuvieran presentes.

         Imaginé que diría algo como eso joven Kaiba.

         ¿Eso quiere decir que podemos ir todos?

         Digamos que por esta ocasión, sí.

         Muchas gracias Doctor.

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         ¿Ya estas más tranquilo?

         Si amor gracias.

         No hay nada que agradecer.

         Aunque no quieras te seguiré dando las gracias, sobre todo por lo que hiciste.

         No es para tanto, además fue tu idea.

         Si pero tú me ayudaste a llevarla a cabo.

         Solamente espero que nos apoye en esto.

         Y yo lo único que deseo es que Joey, y su bebé se encuentren bien.

         Ya verás que sí, y gracias a ti es que ese médico pudo atender a Joey a tiempo.

         Es cierto.

         Hiciste bien en ponerlo al tanto de todo.

         Tienes razón.

         Al parecer le sacamos la cita justo a tiempo.

         ¿Irónico no es cierto?

         ¿Por qué?

         Nosotros se la sacamos para que estuviera en control, jamás nos imaginamos que se agravaría antes del día de su primera cita.

         Por algo suceden las cosas.

         Lo importante es que pudo atenderlo.

         Totalmente de acuerdo. Oye amor.

         Si dime.

         ¿Por qué no te vas a descansar?

         ¿Cómo puedes pedirme algo así?

         No te enfades por favor, te lo decía por lo cansado que estas.

         ¿De verdad me veo tan mal?

         Algo.

         Pero no quiero dejarte solo con nuestro hijo.

         No te preocupes, estaremos bien te lo prometo.

         Está bien, me iré a la mansión a descansar.

         Gracias amor. – Le da un beso en los labios.

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En el consultorio…

         Seré honestos con ustedes, desde mucho antes que este joven saliera embarazado, vino donde mí, a pasar consulta junto con su esposo. – Todos los presentes quedaron sorprendidos por lo que escuchaban, a excepción de uno que ya conocía un poco la historia. – Había pasado con muchos doctores para que le ayudaran a ser fértil, o conocer la causa del por qué no podía quedar embarazado. Ante esto se hizo muchas pruebas, y todas llegaban al mismo punto.

         Disculpe que lo interrumpa Doctor, ¿pero podría ser más específico? – Interrumpió la mujer, siendo un poco grosera.

         Si me deja continuar le aseguro que podrá entenderlo todo. – Le respondió de igual manera.

         Shizuka, deja que hable.

         Esta incertidumbre me está matando Mokuba.

         Te comprendo, pero debes ser paciente y escuchar.

         De acuerdo.

         ¿Puedo continuar?

         Si Doctor Mahādo, disculpe la interrupción.

         Como les decía, este joven se había hecho infinidad de pruebas, se realizó muchos tratamientos para poder embarazarse, y ni aun así podía lograrlo. Muchos de los médicos aseguraban que el esposo podría ser infértil, pero los resultados que se hizo salió bien.

         No puedo imaginarme que el señor Kaiba se atreviera hacerse ese tipo de examen. – Susurró el peliverde.

         Shhhhhhhhhhhhhh… – Fue el sonido que escuchó para que dejara oír lo que decía el galeno.

         Cuando ese joven llegó al hospital por primera vez, vino en una condición bastante deplorable, en otras palabras sufrió múltiples abusos, castigos y torturas, dejando su cuerpo en muy mal estado, eso sin mencionar lo desnutrido que estaba. Los médicos que lo atendieron aseguraban que no iba a sobrevivir, y si lo hacia su vida no iba ser la misma. A raíz de todo esto él tuvo que recibir mucha terapia tanto psicológica, como psiquiátrica, y hacerse chequeos médicos una vez por mes para saber cómo iba mejorando, y en todo este proceso quien lo acompañaba era su actual esposo. Al pasar los años, decide tomar una difícil decisión.

Todos los presentes estaban estupefacto con lo que oían, algunos sentían un gran nudo en su garganta, otros no podían creer todas las cosas que tuvo que pasar el rubio, llegando a una sola pregunta… ¿Cómo fue que pudo salir adelante?

         ¿Cuál fue esa difícil decisión? – Se atrevió a preguntar la mujer.

         Quedar embarazado.

         Eso es correcto joven Kaiba. – Secundó el galeno.

         ¿Por qué? No lo entiendo.

         Trataré de explicárselos para que todos puedan entender, antes de traerlos a mi consultorio, tuve que llamarle por teléfono al psicólogo que veía ese joven, obviamente no me dijo mayor cosa por ética profesional, pero al menos pudo decirme lo necesario para poder sacar mis propias conclusiones, y esas soluciones cualquier médico se las pudo haber dicho. En otras palabras, el cuerpo de este joven aún no estaba preparado para que se formara un nuevo ser, su condición es muy débil y sus órganos no están del todo recuperados ante el gran daño que recibió por causa de su verdugo. He ahí del por qué les hago mención sobre la difícil decisión que tuvo que tomar.

         Eso significa… – La mujer se sentía abatida, sus ojos comenzaban a humedecerse.

         El embarazo es de alto riesgo. – Terminó por decir el galeno.

Todos enmudecieron, algunos tenían la mirada baja, otros se veían unos a otros, mientras que el albino menor comenzaba a llorar al recordar las indicaciones que le había dado el médico anterior.

         ¿Tú lo sabias Ryou?

         Así es Shizuka.

         ¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE ANTES? ¿POR QUÉ TE QUEDASTE CALLADO? – Comenzaba alzar la voz.

         No podía decir nada.

         ¿POR QUÉ?

         Joey no quería preocupar a nadie, me pidió que ni siquiera se lo dijera a Mokuba, temía que si él lo supiera lo obligaría a regresar con su hermano. Por esa razón es que decidí respetar su decisión.

         PERO YO SOY SU HERMANA.

         Cálmate Shizuka. – Intercedía el albino mayor.

         NO ME PIDAS QUE ME CALME, TENÍA DERECHO A SABERLO.

         ¿Y qué ganarías con saberlo?

         HUBIERA ESTADO MÁS AL PENDIENTE DE ÉL, O TAL VEZ CONVENCERLO DE IRSE A VIVIR CONMIGO. PERO RYOU ME QUITÓ ESA POSIBILIDAD.

         ESO NO ES CIERTO Y LO SABES.

         MIRA MEJOR CÁLLATE, LO DEFIENDES ÚNICAMENTE PORQUE ES TU PAREJA.

         ES CIERTO QUE ES MI PAREJA, PERO TE RECUERDO QUE RYOU FUE EL PRIMERO EN OFRECERLE SU DEPARTAMENTO PARA QUE NO ANDUVIERA EN LAS CALLES.

         NO TENÍA IDEA DE QUE ESE ESTÚPIDO LO ECHARA DE SU MANSIÓN.

         NO PERMITIRÉ QUE LE DIGAS ESTÚPIDO A MI HERMANO.

El hombre dio un fuerte suspiro al mirar la escena frente a sus ojos, y decidió intervenir.

         Todos ustedes son unos idiotas.

         ¿Disculpe? – Exclamó la mujer.

         Compadezco al joven por tenerlos como amigos y familiares.

         ¿Óigame, cómo se atreve?

         CÁLLESE Y ESCÚCHEME. – Gritó molesto. – Durante su embarazo él no debía de tener ninguna clase de desarreglos, no tenía que tener preocupaciones, emociones fuertes, no debió de haber estado tan estresado, él debía de estar lo más calmado posible y estar en un estricto control con un médico. Pero me doy cuenta que ese  muchacho lo único que ha recibido son sólo problemas, disgustos, preocupaciones, estrés, cansancio, dolores de cabeza. Ahora yo les pregunto… ¿Quién es el que debería de estar más avergonzado? ¿Acaso este joven no hizo todo lo posible para hacer sentir bien a su amigo? – Señalaba al albino menor, y éste mantenía la cabeza agachada. – Puedo apostar lo que sea que más de alguno de ustedes le han de haber dado uno que otro problema, sin medir las consecuencias.

Nadie decía nada, cada uno estaba metido en sus propios pensamientos, uno de ellos se sintió fatal al recordar lo mal que se había portado con Joey, casi obligándolo hacer las paces con su hermano, ese hombre tenía razón en todo lo que decía, y ante esas palabras se sintió un ser despreciable.

         Perdón Ryou. – Todos se sorprendieron al ver como alguien rompía aquel silencio. – Perdón por todas las cosas que te dije, por haberte echado la culpa de que Joey estuviera en el hospital. – Las lágrimas no tardaron en salir, otra persona se le acercó para abrazarlo.

         No llores Mokuba.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…Yo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No tengo nada que perdonarte…  – Se limpiaba sus lágrimas con una mano.

         Yo también les quiero pedir perdón por la manera en cómo me comporté.

         Todos nos hemos comportado como unos verdaderos idiotas Shizuka.

         Ya no llores amor, hazlo por Joey, estoy seguro que él se pondría triste si te viera en estas condiciones.

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Es que no dejo de pensar de como sufría mucho cuando lo traíamos al hospital.

         Ya no pienses en eso amor. – Lo abrazaba sobreprotectoramente.

         ¿Doctor Mahādo, nos puede decir cómo está Joey?

         Su condición es muy delicada, estuvo a punto de perder a los bebés, afortunadamente lograron traerlo a tiempo.

         Espere un momento, ¿qué quiere decir con los bebés? – Indagó el pelinegro.

         Si ese joven logra superar esta crisis y consigue terminar los meses y días que le queda de su embarazo, podrá llegar a tener dos lindos mellizos.

         ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ? – Dijeron al unísono quedándose estupefactos.

         Tal como lo oyen, no tendrán un bebé, sino que dos bebés.

         No puedo creerlo. – Decía la mujer.

         Ya me imagino la cara de sorpresa que va poner mi hermano al enterarse que será papá de dos mellizos.

         Muchas felicidades Shizuka, felicidades Mokuba.

         Gracias Ryou. – Le contestaron al mismo tiempo.

         Lamento decirles que aún es muy pronto para celebrar, debemos de esperar como mínimo 72 horas para ver si el tratamiento funciona e impedir la muerte de esos niños.

Volvieron a desanimarse con todo lo que el médico decía.

         Por favor Doctor Mahādo, sálvelos.

         Si Doctor, salve a mi hermano y a mis sobrinos.

         Créanme que haré todo lo que esté a mi alcance para que el embarazo no sea interrumpido, ahora todo dependerá de él. Una cosa más… – Se quedó callado por un momento, odiaba tener que dar malas noticias. – Si ese joven se logra recuperar deberá de tener muchos cuidados especiales, seguir rigurosamente todas mis indicaciones, comer sanamente, y bajo ninguna circunstancia deberá tener emociones fuertes, tiene que estar lo más tranquilo posible, nada de enojos, preocupaciones, problemas, tendrá que permanecer en cama durante 30 minutos, luego de ese tiempo tendrá que levantarse y caminar unos 20 a 30 minutos diarios, en otras palabras él debe sentirse lo más cómodo posible, y estar en un ambiente donde no se sienta presionado, ni estresado.

         Doctor, le doy mi palabra que seguiremos todas sus indicaciones.

         Concuerdo con Mokuba, es más, en cuanto mi hermano salga de aquí me lo llevaré a vivir en mi mansión.

         ¿Qué? ¿Cómo que a tu mansión? El lugar perfecto donde Joey tiene que estar es en mi mansión, al lado de su esposo.

         ¿Qué te pasa? ¿Cómo puedes decir eso? Te recuerdo que tu estúpido hermano no lo quiere ver ni en pintura.

         Mi hermano no es ningún estúpido.

En lo que discutían, el albino menor se limitaba en observar lo que estaba pasando, hasta que finalmente dijo…

         No importa el lugar donde viva Joey, lo importante es que él se sienta seguro, cómodo y tranquilo tal y como nos lo acaba de decir el Doctor.

         Muy buena respuesta joven, lo felicito por actuar de manera responsable. Esta decidido, el joven Kaiba Wheeler, seguirá viviendo con usted.

         ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?

         ¿Tienen alguna objeción? – Los miraba seriamente a los ojos.

         No, ninguna. – Contestaron cabizbajo.

         ¿Doctor, será posible que lo podamos ver? – Cuestionó el albino.

         Lo siento mucho joven, en estos momentos él se encuentra en cuidados intensivos.

         Entiendo. – Manifestó preocupado.

         Yo les recomendaría que vayan a sus casas a descansar.

         Creo que es lo mejor.

         Yo preferiría quedarme.

         Si Ryou se queda, yo también.

         No empieces de nuevo Shizuka, es mejor irnos, si Ryou se queda, Joey quedará en buenas manos.

         Supongo que tienes razón.

Todos comenzaron a salir del consultorio del Doctor, en la salida se fueron despidiendo.

         Tú también deberías de irte a descansar Bakura.

         De ninguna manera amor, me quedaré aquí contigo.

         Pero…

         Digas lo que digas no harás que me separe de ti.

         Muchas gracias amor. – Expresó con la voz entrecortada, haciendo feliz a su novio al tratarlo de esa manera.

Continuará…

N/A: A petición de uno de mis lectores, nuestro cachorro tendrá mellizos, esta idea fue de Paris, por ende le dedico este capítulo a ella. Cambiando de tema… ¿Qué les pareció el comportamiento de todos? ¿Fue correcto que los Ishtar se involucraran? ¿Habrá tenido la culpa Ryou de que Joey se pusiera mal? ¿Qué clase de favor le habrá pedido Malik a su esposo? ¿Qué hará Mokuba cuando se dé cuenta de lo que hizo su hermano? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Muchísimas gracias por acompañarme en esta emocionante historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense bien, cuídense mucho y no hagan travesuras, les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso virtual.

Atte.:

           KAT.