SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

Capítulo 30: No eres bienvenido y nunca lo serás… III parte.

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

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Un Lamborghini Urus estaba llegando a su destino, en cuanto el conductor terminó de estacionarse y apagó el motor del auto se le quedó viendo por un momento a la persona que iba a la par suya como copiloto.

         No estés nervioso amor. – Le agarra su mano para tranquilizarlo.

         Lo siento, no puedo evitarlo.

         Ya verás que todo saldrá bien.

         ¿Estás seguro que tu hermano no estará en la mansión?

         Estoy seguro que él no va estar, normalmente Seto se queda en la oficina de la Corporación Kaiba trabajando hasta muy tarde.

         Pero…

         No te preocupes, solamente almorzaremos tú y yo.

         Está bien, vamos.

         Te aseguro que pasaremos una tarde inolvidable, solos tú y yo.

         Gracias Mokuba.

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         ¿Yūgi, cómo vas con tu relación con Yami?

         Me va muy bien Ryou.

         Me alegra escuchar eso.

         Oye Yūgi, ¿no han pensado en tener un bebé?

         Tristán qué cosas dices. – Intervino la ojiazul.

         No más lo decía, con el tiempo que llevan juntos… – En eso recibió un codazo por parte de su amiga. – ¡Auch! ¿Por qué me golpeas?

         Por bruto. – Lo mira enojada. – No le hagas caso a Tristán, ya sabes que le gusta hablar más de la cuenta.

         No te preocupes Tea.

         Chicos, cambiando de tema. – Decidió meterse el albino. – Hay que planear la fiesta sorpresa a Joey, recuerden que debemos hacerle un baby shower.

         Por esa razón es que estamos aquí Ryou.

         ¿Ah sí?

         Así es.

         Por eso te insistimos que salieras con nosotros esta noche.

         Oh, ya veo.

         ¿Entonces qué, nos vas a acompañar?

         Si es solamente para planear la pequeña celebración, entonces si iré Tristán.

         Que bien Ryou.

En ese momento estaba llegando otra persona.

         Discúlpenme la tardanza amigos.

         Descuida Joey, no hay problema.

         ¿De qué estaban hablando?

         Ryou nos acaba de decir que si va a salir con nosotros.

         ¿De verdad Ryou?

         Si.

         ¿Por qué lo decidiste tan pronto?

         Estuve pensando en lo que me dijo Tristán, que de vez en cuando tengo que distraerme un poco.

         Que bien que hayas aceptado ir Ryou.

         Pero solamente iremos un rato no más.

         Claro amigo por eso no te preocupes.

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El primero en entrar había sido uno de los dueños de la mansión, se sorprendió de que hubieran algunas personas en el lugar, gente que conocía y que a la vez les caía mal simplemente porque eran unos grandes presumidos. Estaba a punto de irse hasta que alguien lo llamó.

         Mokuba, que bueno que llegas, pasa hermano, estás en tu casa.

         ¿Seto, qué haces aquí y por qué hay tanta gente?

         Espero que no te moleste que haya invitado a unas cuantas personas, supe que tu también ibas a tener invitado, así que me pareció perfecto convivir la tarde del sábado.

El pelinegro estaba por decir algo, en eso entraba otra persona.

         Discúlpame por tardarme, había dejado el celular en tu carro.

         BAIA, PERO MIREN A QUIÉN TENEMOS AQUÍ. – Gritó irónicamente para llamar la atención de los demás.

         ¿Qué estas tramando Seto? – Lo fulminaba con la mirada.

         Nada Mokuba, ¿por qué?

         Vámonos de aquí Noah.

         Mokuba, no puedes hacerles eso a los invitados.

         Te recuerdo querido hermano que tú los invitaste a la mansión, por lo tanto son tus invitados. – Manifestó sarcásticamente.

         Que malos modales tienes hermanito, yo no me refería a mis invitados, más bien me estaba refiriendo al tuyo. – Volteaba a ver a la otra persona.

A todo esto el otro no entendía nada de lo que en ese instante estaba pasando.

         Buenas tardes señor Kaiba. – Trató de que el ambiente no fuera tan tenso.

         Buenas tardes, pase por favor, está usted en su mansión. – Medio sonrió de lado.

         Muchas gracias.

         Espera Noah, no deberíamos de entrar.

         ¿Por qué? – Preguntó sin entender nada.

         ¿Si, por qué? – Se metió el castaño. – Anda Mokuba, dile el por qué no quieres entrar con él.

         ¿Es eso Mokuba, te da pena entrar conmigo?

         Noah, ignora las palabras de mi hermano por favor.

         Pero me dijiste que querías que yo conociera tu mundo.

         ¡Y CLARO QUE LO VAS A CONOCER! – Exclamó el castaño, y al decir esas palabras su hermano lo fulminó con la mirada.

         Por favor amor, hazme caso, vámonos de aquí.

         ¿No se quedaran a almorzar? Si no se iban a quedar, no le hubieras dicho al chef que preparara algo especial Mokuba.

         ¿De verdad preparaste algo especial?

         Así es amor.

         No se queden ahí parados, adelante, y no te preocupes por nada, ¿cómo me dijiste que te llamabas? – Eso último lo dijo en forma de burla.

         Mi nombre es Noah.

         Claro, claro, ven te presentaré algunos amigos de Mokuba y míos.

Una vez dentro, el pelinegro saludaba a algunos por mera cortesía, y a otros solamente pasaba de largo como si no estuvieran ahí.

         AMIGOS, LES PRESENTO AL DIZQUE NOVIO DE MI HERMANO. – Gritaba el anfitrión.

         Hola, ¿qué tal?

Todas las personas se le quedaban viendo de pies a cabeza, lo miraban como si se tratara de un bicho raro, o alguna clase de peste, y entre todos comenzaron a murmurar entre sí.

         ¿Saben por qué está aquí?

         Ya basta Seto. – Lo interrumpió su hermano molesto.

         No seas grosero Mokuba, recuerda los modales que te he enseñado.

         Ya me cansé de tus ironías, si no detienes esta locura, te juro que…

         Mokuba Kaiba, esa no es la educación que te he dado, acuérdate que tú eres un joven muy refinado, educado, con clase, un muchacho que sabe comportarse bien ante la sociedad.

El pelinegro rechinaba los dientes de lo furioso que estaba, pudo clamarse un poco cuando escuchó una voz muy conocida por él.

         Amor, cálmate por favor, no quiero que vayas a cometer una locura.

         Es que tú no lo entiendes Noah.

         El motivo del por qué este joven, si es que se le puede llamar así… – Todos comenzaron a reírse a carcajadas. – Él está aquí porque desea conocer nuestro mundo.

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Risas se escuchaban por todo el salón, el peliverde al ver la escena frente a sus ojos comenzaba a entender lo que estaba pasando.

         Adelante señor Kaiba, déjelo que lo conozca un poco. – Expresó una de las personas que se encontraban ahí.

         Empiece por darle un recorrido a su mansión, que vea lo hermosa y elegante que es este lugar.

         Ni en sus sueños más locos se imaginó que estaría en un lugar como este.

         Que se dé cuenta que nunca va a pertenecer a nuestro mundo.

         ¿Cómo es posible que alguien como él quiera pertenecer a nuestro círculo social?

         Hasta su manera de vestir es de lo más vulgar.

         Claramente se nota la diferencia entre los de nuestra clase y la suya.

         Oigan amigos, calmémonos un poco, tal vez nos estamos precipitando con el joven. – Se le acercó un hombre y le puso la mano sobre su hombro, el peliverde le dio un manotazo para que no lo tocara. – Tranquilo muchacho, no vez que trato de defenderte. Hay que preguntarle en qué trabaja, de seguro ha de tener un empleo digno que no lo haga ver tan miserable. – Volteó a ver a la otra persona. – ¿En qué trabajas muchacho?

         No tienes por qué responderle Noah. – Le sugirió su pareja.

         Tal parece que hasta su noviecito se avergüenza del trabajo que tiene. O será que el mismo le da pena decirnos en qué trabaja.

         CLARO QUE NO. – Gritó molesto. – Soy docente, doy clases en una Universidad.

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Volvían a escucharse las risas.

         No eres más que un mediocre. – Habló el hombre que estaba a la par suya.

         El hermano de Seto Kaiba anda con un fracasado.

         No es más que un profesorcillo de quinta.

         Qué horror, pobre de Mokuba, no podrá vivir con su mísero salario.

         Mokuba, piensa bien lo que vas hacer, pasarás mucha lipidia y hambre si te quedas con él, se ve a leguas que enantes tiene para subsistir el mismo.

         Mokuba, no deberías de andar con alguien como él, tú tienes que andar con un joven de tu clase, un joven que pueda darte todos los lujos a los que estás acostumbrado a tener.

         Vas a arruinar tu vida si sigues con ese hombre.

         ¿Qué van a decir los medios de comunicación cuando se entere que el hermano menor de Seto Kaiba anda con un insignificante profesor de Universidad?

Cuando el peliverde oía todos esos comentarios, unas finas lágrimas amenazaban con salir, pero hacia lo posible por no llorar en ese momento.

         Ya escuché bastantes tonterías, ustedes no tienen ningún derecho a meterse en mi vida. – Comentó el pelinegro más que molesto. – Nos vamos ahora mismo Noah.

         No pueden irse.

         ¿Por qué no?

         La comida ya está servida en la mesa, y sería de mala educación si se van ahora.

         Tu hermano tiene razón.

         Noah…

         Está bien, quedémonos.

         ¿Estás seguro?

         Si. – Se limpiaba las lágrimas con disimulo, y a la vez pensaba. – “No me gustaría avergonzarte enfrente de todas estas personas amor”.

Una vez que pasaron al comedor, los sirvientes empezaban a servir la comida, todos estaban atentos al comportamiento del peliverde en la mesa.

         Y díganos joven Noah, ¿dónde vive? – Se atrevió preguntar una mujer.

         En un apartamento.

         ¡Un apartamento! Qué asco, de seguro es una pocilga.

         Se equivoca. – Intervino el pelinegro. – Noah tiene un bonito apartamento.

         Hay niño, estás tan ciego que no te das cuenta que vivir en un apartamento es de lo más vulgar.

         No estoy ciego, ni tampoco soy un niño.

         ¿Cómo es posible que el señor Kaiba permita esta relación?

         Con todo respeto señora. – Manifestó con sarcasmo. – Mi hermano no tiene ningún derecho de permitirme nada, soy yo quien elijo con quién hacer mi vida.

         Vuelvo y repito, estas tan ciego que no te das cuenta que le estas dando una carga muy grande a tu hermano.

         Es verdad, ese hombre anda contigo solamente por tu dinero.

         Querrás decir por el dinero del señor Kaiba.

         Debiste de haber aceptado andar con… – Se quedó pensando. – ¿Cuál era su nombre?

         Oh, tú te refieres al joven Mako.

         Así que ese es su nombre.

Las personas hablaban entre ellos ignorando por completo a Mokuba y en especial a Noah.

         Mako, es un joven muy guapo, inteligente, simpático, educado, proviene de buena familia…

         No olvides que también tiene dinero.

         Y que siempre ha estado enamorado del joven Mokuba.

         Si, tienes razón, recuerdo aquella vez que los vi besándose.

Hubo un enorme silencio al escuchar un ruido fuerte sobre la mesa.

         Si me disculpan, debo retirarme. – Al decir eso, decidió irse del lugar.

         Noah, espera por favor.

         Déjalo que se vaya Mokuba. – Lo detuvo su hermano.

         Todo esto es tú culpa, ¿cómo pudiste hacerme esto hermano?

         Yo no te he hecho nada.

         ¿Ah no, entonces dime por qué trajiste a todos estos idiotas aquí?

         Los invité para que vinieran a almorzar, no veo cuál es el problema.

         El problema es que tú sabías que este día iba a traer a Noah aquí.

         No sé de qué estas hablando.

         MIENTES. – Gritó sin importarle que las personas lo vieran alterado.

         Escúchame bien Mokuba, no es mi culpa que no sepas elegir a las personas, si tú escogiste andar con un patán, adelante puedes andar con quién quieras, pero no me vengas a echar la culpa de tus propios fracasos.

         De acuerdo hermano, me has obligado a decirte esto… – Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara. – Si por tu culpa pierdo mi relación con Noah, créeme que nunca te lo perdonaré, y aunque lo niegues, sé perfectamente bien que tú arreglaste esta estúpida reunión, no sé cómo, pero de alguna manera te enteraste que yo vendría a almorzar con mi novio, y por eso es que planeaste todo esto. Y déjenme decirles una última cosa, a pesar de todas las burlas que le hicieron a mi novio, él supo comportarse mejor, deberían de estar avergonzados que alguien inferior tenga mejor educación que todos ustedes juntos. – Estaba por irse, pero al escuchar las palabras de su hermano detuvo su caminar.

         Hazle saber que él no es bienvenido a esta mansión y nunca lo será.

         Perfecto, en ese caso tú tampoco me volverás a ver Seto.

         Que tonterías estas diciendo.

         No es ninguna tontería, amo a Noah y sé que él me ama a mí.

         Mokuba, ¿por qué no quieres entender que quiero lo mejor para ti?

         ¿Y tú por qué no quieres entender que Noah es el amor de mi vida?

         No puedes amar a ese fracasado, es un don nadie, un mediocre que no vale nada.

         Que equivocado estas hermano, ¿acaso ya olvidaste que las personas no se valora por lo que tienen, sino que por lo que valen?

El CEO enmudeció al oír esas palabras, era la misma frase que una vez le había dicho su cachorro.

         ESO NO ES VERDAD. – Gritó molesto. – Son excusas baratas que las personas se inventan para aferrarse a una estúpida fantasía.

         Fantasía o no, es mi vida y voy a vivirla a mi manera.

Al terminar de hablar decidió ir a buscar a su novio, pero al salir por la puerta principal, el ya no estaba por ninguna parte.

Continuará…

N/A: ¿Cómo les gustaría que fuera la fiesta sorpresa para nuestro cachorro? ¿Mokuba perderá a su novio? ¿Se habrá pasado de la raya esta vez el neko? ¿Quién habrá sido ese tal Mako? Todas estas interrogantes las iremos descubriendo en los siguientes capítulos, no deben perdérselos. Muchas gracias por todo su apoyo y por tomarse su tiempo en leer esta historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

Me despido de ustedes cordialmente, les dejo muchos besos y un fuerte abrazo virtual.

Atte.:

          KAT.

P.D.: Hace algunos días, comenté en mi Facebook que quería escribir una nueva historia, recibí algunos comentarios muy buenos, y entre ellos me pidieron que fuera una historia que tuviera mucho hard, drama, dolor, sufrimiento, y sin censura, en otras palabras algo demasiado extra fuerte. Hoy les pregunto… ¿Qué dicen ustedes? ¿Les gustaría una historia así?

El próximo viernes les comentaré cual es la idea que tengo en mente, dejen sus comentarios para saber lo que quieren.