Capítulo 31: Aclarando
ciertas dudas.
Notas del capítulo: ¿De qué manera aclararían sus
dudas si se llegaran a enterar del pasado de su pareja? ¿Estarían dispuestos a
apoyar a su pareja, o la abandonarían? ¿De qué forma podrían averiguar si lo
que les contaron es cierto o falso? ¿Estarían dispuestos a escuchar toda la
verdad sobre el pasado de un ser querido?
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
Mansión de la familia
Ishtar…
El fin de semana pasó muy rápido, para unos había sido un poco
divertido, pero para otros fue un día desastroso y doloroso a la vez. Iniciaba
una nueva semana llena de trabajos, y asuntos que arreglar.
Buenos días amor.
Buenos días mi vida.
¿Dormiste bien?
Si, discúlpame por
haber llegado tan noche.
Descuida, no te
preocupes. – Se le acercó para darle un beso en los labios, el beso se estaba
profundizando pero una personita llegó a interrumpirlo.
¡Buenos días papi! –
Exclamó contento.
Buenos días Shādī,
¿cómo amaneció mi pequeño?
Bien. – Volteó a ver
a la otra persona. – ¿Te estabas besando con mi pamita?
Ambos se sonrojaron al escuchar la pregunta del niño.
Ssi… Si nos
estábamos besando. – Respondió apenado, pero el niño sonreía feliz.
Es hora de
desayunar. – Interrumpió la conversación de golpe.
Pero pamita…
Deja que tu padre
desayune para que se vaya a trabajar.
Está bien.
Todos comenzaron a caminar en dirección a la mesa del comedor, y a
la menor oportunidad uno le susurró algo al oído de su pareja.
Gracias.
De nada amor, pero
me debes una.
De acuerdo, te
prometo que te lo compensaré. – Volvía a caminar hasta que una voz lo detuvo.
Espera Marik.
¿Qué sucede?
Me gustaría pedirte
un favor.
******************************
Un joven estaba llegando a su destino, en cuanto estacionó el auto
y lo apagó se quedó pensando por un momento.
Noah, te estuve
esperando todo el fin de semana en tu apartamento y tú nunca llegaste,
solamente espero que hayas venido a la universidad, es lo único que se me
ocurrió para poder hablar contigo. – Se decía así mismo en lo que se bajaba del
auto y caminaba en dirección hacia una de las facultades de dicho lugar.
Llevaba buen rato buscándolo por toda la universidad, hasta que
finalmente lo vio rodeado de sus estudiantes en un pasillo.
¡NOAH!
El aludido volteó a ver, frunció el ceño al saber de quien se
trataba.
¿Qué haces aquí?
Noah, necesitamos
hablar.
No hay nada de qué
hablar, ¿por qué no te vas mejor a conversar con ese tal Mako?
El pelinegro se sorprendió por lo que le preguntaba su pareja.
Noah, por favor,
necesito que me escuches.
Olvídalo, ya
deberías de haberte dado cuenta que entre nosotros nunca podrá haber nada,
somos totalmente diferentes.
Eso no es cierto, y
lo sabes.
Lo único que sé es
que ese día me di cuenta que estaba aspirando muy alto, por esa razón decidí
que lo mejor era terminar nuestra relación.
No puedes estar
hablando enserio. – Esas palabras habían herido en lo más profundo de su
corazón.
Por desgracia sí,
hablo muy en serio. Ahora si me disculpas, tengo que irle a dar clases a mis
estudiantes, al menos ellos no me ven como poca cosa. – Comenzó a caminar, pero
se detuvo al escuchar lo que le gritaba el otro.
ESTÁ BIEN, VETE SI
ESO ES LO QUE QUIERES, PERO DÉJAME DECIRTE UNA ÚLTIMA COSA… – Hacia lo posible
para que su voz no se le quebrara. – ESTA ACCIÓN QUE ESTAS TOMANDO SOLAMENTE
HARÁS FELIZ A MI HERMANO, DATE CUENTA QUE ÉL NOS QUIERE SEPARAR, ¿PIENSAS EN DARLE
GUSTO A MI HERMANO? ¿TE IRÁS ASÍ NADA MÁS SIN ANTES PELEAR? SI LO HACES,
ENTONCES VAS A DEMOSTRARME QUE MI HERMANO TENÍA RAZÓN, QUIZÁS NO MERECES ANDAR
CON ALGUIEN COMO YO.
Que equivocado estas
Mokuba, las palabras de tu hermano no me afectan en lo absoluto, lo que
realmente me indignó era saber que anduviste con otra persona y no me lo
dijiste.
No te lo dije porque
no significa nada para mí.
Pero bien que te
besabas con él. – Comenzaba a alzar la voz.
Noah, eso pasó hace
años, tienes que creerme.
No lo sé, si me lo
ocultaste fue por algo. – Bajó un poco la mirada.
Noah…
Lo siento Mokuba,
tengo que irme ya.
En cuanto se fue el pelinegro se quedó llorando, sentía que todo
su mundo se le venía abajo, y que había perdido lo más valioso que tenía en su
vida.
******************************
En alguna parte de la
ciudad…
Buenos días Bakura.
Buenos días Ryou.
Lamento mucho llegar
tarde, yo…
Hey, tranquilo amor
no hay problema.
Pero…
No te preocupes.
Pero no es correcto
llegar tarde, deberías de tratarme igual que a los otros empleados.
¿Eso quieres?
¿Eh?
Te estoy preguntando
si eso es lo que realmente quieres.
Si, la verdad si
quiero.
Está bien. –
carraspeó un poco su garganta. – Joven Ryou, que esta sea la última vez que
llega tarde, la próxima vez que lo haga tendré que descontárselo de su salario.
– Su voz sonaba muy seria desconcertando al otro.
Si señor Bakura, le
prometo que no volverá a pasar.
En ese caso, póngase
a trabajar de inmediato.
Si, con su permiso.
Al salir, la otra persona se dijo así mismo.
Solamente espero que
no haya sido muy duro con él.
******************************
Buenos días Joey.
Buenos días Malik,
que sorpresa que estés aquí.
Espero que no te
moleste que hayamos venido sin avisar.
No, por supuesto que
no.
¿Nos dejas pasar?
Si, adelante pasen
por favor.
Gracias.
Una vez dentro…
Te estarás
preguntando, ¿a qué hemos venido?
La verdad sí.
Le pedí a Marik que
me acompañara para poder hablar contigo.
¿Conmigo?
Si.
¿Sobre qué?
Te acuerdas que te dije
que mi esposo estaba al tanto de todo. – El rubio asintió con la cabeza. –
Resulta que le dije a Marik que hablara con el Doctor Mahādo para que pudiera
verte este jueves.
¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?
– Gritó sorprendido.
No me digas que no
te agrada la noticia muchacho. – Intervino la otra persona.
No es eso, es sólo
que… Pues, que…
¿Qué ocurre Joey?
El joven no encontraba manera de cómo decirles que él no podía
pagar un médico tan caro, y que a la vez… En eso una voz lo sacó de sus
pensamientos.
Joey, sabes que
puedes decirme lo que sea.
Lo se Malik, es sólo
que… Ya tengo un Doctor que me está viendo.
¿Y cuándo fue la
última vez que fuiste a pasar consulta con tu Doctor?
Hace un mes. –
Respondió cabizbajo.
No puede ser, ¿cómo
es posible que no hayas vuelto a ir? Es que acaso no sabes que tienes que estar
en control por lo menos dos veces por semana para ver cómo va tu embarazo.
Lo sé, eso lo sé muy
bien.
¿Entonces?
Últimamente estoy
sin trabajo y no tengo mucho dinero para ir a pasar consulta. – Se sintió mal
al decir la verdad. – Pero descuida, el médico que me ve me ha dicho que si
siento alguna anomalía que no dude en llamarlo. – Medio sonrió.
Bueno, eso ya no va
ser necesario, nosotros nos encargaremos de que te vea el mismo especialista
que me atendió a mí cuando nació nuestro hijo.
Te lo agradezco
Malik, pero no puedo aceptarlo.
¿Por qué no?
Porque… Porque…
No seas
malagradecido muchacho, deberías de aceptar nuestra ayuda, mira que la idea fue
de mi esposo. – Manifestó seriamente el otro hombre.
Marik por favor, no
seas tan duro con él, lo que Joey necesita en estos momentos es que alguien lo
apoye y no que lo regañen.
Nunca vas a cambiar
amor, sigues siendo condescendientes con los demás.
Yo no soy ningún
malagradecido, es sólo que no me gustaría causarles problemas, agradezco la
ayuda que me ofrecen pero como dije antes, no puedo aceptarla.
Danos una buena
razón del por qué no quieres aceptarla. – Expresaba un poco molesto.
Ya basta Marik, si
sigues con esa actitud él no va aceptar nada.
Una de las razones
es que no quiero causarles problemas, otra de las razones es que no me hace
falta su ayuda.
¿Pero qué dices?
Marik, ya basta por
favor, porque no me dejas manejar este asunto.
De acuerdo, como
quieras amor.
Joey, escúchame por
favor, te pido que aceptes nuestra ayuda.
Malik, entiéndeme
por favor, me daría mucha pena el que ustedes corran con los gastos médicos, y…
– No terminó de hablar ya que fue interrumpido.
No tienes por qué
sentirte mal, por favor acepta nuestra ayuda, al menos hazlo por tu bebé. – El
rubio se quedó pensando lo que su amigo le decía, estaba a punto de dar su
respuesta, no sin antes escuchar las últimas palabras. – Aquí entre nos, Marik
ha estado muy preocupado por ti desde que supo que estas encinta. – Se lo dijo
casi en un susurro. – Sé que es algo difícil de creer, pero lo que te estoy diciendo
es la verdad. – Lo miraba fijamente a los ojos.
¿De verdad ha estado
preocupado?
No tengo por qué
mentirte.
Si acepto… Les
podría pedir un pequeño favor.
Claro que si Joey,
el que tú quieras.
******************************
En alguna parte de la
ciudad…
Un hombre de cabellos castaños, ojos azules, y piel bronceada, se
encontraba en una sala, estaba sentado en uno de los sillones que había en el
lugar, en una de sus manos sostenía una botella de cerveza, mientras que en la
otra tenía un viejo periódico que su amigo le consiguió para que estuviera al
tanto de todo.
Maldito gusano, ni
creas que te vas a librar de mí tan fácilmente, tal parece que has olvidado que
tú eres mío, me perteneces. – Le dio un trago a su cerveza. – Todavía recuerdo la
noche en que te hice mío, disfruté de todas y cada una de las caricias que te
hacía, gocé el tocar tu piel, me extasié por completo al dejarte marcas en todo
tu cuerpo, y fue muy placentero al sentir como tu cuerpo se estremecía junto al
mío. Fui yo quien te quitó tu virginidad, fui yo el que te enseñó como debías
de complacer a hombres y mujeres por igual, y fui yo quien te enseñó a que
fueras un hombre hecho y derecho. ¿Y es así cómo me pagas? Casándote con el
imbécil que te arrebató de mi lado, mi vida era perfecta cuando estabas a mi
lado, traté de enseñarte muchas cosas, traté de demostrarte lo que empezaba a
sentir por ti. Sí, aunque odie admitirlo, comenzaba a encariñarme contigo
porque cada vez que te veía era como si la miraba a ella, te le pareces tanto a
mi querida Victoria, sacaste el color de sus cabellos, y sus bellos ojos, hasta
el color de su piel eran idénticos, la única diferencia es que saliste hombre.
Pero nada de eso me importó, lo único que deseaba era tener algo de mí amada
Victoria, la odié porque nunca se fijó en mí, la odié por despreciarme, la odié
por haberse casado con otro y no conmigo, la odié porque te tuvo a ti. Y cuando
su esposo murió en ese dizque accidente. – Medio sonrió con maldad. – Traté de
convencerla de todas las maneras posibles para que te abandonara, que te dejara
en un orfanato para que pudiéramos vivir felices y poder comenzar una nueva
vida juntos. Pero No, ella siempre te prefirió a ti, siempre estuvo dispuesta a
cuidarte, protegerte, a darte todo su amor, hasta eso me arrebataste, ese amor
que yo ansiaba tener, ese amor que yo soñaba con que me lo diera ella, ese
mismo amor te lo daba a ti sin restricciones. Cuando mi amada murió, le hice
creer que me iba hacer cargo de ti, que yo te iba a cuidar, y que no te
faltaría nada, mis planes eran matarte, deshacerme de ti de una vez por todas,
pero me fui fijando en el parecido que tenías con mi amada que decidí por
hacerte mío, decidí en hacerte todas las cosas que no pude hacerle a ella, y
enloquecí cuando vi en tus ojos desprecio hacia mi persona, era la misma mirada
que Victoria me hacía cada vez que yo le hablaba de amor, no podía entender por
qué me despreciaba tanto, por qué nunca correspondió mis sentimientos, por qué
me hacía a un lado todo el tiempo, fue entonces que me enfurecí tanto y opté
por hacerte pagar todos los desplantes que Victoria me había hecho. Y vaya que
si supiste complacerme en la cama. – Le dio un último trago a su cerveza para
luego estrellar el envase vacío contra la pared. – Me fascinaba oírte gritar,
eso era música para mis oídos, me encantaba ver cómo te revolvías debajo de mí
para tratar inútilmente de escapar, me encantaba ver el miedo en tus ojos, y
cada vez que te poseía sentía que era a ella a quien le hacia el amor, cuando
llegaba al orgasmo pronunciaba su bello nombre, y caía rendido encima de ti.
Pero siempre tenías que arruinar mi hermoso momento, estropeabas todo cuando
abrías tu boca echándome en cara que tú no eras ella, y que Victoria se
decepcionaría de mí, al saber cómo trataba a su hijo. Por qué no podías
quedarte callado, por qué demonios arruinabas mi felicidad, y ante el daño que
me hacías yo te lo devolvía con intereses, volvía hacerte mío sin importarme lo
mucho que gritaras, sin importarme lo mucho que me dijeras que te dejara, sin
importarme tus suplicas, mis embestidas eran cada vez más fuerte, eran cada vez
más profunda, movía mis caderas con rapidez, era tanta la cólera que sentía que
quería meterte mis testículos hasta en lo más profundo de tu ser, quería hacerte
tragar tus palabras y que te dieras cuenta de quien mandaba en ese momento. Te
marcaba como mío, te dejaba mordidas en todo tu cuerpo, dejaba tu hermosa piel
toda magullada, con moretones en todas partes, así como tú me desafiabas, así
también te castigaba y torturaba para que aprendieras a obedecerme. Al
principio te resistías, lograste demostrarme que tenías un espíritu de lucha
incansable, luego te fui dominando poco a poco a tal grado que comenzaste a ser
mi puto, aceptaste ser mi esclavo sexual, hacia contigo lo que quería, incluso
me divertía mucho al ver como mis amigos te usaban, oh sí, era un espectáculo
maravilloso, tan exquisito que me gustaba participar en las orgías, todo era
placentero para nosotros, lástima que para ti no era tan placentero que
digamos. Era feliz al verte derrotado y humillado, me llenaba de satisfacción
como rogabas por un pedazo de pan, me sentía orgulloso al ver que ya no quedaba
nada de ti, y que lo único que tenía en mi poder era un despojo humano. Sentía
que la vida era perfecta, por primera vez podía sentir a mi querida Victoria al
lado mío, podía sentir el amor de Victoria, era inmensamente feliz al ver que
por fin había logrado mi objetivo, al darme cuenta que yo poseía lo más valioso
de ella, era dichoso por conservar su más valioso tesoro. Hasta que un día ese
maldito miserable apareció, y echó todo a perder. Desde entonces juré que me
vengaría, juré que no te ibas a librar de mí tan fácilmente, y le prometí a ese
imbécil que tú volverías hacer mío, y tal parece que estoy a punto de lograr
con mi cometido, lo malo es que debo ser paciente y esperar. No importa, sabré
esperar para que finalmente podamos estar juntos. Y quien sabe, tal vez me
anime a que seamos una familia con ese bastardo en camino. – Sonrió con cinismo
ante sus propias palabras. – No estaría mal quedarme con el bastardo de ese
imbécil, me gustaría poder ver la cara que pone cuando se dé cuenta que soy yo
quien está cuidando de su hijo bastardo. Ojalá y se retuerza de dolor y
angustia al saber que nunca va a recuperar ni uno, ni a otro…
Continuará…
N/A: ¿Se habrá acabado la relación entre Noah y Mokuba? ¿Qué clase de
favor le pedirá Joey a Malik? ¿Este hombre se saldrá con la suya? ¿Habrá
conseguido el neko su objetivo de separar a su hermano de su novio? ¿Por qué
Joey se sorprendió al escuchar el nombre del médico? Todo esto y más lo iremos
descubriendo en los siguientes capítulos, no se lo deben de perder. Muchas
gracias por acompañarme en esta nueva aventura. No olviden dejar sus
comentarios que yo con mucho gusto les responderé.
Me despido cordialmente de todos ustedes, nos vemos el próximo
viernes, cuídense mucho y pórtense bien. ^_^
Atte.:
KAT.
P.D.: Quiero dedicarle este capítulo a una lectora muy especial, este
día está de manteles largos y yo le prometí que subiría dos episodios nuevos de
esta historia en el día de su cumpleaños. Paris, muchas felicidades y te deseo
que sigas cumpliendo muchos años más. Feliz
cumpleaños Paris.
Ahhhh nooo!!!
ResponderEliminar👀🍿
¿Qué sádico verdad?
Eliminar