viernes, 30 de agosto de 2019

Los Ojos... Son El Reflejo del Alma...






Capítulo 66: Confianza… II Parte.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Al día siguiente…

            Sabes, Bakura.

            ¿Qué sucede?

            Estos días me he puesto a pensar en todo lo que me has dicho.

            Habla claro Yami.

            Lo que quiero decir es que he llegado a la conclusión de que tal vez tengas razón. Es posible que alguien esté mal influenciando a Yūgi.

            ¡Ja! ¿Estás admitiendo que tu novio es un pervertido?

            Claro que no. – Respondió molesto.

            Entonces…

            Ayer logré platicar con Yūgi.

            ¿En serio? – Empezó por prestar más atención.

            Si.

            Y finalmente pudiste preguntarle quién le metía cosas en la cabeza a Ryou.

            Si.

            ¿Qué fue lo que te dijo?

            Me dijo que Ryou, se sentía solo porque tú no le prestabas atención y que sintió un poco de envidia al saber que nosotros ya lo hacíamos.

            Qué más te contó.

            Pues que Ryou, al ver que la mayoría de sus compañeros ya lo habían hecho con sus parejas y el empezó a desear lo mismo, quería experimentar como se sentía hacerlo por primera vez.

            Mhg…

            ¿Por qué pones esa cara?

            No lo vayas a tomar a mal lo que te voy a decir, Yami.

            Si eres mi amigo tienes que decírmelo.

            Tu novio te mintió. – Manifestó seriamente.

            Te consta lo que me estás diciendo.

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            Marik, tu sabes por qué Ryou ha estado deprimido.

            Eso es porque no pudo ver a su amigo cuando fueron a visitarlo el sábado por la mañana.

            No me digas que el padre de ese muchacho ya se cansó de recibir tantas visitas.

            No es eso, Ishizu.

            Entonces, qué es.

            Es mejor que te lo diga, pero prométeme que no le dirás nada a Ryou.

            Está bien hermano, ahora dime.

            Días antes, Joey sufrió una crisis y se puso mal de salud.

            ¿Qué? Y por qué no quieres que Ryou se entere.

            Según lo que me dijo Malik, Joey lo que necesita en estos momentos es descansar, no debe tener emociones fuertes.

            ¿Y por qué no quieres que Ryou se entere?

            Porque no quiero que sufra, mira cómo se puso al no poder verlo. Ahora imagínate como se hubiera puesto al enterarse de la crisis que sufrió ese muchacho.

            Mmm… Creo que tienes razón.

            Prefiero que piense que el señor Wheeler no los quiso recibir.

            ¿Pero tú si sabes cómo se encuentra Joey?

            Si, Malik lo fue a ver el sábado y al parecer está más tranquilo.

            Pobre muchacho, a veces siento pena por él.

            No deberías.

            ¿Por qué?

            Porque él es un joven que lo tiene todo. Y cuando digo todo, me refiero que tiene el amor de su padre, el cariño de sus amigos y se ha ganado el corazón del hombre más frío, orgulloso, engreído, altanero y déspota del mundo.

            Concuerdo contigo hermano, el tiempo que llevo de tratar al señor Kaiba, jamás me imaginé que el pudiera conocer el amor.

            Yo lo único que deseo es que ambos puedan ser felices. Tanto Kaiba, como ese joven, se lo merecen.

            Ya verás que si hermano, con la ayuda de todas las personas que lo quieren el podrá salir adelante.

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Escuela Pública de Ciudad Domino…

La clase de deportes había terminado, todos los alumnos se dirigían a cambiarse el uniforme, mientras que algunos se quedaron para recoger todo el equipo que habían utilizado. Unos jóvenes aprovecharon para conversar entre ellos.

            Qué bueno que el profesor le pidió a Ryou que ayudara a recoger el equipo.

            ¿Por qué lo dices Yūgi?

            Es que quería hablar con ustedes sin la presencia de Ryou.

            Cuéntanos entonces, qué sucede.

            Ayer, Yami me estuvo haciendo muchas preguntas sobre el extraño comportamiento que tuvo Ryou meses atrás.

            Y tú qué fue lo que le dijiste Yūgi. – Preguntó preocupada la castaña.

            Le dije que el actuaba extraño por la ausencia de su novio y que sentía envidia por no haberlo podido hacer con su novio.

            Me pareció una excelente respuesta.

            Estas equivocada Tea, no debió de decirle eso.

            Ya vas otra vez Tristán.

            Mejor cállate. Yūgi, lo mejor hubiera sido que le contaras la verdad a tu novio.

            ¡Estás loco, Tristán!

            No lo entiendes Tea, Yūgi le mintió a su pareja y eso es algo que no debió de haber hecho.

            Y que querías que le dijera, que nosotros éramos que motivábamos a Ryou para que se atreviera a hacerlo.

            Es preferible eso a una mentira.

            ¿Qué tienes en la cabeza Tristán?

            Admito que yo también le dije algunas cosas a Ryou, pero siempre le recalcaba que no estaba obligado a hacerlo.

            Dah… Pues nadie le obligaba Tristán.

            ¿En serio?

            Basta chicos, no peleen.

            A todo esto, por qué tu novio te estuvo haciendo tantas preguntas.

            Pues… Porque.

            Hola amigos, que bueno que pude alcanzarlos. – Interrumpió en la conversación un joven albino.

            ¡Ryou, que susto me diste!

            Lo siento Tea.

            Así tendrás la conciencia. – Le susurró el castaño.

La mujer no dijo nada y únicamente lo volteó a ver con cara de asesina.

            Que rápido terminaste.

            Si Yūgi, entre todos nos repartimos el equipo para terminar más rápido.

            En ese caso, es mejor que nos apuremos en cambiarnos.

            Yo los esperaré en el salón.

            Está bien Tea.

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            Amor, ¿qué tienes? Toda la mañana has estado callado.

            Eh… Discúlpame amor.

            Dime, te sientes mal.

            No, descuida estoy bien.

            Supongo que no me dirás por qué estabas tan pensativo.

            Pensaba en muchas cosas. Una de ellas es que este año mi hijo no podrá graduarse y él tenía muchas ilusiones de terminar el ciclo escolar con todos sus amigos. Y eso es lo que me tiene muy abatido.

            Jou, ya no pienses en eso, es cierto que ellos no se graduarán juntos pero la amistad que se tienen, eso nunca se va acabar.

            Es verdad. – Medio sonrió.

            Animo, no me gusta verte deprimido.

            Muchas gracias Aime, tú has sido un gran soporte para mí. Te amo mucho mi amor.

            Yo te amo más, mi cielo.

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            LO QUE ME ESTÁS DICIENDO NO PUEDE SER CIERTO. – Gritaba molesto.

            ¿Quieres calmarte? Si te lo dije no era para que te pusieras así.

            Sabes lo que pienso, creo que todo esto me lo estás diciendo para fastidiarme.

            ¿Dime que no estás hablando en serio?

            Pues claro que hablo muy en serio Bakura, a lo mejor tu noviecito lo ha inventado todo.

            No permitiré que insultes a Ryou, él no es ningún mentiroso, me doy cuenta que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero allá tu si me quieres creer o no.

            Entonces dime por qué no me lo contaste antes.

            Se suponía que tú ibas a hablar con tu novio primero y al ver que nunca lo hacías decidí preguntarle a Ryou.

            Pues hiciste mal, te hubieras esperado a que yo conversara con Yūgi.

            Te equivocas Yami, hice muy bien en cuestionar a Ryou, de no haberlo hecho le hubiera creído las mentiras de tu novio.

            YŪGI, NO ES NINGÚN MENTIROSO.

            Demonios Yami, date cuenta que ese niño te está volviendo loco y lo peor es que hacen a un lado a Ryou, siempre hablan a sus espaldas cuando él no se encuentra y le ocultan muchas cosas.

            Ja, ja, ja, ja, mira como me rio, tu eres el ingenuo por creerle tantas tonterías a tu novio.

            ¿Tonterías? O sea que todo lo que te he dicho no son más que tonterías.

            Eres sordo o eres retrasado.

            Atemu, no me provoques que te puede ir muy mal. – Lo miraba furioso.

            Sí que eres idiota, si fuera verdad  todo lo que me has contado, explícame cómo es que Ryou sabe que hablan a sus espaldas y que sus amigos le ocultan muchas cosas. Anda, explícame.

            Según lo que él me dijo es que una vez llegó a donde ellos estaban, y se quedaron callados y rápidamente evadieron el tema cuando les preguntaba sobre qué hablaban. También, logró escuchar cuando aconsejaban a su dizque amigo Yūgi. Y adivina quién es la persona que le está metiendo cosas en la cabeza.

            A ver dime, quién es.

            Esa mujer, la que anda con ellos todo el tiempo. Esa… – Se mordió la lengua para no insultarla… –  Es la que planea todo.

            Es absurdo todo lo que me estás diciendo. A ti nunca te ha simpatizado Tea, siempre le has deseado todo lo malo y la has juzgado sin conocerla.

            Si serás Yami, por un demonio, abre los ojos. ¿Por qué no quieres darte cuenta que todo lo que te he dicho es la verdad?

            Porque tu noviecito es un mentiroso. De seguro le tiene envidia a Tea.

            ¿Qué envidia le puede tener?

            No sé, tú dímelo, tú eres el que has hablado con él no yo.

            Por lo visto es inútil decirte las cosas, mejor no te hubiera dicho nada.

            Si, quizás lo mejor es que te hubieras quedado callado. Tú solamente piensas en tu bienestar y en mejorar la relación con tu novio ese.

            Sabes que eso no es cierto. Y si fuera tú encararía a esa mujer.

            Yo no tengo que encarar a nadie y tú no tienes por qué meterte en mi vida.

            Perfecto, tienes razón, he sido un verdadero idiota al quererte ayudar. A partir de ahora estas solo Yami Atemu Valentine.

            Si es lo que quieres, por mí, está bien. Me alegra que esto haya pasado para darme cuenta la clase de amigo que resultaste ser.

            Vete al diablo Yami, piensa todo lo que quieras de mí. Espero que puedas recapacitar a tiempo.

            ¡Ja! Si crees que voy a darte la razón estás muy equivocado y no tardarás mucho tiempo para buscarme y pedirme perdón.

            Espérame sentado en una estaca que corriendo voy a llegar, idiota.

El albino se dio la media vuelta para marcharse, el faraón se quedó solo en el lugar, era la primera vez que ellos discutían fuertemente y se ofendían, por alguna extraña razón sintió una enorme tristeza en su corazón, se quedó pensando en muchas cosas y una de ellas era ¿Por qué habían llegado a esos extremos? ¿Dónde quedó aquella amistad de años? ¿Quién de los dos estaba equivocado?

            “Bakura, ¿dónde quedó aquella confianza que nos solíamos tener?” – Esto último lo pensó para si mismo.

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Horas más tarde…

            Buenas tardes.

            Buenas tardes, señor Kaiba.

            ¿Cómo, ya se va?

            Sí, tengo que ir a ver unos pacientes a mi clínica.

            Si ese es el caso, está bien.

            Adiós amor, nos vemos en la noche. – Le da un beso en los labios.

            Adiós amor, cuídate mucho, sí. – Le  contesta todo sonrojado.

            Adiós, señor Kaiba.

            Adiós.

            Pase por favor, está en su casa.

            Gracias, por un momento pensé que había llegado en mal momento.

            No, claro que no.

Una vez que estaban en la sala, comenzaron a conversar.

            Quiero decirle que casi tengo todo listo para viajar.

            Esas sí que son buenas noticias. Después de tanto tiempo podré ver a mi pequeña. – Manifestó tristemente.

            Si todo sale bien, su hija podrá ver a su hermano.

            No tengo palabras para agradecerle todo lo que está haciendo por nosotros, Seto.

            No hay nada que agradecer Jou.

            Dígame una cosa, piensa viajar solo.

            No. Ya he hablado con mi abogado para que me acompañe.

            Ha hecho una excelente elección.

            Pero… Hay algo que usted debe saber.

            ¿Qué es?

            No sé si la señorita Aime ya se lo habrá dicho, pero… Ella me aconsejó no decirle nada a Serenity. No debe saber que su hermano fue…

            No se preocupe, Aime ya me lo contó todo y le doy la razón. Sería algo devastador si ella supiera la verdad.

            Me da gusto saber que usted esté al tanto de todo.

            Debo estarlo, por el bienestar de mi hijo.

            Cómo me gustaría que su hijo lo viera en estos momentos, que supiera cuánto ha cambiado y de cómo se ha preocupado por él.

            Créame que yo deseo lo mismo, Seto.


Continuará…




N/A: Gracias por haber leído este episodio, cualquier duda que tengan, lo único que tienen que hacer es dejarme un comentario y yo con gusto les responderé.

¿Permitirá Yami que una amistad de años se pierda? ¿Logrará saber la verdad de todo este embrollo? ¿Qué pasará con Tea? ¿Yami y Yūgi tendrán un final feliz?

No se pierdan esto y más en los próximos capítulos, me despido de ustedes cariñosamente y les mando muchos abrazos y besos virtuales, cuídense mucho.

Atte.:

             KAT.



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