viernes, 6 de septiembre de 2019

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…






Capítulo 4: Decepciones…


Notas del fanfic: Según el diccionario, el concepto de decepción proviene del vocablo del latín tardío deceptio. El término alude a la congoja o la angustia que se experimenta a partir de un engaño o una traición. Por ejemplo: “No puedo creer que me hayas mentido: siento una decepción muy grande”, “Haber sido estafado por mi cuñado fue una decepción porque confiaba en él”, “¡Qué decepción! Mi compañero de trabajo resultó ser un traidor que me delató ante el dueño de la empresa”.

A través de los años, las personas van adquiriendo experiencias y en el camino de la vida se van sufriendo muchas decepciones. Llegamos a decepcionarnos de nuestros amigos, esposos, novios/as, hermanos/as, etc. Incluso, se podría decir que nos hemos decepcionado de nosotros mismos. Cuando ponemos la fe en un una persona ya sea un amigo, hermano, compañero de trabajo, algún familiar, etc. Muchas veces nos llevamos grandes decepciones al darnos cuenta de que esa persona no cumplió con lo que nosotros esperábamos y en ocasiones cuando fallan, se rinden con facilidad y no lo vuelven a intentar por más que lo animemos a que siga adelante. Es ahí cuando al final nos llevamos una gran decepción…


Aclaración: A petición de uno de mis lectores, me ha dicho que escriba un fic que trate del Apocalipsis, debo decirles que para mí va ser un reto bastante grande ya que es la primera vez que escribiré algo así, espero y no echarlo todo a perder. He de decirles también, que la historia será un poco fuerte, no apta para personas sensibles, personas que no soporten el gore (sangre), depresivas o que padezcan del corazón. Soldado avisado, no muere en guerra… Ya están advertidos.

Por otro lado, quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí. Si alguien desea ayudarme a darme ideas o que pueda manejar bien este tema, su ayuda será muy bien recibida.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

******************************

Horas más tarde…

            ¿Volvió a salir mi nieto?

            Si, ni siquiera me dejó que lo acompañara. No me gusta que ande de noche en la calle.

            A mí tampoco me gusta que ande afuera de noche, pero ya conoces como es.

            No se ofenda pero… Debería de disciplinarlo un poco.

            Yūgi, me recuerda a mi cuando era joven, además, creo que él sabe cuidarse solo.

            Espero que tenga razón.

            Y dime, lograste hablar con mi nieto.

            Esta tarde logré hablar con Yūgi.

            Pudiste llegar a un acuerdo con él.

            No. – Bajó un poco su mirada. – Se sigue rehusando en hacer la búsqueda.

            No te desanimes Shādī, quizás lo mejor será no presionarlo tanto.

            Estoy decepcionado de él, creí ciegamente en que el pudiera llevar a cabo la misión.

            No deberías hablar así de Yūgi, yo todavía sigo confiando en él.

            Admiro que siga confiando en él, para mí no es más que un cobarde, un niño caprichoso, rebelde, terco, mimado que todo lo quiere en la boca. Están fastidioso que me saca de quicio.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, cada vez que hablas así de él, me da la certeza de que quieres mucho a mi nieto.

            No voy a mentirle don Solomon, le he agarrado mucho cariño a ese mocoso.

            Me alegra escuchar eso.

            Cambiando de tema y disculpe mi atrevimiento pero… – Se quedó callado por un segundo.

            Adelante, pregunta con confianza.

            De acuerdo, ¿por qué casi no me habla de la relación que tuvo usted con su padre?

            Me sorprende que me preguntes eso, todo este tiempo he creído que tú sabías algo.

            La verdad es que el Comandante Sugoroku, me hablaba muy poco de usted.

            Entiendo. Y puedo saber qué te decía sobre mí.

La otra persona dio un fuerte suspiro para después responder.

            Él siempre me decía que estaba orgulloso de usted y que lamentaba mucho de que no siguiera sus pasos.

            No imaginé que mi padre pensará eso de mí, todo este tiempo creí que él estaría decepcionado de mí por seguir mi propio camino.

            No quería incomodarlo con mi pregunta… Yo…

            Está bien Shādī, no te preocupes, te agradezco que me lo hayas dicho. Ahora te contaré un poco sobre mí y mi padre…

******************************

            Gracias por recibirme a esta hora Rebecca.

            De nada amigo, tienes suerte de que mis padres no estén.

            Que bien, entonces podemos hablar sin interrupciones.

            Me preocupaste un poco cuando me llamaste por teléfono diciéndome que tenías algo importante que mostrarme.

            Así es, pero antes debes prometerme que no le dirás a nadie, mucho menos a Shādī.

            De acuerdo, tienes mi palabra que no le diré a nadie.

            Gracias, sólo porque eres mi amiga te lo voy a enseñar, vamos a tu habitación para estar solos.

            Como quieras, pero ya me estas intrigando con todo esto. – Medio bromeaba con él. 

Al llegar a la habitación…

            Bien Yūgi, ahora muéstrame eso tan importante que querías que viera.

            Mira. – Le muestra el medallón, pero la mujer lo observó sin entender.

            ¿Por qué me enseñas el medallón de tu bisabuelo? Que yo sepa tú me dijiste que no querías volver a saber nada de él.

            Se lo que dije Rebecca, pero Shādī me convenció en tenerlo, aparte de que me expresó algo muy cierto.

            ¿Qué cosa?

            Es lo único que tengo de mi bisabuelo.

            Eso es cierto, pero no me has respondido mi pregunta.

            Antes de venir hacia acá, estaba brillando.

            Yūgi, tu medallón esta hecho de oro, es lógico que brille. – Manifestaba sarcásticamente.

            Ya sé de qué está hecho, hasta tu misma me dijiste que podían pagarme una fortuna si lo vendiera, pero no me estoy refiriendo al brillo natural.

            Entonces a que te estas refiriendo.

            Hablo de que emitió una luz amarilla, fue como un resplandor, no sé cómo explicártelo.

            ¿Te sientes bien? – Pone su mano en su frente para ver si no tenía fiebre.

            Claro que me siento bien. – Le quita su mano con brusquedad. – Vine hasta acá confiando en que me creerías, pero veo que me equivoqué.

            De acuerdo, cálmate quieres, si es cierto lo que me dices, tuviste que haber sentido algo extraño o tal vez alguna predicción, que se yo no lo sé.

            No sentí nada fuera de lo común, simplemente lo vi brillar y es la primera vez que pasa.

            ¿Qué crees que haya pasado?

            No lo sé, a lo mejor Shādī le hizo algo al medallón para asustarme o para que volviera a creer en las estúpidas fantasías de mi bisabuelo.

            No lo creo Yūgi, conozco a Shādī y puedo asegurarte que él no haría tal cosa.

            Por esa razón vine hasta acá, quiero que lo revises a ver si no tiene algo implantando, algún mecanismo que lo haga brillar.

            De acuerdo, vamos al laboratorio de mi padre, pero que te quede claro una cosa, únicamente lo haré para que te des cuenta que Shādī no le ha hecho nada a tu medallón.

            Muchas gracias Rebecca, sabía que podía contar contigo.

******************************

            De pequeño, todas las noches mi padre solía contarme historias, él siempre me decía que un día se va a cumplir una profecía.

            ¿Una profecía?

            Así es, me contaba que en las civilizaciones pasadas, había un sin fin de misterios y secretos que hasta la fecha el hombre no ha podido descubrir, y que cada civilización guardaba sigilosamente sus misterios. La historia que más le gustaba contarme era: El Enigma de Nan Madol.

La otra persona estaba atento con lo que le relataba el anciano.

            ¿El enigma de qué?

            Nan Madol, cuenta la leyenda que llegaron nueve parejas – nueve mujeres y nueve hombres – erraban en una canoa por el ancho mar, buscando una tierra nueva en la que establecerse. En esto pensaban cuando se toparon con un pulpo hembra de nombre Letakika. Cuando éste averiguó el motivo de su viaje, les indicó un lugar del océano en el que había una roca que surgía por encima de las olas. Las nueve parejas prosiguieron su camino y hallaron la roca. Sobre ella comenzaron a construir la isla. Luego, dejaron en ella a una pareja, un hombre y una mujer, mientras que el resto volvieron a marchar. El nombre del hombre que se quedó en la isla no tiene importancia; no tenía nombre. Sí lo tenía el de la mujer: Se llamaba Lemuetu.

            ¡Asombroso! No conocía esa historia.

            Todavía tienes muchas cosas que aprender Shādī.

            Tiene razón, por favor cuénteme más acerca de esa historia.

            Como te iba diciendo, mi padre solía contarme mucho sobre esta ciudad, se cree que mucho tiempo después de la llegada de la primera canoa con las nueve parejas, hacen aparición en la isla dos hermanos gemelos: Olisihpa (Olosipe) y Olosohpa (Olosaupa), y con ellos comienza el enigma de la ciudad de Nan Madol. Según la leyenda pohnpeiana, Olisihpa y Olosohpa fueron quienes construyeron Nan Madol. Ellos eran unos extranjeros provenientes de la mítica Katau occidental o Kanamwayso, y tenían una apariencia muy distinta a los nativos de la isla. Ellos llegaron en una gran canoa  {voladora} en busca de un lugar para construir un altar para adorar a Nahnisohn Sahpw, una deidad. Recorrieron la costa de la isla -desde el promontorio de Sokehs en el Norte- en busca de un lugar idóneo, probando sin éxito cuatro lugares distintos. Finalmente lo hallaron en Sounahleng o Sau Nalan (cuyo significado es “arrecife celestial”), en los alrededores de la isla Temwen. En aquel lugar observaron algo particular en el mar, no está claro que, pero de acuerdo con la versión esotérica, debajo de Nan Madol yace la mítica Kanimeiso, la “ciudad de nadie”.

            Disculpe que lo interrumpa pero… ¿Todo esto qué tiene que ver con la profecía?

            Tiene mucho que ver mi querido Shādī, verás, hay hallazgos que afirman que existieron civilizaciones muy avanzadas, como te dije anteriormente, cada civilización tiene su secreto, algunas de estas civilizaciones tenían sus propios ingenieros, médicos, matemáticos, científicos, astrónomos, dioses, héroes, guerreros, hechiceros que usaban magia, etc.

            Fascinante, y yo siempre pensé que la historia era aburrida.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, claro que no lo es.

            ¿Qué pasó entre ustedes?

El anciano dio un fuerte suspiro, estaba por responder cuando el sonido del teléfono de la casa sonó.

            Iré a ver quién llama.

            De acuerdo.

Al cabo de 10 minutos el hombre regresó.

            Era Yūgi.

            ¿Qué le dijo?

            Llamó para avisarme que se quedará a dormir en casa de Rebecca.

            Al menos tuvo la decencia de avisarle.

            Tranquilo, no te enojes, lo mejor será que nos vayamos a dormir, ya es un poco tarde.

            Pero… No terminó de contarme.

            Si no te importa, continuaremos esta plática en otra ocasión.

            Está bien, le agradezco mucho que me haya hablado un poco sobre el Comandante y usted.

            Al contrario, gracias a ti por escucharme.

            Pase buenas noches don Solomon.

            Buenas noches Shādī.

******************************

En alguna parte de Japón…

Se escuchaban gritos aterradores dentro de una gran mansión, ahí se encontraban muchas personas tratando de controlar la situación, pero ninguno podían hacerlo, unos tenían miedo de acercarse, otros trataban de ayudar para que el médico y su equipo pudieran hacer su trabajo.

            Así no, lo único que consiguen es espantarlo.

            Debemos de usar la fuerza joven, o este monstruo es capaz de despedazarnos y comernos vivos.

            Solamente es un niño, no ven que está asustado.

Todas las personas no entendía el por qué lo estaba tratando como un ser humano, ya que todos veían algo aterrador frente a sus ojos.

            Joven, no se acerque demasiado a esa cosa.

            Por favor, déjenme hablar con él.

            Es muy peligroso, si le pasa algo a usted, todos estaremos muertos.

            YO NO QUIERO MORIR POR CAUSA DE ESTE MONSTRUO. – Gritó uno de los presentes.

            Atrás por favor, hay que darle su espacio. – Todos se retiraban lentamente y a la vez estaban alertas por si sucedía lo peor. – No te asustes, no te haremos daño. – Trataba de razonar con él.

Lanzó un tremendo rugido que resonó por todo el lugar, fue tan fuerte que varios ventanales se quebraron y al ver lo ocurrido, decidió salir por una ventana para escapar.

            ESPERA POR FAVOR, NO PUEDES IRTE ASÍ. – Gritó uno de los dueños de la mansión.

            Déjelo que se vaya, es lo mejor.

            De ninguna manera, tenemos que ir por él, o morirá.

            Señorito, escúcheme por favor, por tratar de ayudar a esa cosa, hay varias personas heridas. Y ya deje de tratarlo como un ser humano, porque no lo es.

            Pero…

            Es mejor dejarlo ir.

            Está bien. – Bajó un poco la mirada. – Si no quieren acompañarme, entonces iré yo solo. – Corrió en la misma dirección que la criatura para salir por la ventana.

            Espere por favor, no se vaya.

Todos los sirvientes incluyendo algunos guardaespaldas fueron detrás de él.

            Demonios, si algo le llega a pasar, el señor nunca nos lo perdonaría.

No muy lejos de ahí…

            Tranquilo, no te haré daño, puedes confiar en mí.

Se escuchó un fuerte gruñido y al mismo tiempo tiró un zarpazo para defenderse.

            Cálmate por favor, estas sangrando mucho y al parecer tienes un ala rota.

            Por… Qué… ¿Por qué quieres ayudarme?

La otra persona se sorprendió de que el animal pudiera hablar.

            Detesto ver sufrir a las personas y a los animales. – Respondió con sinceridad. Intentó acercarse nuevamente para ganarse su confianza, estaba a punto de lograrlo cuando en eso uno de los guardaespaldas disparó para alejar a la bestia del joven. Este acto provocó que se asustara y se le tirara encima a punto de lastimarlo.

            No te muevas maldita bestia. – Expresó el primer guardaespaldas que llegó. – ¿Se encuentra bien?

            Roland, no dispares, él no me hará daño.

            Pero…

            Tranquilo, se lo que hago. – El guardaespaldas tragó saliva en seco al ver como se acercaba nuevamente a la bestia. – Ven conmigo, te prometo que nadie te va a lastimar.

Poco a poco se fue calmando, aunque la verdad es que empezaba a perder sus fuerzas, su vista se le nublaba, casi no podía mantenerse de pie, por lo que decidió confiar en esa persona. En cuanto llegaron a la mansión, el médico comenzó a examinarlo, a todo esto, la criatura había perdido el conocimiento y fue llevado a una de las habitaciones para ser atendido. Todas las personas que se encontraban en la alcoba, usaban vestimentas quirúrgicas.

            ¿Cómo se encuentra Doctor?

            No voy a mentirle, está gravemente herido.

            Sálvelo por favor.

            Pero… Si lo salvamos y recobra sus fuerzas, no podríamos detenerlo y no dudará en matarnos.

            “Si tan sólo mi hermano estuviera aquí”. – Pensó para sí mismo. – Yo asumiré toda la responsabilidad.

            De acuerdo. – El galeno llevaba un buen rato tratando de curarlo y de salvarle la vida, estaba a mitad de la cirugía cuando se percató de algo. – ¡Increíble!

            ¿Qué sucede?

            Vean esto por favor, tal parece que está tratando de curarse por sí solo, pero al parecer no tiene las fuerzas necesarias para hacerlo.

            Se ve que algo le pasa, respira con dificultad, es como si algo le doliera terriblemente.

            De seguro ha de ser este medallón que trae en su cuello. – Manifestó el galeno y al intentar quitárselo, recibió una fuerte descarga que lo mandó a volar.

            ¡Doctor, está usted bien!

            Demonios, qué fue eso.

            Déjeme intentarlo a mí.

            No lo haga, el impacto que recibí fue muy fuerte.

El joven no le hizo caso al doctor y decidió tocar el medallón, pero a diferencia del otro hombre, la descarga que sintió no fue tan fuerte.

            Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh. – Gritó en cuanto lo tocó. –  Pude sentir como si quemaba mis manos.

            Si no hacemos algo pronto, esa cosa lo debilitará cada vez más.

            No puede ser, debe de haber alguna manera de podérselo quitar.

Habían pasado varias horas y el médico siguió curándolo, pero sus esfuerzos eran en vano, ya que el collar seguía absorbiendo la energía de la bestia.

            Hice todo lo que pude, si esto sigue así, el no sobrevivirá.

            Por favor, no te mueras. – Decía uno de los dueños de la mansión y sin poderlo evitar comenzó a llorar.

Todos se quedaron en un sepulcral silencio, habían intentado de todo para liberar a la bestia de ese maldito collar y no lograron ni siquiera tocarlo un milímetro, cuando todo estaba perdido, entró a la habitación otra persona que vestía de igual manera y se miraba realmente enfadado.

            Puedo saber qué demonios está pasando aquí.

            ¡HERMANO! – Gritó el menor mientras se le tiraba a sus brazos. – Por favor ayúdame a quitarle ese collar, te prometo que después te contaré todo lo que ha pasado.

El recién llegado se acercó a la cama, abrió los ojos como platos al ver que no era un ser humano.

            Qué demonios, que clase de animal es esto. No me digas que otra vez saliste al bosque y trajiste otro animal a la mansión.

            Hermano por favor, no hay tiempo que perder, únicamente quiero que le quites el collar.

Bufó un poco, luego extendió su mano para quitárselo.

            Espera, no lo toques, si lo haces te… – No terminó la frase ya que se quedó con la boca abierta al ver que su hermano no le había pasado nada, y él no fue el único que se sorprendió sino que también todas las personas que se encontraban en el lugar.

            ¿Qué pasa si lo toco? Es increíble que algo tan sencillo no pudieron hacer. – Al terminar de hablar, colocó dicho collar sobre una bandeja metálica, ahí habían gasas, vendas, algodones y utensilios quirúrgicos manchados de sangre. – Bien, ya se lo quite, ahora mismo me explicarán qué diablos pasó aquí.


Continuará…


N/A: Espero que les haya gustado la continuación, si desean saber más, no se pierdan el siguiente capítulo. ¿Quién será la bestia? ¿Quiénes eran esas personas que lo curaron? ¿Por qué habrá brillado el medallón de Yūgi? ¿A qué profecía se refería Solomon? Todo esto y más se irá descubriendo en cada actualización. De antemano muchas gracias por tomarse su tiempo para leer esta historia.

Amis, espero que te guste como va este fic hasta el momento, cualquier duda o sugerencias que tengan, no olviden escribirme a mi blog, correo y Facebook. Nos leeremos muy pronto, adiós y cuídense mucho.

Atte.:

           KAT.

No hay comentarios:

Publicar un comentario