viernes, 2 de agosto de 2019

Los Ojos... Son El Reflejo del Alma...





Capítulo 63: Una promesa por cumplir… II parte.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


ADVERTENCIAS: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… Leer bajo su propio riesgo.

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Horas más tarde…

            Buenas tardes.

            Buenas tardes, no esperaba que me visitaras tan pronto.

            Vine a ver cómo estabas.

            Estoy bien gracias, adelante pasa, ya almorzaste.

            Aún no. – Caminaba hacia dentro de la casa. – No sabía que tuvieras visita.

            Buenas tardes. – Saludó la otra persona que se encontraba en el lugar.

            Buenas tardes, discúlpenme si interrumpí algo.

            Cálmate amigo, no pasa nada, supongo que ustedes ya se conocen.

            Así es.

            Siéntate por favor, iré a traer la comida.

            Muchas gracias.

El dueño de la casa se retiró, dejando a sus visitas solos.

            No tenía idea de que ustedes se conocieran.

            Nos conocemos desde hace mucho tiempo señor Kaiba.

            Ahora lo entiendo todo, fue por esa razón que hizo su trabajo sin cobrar.

            En parte si y en parte fue por un favor personal que me pidieron.

            Comprendo, me deja hacerle una pregunta.

            Por supuesto que sí, hágala.

            Fue usted quien le llamó a Jou, para decirle en dónde estaba hospedado ese maldito desgraciado.

            El me pidió que lo llamara en cuanto supiera su paradero, pero la verdad es que no lo hice, lo conozco muy bien y estaba seguro que era capaz de cometer alguna locura. Ignoro por completo cómo fue que se enteró.

Justo en ese momento, estaba llegando un hombre con una bandeja de comida.

            Déjame ayudarte Jou.

            Muchas gracias amigo. – Después de colocar los platos sobre la mesa comenzaron a comer, uno de ellos rompió con el silencio. – Y sobre qué estaban hablando.

            Le estaba diciendo al señor Hime, que no tenía idea de que ustedes se conocieran.

            Es verdad, somos amigos desde hace tiempo.

            Deberías de contarle la vez que salvaste mi vida. – Medio sonrió, después le daba un sorbo a su refresco.

            ¿Su vida? – Preguntó el castaño.

            Creo que exageras en decir esas cosas Hime.

            Por supuesto que no exagero.

            Alguien me podría explicar de qué están hablando.

            Bueno, pues verá…

            Déjame contarle la historia Jou.

            De acuerdo, cuéntale tú, ya que no soy muy bueno contando historias. – Bromeaba con su amigo.

            Todo empezó cuando apenas éramos unos adolescentes, yo acababa de llegar a la escuela y Jou fue el primero en ser mi amigo, después de eso fuimos inseparables, estudiábamos juntos, comíamos juntos, salíamos juntos, en fin, hacíamos muchas cosas juntos.

            ¿Qué pasó después?

            El tiempo pasó y los dos tomamos la decisión de meternos a la academia de policía, en ese entonces no tenía mucha resistencia física, así que invertimos un poco los papeles. Jou me ayudaba a entrenar en la parte física y yo le ayudaba con la teoría, lo que le faltaba a uno, el otro lo complementaba y viceversa.

            Entiendo.

            Tuvimos nuestra primera misión, nos enviaron como refuerzo para detener un robo en un almacén, apenas éramos unos novatos, yo solía ser un poco inquieto, me gustaba actuar por mi propia cuenta, en cambio Jou, era todo lo contrario, siempre solía ser muy precavido. Perseguimos a los malhechores, me adelanté para poderlos atrapar, en eso Jou me dijo que esperáramos a nuestros compañeros, pero le dije que nosotros lo podíamos manejar solos, estábamos a la mitad de un tiroteo cuando en eso, mi amigo me dijo que lo sorprendiéramos por la parte de atrás de un callejón, recuerdo que me reí y le dije que no era ningún cobarde para sorprender a las personas, así que me lancé directamente a ellos, vi claramente como un hombre me disparó a quema ropa, ya no podía hacer nada para esquivar el disparo, lo único que sentí en ese momento fue cuando alguien logró empujarme para esquivar la bala. Mi error casi le cuesta la vida a Jou. Afortunadamente, llegaron los demás refuerzos y mi amigo fue trasladado a un hospital.

            Baia, no tenía idea de que usted fuera un héroe Jou.

            Hime, exagera las cosas Seto. – Sus mejillas estaban rojas de lo apenado que se sentía.

            ¿Por qué dejó la policía?

            Me di cuenta de que eso no era lo mío. Además, tenía otros planes en la vida, de los cuales no pude realizarlos.

            Lo lamento.

            Descuide Seto, ya no importa. Si yo hubiese realizado mis planes, no me habría casado con Victoria y yo no tendría a Joey.

            Supongo que tiene razón.

            La verdad me sorprendí cuando me contaste que te habías casado con una mujer.

            Pasaron muchas cosas desde que me salí de la academia de policía.

            Un día de estos me lo tendrás que contar todo.

            Claro que si amigo mío.

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Un joven estaba llegando a su casa, lo recibía un hombre de avanzada edad.

            ¿Cómo te fue en la escuela Yūgi?

            Bien abuelito. – Respondió con tristeza.

            Yūgi, qué tienes, por qué traes esa cara.

            Por nada abuelito, estoy algo cansado es todo.

            Porque no vas a tu habitación a recostarte un poco, más tarde te llevaré tu almuerzo.

            Muchas gracias abuelito.

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En  KC…

            “No puedo entender por qué Yūgi se comporta así, él siempre ha sido un joven de buenos sentimientos, siempre le ha gustado ayudar a los demás. Pero ahora”… – Pensaba un joven que se encontraba en su oficina, recordando la pelea de anoche que tuvo con su novio. – “Quizás Bakura tenga razón, lo más seguro es que Yūgi esté siendo influenciado por alguien. Pero quién podría estarle metiendo cosas a su cabecita, quién podría estarle hablando mal de su mejor amigo y quién sería capaz de perjudicar mi relación con él. Con qué propósito… Si Bakura logra tener razón, quiere decir que también Ryou podría salir afectado. Demonios, si esto sigue así, es probable que nuestra relación no vaya a durar”. – Esto último lo pensó con suma tristeza y dolor en su corazón.

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            Buenas tardes hermana.

            Buenas tardes Ryou.

            Buenas tardes. – Saludó otra persona que acompañaba al joven.

            Buenas tardes Bakura, pasen por favor.

            Ven Baki, vamos a la sala.

            ¿Y por qué no lo invitas al jardín?

            Hermano… – Expresó con alegría. – No me imaginé encontrarte en la mansión tan temprano.

            No tuve mucho trabajo en la oficina y me pareció un buen momento para que comiéramos juntos.

En ese momento, estaba llegando otra persona al lugar.

            Hay espacio para uno más. – Bromeó un poco para hacer amena la conversación.

            Claro amor, tu sabes que aquí todos son bienvenidos. – Le seguía el juego, se acercó a él para darle un beso en los labios.

            ¡Qué bien! Hoy comeremos todos juntos como familia. – Manifestaba el menor de emoción.

            En ese caso, ordenaré que preparen la mesa.

            ¿Quieres que te ayudemos? – Preguntaron todos al unísono.

            No, no, tranquilos, vayan al jardín y les avisaré en cuanto todo esté listo.

            Está bien Ishizu. Vamos amor.

            Si.

            Vamos nosotros también Baki.

            De acuerdo, vamos.

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Las horas se pasaron volando, trayendo consigo la noche, un joven llegaba a su mansión, había tenido un largo día de mucho trabajo, estaba por subir a su habitación pero fue intersectado por una persona.

            Buenas noches hijo.

            Buenas noches madre.

            Yami, he notado que desde que llegaste de visitar a tu novio, has estado bastante deprimido.

            Madre, yo…

            Acaso, tuviste alguna discusión con él.

            Si. – Respondió cabizbajo.

            Te gustaría que habláramos sobre el tema.

El joven suspiró profundamente, pensaba en muchas cosas y desde hace varios días estaba indeciso si tenía que contarle o no toda la verdad a su madre.

            Madre, esta noche vengo cansado.

            Entiendo… – No terminó de hablar ya que fue interrumpida.

            Pero te prometo que hablaremos este fin de semana.

            De acuerdo hijo, tomaré tu palabra.

            Te lo agradezco madre.

            Deberías de cenar antes de ir a tu habitación.

            Supongo que tienes razón, cenaré primero antes de irme a descansar.

            Vamos, te haré compañía en lo que tú comes.

            Gracias. – Le sonrió cariñosamente.

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Prisión estatal de Ciudad Domino…

La noche había cubierto toda la ciudad, en el lugar no se escuchaba ni el sonido de una mosca, aparentemente todos dormían en sus respectivas celdas, a excepción de un pequeño grupo. Habían esperado varios días para llevar a cabo su plan, les gustaba darles la bienvenida a los nuevos reclusos, solamente uno de los nuevos pudo salvarse, el poco tiempo que estuvo ahí, los demás lograron respetarlo ya que el hombre se había ganado ese derecho a pulso. Dentro de ese lugar, rápidamente se había corrido el chisme de quienes eran los nuevos reclusos y los delitos que cometieron, cuando se enteraron de sus crímenes uno de ellos sonrió con malicia y decidió ser el primero en dar comienzo con la iniciación. Todos estaban de acuerdo, ya que era un hombre temido dentro de la prisión y nadie era capaz de oponérsele. Entraron sigilosamente a una de las celdas, se miraron unos a otros al ver como su víctima dormía tranquilamente sin saber lo que le esperaba.

            Sujétenlo, rápido.

            Qué demonios pasa aquí. ¿Qué es lo que quieren?

            Shhhhhh… Cálmate, no querrás despertar a tu compañero. – Le decía uno de los hombres con una voz escalofriante.

            Más vale que te quedes quieto y no hagas ni un movimiento estúpido. – Le enseñaba una navaja afilada.

            ¿Qué es lo que quieren? ¿Por qué me hacen esto? – Se hacia el valiente al preguntar, mientras que trataba de zafarse del agarre del otro hombre.

            Has sido afortunado, nuestro jefe ha puesto su mirada en ti y lo que él quiere es satisfacerse contigo.

El hombre tragó saliva en seco al escuchar esas palabras, creyó que estaba soñando, eso no le podía estar pasando a él.

            No se atrevan a tocarme infelices. – Les escupió en la cara, acto seguido recibió un puñetazo en la boca del estómago. – Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, maldito. – Tose un poco, tratando de recuperar su aliento.

            No seas tan brusco con él. – Se escuchó una voz macabra detrás de los hombres. – Si lo golpean antes de tiempo no se podrán divertir con él.

            Je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je… – Se reían todos los malhechores.

            Por… Por favor, no me hagan daño. – Al ver que la cosa iba en serio, el hombre no le quedó de otra que suplicar. – Si me dejan ir, les prometo que… – No terminó de hablar ya que había recibido tremendo puñetazo en la cara, el impacto fue tan fuerte que casi queda inconsciente.

            He escuchado como te has jactado al violar a todos esos jovencitos, he escuchado lo orgulloso que te sentías al poseerlos y he escuchado de cómo te divertías haciéndolos gritar.

            Eso… Eso no es cierto. – Gruesas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.

            Je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, todavía no lo ha tocado jefe y ya está llorando la nena.

            Je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, acabe con el de una vez jefe, que yo ya no aguanto por clavarle mi pene en su culo.

            Enséñele quién es el que manda aquí jefe.

El hombre empezaba a desabrocharse el pantalón, este era alto, piel oscura, la mitad de su cara tenía muchos tatuajes, su mirada era intimidante y a la vez escalofriante. Entre dos personas sujetaron con fuerza a su víctima y lo acostaron boca abajo sobre la litera de abajo, le desgarraron la ropa que traía puesta y su ropa interior se la metieron en la boca. En cuanto el jefe del grupo se acercó, lo penetró de un sólo golpe y sin darle tiempo a que se acostumbrara a la intromisión siguió penetrándolo una y otra y otra vez. Un grito desgarrador fue callado por la mordaza que tenía en su boca, se revolvía de un lado a otro y hacia todo lo posible por sacar ese pene que le estaba desgarrando su esfínter.

            MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH, MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH, MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH. – Lloraba a mares y por el inmenso dolor que sentía no era capaz de poder abrir sus ojos.

            Aahhh, aahhh, aahhh, no me imaginé que estuvieras tan estrecho, aahhh, aahhh, aahhh, anda ramera, quiero que te muevas más. – Le da tremenda nalgada, haciendo que su víctima se volviera a quejar.

            MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH, MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH, MMMMMMMMNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH…

            Si, así jefe, dele con todo.

            Se ve que le gusta jefe.

            Métaselo hasta el fondo, hágaselo llegar hasta su garganta jefe. O mejor aún, déjeselo bien abierto como el cráter de un volcán.

            No se lo abra del todo jefe, déjenos algo que podamos disfrutar.

Los cuatro hombres veían divertido como el sometido estaba siendo violado de manera brutal e inhumana y animaban a su compañero para que siguiera dándole más duro.

            Aahhh, aahhh, aahhh, aahhh, aahhh, aahhh, quiero que le saquen su calzoncillo de su boca, deseo oír gritar a mi nueva perra… Aahhh, aahhh, aahhh, aahhh, aahhh, aahhh.

            Enseguida Odion. – Uno de los presentes cumplió con la orden, metió su asquerosa mano toda sucia en la boca del sometido para sacar dicha prenda y en cuanto su boca fue liberada, salió un fuerte grito desgarrador.

            AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH… NOOOOOOOOOOOOOOOO, POR FAVOOOOOOOOOOOR, SÁQUELO, SÁQUELO, ES MUY GRANDE, ES IMPOSIBLE QUE ENTRE, SIENTO QUE ME ESTÁ MATANDO, YA NO, YA NO, YA NO, ME DUELE MUCHO…

            Aahhh, aahhh, aahhh, así está mucho mejor, quiero oírte gritar más fuerte. – Arremetió con mucha más fuerza.

            AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… – El hombre sentía que estaba siendo partido por la mitad, además, podía sentir como sus entrañas se habrían paso a ese enorme y grueso pene, también se escuchaba ese asqueroso ruido cada vez que su violador lo arremetía con fuerza y sus testículos chocaban con sus nalgas. –  AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH… POR FAVOOOOOOOOOOOR, YA NO, YA NO, ME DUELE MUCHO, BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH…

            Anda puta asquerosa, quiero que acabes conmigo, aahhhh, aahhhh, aahhhh, te llenaré todo tu pequeño culo con mi semen.

            AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH

Ambos derramaron su semilla, el hombre lo hizo dentro del trasero de su víctima y éste se derramaba en la mano de su transgresor… Estaba a punto de perder el conocimiento, estaba muy cansado, sentía cómo sus piernas temblaban, además de que le dolía todo su cuerpo, podía sentir como su sangre bajaba por sus piernas. Finalmente, sintió como ese desgraciado salía bruscamente de su interior. Posteriormente, lo agarró fuertemente de sus cabellos haciendo su cabeza hacia atrás para decirle.

            Me la pase muy bien contigo esta noche, has sido una buena puta, te prometo que nunca olvidarás este día, siempre vas a recordar de como fui el primero en romperte el culo y más vale que te vayas acostumbrando, porque a partir de ahora, tú serás mi perra, grábate este seudónimo que te voy a decir… – Se quedó callado por un segundo para ver como el otro temblaba y seguía llorando. – Aquí todos me conocen como el rompe culos y odiamos a los pedófilos. Fuiste tan estúpido en alardear de como violabas a esos jóvenes que no te percataste de los enemigos que te estabas haciendo. – Lo soltó con fuerza y se dirigió a los cuatro hombres que esperaban su turno. – Muchachos, hagan con él lo que quieran, pero no lo maten.

            Muchas gracias, jefe.

            Esta noche nos daremos un buen festín.

            Por tu bien, espero que no te desmayes maldita puta, porque si lo haces, te castraremos.

            Je, je, je, je, je, je, je, je, je, je, je. – Reían todos mientras se relamían los labios con la lengua.

El hombre al escuchar tal petición, suplicó que pararan con las pocas fuerzas que le quedaban.


Continuará…





N/A: A petición de los múltiples comentarios que he recibido, aquí les dejo el castigo que tuvo el villano, sé que es algo sádico y perturbador, me disculpo por ello, espero no ofender a nadie con este capítulo. Kyuubi Rosana Marcolini, finalmente tu larga espera terminó, gracias por seguir incasablemente esta historia. Me falta escribir tu otra petición, créeme que trabajo en ello amis.

La idea me la dio una persona anónima de que el villano fuera violado por un hombre de 2 metros y el candidato perfecto fue Odion. La pequeña parte que omití, fue que Seto castrara al villano… XD

Por lo demás, no se pierdan el siguiente episodio, muchas gracias por leerme. Me voy despidiendo de ustedes cariñosamente, cuídense mucho.

Atte.:

              KAT.

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