viernes, 9 de agosto de 2019

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…






Capítulo 3: El inicio de un plan malvado.


Aclaración: A petición de uno de mis lectores, me ha dicho que escriba un fic que trate del Apocalipsis, debo decirles que para mí va ser un reto bastante grande ya que es la primera vez que escribiré algo así, espero y no echarlo todo a perder. He de decirles también, que la historia será un poco fuerte, no apta para personas sensibles, personas que no soporten el gore (sangre), depresivas o que padezcan del corazón. Soldado avisado, no muere en guerra… Ya están advertidos.

Por otro lado, quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para escribir este fic, muchas gracias Kyuubi Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son muy útiles para mí. Si alguien desea ayudarme a darme ideas o que pueda manejar bien este tema, su ayuda será muy bien recibida.

Este fic va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Catorce años después…

            Ya es hora de levantarse.

            Mmm… Aaaahhhmmm…

            Si no te levantas, no llegarás a tiempo a tus clases.

            Ya voy, ya voy. – Respondía de mala gana, mientras se levantaba y se sentaba a la orilla de la cama.

            Báñate y cámbiate rápido para que bajes a desayunar.

            No fastidies, déjame en paz.

            No eres más que un mocoso malcriado, si te viera tu bisabuelo…

            Mi bisabuelo está muerto, ¿de acuerdo? Ahora lárgate de mi habitación y déjame en paz.

            Como quieras, pero hay de ti si me haces subir de nuevo. – Salió de la habitación azotando la puerta con fuerza.

            “Es tan odioso, no lo soporto, todo el tiempo quiere controlar mi vida y la verdad es que ya me estoy cansando de todo esto”. – Refunfuñaba para sí mismo en lo que caminaba al baño.

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Al terminar de bajar las escaleras, llegó al comedor todo molesto, no podía entender como ese niño había cambiado bastante, tan metido estaba en sus pensamientos que una voz lo trajo a la realidad.

            Discutiste con él, de nuevo.

            Que puedo decirle, es la misma rutina de todos los días.

            Debes de tenerle paciencia, mi nieto ha sufrido mucho en la vida.

            Lo sé. – Bajó un poco la mirada.

            Discúlpame, no debí de haber dicho eso.

            No, está bien no se preocupe.

            Sé que para ti no ha sido fácil ayudarme en cuidar de mi nieto, aún recuerdo cuando llegaste aquí con él en brazos, tú a penas eras un niño también. Y por cumplirle la promesa a mi padre, no tuviste una adolescencia normal.

            Don Solomon, yo…

            No has cambiado en nada Shādī, sigues siendo tan formal como siempre. – El joven no decía nada, se limitaba en escuchar las palabras del mayor. – Quiero que sepas que eres parte de esta familia, te he llegado a querer igual que a mi nieto.

            Muchas gracias. Puedo pedirle un favor.

            Por supuesto.

            Reláteme aquella historia, que solía contarme cuando vinimos aquí.

            Déjame acordarme. – Se quedó callado por un segundo. – Ah, ya lo recuerdo… Hubo una ocasión, en que todos los países vivían en paz y armonía, hasta que un día, llegó un ser malvado que quería gobernar el mundo, utilizó varios tipos de artimañas para cumplir su objetivo, se centraba en engañar a las personas para después volverlas en su contra y que se mataran unas a otras, mientras que el ser malvado, se escondía entre las sombras para disfrutar del espectáculo que el mismo había provocado. Pero… Cuando llegó a una nueva región, tramó un plan brillante para que todos los aldeanos se odiaran entre sí, pero solamente uno de los gobernantes se dio cuenta de sus verdaderas intenciones, alertó a todo su pueblo e incluso al soberano…

El hombre no terminó de contar la historia ya que fue interrumpido.

            ¿Y bien? ¿Dónde está mi desayuno? – Preguntaba el recién llegado.

            Buenos días Yūgi.

            Abuelo, deja de perder el tiempo en contar estúpidas historias y tráeme mi desayuno de una vez.

            Óyeme, ¿qué te pasa? ¿Por qué le hablas así?

            Porque quiero y porque se me da la gana hacerlo.

            Suficiente, no voy a soportar tus majaderías.

            Pues nadie te está pidiendo que lo hagas idiota.

            Ya me tienes arto estúpido mocoso.

            ¿Qué piensas hacer? – Lo retaba furioso.

La otra persona estaba por golpearlo, pero una voz lo detuvo.

            Ya basta, los dos dejen de pelear, no es bueno que se peleen todo el tiempo.

            Discúlpeme don Solomon.

            Yo no tengo por qué pedir disculpas, en todo caso fue este idiota quien empezó. Mejor me voy a la Universidad, ya agriaron mi desayuno.

El joven salió del lugar.

            Déjalo que se vaya Shādī.

            ¿Cómo puede permitirle que lo trate de esa manera?

            Mi nieto tendrá que aprender algunas cosas por sí solo, además, recuerda que el lleva una gran carga encima y todavía no se ha dado cuenta de eso.

            Lo sé, aún sigo dudando de la decisión que tomó el comandante Sugoroku al encomendarle esa misión a su bisnieto. No es más que un chiquillo malcriado.

            Olvidemos lo que pasó y desayunemos juntos.

            De acuerdo, le ayudaré a poner la mesa.

            Gracias.

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En alguna parte del mundo…

            Señor, lo hemos encontrado.

            Excelente, no lo pierdan de vista.

            Sí señor.

            “Maldito engendro, esta vez no escaparás de mí, tan fácilmente”. – Pensaba una persona a cargo de la misión. – Abran fuego, hay que detenerlo a toda costa, pero recuerden que nuestro líder lo quiere con vida.

            A la orden señor.

Varios aviones enemigos seguían al objetivo, volaban a una velocidad increíble, pero su presa no era tan fácil de alcanzar, ya que también volaba lo más rápido que podía. La única diferencia, era que ellos estaban entrenados y listos para obedecer cualquier tipo de orden. Los aviones abrían fuego a discreción, lanzaban misiles contra el objetivo, al principio disparaban en forma de advertencia, luego de recibir la orden, comenzaron su ataque buscando la manera de derribarlo.

            Es muy rápido. – Decía uno de los pilotos por la radio.

            Mantenga la calma soldado, no tardaremos en darle alcance.

            Tarde o temprano se cansará.

            Debemos de obligarlo a que baje y sorprenderlo por tierra.

            Bien muchachos, llegó la hora de hacer maniobras evasivas.

            A la orden señor.

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Un joven estaba llegando a la Universidad, decidió ir a la cafetería a ver si desayunaba algo antes de entrar a sus clases, seguía molesto por lo ocurrido, sentía que todo se le estaba saliendo de las manos…

            “Como lo odio, no hace otra cosa que estarme dando órdenes, no olvido su entrenamiento que me daba y por lo que sucedió dejé de entrenar, es estúpido que me esté preparando para algo que nunca va a suceder. Cuando era un niño, creí en todas las palabras de mi bisabuelo, pensé que podría reunir a las siete familias, hasta mi abuelo me ayudó en hacer algunas averiguaciones, pero nadie sabe nada, ni siquiera mi abuelo sabe si esas 7 familias se tratan de personas o de buscar objetos, perdí 5 años de mi vida persiguiendo una estúpida fantasía de mi bisabuelo. Al diablo, al diablo con todo esto, me olvidaré de toda esta tontería y viviré mi vida como yo quiera. No permitiré que nadie, absolutamente nadie me ordene que hacer, mucho menos el estúpido de Shādī, si insiste en hacer esa estúpida búsqueda, pues que lo haga solo, ya no me prestaré para seguir buscando algo que tal vez nunca existió ni existirá”. – Una voz conocida por él lo sacó de sus pensamientos.

            Hola, con que aquí era en dónde estabas. 

            Hola Rebecca. – Respondió molesto.

            Al ver tu cara debo suponer que te peleaste con tu hermano.

            ÉL, NO ES MI HERMANO. – Gritó furioso.

            Discúlpame, no es para que me grites de esa manera.

            Discúlpame tú a mí, tienes razón, no debí de gritarte, es que ese idiota no me deja en paz, todavía insiste en hacer esa ridícula búsqueda.

            Debes tratar de comprenderlo, el solamente lo hace para cumplir la última voluntad de tu bisabuelo.

            Si pero no pasaré toda mi vida buscando algo que quizás no existe, hasta te he molestado a ti para que me ayudes en hacer esa búsqueda y hasta la fecha no has encontrado nada.

            Supongo que tienes razón, si tan sólo tu bisabuelo te hubiera dado más datos o alguna pista de dónde buscar.

            Todo pasó tan rápido que casi no recuerdo nada, apenas era un niño en aquel entonces. Pero el idiota de Shādī se ha empeñado en recordármelo todos los días.

            Creo que no vale la pena estarse amargando innecesariamente, porque no vamos a clases.

Adelántate tú en lo que yo termino de desayunar.

            De acuerdo, nos vemos más tarde.

            Está bien.

La joven se fue y la otra persona se quedó a terminar su desayuno, pensaba en muchas cosas, sobre todo recordaba cómo había conocido a su amiga. Ella era una joven alta, delgada, cabellos rubios, ojos verdes y de piel clara, desde que ellos se conocieron se hicieron muy buenos amigos. Debido a su pasado, se volvió un joven muy desconfiado, su abuelo siempre le decía que no debería de identificarse mucho, de no decir de donde venía o quien había sido su bisabuelo, ya que su abuelo temía de que todavía lo anduvieran buscando y que no tardarían de dar con él. Por ese motivo es que él no tiene muchos amigos y son pocas las personas en las que confía, entre esas personas estaba su amiga. Un día lo encontró llorando en el jardín de la escuela, en esa ocasión era el cumpleaños de su bisabuelo y él lo extrañaba mucho, en sus manos sostenía el collar que le fue entregado la misma noche de la separación. Su amiga al verlo tan deprimido, le preguntó qué era lo que le pasaba, trató de evadir la pregunta, pero la mujer era lista y por ende sabía que la estaba evadiendo, de tanto insistir y ver que no lograba nada, prefirió dejar las cosas así. El tiempo pasó, al cumplir los 15 años, tomó la decisión de empezar a cumplir la misión de su bisabuelo, primero le pidió ayuda a su abuelo, luego comenzó a navegar por internet e iba a todas las bibliotecas de la ciudad para buscar antiguos libros de historias y por azares del destino, encontró a su amiga en una de las bibliotecas, tomaron la decisión de conversar un poco y fue ahí que se decidió contarle lo que recordaba de su pasado y sobre lo que estaba buscando. La mujer se ofreció en ayudarle, con la esperanza de que si se dividían la búsqueda tal vez podrían dar con alguna pista… Pero todo esfuerzo que hacían era en vano, cuando se acercaban a lo que podría ser, resultaba falso y en vez de acercarse, se alejaban cada vez más de la realidad. A parte de investigar y de estudiar, tenía que recibir un entrenamiento con Shādī, el entrenamiento era tan estricto que él no llegaba a soportarlo, Shādī se tomaba muy en serio su papel a la hora de entrenarlo, no le daba ni un respiro y al ver que no se defendía lo seguía golpeando cada vez más hasta que un día cayó inconsciente en el suelo. La otra persona se preocupó bastante, se acercó a él para ver si aún seguía con vida, al sentir que respiraba lo cargó en sus brazos para llevarlo a su habitación, posteriormente llamó a un médico. Desde ese día, renunció a todo, maldijo a Shādī por todo lo que le había hecho y tiró el medallón al suelo, dándole a entender que él no quería, no deseaba saber absolutamente nada sobre la estúpida misión que le encomendó su bisabuelo, por más que el otro trató de convencerlo, no pudo hacerlo entrar en razón y desde ese día, las cosas cambiaron en ese hogar…

            “A veces creo que te equivocaste en darme esta misión bisabuelito, quizás debiste de habérsela dado a Shādī, él está entrenado para esto, en cambio yo”… – Unas finas lagrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos lavanda. – “Perdóname bisabuelito, te he fallado, a veces pienso que Shādī tiene razón, no soy más que un cobarde. Pero que tonterías estoy diciendo, al diablo con todo esto, en todo caso no es mi responsabilidad buscar las 7 familias, hay que otro tonto se mate en buscarlos, pero yo no pienso hacerlo, tengo una vida que vivir y una carrera que sacar”. – Al terminar de comer, se levantó de la mesa para irse a su salón de clases.

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Mientras que en la base enemiga…

Una persona se encontraba tras la sombra, miraba todo el operativo desde una pantalla gigante, tenía una sonrisa sombría, disfrutando del espectáculo cada vez que uno de sus soldados era derribado y el avión se estrellaba ya sea en las montañas o en el inmenso océano, para él era divertido ver como sus mejores pilotos eran vencidos uno a uno…

            “Todo está marchando a la perfección, tal y como lo planeé, el muy tonto creyó que había una falla en mis defensas y no dudó ni un segundo en escapar. Sin embargo, el muy estúpido no sabe que está haciendo exactamente lo que quiero que haga, la fase dos ha iniciado y una vez completada esa fase, lograré despertar su verdadero poder y ese poder será todo mío, una vez que lo obtenga, gobernaré el mundo y nada ni nadie me podrá detener… Muahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha”.

            Disculpe que lo interrumpa señor.

            Más vale que sea importante, o personalmente te llevaré al cuarto de torturas.

La persona que acababa de llegar, tragó saliva en seco.

            El comandante le llama por la radio.

            Deme eso idiota. – Le arrebató el aparato. – ¿Qué sucede?

            Amo y señor, el objetivo ha logrado entrar a un País, si lo perseguimos, levantaremos sospechas. ¿Qué debemos de hacer? Esperamos sus órdenes.

            ¡Maldición! – Exclamó molesto cuando vio a donde se dirigía su presa. – “Debo pensar muy bien las cosas, aún es muy pronto para que sepan de mi existencia”… Aborten la misión comandante, quiero que todos vuelvan, repito, aborten la misión, déjenlo que se vaya.

            Pero señor…

            ¿Acaso piensas contradecirme?

            Claro que no mi señor.

            Entonces haz lo que te digo.

            Como usted ordene.

            “Nunca pensé que ese infeliz pudiera llegar tan lejos, pero no importa, lo mantendré vigilado para ver cómo se comporta… Disfruta de tu patética libertad todo lo que puedas, porque sea como sea tu volverás conmigo… Muahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha”.

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Un joven estaba llegando a su casa, se había quedado estudiando en la biblioteca de la universidad hasta muy tarde, en cuanto entró, quiso irse inmediatamente a su habitación, pero no contaba que alguien lo estaba esperando.

            Yūgi, que bueno que llegas, tenemos que hablar.

            No tenemos nada de qué hablar, ahora si me disculpas, me iré a mi cuarto a descansar.

            Yūgi, deja de comportarte como un chiquillo malcriado y afronta las consecuencias.

            De acuerdo, si es lo que quieres, está bien, asumiré las consecuencias como tú dices. – Manifestaba con sarcasmo.

            ¿De verdad? Wow, no sabes el gusto que me da… – No terminó de hablar ya que fue interrumpido.

            Estoy dispuesto a asumir mi responsabilidad sólo y cuando tú me digas en dónde están las 7 familias, mejor dicho, qué son las 7 familias, cómo puedo reunirlas y qué es lo que tenemos que hacer. Anda Shādī, respóndeme, si sabes algo, este es el momento para que me lo digas.

            Yo…

            Lo sabía, tú no sabes nada, lo único que haces es fastidiarme y ya estoy harto que insistas en esa tontería, porque no puedes entender que todo lo que decía mi bisabuelo no era más que puros cuentos.   

            Eso no es cierto y lo sabes. El comandante Sugoroku no arriesgaría su vida para salvarte y encomendarte una importante misión. ¿Por qué no puedes entenderlo? Eres el único que puede reunir esos 7 elementos.

            ¿Para qué? ¿Qué ganaría con reunirlos? ¿Con que propósito? He pasado catorce años creyendo en esa absurda fantasía, creyendo en que mi bisabuelo entrará por esa puerta para decirme que todo está bien, creyendo parte de mi vida que soy el elegido para llevar a cabo una fantasía. Porque eso es lo que es, una fantasía. – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, hacia lo posible por no llorar del coraje que sentía.

            Está bien, no volveré a insistirte más, al menos conserva el medallón, no olvides que es lo único que tienes de tu bisabuelo. – El joven le ofrecía el medallón, la otra persona con lágrimas en los ojos, se le quedó viendo por un buen rato, después lo agarró y sin decir nada se fue a su habitación.

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En alguna parte de Japón…

La noche reinaba en ese lugar, todo estaba en silencio y una espesa niebla cubría todo el lugar, no se escuchaba ni el sonido de una mosca, hasta que de pronto, se escuchó un enorme ruido, algo caía del cielo, dejaba un destello de fuego como si estuviera partiendo el cielo estrellado. Al parecer, cayó en la espesura de un bosque, donde supuestamente no había nadie… Pero, en ese lugar, se encontraba una mansión apartada un poco de la civilización, en ella dormía un joven, se despertó en cuanto escuchó el estruendoso ruido y con miedo, salió de su habitación para dar aviso a los sirvientes. Al llegar al lugar, no se veía casi nada debido a la gran cantidad de humo que había…

            Tengo miedo.

            No se preocupe joven.

            ¿Por qué tuvo que suceder algo así, justamente hoy que mi hermano no está?

            Conserve la calma joven.

            ¿Qué crees que sea?

            No lo sé y no se separe de nosotros.

El menor caminaba alejándose un poco del grupo, en cuanto pudo ver algo gritó:

            POR AQUÍ, VENGAN RÁPIDO. 

            ¿Qué es lo que encontró?

            Parece ser un joven.

Lo que había caído comenzaba a moverse poco a poco, intentó levantarse pero no pudo hacerlo.  

            ¿Qué demonios es eso?

            ¡Está herido! Hay que ayudarlo.

            No se acerque a él, es muy peligroso.

            Pero no podemos dejarlo aquí, por favor ayúdenme.

            Si estuviera su hermano no lo aprobaría.

            Por favor, yo después me encargaré de mi hermano.

            De acuerdo, lo llevaremos adentro de la mansión y ahí llamaremos a un doctor.

Continuará…


N/A: ¿Qué creen que haya caído? ¿Habrá caído un ovni? ¿Quiénes serán esas personas? ¿Habrá caído en manos de personas buenas o malas? Espero que les haya gustado la continuación de esta historia, si ven que me salgo de contexto, por favor háganmelo saber, su ayuda será muy valiosa para mí y al final de cada capítulo, escribiré el nombre de la persona que me deje su comentario ayudándome.

Bueno amis, espero te haya gustado la continuación de esta historia, lamento mucho si me tardo en actualizar, pero como dije al principio, es la primera vez que escribo una obra apocalíptica, y me pongo a buscar información para hacer un poco más creíble la historia.

Ahora sí, me despido de ustedes con mucho cariño, nos leeremos en el próximo capítulo… 

Atte.:

            KAT.






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