Capítulo
9: El reencuentro de dos viejos amigos de la infancia…
Aclaraciones
del Capítulo:
Pj1:
No
tienen idea de cuánto los detesto, los odio, los aborrezco, los llevaré a todos
ustedes al reino de las sombras. Muahahahaha.
Kat: ¡¡¡Oye!!! Si sigues
diciendo esas cosas espantarás a mis lectores y lectoras.
Pj1: Grrr… No me importa,
quiero que todos ustedes sufran.
Pj2: Ya cállate Bakura, no
entiendo por qué estás tan molesto.
Bakura: Grrr… Yo quería el
papel de villano y no me lo dieron. Además, no es de tu incumbencia Atemu.
Atemu: Ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, a veces pienso que estás loco.
Bakura: Grrr…
Kat: Ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja… Solamente por eso te pones a decir todas esas cosas.
Bakura: No le veo la gracia
tarada.
Kat: Cuida tus modales…
Mejor míralo de esta forma, si te damos a ti el papel de villano… ¿Quién
cuidará del pequeño Ryou?
Ryou: Kat tiene razón Bakura,
¿quién cuidará de mí?... Snif, snif, snif, snif…
Atemu y Kat: Mirando al ladrón de tumbas muy enojados. – Felicidades
Bakura, ya lo has hecho llorar.
Bakura: Se queda sorprendido… –
No llores mi pequeño, tranquilo mi cielo, tu bien sabes que yo siempre cuidaré
de ti… Shhh, ya mi niño, ya, ya no llores.
Atemu y
Kat: Aaaaaaawwwwww…
– Un gran suspiro por la enternecedora
escena.
Bien en lo que Bakura consuela al niño albino, es hora
de comenzar con el fic…
Declaimer: Los personajes de YU –
GI – OH!, “No son míos”… Snif, snif, snif,
son propiedad de su respectivo autor, sólo hago este fic porque me
encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de
expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis
lectores.
RESUMEN: En la vida se van
conociendo a muchas personas, entre ellas escogemos a nuestros amigos. Los
primeros amigos que logra tener el ser humano normalmente son en las escuelas y
a medida que vamos creciendo iremos haciendo más y más amigos... Pero se llega
un punto en donde debemos de cambiarnos de casa, escuela, universidad, lugar de
trabajo, de país, etc. Y tenemos que dejar nuestros amigos atrás para ir a
conocer un nuevo mundo. Pero… ¿Qué pasa cuando una amistad de años se vuelve a
encontrar? ¿Aquella relación volverá a ser la misma de cuando uno era pequeño?
Cuando nos encontramos con un viejo amigo de la infancia, tomamos la decisión
de empezar por conocer aquella persona nuevamente…
******************************
En algún
lugar de Ciudad Domino…
Una elegante limusina de color negro, estaba
llegando a su destino. El chofer abrió la puerta de atrás diciéndole a su Jefe…
Hemos llegado, Señor.
Bajaba de la limusina un hermoso joven de
cabellera castaña, empezó a caminar para poder entrar a un enorme edificio que
había en ese lugar. Todas las personas que se encontraban ahí lo saludaban con
respeto y a la vez le hacían una pequeña reverencia. Pero éste joven simplemente
se limitó a caminar arrogantemente sin mirar a nadie ni mucho menos se tomó la
molestia de contestar los saludos de esas personas. Finalmente las puertas del
ascensor se abrieron, una hermosa joven salía a su encuentro.
Buenas tardes, Señor Kaiba.
¿Ya está todo listo? – Fue la
respuesta que obtuvo la joven a su saludo.
Sí… Sí señor, ya está todo
listo. Cómo usted lo ordenó.
Perfecto… ¿Y mi invitado de
honor, ya llegó? – Preguntó de manera demandante.
No… No señor, aún no llega. Pero,
todavía tenemos tiempo antes de dar inicio.
Mhg… Avíseme cuando esa persona
llegue, estaré en mi oficina y no me pase llamadas, no quiero que nadie me
moleste.
Sí señor, lo que usted ordene…
Con su permiso.
******************************
Museo
Nacional de Ciudad Domino…
Chicos, hemos llegado…
Wow… Asombroso, es genial. – Decían
todos.
En verdad fue una estupenda
idea, venir a conocer este lugar.
Si, tienes razón Tea. –
Manifestó el castaño.
Disculpen el pequeño desorden
que hay, es que todavía no está terminado.
Hay Ryou, no te preocupes por
eso, nosotros lo entendemos.
Gracias Joey… Ahora si me
disculpan iré a buscar a mi hermana para que la conozcan.
De acuerdo Ryou ve, y si no te
importa nosotros seguiremos viendo el lugar. – Decía el de ojos marrones mientras
curioseaba el lugar.
Claro amigos, adelante, ahora
vuelvo, no me tardo.
******************************
Conducía un auto convertible matiz lila, se
dirigía al lugar a dónde tenía que presentarse, o más bien verse con la persona
que lo había citado.
“¿Será posible? ¿Realmente,
estará devuelta después de tantos años?” – Se preguntaba así mismo una y otra
vez. En lo que se detuvo para hacer un alto, miró su reloj que marcaba las
12:45 p.m. Recordando lo que decía la carta…
FLASH
BACK
Joven Atemu Valentine,
presentarse formalmente vestido el día Martes 15 de Enero del mismo año en las
oficinas principales de Kaiba Corp. a la 1:00 p.m.
FIN DEL
FLASHBACK
“Lo raro de todo esto, es que
el sobre no trae remitente como la vez anterior, y al final de la carta está la
dirección de dicha empresa. Pero lo más extraño es que no viene firmada por
nadie”. – Todo esto se lo volvía a preguntar así mismo, mientras conducía.
Finalmente llegó a su destino, viendo un gran
edificio con el logo de KC. Se bajó del auto y entró al lugar. Una vez que se
encontraba en el último piso del edificio, se dirigió a una secretaria que se
encontraba sentada en su escritorio, al parecer le estaban dando órdenes por
teléfono.
Buenas tardes señorita.
Buenas tardes joven, dígame en
qué puedo ayudarlo.
Mi nombre es Yami Atemu
Valentine, y por medio de esta carta me han solicitado que me presente aquí.
Por supuesto joven, mi Jefe lo está
esperando en su oficina. – Le contestó y a la vez le señalaba un pasillo por
donde se tenía que ir.
Muchas gracias. – Después de
agradecerle a la mujer, caminó por el pasillo, encontrándose con unas grandes
puertas de un metal muy fino. Se paró enfrente de ellas, y antes de tocar…
Éstas se abrían por si solas.
******************************
Mansión
de Pegasus…
A que no sabes quién ha venido
a la ciudad hijo.
Mmm… Lo dices por lo que
dijeron ayer en las noticias padre.
Digamos que sí, pero esos ilusos
se equivocaron en una cosa.
¿En qué?
Bakura, recuerdas que ayer
dijeron que el Multibillonario Gozaburo Kaiba había venido después de tantos
años.
¿Y?... – Preguntó el albino de
una manera que no le daba importancia a lo que le estaba diciendo su padre.
Que quién realmente vino, es su
hijo.
¿Qué, qué? Te refieres a… –
Preguntó muy sorprendido.
Seto Kaiba. – Terminó de decir
la frase el peliplateado.
Pero… ¿Cómo lo sabes, padre?
El muy cínico, me llamó por
teléfono hoy en la mañana a primera hora para que le mandara un expediente de
uno de mis alumnos. Los quería en su oficina de la Kaiba Corp. antes del mediodía.
Eso significa que… – Antes de
poder hablar se rio irónicamente para luego expresar. – “Baia sorpresita la que
te vas a llevar Atemu”. – Esto último lo había pensado para sí mismo.
¿Hijo?... ¿Sucede algo?
¿Eh?... No, no es nada padre,
no me hagas caso. – Le contestó el albino y luego se despidió de su padre para
ir a su habitación.
******************************
Amigos… Déjenme presentarle a
mi hermana. – Hablaba un niño de ojos grises medios plateados.
Hola, ¿Qué tal? – Saludó una
hermosa mujer de piel morena, pelo negro y ojos azules, tenía más o menos 25
años.
Hola, ¿Cómo ha estado, señora?
– Respondieron todos.
¿Señora? ¿Tan vieja me ven? – Bromeó,
haciendo que su pequeño hermano y todos los demás se rieran.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja… Discúlpenos, pensamos que era casada. – Todos se morían de la pena por
el error que habían cometido.
Hermana, estos son mis amigos… Él
es Yūgi, Joey, Tristán y Tea.
Ahora es mi turno... Mi nombre
es Ishizu Ishtar, la hermana mayor de Ryou, pero pueden llamarme Ishizu. Bueno,
ya basta de presentaciones, mejor cuéntenme ¿Cómo se ha portado mi pequeño
Ryou?
Oh, muy bien señorita Ishizu. –
Respondió un hermoso niño de ojos mieles.
¿Eres Joey, cierto? – Éste sólo
asintió con la cabeza. – Les acabo de decir que pueden llamarme Ishizu.
Yo… Lo lamento. – Expresó apenado.
Ya, tranquilo, no te apenes por
eso. Que les parece si los invito a almorzar.
Siiiiii… Es una excelente idea.
Tristáaaaaaaaaaaaaaaaaaaannnn,
cuida tus modales. – Lo reprendió la castaña.
Cuando se refieren a comida, Tristán
siempre reacciona de esa manera Tea. – Se burlaba su amigo de pelos
puntiagudos.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja. – Reían todos.
Salieron del museo, para ir a almorzar a un
pequeño restaurante que se encontraba cerca del lugar.
******************************
Cuando las grandes puertas se abrían, éste logró
ver que había un gran pasillo y al final se encontraba un escritorio con la
silla viendo hacia un gran ventanal de cristal.
Buenas tardes. – Saludó cortésmente.
¡Lange nicht gesehen! – Contestó
la persona y a la vez la silla se giraba al frente.
Se… Seto. – Fue lo único que
pudo decir ante tal asombro.
¡Lange
nicht gesehen! – Volvió a repetir.
Perdón, pero… No te entiendo.
El castaño sonrió con malicia.
¡Cuánto tiempo sin verte!
Lo mismo digo… Pero no creo que
me hayas hecho venir solamente para hablar sobre nuestras vidas pasadas.
Tienes razón Atemu, por lo
visto no me equivoqué en elegirte. – Su mirada era muy seria y fría al mismo
tiempo.
¿Elegirme?... ¿Podrías ser más
específico?
Serás el Vicepresidente de la KC.
¿Cómo? ¿Acaso escuché bien? –
Se había quedado boquiabierto a lo que le había dicho el castaño.
El ojiazul lo veía molesto, al parecer no le
gustaba repetir las cosas. El otro al darse cuenta de su mirada se atrevió a
preguntar:
¿Por qué yo?
Kaiba le pasó un fólder de color azul, este lo abrió
y se sorprendió aún más por lo que estaba leyendo…
¿Qué significa esto? ¿Has
estado investigándome? No tienes ningún derecho Kaiba. – No sólo estaba la información
personal del faraón sino que además estaba la información personal de su madre…
******************************
Después de que terminaron de almorzar, todos se
fueron a sus respectivos hogares…
Al fin, hogar dulce hogar. – Reía
un niño albino.
Tus amigos son muy simpáticos
Ryou, invítalos a que vengan algún día a la mansión.
¡¡¡En serio hermana!!! ¿Te
simpatizaron?
Claro, sobre todo ese jovencito
rubio, por lo que me has contado durante el camino, créeme que nadie hace eso,
ni siquiera por un amigo.
¿Te refieres a Joey?
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, creo que soy mala para los nombres. – Le bromeaba su hermana mayor.
Sí, al parecer Joey es un niño
muy especial. Pero hay algo en él que me intriga Ishizu.
¿Y qué es eso que te intriga tanto
Ryou? – Le preguntó de una manera como burlándose de su pequeño hermano.
Ya hermana, hablo en serio. –
Fingió estar molesto.
De acuerdo, de acuerdo, no más
bromas, ahora dime qué es lo que te preocupa.
Sé que apenas lo conocí ayer,
pero he notado cierta tristeza en sus ojos, me creerás un demente ya que lo has
visto cómo es de alegre y divertido, en especial con sus amigos.
Mmm… La verdad no quería
decirte nada, pero ya que lo mencionas... Creí que solamente se trataban de
suposiciones mías, pero me doy cuenta que no es así.
Me pregunto qué será lo que lo
entristece tanto. – Manifestó deprimido.
Su hermana se acercó a él para abrazarlo y
decirle:
Tranquilo Ryou, a medida que te
vayas haciendo su amigo, tal vez encontrarás la forma de animarlo un poco. – Éste
se separó un poco de su hermana para sonreírle y darle las gracias por hacerlo
sentir bien.
******************************
En la KC …
¿Y bien?… Te quedarás ahí
parado todo el día viendo esos archivos que te entregué. O me darás una respuesta
ahora.
¿Qué opina tu padre al
respecto? – Fue la única pregunta que se le cruzó a su mente, aunque en cierta
forma evadía a lo que le acababa de decir el castaño.
No acabes con mi paciencia. En
primera, ese bastardo no es mi padre, más bien es mi padrastro, en segunda, no
le tengo que dar explicaciones a nadie ni siquiera a él, y por último… – Calló
por unos segundos antes de continuar hablando. – Él, está en Alemania. – Expresó
con altanería.
¿En Alemania? Él tiene que
saberlo Kaiba, que yo sepa Gozaburo es el dueño de todo esto. – Manifestó un
poco exaltado. Gran error el que había cometido el faraón al haberle dicho eso
al ojiazul.
Grrr… Por qué no vas tú allá y
le preguntas personalmente ¿Quién es el dueño de todo esto? Y de paso me lo
saludas. Aunque no creo que te vaya a contestar en el lugar donde se encuentra.
– Todo lo dijo con sarcasmo.
Atemu se quedó sin palabras al escucharlo hablar,
pero una cosa si era segura y es que aquel simpático niño que conoció en el
orfelinato había desaparecido por completo.
¿Por qué dices eso? – Preguntó
a la defensiva.
Porque Gozaburo, está a cien
metros bajo tierra. – Expresó con odio.
El faraón sintió un gran escalofrió recorrer todo
su cuerpo, estaba atónito, sin palabras, no daba crédito a lo que acababa de
escuchar. No conocía al nuevo Seto, pero algo muy dentro de él le decía… Que su
amigo no era ningún asesino.
******************************
Otro pequeño estaba llegando a su casa, pero a
diferencia de los demás… Éste no era recibido por nadie. Al parecer la casa
estaba completamente sola, su padre aún no llegaba del trabajo, al menos eso lo reconfortaba un poco.
“Muy bien Wheeler, al parecer
tienes suerte que hayas llegado a la casa antes que mi padre”. – Se decía así
mismo, subió rápidamente a su cuarto para cambiarse de ropa y luego se puso a
realizar los quehaceres de la casa. Media hora después logró oír cuando su padre
estaba llegando. Salió espantado directamente a su habitación, desde ahí
lograba escuchar los gritos de ese hombre…
EN DÓNDE DIABLOS ESTÁS MALDITO
MOCOSO. – Gritaba y subía las escaleras para ver si su hijo estaba en casa. – ABRE
LA MALDITA PUERTA, TENGO UN REGALITO PARA TI. – Reía con maldad.
“Tranquilízate Joey, tarde o
temprano se aburrirá de tocar y se irá”. – Se daba ánimos, mientras se abrazaba
así mismo para tratar de no llorar, para su mala suerte, el hombre forzó la
cerradura permitiéndole entrar a la alcoba.
QUE NO ESCUCHASTE QUE LLEVO
RATOS HABLÁNDOTE, INFELIZ GUSANO. – Gritaba furioso.
Perdóname padre, yo… – Todo su cuerpo
temblaba al estar frente a ese hombre.
¡¡¡CÁLLATE!!! – Exclamó y a la
vez le daba un puñetazo en el estómago. – Ahora mismo me dirás de dónde vienes.
– Lo agarró fuertemente del pelo, para después tirarlo sin piedad alguna al
piso.
Aaaaaaahhhhhhhh, papá, no por
favor, no me pegues… Snif, snif, snif.
No me escuchaste lo que te
pregunté, eres sordo o eres idiota. – Lo seguía pateando en el suelo. – Vas a
ver maldito engendro, que a mí nadie me ve la cara, mientras yo hecho verga
cómo burro tú te la pasas divirtiéndote de lo lindo con esos malditos vagos, ¿es
así cómo te malgastas el dinero que te doy?
Basta padre, ya no, snif, snif,
snif, te lo suplico, snif, snif, snif, no me pegues, eso no es cierto snif,
snif, snif, nos invitaron a comer a mí y a mis amigos, snif, snif, snif.
El hombre se enfureció bastante, agarró al rubio
del cuello de la camisa y lo estrelló contra la pared.
Aquí está tú regalito hijo. – Dijo entre risas. – A
partir de ahora cada vez que me pidas dinero tú me lo pagarás de tú lomo[1]. – Colocó
al niño boca abajo en el suelo, le sujetó fuertemente las manos doblándoselas
hacia atrás y empezó a pegarle con fuerza con un cable muy delgado que
probablemente le había pertenecido a una lámpara de noche.
Aaaahhhhhhhhhh, snif, snif, snif,
aaaaahhhhhhhh, por favor, por favor, ya no, basta, aaaaaaaaayyyyyyyyyy, snif,
snif, snif, perdóname, perdóname papito, no lo vuelvo hacer,
snif, snif, snif. Aaaaayyyyyyyy, aaaahhhhhhhh, snif, snif, snif, snif,
snif, snif.
Sangre empezaba a salir de su espalda producto de
los azotes, sentía cómo ese fino cable rasgaba su hermosa y delicada piel, por
más que se retorcía del dolor y gritaba, su padre no paraba de golpearlo,
estaba a punto de perder el conocimiento, cuando logró sentir que ese hombre ya
no le pegaba. Se había detenido para empezar a patearlo, el menor hacia lo
posible por cubrirse con sus manos, aguatando las múltiples patadas que recibía
en todo su cuerpo.
Eres una asquerosa sabandija,
gritas como una maldita niña. – Al terminar de hablar salió de la habitación,
importándole un cuerno el estado de su hijo.
El niño quedó tirado en el suelo, cubierto en
sangre, todo su cuerpo temblaba, lloraba, trató de levantarse pero no pudo, se
dejó caer nuevamente al suelo ya que había perdido el conocimiento.
******************************
Lo… Lo… ¿Lo mataste? – Preguntó
con algo de miedo y sorprendido a la vez.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja… – Reía con ironía. – Créeme que ganas no me faltaron, pero para que
estés más tranquilo el muy cobarde se suicidó cuando se enteró que yo me
apoderé de su amada empresa la Kaiba Corp.
Eso significa que…
Yo soy el nuevo dueño y hoy a
las 3:00 p.m. el mundo conocerá a Seto Kaiba. – El tono de su voz era pedante y
arrogante.
Está bien… Seré el Vicepresidente.
– Por fin le había dado la respuesta. – Pero al menos debiste de darme tiempo
para pensarlo. – Susurró para sí mismo, pero el castaño logró escucharlo.
Tienes razón Atemu, discúlpame
por no darte tiempo para que lo pensaras. – Su voz era burlona. – Es por eso
que te daré un minuto para que te decidas y no te eches para atrás. – Levantó
su mano izquierda para empezar a ver su reloj.
Me refería a que me dieras por
lo menos tres días para discutirlo con mi madre. – Respondió el faraón algo molesto.
Te quedan 30 segundos. – Afirmó
el ojiazul, no prestándole atención las palabras del otro.
Acepto con una condición.
¿Cuál?
Que al trabajar para ti, no me
afecte en mis estudios.
¿Algo más? – Preguntó
sarcásticamente.
No, eso es todo.
Bien… Lee el contrato y
fírmalo. Date prisa que la conferencia de prensa está por comenzar.
¿Conferencia de prensa? Tú
nunca me hablaste que estaría en público.
Agr… Pues te lo acabo de decir.
– Manifestó enfadado.
¡Sigh!
Una vez que Yami leyó el contrato y lo firmó,
ambos salieron de la oficina para dirigirse a una sala de prensa que estaba a
punto de iniciar…
******************************
A la
mañana siguiente…
Un maestro estaba entrando a un salón de clases,
éste era de piel un poco clara, pelo verde, sus ojos eran bicolor, el derecho
era del mismo color de su pelo y el izquierdo era de color amarillo, era de
estatura alta y tenía más o menos la edad de 32 años.
Buenos días jóvenes, mi nombre
es Dartz Menjívar.
Buenos días profesor Dartz. – Todos
se pararon para saludar.
Este año seré su docente en la
asignatura de Aritmética, sólo les exijo tres cosas a mis alumnos. – El tono de
su voz se escuchaba intimidante, parecida a la del mismísimo Bakura. – La
primera es, no permito que los alumnos platiquen durante mi clase, al menos que
pidan la palabra si quieren participar en ella, la segunda es que no lleguen
tarde a mi clase y la tercera responsabilidad. ¿Quedó claro?
Si profesor Dartz. – Contestaron
todos al unísono.
Las clases comenzaron nuevamente, algunas interesantes
y otras aburridas…
******************************
No muy
lejos de ahí, pero en la misma ciudad…
En una mansión, un molesto sonido de un teléfono
se podía escuchar por casi todo el lugar, hasta que finalmente alguien decide
contestarlo.
¡Aló! Buenos días…
Hola hermana, ya estoy en la
ciudad.
Her… Hermano, ¿deberás eres tú?
Si hermana, soy yo, ¿cómo has
estado?
Bien, muy bien… ¿Cómo que ya
estás en la ciudad? ¿Qué quieres decir con eso?
Acabo de llegar a Ciudad
Domino, luego te explico, pero antes dime ¿Cómo está mi pequeño?
Él está bien, se la pasa
extrañándote mucho todo el tiempo, ya lo conoces como es.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja… No tienes que decírmelo, lo conozco muy bien. Hermana puedo pedirte un
favor.
Si dime, de qué se trata
hermano.
No le digas nada todavía,
quiero darle la sorpresa personalmente.
De acuerdo hermano, ahora mismo
te diré el nombre de la
Escuela a dónde él va y también te daré la dirección.
Muchísimas gracias hermana,
bueno te voy dejando, tengo que colgar.
Adiós hermano, y cuídate mucho.
Tú también hermana, adiós.
******************************
En una gran oficina de lujo, se estaba llevando a
cabo una fuerte discusión, al parecer ninguno de los que se encontraban ahí,
estaban satisfecho con la decisión que había tomado un joven empresario.
¿Cómo pudiste hacernos esto? No
eres más que un maldito mocoso.
¿Pero quién te has creído, para
tomarte estas atribuciones?
Nos dejaste totalmente en ridículo
ayer ante todo el mundo.
Tu padre jamás lo hubiera
permitido.
No solamente salió en primera
plana del periódico de esta mañana, sino que además, en la televisión no se
habla de otra cosa más que de esta estupidez. –
El encabezado de la primera página del periódico decía más o menos así… “NIÑO GENIO DE 15 AÑOS TOMA EL ABSOLUTO
CONTROL DE LA KAIBA
CORP.” “JOVEN EMPRESARIO SE DA A CONOCER”
Caballeros. – Finalmente pudo
hablar la persona que estaba escuchando los estúpidos reclamos de esos hombres,
a diferencia que éste joven se limitaba a verlos fríamente. – Si ya terminaron
de refunfuñar, concluiré mi decisión. – Expresó arrogantemente.
¿Cómo te atreves? Insolente.
De ahora en adelante… Soy el
nuevo dueño de la Kaiba
Corp. y de todos los bienes de Gozaburo Kaiba. Sé que todos
ustedes le servían fielmente a mi padrastro, es por ello que mi decisión final
es… ¡¡¡ESTÁN DESPEDIDOS!!! – El tono de su voz era determinante y altanero.
Tú no puedes despedirnos y
sobre todo no lograrás tomar el control de esta empresa.
Sigues siendo menor de edad.
Volverás al orfanato a donde perteneces, incluyendo al bastardo de tu hermano.
– Decía un hombre con odio mirando de frente al ojiazul, mientras que los otros
se reían burlonamente pensando que ya habían logrado ganar.
Yo no estaría tan seguro de
eso. – Interrumpió otro joven que acababa de llegar al lugar.
Mhg… Hasta que por fin llegas…
******************************
Primer
recreo…
Hoooolaaaaa, ¿qué tal señor
Vicepresidente?… Ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja.
Agr… Búrlate, búrlate todo lo
que quieras, al fin y al cabo sé que lo haces para desquitarte una de tantas
burlas que yo te he hecho.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, te estoy elogiando y tú te molestas.
¿Tú lo sabias verdad? ¿Y aun
así, no me lo dijiste?
Para serte sincero… Si sabía
que te ibas a ver con tu viejo amigo, pero lo supe hasta que llegue a mi casa,
tú sabes, mi padre me lo contó. Lo que no me esperaba era verte por televisión
como Vicepresidente de la
Kaiba Corp.
Si, para mí también fue una
gran sorpresa. Te imaginas la cara que ha de haber puesto mi madre cuando me
vio por la televisión… Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ya me imagino el grito al cielo que pegó, cuando Kaiba dijo que el
Vicepresidente de la Kaiba Corp.
es el señor Valentine.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, tienes razón, creo que nadie se lo esperaba y todos creían que Gozaburo
venia nuevamente a la ciudad por cuestiones de negocios.
Y dime… ¿Qué se siente ser el
Vicepresidente de una de las corporaciones más importantes del mundo?
Mmm… La verdad no lo sé, amigo
Bakura.
El otro quedó boquiabierto ante la respuesta de su
amigo.
******************************
Sólo eso nos faltaba, que otro
docente nos hiciera la vida a cuadritos.
Cálmate Tristán, no creo que
sea para tanto.
¿Qué no es para tanto? Es que
acaso no te diste cuenta que llegó a presentarse de una manera muy
escalofriante.
Yaaa Tristán, Tea tiene razón,
quizás el profesor Dartz ha de ser muy estricto en cuanto a disciplina. – Apoyaba
un niño de cabellera tricolor.
Y tú no dirás nada amigo, ¿por
qué estás tan callado? – Le preguntaba el castaño.
¿Eh?... Perdón, pero hoy
quisiera estar solo. – Habló con tristeza un hermoso niño de cabellera color
oro y a la vez se alejaba de sus amigos.
Y ahora… ¿Qué le pasará a Joey?
– Se preocupó el albino.
Pobre chico… No ha de ser fácil
vivir así.
¿A qué te refieres Tea?
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Por un momento todos se quedaron callados,
viéndose unos a otros. Hasta que alguien decidió hablar.
Verás Ryou, Joey no ha sido el
mismo desde que sus padres se divorciaron.
¿Se divorciaron? – Preguntó
atónito.
Sí, hace dos años sus padres se
divorciaron y la madre de Joey se fue a vivir muy lejos con su hermanita. – Le
contaba el tricolor menor.
Pobre Joey, yo no lo sabía, ni
tampoco que tenía una hermana. – Replicaba con tristeza.
Pero eso no es todo. – Continuó
hablando el castaño.
Tristáaaannnn… – Todos miraron
a su amigo con enfado, cómo dándole a entender que no debería de hablar más de
la cuenta.
******************************
Caballeros… Es cierto que el
Señor Kaiba aún es menor de edad. – Conversaba el joven que acababa de llegar,
tenía más o menos 27 años de edad, él era alto, de piel oscura, cabello color
arena y ojos color violeta algo oscuro, al parecer era muy apuesto, la única
diferencia era que tenía la misma mirada amenazadora que la del mismísimo
Bakura.
¿Cómo te atreves a entrar de
esa manera?
Maldito idiota, ¿quién eres?
Todos los que se encontraban ahí estaban molestos.
Permítanme presentarme… Mi
nombre es Marik Ishtar y soy el representante legal del Señor Kaiba, además de
que soy su abogado. – El tono de su voz era desafiante y firme.
Eso quiere decir… – Habló uno
de los cinco grandes de la
Corporación.
El señor Ishtar, se encargará
de manejar los estados financieros de la empresa y demás bienes hasta que yo
cumpla la mayoría de edad, pero eso no es obstáculo para que yo tome el control
no solamente de esta empresa, si no que de todas las otras de… “Mi querido
padre”. – Todo lo que expresó el castaño, lo hizo con odio y rencor hacia su
padrastro.
Grrr… Eres un…
Silencio... Lo diré por última
vez… ESTÁN DESPEDIDOS. Lárguense si no quieren que llame a seguridad. – Decía
orgulloso y triunfal el ojiazul.
Los hombres que se hacían llamar los cinco
grandes, no tuvieron otra opción más que irse de la Kaiba Corp. muy pero muy
disgustados.
******************************
El tiempo pasó muy rápido, la mañana estaba por
terminar, unas cuantas horas más y las clases terminarían… El timbre de la
campana volvió a sonar anunciando el segundo recreo, para que todos los jóvenes
estudiantes salieran a descansar un poco.
Hablo en serio Bakura.
Grrr… Hay ya cállate, no
molestes.
Si no me lo dices, ten por seguro
que no te dejaré en paz.
Agr… No fastidies.
De acuerdo, si tú no me lo
dices… No me dejas otra alternativa que preguntarle a él personalmente, lo que
siente por ti.
¡¡¡ESTÁS LOCO!!! No serias
capaz.
Pruébame.
Está bien, de acuerdo tú ganas.
No siento nada por él, absolutamente nada.
Y tú piensas que te voy a creer
semejante mentira. Por favor Bakura, no me quieras ver la cara.
¿Y qué quieres que te diga?
Simplemente te dije que no me gustó ver su carita triste y a punto de llorar.
Aja, y yo nací ayer y me chupo
el dedo.
Bueno, además a ti que te
importa. – Empezaba a enfadarse realmente. – Cómo te pones a creer que yo,
Bakura Pegasus, me voy a enamorar de un chiquillo y lo peor del caso que de un
“NIÑO” – Hacía señales con sus manos de las comillas.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja… Para mí eso no tiene nada de malo.
¡¡¡Eres un desquiciado!!!! ¿Lo
sabias?... Ya quieres que me convierta en un asalta cunas ¿Verdad?
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja… Bakura, Bakura, Bakura, para el amor no hay edad.
Grrr…
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Muy bien, si ya no me necesitas
me voy.
Mhg… – Fue la respuesta que obtuvo.
Éste suspiro y caminó en dirección a las grandes
puertas para poder salir de la oficina en donde él se encontraba. Pero en
cuanto las puertas se abrieron… Un hermoso niño de pelo negro, apareció del
otro lado.
Hola Marik.
Hola Mokuba ¿Vienes a ver a tu
hermano?
Sí, ¿y tú, ya te vas?
Si Moky, debo ir a un lugar en
donde cierta personita muy especial para mí se encuentra. Él no sabe que iré a
buscarlo, es una sorpresa. – Le susurró al oído.
Está bien Marik, sé a quién te
refieres. – Le sonrió. – Salúdamelo de mi parte. ¿Quieres?
No te preocupes, yo le doy tus
saludos. – Dicho esto el joven partió.
Hola hermano.
Mhg… – Fue la misma respuesta
que volvió a dar el ojiazul, ya que se encontraba en su escritorio tecleando en
su laptop.
SETO. – Gritó el pequeño para
que le prestara atención.
Mokuba, te he dicho que no grites.
Estoy muy ocupado ¿A qué has venido?
El recién llegado se acercó al escritorio de su
hermano y le colocó enfrente un brochure.
¿Qué significa esto? – Preguntó
cuando miraba el boletín informativo que su pequeño hermano le enseñaba.
Esto mi querido hermano, es la Escuela a dónde me
gustaría ir.
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Ya era hora que las clases
terminaran. – Manifestaba un chico de ojos marrones.
Tristán, tú nunca cambiarás, es
el colmo contigo.
¡Ja! Mira quién habla, que yo
recuerde tú eras la que te estabas quejando en la última clase que ya te
querías ir. – El castaño se burlaba de su amiga.
Grrr… A veces eres odioso.
Ya chicos, no peleen. – Intervenía
el tricolor menor.
Estaban llegando a la salida principal, cuando de
repente uno de sus amigos no podía creer lo que sus ojitos estaban viendo. Sin
pensarlo dos veces, salió corriendo rápidamente para encontrarse con la persona
que lo estaba esperando.
Her… Hermano… ¿De verdad, eres
tú? – Estaba muy feliz al verlo ahí parado esperando a que saliera de clases.
Hola… ¿Cómo se ha portado mi
niño?
Hay hermano, no me digas así.
– Se sonrojaba el pequeño albino, ya que
todos sus amigos lo miraban de una manera que no entendía absolutamente nada de
lo que en ese momento estaba sucediendo. – Amigos, quiero presentarle a mi
segundo hermano mayor, Marik, ellos son mis amigos.
Hola. – Respondieron todos.
Hola, un placer. – Contestó
cortésmente.
Cuando se despidieron, Marik abrazó a su hermano
menor y se dirigieron a un convertible de lujo color dorado. Lo que nadie sabía
es que unos ojos de color violeta los estaba observando muy furioso, al parecer
quería ver muerto a ese hombre que se atrevió a abrazar de esa manera a su
preciado tesoro... ¿Acaso serían celos?…
Continuará…
N/A: Muchas gracias por
tomarse su tiempo en leerme, nos vemos en el próximo capítulo. Cuídense mucho.
Atte.:
KAT.
KAT.
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