viernes, 24 de junio de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…




Capítulo 37: Carnada para atrapar al culpable… III parte.

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

******************************

 

Días después…

 

         Espera Mokuba.

 

         ¿Qué sucede?

 

         Caminas muy rápido y me siento cansado.

 

         En ese caso descansaremos aquí.

 

         Discúlpame por favor.

 

         ¿Por qué te disculpas?

 

         Siento que te estoy atrasando en la búsqueda.

 

         No digas eso Noah.

 

         Pero es que…

 

         Tú no estás acostumbrado a caminar tanto como yo.

 

         Supongo que tienes razón, pero aun creo que soy un estorbo.

 

         Claro que no lo eres.

 

         Pero es así como me siento, a veces pienso que tú ya lo hubieras encontrado si yo no estuviera aquí.

 

         Lo que estás diciendo no son más que puras tonterías. El que tú estés aquí me beneficia bastante.

 

         ¿Hablas en serio?

 

         Sí. – Acarició suavemente su rostro.

 

         Muchas gracias.

 

         Animo, debemos de seguir buscando.

 

         ¿Crees que él esté bien?

 

         Por supuesto que sí, ya verás que pronto lo encontraremos.

 

         Me gusta tu optimismo, pero ya llevamos tres días buscándolo y nadie sobrevive en este bosque. Al menos que seas un experto o que lo conozca como la palma de su mano.

 

         No te preocupes Noah, yo te aseguro que Joey sabe cuidarse muy bien.

 

         Puedo imaginarme como se ha de sentir estando solo en el bosque, de seguro que ha de tener miedo como yo.

 

         Te equivocas. – El peliverde lo volteó a ver. – Él no teme andar en el bosque, más bien creo que son los animales que le tienen miedo a Joey.

 

         ¿Por qué dices eso?

 

         Aun no has visto lo que es capaz de hacer. – La otra persona lo miraba algo confundido. – No me veas así, si llegamos a encontrarlo le pediré a Joey que te muestre su verdadera apariencia.

 

         ¿Su verdadera apariencia? ¿A qué te refieres con eso? Ahora sí que estoy más confundido que antes.

 

         Lo entenderás una vez que lo encontremos.

 

         De acuerdo, entonces sigamos buscándolo.

 

         Así se habla, Noah.

 

******************************

 

Un hombre alto, de piel morena, ojos azules, se encontraba en una alcoba, aprovechó la ocasión de que no había nadie en la casa para ir a revisar de nuevo aquel misterioso libro. Le inquietaba bastante lo que Yūgi y Rebecca le contaron días atrás y no dejaba de pensar en ese medallón cuando lo vio oscurecerse delante de sus ojos.

 

         No puedo encontrar nada aquí. – Se decía así mismo. – Estoy empezando a creer que lo mejor sería decirle toda la verdad a Yūgi. Que la misión que le encomendó su bisabuelo no es más que puras fantasías. No, de ninguna manera puedo decirle algo como eso a Yūgi, sigue confiando en su bisabuelo y si le digo algo como esto lo más probable es que se decepcione de él. No quiero ser el causante de esa desilusión. – Hojeaba el libro una y otra vez. – Maldición, hay muchas cosas que no entiendo, es como si hubiera sido escrito por algún idioma muy antiguo. – Pasaba su mano sobre una de las páginas del libro. – Apostaría lo que fuera que el único que podría traducirlo es el comandante Sugoroku. Lastimosamente el ya no está con nosotros. – Esto último lo dijo con suma tristeza. – Lo poco que puedo entender no me habla nada sobre lo que quiero saber. – Se detuvo al llegar a la parte donde estaba la imagen de una bestia mitológica. Se le quedó viendo por un largo rato a la imagen mientras que su mente le hacía recordar el sueño que había tenido su amigo. – Debes encontrar al ser que posee ojos de rubí. – Murmuró para sí mismo. – ¿Y si la clave está en encontrar a esta bestia? Que tonterías estoy diciendo, de seguro que esta bestia jamás existió. Al no ser… – Una idea le estaba llegando a su mente, justo en ese momento logró escuchar que alguien había llegado a la casa, por lo que se apresuró en guardar el libro en su lugar y salir de la habitación como si nada.

 

******************************

 

Horas más tarde…

 

         No pudimos encontrarlo.

 

         No estés triste Noah, mañana saldremos de nuevo a buscarlo.

 

         No entiendo por qué nos regresamos.

 

         Para poder descansar un poco y conseguir más provisiones. Acuérdate que hemos estado fuera por casi tres días.

 

         Tienes razón, pero me preocupa que el siga todavía en el bosque.

 

         Te prometo que reanudaremos la búsqueda mañana a primera hora.

 

         Ya era hora que volvieran.

 

         ¡Yami! ¿Qué haces aquí?

 

         Me urge hablar contigo.

 

         ¿Qué es lo que sucede?

 

         Vamos a mi habitación.

 

         Tiene que ver con…

 

         Así es, dile a tu amigo que te espere en tu cuarto.

 

         Eso ya no va ser necesario.

 

         ¿Por qué?

 

         Noah, lo sabe todo.

 

         ¿Qué fue lo que dijiste? – Preguntaba estupefacto.

 

         Creo que hay algo que debes de saber. – Manifestó con mucho pesar.

 

         En ese caso, vamos todos a mi habitación.

 

         Si.

 

******************************

 

Un hombre se encontraba en la cocina picando algunas verduras para poder hacer la cena, tan metido estaba en sus pensamientos que no sintió que alguien más llegaba al lugar…

 

         ¿Te puedo ayudar en algo? – No obtuvo respuesta. – Shādī, te estoy hablando muchacho.

 

         ¡Don Solomon! Discúlpeme por favor, la verdad es que no lo escuché llegar.

 

         Ay muchacho, ¿qué pasa contigo? Últimamente te he notado muy distraído.

 

         No me pasa nada. – Desvió un poco su mirada.

 

         ¿Me dirás lo que te inquieta? – Lo miraba fijamente a los ojos.

 

         En serio, estoy bien.

 

         No sabes mentir.

 

         Tiene razón y me disculpo por eso.

 

         Deja eso y ven siéntate conmigo para que hablemos.

 

         Yo…

 

         Ya verás que te sentirás mucho mejor cuando te desahogues conmigo.

 

         Quizás tenga razón.

 

         Cuéntame, ¿qué es lo que te ocurre?

 

         Se trata sobre Yūgi.

 

El hombre dio un fuerte suspiro al escuchar el nombre de su nieto.

 

         ¿Y ahora qué hizo esta vez? – Preguntó algo molesto.

 

         Nada, créame que él no ha hecho nada.

 

         Entonces…

 

         La verdad es que no sé por dónde por empezar.

 

         Pues comienza por el principio.

 

         De acuerdo…

 

******************************

 

         ¿QUÉ HICISTE QUÉ? – Gritó a todo pulmón. – NO PUEDO CREER LO QUE HAS HECHO, TE DAS CUENTA DE LO QUE HICISTE.

 

         Sé que cometí un error y no sabes lo mal que me siento por eso.

 

         ¿EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO AL DECIRLE TODO ESO? ¿NO SE SUPONÍA QUE ERAS TÚ QUIÉN IBA A ESTAR A SU CUIDADO?

 

         Lo sé.

 

         ERES UN IRRESPONSABLE.

 

         Yami, escúchame por favor.


         NO PUEDO CREER QUE TE HAYAS ATREVIDO A TRATARLO MAL, DESDE UN PRINCIPIO SABÍA QUE NO ERA BUENA IDEA TRAERLO HASTA ACÁ.

 

         Pensé que las cosas iban a funcionar si el venía conmigo.

 

         ESE ES EL PROBLEMA MOKUBA, TÚ NUNCA PIENSAS EN LAS CONSECUENCIAS, Y POR TUS DESCUIDOS UN INOCENTE ESTÁ PAGANDO.

 

         Perdón.

 

         ¡IDIOTA! NO ES A MÍ A QUIEN LE TIENES QUE PEDIR PERDÓN.

 

         Lo sé. – mantenía la cabeza agachada.

 

         Iré a su habitación ahora mismo para disculparme con él.

 

         Él se fue. – Comenzó a llorar.

 

         ¿Cómo que se fue?

 

         Joey no está en su habitación, y entre Noah y yo lo hemos buscado en el bosque por tres días.

 

         ¿Lo encontraron?

 

         No.

 

         De acuerdo, bien, será mejor que nos calmemos. – Caminaba de un lado a otro en toda la habitación. – Esto es lo que haremos, les ayudaré a buscarlo en el bosque.

 

         ¡Muchas gracias primo!

 

         No lo hago por ti, lo estoy haciendo por Joey. – Lo miraba molesto. – Por cierto, explícame cómo fue que involucraste a Noah en esto. ¿Y cómo fuiste capaz de llevarlo al bosque? ¿Es que acaso no sabes que el padece de una terrible enfermedad? No me equivoqué al decirte que eres un irresponsable.

 

         Yami, Noah esta en perfecta salud.

 

         ¿Cómo puedes decir una tontería como esa?

 

         Te digo la verdad.

 

         Créale señor Yami, Mokuba le está diciendo la verdad. – Intervino el peliverde.

 

         Pero…

 

Antes de que pudiera hablar alguien tocó la puerta.

 

         Adelante. – Expresó el tricolor.

 

         Disculpe que lo moleste joven Atem, pero su primo me mandó a buscarlos.

 

         ¡Mi hermano está aquí!

 

         Así es joven Kaiba.

 

         Dile que iremos enseguida.

 

         Lo siento mucho pero el requiere de su presencia ahora mismo.

 

         Demonios. – Musitó el tricolor entre dientes.

 

         ¿Qué ocurre Yami?

 

         Con lo que me acabas de contar olvidé decirte algo sumamente importante.

 

         ¿Qué cosa?

 

         Ya no importa. – Lo miró algo preocupado. – Estas a punto de saberlo.

 

         Yami…

 

         Noah, es mejor que te quedes aquí.

 

         Lo lamento joven Atem, pero el señor Kaiba requiere de la presencia de todos los que estén presentes en la mansión.

 

         ¿Qué?... – Exclamó el pelinegro.

 

         Ni hablar, será mejor ir enseguida.

 

         Pero…

 

         Ya oíste Mokuba, así que vamos, recuerda que a tu hermano no le gusta esperar.

 

         Está bien, vamos.

 

******************************

 

         ¿Hace cuánto que ocurrió eso?

 

         Hace como tres días aproximadamente.

 

         ¿Y tú lograste ver el medallón?

 

         Si, ese día Yūgi me lo mostró.

 

         ¿Qué más ha pasado?

 

         Tanto Yūgi como Rebecca se sienten algo nerviosos por lo ocurrido.

 

         Entiendo…

 

         Y para serle honesto, yo también estoy algo nervioso. Nunca antes en mí vida había visto que ese medallón cambiara de color.

 

         Comprendo, te agradezco que me lo hayas contado todo.

 

         ¿Qué piensa hacer?

 

         Pienso hablar con Yūgi.

 

         Pero…

 

         No te preocupes por nada, tú déjame manejar esta situación.

 

         Se hará como usted dice don Solomon.

 

         Muchas gracias Shādī…


 

 

Continuará…




N/A: ¿Para qué habrá reunidos a todos el gato pulgoso? ¿Encontrarán a Joey a tiempo? ¿Noah, podrá conocer la verdadera apariencia de Joey? ¿Cuál será la reacción de Noah? ¿Creen que don Solomon estará ocultando algo? Todo esto y más no se lo pierdan en los siguientes capítulos. Les agradezco mucho por tomarse su tiempo en leer esta increíble historia. Los invito para que el próximo viernes no se pierdan de esta gran aventura.

 

Cuídense mucho y pórtense bien, les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia, y recuerden protegerse del CORONAVIRUS. Cualquier duda que tengan, pueden dejarme sus comentarios que yo misma les responderé.

 

Atte.:

 

          KAT.


No hay comentarios:

Publicar un comentario